MIENTRAS SE PUEDAN CERRAR LOS OJOS.
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Historia sin fines de lucro.
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Ukyo llevó su mano derecha hacia su cabeza y con sus dedos masajeo con firmeza sus sienes, era época de exámenes y estaba terriblemente sofocada ante tantos temas, conceptos y proyectos; si alguien le hubiese dicho que estudiar Gastronomía era así de agotador y no solo cocinar, no se hubiese matriculado, pero ni hablar, ya estaba en lo último de su segundo año y no pensaba dejarlo, además, la razón principal de seguir estudiando, por supuesto era Ranma.
Revisó su reloj de muñeca para percatarse que había pasado una hora más desde la última vez que había visto el aparato, comprobando así, que ya solo le quedaba media hora más de estudio si no quería perder el último bus al barrio de Nerima por tercera vez esa semana, los taxis eran caros y ella no era rica, actualmente su restaurante apenas daba suficiente para pagar los gastos de la universidad y los pagos básicos en su pequeño hogar, un local de apenas espacio para una cocina con estrictamente lo necesario y una barra de comensales, además de una tras tienda de cuatro por tres metros que usaba como bodega de insumo y hogar; había tenido que mudarse de establecimiento porque la renta del local que había utilizado en sus años de preparatoria ya era impagable para ella y su ahora estilo de vida.
Terminó de leer la lección que estudiaba y cerrando el libro lo alejó de si, casi inmediatamente abrió su agenda.
- Genial… - Pensó con sarcasmo. - Toca estudiar economía. - Era la materia que más se le dificultaba. - Cielos… - Dijo en voz alta al notar que no había tomado el libro correspondiente al estudio.
Con desgane se levantó de la mesa individual donde había estado estudiando las últimas tres horas, esperaba de todo corazón que su descuido al no haber tomado el libro de los estantes no le costara su sesión de estudio de esa asignatura, ya que la biblioteca contaba con ejemplares limitados.
Eran las ocho con diez de la noche y muchos de los chicos que estudiaban parecían no tener prisa en irse, por ejemplo, esa chica al fondo, ¿Murakami se llama? Estudiaban juntas desde primer año, incluso habían trabajado juntas en varias ocasiones, pero más allá de eso, no eran ni remotamente cercanas, Ukyo no tenía amigos en general y este era uno de esos momentos en los que se arrepentía un poco de no esforzarse más por crear lazos interpersonales, de ser así, tal vez ahora estaría junto a Murakami intercambiando ideas, haciendo el estudio más llevadero y entendible, y sobre todo, podría pedirle un aventón en coche y podría quedarse un poco más a estudiar en la biblioteca sin preocuparse por el servicio de transporte público.
- Aunque hace rato… - Pensó en haber visto a Akane en una de las mesas cercanas a la sección de ciencias entre otros tantos estudiantes; con un poco de suerte la chica Tendo aun seguiría en la biblioteca, de sobra sabía que cuando la muchacha terminaba tarde sus estudios alguien de su familia pasaba a recogerla, ya fuera su cuñado el médico, su hermana que hace poco había comprado un flamante Toyota, desgraciada usurera, pensó en Nabiki; o para su disgusto, Ranma, aunque fuese sin vehículo llegaba a llevarla de regreso, Claro que solo lo hace por obligación, se dijo.
No quería tener que hacerse la mustia con Akane solo para conseguir transporte, pero no tenía muchas opciones justo ahora… actualmente, después de tantas idas y vueltas su relación con ella ya no era más que de conocidas, menos que eso aún, porque desde hace algunos años la tolerancia de la cocinera con la heredera del dojo era casi nula, y eso solo para disimular a los ojos de Saotome quien cada vez se tomaba peor los desplantes hacia Tendo.
- Pero es que es tan… - Se mordió la lengua, aunque internamente soltó una larga lista de porque detestaba a Akane Tendo mientras llegaba al estante de economía y buscaba el libro que necesitaba.
Al tiempo que pasaba su dedo por los ejemplares no pudo evitar hacer una mueca de desagrado, estaba de mal humor a causa del excesivo estudio y su cerebro en forma de desahogo comenzó a culpar de todas sus desgracias a Akane, ciertamente la culpa no era de ella, pero diablos, ¡que bien se sentía liberar un poco de frustración!
Aun recordaba nítidamente el día en que le propuso con entusiasmo a Ranma hacer un viaje después de la graduación y había terminado por cambiar drásticamente sus planes, y por ende el camino que había decidido seguir después de acabar la preparatoria solo por demostrar algo a "su prometido".
[ - ¡Nos divertiremos tanto Ranma! Imagínalo, tú y yo, yendo por toda la costa japonesa, entrenando por los siguientes tres meses, aunque claro que aprovecharé los tiempos libres para vender mis exquisitos panes y…
- Oye Ukyo… - La interrumpió. - Yo… lo siento, pero… jeje… - Se notaba nervioso. - No puedo ir… tengo cosas que hacer.
- Pero, ¿qué cosas? - Preguntó confundida, no sabía que Ranma hubiera hecho planes aún, todavía faltaban siete meses para la graduación, por eso se lo proponía ahora, para ahorrar dinero suficiente y que él pudiera hacer lo mismo. - No me digas que cambiaste de idea sobre la universidad. - Reclamó. - Sé que el que te hayan ofrecido una beca deportiva es una gran presión, pero estabas decidido, ¡no te dejes mangonear! - Exigió pensando que Akane estaría detrás de aquello, y ciertamente, sí era la causa, pero no de la manera que ella pensaba.
- No es eso Uchan. - Trató de explicar de forma condescendiente para no hacerla enfadar. - No he cambiado de parecer, es solo que voy a estar ocupado.
- ¿Con qué? - Se cruzó de brazos esperando una explicación, era más que consiente que los torneos importantes no ocurrían en esas fechas así que no era excusa.
- Bien… - Se rascó la cabeza. - Tú sabes que Akane estará por empezar la universidad y ella necesitará ayuda… - Terminó por encogerse de hombros.
- No es su primer día de preescolar Ranma, y aunque así fuera, ¿a ti que te importa eso? No eres su papá. - Su tono de voz cada vez más enojado.
- Es que… verás… nuestros padres… ellos son los que quieren que la apoye, ya sabes, ella es tan nerviosa y aprensiva, sin mi apoyo estaría frita. - "Explicó"
- ¿Sin tu apoyo? ¡Ridiculeces! Ambos sabemos que el que necesitaría apoyo para lo académico serías tú, no ella. La "señorita 100 becas" no necesita de ti para nada de eso. - La llamó de forma despectiva.
- No exageres, solo le ofrecieron 5. - Rio como si hubiera sido un buen chiste. - Bueno 6 si cuentas que recibió un correo de una universidad extranjera para una reunión, ¿puedes creer que le querían pagar el traslado solo para platicar? - Mencionó con orgullo. - El tío Soun se puso a llorar solo de pensar que ella fuese a irse a… - Lo interrumpió hastiada.
- ¡Ya está bien! - Se puso de pie disgustada, le daban arcadas cada que Ranma presumía de los logros de Tendo como si fuesen propios. - Ni que fuera para tanto… - Dijo entre dientes. - ¡Akane no te necesita aquí! De hecho, al contrario, ella eligió su camino, las artes marciales para ella perdieron importancia, tú debe… - Él no la dejó continuar.
- ¡Claro que no! - Defendió indignado. - Akane eligió estudiar algo que nos ayudaría con nuestras carreras en las artes. Se está esforzando mucho por mantener su carrera como artemarcialista, sus estudios y el dojo, es…
- ¡Ranma! ¡Cállate ya! ¡Akane no es la octava maravilla! Cualquiera puede hacerlo. Mantener una carrera en las artes marciales es su obligación con su familia igual que el dojo, por eso lo hace, y sobre sus estudios ella…
- Pues yo no veo a cualquiera. - Remarcó con un obvio señalamiento hacia la cocinera claramente disgustado. - Haciendo lo que Akane hace, el día que cualquiera sea la campeona vigente de la región en artes marciales femeninas, además de en otros deportes; el día en que cualquiera lleve la coordinación de un dojo con más de 300 alumnos semanales; el día que cualquiera tenga el promedio más alto de su generación; o el día en que cualquiera reciba más de 3 propuestas de becas académicas y 2 deportivas para las universidades más prestigiosas del país, ese día, dile a " cualquiera" que tiene derecho a hablar de Akane.
- ¿Y eso que signi… ¡¿Ranma?! - Gritó cuando el joven se dio media vuelta dispuesto a alejarse. - ¡Ranma! ¡Regresa!
- ¡Te veo después! - Gritó saltando hacia los edificios de Furinkan dejándola sola.]
Después de eso todo había sido tan difícil, por poco y no alcanza ficha para el examen de ingreso, estuvo estudiando para la prueba casi dos meses sin descanso, había pasado el examen con la puntuación mínima y había sido puesta en lista de espera. Luego, tuvo que ir a casi a una decena de entrevistas donde prácticamente tuvo que rogar para que la dejaran ingresar, ¡Definitivamente tiene mucho más mérito mi esfuerzo que toda la vida que prácticamente le han regalado a Akane!, pensó Ukyo al tiempo que volvía a estrellar uno de los libros en el estante.
- Ahh... - Suspiró en voz alta con un quejido. Aun ahora seguía luchando por mantenerse a flote mientras Akane tenía toda una familia que la apoyaba, eso de que llevaba la coordinación del dojo no se lo creería hasta ver pruebas, tan fácil como que Ranma era quien daba la mayor parte de las clases en el dojo. - Para mí que es una fanfarrona... - murmuró sacando otro libro equivocado. - Yo he sacrificado hasta mi propio negocio y sustento para lograr esto, Ranma ya no puede decir que ella es "excepcional". - Habló para sí. De pronto notó una presencia por su franco derecho y lentamente volteó notando que justamente era su compañera de clase que la miraba incómodamente al notar que hablaba sola. - Jeje... - Rio nerviosamente. - Se... se ha hecho tarde, ¿verdad? - La otra chica solo negó con la cabeza y avanzó hasta perderse en otro pasillo de libros. - Uff... - Con un suspiro siguió buscando lo que necesitaba.
Después de que terminaran los exámenes tendría más tiempo libre y pretendía ocuparlo trabajando, pero también quería redoblar sus esfuerzos con el muchacho de trenza.
- Si que se ha vuelto escurridizo... - Paró un momento lo que hacía para contemplar la nada mientras pensaba. - ¿Esto realmente vale la pena? Ranma apenas voltea a verme, es difícil demostrarle que soy mucho mejor que Akane cuando no me presta atención... ¡¿Pero que dices Ukyo?! - Se auto regañó. - Es obvio que él no tenga tiempo si sus padres y los Tendo lo tienen tan presionado, y mi Ranchan que es tan bueno se siente comprometido, pero tan pronto pueda demostrarle que soy su mejor opción de compromiso votará toda esa basura y querrá estar a tiempo completo conmigo. - Se auto convenció.
- No entiendo esto, ¡al diablo todo! - Oyó decir a una chica en un pasillo contiguo. - Solo quiero ir a casa. - Lloriqueó.
- No seas dramática, tienes que resistir. Por que mejor no le pedimos a Tendo que nos explique cuando regrese a la mesa.
- Así que si sigue aquí. - Pensó Ukyo dispuesta a buscarla para poder obtener un viaje gratis a Nerima.
- Yo creo que ya se fue. - Comentó la primera chica. - Su prometido vino por ella y desde entonces no la he visto.
- Pues sus cosas siguen en la mesa, no creo que se haya ido sin ellas. - Respondió. - Dijo que iría por un libro de Inmunología, debe de estar por ahí. - Terminó por decir con simpleza.
- Vino por ella... - Pensó Ukyo con amargura, sin embargo, automáticamente se planteó que... - Seguro lo obligaron.
Rápidamente Kuonji dejó de lado su libro de economía y tan pronto vio pasar a las chicas de regreso a la sección de mesas, se puso a divagar entre los grandes estantes de libros para dar con el paradero de esos dos.
Encontrar la sección de materias biológicas no fue fácil, Ukyo nunca había ido a esa parte del edificio, además era una gran biblioteca.
- Ya déjame en paz. - Escuchó la voz de Akane en algún lugar de la sección, que por cierto además de ellos, estaba desierta. No debían estar lejos. - Es en serio Ranma. - La advertencia, aunque sonaba al tono bajo que rige las bibliotecas, se notaba con enfado en cada palabra dicha.
La chica encontró el lugar que buscaba, pero en lugar de ir directamente hasta ellos, se escondió un pasillo antes y se dispuso a espiar un poco entre los libros, encontraba una extraña satisfacción en ver en "primera fila" como Ranma la molestaba, solo se reiría un poco y luego saldría de su escondite.
- Es en serio, ya dé-ja-me. - Deletreó en señal de que estaba a punto de "reventar", Ranma soltó una risa algo perversa sin hacerle caso. Ahí fue que Ukyo notó que era lo que pasaba.
Akane se encontraba hojeando un libro, probablemente resolviendo si era el correcto, su cuerpo orientado hacia la gran estantería de ejemplares de la materia, mientras tanto, Ranma, a sus espaldas, caminaba de aquí para allá, como si también estuviese interesado en buscar algo, sin embargo, tan pronto vio una oportunidad, se dio a la tarea de picar las costillas de la muchacha Tendo.
- ¡Ranma!- Levantó la voz intentando golpearlo con el pesado libro de sus manos. Ranma esquivó de milagro y siguió riendo.
- Lenta. - Se burló.
- Si solo vas a estar molestando, ¡vete de aquí!
- No. - Dijo dignamente y de la nada volvió a picarle las costillas.
- ¡Maldición Ranma! - Intentó atestarle otro golpe que esta vez le alcanzó a rozar la punta de la trenza, luego intentó regresar a lo suyo.
Ukyo negó con la cabeza, solo alguien tan frívola como Akane se molestaría por algo como eso.
- Obviamente en este caso Ranma la molesta porque ella es así de soberbia y es divertido sacarla de sus casillas, no por otra cosa. - Pero... - Si yo estuviera en su lugar... sería una muestra linda de afecto, un lindo juego entre novios. - Sonrió imaginando como sería si Ranma intentara tomarle de las costillas, luego Ukyo reiría y... la cocinera retuvo el aliento al ver el siguiente movimiento de Ranma.
El chico de trenza caminó varias veces alrededor de Tendo, quien trataba de ignorarlo, luego, Saotome preparó su dedo en alto a las espaldas de la chica, como si se estuviera jactando de su próxima acción, y al siguiente instante, Ranma por un milisegundo, había punzado su dedo contra la pompa derecha de la chica.
Ukyo se quedó en completó shock.
- No, no, debí de haber visto mal. - Ni siquiera se atrevía a respirar.
- Te pasaste de la raya. Te quiero fuera de aquí, ahora. - Akane sonaba furiosa, probablemente conteniéndose de armar un alboroto en la biblioteca, sin embargo, para la relación que supuestamente tenía con Ranma no era coherente.
- No te enfades Akane, solo era una broma. - Dijo Ranma intentando acercarse a ella, ya que luego de su "mofa", se había alejado casi hasta el final del pasillo huyendo por si la de pelo corto quería golpearlo.
- No, eso no pudo haber pasado, no hay forma. - Se dijo tratando de controlarse.
Cerró los ojos con fuerza, intentando sacar esa imagen de su cabeza, incluso imaginando otra situación hasta el punto de poder "modificar" ese "suceso" en su conciencia.
- Lárgate. - La oyó decir Ukyo, aún sin verla sabía que estaba sumamente enojada.
- Claro, porque seguro el idiota de Ranma equivocó el lugar, ella lo sabe, yo lo sé, él no quería hacer eso...
- Akane... - Ukyo cerró más fuerte los ojos, porque aquel llamado por parte de él parecía una súplica.
- Vete Ranma, sabes lo importante que es para mí este proyecto, necesito investigar y lo único que haces es molestar.
- Has estado trabajando en ese proyecto desde hace casi un mes. Lo tienes prácticamente resuelto, así que no seas amargada. - Esta vez el chico denotaba molestia.
- Lo dice porque solo fue una broma, no la tocó como "creí" ver. Ella solo está siendo exagerada. - Recreó una nueva imagen en su mente donde Ranma solo había picado sobre la columna de Akane.
- Además, es un proyecto en equipo, tus otros compañeros deberían trabajar más, así que... no me voy a ir. Igual tendría que esperarte porque por algo vine a recogerte.
- ¡Exacto! porque Ranma no hace esas cosas por voluntad, seguro lo mandaron, no tiene opción, debe esperarla. - Kuonji destensó los ojos.
- Bien... - Dijo casi bufando de frustración. - Haz lo que quieras, pero deja de molestarme.
- Como quieras, marimacho. - Dijo en el mismo tono. Ukyo abrió los ojos notando como Akane tenía las mejillas infladas y le daba la espalda para continuar con su lectura. Ranma caminó con cara enojada hacia el final del pasillo y Ukyo comenzó a seguirlo, estaba dispuesta a aparecer de una vez y hacerse la sorprendida; ambos llegaron hasta la orilla de sus respectivos corredores, la chica incluso se alisó el cabello con los dedos y se pellizcó ligeramente las mejillas para aparentar un rubor natural que le diera una apariencia descansada y juvenil, y de la nada, Ranma dio vuelta en redondo, regresando sus pasos hacia Akane.
La muchacha castaña vio todo como en cámara lenta, incluso sintió sus propios pasos de forma pesada mientras lo seguía; Ranma, a menos de un metro de Akane comenzó a levantar los brazos y Ukyo solo pudo cerrar los ojos.
- Estoy alucinando, no es lo que creo que pueda ser eso... ¿verdad?
Kuonji estaba a punto de abrir los ojos cuando escuchó unos ligeros susurros, estaban hablando en voz muy baja y no podía distinguir palabras, eso la asustó y no solo apretó los ojos más fuerte, sino que giró sobre su propio eje y les dio la espalda, como si con eso evitara la tentación de mirarlos.
Respiró hondamente hasta que se le pasó el pánico de ver "algo" entre ellos, entonces, pudo poner más atención y pudo notar que los susurros no eran suaves o amables, más bien sonaban a una discusión.
- Obviamente tenían que estar peleando, de ellos que no se soportan no se podía esperar otra cosa, ¡qué tonta he sido!
Abrió los ojos lentamente y puso más atención, intentando con todas sus fuerzas agudizar el oído y poco a poco pudo distinguir palabras.
- Estás obsesionada, déjalo estar ya, has trabajado lo suficiente. - Reclamó él.
- De esto se trata la universidad Ranma, de aprender todo lo posible. - Rebatió.
- Tú ya no necesitas aprender. - Dijo como si fuese lo más obvio.
- Estás loco, mejor vete de una vez. - Habló con molestia. - No me dejas concentrarme. - Sonaba tan desagradable y tajante que Ukyo se convenció de que Ranma la dejaría plantada ahí mismo. Tal vez y con suerte lo convenciera de irse juntos a Nerima, sin Akane.
La estudiante gastronómica, puso una sonrisa en su cara y con rapidez se dio la vuelta para mirar, la imagen que la recibió se quedó grabada en su retina mientras oía las palabras del joven Saotome.
- Vamos Akane... robé el auto de Nabiki solo para venir por ti. - Le susurró con la barbilla en el hombro de la chica mientras la abrazaba desde atrás; el brazo izquierdo de Ranma se notaba rodeando la cintura de la muchacha, el brazo derecho, más bien su mano, estaba orientada más arriba... y era evidente que se movía de forma desinhibida por dentro del suéter de ella.
- No, déjame ya. - Akane se sacudió, pero no logró alejarlo, más allá de eso, no parecía sentirse "ultrajada" ante la invasiva "petición" de Ranma; Ukyo por fin pudo volver a cerrar los ojos.
Tras los segundos de parálisis, se dio de nuevo la vuelta y a ciegas, comenzó a alejarse de ahí, al menos hasta que estuvo en un lugar que sintió "seguro" para volver a abrir los ojos sin riesgo de verlos.
- Disculpa... - La llamó un muchacho de lentes apenas se sentó en su mesa de estudio. - No quiero molestarte, pero, bueno... me preguntaba si ya habías terminado de usar ese libro, de verdad lo necesito y... - Ukyo no emitió palabra solo tomó el libro solicitado y lo extendió a él sin siquiera mirarlo, de nuevo tenía los ojos cerrados.
Pasaron al menos diez minutos en los que la chica continuó de esa manera, con los parpados bien apretados, en ese momento no había tenido valor para ir a interrumpirlos, no, más bien…
- Yo no he visto a nadie, ni tampoco he visto nada. - Se dijo abriendo por fin los ojos.
Recogió sus cosas lentamente antes de revisar su reloj y notar que si no llegaba en los próximos tres minutos a la parada de autobuses perdería de nuevo el transporte a Nerima, pero aun con su velocidad era imposible llegar, así que no se molestó en apresurar el paso.
Salió de la biblioteca, luego de la universidad y finalmente llegó a la avenida principal, a esa hora no había ya muchos estudiantes por allí, así que pudo sentarse en un paradero local de buses, como si esperara que por un milagro apareciera un vehículo que la llevara hasta su casa; se frotó los brazos, por la prisa en la mañana no había tomado una chamarra y ahora estaba a merced del clima a punto de nevar con solo su suéter de lana.
- ¡Hey! ¡Ukyo! - Oyó una voz femenina llamándola, la voz que precisamente no quería escuchar. Levantó la cabeza con lentitud y vio a Akane sonriendo desde la ventanilla de un auto precioso en color gris que se detuvo frente a ella. - ¡Vamos, sube! - Invitó entusiasta. - Te llevamos a tu casa. - Por algunos segundos la chica se quedó sobre la banca sin moverse, luego, respondió con soltura la sonrisa.
- ¡Muchas gracias! - Dijo subiendo al coche. - ¡Hola Ranchan! - Lo abrazó desde el asiento trasero, mirándolo por el retrovisor. - ¡Vaya! No sabía que supieras conducir, ¡es genial!
- Aun soy principiante. - Dijo con "calma", su rostro no se veía conforme y le soltaba entre tanto y tanto miradas acusadoras a Akane, Tendo por su lado, respondía esas miradas como si se estuviera burlando de él, como si estuviera contratacando.
- Pues debes ser un excelente conductor para ser principiante, a mí me daría miedo manejar en Tokyo sin experiencia.
- ¿Verdad? ¡Es exactamente lo mismo que yo pienso! Pero Ranma es tan amable. - Remarcó. - Justo me estaba diciendo que le pareció buena idea venir a recogernos porque asumió que seguro ambas estaríamos estudiando hasta tarde.
- ¿En serio? ¡mi adorado Ranchan! ¡Siempre pensando en mí! - Lo abrazó con más fuerza y tuvo que resistir la tentación de cerrar los ojos al ver por el retrovisor que el muchacho miraba a la de pelo corto ahora con enojo, con un claro "eres una mentirosa", pintado en la cara; ella levantó la barbilla con autosuficiencia.
- Pues, vámonos de una vez. - Dijo Akane reacomodando su cinturón, Ranma bufó y Ukyo, haciéndose la desentendida de aquel gesto grosero, plantó un beso en la mejilla del conductor antes de sentarse bien y ponerse su cinto de seguridad.
El viaje a Nerima fue "tranquilo", Kuonji había dejado recargada su cabeza hacia atrás y tratando de olvidar las últimas miradas que se habían dado los prometidos entre sí, cerró los ojos nuevamente.
- Me estoy volviendo loca, eso es. Akane misma lo dijo, él quiso venir a recogerme, pensó en mí, para que no regresara sola y en bus a Nerima.
- ¿Por qué lo hiciste Akane? Pudimos haber ido a otro lado solos. - Reclamó Ranma, eso cuarteó el corazón de Ukyo.
- No... no sé a lo que te refieres... - Dijo nerviosa.
- ¡Bah! está dormida. - Aclaró refiriéndose a la muchacha del asiento trasero, y a Kuonji no le quedó de otra más que no corregir aquello. - Arruinaste todos mis planes, pudimos haber llegado a las 2 de la mañana y nadie cuestionaría que estuvieras estudiando.
- ¿Enloqueciste? La biblioteca cierra a las 10 de la noche.
- Hay un montón de pretextos, la única que nos cuestionaría sería Nabiki, pero de todas maneras me extorsionará por llevarme su auto sin permiso, así que no importaba, ¡ah no! ¡pero la señorita indignada tenía que desquitarse e invitar a alguien más a nuestro viaje de regreso!
- ¡Es nuestra amiga! ¡No la íbamos a dejar varada en Tokyo! El último bus a la zona de Nerima sale a las nueve en punto, además con el frío que hace.
- ¡Tkk! - Chasqueó la lengua. - Felicidades Akane, arruinaste la noche, arruinaste mis ingresos de este mes y arruinaste mis ganas de besarte.
- Y tú arruinaste mi sesión de estudio, estamos a mano. Por cierto, espero que eso de no besarme perdure al menos hasta la siguiente semana, tengo exámenes y no te quiero rondando cerca de mí.
El silencio se extendió, ninguno dijo ni una palabra más en los siguientes veinte minutos.
- Hey... Ukyo. - Oyó la voz de Ranma, al final, después de tanto intentarlo, si se había quedado dormida. - Llegamos.
- ¿Qué? Ah... si... - Se estiró un poco, se quitó el cinturón y tomó sus cosas. - ¿Me ayudas Ranma? - Pidió casi con súplica y el chico, con un suspiro resignado bajo del auto y le ayudó a cargar con su maletín de proyectos y otro tote donde cargaba con indumentos de cocina. - Gracias por ir por mí y traerme hasta casa. Estos días es complicado conseguir transporte y se pasa sueño y frio jeje, ya sabes. Eres un estupendo prometido. - Dijo con un poco de coquetería cuando pasaron al interior del pequeño local y Ranma dejó las cosas sobre una de las mesas.
- Si, claro... sin problemas... - En su mirada se reflejó un poco de culpabilidad ante las necesidades de Ukyo que él mismo había descartado hace un rato. - Bien... tengo que irme, nos vemos luego Uchan.
- ¡Ranchan! - Lo detuvo del brazo. - Hace mucho que no vienes a comer, ¿por qué no te das una vuelta alguno de estos días? Te serviré algo especial.
- Bueno... es que no quiero ocupar un lugar que podría ser de un cliente real Uchan. - Habló mirando de soslayo el local, era muy pequeño. - Pero sabes que ordenamos a domicilio. - Aclaró haciéndole saber que apoyaban su negocio.
- Ven a visitarme Ranma. - Pidió y esta vez denotaba tristeza. - Sé que el compromiso es un tema complicado entre nosotros, pero también somos amigos.
- Claro Ukyo, siempre seremos amigos. - Le palmeó el hombro compadeciéndose de la chica. Conociéndola como lo hacía se planteó que seguramente él era uno de los pocos amigos (sino es que el único porque era más que consciente del recelo de la cocinera hacia su prometida), que tenía Ukyo, estaba sola en la ciudad pues su padre vivía a miles de kilómetros y no la visitaba a menos que clausuraran su restaurante o algo parecido, era tan obsesivo con su negocio justo como su hija; además, su amiga también se notaba sobre esforzada por la universidad y su negocio últimamente no tenía sus mejores días. - ¡Tengo una idea! llámame tú próximo día libre y vendré a ayudarte, ya sabes, puedo ser tu ayudante, un mesero, entregar volantes, lo que necesites. - Con el puño cerrado le dio un suave golpecito a la chica en la mejilla y ella rio.
- Gracias Ranma. - Enseguida se abrazó a él. Ranma extendió sus brazos a los costados, sin querer tocarla. - No sabes lo difícil que ha sido este tiempo, tú sabes que no suelo quejarme, pero me esfuerzo cada día para lograr mi carrera con éxito, para que mi restaurante, aunque esté reducido a esto, siga funcionando y para no perderte, eres lo único que tengo aquí.
- Ehh... bueno... - Tartamudeo. - Sa-sabes que puedes contar conmigo cuando lo necesites, también con Akane y aunque no lo parezca con nuestra familia.
Ukyo lo abrazó más fuerte, ese último comentario sonaba a que Ranma daba por hecho que los Saotome y los Tendo eran ahora una sola familia y eso le sonó tan mal, aunado con las cosas que "NO" había visto entre esos dos en las últimas horas, que sin poder evitarlo se puso a llorar.
- ¿Pero qué pasa? - Preocupado intentó apartarla para mirarla a la cara pero ella no lo permitió. Sonaba tan triste, tan frustrada y desalentada. - ¿Tienes problemas en la escuela? o ¿es sobre tu trabajo? verás que podemos ayudarte a solucionarlo. - Y ahí estaba otra vez, un nuevo comentario que inconscientemente incluía a Akane.
- Como si fuesen una maldita sola persona. - Pensó ella con desespero. - No... yo... solo necesito que me apoyes Ranma... - Comentó entre hipidos y el joven con nada mejor que hacer terminó por abrazarla suavemente.
- Te ayudaré en todo lo que pueda Uchan. - Dijo tranquilamente.
- Porque él me quiere, me quiere de verdad, no importa como lo presionen las otras o su familia, no importa nada, solo que él me quiere, porque hemos sido amigos desde hace mucho, me conoce desde antes de que conociera a Akane y me quiere más, mucho más, por eso está dispuesto a ayudarme y a hacer que otros me ayuden. - Ese pensamiento la hizo sonreír.
- ¿Todo bien? - La voz encolerizada de Akane se dejó oír tras ellos desde la puerta, en realidad, parada un poco más allá y los copos de nieve le caían sobre la cabeza.
- ¡Todo bien! - Exclamó Ranma alejándose de tajo de la chica. - Ukyo me estaba contando que... - Akane lo interrumpió.
- Si, ya me imagino. - Era evidente que estaba celosa. - La calefacción está apagada y tengo frío, dame las llaves para encenderla, ahí estaré esperando hasta que terminen de hablar. - Extendió su mano hacia él en un claro gesto de disgusto esperando por las llaves.
- De hecho, ya nos íbamos. - Se apresuró a decir y avanzó hacia ella. - Tienes nieve... - Mencionó sacudiéndole un poco la cabeza y la ropa. - ¡Entonces así quedamos con lo que hablamos Ukyo! ¡Nos llamas! Vamos Akane. - La empujó de los hombros hacia el vehículo.
Ukyo se encaminó a la puerta para cerrarla y al asomarse vio como Ranma tan solo salir de su rango de vista había abrazado a la chica por los hombros y aun así, de nuevo discutían.
Vio como Akane se lo quitó de encima enfadada y subió al auto por su cuenta, Ranma lanzó una maldición al cielo y rodeó el auto para subir, en ese lapso Ukyo entrecerró la puerta para no ser vista. Ya en el auto, como las luces estaban encendidas se veía perfectamente lo que pasaba dentro, él hacía ademanes y gestos, ella hacía muecas y señas, ambos enojados y Kuonji incluso adelantó un paso para tener un mejor panorama, no había sido su intención poner celosa a Akane, pero sentía que se lo merecía, Tendo siempre la hacía tener sentimientos tristes y negativos.
Tras algunos minutos donde incluso la pelea subió de tono y los gritos salían del auto, Ukyo pensó en salir y "ofrecer su ayuda", sin embargo, de improviso, Ranma jaló bruscamente a la muchacha poniéndola sobre su regazo y besándola apasionadamente, Akane automáticamente respondió.
Ukyo cerró los ojos, se resguardó y cerró apropiadamente el lugar.
La muchacha caminó hasta el apartado donde vivía, se desvistió y se puso el pijama, encendió la calefacción y se metió entre las cobijas. Cerró los ojos dispuesta a descansar por fin.
- Ranma vendrá a ayudarme - Se dijo apretando aún más los ojos. - Ranma vendrá y pasará tiempo conmigo. - Se dio la vuelta en la cama quedando boca arriba, tapando incluso sus ojos con sus manos. - Porque... yo no vi nada. - A pesar de sus ojos cerrados, las lágrimas escaparon de ellos. - Nada, absolutamente nada.
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N/A.
04 de diciembre.
La verdad es que espero que ciertas partes descritas de la historia hayan sido, valga la redundancia, bien descritas jeje. Ranma es un pillo.
Muchas gracias a todos por su apoyo, gracias por las visitas, los follow y por su puestísimo, a los review, los quiero un montón, en especial a:
1. Picoro
2. Vane
3. Lu chan87
4. Kaysachan
5. Benani0125
6. Alexandraaa417
7. Lelek An3li
8. D-Infinity
9. Vero,Guti
10. Juany Nodoka
11. Rowenstar,art
12. Picoro
13. Vane
14. Sandy
15. Psicggg
16. GabyCo
17. Akai27
18. Arianne Luna
19. Nita-chan84
20. Akanita de Saotome
21. Pao Vedder
22. Luz
23. CrisGrajeda
De nuevo gracias, de este lado del internet, AkaneMiiya
