Ducktales (2017) no me pertenece, y este es un Fic insignificante.
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La seguridad está en los números.
Capitulo 2
(...)
Hacía demasiado calor, pero las manos de Fenton seguían las nervaduras de las plumas de su espalda, con una precisión tan enfermiza, que le hizo desear prenderse fuego en ese momento. Gyro sentía que iba a volverse loco, mientras el pico de su amante acariciaba con suavidad su cuello, susurrándole con voz ronca que iba hacerle sentir muy bien.
Y vaya que estaba sintiéndose bien. La calidez en su interior se fue acumulando en sus entrañas, hasta llegar a sus genitales. Toda su sangre acumulada en la zona de la cloaca, hizo que su erección fuera incontrolable. Apenas tuvo oportunidad de tocarse, porque la mano de Fenton ya estaba allí, apretando, acariciando con cierta insistencia.
—Fenton, por favor… solo… un poco más…— Gyro estaba desesperado, quería llegar al orgasmo, pero también desearía hacerle sentir lo mismo al pato. De solo sentir su pene erecto amasando sus muslos, le hacía desear succionarlo hasta dejarlo seco.
—Oh, no eres para nada romántico— Una bonita sonrisa fantasma, apenas reconocible en el calor del climax, hizo que Gyro se percatara que dijo lo que pensaba en voz alta —¿Acaso me equivoque contigo?—
Cuando Gyro estaba por responderle, la alarma de su despertador hizo que volviera a la realidad. Se percató que estaba solo en su cama, con sus plumas desordenadas, oliendo a sudor y con una erección bastante incomoda entre las piernas.
Horrorizado por tener un sueño húmedo con su bonito compañero de trabajo, que había conocido solo unas pocas horas atrás, se arrastró hasta la ducha para bañarse con agua helada, y esperar que la erección baje por su cuenta.
No iba a masturbarse pensando en Fenton. Era un empleado de McDuck que debería ver todos los días, y posiblemente, el primer amigo que iba hacer en su vida adulta. Además, tener un sueño húmedo solo por conocerlo, no significaba nada… A pesar que hace años que no despertaba con una erección tan fuerte.
Debía concentrarse. Sería imposible verlo a la cara todos los días si llegaba a tocarse pensando en él.
Pasaron unos tortuosos minutos, y el agua fría finalmente funcionó. Sin embargo, frotó con fuerza la barra de jabón entre sus plumas, sintiéndose particularmente sucio ¿Qué le estaba pasando? Era como si ese hombre hubiera despertado un instinto dentro de él que pensaba, había muerto hace años.
Tuvo que secarse con cuidado, para no dejar que sus plumas se desalinearan, y cuando se miró al espejo, suspiró un poco decepcionado. Los sueños eran a veces crueles con uno, era imposible que ese hombre tan hermoso se fije en alguien como él. El incendio del laboratorio chamuscó la mayor parte de sus plumas nuevas, y las viejas estaban por caerse, antes de que salieran las nuevas, por culpa de su estrés.
De todos modos, no era para tanto. Ellos no tenían tiempo para una relación romántica, debían concentrarse en sus trabajos. Era una suerte que Fenton no le importe como se vea, y que tal vez no esté interesado en tener un romance en su vida, ya que era demasiado adicto al trabajo.
Recordó la pequeña charla que tuvieron durante su cena, como Fenton le contó sobre su mal hábito de trabajar hasta desmayarse, y como tuvieron que internarlo en un hospital más de una vez, debido a la fatiga. Era demasiado estricto consigo mismo respecto a eso, su padre le llamaba periódicamente para chequear sus horas laborales, y usaba una alarma para recordar cuando detenerse.
Sonrió con simpatía, y su corazón se sintió un poco más ligero.
Era gracioso que pensar en Fenton le levantara tanto el ánimo. A pesar de estar alicaído por su frustrante sueño, el saber que volvería verlo, lo alentó tanto que se apresuró en cambiarse. Sin embargo, había tardado demasiado en la ducha, porque cuando finalmente decidió que corbata de moño usar, el timbre sonó.
Era cierto, iba a reunirse con Fenton para tomar un café, y no estaba listo. Salió apresurado, porque detestaba llegar tarde y casi olvidaba la impresión que le daba Fenton cuando lo veía. Cuando abrió la puerta, se percató que el pato estaba tan bonito como siempre, con su amable sonrisa y su cabello perfectamente peinado ¿Sería demasiado egocéntrico de su parte si creía que se había arreglado para verlo a él? Más bien delirante, de seguro.
—Buenos días Gyro, espero no llegar muy temprano— Saludó el pato, evitando que se le quede mirando embobado por más tiempo.
—Si, es decir, no, estás justo a tiempo…— Gyro se golpeó la cara, sin poder evitarlo ¿Por qué cuando veía a Fenton hablaba como si hubiera perdido sus funciones cerebrales? —…Así que, buenos días—
—¿Me dejas arreglar tu corbata? Parece que tuviste problemas al atarla— Fenton invadió su espacio, y pudo sentir el rico aroma que despedía. Noto que era más bajo que él, así que se inclinó ligeramente, para darle mejor acceso a su cuello.
No le había respondido, pero el pato entendió la invitación, porque sus cálidos dedos ataron con cierta rapidez su moño. Pudo sentir sus plumas rozando el cuello, por unos ligeros segundos, y casi olvida respirar en ese mismo instante.
—¿Está muy ajustada?— Preguntó de repente, golpeando su cuello con su cálido aliento. Tenía muchas ganas de besarlo en ese momento ¿Se enfadaría si lo hiciera?
—No, muchas gracias— Gyro vio con algo de decepción, como Fenton se alejaba de él, para contemplar su trabajo a cierta distancia —Disculpa la molestia—
—Parece que quedó muy bien, estas impecable para comenzar tu día— Fenton le sonrió animado, señalando su auto —¿Nos vamos?—
Gyro asintió, y obligó a su cerebro trabajar a toda máquina, tapando sus sucios pensamientos con fórmulas y cálculos imposibles, para poder centrarse en (¿su segunda cita?) el café que le había prometido a Fenton.
—Conozco un excelente lugar, creo que te gustara mucho el café que preparan allí— Gyro no sabía a ciencia cierta si Fenton ya lo conocía, pero el pato parecía estar de buen humor, porque se lo veía entusiasmado con la idea.
—No soy un experto en café, así que tomaré lo que me sugieras— Le abrió la puerta del acompañante, como todo un caballero. Si trataba así a un compañero de trabajo ¿Cómo sería con una pareja? Gyro estaba seguro de que el pobre se desviviría por esa persona. Esperaba que encontrara alguien sea tan bueno como él, y no se aproveche de su amabilidad.
—De acuerdo, espero no equivocarme con tu bebida— Comentó finalmente el pollo mientras veía a Fenton manejar calle abajo.
(…)
Fenton estaba seguro que le agradaba demasiado Gyro, hasta podría decir que le gustaba más que un amigo. Fue durante la cena de anoche que se percató lo mucho que le agradaba ver, escuchar y hablar con el científico. Por alguna razón, le hacía feliz y le levantaba la moral, tal vez porque se sentía autentico y confiable, alguien que no ocultaría lo que piensa y sería franco con él.
Pero no sabía qué hacer con esa repentina atracción.
Esa misma mañana, sintió que estaba perdiendo el control de sus actos al interactuar con pollo, a tal punto que había comenzado a invadir demasiado su espacio personal. Por suerte, Gyro no parecía molesto con su actitud, pero decidió tomar distancia. No quería incomodarlo con su pequeño enamoramiento, porque deseaba pasar el mayor tiempo posible con él.
Su cita en el café fue bastante interesante. Comprobó que la bebida era bastante fuerte en comparación al té, a pesar de que Gyro le compró la más suave y dulce del menú. El científico tuvo para sí mismo un brebaje oscuro y amargo, el cual, desde su lado de la mesa, olía demasiado intenso, pero no se animó a preguntarle como esta de sabor. Hablaron un poco de lo que harían ese día, y al entrar al trabajo, se despidieron antes de ir a sus respectivas oficinas.
Fenton tuvo que morderse la lengua para evitar pedirle que le espere a la salida. No podía seguir ocupando el tiempo del pobre hombre, que de seguro tiene otras cosas más importantes que hacer, que pasar el tiempo con él después del trabajo. Se dirigió a la oficina de Beakley a entregar su informe, esperando que pudieran comenzar a programar el presupuesto del laboratorio.
Ese día iba a conocer finalmente al Dr. Gearloose, y tendría que negociar que gastos deberían hacerse a partir de ahora. El panorama no era muy bueno, pero esperaba que el jefe de Gyro escuchara razones y que trabajaran juntos para solucionar el déficit. Entre más rápido solucionen este problema, más pronto su amigo iba a poder trabajar sin tantas restricciones.
—Esto fue mucho más rápido de lo que esperaba— Beakley miró los informes, y parecía estar un poco dudosa al respecto —¿Tardaste solo dos días en solucionar la contabilidad de tres años?—
—¿Quería que tardara menos? Lo siento, quise ser lo más meticuloso posible, no quería meter en problemas al departamento de ciencia si cometía un error— Se disculpó de inmediato Fenton. Realmente deseaba que Gyro no tenga contratiempos.
—No, está bien, es solo que…— Beakley le miró con cierta reticencia, y señaló la silla delante de ella —…Siéntate, tenemos que hablar de tu antiguo jefe—
El buen humor de Fenton, que le duró todo el día por solo haber visto a Gyro esa mañana, se desvaneció en ese mismo instante. Hablar de su antiguo jefe no era como quería continuar con su día laboral.
—¿Tuviste una relación afectiva o romántica con tu anterior jefe?— La pata se veía incomoda con esa pregunta, y no era para menos.
Fenton se quedó pasmado, sin saber cómo responderle.
En realidad, nunca había interactuado con Mark Beaks directamente, hasta que presentó su carta de renuncia, y solo porque los de recursos humanos le obligaron a verlo en persona. El trabajo ocupaba todo su tiempo y estaba concentrado solo en eso. Además, cuando el loro africano hacía aquellas reuniones para levantar la moral de los empleados, Fenton prefería irse a su casa a comer con su padre. Nunca sintió atracción por aquel sujeto, y ahora mismo, le resultaba imposible considerarlo una pareja potencial, conociendo que era un estafador y un completo fraude.
—A decir verdad, no, en ningún momento estuve interesado en mi exjefe de manera romántica ¿Por qué lo pregunta?—
—Me lo suponía, el correo electrónico que nos llegó de su parte fue bastante delirante, pero por las dudas, te pido que tengas cuidado— Ella parecía estar mucho más molesta de lo que decían sus palabras, pero le preocupó aún más el contenido de ese correo electrónico.
—¿Por qué les sigue enviando correos electrónicos sobre mí?— Fenton recordó su renuncia, estaba tan molesto de ser utilizado para estafar gente y robar inventos, que no dudó de acusar a su exjefe de fraude. Tal vez estaba preocupado de que lo denuncié con las autoridades estatales —Tal vez fue un error acusarlo de robo y fraude después de renunciar, pero estaba tan furioso con él que no pude evitarlo—
—Y ¿Tienes pruebas?— Beakley le miró con cierta frialdad, y Fenton asintió sin dudarlo.
—Si, bastantes—
—¿Él lo sabe?— Ella ahora parecía estar más preocupada.
—No lo sé, tal vez podría suponerlo— Fenton tenía archivos con los fraudes de Mark Beaks, guardado en una caja de seguridad en el banco donde trabajaba su padre. Iba a comentárselo a Beakley, pero ella le detuvo.
—Eres un jovencito demasiado impulsivo, a pesar de ser tan bueno con los números— La pata guardó su informe bajo llave en su escritorio, y le indicó que se levantara, entregándole una tarjeta y un teléfono móvil de tapa —Ahora te has puesto un blanco en la espalda, no sé qué tipo de persona sea este Mark Beaks, pero si ves algo sospechoso o sientes que te siguen, no dudes en contactarme, no importa la hora ni el lugar—
—¿Por qué crees que me seguirán?— Fenton no sabía que tipo de persona era Beakley, ella era tan seria y recia, que era difícil saber lo que pasaba en su cabeza. Ahora se había dado cuenta que era mucho más grande que él y su masa muscular posiblemente sea mucho más definida ¿Era la jefa de seguridad del Money Bin?
Por alguna razón, sonaba como una especie de agente o espía.
—El correo electrónico que recibimos me pareció sospechoso, por eso te estoy pidiendo que tengas cuidado— Beakley suspiró levemente, tal vez exasperada por tener que lidiar con algo así casi todo el tiempo —No te preocupes, el señor McDuck ha lidiado con sujetos así por años, no dejaremos que te pase nada—
—¿A qué tipo de sujetos te refieres?—
—Enemigos, chico— Ella se levantó para indicarle la salida, antes de decirle que espabile. Fenton no la culpaba, nunca había tenido enemigos en su vida —Ahora ve hablar con el Dr. Gearloose sobre tu idea para recuperar el presupuesto del área de ciencias, tuvo un día complicado hoy, así que te deseo suerte—
Fenton salió de la oficina, esperando que el Dr. Gearloose no se convierta en otro enemigo. Vio pasar a un niño por el vestíbulo junto con McDuck. Era un patito con una sudadera verde, que estaba siendo reprendido por el anciano. Tal vez sea uno de los famosos sobrinos que Gyro le mencionó.
Bajó al laboratorio, repasando su futuro encuentro con Gearloose. Debía recordarse que hacía esto por Gyro. Quería lograr que trabajara tranquilo, con un presupuesto más flexible y que pueda progresar con sus inventos. Para ello, tenía que hacer entrar en razón al jefe del departamento de ciencias para que siga su plan.
No podía fallar.
Cuando llegó al laboratorio, todo estaba demasiado silencioso. Pudo ver a un pequeño robot provisto por un foco en lugar de cabeza, rondando por todo el recinto con un martillo entre sus pequeñas manos, tratando de aplastar una cucaracha.
Fenton buscó un vaso de papel del dispensador de agua que tenía cerca, y atrapó al pequeño insecto para sacarlo de allí. El robot se enfadó por perder su objetivo, y aplastó su pie con su pequeño martillo.
—¡Blathering blatherskite!... Eso fue innecesario— Fenton estaba un poco dolorido y movió un poco su pie magullado, por suerte el golpe no fue tan fuerte. El robot por algún motivo, dejó el martillo de lado y daba la sensación que se le quedó mirando, esperando una reacción. El pato evitó ser condescendiente, porque no creía que esa pieza de tecnología se parezca a una rumba —Buen trabajo, yo me encargo a partir de aquí—
Al parecer, el robot quedó satisfecho con su reacción, porque perdió el interés en él y la cucaracha que había en su vaso de papel. Fenton cerró el vaso con una servilleta de papel y una liga de goma, pensando en liberar a la pobre afuera de ese lugar.
—¡Fenton!— Gyro llegó corriendo, agitado y un poco magullado. Al parecer el desastre del doctor Gearloose le afectó también a él —¿Estás bien? No puedo creer que Lil Bulb te haya golpeado—
—No te preocupes, no fue tan fuerte, trataré de tener más cuidado la próxima vez— Su pie palmeado no se inflamó aún, pero podía ver la marca roja empezando a formar un hematoma —¿Estás bien? Me comentaron que tuvieron un día difícil—
—Con el asunto de presupuesto, me deje engañar por el sobrino del jefe, y Lil Bulb casi nos mata por buscar una moneda de diez centavos— Resumió asqueado Gyro, haciendo que Fenton sienta simpatía por él.
—Veo que nunca te aburres, pero hablando de eso, justo vengo hablar con el jefe del departamento de ciencias, espero que podamos arreglar ese asunto para no debas preocuparte— El pato estaba tan seguro de sí mismo, que no se percató de la ligera risa que salió del pico del científico.
Gyro se le quedó mirando con una ligera sonrisa, y se cruzó de brazos delante de él, irguiéndose en toda su altura. Era raro que adoptara una actitud engreída, pero se veía tan confiado, que Fenton sintió como su corazón dio un salto.
—Bueno, el jefe soy yo, puedes preguntarme lo que quieras— Dijo el pollo de repente.
Fenton no parecía entender. Parpadeo un par de veces, y luego decidió preguntar.
—No estás bromeando ¿Verdad?— Al ver que el pollo no le dijo nada, llegó a la conclusión obvia —Eres el Dr. Gearloose—
—Si…— Gyro iba a decir algo más, pero Fenton se giró hacia el otro lado del pasillo, se alejó rápidamente y entró a su oficina, cerrando la puerta con llave detrás de él. Estaba tan enojado que no quiso escuchar lo que el pollo quería decirle.
No era más que un embustero.
(…)
Gyro no entendió que hizo mal, hasta que se percató que estaba frente a la oficina de contabilidad del departamento de ciencias. No había tocado aquel lugar en meses, más que para arrojar dentro con los recibos, las facturas y los informes de presupuesto, por lo que se había olvidado por completo de aquel lugar.
Eso significa que Fenton, su atractivo y amable compañero de trabajo, era el nuevo contador del departamento de ciencias. La realización le sentó como una patada en el estómago, y no sabía como reaccionar.
Pensó por un lado que era justo el incentivo que necesitaba para dejar de fantasear con el pato. Ya era impropio de parte de él, actuar como un adolescente hormonado cada vez que le veía, así que tenía muy buenos motivos para no entablar cualquier tipo de relación con Fenton.
Por otro lado, dudaba mucho que pueda dejar de desear estar cerca del pato. No era su mejor decisión, tal vez estaba siendo demasiado delirante, pero realmente deseaba poder tener sus conversaciones con él, seguir apreciando su bonita sonrisa, y escuchar su nombre saliendo de su pico con tanta alegría.
Golpeo la puerta para hablar con Fenton, y preguntarle porque se enfadó. Pero el pato no le respondió. Era sorprendente que no se enfadara por recibir un martillazo en su pie, pero se enojara tanto por no haber sabido que él era el jefe del departamento de ciencias.
Oh, que idiota ¿Por qué no se dio cuenta antes? El estúpido de su exjefe literalmente es un mentiroso y estafador. Fenton ahora cree que quería engañarlo, para burlarse de él, como lo haría el estúpido de Mark Beaks. Estaba seguro de eso, porque es lo que pensaría ahora mismo de él, si no estuviera tan preocupado de que no le hable nunca más.
—Fenton, tenemos que hablar de esto, no puedes encerrarte en tu oficina para siempre—
Pasaron los minutos. No pasó nada. Ni siquiera escuchó un solo ruido del otro lado de la puerta.
—Te aseguro que todo es un malentendido, además, yo tampoco sabía que eras mi nuevo contador, debería estar tan molesto como tú— Gyro se mordió la lengua al darse cuenta que estaba siendo demasiado antipático. Sin embargo, funcionó, porque un pequeño papel salió debajo de la puerta, con una letra de una caligrafía tan pulcra y firme, como el mismo hombre que lo escribió.
"¿Por qué me dijiste que te llamara Gyro?"
Gyro tenía un motivo muy concreto al darle su nombre de pila a Fenton. Sopesó la situación en la que estaba. Necesitaba ser lo más franco posible, porque al pato no le gustaban las mentiras ni los engaños.
Escribió su respuesta, debajo de la pregunta de Fenton. Su letra desastrosa y rasgada apenas se entendía, pero esperaba que fuera suficiente para convencerlo de salir.
Pasó el papel por debajo de la puerta y esperó. Unos tortuosos minutos pasaron tan lentamente, que Gyro pensó que jamás volvería hablar con Fenton. Sin embargo, la puerta se abrió, y el pato salió cabizbajo, para mirarlo con cierta desconfianza.
—En el colegio de contadores me habían dicho que eras un maleducado que decía siempre lo que pensaba, que te quejabas cuando no te gustaba algo, y que eras demasiado sincero para tu propio bien— Dijo Fenton con una expresión cerrada.
Era raro verlo tan serio, y doloroso escuchar las cosas que decían sobre él.
—Si, soy todo eso y también bastante exigente, si quieres dejar el puesto de contador, lo entenderé— No había mucho más que pudiera hacer. Esperaba que pudieran verse en otras circunstancias, de ser posible…
—Yo acepté el trabajo por eso, porque no ibas a mentirme— Fenton se cruzó de brazos desafiante.
—No te mentiré, y tendrás que soportar que no lo haga— Gyro no podía creer su suerte, pero era cierto, no iba a ser fácil para ninguno de los dos trabajar juntos. Él seguía siendo una persona difícil.
—Entonces, si los rumores son ciertos, me quedaré— Comentó con un tono casual el pato, haciendo que suspirar exasperado al científico.
—A pesar de los rumores, solo he sido exigente con los contadores que han sido inútiles en su labor, aún no tengo nada malo que decir de ti— Gyro se cruzó de brazos sintiéndose un poco ofendido, pero tranquilo al mismo tiempo de que Fenton haya aceptado el trabajo, porque valoraba que fuera sincero —No suelo preocuparme mucho de los sentimientos de los demás, por eso tus colegas detestan trabajar conmigo—
—Entonces, lo que escribiste…— Fenton le sonrió finalmente, y era tan bonito como siempre —…Que deseabas escuchar como pronuncio tu nombre ¿Es cierto?—
—Este, si, sé que es extraño…— Gyro iba a disculparse, pero Fenton le interrumpe.
—Eres muy romántico, Gyro— El pato pronunció su nombre con cierto cariño, haciendo que el las plumas del científico se ericen del placer.
—¡No soy romántico!— Gyro le gritó, completamente colorado, y se cruzó de brazos al ver como el pato se reía. Comenzaba a preguntarse si inconscientemente, quiso evitar que el pato viera lo peor de él apenas se conocieron, para impresionarlo, porque sintió como su cara se azoraba de solo verlo tan animado—Además, estoy molesto contigo por no decirme que eras el nuevo contador—
—A decir verdad, creo que no te lo dije porque pensé que te parecería aburrido— Fenton se rascó la nuca, y una sonrisa suave apareció en su rostro, haciendo que pareciera más joven de lo que es —A diferencia tuya, que tienes un trabajo muy interesante, yo solo soy un simple y soso contador—
—En realidad, no eres tan simplón como crees— Gyro no pudo evitar decir lo que pensaba, ya que sabía que el pato apreciaría su franqueza —Y me alegro que decidieras trabajar conmigo, aun sabiendo lo difícil que sería—
—Es cierto, tenemos que hablar de las cuentas y como mejorar tu presupuesto mensual— Fenton golpeo sus manos delante de él, demasiado emocionado a pesar de lo aburrido que sonaba aquel asunto. Sin duda era un hombre muy particular.
—¿Cómo tengo la sensación de que no me va a gustar lo que tienes en mente?— Comentó con amargura Gyro.
—Vas a odiar mis ideas, pero estoy abierto a tus criticas— El pato le paso una planilla con sus ideas resumidas, a lo que el pollo replicó con resignado.
—Eso significa que las vas aplicar de todas formas—
Fenton le dedicó una sonrisa adorable, y Gyro golpeo su cara con su palma derecha, sin dudarlo.
(…)
A la salida del trabajo, sin siquiera proponérselo, Fenton llevo a Gyro a su departamento. Los dos estaban emocionalmente cansados, tanto por el malentendido que habían tenido, como el desastre que ocasionó Lil Bulb al buscar una simple moneda para el sobrino de McDuck. Así que no dijeron nada cuando ambos se instalaron en su auto y salieron del Money Bin.
Se notaba que Gyro estaba desesperado por obtener fondos para el laboratorio, tal así que cayó redondo en la trampa de un niño travieso. Sin embargo, no todo parecía ser perdida. El científico pudo comprobar que su pequeño robot no estaba listo para pasar de su etapa de prototipo. Fenton estaba de acuerdo, su pie aún le dolía por el golpe que le dio, y no quería imaginar que le hubiera hecho si su mala programación lo hacía más violento.
El científico estuvo un largo rato con su libreta, escribiendo ideas, y repasando mentalmente que había salido mal con Lil Bulb. Era algo entrañable verlo murmurar para sí mismo, a pesar de que su cara se volvía curiosamente maliciosa cuando conseguía dar con una buena idea.
Hubiera disfrutado del espectáculo, si no se hubiera dado cuenta que le estaban siguiendo con un Mercedes color negro. Era bastante obvio que le seguían, a una velocidad ligeramente más baja que la suya, manteniendo una distancia suficiente, para poder ver lo que hacían dentro de su auto.
Recordó que Beakley le había preguntado si había tenido una relación romántica con Mark Beaks. Tal vez los correos electrónicos estarían amenazando a Gyro de alguna forma, solo por estar relacionándose con él ¿Por qué no se los mostraron si era así?
—¿Pasa algo malo Fenton?— Gyro dejó de escribir en su libreta, para mirarlo con preocupación, porque se había detenido a mitad de camino. Fenton miró por el espejo retrovisor, con suma atención, al Mercedes que también había parado, y vislumbró a duras penas, un halcón observándolos desde el asiento del conductor de aquel vehículo.
—Nos están siguiendo— Ponderó el pato.
—Ah, debe ser uno de los tantos enemigos de McDuck— Gyro parecía estar, no solo consciente de los enemigos de su benefactor, sino que también los había naturalizado. Eso era curioso cuanto menos, y bastante impresionante. Fenton no pudo evitar estar asustado por aquella situación, así que no era de ayuda.
—No lo sé, creo que pudo haberlo enviado mi antiguo jefe…— El pato dejo de hablar cuando Gyro sacó, lo que parecía ser, una pistola laser de su bolso de viajero, bajo la ventanilla del Camaro, apuntó, disparó y derritió con precisión los neumáticos de aquel misterioso Mercedes.
—¿Qué esperas? Presiona el acelerador— Dijo el científico con una expresión cerrada.
Fenton no esperó más. Aceleró su Camaro y salió huyendo a toda velocidad de allí, viendo por el espejo retrovisor, como el extraño halcón salía de su auto para comprobar los neumáticos dañados. Eso fue demasiado loco para su gusto.
—Blathering blatherskite— Murmuró el pato para sí mismo. Gyro parecía interesado en su expresión.
—¿En vez de maldecir te acostumbraste a decir eso?— Comentó divertido el pollo, mientras Fenton traspasaba un taxi a una velocidad más elevada de lo permitido.
—Mi padre solía decirlo mucho, como tuvo que criarme solo, se contentó con evitar que maldijera— Fenton miró de reojo a Gyro, que guardó su laser en su bolso, como si nada hubiera pasado —No puedo creer que le hayas disparado—
—Dijiste que Mark Beaks está siguiéndote ¿Te guarda rencor porque le acusaste de estafador?— El pollo parecía estar cada vez más molesto, pero se notaba que la rabia era hacia su antiguo jefe.
—Algo así, la señorita Beakley dijo que la llamara si pasaba algo como esto— Comentó Fenton, tratando de calmar al furioso Gyro, que estaba rechinando su pico sin darse cuenta.
—Llámala antes de llegar a tu casa y explícale lo que pasó— Gyro le dio un trozo de papel con la matricula del Mercedes escrita en este —Esta es la matricula del auto, pero por hoy, dudo que te sigan—
Fenton suspiró y tomó el trozo de papel en sus manos. Esto era inaudito, hasta que su antiguo jefe no lo deje en paz, iba a tener que cuidarse la espalda. Gyro parecía estar calmándose, pero no sabía a ciencia cierta hasta que punto podía llegar a preocuparse por él.
—Escribí mi teléfono y mi correo electrónico, si te pasa algo o necesitas hablar con alguien, no dudes en llamarme— Agregó el pollo.
—¿Vendrás a rescatarme si me raptan?— Bromeo con amargura Fenton, pero se percató que el científico lo estaba mirando intensamente en ese momento.
—No solo eso, convertiré en cenizas al que se atreva secuestrarte— Gyro dijo esto con tanta facilidad, que Fenton sintió como su corazón saltó dentro de su pecho, y su cara se encendió con un fuerte rubor.
—Eso fue perturbadoramente romántico— El pato no pudo evitar molestarlo con eso, porque no dejaba de ser cierto. Finalmente, habían llegado al edificio de departamentos donde vivía el científico, y detuvo el auto en el estacionamiento.
—¡Deja de decir que soy romántico!— Gyro salió del auto molesto, cerrando la puerta un poco más fuerte de lo habitual, para dirigirse a su departamento. Se giro y le habló desde la ventana —No olvides llamar al Beakley cuando llegues a casa, y mañana ven a buscarme, no quiero que estes solo—
—Siento preocuparte, Gyro— El pato estaba alicaído por la situación, se suponía que le habían contratado para ayudarlo, no para traer más problemas —Tenemos tanto que hacer como para pensar en algo más—
—Es normal preocuparse por los amigos, supongo— Gyro rascó su nuca de repente, y se azoró —Por favor, cuídate al llegar a casa—
—Te llamaré apenas este allá— Algo le decía a Fenton que iban a terminar hablando toda la noche, si llegaba a llamar a Gyro, pero ya se había comprometido. Esperaba que al menos, aquel extraño incidente no signifique nada, y no vuelva a repetirse. Sacó el móvil con tapa que le dio Beakley, y al primer timbre, fue atendido.
Tan solo deseaba cumplir con su trabajo, ayudar a Gyro con el departamento de ciencias y vivir en paz. En algún momento Mark Beaks se olvidaría de él y le dejaría tranquilo.
Al menos, eso esperaba.
(…)
TBC
N/A: Cambio de calificación del fanfic por escenas sensuales y/o eróticas. Eventualmente, si el fanfic continua, podría haber escenas más explicitas. Se recomienda no leer si estos temas te resultan incómodos.
Los errores del capitulo se corregiran más adelante.
