Introducción

Hogwarts…

¿Qué puede decir uno de una de las escuelas de magia y hechicería más prestigiosas del mundo?

Cuando una lechuza parecía volar por donde vivías y solía llevar en sus garras un pergamino, ¿cómo reaccionar ante la idea de ver que la misma lechuza dejaba dicho pergamino en la entrada de tu casa? También, ¿cómo ponerte si la misma dejaba dicho pergamino en el borde de tu cama, esperaba a que leyeras y luego se iría de la nada?

Eso fue lo que le pasó a nuestro protagonista, Alexander Blackwood.

Proveniente de una familia de magos y brujas, además de aurores, era obvio que una carta siendo admitido en Hogwarts llegaría a sus manos. Aun así, el joven estaba feliz de poder asistir a un lugar donde toda su familia había asistido, además de haber formado parte de la casa Slytherin, una casa que siempre ha estado relacionada con su familia y que, bueno, cada uno de ellos han formado parte.

—Por fin has sido aceptado en Hogwarts, cariño. Recuerda mis palabras Alex, tu deber como estudiante es no solo ser el mejor de todos, también debes llevar el apellido de nuestra familia que tu querido hermano mayor se ha encargado de ensuciar en sus años de estudiante…

—Pero, ¿acaso no te preocupa saber qué sucedió con él?

—En el momento que él nos dio la espalda a nosotros, a nuestra familia, a nuestras obligaciones, ya no es parte de la familia Blackwood, Alex. Hemos admirado que fuese ambicioso, pero esa ambición fue para mal y empeoró nuestro apellido. Es tu deber como Blackwood, tu deber como estudiante llevar a la casa Slytherin a lo más alto…

—¿Seré seleccionado en tal casa?

—Toda nuestra familia fue allí. El sombrero seleccionador apenas sienta tu cabeza, te mandará allí. Tú no te preocupes por nada, preocúpate por…

Alexander sabe perfectamente lo que debe de hacer cuando esté en Hogwarts.

Sabe de sobra que tiene que tratar de ser el mejor de todos y en todo para que su familia esté feliz, esté contenta. El hecho que su hermano mayor haya hecho las cosas que ha hecho, es algo que a la familia les ha impactado profundamente porque esperaban mucho de él. Él como su hermano menor esperaba también bastante de su hermano mayor. Siempre fue el mejor de todos a sus ojos… y que haya pasado esto…

No importa qué tanto odio sus padres traten de meterle en la cabeza con respecto a su hermano, él sigue amando a su hermano mayor… pero por otra parte se siente mal porque ahora es quien debe hacer honor a la familia, algo que quizás y tal vez le odie un poco.

Tan solo esperaba que las cosas salieran muy bien…

Callejón Diagon…

Tiempo después, como todo buen joven mago que asistirá a su primer año en Hogwarts, Alex se encontraba ahora mismo consiguiendo los objetos necesarios para poder asistir al mismo.

Esto fue su pedido. Normalmente alguien que trabaja para ellos, sean sirvientes, se encargaría de comprar sus cosas, pero en este caso él quiere ser el que consiga sus propias cosas. Si no iba a contar con sirvientes y demás, ¿por qué dejar que le consigan sus cosas?

Bueno, ahora quizás hubiese querido que le compren sus cosas porque estaba un poco perdido que digamos.

—¡Ah! ¡Hola! —para cuando quiso darse cuenta de su situación, alguien le habló. Miró, era alguien de tez morena y de lentes, portando la túnica de Hogwarts—. Veo que también portas la túnica de Hogwarts. Imagino que has venido a comprar tus cosas ¿verdad?

—Así es —replicó. Le sorprendió que le hablen de la nada—. Imagino que tú has comprado todo ¿no?

—Así es. De hecho, llevo aquí varias horas. Compré todo, pero me quedé aquí para darle una mano a los nuevos estudiantes que seguramente tendrían dudas…

—… ¿también eres… serás de primer año?

—¡Así es! —asentía—. Ya tengo mis libros y mi varita. Como dije, le he dado una mano a varios que han tenido dudas, como tú —diría muy amablemente. Sí, Alex estaba con algunas dudas—. Oh, por cierto —se acordó de algo—, mi nombre es Rowan Khanna, es un gran placer conocerte…

—Alexander Blackwood

—¿Blackwood? ¿Eres… hermano de Jacob Blackwood?

—El mismo…

—Vaya, pensar que eres el hermano menor del famoso Jacob Blackwood, eso es impresionante… —y comenzó a recordar algunas cosas más—. ¿El mismo que puso patas arribas Hogwarts? ¿El que se saltaba las reglas? ¿El que literalmente parecía hacer lo que quería y no era expulsado?

—Sí, estás hablando de mi hermano mayor —y suspiró pesadamente—, imagino que no lo expulsaban por mi familia o algo así. La verdad es que hasta yo encuentro sorprendente que no le hayan expulsado… pero, sí, soy su hermano menor… y por favor, no hablemos más del tema…

—Ah, ¿te incomoda hablar del tema? —preguntaría el muchacho. Ante el rostro inexpresivo de Alex, este tragó saliva y asintió—. Vale, no se habla del tema… —luego de eso, aclaró su garganta para cambiar de tema—. Como te decía, estoy seguro que necesitas una varita y libros para nuestras materias.

—Sí. ¿Dónde puedo comprar mis cosas?

—En Flourish y Blotts conseguirás los libros que necesites. Mientras que en Ollivanders, podrás conseguir tu propia varita. Estoy seguro que conseguirás todo lo que necesites…

—Gracias Rowan —agradecía Alex al chico de tez morena—. ¿Piensas comprarte algo más aparte de estar parado aquí y darle una mano a los chicos nuevos como nosotros, como yo?

—Pues… —y se puso a pensar un poco—, ahora que lo dices, estoy seguro que podría comprarme algo más. Uno de mis sueños es convertirme en uno de los profesores más jóvenes de Hogwarts. Quiero transmitir que soy inteligente… ¿qué sugerencia tienes?

—Podrías comprarte una bufanda —respondería—. Eso haría que te veas inteligente. Te diría un abrigo o algún gorro, pero imagino que una bufanda te quedará bien…

—Sí, sí, una bufanda es lo que suele usar una persona intelectual. Creo que aparte quedará muy bien conmigo. Muchas gracias Alex. Estaré esperando aquí cuando termines tus compras…

Momentos después…

Ya tenía sus libros y su varita.

Curioso fue cuando entró a comprar la varita, el señor le reconoció al instante, todo producto de ser muy parecido a su hermano… eso y porque no debe haber mucha gente que use el cabello blanco como lo usa él. Fue apenas entrar, le llamó por su apellido, asintió y de ahí, le preguntó algunas cosas.

—Hermano menor de Jacob Blackwood ¿no?

—Estoy seguro que tu idea de ir a Hogwarts es para encontrar a tu hermano… ¿o es que acaso tienes otro propósito?

—¿Qué quieres hacer con tu hermano mayor? ¿Mm?

—Sólo quiero cumplir con mi deber como hijo de la familia Blackwood. Si tengo el poder de encontrar el paradero de mi hermano pese a todo lo que hizo… pues, es algo que me gustaría. Sigue siendo mi hermano pese a todo… y quiero respuestas…

Eso fue lo que replicó.

La varita en sus manos era de madera oscura, en honor a su apellido, de 23 centímetros, hecha específicamente para él. No creía eso, pero, no es nadie para criticar. Aparte, la varita misma lo escogió a él. Era como si fuese un lazo al instante.

Al ya tener sus cosas, miró que Rowan tenía no solo sus cosas sino colgando una bufanda alrededor de su cuello. Por extraño que parezca, era verle y sonreír. Le quedaba bien.

—¡Ah! ¡Alexander! Veo que ya tienes todas tus cosas

—Lo mismo puedo decir de ti, Rowan —y miró mejor la bufanda—. Y debo de admitir que esa bufanda te hace quedar muy inteligente. Fue una buena elección…

—No podría haberlo adquirido de no ser por ti, Alex. Gracias. Con esto, estoy seguro que muchos alumnos de Hogwarts podrán darse cuenta que soy muy listo —Alex podrá tener en mente muchas cosas, pero este chico le hizo olvidarse de ellas y recordar que es un joven más. Esbozó una leve sonrisa como tal—. Así que, ahora teniendo mis cosas y tú las tuyas, ¿qué te parece si nos preparamos para ir a nuestro destino? Seguro será un viaje largo… y me gustaría saber más de tu familia, Alex. Aparte de tu hermano, escuché que la familia Blackwood viene de una larga descendencia de magos…

—Bueno, eso es algo que puedo responder —sonreía, aunque la verdad esto no le ponía contento—. Me han inculcado tanto de mi familia que si alguien me pregunta, debo responder…

Es bueno tener una familia prestigiosa… pero malo porque te hacen estudiar persona por persona de tu familia que ha contribuido a tu familia por generaciones.

Aun así, viendo lo que era este joven Rowan, está muy seguro que no se la pasará muy mal que digamos en el viaje hasta la escuela…

. . . . . . . . . . . . . . .

Hogwarts…

Es realmente como suelen contar sus padres.

Enorme, viejo, prestigioso, majestuoso, hermoso… no hay adjetivos que puedan describir a este lugar. Ni la mansión donde vive ni la finca de verano se puede comparar a este lugar. Es… en serio, es majestuoso.

Habían muchos estudiantes nuevos con él y Rowan.

No se siente presionado para nada por el resto.

No siente que los demás sean… ¿una amenaza?

No sabe si pensar eso es bueno, pero de alguna u otra forma, sabe de sobra que todo saldrá bien siempre y cuando se comporte y no sea como su hermano mayor. No quiere más problemas para su familia… aunque también saber del paradero de su hermano es importante, porque quiere ver qué lo llevó a comportarse como tal.

El Gran Salón de Hogwarts.

Es como dice su nombre, muy grande.

Hay 4 mesas largas, cada uno representando cada casa.

Arriba puede ver las banderas colgadas de una de las casas.

Las velas que estaban colgando.

Todo era maravilloso.

Pero su vista luego reposó en lo que sería la selección de casas para los nuevos estudiantes.

Tras escuchar un discurso por parte del director de Hogwarts, Albus Dumbledore, dándole la bienvenida a los nuevos estudiantes y esperando que sea un año muy hermoso para todos, comenzaría la selección de las casas.

Cada muchacho que iba pasando iba siendo seleccionado en cada casa.

Cuando le tocó a Rowan, Alexander estaba mirando muy detenidamente. Esperaba que ambos pudieran quedar en la misma casa. En el viaje hacia aquí, descubrió muchas cosas de él. Un buen muchacho, un mestizo. Técnicamente su familia no le deja relacionarse con estas personas, ni aquellos que sean muggles, pero, ¿quién era él? Es tan solo un muchacho de 11 años. Escuchar que proviene de una familia que contiene una granja donde proveen madera para hacer las más finas varitas y escobas… técnicamente hablando, es un buen contacto.

Estaba mirándole fijamente, viendo qué podría decir el gorro seleccionador…

Ah… una mente brillante. Una mente que aspira a poder conocer más de lo que le rodea… sí, sí, estoy muy seguro de la casa a la que pertenecerás… ¡Ravenclaw!

La gente que era de la casa mencionada aplaudieron a la par que Rowan también se sentía muy feliz de ser parte de esa casa en particular. Apenas se le quitó el gorro, la túnica que llevaba encima fue rodeado con los colores de dicha casa, el azul. Se sentía muy feliz por esto.

Entonces, Rowan miró a Alex, sentándose ya en la mesa que le corresponde por pertenecer a la casa que pertenece, esperando que ambos estén juntos.

—Alexander Blackwood, un paso al frente para el gorro seleccionador…

Apenas el nombre y apellido se hizo sonar, todo el mundo comenzó a murmurar a la par de mirar al peli blanco quien, en silencio, asintió levemente y procedió a sentarse en la silla para esperar a ver qué casa le diría el gorro. Al sentarse, las miradas de todos eran más que obvias. Muchos de aquí deben de saber sobre su hermano… sí, y seguramente era porque su hermano es muy bien conocido… y porque también es un Blackwood.

¿Esto es algo con lo que tendría que lidiar todos los días?

Las miradas de todos… el murmuro sobre su apellido, la historia de su hermano en Hogwarts…

Mm… que caso tan extraño tenemos aquí…

Diría el gorro apenas fue colocado en los cabellos blancos de Alexander…

Apenas sentí tu cabeza, puedo decir que eres un Slytherim en toda regla… pero… curioso. Nunca antes he sentido que alguien pueda pertenecer a las 4 casas… ¿qué dices tú?

—¿Respetar la tradición?

Ah… sí. No hay duda alguna. Un Blackwood… y muy parecido al anterior que me tocó asignar… pero, a diferencia de ese muchacho, tú… pareces ser muy especial… mm, ¿respetar una tradición dices?

—…

¿Estás seguro de la decisión? Bueno… no importa. Este muchacho… ¡Slytherim!

Más allá que la gente de Slytherim celebraría la nueva obtención de otro estudiante, sumando el hecho que una buena mayoría fueron seleccionados a dicha casa, así como también saber que otro Blackwood sería parte de ellos y con la historia encima, Alexander no estaba muy contento que digamos porque le hubiese gustado estar con Rowan…

El gorro seleccionador salió de su cabeza y como tal, los colores de la casa Slytherim, verde, se adornaron en su vestimenta, yendo a sentarse allí mismo con el resto de nuevos compañeros.

Apenas se sentó, miró a la chica que tenía al frente de él.

—Blackwood ¿eh?

—… —inclinó su cabeza, confundido—. Sí… ¿qué sucede?

—Mm, nada, nada. Pensar que tendríamos a alguien como tú entre nosotros… no me sorprende tampoco —el tono no era muy amable que digamos—. Pero bueno, mientras no nos hagas perder puntos…

—… ¿alguien como yo?

Pero esa chica no le respondió para nada después de aquello. Simplemente decidió ignorarle. La chica de ojos morados… ¿quién se cree que es para soltar ese comentario?

Aun así y fuera de ese comentario que decidirá pasar de largo, Alex suspiró.

Esperaba no solo cumplir con su deber sino también saber qué diablos pasó con su hermano mayor y su razón de haber manchado el apellido familiar…