Capítulo 01

Primer día de clases…

¿Qué clase de estudiante no se pone nervioso, contento, emocionado, ansioso, en su primer día de clases?

Digamos que esto es muy normal… pero cuando asistes a una escuela como la es Hogwarts, es obvio que estas emociones se intensifican, sobre todo para aquellos de primer año que experimentarán todo un año escolar lejos de casa, en un lugar mítico y fantástico… vamos, ustedes me entienden perfectamente a lo que voy…

Pero Alex no estaba… tan contento que digamos.

Sí, está feliz por estar aquí, pero ya apenas el primer día y es observado por sus compañeros de Slytherin, muy posiblemente por el tema de su hermano mayor. Se notaba que era algo demasiado sensible para todos. ¿Cómo no murmurar acerca del infame Jacob Blackwood? Es normal que todos piensen que él pueda ser como su hermano mayor. No lo es y nunca lo será… quizás un poco, pero él es serio… o eso intenta hacer.

—Debes disculpar a los demás —Alex vio que un muchacho, posiblemente mayor a él, le hablase—. Es normal que te miren de esa forma tras saber que eres hermano menor de Jacob Blackwood

—Veo que mi hermano mayor en serio ha hecho cosas para tener dicha reputación…

—Imagino que ha repercutido más en tu casa y familia que a nosotros —asintió—. Pero bueno, eso no importa. Soy Charlie, prefecto de nuestra casa. Soy el encargado de vigilar que nadie de Slytherin haga algo tan tonto como para que nos quiten puntos, además de ayudarles —Alex se presentó… bah, ya era reconocido por muchos. No hace falta ni que se presente—. Como sé que eres nuevo, los de primer año tendrán clases de Encantamiento y deben presentarte en el salón de pociones de Snape…

—Snape…

—El profesor Flitwick es demasiado bueno con sus estudiantes más no Snape. No te sorprendas si te llama incompetente o cosas por el estilo, es su forma de ser… aunque, procura seguir al pie de la letra todas sus instrucciones cuando parta clases porque si no, seguramente nos quitarán puntos…

—Entiendo… —negaba entonces—, ¿cómo llego entonces a mis clases?

—Ah, eso es sencillo —tras una pequeña explicación, Alexander asintió—. Espero que te sirva y… sé que quizás sea molesto para ti, pero, por favor, espero que te comportes. Quizás seas muy diferente a tu hermano, pero, ten en cuenta que muchas personas esperarán lo peor de ti por su culpa…

—¿Es que acaso hizo muchas cosas malas? —preguntaría—. Mi hermano cuando volvía a casa en el verano, si es que volvía, no hablaba para nada lo que hacía aquí… ¿tú sabes…?

—Perdona, pero sólo sé cosas que me contaron… y no fueron buenas… se nota que amas a tu hermano pese a todo, no quiero… decirte las cosas que me contaron… si te soy honesto…

—Entiendo… muchas gracias, Charlie. Prometo que no haré nada tonto como para que afecte a nuestra casa…

Charlie agradeció esto y le deseó los mejores de los éxitos.

Alexander por otra parte, tenía muchas ganas de saber de su hermano mayor y qué cosas habrá hecho para que Charlie no quisiera siquiera decir algo de él.

. . . . . . . . . . . . .

Alexander no tiene ganas de hacer, ni el autor, tanto hincapié en cómo los demás alumnos parecen dedicarles unas hermosas miradas en lo que acompañan con susurros puesto que, ese color de cabello que tiene le delata de la familia que es proveniente, al menos aquellos que saben de dicho apellido, magos de "sangre pura" y muggles que conocen. Sabe que debe de lidiar con esto y tendrán una opinión muy prejuiciosa contra él por el tema de su hermano.

Se quedó pensando igual las palabras de su prefecto.

La naturaleza de su hermano era la de alguien que encajaba perfecto en Slytherin… pero de ahí a que haya hechos cosas que perjudiquen a la casa misma y a su familia… le quiere dar el beneficio de la duda…

—¡Alexander! —sus pensamientos fueron sacudidos al ver entonces a Rowan, portando la túnica con los colores de Ravenclaw. La verdad es que le quedaba demasiado bien. Se sentía feliz por él, se notaba que alguien listo como él encajaba perfecto en Ravenclaw—. Veo que tenemos nuestra primera clase en Hogwarts juntos —soltaría muy alegre—. ¿Cómo te sientes?

—Sacando el hecho que me hubiese gustado compartir contigo una casa, bien. Teniendo que aguantar las miradas de todo el mundo —suspiraba—. ¿Qué hay de ti? ¿Cómo fue tu primera noche aquí?

—Me costó dormir. ¿No es emocionante? ¡Hogwarts! Además, pertenecer a Ravenclaw… realmente me siento como en casa, los demás estudiantes realmente buscar estudiar y mucho. Siento que mis sueños de ser el profesor más joven de este lugar podría cumplirse con ayuda de ellos…

—¿Profesor más joven?

—Claro. Debo decir que adoro leer historia, leer todo acerca de la magia y demás. Desde que tengo uso de razón, mi sueño siempre fue eso, ser el profesor más joven de Hogwarts… y viendo lo que ofrece esto… la verdad ya tengo ganas de crecer…

—Es un sueño bonito, Rowan…

—¿Qué hay de ti? —preguntaría, curioso—. ¿Cuál es tu sueño?

—Mm… ni yo mismo lo sé —replicó—. En cierta manera, quisiera encontrar a mi hermano… por otro lado, necesito hacer todo perfecto para que mis padres estén orgullosos… ya sabes, lo típico de familias de sangre pura y eso

—No podría decir que entiendo, pero estoy seguro que podrás encontrar a tu hermano. Quizás estudiantes de años superiores sepan de él… o incluso los profesores. Dudo que nadie se olvide de él si todo el mundo murmura tu apellido —Alex suspiró. Rowan tosió para cambiar de tema—. De todas maneras, ¿has visto las clases que tienes?

—Encantamiento ahora y luego Pociones… —replicó

—¡Ah! ¡Estaremos juntos al menos! —soltaba emocionado—. En nuestra clase de Encantamiento, tendremos de profesor a Flitwick. Dicen que antiguamente era un excelente duelista. ¡Será grandioso poder aprender de él!

—Un antiguo duelista… —murmuró para sí mismo—. Sí, suena… genial…

Clase de Encantamiento…

—Sean todos bienvenidos a un nuevo año y a una nueva clase de Encantamiento, queridos alumnos. Algunos ya saben quién soy pero para los chicos nuevos, soy el profesor Flitwick, profesor de Encantamiento. Conmigo aprenderán desde lo más básico hasta lo más esencial en la vida de un mago o bruja.

Incluso si uno pudiese decirle al profesor que tiene la misma altura que un elfo o dudar si es un mestizo en el sentido de la cruza de ambas especies, Alex no sería tan tonto como para preguntar aquello. Más aún, si Rowan dice que él antiguamente ha sido un duelista muy renombrado, ¿quién es él como para sacar en cara que es alto como un elfo?

En lo que, entonces, Flitwick decía esto, miró a uno de sus alumnos. Reconoció no solo ese color de ojos sino también esa caballera… y más aún, el hecho que tiene el mismo apellido.

—Tú debes de ser el hermano menor de Jacob, Alexander Blackwood ¿no?

—… —cuando escuchó que le hablaba a él, este, asintió—. Así es. Soy su hermano menor, profesor…

—Es bueno tenerte aquí, Blackwood. Si es que eres como tu hermano mayor, te irá demasiado bien. El talento que tenía tu hermano alcanzaba para dar y prestar… aunque también era uno de los más problemáticos y más conflictivos… —hizo una leve pausa. Tantas cosas habrá hecho ese diablillo que no alcanzan las manos de los estudiantes aquí para contarlas—. Dime, ¿eres como él?

—No, para nada… al menos en la parte de problemático, profesor —contestó, sereno—. No soy como él.

—Ah, es bueno saber eso entonces. Toma asiento, Alexander —hizo caso. Se sentó junto a Rowan quien ya esperaba con ansias su primera clase. Flitwick entonces tosió un poco para aclarar su garganta y mirar a todos nuevamente—. Hoy, en su primera clase muchachos, aprenderemos un hechizo muy importante: Encantamiento de Iluminación. Dicho hechizo es importante para iluminar lugares oscuros, encontrar peligros en dichos lugares… o, por ejemplo, encontrar algo que se te cayó debajo de la cama

Este entonces, sacó su varita a vista de todos.

¡Lumos!

Y tras pronunciar el cántico del hechizo, la punta de la varita del profesor, o instructor, se iluminó con una radiante luz pequeña. Es de día, no se notaría mucho, pero de noche, sería lo suficientemente fuerte como para alumbrar y no perderte en la oscuridad.

Muchos podrán saber ya el hechizo, para otros será alguno nuevo debido a ser de baja cuna, muggles propiamente dicho, pero es muy diferente cuando un experto lo hace y todos miraron a su profesor.

Dicho esto, el profesor explicaba que una correcta forma de que los hechizos salgan bien es, primordialmente, una muy buena pronunciación del mismo ya que al hacer el cántico, mencionar el nombre del hechizo, de una manera incorrecta conlleva a que el hechizo no salga como uno esperaba… o puede ser incluso peor si la varita del mago o bruja no está en buenas condiciones…

Entonces, Alex, tras escuchar varias explicaciones más por parte de Flitwick, tomó su varita.

¡Lumos!

Girando un poco la varita en su mano y pronunciando el nombre del hechizo con una voz segura y correcta, una luz se iluminó en la punta de la varita de Alex. Este fue intenso e iluminó una muy buena parte del salón, dejando a varios sorprendidos.

—Vaya —soltaba Flitwick—. Es el mejor Encantamiento de Iluminación que he visto hacer a un joven de primer año. Realmente eres talentoso, Alexander. Diez puntos para Slytherin.

—¡Increíble, Alexander! —felicitaba Rowan a su compañero de cabellos blancos—. Incluso leyendo todo sobre Lumos y poniendo en practica lo que he leído, no se compararía con tu hechizo. En serio tienes talento…

—No es la gran cosa —sacaba importancia—. Tampoco es para exagerar…

—¿Bromeas? Hasta estoy seguro que otros podrían aprender de ti, Alex…

—… ¿tú crees? Mm… suena… tentador de hecho…

—Deberías de pensarlo… y ahora… nos tocaría la clase de pociones…

—Sí, seguro que Snape no haría las cosas tan fáciles… ¿no?

. . . . . . . . . . . . . .

Alexander se quedó un momento más con el profesor Flitwick para preguntar algunas cosas de su hermano.

No quiso él indagar mucho, por lo que la respuesta que le pudo dar simplemente es que Jacob era un joven muy talentoso, igual que él, pero que su constante choque con la reglas de Hogwarts lo convertía en un estudiante demasiado problemático al punto que ha hecho cosas que lograrían hasta matar a otros alumnos. No quiso contar más, solamente que esperaba que no sea como Jacob en ese sentido, pero sí que sea talentoso.

¿Sorprendido?

No.

No es que pueda entender a su hermano en la razón para escaparse de casa… bah, que sea expulsado, pero le gustaría dentro de todo. Quiere respuestas… quizás hasta lo mataría… pero quiere saber las razones por ser como es… o como fue.

Por ende, llegando entonces a la clase de pociones, que no estaba muy lejos de la Casa Común de Slytherin, se encontró a lo lejos a Rowan… ¿y alguien más?

—¿Rowan? —preguntaría por debajo—. ¿Con quién está hablando? —alzaba una ceja…

Metros más adelante, justamente Rowan estaba llegando al salón hasta que una chica, portando la túnica con los colores de Slytherin así como la insignia de la casa, se acercó hasta él, teniendo un tono bastante hostil de primeras…

—¿Por qué te cuesta decirlo? ¡Adelante! ¡Dilo!

—¡Ya te dije que no puedo! —replicó, algo atemorizado.

—¿Cómo es que no puedes? ¿Te es tan complicado decir que soy la bruja más poderosa de Hogwarts?

—¡E-es que no lo eres!

—¡¿Qué no lo soy?!

—E-es que, matemáticamente hablando, primero tenemos a nuestros profesores, luego tenemos a los alumnos de 7mo año, luego los de 6to… si tenemos en cuenta esto y los factores que competen la fuerza y magia de un mago y bruja… sobre todo de una bruja, ¡tú no estarías en la lista alta!

—… ¿seguro? —su tono era igual que su rostro, uno que Alex lentamente se estaría poniendo a la par de Rowan, reconociendo dicho rostro. Ojos púrpuras/violetas, un cabello corto castaño, desarreglado, con unos cuantos mechones naranja, miraban al chico de tez morena de tal manera que le estaba inculcando miedo—. ¿Seguro que no soy la más fuerte…?

—Ya te dije que no… eres de primer año… ¿cómo podrías… combatir contra alguien de último año?

—Hehe, ese es tu problema. Tú no eres yo, tú no eres poderoso, eres débil…

Alex, entonces, se puso al frente de Rowan, mirando justamente a la castaña de mechones naranjas. Le reconoció, pero no puede decir quién es exactamente. Eso sí, la otra parte sí que le reconoció.

—Déjalo en paz —soltó, casi con el mismo tono que ella.

—¿Y tú quién te crees que eres? —contestó, con las mismas energías.

—Soy…

—Es Alexander Blackwood, el posible mejor mago de los chicos de primer año —saltó Rowan en defensa de Alex quien, bueno, esperaba poder decir quién es a ver si ella dejaba de molestar… aunque la ayuda del muchacho sirve, eso cree—. El profesor Flitwick dijo que es el más talentoso de todos… por encima de ti…

Eso último lo murmuró. No sea cosa que diga algo o le haga algo por decir tal cosa…

—…

Y la chica esbozó una leve sonrisa para luego reírse un poco en cara de Alex.

—Ah, sí, ya te conozco. Alexander Blackwood, el famoso hermano menor del querido y problemático Jacob Blackwood… ah, el destino de la vida… —y sonreía, aunque siempre de manera irónica—. ¿Serás como él? ¿Mm? Quiero decir, manchar el honor de una familia prestigiosa, manchar el honor de una casa como Slytherin, manchar el sagrado nombre de Hogwarts… ah, y el hermano menor viene a hacer lo mismo…

—Yo no soy como mi hermano…

—No, pero igual, no deberían de haberte dado la chance de entrar a Hogwarts… es más, si fuese por mí, quemaría el Sombrero Seleccionador por ponerte en Slytherin… ¿quién en su sano juicio te aceptaría entre nosotros?

—…

—Ah, callado. Mucho mejor…

—¿Y quién te crees tú?

—Soy Mérula Snyde, Slytherin de… —pero Alex soltó una pequeña carcajada. Esto a la recién presentada Mérula no le gustó para nada—. ¿Acaso mi nombre te parece gracioso?

—Snyde… sí, ese apellido lo conozco… —se acercó hasta ella, estando casi cara a cara. Sí, ese apellido, es uno que ha escuchado por parte de sus padres y sabe de la misma—. Familia de magos prestigiosa… pero, oh, ¿qué hay de tus padres? ¿Mm? —sonreía, era su turno. El rostro de Mérula se oscureció tras escuchar esto de él—. Encerrados…

—…

—Tengo recuerdos que mis padres los mandaron a Azkaban… una "bruja" como tú no tiene derecho a decirse a sí misma que es la más fuerte de todas cuando tus padres…

Se detuvo allí.

No hace falta más explicaciones.

Esto es algo "familiar" por decirlo de alguna manera. Quizás y si escucha esto Rowan, preguntara mucho. No es el momento, tampoco es la oportunidad de echarle en cara esto. Pero, la idea fue no seguir porque sabe que la otra parte entiende y muy bien.

—… —y de tan solo escuchar eso, ella se puso realmente de malas. Tiene suerte Alexander que tienen una clase ahora mismo porque de no ser así, no dudaría en lanzar algún maleficio que otro al peli blanco—. Recuerda mis palabras Blackwood: eres un hombre muerto.

—…

—Haré que te arrepientas por tus palabras pronto… y por estar en Slytherin…

—Te estaré esperando… ambos somos de Slytherin… sabes dónde encontrarme…

Esto iba a seguir, pero entonces, el profesor de la clase de pociones, Snape, caminó hasta estos jóvenes que parecían estar hablando tan amigablemente, reconociendo esa cabellera.

Los chicos pararon, solo para mirarle.

—Blackwood —su tono era lúgubre—. Veo que estás teniendo una discusión con alguien, típico de tu hermano mayor. No esperaría menos de unos hermanos así

—¡Profesor Snape!

—Lo mismo que le digo a todos, no soy como mi hermano —replicó—. Solamente estoy diciéndole un verdad a mi querida compañera de casa, Mérula… —y le miró, molesto—. Nada más que eso…

—Independientemente de la razón, estás haciendo problemas y llegando tarde a mi clase. Agradece que no te estoy castigando por ello —se giró en dirección a su salón—. Vanos, o le quitaré puntos…

Los jóvenes hicieron caso, Mérula mirando muy mal a Alex a lo que Rowan por debajo, admitió que no sabía qué hacer con ella cuestionándole de esa manera y que agradece que le haya defendido.

Alex… sonrió y le dijo que no había problema. Era su amigo después de todo. No le iba a abandonar por nada del mundo, más si tiene que enfrentarse a alguien que quiere sacar provecho de otro… bah, debatible, pero era su amigo y tenía que ayudarle…

Salón de Pociones…

—Bienvenidos. Esta será su primera clase de Pociones… y viendo cómo ustedes nunca vieron un caldero e ingredientes especiales, seguramente será la última vez que los vea. Eso es bueno. A diferencia de sus otros profesores, aquí no se tolerará la mediocridad y la falta de atención. Aquí están para aprender la sutil ciencia y el arte de preparar pociones.

Hizo una leve pausa para antes de seguir

—Amplien sus sentidos, cautiven sus mentes y… —miró justamente a Alexander—, mantengan la boca cerrada —Alex no dijo nada. Sabe que le miró a él. Por ende, se quedó mirándole fijo—. En nuestra primera clase, haremos algo muy simple: Cura para Forúnculos. Algo simple, algo que hasta un idiota podría hacer. Espero que sea perfecto ya que no de ser así, me sentiré más decepcionado de ustedes de lo normal.

Miró a sus alumnos. Podía ver que había una sola chica con una gran emoción para empezar y mirando al resto, era suspirar. Parece que no hay gente competente en este lugar.

—Comencemos…

Primero y lo más importante, era conocer los ingredientes para dicha poción.

Luego de eso, Snape hizo una demostración de cómo hay que prepararlo, con qué cantidades exactas, el porcentaje, qué combinación hacer y cómo revolver y cuántas veces. Fue todo muy detallado y cada detalle minúsculo era importante, algo que anotó y anotó.

Después era hacer la poción en su caldera. Siguió cada paso que vio y recordó y anotó. No era tan complicado de hacer. Le disgusta esto. Dicen que cuando tienes que hacer una materia, estudiar, que no te gusta, harás lo posible para que todo salga bien y que termine pronto. Este es su caso. Quiere hacer todo bien. Sus padres han comentado algo de Snape y ha escuchado cosas de otros estudiantes en apenas un día de estar aquí. Es muy bueno en lo que hace, pero tiene mala reputación por ser la persona que es.

¿Exageran? Seh, un poco.

Hay personas peores.

En lo que preparaba esto, Snape se paseaba con el salón.

Soltaba algún que otro comentario sobre que esperaba ver que al menos intentaran hacer algo decente, perfecto. Pero, pedirle algo perfecto era demasiado y tendría que bajar sus expectativas con ellos… hiriente, pero entendible.

Cuando Alex vio que terminó de preparar todo, se sintió… raro.

—Vaya. Después de todo Blackwood, quizás no eres como el incompetente de tu hermano mayor…

—… ¿gracias? —replicó.

—No agradezcas. Todavía no vi si realmente vale la pena decir eso o no.

—…

Rowan entonces comparó ambas pociones. La suya con la de Alex.

—… ¿seguro que no leíste o preparaste antes pociones en tu vida?

—… mi familia tiene personas que hacen pociones para nosotros… pero que ahí les preste atención…

—… oh, tienes una fuente natural de sabiduría y experiencia y no… pero, si es que no te interesa, hacerlo tan bien a la primera… en serio, eres talentoso Alexander…

—No hace falta que me digas esto siempre, no es la gran…

Antes que Alex quisiera fingir falsa modestia, miró su caldera porque sintió que vio algo raro en ella. Tiene entendido que no es muy normal que digamos que una preparación o una poción recién terminada pueda burbujear tanto.

—…

—¿Alex? ¿De casualidad agregaste algo más?

—No, ¿por qué agregaría algo más?

—Porque la reacción es producto de los polvos Bulbadox. Al agregar esto, este es el reactivo que inicia las reacciones explosivas…

—¿Qué?

Dicho esto, la poción en el caldero de Alex literalmente explotó.

Ni el caldero fue capaz de aguantar aquella reacción explosiva, haciendo que se parta en varios pedazos a la par que el líquido de la poción se esparciera por toda la mesa donde estaba trabajando, manchando también parte de su ropa… que al menos no era corrosiva… al menos.

La risa de Mérula acompañó a la desgracia de Alex.

—Hahaha…

—… y yo que creí que al menos un Blackwood sería inteligente… pero veo que mis expectativas nunca deben elevarse. Y pensar que un Slytherin fuese así de… tonto. Me recuerdas mucho a tu hermano ahora mismo…

—…

Diez puntos menos para Slytherin.

—…

—En cuanto a ti, Snyde. Tampoco esperaba mucho de ti, pero realmente has hecho una poción digna de ser lo suficientemente aceptable. Te daría diez puntos, pero digamos que tu querido compañero aquí me ha quitado las ganas… —Mérula se sorprendió por dicho alago, para luego sorprenderse más por lo siguiente a eso. Miró de reojo a Alex, muy mal—. Aun así, espero que sigas haciendo las cosas bien. Me aseguraré de ello.

Momentos después, Snape se fue a revisar el trabajo de los demás.

Era la primera vez, viendo el trabajo de los demás, que veía a alguien hacer una poción perfecta. Esperaría esto de alguien de Slytherin pero la chica era de Hufflepuff. Le concedió unos sorpresivos diez puntos justamente por eso, porque la poción era tal cual él esperaba que fuese.

—… una lástima sobre tu poción igual, Blackwood —soltaba Mérula

—¿Qué diablos te pasa? ¡Ambos somos de Slytherin! ¡Nos has costado diez puntos!

—¿Qué son diez mugrosos puntos a evitar que cometas los mismos errores que tu hermano? Aparte, hacer esto seguramente evitará que arruines nuestra casa, Blackwood.

—¿Qué sabes tú lo que ha hecho mi hermano? ¿Eh? —hay límites. Alex llegó a los suyos—. ¿Eh? Yo no podré tener a mi hermano… pero, ¿tú? ¿Qué hay de tus padres? ¿Eh?

—La diferencia entre mis padres y tu hermano es que yo sé que ellos están vivos —respondió. No se iba a echar atrás, para nada. Más con esto. Levemente inclinó su cabeza, sonriente como ninguna, algo que a Alex le incordió—. ¿Tú hermano? Heh, seguro estará muerto. Y eso es bueno, nunca más hará nada estúpido en su vida…

—¡Él no está muerto!

Y Alex golpeó la mesa con su puño, ya no estando muy lejos de estar cegado por la rabia que le generó esto. Su hermano podrá ser miles de cosas, pero muerto, nunca. Sabe que sigue vivo, elige creer que está vivo y tan solo escuchar esto… le pone los pelos de punta.

—Ah, Blackwood, veo que realmente eres como tu hermano después de todo. Incluso te comportas de esta manera… Cuarenta puntos menos para Slytherin y siéntete feliz que la señorita Haywood hizo una poción perfecta porque el castigo que te daría sería peor que la quita de puntos…

Alex estaba mirando fijamente a Mérula por ese comentario, pero en el momento que escuchó aquello por parte de Snape, se tranquilizó, se guardó sus comentarios contra una Mérula quien sonreía. No le interesaba los puntos perdidos, le interesó ver cómo Alex perdió los estribos con algo tan peculiar con su hermano, encontrando un punto débil.

—…

—¿Alex? ¿Estás bien?

—Lo estoy —replicó, no dejando de mirar a Mérula

—Perder cincuenta puntos… Alex… me preocupas un poco por cómo reaccionaste ahora…

—Rowan, tranquilo… estoy muy bien —mentira—. Estoy… bien.

—…

Mérula sonreía nada más, viendo cómo Alex le miraba de tal manera…

Esto era el principio…