UNA TRISTE FLOR

El bar era elegante, rodeado de finos acabados que lo rodeaban, con hermosas arañas que se extendían desde el techo hasta una distancia perfecta para ser apreciados. Había música tenue clásica, para un lugar tan caro y exclusivo. Este lugar era el favorito de muchos hombres adinerados, artistas y eruditos. En una mesa junto al gran ventanal se encontraban un grupo de viejos de amigos. Mientras uno trataba de coquetear con la hermosa mujer, el otro simplemente miraba a través de la ventana, recordando aquel día donde destrozo las ilusiones de una risueña chica. Obito bebió un pequeño sorbo de su bebida cara y frunció el ceño al recordar.

-realmente eres muy ingenua - soltó y la miro con severidad- Soy mucho mayor.. deberías colocar toda tu atención en jóvenes de tu edad

-la edad solo es un numero- su voz avergonzada sonó, estaba tan sonrojada y otra lagrima amenazaba con salir.

Su mirada aperlada se desvió al sentir la fría y oscura mirada de él. Obito no solo estaba rechazándola, también estaba regañándola como una niña pequeña.

-tsk- sonrió de lado- te equivocas, la edad no es solo es un numero: es vida, experiencia, sufrimiento.. mucho de lo que una joven como tú, nunca sabrá. Piensas que haz conocido el verdadero dolor, te equivocas.

-yo..-apretó la asa de su bolso, estaba tan avergonzada

-He vivido mucho más que tú.. he visto cosas de las que te aterrarían. he hecho cosas que no te imaginas. No soy la persona que crees que soy.- señalo sin quitarle la mirada sin sentimientos sobre ella- Hazme un favor… renuncia. Renuncia Hinata e ilusiónate con otra persona. Porque en la que haz depositados tus sentimientos, no es la correcta… Eres muy joven y todo esto lo olvidaras. y sabes porque

-¿por….porque?-repitió ante su insistente mirada

-porque no soy una buena persona.

Hubo un breve silencio que viajo de uno a otro. Obito seguía erguido en su posición, dejándole claro que viera lo muy por encima que estaba el. Hinata se sintió pequeña y fuera de lugar, bajo la mirada avergonzada por su comportamiento.

Soy una tonta

En ese momento escucho el carro del orgulloso pelinegro arrancar, Obito se había marchado dejando a una llorosa Hinata, en medio del enorme estacionamiento, con las ilusiones echas trizas.

«¿Qué era lo que esperaba? ».

Había pasado un mes desde aquella extraña declaración. Trato de pasarlo por alto, ignorando lo mucho que le molestaba. Hinata era una buena empleada: puntual, eficiente y capacitada, pero todo ese tema de la chica enamorada no le gusto para nada. Al pasar de los días, solo fueron una verdadera molestia para él. Hinata si bien seguía siendo su trabajo con cabalidad, no lo miraba de la misma forma. Más de una vez la sorprendió mirándolo, ella siempre volteaba con un claro sonrojo en su rostro. Se sintió un imbécil al darse cuenta que Hinata seguro lo observaba antes de esa confesión. También las veces que necesitaba alguna ínfima cosa, desde una tarea importante hasta un café, Hinata ya lo tenía hecho. Sentir esa mirada temblorosa, pero llena de esperanza lo molestaba mucho. Se sentía observado, odiaba que Hinata pretendiera cuidar de cierta forma de él. Todo lo que pasaba le hacía tener fuertes dolores de cabeza, estuvo tentado en pedirle a Kakashi que se la llevara a trabajar con él, pero sabía que era poco profesional de su parte. Despedirla tampoco era una opción.

-rayos..-bufo como un susurro

La bella mujer sonrió, bebió un poco de su copa y lo miro sensualidad con una pizca de burla. Tomo su copa entre sus delgados dedos, Obito la miro y ella hizo un gesto sensual de salud.

-al parecer ya te lo dijo- afirmo

Obito la miro directamente, enfadándose con la expresión triunfante de su amiga. La gota que derramo el vaso fue cuando la vio alzar una ceja, en señal ganadora.

«¿desde cuándo la tonta joven ha estado enamorado de el? »

Era de una de las tantas preguntas que rondo su mente, sonrio de lado y se sintió patético al pensar que el, era el último en enterarse de aquellos sentimientos.

-¿Y?..- insistió ella

Shisui miraba de uno a otro, tratando de adivinar de que se traían ambos.

-Tsk…-chasqueo la lengua fastidiado. Odiaba sentirse desnudo, expuesto ante la mirada sagaz de la sensual mujer.

-Al parecer te ha molestado

-¿molestarme?-repitió- por supuesto que me molesta, me fastidia eso ya deberías saberlo.

-¿De qué están hablando?-participo shisui- ¿De qué me perdí?

-Tu querido primito tiene un fan enamorada

-¡cállate!

-Vaya, vaya.. aun tienes madera de conquistador Obito. Y yo que creía que te quedarías soltero toda la vida por el horrible carácter que tienes- se burlo

Obito termino de beber hasta que su copa estuvo vacía. Su mirada negra y fría fueron a dar hasta la picara mirada de su familiar.

-tranquilo hombre.. solo estaba bromeando

-¿desde cuándo lo sabes?- pregunto a la bella dama de la mesa

-no mucho- se sinceró- Me sorprende que te lo dijera, con lo tímida que es, creí que nunca que te lo diría- resalto. Saber que Hinata se había animado a declarar sus sentimientos ante el implacable uchiha Obito, era digno de admirar.

-Esperen.. acaso la fan enamorada tuya es…- dijo con emoción, casi adivinado de quien se trataba

-Así es- asintió y dijo Konan- Es su dulce asistente Hinata

Se escuchó el bufido de fastidio del Uchiha, acompañado con un gesto de :"Que estupidez". Eso era lo que significaba para él, una reverenda estupidez. Ni siquiera lo conocía y se atrevía a poner los ojos en él.

-A Kakashi no le va a gustar nada esto- dijo shisui. Hasta el joven Uchiha se había dado cuenta de los evidentes sentimientos del peliplateado hacia la dulce Hinata. Era realmente extraño verlo convertido en un caballero cada vez que estaba con ella, esa fama de conquistador que se había ganado parecía que nunca hubiera pasado.

-como si me importara- soltó con desdén- Me parece una estupidez sus sentimientos …

-¡hey!- regaño Konan y lo miro con severidad- no hables así de ella. Hinata te quiere bien..

-Tsk..- la miro con burla

-tiene razón Obito- afirmo shisui- ese tipo de mujeres hay muy pocas, además se le nota sincera y trasparente. Ella jama siria tras tu dinero.

-quizá solo quiere un acoston

-No sabes lo que dices-advirtió Konan

-Tampoco me importa, si ella quiere lastimarse en el proceso no me interesa. No estoy obligado a corresponderle solo porque es una buena chica- soltó con desprecio- quizá Kakashi debería llevársela a la cama, solo de esa forma me dejaría en paz..

No pudo más. El desprecio y la poca empatía en sus palabras fueron suficientes para Konan, tomo lo poco que le queda en su copa y lo arrojo en la cara de su amigo, haciéndolo callar. Estaba indignada, se puso de pie muy molesta. Ante la mirada sorprendida de shisui y un óbito furioso que la enfrentaba.

-¡Qué demonios te pasa!

-¡No hables así de ella!- alzo la voz atrayendo algunas miradas del lugar- ella no es ningún objeto para que te expreses así. ¿A que le temes Obito?- pregunto directamente- A que te amen como nunca lo han hecho

-Tú no sabes nada..- advirtió y se irguió haciendo gala de su altura. Las palabras de su amiga calaron en su orgullo, trayendo malos recuerdos, esos dolorosos que no podía olvidar.

-Ella es buena, honesta y su único error fue enamorarse de bastardo como tú..

-¡espera konan!- dijo Shisui. La elegante mujer tomo su bolso para irse sin ver atrás, haciendo notar su molestia antes los presentes.

-¡mierda!- se quejó. Estaba con la camisa empapada en su totalidad, tomo una servilleta de fina tela y trato de secarla.

-no debiste hablar de esa forma..

-¡Cierra la boca!- soltó con fastidio

Shisui se puso de pie y óbito lo miro desde abajo puesto que se había vuelto a sentar.

-Sabes que a pesar de todo siempre te he admirado, respetado y te quiero como un hermano mayor, pero sinceramente a veces te comportas como un verdadero imbécil Obito…

Obito le dedico una mirada de molestia, lo vio sacar de uno de sus bolsillos unos billetes, ponerlos en la mesa y salir sin despedirse. Esa cena había sido un desastre. El uchiha pudo sentir las miradas curiosas que lo observaban, cuando estos se daban cuenta de quién era rápidamente volteaban. Había sido una escena vergonzosa.

-¡maldición!-bufo, tomo su saco pretendiendo irse.

[….]

-¿te sientes mejor?- cuestiono Ino

Hinata sonrió tratando de disimular su tristeza. Era cierto, había estado muy triste durante varios días. se sintió tonta, al darse cuenta que guardaba un poco de esperanza en su corazón. Aun podía ver esos ojos negros fríos, incapaces de sentir algún pequeño sentimiento. Sus ojos se aguaban cuando se imaginaba que Obito le diría un simple:

¿quieres salir? O quizá una sonrisa

No solo hubo un rechazo, también su posición clara de quien era ella. Solo su empleada, él su jefe; ambos con clases tan diferentes. Él un exitoso hombre de negocios, millonario, atractivo, sex symbol y ella, solo era un punto en el enorme país oriental. Obito estaba destinado a hacer crecer la economía de un país, en cambio ella, solo se desvivía para ser feliz.

-Soy una tonta ¿no?- sonrió y sus ojos se aguaran

-Hinata- susurro Ino con mirada triste, le dolía en el alma ver tan decepcionada a su amiga- no eres ninguna tonta

-Yo no soy nadie para tener una esperanza con alguien así.. tan profesional, tan inalcanzable para mi. me hizo sentir que soy una niña tonta.. una niña tontamente enamorada

-quizá él no es para ti..- señalo

- lo sé.. siempre lo he sabido.. pero aun así..- suspiro y miro a traves de la ventana, la luna estaba en su máximo esplendor, su manto cubría todo Tokio.- aun así no puedo dejar de pensar en el

No muy lejos de allí se encontraba, bajo el manto de la misma luna se encontraba un lujoso auto, esperando que cambie la luz del semáforo. Una de sus manos se encontraba recargada en el volante y la otra estaba en su frente. La mirada negra de Obito estaba al frente, a la espera inmediata que cambie de color el semáforo, que parecía ir demasiado lento para llegar a su casa y darse un baño pronto. Aun tenia impregnado el olor a licor en su camisa.

-¡Avance!- grito y toco el claxon, al notar que había cambiado el color, pero el estúpido chofer no se movía.

«¿a que le tienes miedo? A que te amen como nunca lo han hecho. »

La discusión horas atrás con su amiga aun rondaba en su cabeza. Por alguna razón esas palabras le hirieron en el orgullo. ¿amarlo?, nunca nadie lo había amado, ni siquiera aquella persona con la que pretendía casarse.

-¡maldición!- se quejo

Había pisado el acelerador, la pista parecía despejada y las luces se movían con rapidez.

Creo que me enamore de usted

-¡estupideces!

¿Por qué lo recordaba? ¿Qué era lo que en verdad le molestaba?

Desde aquel día las cosas no fueron igual para Obito, pudo notar los sonrojos de parte de ella, sus manos temblorosas y su nerviosismo al hablarle. También su empeño en ser siempre atenta con él, pero había algo que le molestaba en demasía.

Su mirada

Esa estúpida mirada.

Odiaba esos temblorosos y llenos de luz de la peliazul, el solo recordarlo le hacía fruncir el ceño. Había algo más tras ello, algo que no quería aceptar. Esos ojos puros que se cristalizaban por su cruel rechazo, aún estaba en su memoria. Definitivamente debía hacer algo al respecto, lo supo cuando noto lo mucho que le perturbaba aquellos ojos violáceos, esos ojos que parecían tratar de tocar su retorcida alma, que parecían…

-Mañana hare algo al respecto.

Aceptar que esa tonta chiquilla lo perturbaba, lo molestaba mucho.

[…]

Sus manos estaban temblorosas, tuvo la necesidad de dejar café en la mesa para no tirarlo. Estaba avergonzada, su mirada estaba directo en el piso y su corazón latía rápidamente.

-lo siento mucho Hinata- soltó su amiga konan con pena

-No te preocupes.. Tampoco esperaba al mejor…-sonrió conteniendo sus ganas de llorar.

-A partir de ahora trabajaras con shisui

Tal afirmación la sorprendió demasiado, abrió ligeramente sus labios y sus ojos lo hicieron más aún. Su corazón dolió mucho al poder sentir la frialdad en cada palabra, que salía de su boca.

-¿mi trabajo ya no es de su agrado?-pregunto tontamente

Obito seguía mirando su ordenador, sin intenciones de ver a la temblorosa chica.

-si he cometido un error.. le asegu..

-No te pedí tu opinión- soltó y la miro directamente.

Cuando ambas miradas se encontraron, ella tembló y trago disimuladamente, Obito la estaba intimidando y haciendo sentir que estaba demasiado molesto.

-Tu trabajo es acatar mis órdenes ¿entendido?..-pregunto

La ingenua joven termino por asentir despacio, sintiendo que una pequeña grieta se anidaba en lo más profundo de su corazón, en una parte que le dolía mucho.

-¿tienes algo más que decir?- le cuestiono con frialdad.

Hinata negó débilmente

-Entonces retírate. Comunícale a konan que a partir de hoy ella volverá a trabajar conmigo.

-Si.. Uchiha-sama- acepto y salió de la pulcra oficina.

-Te juro que nunca pensé que Obito reaccionaria de esta manera…-señalo konan

-por lo menos no me despidió-fingio una sonrisa

-Eres muy valiente Hinata- la triste peliazul elevo su mirada hasta ella- Eres fuerte por seguir aquí a pesar de cómo te trata.

-Necesito el trabajo.. Además tampoco esperaba que me correspondiera- mintió- ¿Cómo te enteraste?- le pregunto

Después de aquella orden, Hinata salió muy descompuesta de la oficina. Konan pudo notarlo, más aun cuando le dio la nueva orden expresa por su jefe, le invito un café y no fue difícil enterarse lo que le había pasado.

Konan suspiro tristemente y se animó a seguir hablando- Obito estuvo de un humor horrible anoche.- no quiso hablar demás, también omitió los horribles comentarios, de su amigo hacia la inocente chica. Su mirada fue hacia ella, estaba sonrojada seguro por la vergüenza de todo ese asunto.

-¡oh! Entiendo.. Yo no quería provocar nada de esto.. Quizá debería..

-¡nada de eso!- alzo la voz, adivinando que Hinata deseaba renunciar- Obito es un verdadero idiota..

Hinata negó y sus ojos picaban. A pesar del triste rechazo y su fortuito alejamiento, ella no le guardaba rencor.

-la culpa fue mía por ilusionarme de esta manera… Además, Uchiha-sama no está obligado a corresponderme.. tengo la certeza que no sabe nada de mí.. además.. no estamos al mismo novel. El es mi jefe y bueno yo.. yo solo..

-¡no te menosprecies!- le dijo y la tomo de la mano. La mirada temblorosa llego hasta Konan- Obito no vale tus lágrimas, tampoco tu tiempo- le dijo con sinceridad. Si bien quería mucho a Obito, sentía que no estaba actuando de la manera correcta, hacer llorar a una chica tan buena como Hinata no era justo. Ella era tan dócil, amable e inocente.

-No importa..- le respondió

-y dime Hinata…- soltó su mano y volvió a tomar la asa de su taza de café- ¿Qué pasa con Kakashi?-pregunto y sonrió de lado mientras sorbía un poco de su bebida

-¿ka..kashi-san?-pregunto con inocencia, al ignorar las intenciones de su amiga.

-¿no te parece guapo?...

Hinata se sonrojo de inmediato y desvió la mirada- Es algo.. guapo- respondió con sinceridad

-Solo ¿algo?- cuestiono y levanto la ceja- él está enamorado de ti ¿verdad?

-¡¿ehm?!..-se respingo y sus ojos se abrieron enormemente- yo…

-¿Por qué no le das una oportunidad?- hablo con seriedad y la peliazul se mordió los labios- él es atento contigo, siempre está dispuesto a ayudarte, además de que siempre te demuestra que le interesas

Lo dijo por las veces que vio la caballerosidad del peliaplateado hacia Hinata, desde abrirle la puerta, hasta la sutileza de invitarle un café. Además de siempre sonreírle y no perder la oportunidad de ponerla nerviosa. Todos, absolutamente todos habían notado del desmedido interés de kakashi hacia Hinata, quien solo le agradecía.

-Kakashi-san me agrada mucho.. pero..

-¿pero que..?- le volvió a cuestionar

-mis sentimientos son hacia otra persona.- respondió con intimidad. Si bien sabía que Konan conocía la identidad de esa persona, aun le costaba hablar abiertamente sobre eso.

-¿Por qué con Kakashi no y Obito si?- le cuestiono- Kakashi te trata bien, es amable y además sus sentimientos son sinceros.. si sé lo que estás pensando.

-¿ehm?

-Kakashi si es un conquistador. Es cierto, pero cuando se enamora, el es hombre de una sola mujer, te puedo asegurar que es un hombre fiel. Quizá te confunda por su encanto, que sea un poco coqueto al hablar y sonreír, pero es su naturaleza. No quiere decir que se quiera llevar a la cama a la primera que se le cruza.

-Nunca he pensado eso de Kakashi-san.. bueno.. para mi es una buena persona.

-Muchas personas confunden una sonrisa con un coqueteo, entiendo eso, pero te puedo asegurar que Kakashi va en serio contigo- le dijo mirándola directamente a los ojos- a él solo lo he visto enamorado un vez, solo una vez. se iba a casar sabes.

-¿casar?

-Así es, pero el mundo es muy pequeño e injusto. Recuerdo que Kakashi era el chico más popular de la universidad, estuvo con las mujeres más hermosas del campus pero no duraba mucho. Siempre le encontraba algún defecto y las dejaba

-Dudo mucho que Kakashi-san está enamorado de mi- Hinata se sentía insegura de su apariencia, solo se sentía un poco agraciada, pero muy insegura por el tamaño de sus pechos. Kakashi era atractivo, tanto o igual como Obito, seguro las mujeres con las que se involucró eran hermosas y seguras como Konan, alguien a su altura, muy diferente que ella.- Quizá solo le guste que mi amabilidad

-No es así- le cuestiono ante sus afirmaciones- Kakashi te quiere bien. Cuando las personas llegamos a una edad, te lo puedo decir por experiencia propia. Cuando pasamos los treinta comenzamos a ver la vida de una forma diferente, sabemos que es lo que queremos y hacia donde vamos. Kakashi tiene unos años más que yo.. y estoy seguro que sabe lo que quiere contigo, desde hace mucho dejo las relaciones pasajeras. Tu eres joven Hinata, muy joven.. tus sentimientos son intensos y puros, cuando llegas a mi edad me darás la razón que no solo basta con sentir amor, también necesitamos estabilidad en nuestras vida

Hinata guardo silencio procesando cada palabra dicha por Konan. ¿saber lo que quieren? ¿hacia donde van?, fueron las preguntas que se formularon en su mente. La peliazul internamente le dio la razón a obito, quien le decía que la edad no solo es un número, también es experiencia, es vida. La diferencia de ver la vida de ella y la de Konan era abismal, mientras ella se ilusionaba de un hombre que no la miraba, había otro que había notado todas sus virtudes y la quería o la estaba empezando a querer.

-Hanare era su nombre. Sabes- sonrió al recordarla- Kakashi la conoció por accidente y el primer día se besaron

-Eso suena muy romántico- resalto la sonrojada Hinata.

-Era una reunión de alguna universidades, Hanare era una artista plástica, bailarina, cantante y músico- Hinata se sorprendió antes todos los dones de esa mujer, se notaba que Kakashi si se había enamorado de verdad, no lo haría de cualquier persona- Ese día.. el que se besaron, ella no le dio importancia, porque el torpe de kakashi cayó encima de ella. Sin embargo, esa noche el no pudo despejar su mirada en Hanare. Le costó mucho que ella aceptara a salir, pero ni siquiera en la primera cita Kakashi pudo impresionarla. Pasaron meses hasta que oficializaron su relación. Kakashi estaba impresionado por su talento, su educación y sobre todo su independencia, pero esto último fue el detalle que destruyo su relación.

-¿destruyo su relación? Como puede ser posible eso.

-la verdad así sucedió. Hanare tuvo un viaje por su trabajo, Kakashi iba a darle el alcance y le iba proponer matrimonio, ya tenían un buen tiempo, pero..- suspiro tristemente por lo que iba a decir-cuando Kakashi se lo propuso Hanare le dijo que no

-pero..porque… acaso no eran felices

-Kakashi me dijo que Hanare no quería casarse, que se sentía bien de esa forma, en como mantenían su relación, pero ella decidió terminar porque sabría que no sería igual. A Kakashi le costo mucho superar esa ruptura.. volvió a ser el casanova que era y bueno.. el tiempo paso y la madurez llego a su vida.

-¡oh!.. es una historia muy triste- soltó con pena, compadeciendo un poco al guapo Hatake.

-no te preocupes por eso, el tiempo lo cura todo. Como te habrás dado cuenta a kakashi no le va nada mal y Hanare hace lo que le gusta

-¿aun sigue soltera?

-ella no quiere estar casada, ella es libre y así decidió vivir.

-entiendo..

-¿Por qué no sales una vez con Kakashi?

-¿ehm?-enrojeció

-Solo una, conócelo mejor y veras que Kakashi es un verdadero encanto.

-bueno.. hemos salido una vez- Konan se sorprendió, ese Kakashi no perdía el tiempo- yo creía que era trabajo.. fuimos a almorzar y me dio un obsequio- dijo con timidez

-¿y cómo la pasaste?

-fue una tarde muy linda, Kakashi-san fue todo un caballero, pero..

-pero..-repitió

-me sentí muy mal por lo que paso después..- señalo y desvió su mirada. Ya habían pasado semanas desde aquel rechazo, pero aún le remordía la conciencia de como se lo dijo.

-no me digas que tu..

Hinata asintió adivinando lo que konan iba a decir.

-¡oh por dios!.. Rechazaste a Kakashi- se llevó una mano a su boca y no evito sorprenderse en demasía. Ahora entendía por qué insistencia del peliplateado

-no fue nada cómodo para mi

-Después de Hanare, eres la segunda mujer que lo rechaza..-miro el fino reloj en su muñeca- quisiera saber más detalles, pero será mejor que nos vayamos ya es tarde

-tienes razón- acepto Hinata, tomo su bolso y su abrigo que pendía de la silla.

-Hinata

-si..

-piénsalo..- le dijo mirándola a los ojos y Hinata se estremeció ante la seriedad de su mirada- Kakashi es un buen hombre..

Ella solo atino por asentir y una sensación cálida empezó a posarse dentro de ella.

[..]

El sol salió y se ocultó al pasar las semanas. Hinata trabajaba con shisui hasta pasadas las horas de trabajo, el proyecto en el que estaba era sumamente extenso, había noches donde ni siquiera dormía. Shisui trabajaba a un ritmo incluso superior al de Obito, era todo un genio, su único defecto era las decisiones que tomaba, algunas no le favorecían a la empresa por su nula utilidad, en esos aspectos Obito tomaba las decisiones. Hinata sonreía las veces que shisui intentaba tener una cita con la bella Konan, pero esta se negaba rotundamente, esto siempre le hacia sonreír y le quitaba el mal sabor de boca que tenía cada mañana al ver a Obito.

Ya no había cafés amargos cada mañana, salidas a comer u órdenes imposibles de realizar, incluso los saludos de su parte fueron menos necesarios. Por las mañanas lo miraba llevar y lo saludaba, pero este se pasaba de largo sin mirarla. También había notado que Obito en cierta forma trataba de no contactarse con ella y eso la hacía sentir muy triste, porque a pesar de la naturaleza difícil del Uchiha había aprendido a conocerlo, seguirlo en el ritmo de trabajo, pero ahora nada de eso quedaba. Se sintió tonta por haberle confesado sus sentimientos, él ni siquiera la miraba. A veces ella miraba a la ventana, recordando aquel momento tan íntimo que paso con el en su casa, donde lloro hasta quedarse dormida, el solo hecho de imaginarse entre sus brazos le erizaba la piel. En realidad, paso, pero con el tiempo ese recuerdo se tornó borroso, tanto que comenzó a cuestionarse si en realidad paso alguna vez.

[..]

-No olvides prepararte para la cena dentro de unos días, te quiero lista y preparada- indico mientras leía su computador

-precisamente de eso quería hablarte- señalo Konan. Endureció la mirada, sabía que no le iba a gustar nada lo que le iba a decir.

-¿Paso alguna cosa con la negociación ?

-en realidad no, solo que no podré asistir a esa fiesta contigo

Obito se descoloco y frunció el ceño -¿De qué demonios estás hablando?- su voz ronca sonó molesta. Ese negocio era sumamente importante, Konan debía darle una razón excepcional por su futura falta.

-mi padre está enfermo, iré a visitarlo mañana

-¿Qué?- respondió anonadado. Los motivos familiares eran en lo ultimo que pensó.

Si bien eran sus padres adoptivos, Konan los amaba como a su vida. Ellos le dieron desde una hermosa habitación y una estricta educación, todo acompañado con un amor real digno de un hermoso cuento.

-lo que escuchaste. Sabes perfectamente lo que significan mis padres en mi vida, ya tienen una edad avanzada y…

-¡no!¡no puedes hacer esto!¡es tu responsabilidad, es tu trabajo, te pago por esto!- le alzo la voz y se puso de pie furioso. No podía perder ese negocio, no por culpa de unos ancianos.

-¡no te estoy pidiendo permiso!- alzo la voz y enfrento su mirada- Te dije que voy a ir- trato de guardar la compostura-Además Hinata puede ir en mi reemplazo..-señalo y Obito se enfadó mas- en los tres días que quedan puede aprender todo lo que se necesita.

-¡no!.. ella no ira- sentencio- te necesito a ti, no a esa… -respiro hondo- no a esa niña..

-¿Qué es lo que te molesta Obito?- le cuestiono muy molesta

-Sabes perfectamente que no lo repetiré, no la quiero cerca de mí.. es poco profesional

-Tanto te molestan sus sentimientos.. porque es por eso que ahora ni siquiera le hables.

-cierra la boca..

-hablas de poco profesional, sin embargo, eres tú el poco profesional- acuso y Obito se enfadó más- la alejaste de su puesto de trabajo, aun te perturba el tema. Ella ni siquiera lo menciona y trabaja bien. Tu eres el que está actuando poco profesional en esta oficina

-Recuerda tu lugar konan-advirtio furioso entre dientes, apretando la mandíbula.- eres mi amiga pero eso no te da derecho a..

-¡A qué Obito! –enfrento y palmeo el escritorio con ambas manos enfrentándolo- a no decirte tus verdades.. porque no aceptas que..

-Disculpen..

Una suave voz se asomó por la puerta, era Hinata quien traía unos papeles urgentes y necesitaban ser firmados. Se arrepintió de entrar tímidamente y no haber tocado anunciando su llegada. Su mirada temblorosa fue de konan a Obito, sintiendo un ambiente muy tenso entre ambos.

-lo siento. volveré después..- dijo dispuesta a irse

-Hinata que bueno que estés aquí.. pasa por favor- se apresuró en decir konan, ella sorprendida asintió y entro tímidamente. Hinata podía sentir la mirada negra sobre ella, cargada de molestia y antipatía. La peliazul se estremeció ante su mirada- hay algo que Obito te tiene que decir..- señalo y lo vio a los ojos.

El uchiha apretó los puños y la miro. Konan estaba jugando con el, ¿Qué opción le quedaba?

-Konan..-advirtió

-si quieres.. vuelvo después- señalo con timidez ante el ambiente hostil

-no quédate- indico ella- vamos Obito, dile lo que me acabas de decir.

Obito endureció la mirada, que otra opción le quedaba. Si bien no quería tener cerca a la temblorosa peliazul, sabía que era preparada e inteligente. No podía ir solo y encargarse de todo, tenía que tomar una decisión. Suspiro resignado y relajo sus facciones.

-dentro de unos días será una reunión, un baile formal para ser exactos. Konan no podrá asistir así que tu iras en su reemplazo.

El corazón de Hinata se detuvo, los nervios comenzaron a recorrer desde las puntas de sus pies hasta sus manos. De nuevo iba estar al lado de el.

-Konan te dirá todo lo que tienes que saber. De shisui yo me encargo..

-Si..- respondió ella y konan sonrió ganadora

-Es todo. Déjenme solo.. me dule mucho la cabeza.

-si quiere puedo traerle una aspirina-respondió presurosa la peliazul. El corazón de ella salto cuando lo vio asentir, Obito aun confiaba en ella supuso.

Ambas salieran de la oficina y Obito se recostó en su sillón- me las vas a pagar Konan..

[..]

Ya habían entrado en más de unas cuatro tiendas, Hinata ya se había dado por vencida. Era domingo, le había pedido a su querida amiga Ino que la acompañara a comprar un vestido apropiado para la gala. Konan le había explicado que era etiqueta era estrictamente formal, aunque tenía el hermoso vestido usada en su fiesta de meses atrás, no podría usar la misma pieza; se miraría mal, de muy mal gusto.

-¿Qué tal si entramos a esa tienda?- señalo Ino, la tomo de la mano y la jalo hacia una elegante tienda.

Hinata la siguió, sintiendo las falsas esperanzas de que algo le quedaría bien. Se había probado cerca de 8 vestidos, pero ninguna le convencía, estaban muy ajustados o demasiados expuestos para sus gustos. Ino siempre suspiraba cansada, por lo extenuante que era convencerla que enseñar un poco de piel no estaba mal, pero su amiga era demasiada recatada para enseñar esa hermosa delantera que tenía. Ino sabía que Hinata era hermosa, pero su belleza estaba muy dentro de ella.

-no.. no crees que muestro demasiado- sugirió Hinata con un notorio sonrojo.

-Luces muy bella- resalto Ino con un brillo en los ojos- Creo que este es el vestido correcto.

La mirada perla volvió al espejo Quizá no estaba tan mal

-Tranquila hinata, si yo llevara puesto ese vestido, te puedo asegurar que no tendría vergüenza en lucirlo- dijo y le guiño el ojo- si te sientes muy expuesta puedes usar estos guantes largos ¿no crees?

Hinata asintió y se los puso, estaba tan bien vestida que no pudo reconocerse.

Un vestido negro con tela brillante como estrellas, daba la sensación que cada lentejuela finamente colocada flotaba con el invisible tul, tenía el cuello alto que tapaba su busto, pero los hacia lucir muy bien, con los brazos desnudos y un pronunciado escote en la espalda dándole el toque de sensualidad.

-no lo sé ino- respondió sonrojada- me gustaría.. bueno.. cubrirme un poco mas

-¡kya! Escucha Hinata- la tomo de los hombros he hizo que se viera en el gran espejo frente a ella- Eres hermosa, joven y con un gran corazón. No debes pensar que eres indecente solo por lucir tu figura..¡mírate! luces muy..

-Bella

Una voz ronca conocida las hizo voltear de inmediato, Hinata se sonrojo al reconocer a la persona que estaba a pocos metros de ella y su amiga.

-¡Kakashi-san!- soltó sorprendida y muy avergonzada

-Pasaba por aquí y reconocí a una bella dama, quise pasar a saludar- soltó con coquetería

Kakashi quien había ido a comprar un traje de gala para la misma fiesta. Mientras deambulaba por la misma tienda escucho unas voces y reconoció una de ellas, se acercó guiado por su curiosidad, grande fue su sorpresa de encontrarse a la dueña de sus desvelos, vestida tan finamente que casi le hace sangrar la nariz. Hinata portaba muy bien ese vestido negro, con un aire de sensualidad e inocencia que lo atraían al pecado.

-Por cierto, Soy Hatake Kakashi- se presentó ante la joven rubia al lado de Hinata.

-Yamanaka Ino, es un placer- sonrio y le dio un leve codazo a su amiga. No sabia que Hinata tenia un pretendiente tan jodidamente guapo, hasta donde sabia ella solo tenia ojos para el amargado de su jefe.

-Yo.. bueno estábamos.- trato de explicar, abrazándose así misma ocultando su vergüenza, este acto a Kakashi le pareció adorable.

-no cree que luces muy hermosa- interrumpió y empujo un poco a su amiga

-Ino- regaño en voz baja y volvió a ver a kakashi quien le sonreía.

-Tienes razón, luce realmente hermosa- resalto viéndola a los ojos, detallando cada facción de la peliazul quien amenazaba con desmayarse de la vergüenza

-muchas gracias..- soltó con tímida voz

-Sin embargo…creo que aquello luciría muy bien en tu cuello, Ino puedes decirle que lo traían por favor

-¡por supuesto!- soltó con emoción- ya regreso

Una fina cadena de plata, hermosamente esculpida llamo su atención desde que entro en aquella tienda, por alguna razón quiso comprarla, pero no sabía porque. Sin embargo al estar delante de una sonrojada Hinata supo ese porque.

-Date la vuelta..-sugirió al tener la fina joya entre sus manos

-No es..-quiso reclamar, pero Kakashi le sonrió y no pudo decirle que no.

Hinata dio giro su cuerpo hacia el espejo, los ojos del peliplateado resbalaron por ese escote hermoso en la espalda, viendo su perfecta curvatura y su piel tan blanca, cerró los ojos y le dio la razón a shisui, era un pervertido. Hinata se alzó sus mechones peliazules y el llevo la fina joya delante de su busto y con sus manos nerviosas detrás del cuello de la chica, unió la joya. Las manos de Kakashi resbalaron con los hombros desnudos de Hinata y no de ellos llego a su espalda baja desnuda, Hinata vibro.

-Luces muy hermosa- lo volvió a decir y ella volteo a verlo. Amabas miradas se encontraron, la de ella estaba temblorosa y sus mejillas sonrojadas, la de él detallaban ese rostro angelical del cual, en ese preciso momento se dio cuenta que le interesaba más de lo que creía.

Hatake Kakashi después de muchos años, de idas y venidas se había vuelto a enamorar. Su mano quien permanecía en la espalda baja de ella, pudo sentir que vibraba a su contacto haciendo que el también vibrara internamente por ella ambos no dejaban de verse y en la mente de ella sonó una voz.

«Kakashi es un buen hombre, deberías considerar darle una oportunidad. »

Esa joya encima de su busto quedaba preciosa. El arte plasmada con un corazón tejidos por finos hilos de plata, dando la sensación como un copo de nieve era único. Además, la fina cadena brillante que lucia perfecta en el cuello de la joven.

-serás la mujer más hermosa del lugar- soltó con tanta sinceridad o quizá guiado por lo que le brotaba del techo.

En un acto atrevido, subió su mano derecha a acomodar un mechón de su cabello. Era una escena tan romántica, la mirada de él, el sonrojo parte de ella y su silencio, ese que hacía que en el ambiente brotara una sensación cálida. Los ojos de ino brillaban, había ajuntado sus manos emocionada por ver tal escena, Hinata parecía hipnotizada tanto o más como el guapo Kakashi. Tal escena romántica era digna de ser retratada, definitivamente Hinata era muy afortunada.

[…]

Todo estaba listo para llegar al hermoso distrito de Shizuoka. Hinata se había encargado de comprar los pasajes, reservar los dos días de estadías en el hotel y preparar la llegada de su jefe al lugar. Habían pactado encontrarse en el aeropuerto para abordar el avión, Hinata solía preguntarse ¿Por qué Obito no utilizaba su avión privado? Por la sencilla razón que no le gustaba estar rodeado de mucha gente, supuso que de vez en cuanto a el le gustaba ser parte del "mundo". Había alistado lo necesario para el viaje, también aquel vestido y una cosmetiquera, había tenido que comprar maquillaje ya que solo contaba con un polvo, sombras y un labial; debía tratar de maquillarse apropiadamente.

Había llegado con quince minutos de anticipación, para su sorpresa Obito ya estaba allí. Ambos se embarcaron a la cuidad poco más de una hora de Tokio. Ir en primera clase realmente era muy cómodo, para ella. Viajar con su jefe gruñón tenía sus ventajas, compraba tres pasajes ya que Obito no le gustaba sentarse con alguna persona. Hinata estaba muy contenta ya que podía disfrutar lo mejor de lo mejor del vuelo sin escalas. Todo estaba listo para que arribaran, las habitaciones que estaban prácticamente juntas, por motivos de trabajo y las reuniones que se darían.

Apenas arribaron al bello distrito de Shizuoka, tomaron la movilidad que estaba lista para recogerlos. Hinata miraba maravillada el monte Fuji que se comenzaba a ver y las hermosas aguas marinas de las carreteras, definitivamente debía dar un paseo cuando tenga tiempo libro. Muy disimuladamente, observo que Obito solo observaba su celular y lucia bastante estresado, seguro por la reunión que tendría por la noche.

Llegaron al hotel en menos de 45 minutos. Hinata dio la información necesaria para las reservaciones y ambos, con ayuda del botones se dirigieron hasta las habitaciones mas lujosas del hospedaje.

-Te quiero lista en tres horas- le ordeno antes de cerrar la puerta.

Hinata asintió y se dirigió directo a su habitación, debía estudiar a lo más mínimo la información que Konan le había entregado; desempaco lo más rápido, tomo una ducha y se dispuso a estudiar toda la información. En algún momento mientras analizaba todos los datos se preguntó por Kakashi, puesto que él también tendría que llegar para esa fiesta protocolar.

La reunión trascurrió sin contratiempo, unas cuantas de importantes firmas y el trato estaba cerrado. Óbito siempre estaba del mejor humor del mundo, cuando sus negocios iban de maravilla. Habían terminado antes de lo previsto; él se retiró a descansar, mientras que la hermosa peliazul se entretuvo haciendo algo de turismo por el lugar. Disfruto de un evento callejero, visito algunos lugares con artesanías y compro algunas cosas; miro al cielo oscuro del lugar y se fijó en su reloj.

-es algo tarde..- debía de regresar, puesto que el día siguiente seria el dichoso baile.

Llego muy deprisa al hotel, saludo con cortesía a la persona encargada y pidió su llave.

-disculpe..Hatake Kakashi ya se registró- pregunto

-aun no señorita

-ya veo, muchas gracias- se despidió con una amable sonrisa, que fue correspondida por el señor de mediana edad.

¿Cuando llegara Kakashi?, se preguntó mientras subía por el ascensor

[..]

Hinata se daba los últimos retoques en el espejo, tuvo que ver un tutorial para poder tener un maquillaje glamoroso para la fiesta; por alguna extraña razón estaba demasiado nerviosa. Sentía que su maquillaje con un ligero delineado, con sombras mate y un tenue rubor eran suficientes; se debatió mucho por soltarse el cabello, atárselo en una media cola alta, su decisión fue por ondeárselo un poco, pero su cabello fue rebelde y no obedeció a la plancha, sus puntas lisas eran difíciles de manejar, así que se resignó por llevarlo suelto. El vestido le encajaba perfecto, más aun los guantes negros hasta más allá de los codos, le daban un toque muy sensual. Hinata sonrió al colocarse la fina cadena en su pecho, sus manos llegaron hasta el dige y pensó en el buen gusto de Kakashi.

-tengo que irme..- se apresuró, tomo un pequeño bolso de mano de acuerdo a su vestimenta.

Salió raudamente de la habitación. Obito le había dicho que la esperaría en la recepción de la fiesta, puesto que el tenía que atender una reunión previa con un accionista. Se colocó su abrigo y salió del edificio. Las miradas atrevidas pasaron desapercibidas por ella, ya que iba de prisa.

[..]

La fiesta ya había empezado, Obito no se comportaba como el invitado de honor que era. Apenas llego se apartó de la gente falsa y aduladora, agradeció a la vida por encontrarse con Kakashi en el lugar. Él muy cretino había ido exclusivamente a la fiesta.

-¿Cómo ha ido todo por aquí?-pregunto el peli plateado

-Lo mismo de siempre..- bufo el, mientras tomaba un trago.

-¿Dónde esta Hinata?- pregunto presuroso

La vista del joven Hatake fue en búsqueda de la peliazul, pero no lo hallo y eso lo decepciono. Ya había enviado su equipaje al hotel, porque había llegado un poco tarde a la reunión.

-¿tan temprano?-se burló- Por dios Kakashi, ya cálmate con esa niña- se volvió a burlar.

-No entenderías nada querido Obito. Estoy seguro que será la mujer más bella en el lugar.

-Tsk.. Como sea, tampoco es asunto mío, mientras haga bien su trabajo.

Hubo unos murmullos de algunos hombres, Obito quien miraba de lado a Kakashi lo vio un poco sonrojada y demasiado sonriente.

-¿Qué tanto miras.?- le cuestiono un poco fastidiado, al ver que su amigo prestaba atención a algo en particular-¡hey!¿A dónde vas?- le cuestiono al ver que había dejado su lugar junto a la barra

Entonces el desinteresado Uchiha volteo. Vio que su querido amigo había ido al recibimiento de un bella dama, quien no pudo notar, de quien se trataba puesto que Kakashi se lo impedía. Kakashi se apartó extendiéndole el brazo a la hermosa mujer y óbito al fin pudo observar de quien se trataba.

Su mirada profunda se clavó en la bella mujer peliazul, que pendía del brazo de Kakashi. Fue quizá la primera vez que la detallaba por completo. Ese vestido negro que portaba, los guantes y accesorios eran perfectos. No la dejo de ver por alguna razón, trago disimuladamente y no pudo dejar de ver su sonrisa, aquella que era arrancada por lo que decía su querido amigo. Entonces, solo entonces vio que esa niña que estaba en la oficina y la mujer a pocos metros de el eran la misma persona. Estaba sorprendido, más que eso, anonadado. Nunca había quedado tan deslumbrado con la belleza de una mujer, que con la de Hinata Hyuga.

-Buena..Buenas noches Uchiha-sama- saludo sonrojada

Al escuchar su tierna voz, solo fue otra prueba más que eran la misma persona.

-llegas tarde- soltó. Aun así su mirada siguió detallando cada curva de la mujer que estaba delante de él. Hinata tenía muchos encantos ocultos, pensó. Luego se reprimió ya que pensó que estaba actuando igual que Kakashi.

-lo siento

-no le hagas caso Hinata- dijo kakashi- te parece si te invito un bocadillo

-claro

-espérame aquí, ahora vuelvo- Kakashi había notado el exceso de miradas hacia ella, queriendo evitarle un momento incomodo la dejo con Obito, creyendo que estaría mejor allí puesto que las personas presentes, no se atrevían a mirarlo.

Obito volvió a sorber su trago, mientras lo hacía observo el pronunciado escote en la espalda de la Hyuga. Esa curvatura era demasiada sensual, acompañado de su piel tersa. Sacudió la cabeza, no debía comportarse así. Hinata no había notado esas miradas atrevidas de su jefe, ella inocentemente apretaba su bolso y miraba al frente sin sospechar que cierta mirada negra había caído hasta su trasero.

-¿Cómo la está pasando?-pregunto y volteo a verlo

Hinata se sorprendió cuando encontró la mirada de Obito en una extraña dirección, el la desvió con frialdad temiendo ser descubierto.

-Nada importante-soltó, se regañó internamente por estar observándola demás.

Hinata se mordió el labio, estaba algo decepcionada. Si bien sabía que debía ir bien vestida, esperaba dar una buena impresión al dueño de sus pensamientos, pero lejos de eso Obito evitaba mirarla.

«¿Acaso luciré mal? »

-espero que te guste- Kakashi aparecía con un pequeño plato, lleno de delicias culinarias y Hinata agradeció.

No paso mucho para que las luces se apagaran y el anfitrión de la fiesta hiciera su aparición, a Obito le dolía su cabeza por estar rodeado de tanta falsedad, sonrió con ironía al ver a Kakashi hablarle al oído a Hinata, colocando su mano en la espalda baja de la chica, poniéndola muy nerviosa. Un discurso que duro poco más de media hora, la presentación en sociedad del heredero y otras formalidades formaron parte de la noche. Luego se dio pase a la primera pieza de la noche.

-¡diablos!- renegó- es una llamada importante, ya vuelvo Hinata- soltó kakashi y se apresuró a ir a un lugar silencioso, para poder hablar.

Hinata asintió, se sintió muy contenta de tener al lado a Kakashi, la había hecho sentir bien y a gusto. Su mirada de vez en cuando viajaba a óbito, quien parecía importarle poco y rogaba por irse. Ella se arrepintió mucho d haberle confesado sus sentimientos, quizá sería diferente y pudieran entablar una conversación normal. Los ojos perlas vio como las damas del lugar eran tomadas de la mano, para luego ir a bailar la música suave. Hinata apretó su pequeño bolso, se sintió tan fuera de lugar hasta que..

Una mano extendida fuera de lugar, la sorprendió. Sus ojos perlas se abrieron enormemente cuando vio de quien se trataba, se sonrojo de inmediato. Él no sabía si estaba haciendo lo correcta, quizá fue por el impulso de no quedar como un idiota mientras otros bailaban o por lo incomoda que ella estaba, por eso extendió su mano y desvió la mirada. Hinata sonrió y acepto, dejo su pequeño bolso en la mesa y siguió a óbito hasta la gran pista.

La música de piano y violín eran perfectas para esa gala tan sofisticada. Obito con toda la galantería guardada la acerco hasta su cuerpo, el corazón de ella se detuvo un segundo. El tiempo se detuvo cuando, su mano derecha cayo hasta la piel de su espalda y se erizo con su contacto, Hinata desvió la mirada, tratando de ocultar el sonrojo que adornaba su rostro. La otra mano de óbito, tomo la mano libre de ella y la elevo. Hinata se sentía como si flotara, lo sintió así cuando el bajo su mirada negra hasta la suya. Había pasado tanto tiempo para el volteara a verla y ahora lo tenía tan cerca, con su aliento rozando su nariz. Su corazón comenzó a palpitar lentamente, en cada elegante paso que daba con él, Obito era un excelente bailarín. A pesar de lo neurótico y soberbio que era, se comportaba como aquellos príncipes descritos por los libros o actuados por las películas, con su porte, elegancia y postura. Allí, tan junto a él se dio cuenta que estaba muy enamorada. Se había enamorado de su jefe, de aquel hombre con quien bailaba en la pista. Ni siquiera estando tan cerca de Kakashi, podría causarle todo lo que sentía en ese momento, al estar con Obito.

Él por su parte se sintió diferente, quizá extrañado por las sensaciones que despertaba en Hinata. Se obligó mantenerse sereno al sentir como la piel de ella se erizaba a su contacto, al sentir el latir de su corazón junto al suyo, también ignorar lo sonrojada que estaba Hinata, pero había algo que le molestaba, tenía que dejarlo pasar puesto que estaban bailando, debía ignorar esa mirada brillante de ella, debía de hacerlo.

Ninguno de los dos supo cuánto duro la pieza, tampoco pudieron sentir la cantidad de miradas puestos en ellos, por alguna extraña razón ambos se sentían solos en aquel gran salón. Hinata también era elegante al bailar, manteniendo la postura digna de una dama y el la de un caballero. La música termino, ambos se detuvieron, pero sus cuerpos se mantuvieron aun juntos, la mano de el no bajaba de su espalda baja y no dejaban de mirarse a los ojos. Ella pudo notar que la mirada de Obito había cambiado, incluso juro que el observaba sus labios como si..

Sus miradas aún seguían conectadas, intercambiando mensajes que solo ellos sabían. Hinata era tan cálida y no era por su piel, era por esa belleza interior que el noto en ese momento. Lamentablemente, no sería fácil, para ninguno, ya que el destino le tenía preparado algo doloroso. Obito sintió una mirada sobre él, pestaño un poco al darse cuenta de esa sensación extraña, volteo a ver que era y su rostro de descompuso.

-¿pasa algo?-pregunto ella con inocencia

Habían bailado una hermosa pieza, incluso pudo compartir una larga mirada, pero todo cambio en cuestión de segundos. Obito tenía los ojos abiertos enormemente, el ceño fruncido y se sorprendió al ver que había empuñado sus manos y estas temblaban. Hinata miro hasta donde el miraba, entonces lo noto..

Una mujer mayor, castaña y de ojos brillantes marrones.

«¿Quién era? »

Aquella mujer miraba con ensoñación a Obito, quizá con un poco de emoción, Hinata volvió a ver Obito quien se había quedado estático y comenzaba a respirar irritado. La mujer extraña dio el primer paso y el Uchiha se fue furioso. Hinata no entendía que estaba pasando, pero él se marchó efusivamente y aquella extraña lo siguió. La pista comenzó a despejarse, Hinata también quien no entendía que estaba pasando. Su mirada volvió a buscar a óbito quien había llegado a la barra por un trago, pero no duro mucho ya que la mujer lo había seguido hasta allí, el se fue rápidamente, como si no quisiera hablarle. Ella parecía nerviosa e incluso triste.

-¿de quién se tratara?- se cuestionó, pero un extraño presentimiento se anido en su pecho.

-lo siento..- Kakashi hacia su aparición muy preocupado-¿Dónde está Obito?-pregunto

-se acaba de ir- respondió- Kakashi-san..

-Si..

-no nada..- se arrepintió, no quería quedar como una entrometida.

-¿Qué pasa?- le cuestionó

-Había una mujer..que creo que estaba buscando a Uchiha-sama-su voz sonó preocupada, demasiado al ver el estado descompuesto del Uchiha.

Kakashi suspiro pesadamente, sabia de quien se trataba.

-ella es la ex-prometida de Obito-solto con pesar

Los ojos de Hinata se abrieron enormemente, separo los labios de lo sorprendida que estaba.

-no puede ser..pero Uchiha-sama no..

-Déjalos- interrumpió- ellos necesitan aclarar muchas cosas. He de suponer que conoces algunos aspectos de la vida de Obito- adivino

Hinata asintió tímidamente sintiéndose descubierta. Kakashi durante muchos años se sintió culpable por el fracaso de la relación de su amigo. Los años pasaron, rin lo contacto para preguntarle cómo estaba. Al principio el dudo mucho en contestarle, por todo lo que había pasado: la boda fallida, la rehabilitación de Obito entre cosas, pero el peliplateado no era rencoroso. Cuando los años pasaron, kakashi sintió un sincero arremetimiento de parte de ella, jamás hablo con Obito sobre eso. Rin iba a regresar a Japón y lo primero que le pidió a Kakashi fue una reunión con Obito, no iba se fácil puesto que el tiempo con el hombre más rico de Japon, era muy limitado y menos si se trataba de ella. El mundo es muy pequeño, Rin tenía más amigos en común de los que Obito conocía, también fue invitada en aquella fiesta, llamo a kakashi para insistirle esa reunión con el uchiha, grande fue para ambos darse cuenta que estaban en el mismo lugar.

-¿quieres bailar?-pregunto. Hinata seguía preocupada, su corazón dolió mucho al saber que aquella mujer por la quien Obito sufrió mucho, había vuelto- quiero bailar con la mujer más hermosa de la fiesta- se refirió. Hinata trato de sonreír y acepto bailar, pero su mirada seguía puesta en el pasillo donde ambos desaparecieron.

[..]

-ha.. ha pasado tiempo..- soltó la castaña con tanto dolor, sus ojos picaban y sus manos no dejaban de temblar.

Había seguido a Obito hasta el final del pasillo, se sintió estúpido cuando se vio que huia de ella. ¿huir por qué?, si la que fallo fue ella.

Él no respondió y bebió un poco de su vaso.

-no sé por dónde empezar..-sonrió, estaba a punto de llorar

Rin no podía verlo a la cara, pero si sentía que aquel dulce chico que dejo hace siete años, no era el mismo quien estaba frente a ella. Podía sentir su odio, le dolió tanto no poder sentir el cálido amor que el desprendía.

-¿Cómo has..

-¿Qué demonios quieres?-interrumpió y la miro con hostilidad.

Ella llevo su temblorosa mirada hacia él, le dolió tanto y sus ojos comenzaron a cristalizarse.

-yo.. solo..yo solo..- tenía que sacar valor. Sabía que Obito ya no era el mismo, Kakashi se había encargado de explicárselo, enfrento su mirada. La intimido- solo quería saber como estabas..-soltó con voz suave..

El sonrió con ironía. ¿Qué cómo estaba? hecho una mierda después que ella lo dejo.

-bien- respondió seco e intimidante- ahora ya lo sabes, me largo- gruño

Quiso pasarla de lado, pero Rin lo sujeto del brazo. Su contacto lo quemo y se soltó con brusquedad.

- ha pasado tiempo..-dijo y empezó a llorar.

Sus lágrimas fueron indiferentes para el uchiha.

-solo siete años..-respondió- porque no terminamos con esta patética escena y me dices que demonios quieres.. rin

Ella se sorprendió. Sabía que Obito no la iba a recibir con los brazos abiertos, pero jamás se imaginó tanta hostilidad de su parte. Su nombre fue pronunciado como cualquier basura. Rin se mordió el labio, guardo silencio y Obito se asqueo. Le volvió a dar la espalda, ahora si dispuesto a irse.

-¡perdóname!-grito ella y él se detuvo pero no volteo a verla- ¡era muy joven.. no sabía la magnitud de lo que estaba haciendo!.. yo pensé- comenzó a hipear- yo confundí la intensa ilusión que tenía con Kakashi.. con amor. No niego que estaba enamorada de el, incluso estuve solo contigo para olvidarlo, pero..

Obito apretó los puños, estaba furioso con ella, con el por permanecer allí como idiota escuchando una historia que ya conocía.

-Obito yo he estado pensando en ti todos estos años- soltó con una amarga lagrima

-¿tan importante te crees?- sonrió y volteo a verla con desprecio- te equivocas, no estuve pesando en ti. ¡mírame! Me he convertido en todo lo que siempre quise, rico.. poderoso, tengo el mundo a mis pies. Y no, no estuve pensando en ti..

-sé que estas molesto..-sonrió y se quebró- tengo que explicar..

-¡que tienes que explicar!.. de tu cobardía. no tengo tiempo para escuchar estupideces

-Yo..-trato de explicar

-¡PIENSAS QUE ME IMPORTA, CUANDO TE LARGASTE DE MI VIDA HACE MAS DE SIETE AÑOS!- le grito sin temor a ser escuchado. Rin se intimido, nunca óbito le había gritado de tal forma

¿Dónde estaba aquel dulce chico?¿dónde estaba aquel brillo? Se preguntó. Su corazón dolió mucho al verlo respirar lentamente, con los puños cerrados e incluso juro que quería golpearla. Óbito se estaba conteniendo, se dio la vuelta queriendo irse.

-Después de aquel día..- se refirió al día de su boda- aquel día marco mi vida… cuando no fui algo dentro de mi se rompió- dijo quebrada- no deje de pensar en ti estos últimos años. Al pasar el tiempo solo pude confirmar una cosa… que me enamore de ti.. – sus lágrimas resbalaron amargamente- me enamore de ti…. De ti… no tuve el valor para regresar antes, porque tenía miedo..Obito yo te amo.. quizá no lo hice al principio, pero luego si.. nuestro amor se construyó desde cero.. yo estaba confundida con mis sentimientos, pero al pasar los años en la única persona que pensaba era en ti.. y no en Kakashi. Solo en ti.. por favor perdóname- volvió rogar

Obito estaba demasiado tenso, volteo lentamente. Rin estaba desesperada, con el rostro bañado en lágrimas y una respiración desigual, se sintió pequeña e insignificante ante la presencia de Obito, quien la miraba con un desdén e indiferencia que nunca imagino.

-Mhp..- sonrió de lado- ¿perdonarte?..-ironizo

Obito cegado por el dolor tiro el vaso que tenía en las manos, estrellándolo con fuerza desmedida contra la pared, haciéndolo añicos. El corazón de rin se detuvo y el miedo recorrió cuando la mirada llena de odio cayo en ella.

-Allí tienes tu maldito perdón- soltó con furia y se fue dejándola quebrada en el pasillo.

Rin se asustó aún más, cuando vio que Obito tiraba todo lo que estaba a su paso, nunca lo había visto tan desencajado, se sintió culpable.

¿Cómo se atrevía a regresar después de tanto años?¿amor?, debía ser una puta broma. Su vida casi se va a la mierda por culpa de ella, simplemente se aparecía siete años después y creía que iba a arreglar las cosas con un simple perdón.

Obito salió de la gala hecho una furia, salió intempestivamente incluso haciendo a un lado a quien se le atravesaban.

Hinata detuvo el baile, al ver a Obito salir tan efusivamente.

-Uchiha-sama ya se va- le dijo Kakashi en tono preocupado.

El peliplateado suspiro, al parecer esa conversación no había salido nada bien.

-lo siento Kakashi-san- soltó y se alejó un poco- no ha llevado su abrigo, no vaya ser que cometa una locura- sonó demasiado preocupado

-déjalo- la detuvo y hablo con seriedad- Déjalo solo, cuando está furioso es mejor dejarlo solo- sugirió, lo conocía suficiente para saber que cuando él estaba en ese estado, podría hacer mucho daño

Hinata se detuvo un momento a pensar en las palabras de Kakashi, volvió a ver dónde él se fue, su corazón dolió, debía buscarlo.

-lo siento.- se soltó de su agarre y salió de la pista

La mano de Kakashi se quedó en el aire unos minutos, frunció el ceño al reconer un extraño pinchazo en el pecho.

Hinata salió rápidamente, lamentablemente no encontró a su jefe. Le pregunto al botones si Obito se había llevado su coche y este le dijo que si. Al parecer el muchacho estaba un poco asustado, Obito no había sido nada gentil con él. Con el abrigo del Uchiha en la mano, se pregunto

-¿Dónde estas..?

[..]

Las horas trascurrieron rápido, inocentemente creyó que el regresaría al hotel, pregunto al encargado quien le había dicho que no había registrado su regreso, suspiro preocupado creyendo lo peor. Quiso salir a buscarlo, pero ya era de noche y conocía muy poco del lugar. Entro a su habitación deseando cambiarse y darse un baño, pero todo lo planeado quedo en segundo plano cuando vio la hora.

-ya son las 12

Obito no había regresado.

No lejos de aquel lujoso hotel, en la parte más turbia de la cuidad se encontraba el Uchiha, bebiendo quizá su quinta copa del licor más fuerte del bar.

-Quiero otro- bufo

El encargado, ya le había dicho que había bebido demasiado, pero se intimido ante una sola mirada del desencajado Obito.

«Yo me enamore de Ti »

Sonrió burlándose de la patética escena, ¿amarlo?, no ella no lo amaba.

-¿Por qué mierda regresaste?- se dijo mientras seguía bebiendo

Su cabeza dolía demasiado. Hacía mucho tiempo que no la había visto y ella tan solo regresa, pidiendo perdón como si nada hubiera pasado.

-Tsk..

Se regañó a si mismo, al resaltar que ella lucia tan hermosa, como la última vez que la vio. Ese vestido blanco la hacía resaltar, parecía un ángel. Si uno que le había hecho mucho daño y lo había convertido en el hombre implacable que era.

-Quiero otro..- pidió al encargado, lo vio suspirar y servirle con incomodidad.

-Uchiha Obito

Un voz ronca lo saco de sus cavilaciones, sin muchos ánimos volteo a ver de quien se trataba. El hombre con cabello plata peinado hacia atrás, con ojos morados y sonrisa maliciosa.

-Tsk..- chasqueo la lengua al verlo.

-Ha pasado tanto tiempo, ¿Qué hace el muy pudiente hombre de negocios en una pocilga como esta?-soltó y se burlo

Obito no contesto, siguió bebiendo. Ver aquel hampón solo le recordaba sus peores días, luego de aquella estúpida boda.

-No me digas que piensas regresar- se burló- ¿quieres probar algo nuevo?... o ¿quieres volver a nuestras negociones?

Hidan conocía más que nadie el pasado turbio de óbito y todas las porquerías que había hecho, las cuales que ni siquiera konan sabía.

-Cierra la boca- advirtió- tu y yo no somos lo mismo- soltó muy molesto, Hidan estaba llevándolo al límite con sus insinuaciones- quiero otro..-deslizo su vaso en la barra, para que le sirvan.

El intimidante hombre lo miraba con desprecio ¿Quién se creía el hombre bien vestido?, si habían hecho tanto daño. No, definitivamente un simple arrepentimiento no cambiaba nada de todo lo que había hecho, le tendría que recordar quien era realmente este tipejo. Obito se distrajo, hidan deposito una pequeña pero potente pastilla en su vaso, lo vio beber todo el líquido de un solo bocado y comenzó a reírse.

-¿De qué demonios te ríes?- bufo el, al dejar el vaso en la mesa

-de ti- respondió y lo miro burla- espero que te haga volar..

-¿Qué demonios me diste?- lo tomo del cuello de la gabardina, intuyendo que se había tomado alguna droga

Hidan no dejaba de burlarse, Obito se desencajo aún más sabiendo que había tomado alguna cosa. Sonrió al recordar que el uchiha tiempo atrás, lo buscaba por una dosis cada noche experimentando lo más fuertes y experimentales vicios.

-Eres un.- estuvo a punto de darle un puñetazo por su silencio, pero Hidan lo lanzo lejos con una simple patada. Obito estaba demasiado ebrio

-¿Qué no somos iguales?- su tono salió irónico, burlesco- tu y yo somos la misma mierda, solo que yo tengo la valentía de aceptarlo.. en cambio tú.. tu mi queridísimo óbito juegas al hombre pulcro y exitoso… pero nada de lo hagas o lo que intentes aparentar podrá borrar toda la mierda que hicimos en el pasado..¿ya no lo recuerdas?.. Tobi..

Obito respiro profundo, se balazo sobre hHdan tomándolo desde la cintura y ambos cayeron sobre una mesa continua. Ambos se estaban rompiendo la cara, Obito quizá era más fuerte que hidan, pero el dolor y el alcohol en su sangre fueron los culpables de recibir algunos fuertes golpes en su rostro, otras patadas en su abdomen. Los demás ebrios del bar trataron de separarlo, pero la fuerza descomunal de ambos se lo impidió.

El Uchiha odiaba que lo llamaran Tobi, odiaba ese seudónimo que le colocaron al entrar a cierta organización dedicada al vandalismo, robo e incluso asesinatos. Obito fue testigo de más de una muerte delante suyo, tenía que ser cómplice para obtener aquellas drogas que lo hacían olvidar. Fue asi, durante mucho tiempo, pero se cansó de tanta maldad. Quería olvidar, quería dejar atrás ese pasado turbio que lo avergonzaba. La sirena de la policía comenzaba a oírse y ambos seguían matándose a golpes.

[..]

Cerca de las 1 y 15 de la mañana un estruendoso sonido se escuchó al cuarto de a lado, Hinata se despertó casi de inmediato, aun no se había cambiado y seguía vestido de gala, solo había podido quitar el maquillaje. Obito había llegado. Hinata se mordió el labio, aun sostenía el abrigo del Uchiha debatiéndose si iba o no, ya era muy tarde y tampoco era apropiado que fuera. Una extraña sensación le decía que no fuera, pero su corazón pudo más y sosteniendo el fino abrigo salió de su habitación. Su corazón latía muy fuerte, estuvo a punto de tocar pero en la manija algo llamo su atención.

Sus dedos delgados tomaron el pomo de la puerta, el miedo recorio su cuerpo al notar sangre. Giro la perilla, agradeció a todas las deidades que no había cerrado la puerta. Su silueta se asomó tímida, la habitación era enorme, se aproximó hacia donde creyó que estaba la habitación.

-¿Qué estás haciendo aquí?

Esa voz ronca la respingo, la luna llena entraba de lleno por el gran ventanal que mantenía iluminado la oscura habitación. Hinata giro hacia donde provenía aquella voz, Obito estaba sentado en un pequeño sillón en la oscuridad, por eso no lo vio. El Uchiha se puso de pie, dejando el vaso a medio tomar de brandi sobre la mesita de noche que estaba al lado.

-yo solo vine a entregarle su abrigo- dijo con timidez

Obito avanzo unos pasos, quedando delante de ella. Hinata se sorprendió demasiado al ver, su ceja y labio rotos, con algunos moretones en su rostro.

-¿Qué le paso?-pregunto muy preocupada

El sonrió- nada que sea tu asunto- respondió seco, sonrió muy adentro al darse cuenta que ella seguía vestida con la ropa de gala, seguro lo había estado esperando.

-sus heridas pueden infectarse.. déjeme curarlo- pidió con suavidad.

Obito se acercó más a ella, tanto como su apegara sutilmente su grande y fuerte figura; como acechándola, poniéndola muy nerviosa. Hinata tembló y apretó el agarre del abrigo que uan tenía. Los ojos negros detallaron ese rostro bajo la luz de luna, se vio en los ojos brillantes de ella.

-déjeme curarlo- volvió a pedir.

¿Qué le había pasado a obito?. No solo podía ver su atractivo rostro maltratado, también dolor en la profundidad de sus negros ojos.

-¿Por qué…?¿porque te importa tanto?- pregunto queriendo tener una respuesta razonable.

HInata desvió la mirada un poco sonrojada, ella no debería estar allí, pero quizá se dio valor por las copas de vino que había bebido en su habitación. Reconoció aquella punzada como celos en su pecho, no quería que Obito estuviera con aquella mujer. Le dolería mucho. La temblorosa peliazul volvió a verlo, sus ojos temblaban y su corazón latía acelerado, por segunda vez en aquella noche volvió a sentir que Obito observaba su rostro.

-¿Por qué..?-pregunto el

Hinata no entendió, tampoco porque óbito la miraba con tanto dolor. Parecía que él se desgarraba por dentro. Ella separo los labios cuando sintió el tacto tibio del Uchiha sobre su mejilla, la mirada negra se unió a la mirada violácea.

-¿Por qué me miras así?- pregunto con pena o quizá curiosidad- porque me miras como la primera vez… porque me miras esperando que yo sea una mejor persona- soltó con sinceridad desde el fondo de su corazón.

Allí estando junto a ella, bajo la intimidad de la noche y la luna pudo darse cuenta de porque odiaba esa mirada perla. Porque aquella temblorosa y brillante mirada le recordaban aquel muchacho enamorado de tiempo atrás, de aquel joven lleno de vida y esperanza de ser amado. Hinata lo miraba como el miraba a Rin tiempo atrás, por eso odiaba como lo miraba; con tanto amor y esperanza.

La mirada negra detallo sus ojos grandes, reconoció como bonitos ese color ausente de sus ojos, sus finas cejas, su perfil perfecto y finalmente llegaron a sus temblorosos labios. Uno de sus dedos llego sutilmente acariciando la comisura de sus labios, entonces se acercó poco a poco.

Hinata no podía reaccionar, solo disfrutaba la caricia en su rostro y su tacto tibio sobre su piel. Parecía que estuviera soñando, lo vio inclinarse y sus ojos picaban mucho quizá por felicidad, podía sentir el cálido aliento de el en su rostro, cerró los ojos esperando ser..

-no deberías estar aquí..- soltó a milímetros de su boca

Hinata abrió los ojos decepcionada, Obito aún no se había apartado, sus labios estaban a nada de unirse. Él se apartó y le quito su abrigo.

«¿Qué demonios estaba a punto de hacer? »

Se dio la vuelta, quizá queriendo darle fin al extraño encuentro. Ya había tenido mucho por la noche, primero rin, luego Hidan quien le recordó la mierda que había sido, la persecución de la policía del que había salido y ahora Hinata.

-¿Por qué..?-pregunto ella y él se detuvo- ¿Por qué teme ser amado?

A Obito se le removió el estómago al escucharla, no quería gritarle, pero Hinata no ayudaba.

-Aléjate Hinata- advirtió- puedo hacerte mucho daño.. más de lo imaginas- soltó y volteo de lado. Ambos seguían iluminados por la luna que entraba por la ventana- no soy una buena persona..

Podía reconocer la bondad de ella, quizá al principio no le importaba si la dañaba, pero ahora si. Él no quería ser como rin, no quería ilusionarla y luego que se estrellara contra la cruda realidad. Sabría lo difícil que seria, sobre todo para ella.

-Eso no es cierto- solo y se acercó- usted no es malo.. es una buena persona, ayuda a las persona que ama. Además yo.. yo..

Obito frunció el ceño. Hinata estaba muy nerviosa, lo supo cuando la vio jugar con sus dedos y morderse un labio.

-porque yo me enamore de un hombre bueno..- dijo con timidez, sinceridad quizá creyendo que sus palabras podrían aliviar la conciencia del Uchiha.

Hinata se acercó, se puso de puntilla y rozo sus labios con los de el. Una amarga lagrima rodo por su mejilla. No quería que él se sintiera así.

¿Por qué..? ¿Por qué esa inocente y tonta niña lo besaba una vez más? ¿Por qué sus besos eran cálidos y le hacían sentir un extraño sentimiento dentro de el?

El abrigo cayo de sus manos, sus brazos fuertes rodearon la pequeña cintura de la Hyuga. La peliazul rodeo con sus brazos su cuello y su corazón se aceleró cuando sintió que Obito le correspondía. Los minutos se hicieron eternos, de un simple beso pasaron a un profundo lleno dolor, Obito inconscientemente había obligado a Hinata a abrir más la boca, para devorarle los labios mientras sus manos arrugaban el hermoso vestido que traía. Sus hábiles manos recorrían cada curva en su espalda, hasta llegar al trasero de ella. La piel de ambos comenzó arder, se separaron por la falta de aire. Hinata tenía la mirada llorosa llena de sentimientos, mientras que la de el era profunda y confundida.

-será mejor que te vayas..- dijo, pero no la solto de sus brazos.

El corazón de ella dolió. ¿porque? ¿porque óbito la besaba de esa forma y luego le pedía que se fuera? Sus miradas seguían conectadas. Ella solo quería que sus heridas de amor sanaran, quería curar con su amor aquella ruptura pasada.

-no.. no quiero que estés triste- su voz olvido la formalidad, el ambiente íntimo se lo permitió

-¿porque?-volvió a cuestionar, quizá creyendo que lo que sentía Hinata no era tan fuerte.

-Porque yo lo amo.- sus ojos se volvieron más brillantes cuando lo dijo.

Aquella mirada perla lo traspaso, pudo palpar por primera vez el amor de esa tonta niña. Entonces la beso, la beso sin importarle si Kakashi estaba enamorado de ella, la beso sin importarle si la dañaría o no. Eso no importaba. Ella correspondió con la misma intensidad y sus manos fueron hasta la cabellera de el.

La amistad de años y la lealtad había quedado afuera. Kakashi había quedado fuera de la ecuación, Hinata no lo quería, lo supo fehacientemente cuando sintió que ella vibraba a su contacto, lo supo cuando pudo sentir la pasión de ella hacia a el, lo supo cuando sus manos se colaron baso el vestido tocando una de sus nalgas. Hinata estaba muy enamorada y no era de kakashi.

El mundo y la vida eran tan complicados. Tiempo atrás, él estaba enamorado de una chica que amaba a su amigo, pero kakashi respeto su amistad más que el amor de rin, pero él no era Kakashi y Hinata tampoco era rin. En esa noche tenía entre sus brazos, a la mujer que su amigo amaba.

-Obito..-gimió cuando él fue a devorar su cuello

Hinata se estremeció ante el aliento tibio del Uchiha, tembló entre sus brazos. Ninguno de los supo cuando se dirigieron a la cama, Obito cayó encima de ella y siguió devorándole los labios. Estaban yendo muy rápido, no debería ser así. Él pudor llego a ella cuando sintió que Obito comenzaba a deslizarle el cierre, dejando ver su braga color oscuro.

-Espere..- solto mientras que el seguía devorando su cuello, ella busco apartarlo, pero no pudo- por favor..-pidió

Las manos de óbito se habían colado bajo las bragas de la chica y sus manos buscaban tocar esos enormes senos que comenzaban a sobresalirse, pero…

-¿Qué te pasa?-pregunto el y se apartó. Abrió los ojos enormemente, delante suyo estaba una temblorosa Hinata, llorosa y no podía darle la cara. La vio morderse el labio, quizá para que no escuchara su llanto.

Si, Hinata quería hacer el amor con él, pero no así.

-¿estas temblando?-pregunto y unas de sus manos llegaron hasta mejilla, el Uchiha hizo verla y su mirada llorosa pero llena de amor, llego hasta él.

Era un maldito bastardo, Hinata le estaba permitiendo tomarla, pero el no se estaba comportando como debía. Era normal, antes de él, había pasado mucho desde que había sido tan intimidad con un hombre.

-yo nunca..- trato de decir y dejo de verlo. Su voz suave lo conmovió, Hinata era la chica más tierna que había conocido- no estoy segura de lo que estoy haciendo..- se sincero

Obito la tomo de la barbilla, quería que lo viera- tampoco yo..-la beso

Esta vez fue suave, sus labios trataban de no apresurar el momento, que su endurecido miembro pedía. La ayudo a ponerse de pie, la seguía besando y el cuerpo de ella comenzó una vez más a calentarse. Deslizo el cierre de su vestido hasta el límite, sus manos subieron hasta el cuello de ella y desataron el nudo que estaba en su cuello, el hermoso vestido cayo hasta sus pies igual que aquel collar que adornaba su ropa. Los senos de Hinata se vieron perfectamente redondos y jugosos, trato de ignorar su pudor, quizá fue el alcohol o el hecho que estaba a punto de ser el amor con Obito. Sus besos húmedos llegaron hasta su cuello, ella cerro los ojos, quería sentirlo.

Nunca olvidaría el aroma del cuerpo de ella, una mezcla de canela y miel. Su nariz inspiro profundo, reconociendo una vez más lo que ella le provocaba. Comenzó a desabotonarse la cabeza, cayó al piso. Las temblorosas manos, pudieron sentir por primera vez el cuerpo fuerte y fornido del uchiha. Sus labios volvieron a encontrarse, óbito se aflojo la correa y deslizo la bragueta quedando solo con el bóxer de una costosa marca y la volteo.

Hinata jadeaba, los labios de Uchiha no dejaban de comer su cuello desde atrás, se juntaron lo más posible sintiendo que los cuerpos de ambos ardían. Un pequeño dolor de cabeza se hizo presente en él, pero lo dejo pasar, estaba demasiado excitado para pensar en otra cosa. Sus manos comenzaron a amasar ambos senos, coloco convenientemente su dureza junto al trasero de Hinata, quería que sintiera lo duro qu estaba.

-mmm.. ahh- gimió

Las manos del uchiha no dejaban de moverse por cada curvas, desde sus proporcionados senos, su abdomen plano y bajo hasta esa parte intima. Ella jadeo fuerte, Obito disfruto mucho saber que ella ya estaba húmeda y lista para recibirlo. la volvió a voltear y la beso. Con cuidado la tumbo en la cama, ella lo noto y un calor bonito inundo su pecho

«Él es tierno»

Siguió siéndola de el. Deslizo las bragas que aún seguían en la chica, tirándola a un lado de la habitación. Hinata pudo sentir su dureza encima de la suya, aún no había sido liberada. No paso mucho para que lo supiera. Obito se detuvo un momento a acariciarle el rostro, menguando un poco la pasión que los embargaba. Las miradas de ambos se juntaron en una misma línea, los de ella eran brillantes y el estaba confundido. La beso despacio y ella se relajó más aun por ese acto de compasión. Las manos de Uchiha que ansiaban adentrarse en la intimidad de la peliazul, se dedicaron a tocar ese botón rosado, lo dejo un momento al sentirlo tenso, puesto que en dos movimientos Hinata se correría y no quería eso. Sus besos húmedos viajaron de sus labios a su mejilla, de estas hasta su cuello resbalando hasta sus senos adornados con esos pezones rosados, ella gimió fuerte cuando el empezó a mamar uno y apretar el otro. Abrió sus piernas casi por instinto y él se metió de entro de ellas.

-¡ah!¡obito!- el sonrió. Era la primera vez que lo llamaba por su nombre, siguió comiendo de ella, observando como su piel brillaba por el sudor de ambos y la habitación se llenaba con el olor a sexo de ambos amantes.

El dolor de cabeza allí estaba una vez más, lo hizo gruñir, pero siguió en ese acto de lujuria. Quería probarla, sus besos cálidos llegaron hasta la intimidad de ella, Hinata arqueo la espalda, acto que encontró muy sensual, cuando el comenzó a besarle como acaba de besar sus labios. Hinata rodeo con sus piernas la cabeza del uchiha, experimentado el placer ardiente de su rasposa lengua en los pliegues de su intimidad, las manos del Uchiha llegaron hasta los senos de la excitada chica. Le excitaba demasiado escucharla gemir su nombre, no se contuvo y fue a devorarle los labios. Hinata tomos sus mejilla mientras la besaba, pudo sentir la dureza expuesta del Uchiha encima de su humedecido sexo, pero..

-¡ahg mierda!- se quejó el

Hinata quien aún jadeaba, se sorprendió cuando lo vio tomarse la cabeza. Algo le pasaba a Obito.

-¿Qué te pasa?- pregunto ella

-me duele la cabeza..- se quejo- todo me da vueltas..

Obito

Obito

Los efectos de aquella potente droga comenzaban a pasarle factura, su visión se nublo y la voz de la chica parecía lejana. De pronto los sonidos se alejaron y extraños fragmentos llegaron a su mente, aquellos que le causaban tanto dolor, pestañeo varias veces tratando de volver a la realidad, pero..

-¡obito..Obito ¿estas bien?!- dijo la preocupada. Desee hace eternos minutos óbito estaba quejándose de dolor, se había recostado en la cama y doblaba de dolor punzante en la cabeza.

Lo vio recomponerse, sentarse lentamente.

-¿obito estas bien?-pregunto

El Uchia pestañeo varias veces, observo a la mujer que estaba delante suyo y negó.

«¿Qué demonios estaba haciendo ella aquí? »

El cruel destino los uniría esa noche, el dolor de un corazón roto es difícil de reparar. Hinata no estaba en el lugar, ni la persona correcta. Los efectos en su cerebro fueron demasiados, habían pasado años sin probarlos y toda su mente su nublo. La imagen borrosa de un reciente dolor comenzó a hacerse presente y se posaba encima de la inocente chica. Ella se estremeció al ver que la mirada oscura había desaparecido, ahora se encontraba una que parecía rojiza y la asustaba.

-rin..- soltó anonado- ¿Qué demonios haces aquí?

Hinata se estremeció-¿rin?..

En un momento a otro, ella estaba tumbada en la cama con el Uchiha sosteniéndole el cuello, mirándola con una furia eterna.

-¡¿A que vienes?¿a burlarte de mí?!- le grito y aflojo un poco el agarre.

Hinata tosió recuperando el aire, confundida por lo que estaba pasando, sus ojos se aguaron y el miedo la recorrió. Obito la siguió mirando con profundo desprecio, la vio negar, pero no podía contenerse. Se metió entre sus piernas y comenzó a besarla con premura.

-¿para esto viniste verdad?.. para que te haga sentir mujer. Eres una maldita zorra- la insulto

Hinata quien no podía hablar por el pánico que le ocasionaba, negó con los ojos aguados. El hombre que la estaba tomando en ese momento, era uno muy distinto al que la había desnudado.

-¡no!-grito cuando lo vio bajar para acomodarse para penetrarla, no quería, no de esa forma.

-¿Por qué demonios te quejas? Ya no recuerdas como la puta que te comportabas.. las ves que me pedias mas… ya no lo recuerdas.

Hinata se estremeció ante sus crudas palabras, necesitaba de salir de allí.

-¡no quiero!¡no asi!..-grito y se removió, Obito se lo impidió.- ¡porfavor para! ¡no quiero!

-¡mírame!- tomo su rostro sin temor a lastimarla- ¡quiero que me mires mientras estoy haciéndote sentir la mala mujer que eres!- insulto- esto significas para mi..

La respiración de Hinata comenzó a desestabilizarse, por el peso del Uhiha sobre ella. No quería que la tomara, la estaba lastimando y ya había empezado a llorar. Los labios de él le mordieron el cuello, ella grito y busco apartarlo de nuevo. Podía sentir la punta de su miembro en la entrada, óbito iba hacerlo, óbito iba abusar de ella. Quizá nunca debió haber ido, quizá nunca debió haberlo besado, quizá debió haberle hecho caso cuando él se lo pidió, quizá nunca debió haberse enamorado. Sus lágrimas salieron, la volteo y ella grito fuerte cuando el Uchiha metió centímetro a centímetro su enorme miembro, pudo sentir que su himen se había roto por completo, se sintió sucia y Obito jadeo, podía sentir las nalgas de la mujer junto a su sexo, pero no complacido con eso, la volvió a girar bruscamente.

-mirame- pidió ella y lo tomo de las mejillas- soy yo.. no me recuerdas…- rogo que sus palabras trascendieran en el oscuro uchiha, pero no, el deshizo aquella sutil caricia y lo beso

-¿dime porque?- pregunto él y comenzó a bombearla fuerte-¿dime porque kakashi?¿porque el? Sabias perfectamente no podía odiarlo, sabias perfectamente lo que significaba para mi…- solto con dolor, su voz estaba quebrada anunciando quizá que el iba-¿acaso Kakashi te haría como te lo hago yo?¿acaso el es mejor en esto también?..¿Pensabas en él cuándo te entregabas a mi?

En su cama no estaba Hinata, en su cama estaba rin. Quería hacerle daño, quizá hacerle sentir lo que el sufrió en aquellos días.

Hinata se dio por vencida, dejo de luchar. Le estaban haciendo lo siempre temió. Una persona que ella amaba estaba abusando de su cuerpo, Obito seguía hablando, pero ella estaba algo ida. Hace mucho que no llegaba tanto a un hombre, casi se podría decir desde aquel lejado dia en la playa, con aquel muchacho que casi no recordaba había sido su encuentro mas cercano, pero se detuvo al último momento.

«Nunca debí.. »

Aquel pensamiento no pudo ser completado. La fría gota de un lagrimal llego hasta su mejilla, el bombeo se detuvo y su corazón se detuvo al verlo.

-porque.. ¿Por qué me dejaste si yo te amaba?- soltó el, con lágrimas gruesas que brotaban de sus ojos cerrados-Yo te amaba.. porque…. Porque me hiciste esto

Quizá fue su bondad, quizá fue el inmenso amor que le tenía. Óbito lloraba, tal como ella lo hacía. No, definitivamente eran personas desiguales; Obito no solo estaba llorando, estaba quebrado totalmente roto por el abandono de aquella mujer. Quizá fue compasión, ella no lo supo, se seguía sintiendo sucia, pero dejo que el terminara lo que cruelmente le estaba haciendo, solo desvió la mirada y cerró los ojos. El bombeo empezó, abriendo cada parte de ella, haciéndola gruñir de dolor mientras su cuerpo era bañado las lágrimas de él, pronunciando siempre el mismo nombre

Rin

[…]

Su cuerpo temblaba, recogió despacio su fina ropa tratando de no despertarlo. No quería que la volviera a tomar. Había sido un gran error entrar a su habitación, buscarlo, pero ya no importaba. Recogió su vestido y lloro, el vestido que había elegido con tanta ilusión estaba en el piso como cualquier basura, se tapó la boca para no sollozar. Sus ilusiones estaban rotas, como su cuerpo que se sentía vacío en su vientre. Sus lágrimas resbalaron una vez más, se colocó el vestido en silencio, comenzó a buscar su braga. Todo era una pesadilla. Estaba dispuesta a irse, pero Obito se removió de la cama y se cayó. Ella se mordió el labio, no quería que se despertara para que después el..

Sin embargo, no se fue cuando un sonido, comenzó hacerse constante. Se acercó y se llevó una de sus manos se fue hasta su boca, Obito estaba convulsionando en el piso, estaba agitado, fuera de sí y casi no respiraba.

-¿obito?-llamo pero él no contestaba. Su corazón latía fuertemente, estaba demasiado asustada por le acaba de pasar y ahora esto. -¿Qué hago?- se asusto

Obito estaba completamente desnudo, sufriendo un ataque y ella no sabía que hacer. Ella trato de controlar sus temblores, pero él era más grande más pesado, necesitaba una ambulancia. Tomo el teléfono de la habitación, digito el número de emergencias y le dio la información de su habitación, en ningún momento sus manos dejaron de temblar. Tomo el pantalón que estaba a un lado y con habilidad se lo puso, Obito había menguado sus temblores y ahora tenía dificultades para respirar.

-No..-lloro, casi su respiración no se sentía- ¡te suplico que reacciones?!- le grito.

[…]

-¿Qué paso?..

Kakashi hacia su aparición, después de haber corriendo prácticamente por los pasillos de la clínica. Había recibido una llamada de emergencia de parte de Hinata, indicándole que Obito había tenido una crisis, el se encontraba en un lujoso bar algo alejado de aquella fiesta y no tardó en llegar.

-no lo se..- respondió y se abrazó a sí misma.

Kakashi noto que ella había llorado, tenía un semblante descompuesto y estaba muy preocupada.

-Comenzó a convulsionar.. luego..el..-hipeo y su rostro se baño de lágrimas- dejo de respirar..

Algo no encajaba. Hinata aun lucia su traje de gala y eran las 3 de la mañana.

«¿cómo sabia ella que Óbito había convulsionado? »

Su respiración comenzó a aumentar, cuando vio una marca morada en el cuello de la joven. Reconocía esa marca, se lo había visto muchas veces a rin en el cuello. El semblante preocupado que tenía cambio a uno totalmente molesto.

No, no podría ser verdad.

No con ella, no con Hinata. Obito no podría ser tan bastardo, no podría ser tan mal amigo sabiendo lo que el sentía.

Reconocer todas esas afirmaciones, le hicieron empuñar las manos con fuerza.

-Hinata..

Ella volteo a verlo, estaba demasiado abrumada por todo lo que habi pasado. No notaba lo incomodo que estaba Kakashi.

-Hinata acaso tu..

Continuara..

ANUNCIO IMPORTANTE LEER HASTA EL FINAL

También los invito a leer mi nueva historia de obihina, "a través de tu mirada". Un historia de suspenso y algo de tragedia. Agradezco la portada a mi querida amiga mond.

Cuidense de esta pandemia, aun no pasamos la segunda ola en mi país.

Gracias por su paciencia, votos y aquellas personitas que se toman dos segundos en comentar.

Saludos

SkybluePetunia