De repente, todos los presentes hasta Yoshimune y sus gatitos como Kurome y los asistentes de Candy quedaron atónitos cuando Yoneme estando frente a frente con Candy levantó su brazo derecho en señal de victoria pero lo más extraño aún era que Candy era testigo de eso pero no terminó reaccionando ante la impertinente acción de la pelirroja que sonreía complacida de hacer su malicia pero de repente su sonrisa se borró de repente.
La gente quedó más extrañada cuando su campeona, el denominado León Dorado de Yoshiwara y Shinjuku ahora sonreía de lado ante el acto de provocación por parte de la pelirroja, la hinchada de manera estrepitosa comenzó a desatarse de júbilo como si la joven estaba segura desde un comienzo de su victoria sobre la retadora.
-¿Qué? ¿Candy sonrió?- Yoshimune no entendía que rayos pasaba- Lo que hizo Yoneme debía ser un insulto hacia ella, se supone que debe estar molesta por su situación en la pelea pero...
-Y más aún, su alteza- dijo Sukehachi- alguien orgullosa como ella no la tendría nada fácil de asimilar ya que literalmente ella está perdiendo en su propio territorio pero pareciera que no le importara nada.
-Alguien que pierde fácilmente la pelea cediendo ante el dolor y la humillación como en su caso debería bajar la cabeza como un perdedor pero Inazuma... Es extraña, extraña en todos los sentidos- decía Osono.
(...)
Mientras tanto en las esquinas...
En la esquina de Minamimachi, Candy sentada tranquilamente mientras uno de los oficiales se le acercó con una botella de agua y una toalla.
-Inazuma, ¿Cómo te encuentras? ¿Estás lastimada?
-Algo pero estoy bien... ¿Sabes? Sus golpes me estaban matando por un momento pero aún así pude darme cuenta de que ella es diestra disfrazada.
-¿Entonces Yoneme no es zurda como se dice?
-Esa es la posición que toma pero pega como diestra, es obvio, siempre en las peleas hay diestros por todas partes y Yoneme no es la excepción. Debo admitir que no pelea nada mal, me puso en muchos aprietos y eso lo aprecio.
-¿No estás molesta? Digo, nadie te había provocado ni siquiera a la mitad de una pelea.
-Ese tipo de cosas las tolero, me han deseado cosas mucho peores antes.- La joven le estaban limpiando el rostro- Jamás me lo esperé, Takagi, eso jamás. Me di de cuenta un poco tarde de que Yoneme es diestra pero no hay de preocuparse, ya tengo la idea necesaria para derrotarla.
-¿En serio? ¿Ya encontraste la forma de cómo derribarla?
-Tú tranquilo, yo nerviosa, amigo. Solo tienes que verme en el tercer round y verás que lograré invertir las cosas.
En la esquina de Kitamachi, los doshin como okkapikis celebraban el parcial triunfo que tenía su prisionera estrella contra el denominado Demonio Dorado de Tenmacho.
-Buen trabajo, Mei, vas muy bien. Sigue así- Dijo Shiki sonriendo mientras le daba la protección a la pelirroja.
-Muchas gracias, Shiki. Seguiré así sin ningún problema- La prisionera estrella de Kodenmacho juntó sus puños mientras conservaba esa sonrisa de confianza y seguridad.
"¿Qué pasa distrito rojo? ¿Por qué siguen celebrando a esa raijin? ¿Que no les suficiente la ventaja que le estoy llevando?", pensó la pelirroja mientras echaba un reojo a la fanaticada que seguía apoyando sin cesar a su campeona, el León Dorado de Edo.
En cualquier momento la campana del último round estaba lista para sonar...
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INAZUMA CANDY VS MEI YONEME
TERCER ROUND
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La campana del tercer asalto sonó y Candy salió como un rayo de su esquina con tal de ir al ataque ahora con una cara dura y seria. La raijin nuevamente dio una lluvia de golpes que fueron evitados por Yoneme que se cubrió otra vez el rostro hasta que la pelirroja le respondió con otros puños directos al rostro haciendo que su oponente perdiera nuevamente su coordinación.
-No puede golpearla por más que pueda- comentó Yoshimune- Yoneme bloquea todo lo que la lanza. Candy no podrá conectar a menos que penetre.
-Osono, ¿Qué tendrá que hacer Inazuma si planea o piensa hacer eso?- Habló Sukehachi.
-Simple, Sukehachi- habló la gatita negra- Si Inazuma quiere penetrar, primero debe que vigilar la derecha de Yoneme. Si lo hace bien, puede ponerse en posición en un solo movimiento.
-No lo entiendo, eso debería ser fácil pero...- La pelirrosa veía a su nemesis la cual era recibida a puros golpes directos- Por más que estoy viendo la pelea me cuesta creer esa situación.
-Sukehachi, ¿Qué opinas de todo esto?- dijo la felina a su compañero.
-No se puede evitar, practicamente Mei Yoneme tiene el cinturón y le dará el triunfo a Kitamachi luego de mucho tiempo.
-Lo siento pero me niego a aceptarlo- Dijo Yoshimune en cuyo rostro se notaba un liguero enfado.
-Su majestad, pero si practicamente...
-No, Sukehachi. No creo que alguien como Candy pierda de esa manera- La reina no paraba de mirar a la raijin- De alguna manera u otra, Candy dará una sorpresa. Se los aseguro, chicos.
(...)
Candy recibió otro puñetazo directo en la cara, la rubia respondió pero Yoneme se cubrió rápidamente. Por más que la rubia daba más golpes en vano, la pelirroja de Kitamachi conectaba hasta dos puños directos al rostro. Candy intentó con un derechazo pero su oponente se inclinó logrando evadir el ataque y en menos de nada conectó otro puño directo, dicho puño tenía la fuerza necesaria para casi enviar a la lona a la raijin pero ésta siguió firme y conservando ese rostro serio como duro.
Kurome , la guardaespaldas de Candy como su mejor amiga estaba con un claro enojo al ver como su señora practicamente estaba perdiendo la pelea y por consiguiente perdía el cinturón del peso penitenciario.
-Rayos, esa pelirroja de mierda bloquea sus golpes y cuando Dono lanza otro es demasiado tarde. Si quiere retener el titulo necesita más velocidad. Debe recortar tiempo entre sus golpes.
En eso, nuevamente la rubia recibió otro derechazo.
-¡Rayos! ¡CANDY-DONO!
-Inazuma falló desde el principio- Comentaba Sukehachi- Se dejó llevar por los engaños de su oponente.
Ahora Candy recibió un gancho letal de derecha de Yoneme, el golpe al mentón fue tan fuerte que la rubia caminaba hacia atrás. La pelirroja tomó la oportunidad para arrinconarla contra las cuerdas y le encestó puñetazos derecha-izquierda, estaba dispuesta a castigar a la raijin como en debilitar la última linea de defensa de la rubia de Minamimachi y si quería conectaba uno que otro golpe directo al rostro.
Ya terminando el castigo, Yoneme le dio un fuerte gancho de derecha al rostro de la raijin. La joven comenzaba a doblar las rodillas mientras que la pelirroja le dio ahora un golpe de izquierda pero no conforme iba a rematar con un derechazo pero la raijin rápidamente se sujetó de ella como si tratara de abrazarla.
Candy había recurrido a un clinch.
-¡Candy-dono! ¡Abrace a esa pelirroja!- Gritaba Kurome alentando a su señora- ¡No la suelte hasta que se recupere!
-¡Separense!- Gritaba el referee interviniendo entre ambas chicas.
Las dos chicas se separaron, ahora se estaban viendo fijamente. Yoneme comenzó a sonreír de lado mientras Candy estaba con esa mirada de total seriedad.
-¿En serio eres el León Dorado de Edo que todos comentan? Solo estoy viendo a una niña patetica... Personas como tú son un fiasco.
La raijin de repente comenzó a sonreír haciendo que la pelirroja se quedara extrañada.
-¿Ahora que te pasa?
-Muchas gracias... Por tus sinceras palabras...
-¿Qué?
(...)
El arbitro se interpuso entre ambas para que éstas fueran a una esquina, Yoneme se lanzó con todo y amenazando con la derecha mientras que Candy estaba de pie esperando el ataque en cámara lenta de la pelirroja de Kodenmacho.
-¡Candy-dono! ¡Matengase cerca!- Gritaba Kurome
-Me temo que ese será el fin de Inazuma Candy- Decía Sukehachi mientras daba su veredicto acerca de la pelea- Luego de haber sido acorralada en tres rounds es obvio que no tiene la velocidad sufieciente para lograrle ganar a Yoneme.
-Tal vez Inazuma tenga los mejores brazos de Edo pero el boxeo no es una pelea callejera- Comentaba Osono- Tener brazos fuertes y largos no va hará llegar lejos a quien los tenga.
Yoshimune permanecía en silencio y casi al borde del nerviosismo mientras veía como el puño de Yoneme lentamente iba hacia el rostro de Candy la cual estaba con esa mirada seria, aquello era el fin de la leyenda del león dorado de Edo... Pero...
De repente, justamente cuando el puño derecho de Yoneme iba a escasos metros del rostro de Candy, ésta bajó la cabeza de manera muy rápida logrando evitarse el knocaut, todos los asistentes del evento, Kurome como los doshin quedaron insofactos al ver que la rubia logró esquivar el golpe de la pelirroja.
"¡No!... Fallé... Solo necesito que mueva el pie izquierdo por un segundo"
"Muy bien... Si la fuerza no funciona ahora usaré la velocidad"
Candy en un lento como dramático movimiento de cámara lenta comenzó a doblar lentamente la pierna derecha hasta casi hincar la rodilla y de esa manera se impulsó logrando penetrar en el terreno bajo a Yoneme quien no entendía que diablos estaba pasando.
Yoshimune, Kurome y todos los espectadores estaban boquiabiertos al ver que luego de dos tortuosos rounds, la denominada leona dorada de Yoshiwara logró penetrar en la defensa de Mei. La pelirroja en un intento de alejar a su oponente iba a encestarle un fuerte derechazo pero la rubia bloqueó el golpe desviándolo en el proceso con su brazo izquierdo, logrando empujar a la prisionera estrella de Kitamachi.
Yoneme estaba en silencio mientras que Candy estaba sonriendo de lado como si tuviera la obvia seguridad de haber ganado la pelea.
Una gran explosión se oyó en el ring cuando la raijin le encestó un poderoso gancho de derecha al estomago de la pelirroja, todos los que veían el combate estaban sin palabras por lo que estaban viendo: Inazuma Candy, luego de tanto tiempo le dio un certero golpe a su contrincante.
-Finalmente... Lo logró- Una sonrisa se dibujó en Yoshimune al ver que estaba en lo correcto... Candy dio una sorpresa.
Shiki estaba en shock al ver que su amiga había recibido un certero golpe en el estomago que hubiera jurado que derritió en un instante el sistema digestivo.
-¡NO! ¡MEI!- Gritó la peliazul.
La pelirroja estaba estática ante el fuerte golpe hasta que de repente su protección bucal se cayó y comenzó a vomitar sangre, sus rodillas ya estaban por doblarse y estaba temblando literalmente por el gancho de derecha. La prisionera de Kitamachi cayó sentada sobre la lona mientras que la afición empezó a enloquecerse.
-¡Eso! ¡Esa es nuestra Candy!
-¡Buen golpe, Inazuma!
-¡Te la metieron pelirroja de mierda!
-¡Tú te lo buscaste, perra!
-¡NO, NO! ¡MEI, TIENES QUE LEVANTARTE!- Decía enfurecida Shiki mientras daba de golpes sobre la lona.
Yoneme seguía estando sentada en el ring mientras Candy estaba esperando pacientemente a que su oponente se levantara durante la cuenta hasta diez.
-Definitivamente Candy dio su golpe letal, el puño de tornillo- decía Yoshimune que mantenía una sonrisa como si estuviera segura siempre de que su némesis lograra invertir las cosas- Eso es lo que tiene Candy para ganar cualquier pelea.
-Hasta yo no puedo creerlo. En menos de nada le dio un derechazo al cuerpo de Yoneme que la hizo vomitar- decía Sukehachi sin creerse lo que estaba viendo.
-Ni yo tampoco... Y más aún, ¿Soy yo o es que en menos de nada aprovechó para emplear la velocidad?- Decía Osono.
-¿Y por qué lo dices, Sukehachi?
-Lo digo porque me pareció que se lograra impulsarse de sus piernas.
-Ya que lo dices, Osono- Habló la shogun- Lo más increíble fue la fuerza de rebote de esa arremetida. Candy logró esquivar y penetrar al mismo tiempo. No hay duda de aquello...
-¿Qué está diciendo, su alteza?
-Parece que antes de la pelea, Candy invirtió mucho tiempo fortaleciendo sus piernas. Sin duda alguna fue una muy buena maniobra.
Kurome estaba sonriendo al ver que en menos de tres rounds, la raijin despertó como el león dormido que era y derribó a Yoneme con un fuerte puño que la hizo vomitar sangre.
-Vaya, me hizo dudar pero finalmente Candy-dono entendió usar sus piernas.
-¡MEI, NO TE RINDAS AHORA! ¡LEVÁNTATE!- Shiki dio un manotazo mientas que su amiga estaba levantándose lentamente mientras que el referee contó hasta siete.
La pelirroja a duras penas estaba en pie mientras se limpiaba la sangre de su boca.
"Inazuma Candy... Esto no terminará así"
"Vaya, parece que quiere seguir luchando. Admito que tiene agallas pero... Ya cavó su tumba", pensó Candy mientras estaba reposando en su esquina esperando hasta que su oponente se levantara.
"Bien, está calmada. Aún tenemos la ventaja... Ella entrenó mucho para esto y tiene un arma que acabará con el Golpe de Tornillo de Inazuma Candy"
El referee dio el reanudamiento de la pelea, Candy fue como un rayo desde su esquina y en menos de nada comenzó a dar una gran ofensiva de puños los cuales esquivaba Yoneme con algo de dificultad, ahora era la raijin quien estaba haciendo una ofensiva intensa mientras que la pelirroja sentía que estaba en problemas.
Finalmente ambas estaban a una distancia de la otra, Candy se lanzó para preparar su puño de tornillo con la izquierda mientras que Yoneme estaba preparando un derechazo.
-Yoneme va a usar un cruzado de derecha- decía Yoshimune- Pero creo que Candy dará un izquierdazo y luego de eso ya tiene la pelea a su favor.
(Nota de la autora: Cruzado es un puñetazo fuerte y directo ejecutado con la mano en posición trasera. Desde la posición de guardia, la mano trasera se desplaza desde el mentón, cruza el cuerpo y se dirige, de forma directa, a la cara del adversario)
-¡Inazuma bajó la guardia!- Decía contenta Shiki- ¡Aprovechalo! ¡Lanzará la derecha!
-¡Candy-dono! ¡Mantenga su guardia!- Gritaba Kurome.
Las dos luchadoras se lanzaron cada una con su brazo fuerte, de hecho iban a hacer un golpe cruzado el cual era uno de los golpes como acciones que dependían el resultado de una pelea. Ambas se iban con todo y el golpe que iban a dar era la definición en sí de la pelea.
Como si en cámara lenta se tratase, Candy detuvo a rastras su pie izquierdo mientras que se impulsó de su pie derecho, aquel movimiento definió escasos metros que el puño de la rubia no iba hacia la derecha de Yoneme sino que apuntó a su rostro. La pelirroja no podía creerse lo que estaba pasando hasta que...
-¡¿Cómo lo hizo?!
-¡Que velocidad!- Exclamaron los dos gatos mágicos al ver lo que estaba pasando ante sus ojos.
-Lo volvió a hacer- dijo la shogun con una sonrisa confiable- Ahora tiene un control perfecto de sus piernas.
Otra explosión se dio en el cuadrilatero cuando Candy envió casi volando a Yoneme de un poderoso golpe de izquierda en todo el rostro
-¡Mei, cuidado!- Shiki gritaba a la par que golpeaba el suelo del ring- ¡Aquí viene otro! ¡Aquí viene otro! ¡Preparate!
La pelirroja en cámara lenta dio su mirada hacia la rubia quien ahora dio un poderoso izquierdazo al mentón que la envió contra las cuerdas.
-¡¿QUÉ MIERDAS HACES MEI?! ¡CONTRAATACA COMO EN LOS ENTRENAMIENTOS!
La pelirroja de Kitamachi se paró en seco gracias a las cuerdas y estaba decidida a contraatacar pero la rubia ahora conectó un derechazo al cuerpo de su oponente la cual empezó a vomitar sangre y...
La rubia le encestó un izquierdazo al mentón y un derechazo a la sien izquierda y rápidamente se volteó. Candy decidió caminar tranquilamente hacia su esquina mientras Yoneme cayó sentada sobre la lona, el arbitro aprovechó para contar hasta diez a la espera de que la pelirroja se levantara pero al final no hubo respuesta de la prisionera de Kitamachi.
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K.O
GANADORA
INAZUMA CANDY
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La campana sonó en lo más mientras la afición, más bien, todo el barrio rojo de Yoshiwara festejaba el triunfo de su León Dorado el cual era llevada en alzas por muchas personas mientras su guardaespaldas alzaba el cinturón de peso penitenciario dando por entender que una vez más Inazuma Candy estaba reteniendo su titulo una vez más.
La rubia alzó su brazo derecho en señal de victoria mientras Kurome le dio el cinturón que defendió a pesar de tener problemas en los dos primeros asaltos pero para muy buena suerte logró invertir las cosas y de manera rápida como eficaz.
-Mei Yoneme está acabada...- Decía uno de los doshin de Minamimachi que era asistente de Candy- No hay duda de que esa pelirroja de mierda tiene talento. No es fácil acorralar a el León Dorado de Edo, dio el máximo pero por andarle pisando la cola a la fiera dormida terminó como está.
-¿Entonces estás diciendo que...?
-Sí. Puedo asegurar que su vida como luchadora ya terminó.
Luego de la celebración, Candy fue hacia la esquina donde estaba Yoneme la cual estaba inconsciente. La rubia se puso de cuclillas quizás porque estaba preocupada por su oponente o quizás por darle las gracias por la pelea.
-Yoneme-chan... Algo me dice que esta es la última vez que nos veremos pero antes quiero decirte algo antes de despedirnos...
La pelirroja de repente estaba expresando una cara de terror mientras presenciaba que Inazuma Candy, el León Dorado de Tenmacho estaba sonriendo como una demente... No, era la sonrisa de un autentico demonio.
-Ahora sabes lo que tengo...
(...)
Yoneme era llevada en una camilla mientras que Candy estaba de pie en pleno ring y con un micrófono en la mano mientras estaba acompañada de varios conocidos suyos del barrio rojo incluyendo prostitutas mientras la gente estaba aplaudiendo por su victoria.
-Muchas gracias, habitantes de Yoshiwara- decía la rubia mientras miraba a su público- Primero, les ofrezco disculpas por haberles dado una pelea mediocre, estoy muy avergonzada de no hacer nada en los dos primeros rounds y pido su perdón. Segundo, en estos momentos quiero que alguien que está en la audiencia tenga que decir... ¿No es así, Tokuda-san?
La rubia lanzó con todas sus fuerzas el micrófono hacia donde estaba Yoshimune la cual no entendía como rayos supo la raijin que estaba en medio de la multitud que veía la pelea. La pelirrosa tomó el aparato y se aclaró la voz.
El publico estaba en total silencio y a la espera de lo que iba a decir la chica mágica.
-Inazuma Candy... Te aseguro... Te aseguró... Que te destruiré...
La gente no tardó en abuchearla como en echarle todo lo que tenían y para rematar la joven fue echada del bar por haber insultado a la indiscutible campeona del peso penitenciario de Edo.
Y de esa manera, fue la noche en la que brilló Inazuma Candy como siempre y desde siempre.
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Mientras tanto en la enfermería...
Yoshimune estaba en compañía de Shiki y varios doshin de Kitamachi quienes eran los asistentes o segundos de Yoneme quien estaba tendida en la cama y con una toalla cubriendo totalmente su rostro. Otro hombre presumiblemente entre los 40 y 50 años estaba atendiendo a la joven.
El hombre era un anciano alto, con el pelo largo y blanco recogido en una cola de caballo y barba. Llevaba un traje azul claro con una corbata negra con puntos azules. Llevaba gafas de sol negras y tenía una gran cicatriz en el ojo derecho.
-Doctor Tardes, ¿Cómo está Yoneme?
-Está consciente pero no está en condiciones para caminar- respondió el mencionado.
-¿Y la ambulancia?
-Llegará en cualquier momento.
La peliazul llamada Shiki estaba con una mirada baja como si sintiera culpa en cómo terminó su amiga.
-No pensé que Inazuma lograra ganar rápidamente en el tercer round. Puede que Mei le haya burlado pero no me esperé que esos dos golpes al rostro la dejarán en la lona. Debí haber tirado la toalla para salvarla. Siento que la defraudé.
-Vamos, no te culpes, Wakana-san- Yoshimune le puso una al hombro con tal de apoyarla en ese dificil momento- Menos mal que Mei no recibió un brutal castigo, hiciste lo que pudiste para apoyarla. Ahora que está en cama, debes cuidarla y darle las gracias por dar el máximo.
-Gracias, Tokuda-san- sonrió la peliazul.
-Uugghh...- En eso comenzó a escucharse unos pequeños alaridos de dolor.
-Mei, no te muevas- Shiki se acercó hacia su amiga quien comenzaba a recobrar el conocimiento.
La pelirroja se sentó sobre la cama a duras penas aunque Shiki y un doshin la ayudaron. La shogun se llevó un susto al ver que la joven estaba en buenas condiciones pero estaba con la mirada entreabierta como si no pudiera ver lo que estaba a su alrededor.
-S-Shiki... Perdí la pelea, ¿Verdad?
La peliazul calló.
-Ni siquiera sé donde estoy ahora... ¿Qué me pasó?
-Perdiste pero la acorralaste por un momento- dijo Shiki aliviada al que su amiga por lo menos podía sentar y hablar.
-¿En serio?... No recuerdo nada- mientras la pelirroja hablaba, la toalla que estaba sobre su cabeza lentamente se estaba cayendo.
-Ah, la toalla se está resbalando- Shiki se acercó para ubicarle bien la toalla pero...
Yoshimune y el Doctor Tardes quedaron mudos cuando vieron que Yoneme estaba con el susto de su vida, estaba aterrada al mismo tiempo que su amiga acercaba su mano hacia la cabeza, dando la impresión de que estaba padeciendo algo, eso derivado de los dos golpes que le propinó Inazuma Candy.
-¡Ah!- La pelirroja se asustó al ver la mano gentil de su amiga la cual notó la cara de terror que tenía Yoneme.
-¿Qué pasa?
La pelirroja solamente sonrió de manera nerviosa.
-Eh... Nada, nada, Shiki.
-¿En serio, Mei?
-Sí- asintió la pelirroja- No te preocupes.
La pelirroja miró al doshin.
-Yoriki, no se preocupe. Solo denme otra pelea- La joven sonreía pero tenía la mirada de estar desorientada- La próxima vez ganaré... Lo sé, ya verá.
(...)
A la salida del coliseo...
Yoshimune y el doctor Tardes estaban a una calle cercana al coliseo de Yoshiwara mientras veían a la lejanía una ambulancia que estaba desapareciendo en el horizonte y solamente se escuchaba la sirena.
La pelirrosa miró al médico el cual tenía una expresión seria.
-Es un alivio que Yoneme esté bien. Si puede sentarse y hablar, supongo que ella no tiene que preocuparse por el daño. Puede volver a pelear cuando se reponga, ¿O no, Doctor Tardes?
El viejo galeno dio un pequeño suspiro.
-De hecho... Hay un problema con Yoneme.
-¿Se tardará en reponerse?
-Reponerse no es el problema.
-¿A que se refiere?
-Con solo verla en la enfermería noté que la pelea con Inazuma Candy la aterró.
-Espere... Cuando Shiki trataba de acomodarle la toalla... Como que Yoneme se asustó- En eso hizo la pelirrosa hizo memoria de lo ocurrido hace unos instantes hasta que quedó boquiabierta- Espera... ¿No me diga qué...? ¡Eso es imposible! Solo le propinó dos golpes, un gancho al mentón y un derechazo al sien.
-Pero antes de eso, le propinó tres golpes. Un izquierdazo al rostro, un gancho que la mandó a las cuerdas y un golpe directo al cuerpo. Yoneme fue derrotada por cinco golpes... Cinco golpes que definieron la victoria de Candy.
-¿Cinco golpes?
-De hecho, Candy usó su técnica Kinjishi Goshi Sei Ken... Los cinco golpes del León Dorado.
-¿Kinjishi Goshi Sei Ken?
-Sí- asintió el galeno- Esa técnica consiste en golpear cinco veces al oponente, generalmente cinco puños al cuerpo. Cada puño es demoledor que el anterior hasta si el usuario quiere, puede darle muerte al oponente. Los cinco golpes se le atribuyen a la constelación de Leo, ya que es el quinto signo del Zodiaco.
-¿Entonces esa técnica se debe a la posición del signo dorado?
-Probablemente. El punto es que Yoneme terminó con un trauma gracias a esa técnica. Tiene una reacción extrema que hace que tu cuerpo se congele y desvíe la mirada de cualquier cosa que se le parezca al puño de un oponente. Ese tipo de cosas ocurre en luchadores inyectados de miedo.
-No puedo creerlo- Yoshimune estaba sudando frío.
-Lo sé, sólo el terror y el miedo pueden causar eso en alguien.
"Candy... Sinceramente me das miedo"
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A la mañana siguiente, en el cementerio central.
Yoshimune como siempre estaba de paseo para ver como marchaban las cosas durante su reinado aparte de investigar sobre los últimos incendios como indagar acerca del silencio de Kotaro. La pelirrosa estaba caminando tranquilamente cuando vio a la lejanía a una joven castaña que estaba caminando como si tuviera un fuerte mareo.
La pelirrosa le dio curiosidad a lo que no dudó en seguir a la joven hasta dar con el cementerio central, exactamente en la sección de ancestros donde encontró a una joven castaña estando de rodillas mientras estaba rezando ante lo que podía ser una especie de lapida no tan grande que decía lo siguiente.
Ancestros de la familia Kashiwa.
La joven reina se acercó hacia la castaña que se asustó al ver a la pelirrosa.
-¿Mitsuna?
La conocida borracha del barrio se volteó a ver a la pelirrosa, obviamente se llevó un pequeño susto al ver a la shogun.
-Ah, Tokuda-san.
La chica mágica echó una pequeña mirada hacia la lapida.
-¿Tienes algún parentesco con la familia Kashiwa?
La castaña quedó en shock por unos segundos pero decidió mantener su compostura.
-Ah, no, para nada- Negó con la cabeza mientras reía nerviosamente- Ellos solamente me ayudaron en el pasado- La joven decidió irse a paso apresurado como si quisiera evitarse a toda costa a la pelirrosa.
-Mitsuna, espera un minuto.
-Si me disculpa...- La joven castaña se fue corriendo del lugar mientras Yoshimune estaba extrañada, era lo mismo de siempre como si todos a su alrededor estaban concordando en no hablar nada.
La pelirrosa caminó hacia donde estaba un viejo calvito y bajito de estatura que estaba haciendo un rezo con incienso.
-Buenos días, señor Hakamori
-Ah, eres tú, Shin-san
-Verá, quiero hacerle una pregunta. ¿Esa chica que estuvo hace unos momentos tiene relación con la familia Kashiwa?
El hombre miró la lapida que mencionó la chica mágica.
-Ah, claro, los Kashiwa. Por supuesto, esa chica se llama Mitsuna y es la hija del jefe de la familia Kashiwa.
-¿Qué? ¿En serio?- Quedó asombrada ante la revelación del sepulturero.
-Pero hace como que seis o cinco años que la desheredaron.
-¿La desheredaron? ¿Por qué?- Alzó una ceja extrañada.
-Porque cuando era una niña era amiga de un muchachito del barrio Megumi, ellos jugaban y reían mucho hasta diría que se enamoraron. La pequeña insistió en casarse con el niño pero provocó la ira de su familia, no se sabe porqué. El chico la dejó rápidamente después de eso.
-Ya veo...
-Por eso bebe tanto pero en el fondo es una buena chica. Cada año viene a visitar la tumba de sus ancestros como es debido.
De repente, una extraña figura monstruosa apareció en frente de Yoshimune y el cuidador.
-¡¿Qué diablos es eso?!- gritó el viejito que con miedo huyó del sitio, la Shogun se quedó ahí sin moverse y sin titubear.
-¿Qué demonios eres?
-¿Qué no es obvio? Soy el T-Rex Monstruo, uno de los sirvientes que da su vida por el Dios al que servimos, Sesshomaru Owari, líder de Sesshocker.
-¿Sesshocker?- exclamó la pelirrosa- no entiendo, ¿por qué mi primo Muneharu estaría haciendo esto?
-Sencillo, solo cumplo sus órdenes.
-¿Y eso sería?
-Matar a la actual Shogun, Yoshimune Tokugawa
La mencionada se quedó en silencio por eso.
-No puedo creerlo, entiendo que mi primo estuviera molesto porque al final yo fui elegida Shogun, pero no entiendo porque ha hecho esto, formar una malvada organización... ¡¿Por qué?! ¡¿Cuál es el motivo?!
-Sencillo, tenemos muchas cosas que poseemos como ideales, aunque si tuviera que simplificarlo, diría que dos cosas.
-¿Qué cosas?
-Erradicar a los humanos y crear una utopía donde los demonios y los monstruos como yo podremos vivir y gobernar.
-¡¿Estás loco?! ¡Ustedes no pueden eliminar a los humanos como si nada! Somos seres que vivimos humildemente, puede que haya personas que hagan el mal, pero en su mayoría son buenos habitantes que no merecen nada de esto.
-¿Y qué harás Yoshimune Tokugawa? Solo eres la Shogun de Edo y nada más, nuestro amado líder posee mucho poder y no podrás ganarle, es más... le llevaré tu cabeza para que él sea el nuevo Shogun.
-Como si fuera a permitir eso, aunque un punto te doy y es que soy la Shogun de Edo, pero hay algo que no sabes.
-¿Y qué?
-Que no soy una debilucha y te lo mostraré - esta se transformó frente al T-Rex que se quedó un poco sorprendido por eso.
-Tsk, eres...
-Chica Mágica, Shino Tokuda- La ahora mahou shoujo le señaló con el dedo- Monstruo de Sesshocker, no dejaré que te salgas con la tuya, ni tú, ni nadie de tu malvada organización.
-Pues ven a mí, Shogun estúpida.
-Bien... Pero tenemos que hacerlo en otro lugar.
-Me parece correcto. Hay que respetar a los muertos después de todo.
Yoshimune y el monstruo T-Rex se fueron de un solo brinco luego de haber invocado sus cosmos.
Una batalla dura estaba a punto de comenzar.
