kagome observo fijamente la puerta delante suyo indecisa si tocar el timbre o no, podria decirle a Draken que no consiguio despertar a Manjiro y regresaria al departamento en compañía de Peke J; inhaló fuerte para tomar valentia presionando el timbre, escucho la voz madura del señor Mansaku solicitando que le diera tiempo para abrir, por lo cual comenzo a juguetear con sus guantes de encaje cortesia de Mitsuya.

Era una mañana de Domingo por lo cual esperaba descansar lo suficiente en esa ocasion, ya que dias anteriores estaba siendo modelo de Mitsuya en el club de economía domestica, inclusive ya tenia pensando regresar a Tokio a visitar a su familia. Todos esos planes se vinieron abajo al recibir una llamada del dragón de cabellera rubia diciendo que fuese donde Mikey a levantarlo, porque en esa ocasión no podria llegar. Problemas de hogar le habia dicho, sin embargo cuando mencionó la palabra "hogar" lo escuchó de forma forzada, ella no indagó mas alla por respeto a la privacidad de su amigo..

Por eso estaba ahí, saludando formalmente al señor Mansaku quien traia el uniforme de Taekwondo, por lo que tenia entendido él era el encargado de enseñar dicha arte marcial. Retiró sus botas blancas colocandose las pantuflas para abrir la mini mochila que cargaba.

— Lamento mucho venir de imprevisto Mansaku-san. — apenada volvió a hacer una reverencia.

— No te preocupes Kagome-chan, por lo menos eres mas respetuosa que esos pandilleros, amigos de Manjiro.

Una gota nerviosa surco el cuello de la azabache. La primera vez que se conocieron el señor estaba muy impresionado al ser la primera vez que Sano Manjiro, su nieto, traia una chica a la casa y el plus de presentarla con tanta emoción, ah, y no olvidemos que venian agarrados de la mano. Por lo cual el patriarca de los sano pensó que esa dulce y adorable chica era novia de su nieto.

Rezó internamente por la chica en aguantar a su nieto e incluso le dijo: "— ¿No te pudiste conseguir algo mejor?.". y no, no se referia a mikey, sino a la azabache en buscar un mejor partido. Posiblemente en la mente del anciano, ella salia con su nieto, no se podia negar con tanta facilidad si literalmente tenía encima a Mikey las 24/7, tal vez no fisicamente pero si, por mensajes u llamada. Una de las cosas que mas agradecía era que no supiese su dirección aún.

Porque no sabia a ciencia cierta que tan hostigante podria resultar ser Manjiro. Con lo poco que a visto, comparando su relacion con Draken, si, Sano Manjiro era un chico hostigador en todo el sentido de la palabra. Siempre le pedia a Ken no traerlo si iba a su casa, no estaba preparada mentalmente aun para convivir con el rubio de personalidad imperativa, soltando una risita siendo escuchada por el señor Mansaku, quien volteó a ver de reojo ligeramente curioso de la chica.

Realmente al señor sano no le molestaba la pequeña kagome, como la habia apodado, le caia bien y estaba seguro que era alguien buena para Mikey. Sin embargo él era un anciano que percibia la madurez alrededor de la chica de 12 años, era demasiado madura para su edad, he inclusive comparo esa personalidad con Draken o Mitsuya, quienes tenia ese grado por haber crecido mas rapido que los demas en tema de mentalidad. Pero Kagome era completamente diferente, era hablar casi con una persona mayor, lo cual seguia sorprendiendolo en cada momento.

Él le dio el permiso de que fuese a buscar a Mikey.

"¿Por que acepte?"

Eran los pensamientos de la azabache caminamdo por la casa con total inquietud. La mayor parte de eso, se debia al aura de un color naranja cerca de la habitacion de Mikey. Claramente sabia de quién se trataba, Sano Emma, la hermana menor de Manjiro. Y no sabia com exactitud la extraña sensación de incomodidad, molestia, celos e incluso la forma en que le hablaba cuando se acercaba a una persona en concreto: Draken.

Nadie tuvo que decirle porque ella la trataba distante, todo se debia a la cercanía con el chico del dragón. Compendio ese sentimiento por su antiguo yo, con respecto a la relacion de Inuyasha y KiKyo; intento acercarse a ella pero siempre ponia una barrera... entonces comprendió que ella no quería entamblar una amistad y no pensaba forzarla a hacerlo.

Si en un futuro, ella quiere, no pondra duda en aceptarla.

— ¿Manjiro-san?. — al girar el pomo de la puerta del garage se encontro de golpe, una oscuridad completa.

Soltando un suspiro ingreso sin antes susurrar un "con permiso", la habitación era medianamente grande. Era el garage por lo cual tenia el suficiente espacio, busco con agilidad el interruptor y encendió la luz. Una ligera risa salio de su boca al percatarse de una bolita en la cama removerse constantemente debajo de la sabana, antes de dar un paso, encontró ropa entre limpia y sucia regada por toda la habitación.

Sin quejarse comenzo a recoger, doblar, recoger, doblar y guardar en los cajones la ropa limpia. Mientras tanto la ropa sucia la translado a la canasta con suma tranquilidad. Esas actividades le recordaba al sengoku, donde, lavaba la ropa en el río vigilando a Shippo, escuchando a Miroku recitar alguna oración budista como entrenamiento, Sango ayudandola y ella regañando de vez en cuando a Inuyasha para que baje de una rama del árbol e intentara mínimo doblar las sábanas. Eran buenas experiencias.

Sorbio su nariz al sentir sus ojos lagrimosos con esa pequeño recuerdo; extrañaba mucho a sus amigos... ¿miroku y sango se casaron?, ¿shippo paso su prueba?, la anciana Kaede ¿murio en paz?, ¿koga y ayama consiguieron contraer nupcias?, inclusive a veces se preguntaba por Sesshomaru. Era un demonio completo, con grandes probabilidades de sobrevivir por muchos años... pero no percibia ningun aura demoníaca. Es como si los demonios nunca existieron, solamente en el folklor Japones, en cuentos o viejas leyendas.

Inclusive la historia de la Shikon no tama es un misterio, busco en todas las bibliotecas cualquier indicio de una leyenda que terminara de contar la vida de los viajeros que buscaron los fragmentos; no existe ningun registro de una perla. Cómo si todo lo que hicieron nunca existió. Con ese pensamiento estrujo con fuerza la capa de capitán en la ToMan; tenia rabia acumulada por eso, entonces... ¿todas esas muertes inocentes? ¿no fueron nada?. Sangre, gritos, dolor, muertes, cuerpos, incendios, cadaveres, funerarias improvisadas, sus compañeros, nada ¿nada valió la pena?.

Comenzó a contar lentamente junto a ejercicios de respiración para tranquilizar el aura, logró percatarse de la extensión innecesaria de los pocos poderes que mantenía. Regresar a la epoca actual, y retroceder en el tiempo... no le dio buenos resultados, pocas cosas conseguia. Curar cualquier heridad u enfermedad terminal inclusive, percibir la energia de la naturaleza, leer y sentir auras... era lo unico que podia, pero sabia que sus demas poderes en ese tiempo no serian necesarios.

Con eso en mente, su control emocional, se acercó a remover la sabana a mikey, encontrando un ovillo, donde el cabello rubio del chico estaba corrido por la cama, un rastro de baba salia de la boca y en un movimiento imprevisto, quedo completamente extendido por toda la cama. Pateando con 'suavidad' a la miko.

— Manjiro, arriba. — moviendo del hombro al rubio, el cual se limito a quejarse — Sano Manjiro, tienes que levantarte. — ahora con brusquedad lo agitó.

Hasta que recordó un dato necesario.

— Manjiro, si no te levantas en estos instantes. No te dare Dorayakis.

Inmediatamente el rubio se despertó jalando del brazo a la azabache, haciendo que su cuerpo terminara en la cama con él encima.

— ¡Dorayakis! ¡Dorayakis! ¡Dame Dorayakis!. — recitó con emoción como si un niño pequeño fuese.

Kagome acaricio el cabello enredado del chico con cariño, para finalizar dando unas palmaditas. — Si, te voy a dar pero primero ve a darte una ducha.

Él hizo un puchero: — ¿No puedes darme uno antes?. — ella negó haciendo que el puchero del rubio creciera más — Bueno, ire a bañarme.

Mikey se levanto arrastrando la manta y una cobija saliendo de la habitación. Nuevamente habia quedado en silencio la pieza; algo que en lo personal a Kagome no le agradaba, le daba la libertad de divagar entre pensamientos no muy... Un escalofrio recorrió su cuerpo por unos instantes, algo frio habia pasado o sentado en la cama. Giró la cabeza vislumbrando a un fantasma, uno que no era la primera vez que veia en las pocas veces que visito a la familia Sano.

De espaldas a ella, estaba un chico de cabello cortos negros, de alta estatura vestido con una camiseta blanca con algunas manchas desconocidas, un overol verde olivo y unas botas negras. Desde su posición consiguio ver, que el fantasma no despegaba la vista de una foto en particular, lentamente se levanto caminando hasta posarse al lado de él. Sintió la mirada del hombre, sin embargo decidio ignorarla sabia que podia comunicarse con él.

— Manjiro-san, Baji-san, Emma-san y... — mirando fijamente al chico en particular.

— Yo... — susurra el hombre.

Un escalofrio recorrió su cuerpo, la forma en que habia dicho esa palabra. Fue con pena, arrepentimiento y un ligero tinte de decepción; como si no valiese la pena.

— Seguramente debe ser el hermano mayor de Manjiro. — susurra recorriendo con sus dedos en la foto al chico de linda expresión.

Le recordaba a un cachorro, el brillo en sus ojos a pesar de estar cansado, dejaba ver el amor sincero hacia los tres niños sonrientes y haciendo la pose: amor y paz. A lo lejos en una esquina se veia el nombre de una tienda.

"S.S. MotorS" — murmura.

— No se quién eres, pero tú en la primera linea... ayudaste a mi hermano.

Ante esa revelación, sus manos comenzaron a temblar. ¿Primera linea?... ¿Él era un viajero?, sus manos no dejeron de temblar por esa información. ¿Se habian visto en algun momento?, si es asi ¿por que no recordaba nada?. Sabia que si giraba a verlo, podria comunicarse con él, pero... tenia miedo de hacerlo, su instinto le decia que no, no lo intentará.

Pero también debia de saber sobre el chico. Tomando la fueeza suficiente, sus talones giraron para ver de costado al mayor, el chico también se dio la vuelta estando frente a frente. El rostro del chico que era borroso, se aclaro dejando ver a un hombre de posible 23 años, ojos oscuros como el carbón y una ligera sonrisa en los labios. Antes de abrir la boca, la puerta de la habitación fue abierta y el fantasma se espumo como el humo.

— Termine de bañarme, Gome-chan.

Manjiro continuo secando de manera bruta su cabello, Kagome salio de su ensoñación caminando hasta sentarse detras de él. Dejando sus piernas encima de los hombros del chico, para tomar la toalla secando con suavidad las hebras rubios del chico.

— ¿Qué estabas viendo?.

— Una foto.

— ¿Foto?... ¿cuál de las dos?.

— Donde sale un chico de cabello oscuros con una camiseta blanca.

—... Ah, shiro. — quedó en silencio unos segundos. — Es mi hermano mayor, Shinichiro.

— Shinichiro. — dijo sintiendo el escalofrio nuevamente.

— Él murio antes de mi cumpleaños...

— No tienes que decirme. — apretando la toalla en sus manos.

— Mi hermano trabajo hasta tarde en su taller, S.S Motors, para regalarme una motocicleta, ese madrugada dos personas ingresaron, para llevarse la moto. Cuando mi hermano se percató... salio para revisar por el ruido, en un momento uno de ellos lo golpeo con un tubo de metal en la cabeza... el golpe... fue fuerte y ya debes imaginar el final.

El aura de mikey se tiño de tristeza y una sensacion retenida de melancolía. Lentamente Kagome se sento a su lado rodeandolo con sus brazos, recargando su frente en el hombro de él. Extendiendo su propia aura para envolverlo y darle una tranquilidad sincera y pura a sus sentimientos.

— ¿Quienes fueron?.

— Hanemiya Kazutora... y ... Baji Keisuke.

Abrio sus ojos sorprendida ante eso: — ¿Ba-baji?.

— Él no mato a Shinichiro, pero estuvo unos meses en la correccional por ser cómplice del crimen.

— ¿Qué paso con...?.

— Kazutora es un miembro fundado de la ToMan y el sub-capitan del primer escuadrón. Al encontrarlo con el arma y sus huellas en la misma... termino en la correccional y sale hasta el otro año, si no mal recuerdo. — susurra apretando el brazo que lo rodeaba.

¿Tenia sentimientos negativos hacia Kazutora?. Sí, lo aceptaba con mucha facilidad y al mismo tiempo no, en esos momentos estar en los brazos de la ojos azules, hacia que cualquier sensacion negativa se esfumara, como si no existieran. La paz que trasmitia lograba tranquilizar los demonios internos y esa oscuridad que intentaba gobernarlo.

Era muy dificil de explicar y al mismo tiempo queria seguir sintiendo esa sensación por toda la vida. Giro en su lugar para ocultar la cabeza en el pecho de la chica, escuchando el sonido del corazón y relajándose nuevamente. Junto a los suaves trazos en la espalda y el cabello, hicieron que terminara durmiendo.

Solamente deseaba con todo su corazón, que ese ángel quedará con él, para siempre y lo salvara de las puertas del infierno.

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Caminando de las manos sostenida iban los dos menores en tamaño: Kagome y Mikey, siendo el ultimo con un bonito peinado de trenzas en el lado derecho, el resto de su pelo suelto y vestido con un sueter con capucha blanco y un pantalón oscuro, cargando en el hombro, el bolso de la chica.

Cualquiera que los viese pensarían que eran novios, al contrario, eran buenos amigos. Amigos que iban a comprar unas flores para visitar la tumba del hermano de Mikey, al principio la chica no sabia que decir o que hacer. Ya que la tomó por sorpresa escuchar eso, al final termino aceptando. Por esa razon caminaron con dirección a la floristeria, comprando un ramo.

— Estoy seguro que a Shin nii-san, le hubieras caido bien. Y hubiese dicho, que eras una buena influencia. Aunque... tal vez le diera pena hablarte.

— ¿ A mi?. — señalandose confundida — ¿Por qué?.

— Era muy malo hablando con las chicas, lo rechazaron 20 veces.

— ¡¿20 veces?! — sorprendida — Seguramente era algo malo para comunicarse. "Aunque seguramente si tuviera mi verdadera edad, estaria nervioso de hablarme"

— Si, aunque era malo con las mujeres. Fue un gran lider con Black Dragon, yo deseo lograr una nueva generación de las pandillas y mantener vivo el sueño de mi hermano. Por eso la ToMan hace referencia en su color y poco a poco hemos crecido, conseguimos dominar Shibuya y el futuro seremos completamente dueños de Japón y cuando eso ocurra... sentire que cumplí el sueño de Shinichiro y mío.

Kagome lo vio sonriendo ligeramente. Era un sueño limpio y sincero, sin embargo cuando dijo gobernar una sensación se alojo en su corazón y un rapido flash paso por su mente, como recuerdos a una velocidad desorbitante haciendola marear.

— ¡Kagome!. — sosteniendola de la cintura. — ¿Estás bien?.

— Yo... yo solo me maree un poco. Tranquilo Manjiro. — la expresión de la miko era dolorosa y estaba pálida ante los ojos del rubio.

Rápidamente se arrodilló jalandola a subirse a su espalda, con agilidad se paró sosteniendola de los muslos para comenzar a caminar con pasos tranquilos al cementerio.

— Si estabas cansada, debias decirmelo. No te quedes con las palabras en la boca, yo estoy aquí y te voy a cuidar.

Quedó viendo fijamente la espalda de Mikey, recordando a Inuyasha... sin embargo, ellos no son los mismos, son completamente diferentes y no habia duda de eso.

— Yo también estoy aqui para cuidarte, Manjiro. — recostando el mentón en el hombro del chico.

— Es raro.

— ¿Qué es raro?.

— Casi nadie me llama Manjiro. Inclusive en mi familia me llaman Mikey... pero no me molesta que me llames de esa forma, al cambio lo siento mas intimo.

— ¿Si te llamara Mikey?.

Agitó su cabeza negando: — Te escuche y lo senti raro. No lo hagas, sigue llamandome Manjiro.

— Hai.

El camino hacia el cementario fue en silencio, no un silencio incomodo. Era diferente, era un silencio agradable aunque mucho de esto se debia al aura de Kagome, la cual se encargaba de cubrir la del rubio, para darle esa paz que necesitaba. Intento bajarse de la espalda pero no se lo permitió, diciendo que debia mantenerse quieta por su seguridad.

Y como Mikey era un niño en el cuerpo de un adolescente, comenzo a contar cualquier cosa que a pasado en compañia de su grupo. Inclusive algo como que Baji le mostro un libro extraño con muchas posiciones comprometedoras cuando era unos niños y ella comprendió de que se trataba, sonrojandose hasta las orejas escuchándose la risa ruidosa de Mikey al presenciar ese resultado.

También le relato las aventuras de Shinichiro en compañia de los miembros fundadores de Black Dragón: Wakasa, Benkei y Takeomi. Por lo que pudo recordar. En todo ese momento caminando, reconoció un aura que los seguia desde las sombras. No dijo nada, porque sabia quien era y posiblemente porque los seguia.

— Te voy a dejar aqui unos segundos, ire a comprar agua.

Sin decir mas palabras, Mikey dejo a la miko enfrente de la tumba de Shinichiro sentada con el ramo de flores a un lado. Era la primera vez estando enfrente de él en forma ¿fisica?, recientemente lo habia visto en su forma verdadera mirando la habitación e incluso estuvo en el momento que Manjiro mencionó al hombre; no sabia con exactitud que hacia en el plano de los vivos, pero la gran posibilidad de no poder descansar en paz o alguna actividades pendiente lo mantiene unido al rubio.

Mejor dicho. Lo mantiene unido a ciertos lugares de la casa, la principal donde se siente mas la energía es la habitación de Manjiro, la segunda fue en cierto punto donde pasaron que posiblemente sea el lugar del asesinato y el ultimo punto seria ahi, enfrente de ella, donde el cuerpo del chico "descansaba". Tocó con suavidad las letras inscriptas con el nombre del azabache.

— ¿quién eres?.

Rápidamente miro por encima del hombro la presencia fuerte del chico, una persona de piel morena, cabello platinado y ojos lilas viendola con molestia aparente.

— Solamente vengo a dejar esto. — alzando el ramo sonriendo, para tranquilizar el ambiente. — Mucho gusto, Higurashi Kagome.

— Kurokawa Izana.

— ¿Y el chico detras de ti?.

— Los ciervos no hablan.

Ella hace una mueca ante la forma en que se referia del chico.

— Inclusive los ciervos, que son animales, tienen voz en el mundo y tienen el derecho de hablar, vivir, comer y ser defendidos como seres vivos. Entonces... él tiene por modales, minimo decir su primer nombre.

— Kakucho.

— Mucho mejor. — sonriendo emocionada.

Lo que no sabia nuestra pequeña Shikon No tama, era que las dos personas frente a ella, estaban relacionados de una u otra forma con la familia sano y serian los últimos adversarios antes de enfrentarse al jefe final de esta historia.


Hi, a pasado mucho tiempo desde la ultima vez que publiqué. Finalmente desde este lado he finalizado mis deberes estudiantiles con éxito y eso significa que puedo traer mas contenido a este lugar.

Ojala les gustara el capítulo de hoy, me sentiria mucho mejor si comentaran sus puntos de vista y sus opiniones. Tengan una excelente semana, hasta la proxima 3