¡Aquí me presento con un nuevo capítulo!
Si no me fallan las cuentas, solo quedan dos capítulos para que cierre este primer arco de esta historia.
Antes de comenzar, me gustaría responder algunas reviews:
Camilo Navas: Probablemente todos ya quieran ver ese momento, pero creo que es importante construir estos cimientos previos, especialmente por todo lo que está por llegar.
Kishinoshi: Muchas gracias. El desarrollo de los personajes son una de las cosas que más me fascinan, por lo que es gratificante leer que a la gente le guste tanto.
ReanDarkReaper24: Me alegro mucho que te esté gustando, y por supuesto, la afición de Hirano ayudará mucho para que en el momento que tengan que utilizar armas de verdad no sepan usarlas con tanta precisión solo porque sí. Eso no significa que sean unos maestros desde el inicio, pero la adaptación sería muy rápida.
Sin nada más que agregar, es momento de comenzar.
¡Disfruta!
CAPÍTULO 4: ABRIENDO TU CORAZÓN.
El murmullo entre los estudiantes se extendió a lo largo de todo el laboratorio. El único grupo que se encontraba en completo silencio era en donde estaba Takashi, y las causas eran más que obvias.
Solo necesitabas ver como Rei se encontraba cruzada de brazos mientras perforaba a Takashi con la mirada.
Saya ni siquiera le daba importancia, mientras que Hirano se veía realmente incomodo a causa de la situación. Mientras tanto, Takashi tan solo permanecía con las manos en los bolsillos mientras observaba lo que hacía Saya.
Pero, aunque intentara disimularlo, era obvio que se sentía realmente incomodo ante la presencia de la que fue su mejor amiga, y más que eso.
"¿Acaso ustedes no piensan hacer nada?" Saya miró a los miembros de su grupo con el ceño fruncido. "Dejen esta tensión estúpida a un lado y tráiganme una pipeta y un matraz esférico." Ordenó la pequeña pechugona con los ojos entrecerrados.
"¿Qué es una pipeta?"
"¿Cuál era el matraz esférico?"
"¿Es en serio?" Saya no pudo evitar poner los ojos en blanco ante las preguntas de Takashi y Hirano. "¡Podría esperarlo del idiota que abandonó las clases por tres meses, pero no de ti!" Gran parte de su acusación recayó sobre Hirano, quien no pudo hacer otra cosa más que achicarse ante el aspecto amenazante de la mujer en miniatura, que, chistosamente, era más grande que él.
La discusión cayó en un segundo plano cuando una risa para nada amable resonó sobre todos, haciendo que miraran hacia el origen del sonido.
"¿Qué se podría esperar del inútil de la academia?" Declaró Rei con claro veneno en su voz, dicho veneno era dirigido exclusivamente hacia su antiguo amigo.
"Supongo que tienes razón. Pero, ¿no vas a ayudarla? Después de todo, era más lista que yo." Comentó Takashi con una mirada aburrida, haciendo que la adolescente frunciera el ceño de inmediato al notar que el insulto no había afectado a Takashi en lo más mínimo.
"¿Y por qué debería salvar a alguien como tú? ¿Acaso ni siquiera tienes decencia para abandonar este grupo? Tan solo quieres aprovecharse de mi y Saya…" Rei siseó con claro disgusto.
"Si convences a ese tipo, entonces no tendría ningún problema en abandonar el grupo." Declaró Takashi cuando señaló al profesor, haciendo que Rei gruñera por lo bajo.
"Basta de charla. Rei, si eres tan buena, entonces continua con la destilación." Declaró Saya, poniéndose en medio de ella y Takashi. "Yo me llevaré a estos dos tontos para que por lo menos aprendan a diferenciar los matraces." Saya ni siquiera esperó una respuesta de Rei, ya que tomó la mano de los hombres y los arrastró con ella de inmediato.
Rei tan solo se dignó a mirarlos con una clara mirada disgustada en su rostro, una expresión que tan solo aumentó tras enfocar su mirada en el profesor, quien le entregó una sonrisa condescendiente.
Si te fijabas bien, él claramente se estaba burlando de ella.
"Mientras antes lo termine, menos molestias tendré que soportar…" Susurró para ella misma cuando se puso manos a la obra.
Saya arrastró a Takashi y Hirano por gran parte de los tubos de ensayo, con la esperanza de que pasaran minutos, y de esa manera, relajar el ambiente.
"¿Ya te encuentras mejor?" Saya se detuvo cuando fijó su mirada en Takashi.
"No sé a que te refieres." Fue la seca respuesta del protagonista.
"No te hagas el idiota conmigo. Sé a la perfección que estás muy molesto, no importa cuanto intentes ocultarlo." Saya colocó un dedo sobre su pecho de forma incriminatoria, haciendo que Takashi volteara su rostro para no tener que enfrentarla.
"Sabes bien que no importa cuanto lo intente, ella volverá a molestarme y es totalmente insoportable…" Comentó Takashi, dando un largo suspiro al final.
"Vas a hacerme caso y punto, ¿me oyes?" Saya lo tomó de la camisa con fuerza, obligándolo a mirarla a los ojos. "No pienso perder puntos en química por la disputa infantil que hay entre ustedes. Además, ya estás bastante grande para dejarte llevar por tus emociones."
"Solo tengo 16…"
"Cumplirás 17 dentro de tres semanas."
"¿Cómo recuerdas eso?"
"No es de tu incumbencia."
"De todas formas, un año de diferencia no indica nada. Hay gente mucho más grande que yo y no son capaces de soportar escuchar como alguien le levanta un poco la voz."
"Esas son escusas de fracasados."
"No soy un fracasado."
"Si lo eres."
"No lo soy."
"Si lo eres."
"No lo soy."
"Si lo eres."
"No lo soy."
"Si lo eres."
"No lo soy."
"¿Y si mejor no arreglas el malentendido?" De alguna forma desconocida, Hirano encontró el suficiente valor para interrumpir la discusión.
"¿Malentendido?" Tanto Saya como Takashi se giraron hacia él y hablaron al mismo tiempo, revelando la confusión que sentían ante la propuesta del gordito.
"Sabes, estuve pensando que era realmente raro todo esto. Quiero decir, entiendo la razón de odiar a Miyamoto-san, pero no puedo entender la razón de ella para odiarte a ti." Esas palabras hicieron que Takashi se colocara una mano sobre su mentón mientras que Saya lo miraba con interés. "Quiero decir, tú eres más de las que se encierran en si mismo antes que gritarle a esa persona que te causo tanto daño. Por lo que, esto me da a pensar que hubo otra cosa…" Concluyó Hirano con cierto nerviosismo, ya que Saya lo estaba mirando muy fijamente.
"¿Cómo no se me ocurrió eso antes?" Pensó Saya con ligera sorpresa de que el gordito aparentemente tonto haya podido deducir algo que ella nunca hubiera sido capaz de encontrar.
"Bueno, es una larga historia. En resumidas cuentas, es culpa de ese profesor." Comentó Takashi, y el interés de Saya y Hirano se dispararon. "De todas formas, no estoy seguro de que vaya a funcionar…" Takashi mostró sus dudas cuando su mirada se profundizó, como si estuviera pensando con sumo detenimiento.
"No te está pidiendo que la perdones. Solo quiere que las cosas sean más simples para que no te moleste tanto." Comentó Saya, para luego fijar su mirada en Hirano. "¿No es así, Kota-san?"
"¡E-exacto!" Exclamó el gordito con energía.
Takashi bajó su rostro, pensando en una respuesta con sumo cuidado.
"…Muy bien, lo haré." Una sonrisa apareció en el rostro de Hirano y Saya tras escucharlo. "No estoy muy convencido de esto, pero no quiero que mis problemas personales molesten a mis amigos." Concluyó con una sonrisa, recibiendo un asentimiento por parte de sus dos amigos.
De esa forma, los tres regresaron a la mesa de ensayos, en donde Rei los recibió con su típica expresión molesta.
"¿Tanto tiempo les costó aprender los nombres de los matraces?" Preguntó con una leve sonrisa burlona.
"También estuvimos hablando de otras cosas." Comentó Saya, para luego dar un golpe con el codo a Takashi. "Vamos." Esa simple insinuación hizo que Rei observara a Takashi con cierta incertidumbre.
"Oye, tenemos que hablar sobre Shido…"
"No hay nada de qué hablar." Rei lo interrumpió, su tono sonando mucho más peligroso de lo habitual.
"Escucha…" Takashi no pudo evitar dar un leve suspiro al final. "No sé que habrá pasado entre ese tipo y tú, pero seguro no fue nada bueno. Soy consciente que eres realmente buena en química. Solo dije esas estupideces a tus padres porque estaba realmente enojado en esos momentos." Al ver que Rei no volvió a interrumpirlo, él supo que había captado el interés de su vieja amiga. "En resumen, solo quiero disculparme. No quiero que esto afecte el rendimiento de mis amigos." Concluyó Takashi de la mejor manera que pudo, ya que realmente le costó disculparse.
Y Rei pareció darse cuenta de eso.
Por lo tanto, le fue imposible ocultar esa sonrisa cubierta de satisfacción que emergió en su rostro.
"No puedo aceptar tus disculpas, ya que no son sinceras. Pero estoy de acuerdo con dejar las discusiones para otros momentos. Tampoco me gusta la idea de que nuestros problemas afecten a Saya." Hirano notó al instante que Rei ni siquiera lo había tenido en cuenta, pero poco le importó.
Si por lo menos iban a dejar sus discusiones a un lado por un momento, entonces eso era más que suficiente para él.
"Muy bien." Takashi extendió su mano, y aunque Rei se mostró un poco dudosa al principio, al final ella aceptó el gesto.
"Dejen las cursilerías a un lado y pónganse a trabajar." Declaró Saya con una leve sonrisa, recibiendo un rápido asentimiento por parte de los dos.
De todas formas, la sensación de hormigueo perduró sobre la piel de Rei, quien no pudo evitar mirarse la mano con ligera confusión. Aunque esa escena no duró más que un segundo.
Saya y Hirano se dieron cuenta de esto, y ambos se miraron por pura inercia.
La hora pasó realmente rápido, y aunque la tensión entre Takashi y Rei aun era más que palpable, ellos no discutieron otra vez. La realidad es que no se dirigieron ni una palabra. Por culpa de eso, sumado a la falta de conocimiento de Hirano y Takashi, el grupo no funcionó correctamente, pero la gran maestría de Saya se mostró como un enorme oasis en un planeta desértico.
O en palabras más sencillas, les salvó el culo de una manera magistral.
"Te dije que no era necesario la ayuda." Comentó Saya, viendo como Hirano le daba una mano para acomodar todas las cosas que habían usado.
"Lo sé, pero de alguna forma quería devolverte el favor." Comentó Hirano con cierta timidez, haciendo que Saya rodara los ojos.
"Si realmente quieres ser útil la próxima vez, entonces estudia más." Fue la cortante respuesta de la mujer, algo que puso nervioso a Hirano.
Eso fue más que suficiente para que ambos continuaran ordenando en completo silencio. Un silencio que no molestaba a Saya, pero Hirano no podía decir lo mismo.
Lo curioso de esto es que la misma Saya fue quien decidió romper el silencio:
"¿También lo notaste?" Preguntó, colocando el último frasco en su lugar.
"¿Qué?" Fue lo único que se le ocurrió decir a Hirano, quien la observó con gran confusión.
"Como actuó Rei cuando Takashi tocó su mano. Un simple toque hizo que hiciera esa mirada." El comentario de Saya hizo que Hirano olvidara su timidez y se pusiera serio de inmediato.
"Pude darme cuenta de eso. Si me preguntas a mí, diría que ella está interesada en él, aunque creo que es una exageración confirmarlo teniendo solo esa pista." Declaró el gordito con seguridad. "Lo que no puedo entender, es que, si aún sigue interesada en él, ¿por qué al final hizo todo eso?" La mirada de Hirano cambió a una cubierta de dudas tras esa pregunta.
"Tenía mis sospechas desde hace tiempo." La respuesta de Saya llamó mucho el interés de Hirano. "Creo que Rei simplemente es una mala persona." Esas palabras solo hicieron que el interés de Hirano incrementara aún más.
"¿Qué quieres decir con eso?" Ambos comenzaron a caminar juntos hacia la salida del laboratorio.
"Ella disfruta mucho revolcarse con el mejor amigo de la persona que le declaró el amor y la persona que ella supuestamente ama, por lo que solo me queda pensar que tiene una mente bastante retorcida." Declaró Saya, ganándose una mirada sorprendida por parte de Hirano.
"¿Eso quiere decir que Igo-san es igual que ella?" Preguntó con gran sorpresa.
"No, ese tipo no…" Saya no pudo evitar burlarse con una leve risa. "Hisashi tan solo es un estúpido mujeriego, y eso no es algo que sea una sospecha, es un hecho. Supongo que no le importó mucho acostarse con Rei por la simple idea de que siempre piensa más en si mismo que el daño que puede causarle a los demás. Con esa mentalidad, no me extrañaría que dejara a Rei cuando tenga la oportunidad de follar con otra chica más bonita." Comentó Saya con un leve suspiro cuando tomó el picaporte de la puerta. "Así que no, no creo que Hisashi sea un mal tipo, solo es un tarado."
Con esas palabras finales, ambos salieron del laboratorio, y lo primero que vieron fue la mirada vacía de Takashi. No tuvieron que especular mucho sobre lo que estaba sucediendo, ya que Rei y Hisashi se estaban besando con mucho ímpetu entre los alumnos.
Pero antes de que alguno de ellos dos fuera a consolar a su amigo, los murmullos se instalaron repentinamente entre los alumnos y el sedoso cabello violeta captó la atención de todos, en especial de Takashi.
Ni siquiera pudo reaccionar cuando alguien lo abrazó de forma repentina, y el distintivo aroma de coco y jazmín se instaló en sus fosas nasales.
"¡Takashi!" Saeko exclamó su nombre con alegría cuando lo abrazó con aún más fuerza, y fue en ese momento que el protagonista por fin pudo reaccionar.
"¿Saeko…?" Takashi apenas fue capaz de decir su nombre, pero aún así respondió el abrazo por puro instinto.
"Pensé que hoy no habías venido, pero resulta que estabas en el laboratorio." Comentó Saeko, separándose para poder verlo mejor.
"Es cierto, me olvidé de decírtelo." Comentó Takashi en el momento que comenzó a frotarse el cabello.
"Supongo que ya no hay de qué preocuparse." Pensó Hirano en voz alta cuando se cruzó de brazos, observando a la futura pareja con una sonrisa que no podía ocultar.
A diferencia de él, Saya se mostraba mucho más seria de lo normal. Esa seriedad se debía a las diferentes miradas de odio y envidia que Takashi y Saeko estaban recibiendo.
"Yo no estaría tan segura de eso…" Saya susurró por lo bajo con preocupación al ver como Eiji y sus colegas estaban charlando por lo bajo.
"¿Y como te fue en clase de química? Aún no nos habíamos introducido en el conocimiento de las clases prácticas." Comentó Saeko con ligera preocupación mientras arrastraba sutilmente a Takashi para dejar atrás a Rei y Hisashi.
Era obvio que ella había visto todo.
Ajeno a la ayuda silenciosa, Takashi tan solo podía continuar frotándose el cabello, aunque esta vez se lo veía claramente nervioso.
"Para ser sincero, si no hubiera sido por Saya entonces estaría completamente perdido…"
"En ese caso, supongo que tendremos que enfocarnos en eso hoy."
"¿También vendrás hoy?"
"Como es viernes, me gustaría disfrutar más tiempo contigo.."
Mientras tanto, las sospechas de Saya y Hirano cobraban aún más sentido, solo necesitabas mirar la cara de molestia que tenía Rei en estos momentos. Pero, en esta ocasión, dicha molestia se dirigía exclusivamente a Saeko.
De esa manera pasaron las horas, hasta que las clases llegaron a su final. Y, aunque Saeko lo había ayudado a olvidar, lo cierto es que Takashi aún no se encontraba del todo cómodo.
Y como no, sus molestias siempre tenían que ver con Rei. Pero, en esta ocasión, iba a asegurarse de zanjar ese tema, y ahora mismo tenía la oportunidad perfecta.
Dicha oportunidad estaba justo frente a sus ojos, donde estaba Rei hablando felizmente junto con su madre, quien aparentemente la había venido a recoger.
"Lamento interrumpir, señorita Kiriko." Takashi hizo una leve reverencia tras meterse en la conversación, sorprendiendo un poco a ambas mujeres.
"¡Oh, Takashi-san! ¡Hace tiempo que no te veía! ¿Cómo van tus notas?" Kiriko comentó con una media sonrisa, dándole un par de palmaditas sobre su cabeza.
"Bueno…estoy bien…" Respondió Takashi con los ojos en blanco, ya que se había olvidado de la personalidad tan característica de la madre de Rei. "Quería hablar de un tema importante con usted…"
"¿De que quieres hablar con mi madre? ¿Acaso vas a decirle otra mentira?" Rei lo interrumpió, aunque su madre la reprimió prácticamente al instante cuando le dio un fuerte zape en la cabeza.
"¡¿Qué es esa manera de hablarle a tus amigos?! ¡Ten algo de modales!" Exclamó Kiriko acusadoramente, haciendo que su hija bajara la mirada con culpa.
"Lo siento…" Susurró por lo bajo cuando miró hacia otro lado, mostrándose indispuesta a hacer contacto visual con Takashi.
"Y bien, ¿qué querías hablar conmigo?" Kiriko se acercó un poco a Takashi, su media sonrisa volvió a su rostro.
"Es sobre lo de Shido." La sonrisa del rostro de Kiriko desapareció y Rei lo miró con los ojos ligeramente ensanchados. "Mentí acerca de eso, no creo que su hija haya recursado el año solo con la intención de poder cursar junto a Hisashi." Los ojos de Rei se ensancharon en enorme medida y su madre lo observó con una sorpresa mucha más medida. "Realmente creo que hay algo mucho más profundo en esto, algo que solo su hija entiende y que probablemente ya se lo dijo. Puedo decirle que no fue una excusa. Probablemente sea algo muy descabellado, pero Rei no es alguien que miente. Yo sé más que nadie como actúa mucha gente de esta academia, y no me parecería raro que Shido esté usando la alta influencia política de su padre para hacer cosas no muy legales en Fujimi." Concluyó Takashi con completa seriedad.
"¿Estás consciente de lo que dices? Es una acusación muy grave." Kiriko no tuvo otra opción más que ponerse seria después de lo que escuchó. "Yo y mi esposo somos policías, podríamos investigar el caso. Pero…" Kiriko dio un paso hacia el frente, sus ojos se entrecerraron y el ambiente relajado se transformó en uno muy sofocante. "¿Cómo sé que no estás haciendo esto solo para defender el honor de mi hija?"
"Créeme, eso es lo que menos me interesa ahora." La respuesta rotunda e inmediata de Takashi hizo que Kiriko se sorprendiera un poco. "Solo quería disculparme, ya que les dije una mentira porque estaba molesto con Rei."
"¿Estabas molesta con ella?"
"Es algo personal, mamá."
"Ella tiene razón."
Kiriko miró entre Rei y Takashi por un corto segundo, para luego dar un leve suspiro.
"Muy bien, supongo que puedo hablar con mi esposo acerca de esto, pero las acusaciones sin fundamentos no serán tomadas por el cuerpo de policía. De todas formas, gracias por decirme la verdad." Concluyó la mujer, entregándole una media sonrisa dentuda al final. "¡Deberías venir a casa más seguido! ¡Hace mucho tiempo que no vienes!"
"Lo siento, pero no es algo que pueda prometer."
"¿No?" Kiriko observó a Takashi con gran confusión tras su respuesta inmediata y solemne.
"Ahora, si me disculpan…" Takashi hizo un asentimiento para despedirse de las mujeres, recibiendo un torpe saludo por la madre de Rei.
"Oye, ¿qué fue lo que hiciste?" Kiriko observó a su hija con cierto recelo, ya que no fue difícil notar la apatía que trasmitía Takashi cuando se hablaba de Rei.
"¡Ahora te alcanzo, madre!" Exclamó Rei cuando fue corriendo tras Takashi.
"¡Oye…!" Kiriko intentó detenerla, pero lo único que pudo hacer al final es palmear su rostro para dar un gran suspiro.
"¡Takashi-kun!" El ojo de Takashi obtuvo un tic inmediato tras escuchar quien lo estaba llamado, aunque lo que realmente le molestó fue el sufijo cariñoso que había usado en él.
"¿Qué quieres?" Takashi volteó su mirada para enfrentar a Rei, quien lo estaba observando con una sonrisa.
"Solo quería darte las gracias. Mi madre y mi padre me habían estado molestando mucho por esto, y sé que se debe necesitar valor para decir la verdad, especialmente cuando se tratan de dos policías." Rei se rio al final, y Takashi no encontró la gracia en ningún momento.
"Solo hice lo que debía hacer." Comentó el protagonista, para luego seguir su camino.
"¡Espera!" O eso es lo que había planeado originalmente, ya que volvieron a detenerlo. "Enserio, gracias. Si necesitas hablar sobre algo…"
"No hay nada de qué hablar." Takashi la interrumpió, entregándole una mirada sin emociones que la puso pálida. "Eso fue lo que tú me dijiste en el laboratorio, y yo también lo creo."
"¡Pero somos amigos desde hace mucho! ¡Podemos hablar acerca de esto! ¡¿O acaso este malentendido es suficiente para romper años de amistad?!"
"¿Este malentendido? No sé de qué estás hablando, cualquier cosa que tuvimos ya se rompió hace incluso más tiempo." Takashi respondió con total frialdad, haciendo que los ojos de Rei se ensancharan con horror.
"¡Pero…!"
"Ya no somos compañeros, ya no somos amigos, ya no somos absolutamente nada. Solo unos simples desconocidos que comparten el mismo sitio y año donde estudian." Takashi la interrumpió para dar su veredicto final, dejando completamente paralizada a Rei.
Finalmente, Takashi dio un paso hacia el costado y siguió caminando sin siquiera mirarla.
"Solo me disculpé porque es lo único que aún nos mantenía unidos. Ahora cada uno puede ir por su propio camino. Es lo mejor para los dos."
"¡NO ES MEJOR PARA MI!" Gritó Rei al borde del llanto.
"Tienes razón, solo es mejor para mí." Takashi volteó su rostro para verla una vez más, observando esas pequeñas lagrimas que amenazaban con rodar por sus mejillas.
El protagonista volvió su mirada al frente, observando el cielo nublado que lentamente se iba despejando. Eso hizo que una leve sonrisa emergiera en su rostro.
"Nunca en mi vida e sido egoísta, pero tampoco tengo dudas en serlo ahora." Takashi retomó sus pasos sin siquiera mirarla.
"Hasta nunca."
Esas últimas palabras hicieron que las lagrimas de Rei comenzaron a descender sin parar. Y como si su sufrimiento ya no fuera lo suficientemente grande, no tuvo otra opción que observar en silencio y con una cantidad de celos incontrolable como Saeko se unía a su caminata poco después.
"¡Oigan, espérenme!" Hirano pasó al lado de Rei, aparentemente sin percatarse de como ella lloraba en silencio.
Finalmente, el gordito se posó al lado de Takashi, y el trio comenzó a hablar felizmente.
Takashi estaba feliz.
Takashi estaba sonriendo.
Una sonrisa que ella nunca más podría disfrutar.
"Fue un muy buen discurso el que le diste. Nunca hubiera pensando, y mucho menos atrevido a contestar de esa manera." Comentó Hirano con cierta admiración, ganándose un sonrojo avergonzado por parte de Takashi.
"Un momento, ¿cuánto escucharon?" Comentó el protagonista con clara pena en su tono.
"Casi desde el principio. Me alegra saber que ya la superaste." Comentó Saeko con una sonrisa, lo que hizo que Takashi volviera a ponerse serio.
"No es que la haya superado, solo corté todo lazo que tuviera con ella. No es fácil dejar de amar de la noche a la mañana, especialmente cuando hablamos de tantos años…" Takashi no fue capaz de ocultar su tristeza, pero aun así volvió a sonreír.
"De todas formas, creo que este es un gran paso."
Saeko y Hirano tan solo lo observaron con una sonrisa, viendo como su mejor amigo avanzaba y avanzaba sin importar el dolor que estuviera sintiendo.
Sin duda alguna, ese dolor iría disminuyendo en gran medida a partir de ahora.
Especialmente si cierta mujer tan especial y hermosa seguía a su lado.
Después de que Takashi y Saeko almorzaran juntos, la hora de estudio comenzó prácticamente al instante. Aún así, el constante aburrimiento de Takashi y el incesante interés que Saeko presentaba por cada pregunta que él le hacia lograba que ambos se distrajeran del foco principal.
Después de unas horas llegó Hirano a ayudar, pero lo cierto es que el resultado fue el mismo, e incluso peor. Pero la última conversación sin duda llamó mucho el interés de Saeko y Hirano.
"Ahora que recuerdo, Takagi-san había dicho que cumplías 17 años dentro de 3 semanas." Esas palabras hicieron que Saeko abandonara la lectura del libro de ciencias para ver al gordito con suma curiosidad. "¿Tienes planeado hacer algo?"
"Hum, no realmente. El año pasado solo estuve con mis padres, pero creo que este año no podrán estar por temas de trabajo. Supongo que no haré nada." Concluyó con un inclinar de hombros, indicando que tampoco le importaba mucho.
"¡Hombre, no digas eso! ¡No puedes pasar el día de tu cumpleaños solo!" Exclamó Hirano con los ojos ensanchados, ya que realmente le asombró que su amigo poco le importara esa fecha tan importante.
"Hirano tiene razón." En esta ocasión fue Saeko quien habló. "Si quieres, podemos pasar el día contigo. Tienes un buen patio, incluso podríamos hacer una pijamada."
"Pero no tengo nada de eso en mi casa…" Comentó Takashi mientras se frotaba el cabello.
"¡Déjamelo a mí!" Exclamó Hirano con decisión.
"De acuerdo." Respondió Takashi con una leve sonrisa al notar la gran preocupación que presentaban sus nuevos y tan preciados amigos.
"Hablando de Takagi-san, ¿cómo es que sabe tu cumpleaños? También mencionaste que ella fue quien te salvó en el grupo de química. Sé que es la estudiante más prometedora de tu año, pero no esperaba que se conocieran." Comentó Saeko con mucha curiosidad.
"Ella es una amiga de la infancia. Es muy estricta, pero sin duda alguna es una muy buena persona." Comentó Takashi con una sonrisa, aunque esa sonrisa cambió al instante tras darse cuenta de un punto realmente crucial.
Saeko y Hirano no pudieron evitar mirarlo con gran confusión en el momento que él se puso de pie de forma repentina.
"¿Y si le pedimos que se una a nuestro grupo de estudio?" La pregunta de Takashi hizo que Saeko y Hirano se miraran entre sí.
"Takagi-san es una mente maestra cuando hablamos de enseñar y estudiar. Si ella quiere ayudarnos, estoy seguro que todos podremos aprender muchas cosas." Comentó Saeko con una sonrisa, siendo acompañada por un rápido asentimiento de Hirano.
"Muy bien, solo déjenme llamarla." Takashi busco su celular, y marcó el contacto de su amiga de inmediato.
Saya se encontraba leyendo un libro de romance en su dormitorio mientras sostenía un gran sonrojo en su rostro.
"Si tan solo Takashi-kun me hiciera estas cosas…" Ella susurró para si misma y su rubor se intensificó aun más por lo que estaba imaginando.
Y, como si lo hubiera llamado mentalmente, su celular marcó su nombre.
Era curioso notar como el nombre de contacto en realidad era "idiota".
"¿Takashi? Es raro que me llames." Saya cerró el libro al instante, y ese sonrojo desapareció de su rostro.
"Lo sé. Iré directo al grano." Comentó Takashi, haciendo que Saya se pusiera un poco seria. "¿Podrías ayudarme con mis estudios?"
Una leve sonrisa surcó por los labios de la enana pechugona tras escucharlo.
"Ya estabas tardando en preguntarme. Estaré allí en una hora."
Una vez que llegó, Saya se presentó con Saeko. Aunque la mujer más alta parecía contenta de poder conocer a otra posible amiga, lo cierto es que Saya la miraba con cierto recelo.
Después de todo, estaba en la casa de Takashi y ella ni siquiera lo sabía.
¿Cuánto tiempo se habían estado reuniendo esos dos sin que ella se percatara?
De una forma u otra, el grupo de estudio evolucionó de una manera sorprendente. Ahora la que mandaba era Saya, y no permitía que nadie se distrajera ni un misero segundo. No había descansos, ni mucho menos charlas que no tengan nada que ver con el estudio. Saya se encargaba de enseñar a todos, incluso su conocimiento era mucho más sorprendente de lo que Takashi pensaba, ya que incluso se encargaba de explicar a la perfección pequeñas cosas que Saeko no comprendía.
Básicamente su nivel de inteligencia y conocimiento era tan alto que superaba a la Reina de Hielo de la Academia, algo inaudito, especialmente cuando se tiene en cuenta que ella era un año más pequeña.
Al final, Takashi logró un progreso real, y la noche llegó en ese día. Tanto Hirano como Saya se despidieron, aunque esta última apenas fue capaz de ocultar sus celos al enterarse que Saeko se quedaría a cenar en la casa de Takashi.
Menos mal que no supo que ella también se quedaría a dormir, porque si no se hubiera creado un gran aluvión de preguntas que hubiera puesto muy incomodos tanto a Takashi como Saeko.
Desafortunadamente, Hirano fue el que tuvo que soportar todas las preguntas de Saya una vez que salieron de la casa. Incluso después de tanto interrogatorio él mismo comenzó a sospechar que quizás, solo quizás, Saeko estaba más interesada y curiosa con Takashi de lo que realmente aparentaba.
"Tu amiga es un poco más temperamental de lo que describiste." Comentó Saeko con un poco de gracia cuando se acobijaba en la cama matrimonial, hasta el punto que solo se podía ver su rostro.
"¿Qué puedo decir? Así es ella." Takashi se rio un poco cuando se arrodilló frente a la cama, y Saeko le respondió a su manera cuando ensanchó su sonrisa. "¿No te olvidaste traer ropa para cambiarte? Recuerda que la primera vez que dormiste aquí tuviste que volver a tu casa corriendo para no llegar tarde a la academia." Comentó con mucha gracia.
"Ya no volveré a cometer el mismo error otra vez. Además, eso fue tu culpa." Ella comentó con sus ojos levemente entrecerrados.
Eso, y el hecho de que haya cubierto la mitad de su rostro con las mantas le dio un aspecto más que divino.
"¿Ahora es mi culpa?" Takashi retiró un poco las sabanas para poder ver su rostro completo, viendo como una sonrisa picara se disparaba de Saeko.
"¿Quién fue el que tanto me insistió para quedarme?"
"Ya, supongo que tienes razón." Ambos se rieron después de esa pequeña discusión amistosa, pero su momento fue interrumpido cuando el celular de Saeko comenzó a vibrar.
Ella observó el nombre y sus ojos se ensancharon un poco. Su sonrisa no se hizo esperar, algo que llamó un poco la curiosidad de Takashi.
Saeko separó un poco el celular de su rostro y respondió la videollamada.
"Hola, papá." Esas dos simples palabras sorprendieron a Takashi por completo.
"¿Cómo está mi linda princesita?" Ryoma acercó su rostro a la cámara de una manera excesiva, lo que lo hizo lucir bastante gracioso.
"¡Papá, ya te dije que no me llamaras así!" Saeko no pudo controlar su voz y el leve sonrojo que surcó por sus mejillas.
"¿Eh? ¿Por qué no? ¿Dónde estás? Esa no es tu cama." El instinto paternal de Ryoma se activó prácticamente al segundo tras notar que las sabanas y la ambientación no era algo que estuviera en su casa de Japón.
"Estoy en la casa de un amigo. Saluda a Takashi Komuro." Saeko apuntó su celular hacia el protagonista, y este no supo que decir.
Era natural, ya que estaba en frente de una de las grandes estrellas de Japón. Además, esa cicatriz que recorría por su ojo izquierdo, su cabello oscuro largo desordenado y la fiera mirada que sostenía en su rostro lo paralizó.
"¡Es-es un placer, señor Busujima!" Takashi contestó torpemente cuando hizo una reverencia bastante forzada.
Ryoma se llevó una mano al mentón y tarareo para si mismo.
"Oye, Sao-chan..." Saeko no tuvo otra opción más que volverse a sonrojar de vergüenza, ya que su padre había utilizado ese apodo tan cariñoso sin siquiera preguntarle.
"¿Qué sucede?" Su hija apareció en la cámara, en donde tanto Takashi como ella se veían juntos.
Ryoma comenzó a frotarse el mentón mientras los veía sin decir una sola palabra, por lo que Takashi y Saeko no pudieron evitar mirarse entre sí con gran confusión.
"¿Usaron condones?"
La pregunta tan repentina descolocó por completo a Takashi.
"¡PAPÁ!"
Mientras tanto, Saeko no tuvo otra opción más que sonrojarse hasta la muerte.
"¡Muajajaaja, relájense! ¡Solo era una broma!" Gritó Ryoma entre risas incontrolables. "Es decir, si son amigos, supongo que no tienen ese tipo de relación." Concluyó el padre con mucha más naturalidad, para luego aclarar su garganta. "Por cierto, ¿cómo sé que puedo confiar en ti, Komuro-san?" El siempre tono alegre de Ryoma se transformó en una daga que parecía estar a punto de apuñalar la tráquea de Takashi, por lo que no pudo evitar quedarse completamente helado.
"No te preocupes, padre." Para su suerte, Saeko saltó en su ayuda. "Takashi es una muy buena persona." Ella concluyó con una dulce sonrisa en su rostro.
Al ver que su hija sonría tan radiante, Ryoma decidió bajar la guardia.
"Si tu lo dices, hija mía…" Comentó al final con ciertas dudas, pero aún así su sonrisa volvió a estar vigente. "Entonces, ya no les interrumpo más. Que disfruten la noche." Concluyó, dando un rápido saludo que fue respondido por su hija.
En ese momento, un silencio un tanto incomodo se presentó entre Takashi y Saeko.
"Parece-parece que tu padre no confía mucho en mi…" Takashi quiso romper el hielo, riéndose con gran nerviosismo al final.
"No es tu culpa." Saeko comentó con calma. "Como te dije antes, tuve unas amigas que solo se interesaban en estar cerca de una superestrella como lo es mi padre. Cuando me enteré de eso, fue realmente doloroso, y mi padre comenzó a tomar mis relaciones con muchas más precauciones para que no volviera a salir lastimada…" Saeko no pudo terminar su discurso, ya que sus ojos se ensancharon a más no poder al sentir como Takashi apretaba su mano para reconfortarla.
"No te preocupes. Yo nunca te haría algo como eso." Comentó con una sonrisa que la relajó bastante.
Aunque ni en un millón de años se esperaba lo siguiente:
"Porque, junto con mi madre, tú eres la mujer más importante de mi vida."
Saeko se llevó una mano a su pecho de manera inconsciente al sentir como su cuerpo se aceleraba de un momento a otro. Su perplejidad se hizo vigente al igual que el enorme rubor que tiño sus mejillas. Cada respiración que daba era un mar de sentimientos tan atrapantes y sensitivos que conmovería a cualquiera.
Ella no lo sabía, pero se estaba enamorando.
Takashi tampoco lo sabía, y su falta de tacto se presentó casi de inmediato al notar como Saeko lo miraba sin parar con esa expresión tan conmocionada.
"¿Quizás exageré un poco?"
Saeko por fin reaccionó tras escuchar esas palabras, y ella se dejó llevar por esas emociones tan desbordantes que calentaban tanto su cuerpo, en especial, su pecho.
Ese acto hizo que se acercara a Takashi, sin importar el hecho de que las sabanas cayeran y que su sostén violeta se presentara junto con su gran escote, algo que sin duda sonrojó al muchacho.
Ese sonrojo tan solo incremento cuando fue abrazado sorpresivamente por ella.
Pero, al sentir el calor de Saeko y los latidos acelerados de su corazón, ese nerviosismo quedó a un lado. Una leve sonrisa emergió de su rostro y respondió el abrazo sin ningún tipo de vergüenza.
Los ojos de Saeko se cerraron con fuerza y su corazón se aceleró aun más tras notar como él le devolvía el abrazo.
Finalmente, ella se apegó aún más a su cuerpo antes de decir unas últimas palabras:
"Yo también te quiero."
¡FINAL DEL CAPÍTULO!
¡Espero que lo hayas disfrutado!
Y si, hubo ciertos cambios en la historia de Rei y Shido para adaptarse más a lo que quiero desarrollar. Aunque, para ser sinceros, Shido sigue siendo el mismo hijo de puta de siempre.
Inicialmente pensé cerrarlo con otra escena, pero lo cierto es que, si lo hacia el capítulo iba a quedar muy largo, y, aprovechando el hecho de que el próximo quizás iba a ser bastante corto, entonces decidí pasarlo todo al final del arco. De esa manera, creo que el próximo capítulo va a ser igual de largo que completo.
¡Muchas gracias por leer!
