Los personajes no me pertenecen, solo los uso para mi esparcimiento y diversión, son propiedad intelectual de su creadora. Por el contrario la historia si es mía.


Fragmento del Capítulo 12

Quito su espada del cuerpo y la limpio con la capa de uno de los desafortunados malhechores. Al abrigo de la oscuridad comenzó a hacer los posos para sus víctimas. Tras terminar y dejar dentro las partes. Despojo del oro y de algunas escamas que tenían encima de las pertenecías metiéndolas dentro del pozo y lo cubrió. Tras unos instantes y para su sorpresa, noto que no estaba cansado, de hecho casi ni había sudado. Pensó que el entrenamiento había rendido su fruto pero descubrió al terminar que tenía una herida en el costado izquierdo de su abdomen. Camino hacia un pequeño arroyo que estaba cerca donde antes de atenderse limpio sus manos de la sangre de sus atacantes. Luego se descubrió la parte superior del cuerpo para inspeccionar su herida. No era profunda, quizás unos centímetros más a la derecha estaría en problemas. En ese momento la luz de luna inundo el lugar notando para su sorpresa el tipo de herida. Miro con más detenimiento y se inquieto con lo que observo. Se cambio rápidamente, se subió a su caballo y comenzó a cabalgar lo más rápido que pudo con dirección a Gales con la esperanza de obtener las respuestas que necesitaba.


CAPITULO 13

ESTUPIDA HUMANA

Netflyte cabalgo hasta dejar exhausto a su corcel, y a pesar de casi no haber dormido en dos días, apenas estaba cansado. Aun así, en la tarde del segundo día descanso, o mejor dicho le dio un respiro al pobre animal que estaba por demás fatigado. Con un poco más de calma, analizo la situación y llego a dos posibles conclusiones. La primera, era que uno de los grandes dragones negros estuviera detrás de la caza de los cazarecompensas o bien alguna de las organizaciones que pretendían tomar el control de la frágil nación después de la guerra contra los nórdicos y asumía que estos podrían complicar sus planes. Mientras reflexionaba, cazo un par de conejos y pese a su deseo primario, apenas lo cocino, dejando la carne punto medio, medio crudo. A esta altura sabia que algo no estaba bien en su cuerpo, las señales eran claras, en particular con sus sentidos, los cuales no hacían más que incrementarse día a día.

Tu sangre en mis alas

Entre tanto, Lytta no la estaba pasando de la mejor manera. El malestar que sentía por culpa de ese sangrado, hacia que quisiera destruir todo a su paso. Incluso después de si primera batalla contra Netflyte, en donde casi perdió la vida por sus heridas, sintió tanto dolor. Sin embargo, sentía un pequeño consuelo, estaba contenta de no estar sola con esa dolencia y la tranquilizaba la presencia de la molesta hada lujuriosa y el sometido dragón negro. Al tercer día, Minet le dijo que su semblante era mejor y pudo comer algo más sin que sintiera nauseas. Pese a eso, sentía que algo no estaba bien, no podía asegurar que, pues los cambios que sentía en su cuerpo humano no la dejaban pensar con claridad, sumada a la negación de preguntar a algún humano por respuestas.

Al mediodía del día siguiente, la desvergonzada pareja partió hacia una pequeña ciudad cercana llamada Saint David's, con algo de oro para comprar algunos víveres y de ser posible algo de ropa para el dragón, pues ya le incomodaba que no vistiera más que una simple y vieja falda escocesa. Paso la tarde molesta, pero mejorando poco a poco. Con algo de dificultad logro prender una fogata antes del anochecer. Supuso que de seguro ese par se quedaría en alguna posada haciéndolo en una cama, como era la idea de la hada, según le dijo. Cerca de la media noche y bajo el abrigo de un álamo negro, Lytta estaba durmiendo plácidamente, después de un par de noches agobiantes, además de que ese extraño sangrado había terminado. La noche estaba algo fresca y las nubes cubrían la luna, el crispar hipnótico de las llamas de la fogata la sumían en sueños de sucesos vividos recientemente. No entendía por qué, pero podía sentir que el calor del cuerpo de Netflyte, su mirada y pese a su negación, ese beso robado que ahora quería de nuevo. Pero esos sueños agradables se tiñeron de desesperanza al escuchar la voz del aventurero gritar su nombre con desesperación, una desesperación que le dolió en lo más profundo de su corazón. Pero de repente el dolor se hizo palpable y sintió como algo frio atravesó su piel haciendo que abrirá los ojos de la impresión. Vio con terror la figura de una persona desconocida empuñando una lanza que saco de su cuerpo dando lugar a la desagradable sensación de tibia humedad que empapaba sus prendas. Paralizada por la situación y sin poder hacer nada nuevamente cerró sus ojos esperando su final. Esta vez, sintió que algo tibio salpicaba su rostro con lo que pareció un grito ahogado. Al abrirlos vio como la figura se partía a la mitad, dejando la lanza clavada en el piso a centímetros de cuerpo. A continuación escucho los gritos de batalla de varias personas, pero el dolor que estaba sintiendo era demasiado como para tratar de incorporarse y ayudar a esa figura que estaba segura era él. Pudo ver como la figura comenzó a atacar a lo que parecía una docena de hombres. Las fuerzas comenzaron a abandonarla, pese a que hacia lo que podía para mantenerse consiente y ver a ese aventurero que luchaba para protegerla. Sentía como las fuerzas comenzaban a dejarla, en tanto, la figura masculina atacaba como un berserker a los que iban quedando en pie, esos temerarios guerreros nórdicos que él le había hablado mientras la entrenaba. Una lagrima cayo por su mejilla al entender que quizás no podría hablarle de nuevo y sintió algo nuevo, algo que quería decirle y no lo hizo. Dejándose caer y vio como uno de los sujetos mas grandes logro desarmar al aventurero con una gran hacha. Sabiendo que quizás él sería el siguiente, apretó sus ojos para no verlo caer. Extrañamente los atacantes gritaron de terror y al abrirlos haciendo un esfuerzo, pudo ver como él que creía había llegado para estar con ella, había desplegado un enorme par de alas.

- No puede… ser… – Alcanzo a decir Lytta antes de perder el conocimiento.

Aun que estaba atento a los asesinos, no dejaba de vigilar el estado de Lytta y temiendo lo peor Netflyte arremetió contra los que aun estaban de pie, los cuales comenzaron a temblar al ver las enormes alas que habían salido en su espalda. Aun sin tener conciencia de las nuevas partes de su cuerpo, ataco sin tener compasión con estas, desgarrando el cuello de uno y casi decapitando a otro en la acción. Aprovechando la caída de sus compañeros el enorme bandido del hacha quiso acabar con el hombre alado a traición, pero este se dio la vuelta y tomo el hacha con una mano y grandes fueron sus ojos al sentir como la púa del ala derecha desgarraba su abdomen dejando caer su contenido. Trato de juntarlo como pudo dejando el hacha en las manos de su ahora verdugo y pensando que acabaría en ese momento con su vida, vio con desesperación como la lanzo al último de sus compañeros que había huido y se encontraba a mas de 50 metros atravesando su cuerpo, como si de mantequilla se tratara.

Dejando a los heridos a su suerte, Netflyte corrió hacia Lytta temiendo lo peor. Como pudo atendió esa profunda herida la cual no dejaba de sangrar. Sabiendo que no podría por sí solo, improviso un vendaje y tomándola en sus brazos monto su cansado corcel hacia la ciudad que estaba cercana.

Tras una eterna cabalgata, entraron al pueblo buscando una iglesia, puesto que de seguro sabrían donde conseguir un a alguien que lo ayude. Noto mientras avanzaba por las desiertas calles de la ciudad, a una pareja que tenía el caballo de Lytta, pero no era el momento de indagar, pese a que se dieron cuenta que la llevaba con él.

Al llegar a la capilla en el centro, despertó al párroco y luego de explicarle e implorar por alguien que pueda asistirla mejor. Este los hizo pasar hasta unas habitaciones sin mucha decoración mientras convocaba a la única hermana del pueblo, quien supuestamente había asistido a los heridos en las guerras contra los nórdicos. Al entrar, Netflyte noto que tenia aires de nobleza y elegancia, pero la cara de desagrado que mostraba no le dio buena espina. Tras decirle que la habían tratado de robar, ella examino la herida y dijo sin mirarlo.

- Tiene que dejarme a solas mi señor. Debo quitarle la ropa.

- No me iré de su lado. – Afirmo con decisión.

- Solo si es su esposa y dudo que lo sea.

La mirada firme del aventurero hizo que la hermana aceptara su presencia en la habitación y no espero que sea él quien le ayudara. Una hora más tarde, ya entrada la madrugada, habían terminado de atender la herida de una manera que pocas veces Netflyte había visto. Luego de higienizarse las manos, la hermana le pidió que haga lo mismo mientras le prepararía un té. Estando solo, sintió la presencia de alguien, no sabía que era, pero sabía que era un dragón. Quería salir a enfrentarlo, sentía su sangre hervir en sus venas, un deseo de venganza en cada latido al verla herida y en tan delicado estado. Pero lo más importante era. ¿Por qué no se estaba recuperado? Encerrado en sus pensamientos, se sobresalto al escuchar a la joven monja ingresar.

- Le traje un té de hierbas. Le hará bien para sus nervios.

- ¿Me ve nervioso? – Cuestiona tomando la taza.

- Puedo sentir su corazón latir como un tropel de caballería. Además tiene el aspecto de no haber dormido en un par de días.

- Y aun así casi llego demasiado tarde. – Responde con pesar.

- O llego cuando tenía que. – Él la mira sorprendido. – Las cosas pasan porque así debe ser. No debe echarse la culpa. Los humanos no tienen la culpa de temer al más fuerte.

- ¿Humanos?

- Es la primera vez que veo a un dragón preocupado por una simple mortal. – Sentencia dejando sorprendido.

Netflyte mantuvo la calma, pero tratando de que no lo note tomo la daga que escondía en su manga.

- Entiendo a la humana de querer apararse con usted. Obtuvo un aspecto muy viril.

- ¿Quien o que es usted? – Interroga poniendo la daga en el cuello de la mujer.

- Tranquilo. Si lo quisiera muerto así estaría. Para los humanos soy Emilia Anderson, pero para nuestro mundo soy Mercury, una de las elfas del conocimiento. Es claro que aprecia a esta humana para aceptar ayuda de mí.

- Un momento. ¿Humana?

- Sabía que eran algo estúpidos, pero esa mujer es humana. – Responde con fastidio.

- Ella es una dragona, yo soy humano. – Asegura Netflyte

- Entonces explíqueme esto…

Ella toca la mano que aun tenia la daga y lentamente lleva su mano por el brazo hasta el hombro, donde toca levemente este y un par de alas de dragón verde aterciopelada se desplegaron haciendo que casi se apagaran las velas que iluminaban la habitación.

- Entienda. – Se quita el velo dejando ver una cabellera corta y un par de puntiagudas orejas. – El que haya ayudado a su humana no me hace su amigo.

- Como es posible que yo… si ella era… Ella era una enorme Dragona de ojos verdes y yo su cazador. – Le cuestiona bajando su daga.

- ¿Una de las supuestas guardianas que evitaban que pasaran los dragones negros a este mundo?

- Eso fue lo que me dijo.

- Un ser muy especial, una criatura demasiado joven para esa responsabilidad.

- ¿Joven? Tiene 400 años.

- Mi Lord, he visto a los humanos desde antes del primer Cesar, incluso antes de que Celtas.

- Pero eso quiere decir que…

- Soy Inmortal. Una verdadera calamidad, mas en este tipo de sociedad humana que no le da autoridad a las hembras de su especie.

- ¿Y porque esta en este lugar olvidado?

- Estoy cerca del bosque. Además el padre tiene una gran colección de libros y puede conseguir más. En nuestra tierra no hay del conocimiento de este mundo.

- Ya veo mi lady. Por eso es tan habilidosa para las heridas.

- Es ventajoso y facil aprender del cuerpo humano, siempre tienen un motivo para ir a la guerra. Por eso pude asegurar que el cuerpo de la mujer era eso. Una mujer.

- No entiendo lo que paso.

- Podría ser una maldición o un hechizo y podría asegurar que sus sangres se mesclaron pasando sus habilidades y debilidades en ese momento.

- ¿Es por eso que tengo estas alas?

- No solo eso. Usted es un dragón ahora. Incluso de seguro siente al otro dragón que está afuera con una criatura más.

- Ya me ocupare de quien está afuera. Pero lo importante. ¿Cree que Lytta se recuperara?

- Eso no lo puedo decir. Si es su destino, vivirá. A menos que usted tenga su magia también.

- ¿Que quiere decir?

- Este tipo de dragones son mágicos, una de las primeras creaciones de Morgana, los cuales tienen parte de su magia. Pero como estos se rebelaron contra su creadora, llegaron los dragones negros, seres que aman el sufrimiento, pero sin magia. Si me permite, una calamidad para todos.

- Ya veo.

- Mejor vaya a encargarse de ese Dragón negro que está afuera. Solo tenga cuidado, siento que hay algo distinto en él.

- Cuídela por favor.

- Tiene mi palabra.

Netflyte salió por la puerta trasera de la parroquia encontrando a un fornido caballero de largo cabello rubio con el torso apenas cubierto. Pese a no tener ninguna arma a la vista se mostro tranquilo al ver como el aventurero afirmaba su mano en la empuñadura de su espada Bastarda. Cuando estuvo a una espada de diferencia se quedaron mirándose fijamente hasta que una chillona voz los interrumpió.

- Con razón ella estaba así. – Ambos hombres giraron a verla. – No solo eres atractivo, también eres intrépido.

Ambos giraron y vieron a Minet llegando con el caballo de Lytta y su espada envuelta en un paño. Dejo el caballo atado a un árbol y se acerco con tranquilidad al aventurero que no dejo de estar en guardia ante la recién llegada que no parecía amenaza alguna, pero que tenía una esencia conocida.

- Tú debes ser el humano que le enseño a usar la espada. ¿Nergot, no?

- Netflyte Gareht mi Lady.

- Soy Minel, una de las amigas de Lytta de nuestro mundo, soy un hada y ese sensual caballero es mi pareja Kun. Sé que parece un gran y malvado dragón negro, pero es un amor y fue desterrado por su gente.

- Lo que me faltaba, otra hada y mas dragones.

- Se ve que son tal para cual. – Dice con fastidio y de la espalda descuelga la espada y se la entrega. – Ten fui a buscar su espada para que no se pierda.

Cuando se la entrega siente la esencia del cazador y declara algo molesta.

- Espero que no sepa que te besaste con esa antipática.

- ¿Cómo es que?

- Podre no ser la más inteligentes de las hadas, pero me doy cuenta cuando una de nosotras quiere lo que no puede. Pero lo más importante. ¿Cómo esta ella?

- Grave. Solo nos queda esperar a que mejore. Ya no tiene ese poder de recuperación.

Tras hablar un poco mas y de comentarle lo que había pasado con los cazadores de dragones, advirtiendo que quizás Kun también estaría en peligro. Luego de eso les pidió que se deshicieran de los cuerpos que dejaron en su campamento y que tomaran lo que sirviera, pues él se quedaría en la parroquia junto a Lytta por cualquier novedad.

Tu sangre en mis alas

Durante el resto de la noche Netflyte se quedo en el cuarto, sentado frente al camastro donde estaba convaleciendo. Miraba su casi nula respiración y ese pequeño gesto de dolor que notaba que, pese a estar como dormida, sufria. Regularmente la elfa religiosa entraba a revisar su progreso y pese a pedirle que descanse en una habitación contigua, simplemente se resigno a traerle una taza de té de hierbas para que recuperar energía. Con las primeras luces del alba Netflyte noto que la respiración de ella cambio, por lo que se acerco a su lado tomando su mano. Con claro dolor, la ahora humana miro desconcertada al cazador.

- Regresaste… -Comenzo con su susurro.

- No podría dejarte a tu suerte. Menos ahora.

- Duele mucho… más de lo que pueda recordar y no puedo sanar como antes… - Asegura con preocupación.

- No pienses en eso ahora. Mejor descansa. – Dice acomodando su cabello tocando su rostro sin querer.

Ella apoya su rostro en su mano dejando caer una lágrima, cosa que desconcierta al aventurero y enciende una alarma al sentir su rostro helado.

- Deberías déjame Netflyte, ya solo soy una molestia, una estúpida humana… y tu…

- Yo estaré a tu lado, lamento lo que paso en el rio y se que no es el momento. Pero nunca te dejaré de nuevo.

- pero… creo que yo si…

Ella sonrió al aventurero de una forma sincera, como pocas veces creyó ver él. Antes que pudiera responderle o decir lo que sentía, ella suspiro profundamente cerrando sus ojos. Netflfte miro aterrado pues dejo de sentí el agarre de su mano. Trato de llamarla pero su garganta se cerró impidiéndole poder siquiera emitir sonido alguno. Comenzó a sacudirla con desesperación mientras su vista se nublaba de lágrimas. Intento llamar la atención de la elfa arrojando la silla contra la puerta, pero lo hizo con tanta fuerza que destruyo ambas. Pocos segundos después entro la falsa moja apartando al aventurero que comenzaba a perder el control de su cuerpo. Con clara habilidad la elfa intento ayudar a Lytta pero un momento mas tarde giro con la mirada triste hacia Netflyte.

- Juro por Dios que los matare a todos. – Juro con una voz que no era la propia casi de ultratumba.

Ante la mirada atónita de la monja y del padre que entro a la habitación, quien fuera un formidable guerrero humano desgarro su ropa al comenzar a crecer en tamaño. Sus alas se extendieron mientras su rostro, alguna vez adorado, perdió su humanidad. Su piel comenzó a razgarse dejando ver pulidas escamas verde oscuro. Su tamaño fue tal, que rompió el techo y parte del ala oeste del convento, asustando a los pocos parroquianos que estaban despiertos a esa hora. Con poco más de cuatro metros de alto, el enorme dragón de ojos celestes acaricio el frio rostro de la mujer que yacía en la cama. Con el último signo de humanidad derramo una lágrima mientras su rugido estremeció la región.

Continuara…


Antes que nada me disculpo por la demora entre capitulo y capitulo. Sé que no debería tardear tanto, pero la vida adulta es así… igualmente espero que les guste y no creo que le quede mucho mas. Voy a buscar terminar todo esto lo más rápido posible. (si eso es posible) Espero sus comentarios para ver cómo va la cosa.

Agradecimientos:

Litakino1987: Me alegra que os haya gustado este capítulo y nuevamente perdón por la demora. Incluso yo la habría atado. Como usted dijo en efecto, y como ya leyó las cosas cambiaron ahora. Y como sospecho si, hubo un cambio que no esperaban. Solo espero que termines de leer esto después de este punto… no entiendo porque pero salió asi… Nos leemos mi Lady!

LADI JUPITER: Como usted adivino los roles se invirtieron de una manera inesperada. Pero que pasara ahora? Ni yo lo sé! Muchas gracias por leer esta locura!

Kamisumi Shirohoshi: Si es por conti espero el Génesis y no el de las sagradas escrituras! Y si bien llego la inspiración en ese momento, no llega en la cantidad ni calidad que quisiera… y por mi no hay problema con lo que necesite, si le sirve tómelo! Y nos leemos mi lady!

Pato: Espero que este capítulo te guste, pese a que tarde mas de lo que quisiera…

Lector anónimo: Gracias por estar ahí!

Lector de Facebook: espero que te guste!


Nuevamente gracias a todos

Por si no saco nada antes

Feliz Navidad y Feliz Año Nuevo

y finalizo con habitual y clásico

Nos leemos!