Capítulo [13]

(...)

En el mismo día que los invocados llegaron y la Liga de Villanos fue diezmada, bajo un cielo despejado y azul de la tarde, Nemuri Kayama disfrutaba de una tranquila caminata en un parque que florece con flores de cerezo. Viajando detrás de ella, un grupo de mujeres se maravillaban con sus ojos brillantes, una vista que nunca habían tenido la oportunidad de experimentar en su mundo natal.

Girando hacia su seleccionado compuesto de extranjeras, Nemuri peinó con delicadeza un pétalo caído de una de las ramas florecientes, un esfuerzo para transmitir la belleza sutil pero embriagadora que su mundo tiene para ofrecer.

—¿Hermoso, no?—preguntó, sonriendo suavemente mientras su mirada danzaba entre las figuras de las mujeres que la acompañaban—Desde mi infancia, solía pasear por aquí con mi madre. Esto es lo que mi mundo conoce como flores de cerezo.

Alicia Belmont, con sus relucientes ondas castañas y los ojos rojos de vampira que brillaban ferozmente contra la luz del día, parecía perderse en la contemplación, su rostro sereno destacaba la diminuta cicatriz de quemadura cerca de su cuello.

—No hay nada que haya visto antes. Esto es simplemente hermoso.

Luego estaba la regia valquiria Albedo, con su cabello negro azabache, un rostro que podría competir con la de una diosa, sus ojos dorados se iluminaban con curiosidad y fascinación. Los cuernos que sobresalían en ángulo de sus sienes agregaban una peligrosa belleza a su perfil.

—Ojalá mis hermanas estuvieran aquí para ver esto—comentó Albedo.

La dulce y encantadora Haruhime, una Renard que poseía cabello largo y dorado contrastaba encantadoramente con sus brillantes ojos verdes. Sus peludas orejas de zorro y cola se movían en sincronía con sus emociones, añadiendo un matiz excepcional a su fascinante presencia.

—Sea en el lugar donde viviremos, quisiera cultivar estos árboles.

Siguiendo de cerca a Haruhime, estaba Alpha, una noble elfa con ojos azules que complementaban a la perfección su largo cabello dorado. Su armadura de mitril reflejaba los rayos del sol, destacando aún más su elegancia.

—Izuku no bromeaba con esto. Tenías razón, Nemuri. Fue una buena idea estar a tu lado al momento de que iniciamos el viaje—dijo Alpha mientras seguía contemplando dichos pétalos que estaban a su alrededor.

Por último, pero no menos importante, estaba Beatrix, también de la misma especie que Alpha, pero más experimentada e imponente. Su figura curvilínea estaba adornada con un

traje de batalla, con una espada colgada del cinturón. Su cabello platino y ojos azules resplandecientes ofrecían un contraste sorprendente con su piel pálida.

—Me preguntó dónde estaría Mineta-san. Ahora que está finalmente fuera de su taller, puede admirar esto.

Todas estas mujeres contemplaban la belleza natural del parque, sus ojos incansablemente desviados hacia los altos edificios que dominan la ciudad de Musufatu en la distancia, su asombro y curiosidad ofrecían un contraste inolvidable con la paz que se respiraba bajo el marco de las flores de cerezo. Una paz que jamás creyeron experimentar luego de años en el Clan Wolf, con todo lo que eso implica.

De repente, la tranquila contemplación de las mujeres fue interrumpida por una figura familiar. Mineta-san, vestido con su típica armadura enana, se aproximó con un ímpetu que instantáneamente atrajo sus ojos hacia él.

—¡Oigan, chicas! ¿Qué tal les parece el mundo que tanto les hemos hablado?—soltó Mineta con una risa alegre y típicamente enana, tan contagiosa que incitaba a sonrisas en respuesta.

Beatrice, la impetuosa elfa, y Alicia, la singular vampira, emergieron del grupo de mujeres y corrieron hacia Mineta. Su abrazo conjunto mostraba una intimidad más allá del mero afecto, dejando claro que eran las queridas esposas del enano. Alpha, Albedo, Haruhime y Nemuri, las esposas de Izuku, observaban, sus ojos brillando con expectativa, anhelando el reencuentro con su propio amado.

En el margen, una figura se mantuvo un poco apartada: Teshigawara, la ex compañera de Mineta en la academia. Su emoción apenas contenida frente a las singulares damas de diferentes razas se desvaneció por un instante cuando la siempre cautelosa Beatrice unos momentos después sacó su espada, apuntándola directamente a la antes invisible Teshigawara.

Pero Mineta intervino rápidamente, su voz llena de calma y tranquilidad.

—Cariño, cálmate, es solo una amiga.

—La desconozco—refutó Beatrice, su mirada todavía sospechosa.

—Créeme, no es una amenaza—aseguró Mineta.

A pesar de esta situación incómoda, Teshigawara parecía más intrigada que asustada, comprendiendo plenamente que esta era una reacción normal para aquellos que la acababan de conocer. Para fortuna de la chica, parecía que estas mujeres hablaban japonés con fluidez, sin saber que poco tiempo atrás habían adquirido la Skill de "La Lengua de Brujo", que les permite hablar cualquier idioma. Esta es solo una de las muchas habilidades extrañas que todos los miembros del clan tienen a su disposición.

Sin embargo, fue Nemuri quien eventualmente alivió la tensión.

—Yo la conozco—intervino, dirigiéndose a Beatrice—En algún momento la asesoré durante su semana de introducción en la academia. ¿Teshigawara-san, verdad?

—¿Nemuri-sensei?—preguntó Teshigawara, visiblemente sorprendida y aliviada al reconocer a la mujer a su lado.

Más que aliviada, sentía una enorme felicidad al ver a su maestra favorita de su primer año de la academia caminar de nuevo.

—Ese soy yo—dijo Nemuri con una sonrisa cálida.

Con la confirmación de Nemuri, el arma de Beatrice lentamente bajó, dando fin a lo que podría haber sido un desafortunado malentendido. La sonrisa volvió a los rostros de todos, y la atmósfera volvió a su estado original de tranquilidad, poniendo a todos en facilidad una vez más.

—Bien, me disculpo por mi comportamiento—se disculpó Beatrix mientras enfundaba su espada.

Teshigawara por su parte, para la sorpresa de la gran mayoría, salió de su caparazón y saludó a Beatrice con una mezcla de nerviosismo y reverencia.

—Un placer conocerla—dijo, regalando a la elfa una sonrisa tímida.

—El placer es mío—respondió Beatrice, asintiendo con respeto y calidez.—Es bueno conocer a gente de la antigua vida de mi esposo.

Fue entonces cuando las mujeres no nativas se acercaron a Teshigawara, curiosas y emocionadas de interactuar con esta representante nativa de un mundo que todavía estaban llegando a entender. Mineta se sentía aliviado al ver a Teshigawara acogiendo a las mujeres con tanta emoción y aceptación, a pesar de su nula relación previa con él y circunstancias inusuales con su fanatismo al género Isekai. Su espíritu abierto y su aceptación de lo desconocido eran refrescantes, un contraste con el rechazo y sospecha que algunos de sus compañeros de la U.A pudieran haber mostrado.

Una conversación amigable comenzó entonces, un círculo de mujeres explorando sus diferencias con curiosidad, cada una a su manera brindando un nuevo matiz a la conversación. Mientras tanto, Mineta y Nemuri se alejaron un poco, permitiéndoles el espacio para hablar.

—Jamás creí ver a esa niña aceptar tan rápido la verdad de quienes somos—admitió Nemuri, su mirada analizando cuidadosamente el grupo de mujeres que se habían agrupado en torno a Teshigawara.

—Me alegra la posibilidad de que ella pueda hacerse amiga de ellas. Como no originarias de este mundo, aún tienen mucho que aprender—asintió Mineta, compartiendo su optimismo.

Nemuri, sintiéndose aliviada, permitió que una pequeña sonrisa cruzara sus labios. Una de los muchas preocupaciones de dejar a sus mejores amigas y hermanas de batalla del clan en un mundo desconocido parecía haberse disipado, al menos por ahora.

En este clima sereno, Mineta sacó a relucir otro problema que aún estaba en el aire.

—No falta mucho para que Nezu reúna a nuestras familias como te había comentado a través del cristal. Necesitamos que mis esposas, Albedo-san, Haruhime-san, y Alpha-san queden ocupadas visitando algunas partes de la ciudad. ¿Podrías encargarte, Nemuri-san? Mi ex compañera estaría encantada de hablar más con las chicas.

—Eso se puede arreglar—aseguró Nemuri con una sonrisa. Podía sentir la preocupación de Mineta, pero estaban en la misma página.

Ambos comprendían que necesitaban tener cuidado con cómo y cuándo revelaban la verdad que querían mostrar a sus familiares y seres queridos.

A pesar de todo, había algo que molestaba a la mujer y no tardó en expresarlo a Mineta.

—Debo admitir que tengo un cierto sentimiento amargo al recordar que mi padre murió a causa de la cirrosis provocada por beber alcohol barato hace más de 10 años. No tengo a nadie más aquí que pueda demostrar quién soy. Así que tendré tiempo... —dijo Nemuri con una expresión decaída.

Finalmente, Mineta pronunció palabras de consolación para Nemuri.

—No te sientas mal, solo concéntrate en la familia que tienes ahora. Además, tendrás mucho tiempo para cumplir tus promesas con Haruhime y compañía de enseñarles los dramas coreanos.

Nemuri sonrió. Pensar en sus borracheras y esas promesas absurdas que aún quería cumplir siempre le despertaba una mezcla de humor y nostalgia. Después de todo, aunque no todo pudiera ser perfecto el haber vuelto a su mundo natal, había algunas cosas por la que esto podría haber valido la pena.

(...)

Mientras tanto, lejos de la reunión en el parque, en la oficina de Héroes de Sir Nighteye, el veterano héroe y su asistente Bubble Girl acababan de regresar de un agotador día de trabajo. Nighteye, apoyándose en su bastón con cada paso, no podía quitarse de la cabeza la inesperada noticia de que un grupo desconocido había destruido y masacrado a la Liga de Villanos y a los que sobrevivieron fueron entregados a la Comisión de Héroes, siendo su gran amigo y héroe admirado, All Might el que también estaba involucrado en esto. Además, de que sus pupilos Mirio y Tamaki habían desaparecido durante un reciente patrullaje y hasta entonces no habían contestado ninguno en sus intercomunicadores.

—Señor, también deberíamos considerar la posibilidad de que villanos desconocidos hayan participado en la desaparición de Mirio-san y Tamaki-san durante su patrullaje— comentó Bubble Girl, su voz cargada de preocupación.

Al entrar a la sala de espera, su breve conversación fue interrumpida, cuando se reveló la presencia de dos figuras familiares, y sin embargo, ciertamente diferentes a cómo las recordaba. Ante la sorpresa de Sir Nighteye, su estudiante, Mirio, se encontraba sentado en una de las bancas de la sala de espera, luciendo un atuendo samurai y un aire de madurez más allá de sus años. Pero lo más sorprendente no era Mirio, sino la silueta femenina sentada a su lado. Quien estaba leyendo un libro extraño con una pasta de piel negra.

Bubble Girl no podía creer lo que estaba viendo sus ojos.

A simple vista, esa no era la apariencia de Tamaki que el héroe veterano recordaba. La figura curvilínea, los ángulos suaves, y el cabello oscuro que caía sobre una ropa extrañamente negra y con capucha. Todo esto le estaba indicando a Nighteye que algo profundamente inusual había sucedido.

Las palabras de Mirio sacudieron a Nighteye de su aturdimiento cuando el hombre se dió cuenta que había entrado a la sala de espera.

—Hola, sensei… Mire, primero fuimos transportados a otro mundo y después de 10 años resulta que llegamos al fin a Japón pero en la prefectura incorrecta... Ya sabe, tuvimos que tomar un autobús... Afortunadamente no teníamos misiones pendientes del clan…—dijo Mirio con nerviosismo.

El torrente de información era difícil de procesar, y sin embargo lo más impactante fue cuando Mirio nerviosamente presentó a la joven a su lado.

—Por cierto, en caso que no lo hayan notado. Está es Tamaki.

—¿Mirio-san? La chica a lado de ti, no es Tamaki-san. Lo sé porque Tamaki-san no tiene las caderas pronunciadas y los pechos tan firmes—comentó Burbnle Girl perpleja.

En un movimiento fluido, la extraña se levantó de su silla, dejó caer la capucha de su atuendo para revelar un rostro familiar. Aunque está vez, más femenino.

—Hola, aunque no lo creas, soy Tamaki Amajiki. Hace 10 años, me enviaron a otro mundo y gracias a eso, me cambiaron de sexo por error.

La sala de espera se quedó en silencio, aparte del sonido sordo de Bubble Girl desmayándose en el fondo. Nighteye observó a Tamaki - no, la joven que afirmaba ser Tamaki - con una consternación silenciosa.

Mirio, por otro lado, lucía un atuendo digno de un guerrero samurái, una fuerte desviación de su uniforme de héroe habitual. Su postura, una vez llena de entusiasmo juvenil, se había vuelto resuelta y madura.

Tamaki, a su vez, estaba visiblemente incómodo en su nuevo cuerpo y ropa, su habitual timidez incluso más acentuada ahora. Pero a pesar de su visible incomodidad, no había señales de negación en sus ojos, solo una nueva determinación.

Lo peor de todo era que jamás pudo predecir lo que acaba de suceder con su Quirk.

—Realmente necesito una buena explicación, por qué no quiero volverme loco y cojo al mismo tiempo.

Ambos, con toda la paciencia del mundo le comenzaron a explicarle a su sorprendido maestro. A la vez que ambos lo abrazaban por no haberlo visto en mucho tiempo. La única figura paterna a la que ellos anhelaban volver en este mundo.


Continuará….

Espero que les haya gustado. Lamento que sea corto, pero maasomenos ya agarre la rutina para escribir de nuevo. Alguna duda o comentario se los responderé en el siguiente capítulo.

Por cierto, quisiera disculparme de antemano por equivocarme en el número de miembros en el capítulo 5, donde había dicho que eran 30 pero son 33. Un error de cálculo prácticamente.

Por esa razón, hice está lista donde se recopila a cada miembro de la organización. Así como sus edades actuales.

Miembros del "Clan Wolf".

Izuku Midoriya [27]

Ida Tenya [27]

Denki Kaminari [27]

Mineta Minoru [27]

Neito Monoma [27]

Tomura Shigaraki [31]

Kota Izumi [16]

Mirio Togata [28]

Tamaki Amjiki (Mujer) [28]

Fujumi Todoroki [33]

Mina Ashido [27]

Toshinori Yagi (All Might) [59]

Melissa Shield [27]

Mei Hatsume [27]

Itsuka Kendo. [27]

Ibara Shiozaki. [27]

Yui Kodai [27]

Setsuna Tokage [27]

Nejire Hado [28]

Himiko Toga [27]

Nemuri Kayama [42] No le gusta que se lo digan.

Yu Takeyama (Mt. Lady) [34]

Eri Hassaikai [17]

Chatora Yawara (Tigre) [41]

Sōsaki Shino (Mandalay) [41]

Shiretoko Tomoko (Ragdoll) [41]

Tsuchikawa Ryūko (Pixie-Bob) [41] Tampoco le gusta que se lo digan.

Ankoku Mayoi [27]

Alpha [26 años]

Albedo [367 años]

Sanjouno Haruhime [21 años]

Beatrix [257 años]

Alicia Belmont [89 años]