El olor a pólvora inundaba el ambiente, eran las dos de la mañana y Hachiman acabó con la vida de treinta hombres, lentamente avanzó hacía un pequeño hombre escondido detrás de las escaleras.

−¡Por favor, no me mates! −gritó el pequeño hombre.

−No te preocupes, será rápido −comentó Hachiman disparándole tres veces en la cabeza.

Luego él con el equipo de combate que fue se retiraron del lugar en una camioneta, en el camino Hachiman sacó un paquete de cigarros, prendió un cigarro y le dio una calada profunda. Al llegar al sitio donde se podían cambiar, Hachiman dejó sus armas rápidamente, luego iba a bañarse o al menos eso deseaba hasta que supo que Charlotte lo citó para que vaya inmediatamente al apartamento personal de ella en uno de los sectores más lujosos de la ciudad, rápidamente en otra camioneta lo llevaron hasta ella. Cuando llegó pudo ver a Charlotte en un camisón de seda esperándole.

−¿Qué deseas Charlotte? Ya cumplí con la misión, quiero descansar− con frialdad mencionó Hachiman.

−No quiero que descanses, toma una copa conmigo, eso te relajará− dijo la mujer sirviéndole una copa de vino a Hachiman.

−Si bebo este vino me dejaras ir, hoy regreso a clases, no debo faltar.

−Obvio− mencionó en tono burlesco la mujer.

Pronto se hicieron las tres de la mañana y Charlotte prácticamente estaba encima de un Hachiman desnudo en la cama, a la mujer le encantaba el olor a pólvora y sangre que emanaba el cuerpo del pelinegro y esa noche lo deseaba. Hachiman a las seis de la mañana pudo dormir un poco hasta que su celular empezó a sonar.

−Hachiman, son las siete de la mañana, ven a mi casa a cambiarte, sino llegas a tu escuela, tus padres sospecharan de mi. −mencionó un angustiado Akihiko.

−Aún estoy con Charlotte, pediré una motocicleta y llegare enseguida−somnoliento Hachiman habló y luego colgó la llamada.

−Ha-chi-man, tienes ánimo para otra ronda, por lo que veo− mencionó burlona Charlotte.

−Debo ir a la escuela, tienes un cambio de ropa y préstame una moto para irme− ordenó Hachiman.

−Pídele al mayordomo que está afuera él te lo dará, a veces olvido que eres un mocoso−con una sonrisa ladina la mujer se volvió a burlar.

Hachiman se vistió y condujo la moto hasta el apartamento de Akihiko, que lo esperaba en la entrada, Hachiman se bañó y cambió lo más rápido que pudo.

−Charlotte te atrapó y no te dejo venir a descansar, es algo a lo que debes acostumbrarte ella es caprichosa – explico Akihiko.

−Se notó como es ella hace demasiado tiempo, ahora solo quiero que el día pase rápido para poder dormir−suspiró Hachiman

−¿Y qué es lo que te tuvo haciendo luego de la misión? −preguntó Akihiko.

−Pase la noche con ella.

−Eso ya sé, pero ¿qué hiciste? −indagó de nuevo Akihiko

Pase la noche, para que entiendas, una mujer, un hombre y una cama, ¿ahora entendiste? −molesto respondió Hachiman.

−Espera, pero tú eres menor de edad.

−Estoy asesinando gente y hago otro tipo de cosas ¿acaso pensaste que aún yo era virgen? −le respondió indignado Hachiman.

−Pues…

−Mejor no respondas, me largo. −dijo Hachiman

Hachiman condujo hasta cerca de su escuela y luego llamó Akihiko para que vaya a recoger la moto, donde la dejo parqueada y la regrese donde Charlotte. Al caminar por los pasillos de su escuela, esperaba recordar algo, pero no podía. Finalmente entró por la puerta de la clase f, varios chicos empezaron a susurrar, y muchos lo miraban con curiosidad, el simplemente suspiró, la docente le asignó un asiento y él se sentó. Las clases continuaron con normalidad, algunas personas lo miraban de reojo, pero a Hachiman le daba igual, estaba cansado y tenía mucho sueño, deseaba fumar un cigarro. Sonó el timbre de descanso y todos hicieron sus grupos, nadie se le acercó, solo miradas curiosas, el informe no mentía, no tenía amigos, nadie. Aunque a Hachiman le daba igual, no deseaba que un mocoso que desconoce su mundo se meta en sus asuntos. Simplemente salió afuera del salón a comprar y comer algo. Se sentó en un lugar lejano y tranquilo, allí comió y sin querer le empezó a dar un micro sueño, hasta que sintió una presencia frente de él. Era una chica que lo miraba con curiosidad, la chica tenía cabello rubio corto hasta los hombros que tiene flequillo colgando en el lado izquierdo y ojos color marrón claro. Hachiman pensó que la había visto en algún lado, mientras recordaba, la chica le habló.

−Sempai, ¿volviste? −murmuró sorprendida Iroha.

−¿sempai?

Y Hachiman recordó el informe, él tenía una especie de amistad con esta chica, Iroha Isshiki, pero igual estaba amnésico, no podía obligarse a decir que la conoce, solo puede imitar un poco como se comportaba en el pasado.

−¿Quién eres? ¿Y que deseas de mi? −indago bostezando Hachiman.

−Entonces, es verdad, perdiste tu memoria, da igual eso por ahora, soy Iroha, tu adorable kohai, tú eras mi amable sempai y teníamos una relación muy cercana− mencionó Iroha con una sonrisa, por otro lado, Hachiman se dio cuenta de la fachada y sin afán de fingir respondió.

−Lo primero probablemente lo sea, pero lo segundo no lo creo, así que puedes soltar tu mascara.

−¿mascara? ¿acaso sempai desconfía de mi?

−Si vas a seguir actuando, no te volveré hablar hasta que me gradué− en tono serio Hachiman empezó a levantarse.

−Espera sempai, con memoria o sin memoria eres igual de cínico, es que cierta medida lo que dije es cierto .

−¿así que en cierta medida también es falso?

−Cuando lo dices de esa forma, parece que soy una estafadora, nosotros teníamos una especie de relación.

−¿Qué clase de relación?

−Tienes la hora.

−Pues ya falta poco para que termine el receso, pero eso que tiene que ver con mi pregunta− dijo Hachiman mirando su celular, pero en un instante Iroha se lo arrebató y sacó su celular e intercambió contactos.

−¿Qué carajos? −impactado mencionó Hachiman intentando recuperar su teléfono de una escurridiza Iroha, por otro lado Iroha no solo intercambió números sino curioseó los contactos que tenía, encontrando el número de muchas personas, la mayoría hombres siendo la única mujer el contacto de una tal "Charlotte".

−Oh, sempai conoce muchas personas ¿acaso ahora si tienes amigos? – preguntó Iroha devolviéndole el celular.

−¿Qué te pasa? No tienes un concepto de privacidad, y pues si, por algo los tengo agregados− Hachiman habló disgustado.

− Es la primera vez, que sempai me confronta, supongo que es una secuela de lo que te pasó, en fin, te escribiré y saldremos, adiós−un poco asombrada y ladina mencionó Iroha, saliendo del lugar, dejando un Hachiman confundido.

Mientras eso pasa afuera del aula de la clase f, dentro había una situación diferente, Hachiman había dejado una sensación diferente a la que pensaba. Cuando Hachiman entró al aula por primera vez todo el lugar fue invadido por una sensación de alerta ante la presencia del pelinegro, físicamente su cuerpo había cambiado a leguas, era más alto, más musculoso, su mirada era penetrante y fría, peor de lo que era antes, su rostro era perfilado y agudo, su cabello estaba más largo, sus manos que antes eran suaves, se miraban callosas, maltratadas y heridas, más grandes y fuertes, su voz era profunda, hasta su forma de caminar era como la de un militar veterano. Su aura emanaba la sensación a peligro, la profesora que le asignó el asiento tartamudeó un poco, pero Hachiman no lo notó, de hecho, se podía notar que él estaba perdido en sus pensamientos. Las personas que de alguna forma eran más cercanos a él, se sorprendieron de este Hachiman. Miura junto con su grupo no podían disimular la sorpresa, en especial Yui, que no podía creer que Hachiman se miraba como otra persona. Saki Kawasaki no podía apartar la mirada de Hachiman, le llamó mucho la atención, y si de algo estaba segura es que él cambió. Saika Totsuka, por otro lado, se alegraba que Hachiman hubiera regresado a pesar que su apariencia era distinta. Al tocar la campana de receso, muchos se quedaron un poco más para ver que iba hacer Hachiman, pero este simplemente se levantó y se fue. A penas sucedió eso la camarada de Miura comenzó a charlar.

−Al parecer los rumores son ciertos Hikitani-kun perdió la memoria tras desaparecer− empezó hablar Kakeru Tobe.

−Es verdad Hikio, estaba distinto – Yumiko Miura con prepotencia apoyó.

−Chicos, en realidad no sabemos que le ha pasado, creo que es mejor dar nuestro apoyo a Hikigaya – Hayato Hayama mencionó con su típica mascara.

−Es verdad, además Tobecchi, no es bueno hablar de los demás si no están presentes −Yui habló.

−Yui, no es como si alguien nunca hubiera hablado de Hikio antes a sus espaldas, además observa como esta la clase después de verlo, todos murmuran, no será raro que después de hoy salga un nuevo rumor de Hikio −Miura respondió con simplesa.

−Eso sería cruel, a penas regreso, después de eso… −murmuró Yui.

−Yui, no te preocupes, a Hikio no le afectaban los rumores antes, ahora se ve que menos −Miura aclaró.

Luego el tiempo volvió a pasar, las clases terminaron, Hikigaya volvió a su casa, su familia preocupada le preguntó cómo le fue ese día, el mencionó que fue un día tranquilo. Y durmió profundamente aun sabiendo que en su escuela era un paria, y que lo único bueno de volver era su familia. Pero no podía evitar pensar en Revy, el solo pensar en su mentora, le producía un dolor en su pecho, Hikigaya Hachiman aún tenía sentimientos por ella.