Rose pvo

-Emm.-dije sonmolienta desperezándome mientras buscaba el cuerpo de Emmett con la mano.

-Hola nena.-dijo divertido sentándose junto a mí en la cama.-Veo que has dormido bien.-dijo acercándose para besarme.

-¿Qué hora es?-dije asustada.

-Nena es sábado. No tienes que trabajar hoy ¿recuerdas?

-Cierto.-dije suspirando mientras me despertaba.-¿Tienes planes?

-No.-sonrió.-¿Por qué?

-Porque Bella habló sobre empezar hoy la sesión.-dije emocionada dando palmas.-Aunque me sorprende que aún no haya llamado.-sonreí y le miré de forma pícara.

-¿Crees que mi amigo tenga algo que ver?

Me encogí de hombros.-Hay mucha química ahí, así que no me sorprendería.

Emmett rió.-Tienes razón.

Mi teléfono comenzó a sonar. Era Bella.

-Hola Bells. Estaba a punto de llamarte.

-Shhh.-Calló a alguien más al otro lado de la línea se escuchó un golpe seco.

-¿Qué fue eso?-Pregunté curiosa.-Parece que no estás sola, ¿Eh?

-No digas nada, Hale.-dijo molesta. Sabía que la había pillado con las manos en la masa. O más bien en Edward. Reí

-¡Ah venga Bells! ¿No vas a contármelo?-dije divertida mientras Emmett me miraba entre curioso y divertido.

-Más tarde.-dijo finalmente. Seguro que era porque no quería decirme nada con Edward ahí.-¿Os parece bien que quedemos a las 11 para comenzar las fotos?

-Perfecto, Bella.-dije emocionada.-¡Te vemos en Central Park! Y que sepas que de mi no vas a conseguir escaparte fácilmente. ¡Acabaré sacándotelo!

-Déjame, perra.-fue lo último que escuché antes de que se cortara la línea. Reí y miré a Emmett asintiendo.

-Al parecer tu amigo y Bella han pasado la noche juntos. Ah y dúchate. A las 11 tenemos que estar en Central Park.-sonreí ilusionada.

Emmett rápidamente se metió al baño, yo me quedé en la cama otro rato. Cogí nuevamente mi teléfono y lo revisé. No me había fijado que tenía un par de llamadas de un número desconocido. Lo dejé pasar porque escuché que Emmett se acercaba. Así que simplemente dejé mi teléfono sobre la mesilla no sin antes ponerlo en silencio.

-¿Ocurre algo?-Preguntó Emm mientras venía saliendo del baño.

Yo me encogí de hombros.-Nada.-En eso mi teléfono comenzó a vibrar de nuevo pero Emmett ya se había metido al clóset a buscar algo de ropa. Así que aproveché para revisar una vez más mi teléfono. De nuevo, número desconocido. Me pareció extraño así que mejor opté por apagarlo. De todas formas era mi día libre, igual dudaba mucho de que se tratara de un cliente. Me metí al baño.

Me di un baño relajante. De todas formas el apartamento de Emmett estaba muy cerca del parque. Cuando salí me sequé el pelo y me hice unas ondas para que quedara más natural. Me maquillé con rímel, algo de colorete y gloss y salí a buscar algo lindo que ponerme para la sesión.

-Que guapo.-dije divertida al ver a Emmett con una camisa de lino y unos jeans.

-Gracias.-sonrió algo tímido.-¿Tú que vas a ponerte nena?

-Creo que un vestido.-sonreí. Tomando uno azul de tirantes que me llegaba hasta las rodillas. Era muy primaveral, ideal para la temática de la sesión. Tras eso de camino a Central Park decidimos ir a un Starbucks a desayunar mientras esperábamos a que Bella avisase de que ya estaba ahí.

Cuando íbamos saliendo Emmett se distrajo al ver un puesto de hot dogs.

-¿Quieres uno, nena?-Me preguntó y yo lo ví mal.

-Acabamos de comer, Emmett.

-¿Y?-Se encogió de hombros.-Bueno yo si quiero.-Sonrió

-Estoy bien.-Dije simplemente y caminé hacia donde estaba el auto, entonces recordé que no había encendido mi teléfono. Así que lo encendí.

Verifique si tenía alguna llamada de Bella. Pero no. Solo de ese número desconocido ya me empezaba a preocupar.

-Oh están buenísimos, nena.-Emmett apareció a mi lado asustándome. Rápidamente guardé mi teléfono.-¿Segura que no quieres?-Me lo acercó.

-Augh, Emmett. No.-Me quejé.

-Como quieras.-Le dió otro mordisco y abrió el auto.

Me abroché el cinturón. Y Emmett arrancó el auto. Siguió comiendo mientras conducía. La verdad es que me ponía realmente nerviosa su falta de modales a veces. Y a él parecía no importarle o simplemente no lo notaba. Decidí no pensar en eso porque no quería discutir con él.

-Ya llegamos.-dije emocionada mientras salía del coche.-¡Bells!-llamé a mi amiga que estaba sentada en un banco revisando algo en su cámara.

-¡Rose!-sonrió y guardó la cámara en la funda para abrazarme.-¿Cómo estás?

-Bien.-me giré para ver qué Emmett aún tardaba un par de minutos en llegar.-Bella, lleva llamándome un número desconocido toda la mañana. No lo he cogido pero algo me da mala espina de todo eso.-me desahogué con ella.

-¿Crees que tenga relación con el maldito de Royce?

-No lo sé.-suspiré.-No he vuelto a saber de él desde México.

-¿El grandulon lo sabe?-Preguntó con cautela.

-No.-Contesté.-Además no estoy segura si se trata de él no quiero entrar en pánico.

-Yo creo que deberías contarle...

-No, Bella.-La interrumpí.-Mejor olvídalo y cuéntame sobre tú y Edward.-cambié de tema.

-¿Qué te hace pensar que hay algo?-Alzó una ceja.

-Oh vamos se fueron juntos anoche.-Dije como algo obvio.

- Es obvio que Edward tiene un enorme crush conmigo.-Se encogió de hombros.-Así que decidí jugar un poco con él.-Se mordió el labio.

-Oh cuéntame. ¿También te gusta?

-Luego hablamos. Aquí viene tu novio.-Puso los ojos.

-¿Qué hay Bella?-Llegó Emmett.-¿Dónde dejaste a mi amigo?-Preguntó divertido mientras pasaba un brazo sobre mi cintura.

Mi amiga frunció el ceño.-Emmett, querido no molestes a Bella.-Dije volviendolo a ver mientras arreglaba su camisa. Menos mal que no se había ensuciado con sus malditos hot dogs.

-Está bien.-dijo divertido alzando los brazos en señal de rendición.-Lo siento, Bella.

-No te preocupes, grandullón.-dijo restándole importancia.-¿Listo para hacerla de modelo?-dijo guiñándole el ojo.

-Ah bueno.-dijo algo nervioso.-Espero que se me de bien.

-Claro que si, Emm.-le sonreí infundiéndole confianza.-Tú solo déjate llevar y confía en mí ¿si?- el asintió algo tímido. Tomé su mano y comenzamos a posar para Bella.

Luego de un momento Bella paró y revisó su cámara, negando.-Oye grandulon, ¿podrías mantener tus ojos abiertos?-Bufó.-Esto será más difícil de lo que creía.-murmuró.

-Oye, Emm.-Lo llamé el pobre tenía la cabeza gacha.-No te sientas nervioso. No es como si estuviéramos haciéndolo para una revista.-Pasé una de mis manos por su rostro.

-Se me ocurre una mejor idea.-Habló Bella.-No mires a la cámara mejor mira a Rose.

-Está bien...-dijo Emm no muy convencido. Y tras eso él comenzó a sentirse mucho más cómodo. Bella tenía razón.

-Eso es.-dijo mi amiga concentrada. Yo no podía parar de reírme, Emmett mirándome de forma tan intensa era divertido. De un momento a otro Emmett me tomó en sus brazos.

-¡Emm!-chillé encantada y enganché mis piernas en su cadera. Mi frente estaba apoyada en la suya y nuestros labios a centímetros del otro. El no lo dudó más y me besó.

Hicimos un par de fotos luego hasta que Emmett tuvo que marcharse urgentemente por un problema que surgió en la empresa.

-¿Han quedado bien?-Pregunté y Bella me pasó su cámara mientras estábamos sentadas en una banca en el parque.

-Si sobretodo gracias a ti.-Contestó Bella divertida.-No puede decir lo mismo del grandulon.

-Oye Emmett también es fotogénico.-Me quejé.

Bella rió.-Se me antoja algo de pizza.-Dijo sobándose el estómago.-¿Me acompañas?-Se puso de pie.

-Claro.-Sonreí y nos fuimos del parque. La verdad es que ya me había dado hambre también.

-Bueno y cuéntame ¿que tal van las cosas con Edward?-dije divertida tomando un trozo de pizza.

-¡¿Otra vez con eso?! Ya te lo he dicho no es nada serio. Solo es un juego, Rose.

-¿Se lo has dejado claro a él?-pregunté preocupada por el amigo de Emm.

-Si mamá.-bufó.-Está claro.-dijo como algo obvio.-Por cierto que es lo que ocurre con el maldito número que no para de llamar.

-No lo sé.-suspiré preocupada. Parecía que lo habíamos provocado porque de un momento a otro mi teléfono volvió a sonar. Y como suponía. El mismo número oculto. Miré a Bella preguntándole que hacer.

-Espera.-Me detuvo.-Ponlo en altavoz-se sentó a la par mía.- Y no digas nada

Así que simplemente deslicé la pantalla sin decir nada, esperando que la persona del otro lado de la línea dijera algo. Sin embargo, solo hubo silencio hasta que cortó la llamada.

-Eso fue extraño.-Dijo preocupada mi amiga.

Pasaron un par de minutos y ahí estaba otra vez ese número marcándome una vez más.

-¿Y si mejor contesto?-Mordí mi labio.

-¿Estás segura?-Preguntó mi amiga.

Yo negué.-No pero quiero salir de esto.

Respiré lo más profundo que pude y volví a contestar.-¿Diga?

-¿Rosalie, querida?-me quedé en blanco. No podía ser. No ahora. No él, maldita sea.

-¿Quién eres?-dije armándome de valor.

-Oh venga, querida.-rió.-¿De verdad no recuerdas quien soy? Hablamos en México.

-¿Ro-Royce?-pregunté insegura mirando a Bella con temor.

-El mismo, preciosa.-el estómago se me revolvió de asco.

-¿Qué es lo que quieres?-pregunté sin más. Bella me apretó la mano en señal de apoyo.

-Mira.-suspiró.-Necesito asesoramiento jurídico. Y la persona que más sabe de leyes eres tú. Le debo dinero a un capo.

-¿Y que quieres que haga yo?-dije molesta.

-Ayudarme.-rió.-Nena si no quieres que filtre a la prensa un horrible escándalo de corrupción que pare el inminente acuerdo con Smith's S.A. ¿Quieres que tú futuro maridito se vea envuelto en eso? Justo cuando acaba de llegar.-Chistó.-Que pena.

-Está bien.-Suspiré derrotada. No iba arruinarle la vida a Emmett.

-Excelente.-Dijo satisfecho.-Te veo mañana.

-¡No! Mañana es domingo.-Dije como algo obvio. -Sería muy sospechoso.

-Está bien.-Dijo de mala gana.-Que sea lunes entonces. Te compartiré la ubicación.-Y sin más colgó.

-¡¿Estás loca?! ¿Por qué aceptaste?

-No tenía opción.

-Has caído en su juego. -Se pasó las manos por el cabello nerviosa.-¿Y si todo esto no es cierto? Podría ser solo una excusa para...

-¡Cállate!

Emmett pvo

Había tenido que salir corriendo a la empresa porque había surgido una urgencia. Al parecer acaban de mandar unos papeles súper importantes que yo tenía que firmar lo antes posible. Así que me fui de Central Park y me despedí de Rose y Bella. Me había dado rabia tener que salir corriendo de ahí pero en fin, esta era mi vida ahora.

Llegué a mi despacho y al parecer Ángela había dejado los papeles junto con un posit indicando donde debía firmar. Además me pedía que le dejara los papeles en su escritorio para que ella los enviara cuanto antes. Ella era una secretaría increíble. Tras eso volví a casa esperando encontrar a Rose. Quería preguntarle qué tal habían salido las fotos.

-¡Nena! Ya estoy en casa.-sonreí. Siempre había querido decir eso. Espere un momento y el apartamento seguía en silencio. No obtuve respuesta alguna. Que extraño. -¿Rose?-La llamé.-¿Nena?-Subí las escaleras hasta llegar a nuestra habitación.

Abrí con cuidado la puerta y ahí estaba mi chica tumbada boca abajo en medio de la cama con una de sus piernas flexionadas. Iba ligera de ropa. Al parecer estaba dormida.

Así que se me ocurrió una mejor idea. Cerré la puerta con cuidado sin hacer mucho ruido. Y caminé en silencio hasta la cama.

Me senté a un lado y pasé una de mis manos acariciando su cuerpo mientras me inclinaba y dejaba un beso en su hombro.

Era tan hermosa. No pude evitarlo y seguí acariciándola mientras dejaba un camino de besos. Ella simplemente ronroneó un poco y se acomodó aún sin despertarse.

Chasqueé. Al parecer mi novia tenía el sueño pesado no reaccionaba. Así que ahora me coloqué sobre ella con cuidado y bajé mi mano un poco hacia sus bragas, buscando su centro mientras besaba su cuello.

-¡¿Qué estás haciendo?!-Chilló asustada despertándose por fin mientras lanzaba golpes en mi dirección.

-¡Dios, nena!-Me quejé y me hice a un lado cuando me pegó en la cara.-Lo siento.-Me pasé una mano en el rostro dónde había sentido uno de sus golpes.

Ella estaba con la respiración agitada en tanto se cubría con la sábana.-¡¿Qué diablos estabas pensando?!

-Perdón, solo quería despertarte. No sabía que eso te molestaría.

Ella me vio indignada.-¿Eres idiota?-dijo alejándose de mí.-¡No puedes hacer eso mientras estoy dormida, Emmett! ¡No está bien!

-Vale vale. Lo siento, Rose. Enserio.-dije algo confundido y arrepentido.-¿Nena estás bien?

-Perfectamente.-bufó.-Ya me has despertado.-se levantó de la cama y se metió en el baño de un portazo. Me senté en la cama y me di de hombros derrotado por los extraños cambios de humor de esta mujer. Al transcurrir un par de minutos salió, tomó su móvil y volvió a meterse en la cama.

-¿Qué?-dijo mirándome confundida.

-¿No vas a contarme por qué estás así de rara?-dije al fin. Iba a desesperarme.

-Emmett me asustaste.-Se quejó.-Estaba dormida y tú apareces de la nada y...-Suspiró y pareció estremecerse.-Podría ser...-Murmuró.-Cualquiera.

Yo fruncí el ceño.-¿Cualquiera? ¿A qué te refieres? Ella simplemente agachó su cabeza.-Solo nosotros vivimos aquí.-Tomé con suavidad su barbilla para que me viera.-Nena, yo jamás te haría daño.-Tomé su mano y ella se mordió el labio viéndome insegura.-Es solo que, nunca creí que reaccionarías así. Quiero decir, en las mañanas ya te he despertado de esa forma.-Me rasqué la nuca.-No pensé que ahora te molestara.

-Ya olvídalo.-Bufó ella.-Fue una tontería y siento haberte golpeado.-Dijo avergonzada.

-Descuida también fue mi culpa. Y te prometo que ya no volveré hacer eso.-Besé el dorso de su mano.-Estaré en la cocina.-Me levanté de la cama.-¿Quieres que te prepare algo?

Ella negó con la cabeza.-Estoy bien.

-¿Ya comiste algo?

-Emmett estoy bien.-Aseguró.-Ve tranquilo.

Ya en la cocina decidí prepararme un emparedado y coger algo de jugo de naranja que estaba en la nevera. Cuando sentí a Rose rodearme desde atrás en un abrazo. Me causó sorpresa y se me hizo de lo más tierno. Miré hacia atrás solo para ver a mi rubia con una adorable cara de disculpa.

-Lo siento, nene.-dijo algo triste.-No quise que te sintieras mal.

-De verdad que no quiero presionarte, preciosa pero...¿de verdad no te ocurre nada?-Ella negó.

-De verdad, Emmett.-suspiró y dejó un beso en mi espalda.-Es solo que últimamente tengo más trabajo de lo habitual. Estoy agobiada por eso. No tienes de que preocuparte.

-Está bien.-suspiré y me giré para darle un beso en la frente.-Confió en ti, nena.-sonreí.-¿Quieres que te haga algo?

-Uno un poco más pequeño que ese que te has hecho estaría bien.-señaló mi sándwich divertida mientras se sentaba en la encimera.

-¡Oído cocina!-grité haciendo un gesto militar que hizo reír a Rose.

-¿Y cuál ha sido la emergencia?-Preguntó dándole un pequeño mordisco al emparedado que hace un momento le había preparado.

-Tenía que firmar unos documentos de carácter urgente-Me encogí de hombros.-Por el acuerdo que esta semana firmaremos con Smith's.

-¿Y has investigado al respecto?-Me preguntó con cautela.

-¿Sabes algo?-Alcé una ceja.-Quiero decir, tienes información que pueda ser útil.

Ella frunció el ceño y se aclaró la garganta.-No.-Se mordió el labio. Parecía nerviosa.-Es solo que deberías de asegurarte que las cosas en tu empresa se estén llevando conforme a la ley, ya sabes.-Se encogió de hombros.-Así evitas escándalos de corrupción.

Me acerqué a ella que seguía sentada en la encimera. Apoyando mis manos a cada lado quedando a escasos centímetros de su rostro. -Nena, sé que hay algo que no me estás diciendo.-Volví a insistir.

Ella suspiró cerrando los ojos e inclinando su cabeza hacia atrás-No te preocupes.-Abrió los ojos de nuevo y pasó una de su suaves manos a mi rostro.-Te prometo que investigaré y descubriré de que se trata todo esto.-Dijo viéndome a los ojos.-Confía en mí.-Pidió. Yo la miré fijamente y es que era tan hermosa. Simplemente asentí derrotado y la besé.

-Emm.-me miró tan profundamente que no supe descifrarla.-¿Me quieres?-dijo insegura mirando hacia abajo.

-Nena...-la miré divertido. Ella levantó la mirada dolida.-Claro que te quiero ya te lo he dicho. De hecho.-le di un toquecito a su nariz.-¿Recuerdas ese verano en Los Cotswolds?

-Emmett.-alzó una ceja.-Éramos unos críos. Yo aún no llegaba a los 10.

-Aún así, esa niña rubia pesada con coletas que me molestaba era muy linda.-rió a mis palabras.

-Eres un sensiblón.-dijo divertida pero alto emocionada.

-¿A que ha venido eso?-pregunté de repente.

-No es nada.-dijo simplemente.-Vamos a dormir.

El domingo pasó sin más ambos prometimos dedicarnos a pasar tiempo de calidad y olvidarnos del resto del mundo.

El lunes fue otra cosa muy distinta. Rose estaba muy rara, se llevó un café en un termo y se despidió con un beso en mi mejilla sin decir nada. No supe nada de ella en todo el día. Y qué decir de su teléfono estaba inactivo totalmente. Decidí no preocuparme de más. Rose era tan independiente que a veces desaparecía hasta la noche. Pero esta vez tenía un mal presentimiento.

En fin decidí despejarme y ya que tenía un mensaje de Sam le contesté para vernos en la cafetería de su bufete.

-Hey viejo.-sonreí dándole un abrazo.-¿Cómo estás?

-Emocionado.-rió.-Sam Jr hará su debut en el equipo de baseball del colegio.-sonrió algo triste.

-¿Qué sucede?

Él se encogió de hombros.-Nada. Es solo que...-suspiró.-Luego del divorcio ya no lo veré tanto.

-Lo importante es que le dediques tiempo de calidad aunque no sea mucho. Pero crea recuerdos con él.

-Esto es extraño. -Me vio divertido.-Tú dándome consejos de paternidad. ¿Quién lo diría?

Yo solo sonreí.-Oh vamos también soy un hombre sensible.-el rió divertido.

-Claro que si.-rió.-¿Rose saca ese lado de tu personalidad?

-Touché, amigo.-suspiré.-Es tan perfecta.

-Ya te estás enamorando de ella, grandullón.-sonrió recordando algo.-Por cierto, ¿como esta?. Ahora pasé por su oficina y me dijeron que iba a estar afuera todo el día-dijo dándose de hombros.

-Pues lleva muy rara desde por la mañana.-dije confundido mientras tomaba mi café.-¿Y tú qué andabas haciendo por ahí?-Entrecerré los ojos.

-¿Recuerdas a Mark?-Yo negué alzando una ceja.- Bueno no importa.-Dijo restándole importancia.-Tenía un par de entradas para el partido de los Yankees que no iba a utilizar y...

-¿Cómo es eso que Rose no estaría todo el día en su oficina?-Fruncí el ceño al procesar toda la información.

-No lo sé al parecer es un cliente muy importante.-Respondió desviando la mirada y tomando su café. Me daba la sensación de que sabía algo más.

-¿Qué sabes que yo no?-dije molesto entrecerrando los ojos.

-Su cliente es británico.-dijo simplemente.-Es lo único que sé.

-Mierda.-dije molesto y mi amigo me miró confundido.-Es el idiota de su ex seguro.

-¿De qué hablas?

-Del imbécil de Royce obviamente.-Bufé.-Desde que nos lo encontramos en México ella ha estado rara. Seguramente sigue viéndose con él

-Podría tratarse de alguien más.-Señaló mi amigo.-No precisamente él.

-Entonces, ¿por qué estaría actuando tan misteriosa?-Pregunté molesto tirando mi teléfono en la mesa.-No ha contestado ninguna de mis llamadas. En todo el día no he podido localizarla.-Me quejé.

-Bueno Emmett.-dijo tranquilo.-No tiene por qué ser eso.

-Sam.-suspiré.-Es que no es eso. Ella dijo que ese tipo no era trigo limpio.

-Entonces por qué volvería a verse con él.-dijo confundido.

-Pues no sé.-dije nervioso.-Tiene más dinero que yo y es ¿más elegante?

-¿En serio?-Preguntó incrédulo.-¿Vas a empezar con tu inseguridad?-Rodó los ojos.-Está viviendo contigo, Emmett.-Dijo como algo obvio.-Además según me comentaste ya empezaron con los preparativos para la boda.

-Además ella no ha sido clara con sus sentimientos.-agregué.- Simplemente le agrado pero no está enamorada de mí.-Bufé.-Así que no me sorprendería que intentara verse con alguien más tras mis espaldas. Pero juro que si eso es cierto...-Resoplé.

-¿Qué? No estarás pensando en cometer alguna locura, ¿Verdad?-Preguntó con cautela mi amigo.

-Déjalo ¿quieres? Yo sé lo que hago.-dije simplemente.

-Bueno...-su teléfono comenzó a sonar. Miró la pantalla.-Disculpa.-dijo antes de cogerlo.-Daniel, te dije que necesitaba esos documentos para ayer. Consígueme la declaración. Te espero en el despacho.-colgó y me miró disculpándose.-Lo siento, Emmett. Mi becario me necesita.-dijo divertido.

-Creo que eres el único tutor que disfruta enseñándoles.-dije riendo.-Tienes vocación de maestro amigo.

Rió y se despidió de mí con un abrazo.-Nos vemos.

Tras eso, mi amigo se fue y seguí trabajando. Cada 30 minutos miraba mi teléfono a ver si tenía noticias de Rosalie. Pero nada.

No tenía sentido pasar a su oficina así que me fui directamente al apartamento. Revisé la nevera y no había nada de comida. Bufé y tomé nuevamente mis llaves. Iría a comprar algo de cenar.

Decidí ir a pie porque había un McDonald's a solo dos cuadras de donde vivía. Además caminar me haría bien. Así que tuve que pasar por la entrada principal del edificio.

-¿Qué tal Josh?-Saludé al portero que casi siempre permanecía ahí.

-Buenas tardes sr. Cullen.-Me saludó de vuelta.-¿Hoy no sale en su coche?-Preguntó curioso. Si, este hombre era medio cotilla.

-Prefiero caminar. Voy aquí cerca.

-Ah entiendo. Por cierto, felicidades por su compromiso. Lo vi en las noticias.-Comentó con una sonrisa.

-Gracias.-Sonreí de vuelta.-Ah oye y ya que hablas de mi prometida, ¿Podrías avisarme cuando regrese si aún sigo afuera?

-Claro como ordene.-Contestó.

-De acuerdo.-Me despedí y seguí caminando.

Me encontraba esperando mi pedido cuando recibí un mensaje de Josh Indicándome que mi novia acababa de llegar.

Inmediatamente le llamé.-¿De casualidad venía en un taxi o en un mini Cooper?-Tenía esperanza que tal vez anduviera viendo cosas de la boda con su amiga.

-No, señor. Venía en una Suv... Una Porsche Cayenne específicamente.-Contestó.

-Ok gracias Josh.-Colgué. Demasiado misterio me estaba poniendo cada vez más nervioso.

Finalmente me dieron mi pedido y caminé de nuevo a mi casa. Pasé dejándole una hamburguesa a Josh y subí en el ascensor hasta mi piso.

Definitivamente Rose tendría que darme un par de explicaciones.

Cuando llegué a casa, dejé mi cena en la encimera de la cocina. Rose no estaba por ningún lado suspiré.

-¿Rose?-la llamé desde el piso de abajo. La verdad estaba comenzando a desesperarme todo este secretismo y estaba seguro que no era mi imaginación.

-Estoy arriba, Emm.-escuché como respuesta.

-¿Se puede?-toqué la puerta del baño. Había escuchado su voz proveniente de ahí.

-Si, claro.-dijo divertida.-¿Qué pasa?-dijo tranquila mientras tomaba su copa de vino en la bañera. Era tan sofisticada. Pero su postura tan sexy con ese moño en el pelo no iba a distraerme.

-¿Dónde estabas?-dije demandante desde el marco de la puerta.

-Trabajando.-dijo simplemente.-¿Qué te ocurre ahora Emmett?

-No has estado en la oficina en toda el día, Rosalie. Y supuestamente estabas con un cliente muy importante.

-¿Me estás controlando?-dijo indignada.

-¿Te estás viendo con él verdad? Me estás engañando con el maldito de tu ex. Es eso.-suspiré dolido.

-¿Por qué te metes esas ideas en la cabeza?-Preguntó molesta.

-No lo sé.-Dije con sarcasmo.-Que no respondas mis llamadas tal vez tenga algo que ver.

Ella rodó los ojos.-Ya te dije que estaba ocupada Emmett. No tengo porque darte más explicaciones.

-Este matrimonio no va a funcionar si sigues ocultándome cosas.

-Tienes razón.-Salió de la tina molesta cogiendo una bata. Por un segundo me distraje perdiéndome en su desnudez haciendo casi que olvidara la discusión que estábamos teniendo.-No funcionará si siempre estás desconfiando de mí.-Pasó de largo.

-Entonces háblame con claridad y déjate de misterios.-Me quejé tomando su brazo haciendo que se girará.

-¡Dios, Emmett!-Se quejó ella.-Deja de ser un cavernícola y suéltame.-me vio molesta alzando su barbilla.

-¡Exijo explicaciones!-Gruñí soltándola.

Ella me dio una última mirada y siguió caminando hacia nuestra habitación yo la seguí pisandole los talones. Cogió una carpeta que estaba sobre la mesilla. Y la lanzó contra mi pecho.-Estuve investigando, ¿Contento?-Se sentó en la cama y comenzó a secarse con una toalla.

Yo fruncí el ceño y comencé a revisar lo que tenía en mis manos.

-¿Qué es esto Rose?-pregunté preocupado.

-Emmett.-suspiró.-Júrame que no sabías nada.-dijo. El tinte en su mirada había cambiado. Estaba preocupada.

-Nena.-me senté en la cama y apoyé mis codos sobre las rodillas.-Acabo de empezar. No me lo puedo creer. Al parecer mi padre no era lo que yo creía. No puedo creer que desviara fondos de la empresa a una cuenta en Grecia.

-Oh querido.-Se abrazó a mí.-Esto no pinta nada bien.

Tenía razón. Según estos documentos mi padre había blanqueado dinero por varios años y Grecia era uno de sus paraísos fiscales.-¿De dónde sacaste esta información? ¿Quién más lo sabe?-Pregunté preocupado.

-Es una fuente confiable.-Se mordió el labio.-Y no lo sé. Pero es cuestión de tiempo que esto se vuelva un escándalo.-Me vio preocupada.

-Dios...-suspiré derrotado.-¿Ves como yo no debería haberme metido en nada de la empresa?

-¿Crees que tu madre sepa algo?

-¿Y tu padre?-pregunté preocupado mirándola.

-Mi padre es socio prioritario de la compañía.-bufó molesta mientras salía a la terraza y se sentaba en uno de los sillones.-Si hay alguien que sepa algo de esa mierda es él. Estoy segura.-sacó un cigarrillo y lo encendió.

-¿Fumas?-pregunté curioso recostándome en el marco. Nunca la había visto hacerlo.

-Lo dejé.-se dio de hombros y la miré alzando las cejas.-Nene soy fumadora social ¿si? Céntrate en esto.-señaló los documentos mientras daba una calada.

-Nena, no sé qué hacer. Dime, ¿Qué puedo hacer? No quiero acabar en la cárcel.-Dije asustado.

-Sólo queda investigar más y descubrir quién a parte de tu padre está en esto.

Yo asentí.-Perdón por lo de antes.- Me rasqué la nuca nervioso.-Por haber insinuado esas cosas y...

-Olvídalo, Emmett.-Apagó su cigarrillo y se puso de pie.-No tiene caso discutir sobre eso ahora. Tenemos un problema más serio ahora.-Dio palmaditas sobre mi pecho mientras pasaba a mi lado entrando de nuevo a la habitación.

-¿Dijiste tenemos?-Alcé una ceja.-¿Me ayudarás con esto?

-Ya lo hago Emmett.-Volvió a verme.-Además no quiero que mi prometido esté envuelto en un escándalo de este tipo cuando evidentemente es inocente.

-Gracias.-la miré y tomé sus manos.-De verdad Rose, sin ti nunca hubiera sabido de eso.

-No pasa nada.-sonrió y acarició mi cara.-Vamos a cenar ¿si?

-He ido al McDonalds y bueno...te he traído algo pero no sabía si querías y...

-¿Me has comprado una hamburguesa?-dijo divertida y asentí avergonzado.-Creo que hoy puede ser mi 'cheat day' ¿qué opinas?-rió bajando la escalera. Sonreí y le di una nalgada. Tenía demasiada suerte de haberla encontrado.

Nelita: ¡Pues ahí tienes la sesión de fotos! ¿Qué te pareció? Y bueno también han ocurrido novedades sobre el caso Royce... ¿cómo lo manejará Rose?

Jupy: Bueno... pues es un secreto a voces que a Ed le encanta Bella... xd Esperemos que Bella no le haga daño ¿qué opinas? Y siii están ready con los preparativos :) ¡veremos que vestido usa Rose!

Tecupi: Pues si. Emmett triunfó en México como puedes ver. Pero si... la relación con Royce no acabó bien como puedes intuir y no viene para celebrar el compromiso la verdad :/ Y bueno, lo del tema de Rose&Bella pues son taaaaaaan amigas que se tienen en la cima de prioridades de la otra xd y bueno, Emmett no es el único que ha dudado alguna vez. Y bueno, pues Ed&Bella lo han pasado bien esa noche ¿qué pasará ahora?

Un saludo chicas y gracias por los reviews. Inspiran demasiado a seguir con la historia.