Rose pvo
Había llegado el gran día. El día que tantas horas habíamos tardado en organzar. El día en el que las familias Hale & Cullen se unían en poder y patrimonio para intimidar a la élite de Manhattan y Wall Street. El día de mi boda con Emmett. Suspiré por décima vez desde que había abierto los ojos esa mañana. No quería salir de la cama. Estaba demasiado nerviosa. Aunque sabía que mi madre y mis amigas no tardarían en venir a buscarme.
-Oye, rubia. Levántate.-Se sentó Bella en la cama.-Lilian y tu suegra no tardan en venir a buscarte.-Además Leah también viene hacia acá.-Dijo mientras revisaba el teléfono.
-¿Has hablado con Edward?-Pregunté tapándome más con el edredón.
Bella asintió riendo.-El grandulón está hecho todo un manojo de nervios.
-¿Por qué lo dices?-Pregunté curiosa.
-Oh.-rió Bella.-Pues que a diferencia de ti.-me guiñó un ojo divertida.-Parece que es Emmett el que caminará hoy al altar vestido de blanco.-dijo antes de soltar una carcajada.-No ha dejado pegar ojo a Edward. Ha tenido que hacerle una tila de madrugada para que lo dejara en paz.-continuó riendo.
No pude evitarlo y terminé riendo con ella.-Ay pobre. Quizás debería llamarle.
-No ni se te ocurra.-Advirtió Bella.-Lo alterarás otra vez y el Tila de Edward será por nada.
-Ok.-Desistí.-No lo haré.
-Mejor ve a darte un baño. Anda.-Me animó.
-Ay Bella.-suspiré nerviosa. Ella me miró con comprensión.-¿Crees que saldrá bien?
Mi amiga me sonrió y se sentó a mi lado tomando mis manos.-Emmett te adora.-rodó los ojos.-Aunque no quiera reconocerlo, creo que es el hombre con el que te he visto más feliz.-se dio de hombros.-No tiene por qué salir mal.-frotó mis hombros.-Venga ve a ducharte.-me animó de nuevo.
Salí de la cama y me metí al baño. Decidí meterme a la bañera y relajarme. Perdí la noción del tiempo hasta que tocaron la puerta.
-¿Rose?-Escuché a Bella al otro lado.-Tu madre y tu suegra ya están aquí.
En efecto, podía escuchar la voz escandalosa de Esme.-¡Ya salgo!-Contesté.
-Tú puedes.-me dije a mi misma mirándome al espejo antes de tomar mi albornoz y salir al encuentro de mi madre y mi suegra. Ambas estaban visiblemente emocionadas. Bella estaba sonriendo divertida ante la escena.
-Buenos días cielo.-mamá fue la primera en acercarse a saludar. Me abrazó con calidez y tomó mis manos.-No puedo creer que mi pequeña vaya a casarse.-dijo sonriendo emocionada.
-Ay ahí estás, querida.-Se acercó Esme a abrazarme.-¿Has dormido bien?-Preguntó.-¡Hoy es el gran día!
-Sí.-Sonreí aún sin creérmelo del todo.
-No tienes por qué preocuparte, Lilian y yo nos hemos encargado de todo. Solo debes disfrutar cada momento.
-Gracias.-sonreí agradecida mientras jugaba con mi cabello.
-¿Estás lista?-sonrió mamá.-Claire ya está aquí con su equipo para dejarte completamente hermosa.
-Lilian.-Bella intervino divertida.-No sabía que convertirías mi casa en un backstage.-mi madre rio divertida
-Lo mejor para mi pequeña.-dijo guiñándome un ojo. Tras eso nos condujo a la sala donde todos nos estaban esperando para comenzar a arreglarnos.
Mientras peinaban mi cabello revisé mis redes sociales. Era curioso pero Emmett es el que más publicaba fotos de nosotros juntos. Sobre nuestros viajes, escapadas románticas o incluso pequeños momentos que compartíamos en casa. Se me hacía muy tierno que Emmett tras esa fachada de matón era todo un cariñoso y detallista. Y me consentía siempre.
Le dejé un mensaje. "Te amo, Emm". Mi móvil no tardo mucho en avisarme de que me había respondido. Y es que incluso con toda esta locura, Emmett siempre estaba pendiente de mí. Sonreí como una idiota leyendo su respuesta: "Yo también te amo nena. Te echo de menos".
-Espero que esa sonrisa de enamorada sea por mi hijo, Rosalie.-dijo Esme divertida apareciendo detrás mía.
-Dios.-suspiré.-Que susto, Esme.-dije riendo.-Pues resulta que tu hijo está muy pendiente de su teléfono está mañana.
-Eso es porque no está contigo.-rió rodando los ojos.-Sino lo tendría olvidado por ahí.-aseguró.
Esme tenía razón. Emmett no era tanto de estar pegado al teléfono todo el día como yo. Al contrario, cuando estaba conmigo casi no lo usaba.
-Hola, hola.-Llegó Leah con una sonrisa saludando a medio mundo.-No puedo creer que ha llegado el día.-Fue y me abrazó.-De verdad, de todo corazón espero que sean muy felices.
-Awww.-sonreí abrazándola.-Muchas gracias amiga. ¿Cómo está Sam?-le pregunté mientras me terminaban el maquillaje.
-Pues bien.-sonrió.-Se ha quedado con su hijo esta noche. Así que lo veré en la boda.-guiñó.-Ahora ya se ha unido a la fiesta en el apartamento de Emmett. Al parecer está como una gelatina.-se dio de hombros divertida mientras comenzaba a arreglarse.-¿Tú que tal estás?
-Un poco abrumada, no voy a mentirte.-Leah rió.
-Bueno yo ya quiero beber y bailar.-Exclamó animada haciéndome reír.
-Sí yo también me saltaría la ceremonia de la iglesia.-Rodó los ojos Bella.
-Lo siento por ser tan tradicional.-Dije divertida.
-Descuida.-dijo mi amiga sonriendo.
-Ya sabes que a mi abuela y a mis padres eso les hace mucha ilusión.-me di de hombros sonriendo.
-Lo sabemos.-dijo Leah mirándome comprensiva.-Y oye.-dijo de forma pícara.-¿Estás lista para tu primer baile con Emmett? Teniendo en cuenta la de ensayos que habéis tenido...
-Confío en Emmett.
-Pues no pareces tan segura.-Replicó divertida Bella y Leah rio.
Era cierto. Emmett era algo torpe para ese tipo de bailes. A veces no coordinaba sus movimientos, y perdía la pista y acababa pisándome o algo.
Suspiré.-Confío en que hará su mejor esfuerzo.
-¿Rose?-escuché la voz de mi madre llamándome. Cuando terminaron de retocar mi cabello me giré a verla y tuve que respirar profundo al ver que traía mi vestido. Junto a ella estaba mi suegra sonriendo emocionada.-¿Lista para ponértelo?
-Me muero de ganas.-dije con total sinceridad. Mis amigas gritaron de emoción y me abrazaron. Estaba segura de que tendríamos unas imágenes memorables de la boda.-Vamos allá.
Me ayudaron a vestirme y la verdad es que me seguía viendo increíble tal y como la primera vez que me lo había puesto. Estaba completamente enamorada del diseño y los detalles.
Bella silbó por lo bajo.-Wow Rose, estás maravillosa.
-Toda una diosa.-Reconoció Leah.
Tanto mi madre como mi suegra estaban con lágrimas en los ojos. Justo ahí escuché la voz de mi padre.
-Mi pequeña Rosie.-sonrió visiblemente emocionado.-Estás tan preciosa.-aclaró su garganta.-No puedo creerme que haya llegado este momento, querida.-le dijo a mamá.
-Lo sé, Stefan.-sonrió mientras papá la abrazaba.-Y parece que fue ayer cuando la sostuve por primera vez en mis brazos. Eras un completo ángel, mi amor.-Esme le pasó un pañuelo a mi madre que se limpió las lágrimas.
-Ah por dios.-yo fui a abrazar a ambos.-Van a conseguir que llore.-Me refugié en ambos que dejaron un beso en el tope de mi cabeza.
-No puedes estropear la obra de arte de Claire.-advirtió Leah divertida, a lo que reímos.
-Estoy muy orgullosa de ti hija mía.-sonrió papá. Yo lo miré emocionada. Pocas eran las veces que Stefan Hale era tan emocional. Para él nunca nada era suficiente. Así que el que me hiciera esa confesión me hizo sentir muy feliz.
Emmett Pvo
-Oye Emmett, ya deja de dar vueltas que me tienes mareado.-Dijo Edward.-Mejor ven y sirvamonos un trago.-Pidió.
-¿Estás loco?-Lo vi mal.-No voy a embriagarme el día de mi boda.
Edward alzó una ceja.-¿Estás seguro?
-Por supuesto. Rose va a matarme si llego apestando a alcohol a nuestra boda.
Edward se tiró una carcajada.-Solo es un trago, hombre. No te estoy dando la botella. Anda.-Me lo ofreció.-Veo que lo necesitas para relajarte.
-Está bien.-suspiré.-sírveme un trago anda.-volví a suspirar nervioso. Mi amigo aceptó mi petición y me llenó uno de los vasos con alcohol. Me lo bebí de golpe.
-Ey viejo.-Edward rio divertido.-Cálmate ¿quieres? Tú mismo has dicho que no querías embriagarte.
-Lo sé.-suspiré.-Es que estoy tan nervioso. Nunca pensé que fuera a estar tan nervioso. Pero es que Rose es la mujer perfecta y por fin va a ser mi mujer Ed.
-Si pero tranquilo, hombre. Todo saldrá bien ya lo verás. Mejor disfruta este día sin alterarte.
-¿Y tú?-Volví a verlo.-¿Cuándo vas a pedirle matrimonio a Bella?
Edward alzó una ceja.-¿Estás loco? Solo porque tú vayas a casarte no significa que yo sea el próximo.
-Oh vamos, Ed. ¿Acaso no te gustaría?
Él sonrió como idiota por un momento.-No lo sé Emmett.-dijo simplemente.-Tampoco es algo que haya hablado con Bella ¿sabes? No sé si es algo que ella se haya planteado.-se dio de hombros.
-Oh por favor Ed.-dije bufando.-¿Qué mujer no quiere casarse? Todas las niñas sueñan con eso.-Edward rio ante mi declaración.
-Hay mujeres que no necesitan casarse Emmett.-dijo sin más.-Y creo que Bella lo ve como un simple papel.
-Eso solo el tiempo lo dirá. Aunque tienes razón, Bella es rara.-Edward rodó los ojos ante mi comentario.
-¡Hey chicos!-Apareció Sam saludándonos.-¿Cómo están? ¿Y tú Emmett como lo llevas?
-Está que no puede con sus nervios.-Se burló Edward de mí.
-Ay Emmett, ¿otra vez estás teniendo un ataque de ansiedad?
-Nunca he tenido uno.-Fruncí el ceño.-Solo quiero ver a Rose ya vestida de blanco con mi anillo en su dedo.-Me encogí de hombros.
-Eres todo un macho eh.-dijo Sam riendo divertido.-El hecho de que lleve tu anillo en su dedo no la hace tuya.-rodó los ojos.
-Eso dices tú.-dije molesto.-Hoy Rose será mía ante los ojos de Dios y de la ley.-sentencié.
-¿Ahora eres creyente?-preguntó Edward divertido. Yo le miré molesto quitándole importancia.
-¿Te puedes creer que Edward no sabe si Bella quiere casarse?-le dije a Sam sorprendido.
-Bella es un alma libre.-Contestó Sam tranquilo.-Eso es evidente. Sus relaciones siempre han sido abiertas, ¿No?
Edward se encogió de hombros.-La mayor parte del tiempo sí.
-¿Y ahora?-Pregunté curioso.
-No tanto.-Sonrió todo idiota. Definitivamente Edward estaba hasta los huesos por esa chica pelona.
-Hay algo que estás ocultando.-Insistió Sam.-Suéltalo.
-Pues...-mi amigo sonrió divertido.-Resulta que lo nuestro ya es exclusivo.-nos guiñó sonriendo orgulloso.
-¡Vaya!-dijo Sam sonriendo.-Parece ser que la dura de Bella no es tan dura.-le dio unas palmadas en la espalda.-¿Y cómo ha sido eso?
-Eso.-insistí yo.-¿Cómo has conseguido que la pelona de Bella haya aceptado la exclusividad?
-No la llames así.-dijo enfadado.-Pues no me ha dicho nada. Pero yo sé que está a gusto conmigo.
-¿Y ya sabe lo de su ex y tú?-Pregunté.
-No.-Frunció el ceño Edward.-No eso podría generar tensión en lo que tenemos.
-Bueno tampoco ha sido tan grave.-Recordé.
-¿Y qué hay de tú y Leah?-preguntó Edward cambiando de tema.-¿Cómo lleváis las cosas?
-Pues las cosas entre nosotros marchan bien.-sonrió. Ahora cuando hablaba de su relación con Leah era todo felicidad. Se notaba que Sam estaba totalmente enamorado de la morena.-Pero no me hables de bodas.-dijo adelantándose a mi pregunta.-Estoy en medio de un proceso de divorcio. No voy a pensar en bodas aún. Y ni siquiera sé si Leah se lo plantea.-dijo sin más.
-Yo no sé qué es lo que le pasa a las mujeres últimamente.-dije rodando los ojos.
-Vamos macho.-dijo Edward riendo llevándonos al coche.
Cuando llegamos a la iglesia pude ver a varios fotógrafos en las afueras queriendo documentar con sus cámaras toda la ceremonia. Sabía que esto alteraría a mi Rose, así que le dije a mis hombres que despejaran todo el perímetro no quería a nadie interfiriendo.
La wedding planner nos saludó y nos indicó el lugar. Ya estaban todos los invitados. Pude distinguir a toda la familia de mamá y más al fondo estaba Carlisle. Él había sido invitado por cortesía antes de todos los sucesos que habían acontecido. Y me había sorprendido que estuviera aquí teniendo en cuenta que nuestra relación no era la mejor en estos momentos.
A medida que pasaba cada minuto me estaba poniendo realmente nervioso. Rose ya llevaba casi una hora de retraso.
-¿Por qué tardará tanto?
-Las novias se toman todo su tiempo, amigo. Es normal.-Contestó Sam.
-¡¿Pero una hora?! Pregunté incrédulo.
-Relájate que no te dejará plantado.-Bufó Edward divertido.
De un momento a otro los invitados se quedaron en silencio y yo miré confundido a mis amigos que se encontraban a mi lado. La wedding planner fue a llamar a Stefan para que fuera a la entrada. Mi mamá llegó emocionada y se colocó a mi lado.
-¿Rose ya está aquí?-pregunté nervioso.
-Sí mi vida.-sonrió emocionada.-Ya está a punto de entrar.-apretó mis manos y frotó mi brazo varías veces con ilusión.
-Ánimo grandullón.-me susurraron mis amigos con diversión. Sentía mi corazón completamente desbocado. Un par de minutos después. La marcha nupcial comenzó a sonar.
Y cielos... Ahí estaba ella. Mi ángel. Venía caminando junto a su padre. Dios... Lucía tan hermosa. No podía creer que dentro de nada sería mi mujer. Era tan afortunado de estar contrayendo matrimonio con ella. Ella era la mujer perfecta en todos los sentidos. Y pronto sería solo mía.
Me deslumbró por completo con su sonrisa. Y yo no pude sentirme más feliz y lleno. Antes de llegar al altar saludo a su madre y a su abuela con un abrazo. Volvió al encuentro con su padre que me miró orgulloso.
-Cuídala hijo.-sonrió cuando me dio su mano.
-Con mi vida, Stefan.-dije sin dudarlo un momento. Su padre asintió y se colocó en su lugar junto a Rose.-Estás espectacular, nena.-dije en voz baja. Ella me miró sonriendo encantada.
-Tenía ganas de verte.-sonrió y yo me quedé maravillado con su belleza. Incluso debajo del velo se podía apreciar la perfección de sus facciones.
El cura comenzó con el sermón pero mi mente no estaba poniendo atención. Había pasado todo este tiempo mirando a Rose. La verdad era una de las cosas que más me gustaba hacer.
-¡Emmett!-Susurró por lo bajo.-¿Dónde tienes la cabeza?
-¿Ah?
Y fue ahí que me di cuenta que habíamos llegado a la parte de los anillos. Suspiré y aclaré mi garganta.
-Rose.-tomé sus manos entre las mías.-Desde siempre he sabido que tú eras la mujer de mi vida pero ahora durante este tiempo que hemos pasado juntos aún más me he reafirmado en ello.-tragué duro y vi como Rosalie estaba visiblemente emocionada.-No tengo ni idea de cómo será nuestra vida a partir de ahora pero lo que si te prometo es que lo afrontaremos todo juntos. Como el gran equipo que ya somos.-sonreí tomando el anillo y colocándoselo en su dedo.-¿Entonces?-ella me miró confundida.-¿Me aceptas como esposo?-pregunté haciendo reír al ángel que tenía delante.
-Por supuesto, Emm.-sonrió limpiándose las lágrimas.-Yo tampoco imagino lo que nos depara el futuro. Pero querido.-sonrió.-No cabe en mí la ilusión de descubrirlo. Acepto.-dijo colocándome el anillo a mí.
Y finalmente escuché lo que tanto había estado esperando. "Puede besar a la novia".
Con cuidado levanté su velo y ahí estaban esos hermosos ojos y esa sonrisa que tanto me habían cautivado. Me incliné un poco, tomé su rostro entre mis manos y la besé. Al instante escuchamos los aplausos. Poco a poco fui bajando mis manos hacia su cintura. Este era nuestro primer beso como marido y mujer y yo no podía estar más feliz.
-Te amo, nena.-Susurré cuando separamos nuestros labios.-Siempre tuyo, siempre mía y siempre nuestro.-La besé una vez más.
Rose rio encantada cuando nos separamos y yo la pegué junto a mi cuerpo agarrándola por la cintura. Pude ver como nuestros padres aplaudían emocionados mientras nuestras madres se limpiaban las lágrimas con un pañuelo. Era muy satisfactorio ver cómo estábamos celebrando nuestro amor con todos nuestros seres queridos. Más tarde nos dirigimos al banquete. Fuimos los primeros en llegar ya que a Rose le hacía muchísima ilusión saludar a todos antes de que entrasen en la gran carpa.
-¡Rose!-sus padres fueron los primeros en llegar. Mis suegros los acompañaban. Rose y su mamá se abrazaron emocionadas mientras que yo saludaba a mi suegro.
-Ay Emmett.-suspiró encantado.-Soy el hombre más feliz ahora mismo. Nunca imaginé ver a mi pequeña princesa tan radiante como lo está hoy.
-Y así será de ahora en adelante.-Aseguré sonriendo mientras la acercaba a mí y dejaba un beso en su cabeza.
Luego apareció la abuela de mi esposa. Saludando en un abrazo a su nieta.
-Estás divina, cielo.
-Mucho gusto, soy Emmett Cullen.-Me presenté.
-Oh.-dijo sorprendida.-Tú debes de ser 'el americano'.-dijo con algo de desdén. Yo tragué duro sin saber que decir.
-Abue.-Rose salió en mi defensa.-Es Emmett.-dijo firme.-Mi esposo y sí, americano.-dijo elegantemente. Era increíble como Rose era capaz de mantener siempre la compostura.
-Bueno...-dijo restándole importancia.-Si a ti te parece bien...-rodó los ojos y se adentró a la sala. Lilian y Stefan me dieron una mirada de disculpa.
-Parece que no le caigo bien.-dije dándome de hombros cuando ya se habían ido.-Piensa que no soy suficiente para ti.-Suspiré.
-No le prestes atención, Emm.
-Por suerte tengo dinero.-Bufé.
-Ya, Emm. Basta.
En eso aparecieron nuestros amigos.-Vaya, vaya Emmett eres todo un señor casado ahora.-Silbó Edward.
-¡Felicidades!-Sam nos abrazó.
-Nos alegramos mucho por ustedes.-Dijo Leah.
-La única que no está del todo contenta es la abuela.-comenté.
-Me lo imaginaba.-dijo Bella divertida. Yo la miré molesto.-Eh que no estoy diciendo que tenga razón.-sonrió alzando los brazos.-Es que la abuela es muy exquisita con los seres humanos en general.
-Lo que quiere decir.-dijo Leah divertida.-Es que la abuela es una snob elitista.
-¡Leah!-dijo Rose mirándola molesta.
-Lo cierto es que ella nunca ha aprobado a tus novios. A excepción de...-Se encogió de hombros Bella.-Y creo que el grandulón le hubiera agradado solo si estuviera metido en la política.
-¿Tú crees?-Pregunté interesado.
-¡Oh sí!-Alzó las cejas.
-Nena, ¿te gustaría ser la primera dama de Estados Unidos?
-¿De qué estás hablando?-Volvió a verme.
-En un futuro puedo convertirme en presidente-Guiñé.-Sería el hombre más poderoso del mundo.-Sonreí.
-Antes dedícate a terminar la universidad querido.-me guiñó mi mujer divertida. Mis amigos soltaron una carcajada y yo les miré mal.
-Grandulón algo me dice que mi rubia y tú no coincidís en ideales.-Bella dijo molestándome divertida. Se lo estaba pasando en grande.
-¿De qué hablas?-dije molesto.
-Déjalo querido.-Rose le restó importancia.-Aun estamos puliendo ese tema.-susurró a mis amigos tratando de que yo no me percatara.
Yo rodé los ojos y cambié de tema.-Oye, Sam ¿Se han dejado al terremoto en casa para jugar esta noche?-Alcé las cejas sugestivamente.
-Está guardadito.-Leah se adelantó a contestar.-Ahora vamos a tener algo de acción.-Guiñó Leah.-¿No es así Samuel?-Dijo coqueta viendo a mi amigo.
-Bueno par de cachondos.-Intervino Bella tomando a Edward de la mano.-Vamos circulando.
Luego saludamos a más parientes y conocidos. En eso aparecieron Jasper y Alice.
-¡Hola chicos!-Rose saludó encantada.-Primero que nada, estamos encantado de que estén aquí.-sonrió abrazando a ambos. Yo hice lo mismo.-¿Va todo bien?-Rose pregunto algo confusa. Yo también me había dado cuenta de que Alice no andaba igual de risueña que siempre.
-Verás Rose...-Alice fue a hablar pero Jasper la miró algo molesto.
-Oye está bien.-les sonrió mi mujer.-¿Qué ocurre?-preguntó preocupada.
-Pues es que estamos pasando por una mala racha.-dijo de repente pero se retractó ante la mirada de su esposo.-Pero todo está bien no tienes nada de que preocuparte.-dijo antes de irse con su marido de la mano.
-¿Has visto eso?-dijo Rose extrañada.-Tengo que hablar con ella.
Seguimos saludando y todo hasta que finalmente Rose no pudo más con la inquietud sobre lo que les pasaba a los Whitlock así que me dejó solo para irse hablar con ellos.
Edward se acercó a mí.
-¿Qué se siente estar casado con Rachel?-Preguntó divertido.
Yo sonreí como un idiota recordando nuestro primer encuentro. Había pasado hace varios meses pero lo seguía teniendo muy presente.
-Pues puedo asegurarte que es una fantasía cumplida, viejo.-reí feliz mientras le daba unas palmadas en la espalda. El rio encantado.
-Oye.-dijo de repente pensativo.-Hablando de la reina de Roma.-sonrió.-¿Dónde está?-dijo buscándola con la mirada.
-Pues ha ido a hablar con Jasper y su mujer.-le dije dándome de hombros.
-¿Con su hermano?-preguntó curioso. Yo asentí.-Y entonces ¿por qué pones esa cara viejo?
-Porque hay algo que no me huele bien.-dije simplemente. Edward me miró confundido esperando a que yo dijera algo.-Mira, no quiero pensar que son unos oportunistas pero no puedo evitarlo.
-¿Crees que solo quieren utilizar a Rose?
-Sí.-Asentí.
Él volvió a ver hacia donde estaban.-No parecen malas personas.
-Pues no me gustaría que se aprovecharan de ella.-Fruncí el ceño.
En eso Rose volvió hacia donde nosotros.-Emm.-Me llamó.-Podemos hablar a solas.-Pidió.
-Oh no descuida yo ya me iba.-Sonrió Edward mientras buscaba a Bella. Rose le sonrió de vuelta y me miró. Había algo en su rostro que me hacía ver que estaba preocupada.
-¿Qué ocurre?-pregunté con cautela tomando sus manos.
-Pues verás.-dijo mordiéndose el labio.-A Jazz le han despedido ¿sabes? Eso era lo que mi hermano no quería que Alice nos contara.-dijo frunciendo los labios.
-Vaya.-dije sorprendido.-Que mala suerte. Justo ahora que acaban de tener un bebé.
-Lo sé.-suspiró y tomó aire.-Y por eso había pensado que tal vez tú...Podrías darle un puesto en Cullen & Co.-dijo de corrido mirándome. Estaba esperando una respuesta.
Yo alcé una ceja.-Rose, la verdad es que no estoy seguro.
-¿De qué?-Preguntó confundido.
-Todo esto me sigue pareciendo un poco raro.
-Emmett, es mi hermano.
-Acaba de aparecer en tu vida y ya quieres involucrarlo en todo. No deberías de ser tan confiada. Debemos ser más precavidos por todo lo que hemos estado atravesando.
-No puedo creerlo, Emmett.-Me dijo molesta.-Pero, ¿sabes qué? Olvídalo. Yo me haré cargo.
-¿Cómo es eso?-La detuve antes de que me dejara solo otra vez.
-Yo también tengo mis contactos, Emmett. No te necesito para resolver mis problemas o los de mi familia.
-Rose.-suspiré derrotado y la llamé tomándola del brazo con delicadeza.-No digas eso nena ¿si?-tome sus manos y deje un beso en el dorso de una de ellas.-Ahora soy tu esposo y vamos a resolver todo juntos.
-Yo te estoy pidiendo ayuda ¿sabes?-dijo molesta.-Pero parece ser que tú no quieres dármela.-rodó los ojos.
-Rose no es eso...
-¿Ah no?-respondió molesta.-¿Entonces que es? Porque acabas de insinuar que mi hermano se está aprovechando de mi.-dijo susurrando escandalizada.
-¡Oye!-dije molesto.-Sólo me preocupo por ti. No quiero ni voy a permitir que nadie te lastime.
Ella pareció calmarse.-Tú a veces me sobreproteges demasiado.-Se cruzó de brazos como una niña castigada.
Yo sonreí.-Nena, entiende que tú eres lo más importante para mí.-Besé el tope de su cabeza.-Vamos.-Tomé su mano y caminamos hacia donde estaban Jasper y Alice.
-Jasper, cuñado.-Lo saludé.-Oye, si gustas puedes pasarte por mi compañía el lunes por la mañana. Busca a Ángela Weber. Ella te ubicará.
Jasper se había quedado sin palabras mientras Alice estaba sonriendo emocionada.
-Emmett, no es...-Alice lo interrumpió.
-Gracias Emmett ahí estará Jasper.
-Gracias Emmett.-Rose me miró y mi corazón dio un vuelco. Sus ojos brillaban ilusionados. Parecía una niña pequeña en Navidad. Yo no pude evitar sonreír y atraerla a mi cuerpo.
-Haría lo que fuera por ti, hermosa.-sonreí dejando un beso en el tope de su cabeza.
-Ah.-en eso apareció Stefan.-Ahí están mis tortolitos preferidos.
-¡Papá!-Rose se sonrojó violentamente y se escondió entre mis brazos.
-Sólo quería tener un momento a solas con vosotros.-sonrió apenado.-Perdona a mi suegra, Emmett. Pero ella es así. Incluso conmigo cuando me casé con Lilian.
-¿En serio?-Pregunté sorprendido.
-Sí, el que tenía el título nobiliario era mi hermano mayor, no yo.-Explicó.
-Bueno papá, Emmett acepta tus disculpas, ¿no es así querido?-Volvió a verme Rose.
-Sí.-Asentí.-Descuida Stefan. Por cierto, ¿Qué opinas si empiezo mi carrera política?-Rose rodó los ojos.
-Emmett no es divertido jugar al presidente.
-¿Hablas en serio?-Preguntó mi suegro sorprendido.
-¿Por qué no? Me gustaría ser el presidente algún día.-Rose nos dejó solos.
Vi como a mi suegro le brillaron los ojos.-No es una idea tan descabellada. Yo podría ayudarte a impulsar tu carrera política, tengo un par de amigos en el senado.
Rose Pvo
-Deberías ir a buscar al grandulón.-dijo Bella divertida. Yo la miré confundida.-Por el tema del baile. ¿No se supone que deben abrirlo ustedes?-dijo sonriendo.
-Ah sí.-dije recordándolo. Mi amiga rió.
-¿En qué andas Rose?-preguntó Bella divertida mientras tomaba un canapé.
-Pues que Emmett y mi padre ya están planeando impulsar la carrera política inexistente de mi marido.-rodé los ojos.
Bella rió.-No puedo creerlo.
-Y con lo testarudo que es no me sorprendería que lo consiguiera.
-¿Y tú no estás de acuerdo?
-Yo solo quiero una vida tranquila lejos del ojo público pero al parecer será imposible.
En eso apareció Emmett rodeándome por atrás.-Nena, deja de escaparte.-Besó mi mejilla.
-No estoy yendo a ningún lado, Emm.-Me di la vuelta.-Además nos espera todo un mes de luna de miel.-Dije enredando mis brazos en su cuello.
Él sonrió de lado pegándome a él.
-Voy a adorarte todos los malditos días en esas vacaciones.-dijo coqueto mientras bajaba sus manos a mi trasero y lo apretaba haciéndome reír.
-¡Por dios!-Bella digo asqueada.-¿No podéis manteneros tranquilos durante un momento? ¡Se me revuelve el estómago!
-¡Oye Romeo!-Emmett llamó a Edward aguantándose la risa.-Parece que Bella no está satisfecha con la atención que le das.-lo tomó de los hombros y lo empujó junto a mi amiga que estaba roja del enfado.
-¿Por qué dice eso?-preguntó el cobrizo confundido.
-Oh por Dios.-suspiró molesta.-Mis dos amigas andan por ahí meloseando.-rodó los ojos haciendo drama.-Se me revuelve el estómago.
-Vamos pastelito, no te pongas así.-Tomó la mano de una muy colorada Bella.
-¿Pastelito?-Exclamó divertido Emmett estallando en una carcajada.
-Ay déjalos.-Me quejé yo.-Son tiernos.
-Ok, pastelito.-Me guiñó y yo rodé los ojos.
-Solo vamos a bailar.-le tomé la mano y le arrastré a la pista de baile. Él me miró nervioso.-Lo harás bien ¿si? No te preocupes. Llevas ensayando meses Emm.-rodé los ojos.
-Pero no es como si fuera Billy Eliot, Rose.-dijo como algo obvio.
-No me digas.-reí divertida. Emmett me miró mal y yo me di de hombros.
Sin más nos encaminamos entre la gente que ya estaba colocándose alrededor de la pista de baile para ver la apertura de este. Emmett me tomo de la cintura de manera muy tierna.
-Te amo.-me susurró al oído cuando "Kiss me" de Ed Sheraan comenzó a sonar.
Para mí sorpresa Emmett aún se acordaba de los pasos. Aunque en realidad era algo sencillo pero él estaba poniendo todo de su parte. Era lindo y caliente verlo tan concentrado.
-Lo estás haciendo muy bien, Emm.
Él sonrió aliviado.-Tú lo haces más fácil.-Agregó coqueto. Yo reí divertida enredando mis brazos en su cuello.
-Te amo, Emm.-le susurré profundamente mirándole a los ojos.-Y no.-dije divertida.-No es porque este ñoña por la boda.-rodé los ojos porque sabía que estaba pensando algo así. Él rió y besó mi cabeza.
Casi sin darnos cuenta la canción había terminado. Pero nosotros estábamos en nuestra burbuja. Era increíble como Emmett conseguía hacer eso conmigo.
De repente se escucharon gritos y disparos. Nos encontrábamos en medio de fuego cruzado entre los de seguridad y otro grupo de hombres armados. No teníamos idea como había iniciado el fuego cruzado.
Emmett al instante me cubrió con su cuerpo e intentamos salir de ahí con ayuda de un guardia pero este había caído herido. Yo estaba realmente asustada.
Logramos llegar a la camioneta pero fue ahí cuando nos encontramos un sujeto nos apuntó con el arma Emmett me hizo a un lado y la bala le dio directamente en el pecho. Yo grité horrorizada.
De un momento a otro todo el escándalo se había calmado. Yo no podía escuchar nada. Solo estaba tratando de limpiar mis lágrimas ya que me nublaban la vista. Emmett yacía en mi regazo tratando de no cerrar los ojos.
-Emm.-sollocé mientras trataba de apretar la zona para evitar que perdiera más sangre.-No me dejes. Quédate conmigo.-sorbí por la nariz.-¡Ayuda por favor!
-Nena.-dijo en un hilo de voz. Tras eso tosió molesto. Yo le pedí que callara.-Sí me pasa algo... Tienes que saber...
-Cállate.-dije sin más.-No va a pasarte nada. No a ti.
-¡Rose, Emmett !-Jasper apareció a nuestro lado y me ayudó a moverlo y subirlo al coche.
-¿Estás bien?-Me preguntó preocupado.
Yo asentí.-¡Conduce rápido Jasper no quiero perderlo!-Pedí entre lágrimas al ver todo herido a Emmett.
No podría reponerme si él llegara a perder la vida.
-Nena.-Emmett volvió a llamarme. Yo lo miré mandándole callar.
-No hables Emm, por favor.-seguí apretando.-¿Donde está el resto?-pregunté a Jasper preocupada.
-Están todos bien.-dijo en un suspiro.-No te preocupes. Se metieron en la carpa.
-¿Se sabe quien ha sido?-pregunté nerviosa mirando por la ventanilla deseando que llegáramos al hospital.
-Carlisle...-dijo Emmett en un suspiro. Yo lo miré con comprensión y lo insté a callar de nuevo. Jasper se dio de hombros.
De un momento a otro logramos llegar a las urgencias. Todo era una locura. Mi vestido estaba lleno de sangre, al igual que la camisa de Emmett.
Jasper se quedó conmigo esperando mientras atendían a Emmett. No pude evitarlo y me derrumbé llorando en los brazos de mi hermano. Aún no podía creerlo... Uno de los días que tendría que haber sido de los más felices de mi vida se estaba convirtiendo en el más trágico.
Sería muy irónico que enviudara el mismo día en el que contraje matrimonio apenas unas horas después.
Me habían arrebatado la felicidad. Justo ahora mismo me sentía miserable mientras mi ahora esposo se debatía entre la vida y la muerte en el quirófano.
-Debes de confiar que Emmett lo logrará.-Me animó Jasper mientras sobaba mi espalda.
-¿Y si muere?-Sorbí.-No podría soportarlo.-Empecé a llorar otra vez.
-Los médicos van a salvarlo, además Emmett es un hombre fuerte.-Me alentó.
-Gracias.-dije tratando de calmarme. Mi hermano me había colocado su chaqueta encima. No me había percatado del frío que hacía.
-No hay de qué.-sonrió.-Tú no has parado de ayudarnos desde que nos conocimos.-sobó mi espalda en señal de apoyo.-Todo va a salir bien ¿si? Estoy seguro de que Emmett saldrá de esta.
-Eso espero.-dije aguantándome las lágrimas y apretando los puños.-Si lo perdiera no sé qué haría Jazz de verdad.-cerraba los ojos y solo podía ver su maravillosa sonrisa de hoyuelos.
-Shhhh.-él me arrulló en sus brazos.-Todo va a ir bien. Confía en mí.
De repente llegó Bella con Edward, Alice, Leah y Sam. Al parecer a Esme le había dado un ataque de nervios y los sanitarios la estaban atendiendo. En cuanto a mis padres estaban cuidando de la pequeña Blake y de mi abuela, la pobre se había llevado un gran susto.
Las chicas se acercaron y me abrazaron.-Todo estará bien Rose.
-Te trajimos algo de ropa.-Bella me pasó una maleta.
Mi limpié la cara.-Te lo agradezco, soy un un auténtico desastre.
Tanto Leah como Bella me veían apenadas. Alice me acompañó y me ayudó a cambiarme.
-Gracias Alice.-traté del sonreír. Pero mi sonrisa se convirtió en una mueca al ver mis manos cubiertas de sangre. Inmediatamente mi mente se trasladó al quirófano donde mi marido se debatía entre la vida y la muerte. Alice tomó una toalla y me secó las manos.
-Blake tiene mucha suerte.-le dije con cariño.-Al igual que Jasper. Tienen suerte de contar con una persona tan buena como tú.
-Rose no es nada.-me abrazó con cariño. Alice era muy maternal, me sentía bien con ella.-Para eso está la familia.
Cuando terminé de cambiarme salí del baño con Alice pisándome los talones. Decidí recogerme el pelo en una coleta alta, tenía asumido que pasaría muchas horas en ese hospital.
El jefe de los matones de Emmett se acercó hacia mí:-Señora Cullen, la policía...
Levanté mi mano interrumpiéndolo: -Ahora no, Kurt. Me niego a dar declaraciones.-Lo único que me faltaba, era lidiar con ellos en estos momentos.
Sam se acercó a nosotros.-Yo me encargo Rose.-Aseguró y se dirigió hacia los detectives.
-Kurt.-Lo llamé antes de que se fuera.-¿Hay noticias sobre el ataque?-Le pregunté.
-Hemos atrapado a uno de los responsables. Estamos interrogándolo pero...
-Hagan lo necesario para que hable.-Ordené y él asintió y se retiró.
-Rose.-Leah se acercó.-Ven siéntate. Te he traído un café.-sonrió triste.
-Gracias.-trate de darle una sonrisa mientras me sentaba en esas incómodas sillas de la sala de espera.-Aunque me vendría mejor una botella de alcohol.-rodé los ojos tomando un sorbo.
-Todo va a ir bien Rose.-Edward me dijo.-Sé que todo el mundo te dice lo mismo y de verdad.-suspiró.-Debe ser realmente frustrante.-rodó los ojos mientras tomaba la mano de Bella.-Pero desde que conozco a Emmett sé que no ha luchado tanto por conquistarte como para rendirse ahora.-me guiñó y yo reí entre lágrimas pidiéndole a la vida que no me lo arrebatase.
Sam se acercó.-¿Qué dijeron?-Pregunté haciendo referencia a los detectives que se acababan de decir.
-No mucho.-Suspiró.-Solo que iniciarán la investigación. ¿Tus matones saben algo más?
-Atraparon a uno de ellos. Están sacándole información.
-Si no te molesta me gustaría iniciar mi propia investigación.-Dijo serio.
Yo asentí-Juro que voy a hundir al culpable de todo esto.
-Cuenta conmigo.-Agregó y antes de marcharse Leah lo detuvo.
-¿Sam?-Él volvió a verla.-Ten mucho cuidado.-Dijo preocupada.
El moreno se dio media vuelta y miró derrotado a mi amiga que estaba expectante. Se acercó a ella y tomó su cara entre sus manos para besarla. Después apoyó su frente en la de la morena y suspiró.-Te amo ¿si?-ella asintió emocionada.-Pero no puedo quedarme aquí sabiendo que puedo ayudar.
-Lo entiendo.-aseguró asintiendo seguido con la cabeza.-Sólo cuídate por favor.-dijo antes de que él le diera un apretón de manos y se marchara.
-Lo siento.-le dije a mi amiga triste. Ahora su hombre también estaba en peligro gracias a esta locura.
-Descuida.-Intentó sonreír y yo tomé su mano.
Las horas pasaron y no teníamos noticias del doctor que estaba en el quirófano atendiendo a Emmett. Solo habíamos quedado Bella, Edward, Jasper y yo. Cada momento que pasaba me ponía más inquieta y desesperada por al no tener ninguna novedad.
Me quité el anillo que apenas hace unas horas Emmett había colocado en mi dedo. En su interior estaba escrito su nombre. Se me llenaron los ojos de lágrimas una vez más.
De un momento a otro el cirujano salió del quirófano. Su semblante no era para nada alentador. Cuando me llamó temí lo peor y sentí que estaba a punto de desvanecerme si no hubiera sido por Jasper y Bella que me tenían agarrada me hubiera desmayado ahí mismo.
Holaaaaaa! ¿Qué tal? ¿Cómo están? Venimos con capítulo booomba ¡parece ser que no se termina el drama por la vida de Rosemmett! Pero seguro que todo mejora, ¿en un tiempo? xd
Por cierto, me encanta leer vuestros reviews. Sé que lo digo mucho pero es mi graaaan motivación para seguir con las historias, me hace sentir que puedo conectar de alguna manera con ustedes y sacarles una sonrisa. Y la verdad, en estos tiempos que corren es más que necesario. Esta sin duda será la primera que termine y me hace sentir muy satisfecha. Un abrazo sincero y espero que tanto ustedes como sus seres queridos se encuentren bien ¡Os leo!
Posdata: hoy no os respondo uno por uno, como es costumbre, porque ha habido varios cortes de luz en mi edificio y no quiero perder el cap! Espero que lo entiendan xd Un saludo!
