Entre Nosotros
One-shot
Disclaimer: Los personajes de Naruto son propiedad de Masashi Kishimoto, esta historia es de mi total autoría no está permitida su publicación en otros sitios sin previa autorización. -Azulen-
Ooc (Un poco, por el bien de la trama xD)
Nota: En este universo la masacre Uchiha y el ataque del zorro no ocurrieron, el mundo ninja está en paz.
Pareja: Sasusaku
(Advertencia esta historia es rated M por soft lemon, leer bajo su propio juicio)
•••
Era casi media noche cuando logró escabullirse de la improvisada reunión con los chicos de su generación, una tarde de shogi con Shikamaru, Choji y Naruto había terminado en una noche de juegos de azar y copas a la que se fueron sumando de uno en uno los demás, aún entre risas y anécdotas de viejas misiones compartidas en su infancia Sasuke no lograba sentirse por completo conectado con ellos, por esa razón cuando notó a todos demasiado embriagados como para reparar en su presencia simplemente se escabulló del bar en silencio.
Los pocos vasos de sake que había consumido empezaban a subírsele a la cabeza dibujando una tenue sonrisa en su rostro pálido por el frío de diciembre, los copos de nieve caían con envidiable paciencia sobre su cabello azabache cuando se quedó parado en medio de la calle con la vista elevada hacia el cielo oscuro sin estrellas, contemplando los copos caer movidos ligeramente por la brisa nocturna.
Siseó de frío exhalando el vapor entre sus labios, las luces festivas se reflejaron en sus ojos oscuros y brillantes como el onix, no estaba ebrio como sus compañeros, pero admitía sentirse completamente en paz y relajado como pocas veces en su vida.
-¡Meow!¡Gjjsss!
De un oscuro callejón surgió la figura ágil de un felino lanzándose directamente hacia la bolsa de sobras de carne que llevaba en sus manos como regalo para su perro, Shiro, con claras intenciones de arrebatársela, era una gata y se veía hambrienta, herida y con frío.
Con un gesto amable muy raro de ver en una persona como él se acuclilló a la altura de su pequeño cuerpo cubierto de abundante pelo gris y sacó de la bolsa dos trozos de carne viendo como la gata los devoraba con ansias, con mucho cuidado y delicadeza posó su mano sobre la cabeza del animal que buscaba más carne para aplacar el hambre del día, de repente se encontró con la mirada azul suplicante de ese pequeño ser y su corazón de hielo se encogió, su mirada llena de miedo y dolor escondía algo en la profundidad de sus irises del color del cielo… esperanza.
Ella comenzó a restregarse en sus piernas con agradecimiento y le lanzó una mirada significativa indicándole que le siguiera, confundido pero curioso decidió seguir al pequeño animal hacia el callejón encontrándose con una caja de cartón ya húmeda por la nieve y tres pequeños gatitos de distintos colores maullando enérgicamente exigentes por comida y resguardo, la gata con el instinto a flor de piel entró a la caja acurrucándose con sus crías en un intento por brindarles calor, calor que no sería suficiente para superar la helada nocturna.
La mirada del joven Uchiha se llenó de tristeza cuando la gata volvió a darle una mirada suplicante, estaba pidiendo auxilio, lanzó un suspiro al aire, se quitó la bufanda abrigó con ella a la gata y sus pequeños, tomó la caja entre sus brazos sabiendo que su padre lo mataría si se daba cuenta del tierno paquete entre sus manos.
Reanudó el paso firme, su rostro con una habitual expresión de piedra plasmado cuando unas cuadras por delante la campanilla de la puerta de un local sonó dirigiendo su atención a tres cabezas conocidas riendo estruendosamente, dos rubias y una pelirrosa, suspiró pesadamente cuando observó a las tres chicas abrazadas tratando de mantenerse en pie, no las iba a juzgar a fin de cuentas los chicos estaban haciendo exactamente lo mismo, detrás de las tres primeras salieron dos más una cabellera larga de profundo color azul y una castaña, ambas con una expresión de vergüenza ajena, una más que la otra.
-Mira, TenTen es Sasuke-kun- habló bajito la chica Hyuga cuando lo detectó en su campo de visión.
Les dirigió una mirada imperturbable y de completo desinterés cuando pasó junto a ellas.
-Espera, por favor, si vas a tu casa ¿Puedes acompañar a Sakura? No puede sostenerse en pie.
- ¿¡Qué dicesh!? Shi yo estoy perfec-tamen…te- escupió en un tono completamente embriagado la chica pelirosa- solo estoy un poco feliz… -la sonrisa tonta que se dibujó en la cara de la brillante estudiante de la quinta Hokage casi le hizo reír.
Los gatos se removieron inquietos en la caja al percatarse de las presencias cercanas y Sasuke volteo en seguida para observar que se encontraran bien, temía que la gata quisiera huir al sentirse amenazada por aquellas presencias desconocidas.
- ¿Quésesho? - sus ojos brillaron con curiosidad infantil cuando se acercó bruscamente a la caja, haciendo que Sasuke la apretara contra su pecho receloso.
-No te acerques tanto, los asustarás- pronunció con firmeza- ¿Puedes caminar por ti misma?
-Claro que shi- lloriqueo haciendo un puchero.
Sasuke suspiró decepcionado volteando a ver a las otras dos chicas que ya estaban sujetando cada una a una de las rubias en igual o peores condiciones que Sakura y asintió en una muda aceptación.
- ¿Cómo es que acabaron así? - preguntó en su acostumbrado tono inexpresivo.
-Toleran fatal el sake…- se limitó a responder la castaña acomodando a Ino que se había quedado dormida dejando caer todo su peso muerto sobre ella, al menos Sakura estaba medio consciente.
-Gracias Sasuke-kun, buenas noches- se limitó a decir la otra chica asintiendo en una pequeña reverencia respetuosa mientras acomodaba también a Temari que estaba riendo y diciendo incoherencias, bastante gracioso considerando que la hija del Kazekage era temida y respetada por su seriedad.
-Hasta mañana Sasuke-kun- se despidió también la castaña sonriente.
-Eshtá b-bien, Sasuke-kun es mi no-v-vio, me llevará a casa- afirmó con seguridad una tambaleante Sakura aferrándose a su brazo.
-No lo soy- le respondió imperturbable.
-Creí q-que dijo que Ichachi le gushtaba- comentó Temari entre risas aferrándose al cuerpo de una sonrojada Hinata.
-Lo esh en sus shueños y los de todash- se carcajeo una muy ebria Ino despertando repentinamente- a ella le gushtan todosh cuando se emborrasha Sasuke-kun, y-yo shigo sholtera…- volvió a desmayarse.
Sasuke rodó los ojos ya exasperado y con prisas por llegar a casa y resguardar a sus gatos.
- ¡Da ig-gual son iguales dosh por uno! – hipó y la risa estruendosa de Sakura aferrada a su brazo le hizo fruncir el ceño ante la no muy grata comparación, vio a Tenten reprimiendo una risa y supo que tampoco estaba tan sobria como quería aparentar.
Decidió ignorar las alucinaciones de Sakura sabiendo que no recordaría nada al día siguiente así que reservó ese recuerdo en ese espacio de su mente que ocupaba para coleccionar momentos de los que algún día se reiría en la soledad de su habitación o durante algún entrenamiento de la nada.
-Vamos Sakura- tiró levemente de su brazo con ella aferrada fuertemente a su codo, sorprendentemente ella caminó en silencio sin despedirse de sus amigas, la miró de reojo y arrastraba los pies sin ganas, completamente adormilada e inexplicablemente ¿deprimida? el cabello revuelto le cubría el rostro, pero aun así estaba seguro de que ella llevaba la mirada perdida.
Sakura no era de las que perdían el control de ese modo, la conocía desde que eran pequeños.
La sintió respirar profundamente y soltar el agarre en su brazo reduciendo el paso, pero no tenía nada que acotar al respecto, su casa quedaba de paso la dejaría en la puerta y seguiría su camino.
- ¿Por qué los gatos? - preguntó curiosa repentinamente parecía más compuesta, aunque sus pies trastabillaban un poco aún y su mirada permanecía desenfocada.
-Morirían de frío si los dejaba en ese callejón- se limitó a responder.
-Siempre has sido muy bueno con los animales Sasuke-kun- sonrió con ternura y volvió a engancharse a su brazo esta vez con menos rudeza y sin dejar caer todo su peso sobre él- tienes buen corazón, te pareces a tu hermano.
El comentario consiguió crisparlo un poco haciéndole fruncir el ceño y torcer el gesto incómodo, pero eligió permanecer en su característico silencio.
- ¿Qué harás con ellos? - preguntó de vuelta esta vez apegándose a él, sintió su pecho pegarse a su brazo cando se asomó para mirar dentro de la caja a la gata y sus crías y esto consiguió sonrojarlo un poco, afortunadamente ella no se dio cuenta de la respuesta de su cuerpo ante su acción- son muy bonitos.
-Los llevaré a casa para alimentarlos y cuando crezcan lo suficiente los daré en adopción- explicó con su típico tono impasible.
Sakura le dirigió una mirada cargada de ternura y un puchero ilusionado en su rostro, sus ojos brillantes por el alcohol parecían estar a punto de llorar enternecidos, Sasuke siempre la sorprendía con acciones como esas, acciones que le hacían sentir que era mejor persona de lo que el mismo quería aparentar detrás de esa careta de chico rudo.
Un tinte rosa cubrió ligeramente las mejillas del joven pelinegro al contemplar el rostro de la chica que sonrió ampliamente con un profundo sonrojo cubriendo sus mejillas, comenzó a caminar animadamente delante de él con paso danzante, tarareaba una melodía pegajosa y bailaba riendo perdida en quien sabe que memorias, a ratos jugueteaba con la nieve y sacaba la lengua tratando de comer los copos como una niña.
Le dirigió una mirada cansada al verla hacer el tonto, si le contara esto a las personas que conocían a Sakura jurarían que el ebrio era él y todo era una alucinación suya, una pequeña sonrisa involuntaria comenzó a aparecer en su rostro relajado.
Los años siendo compañeros los habían dotado de una confianza casi fraternal, conocían sus fortalezas y debilidades como las propias y solo estando juntos el temido equipo 7 podían ser ellos mismos, tan humanos como todos los demás.
- ¿Quieres pasar? No hay nadie en casa- le dijo en voz bajita la pelirosa guiñándole un ojo casi coquetamente, si su expresión no fuera tan divertida juraría que le estaba haciendo una "propuesta".
Sonrió de lado casi divertido por la actitud de su mejor amiga.
La vio parada en la entrada de su casa, era bastante tarde y ella se tambaleaba intentando abrir la puerta sin éxito, suspiró con resignación quitándole amablemente las llaves de las manos para abrir la puerta y entrando silenciosamente tras ella, también necesitaba cambiar a los gatos de caja.
Sin esperar más ella se desparramó en el sofá de la sala maldiciendo todo lo que había bebido esa noche.
- ¿Tienes alguna caja que pueda utilizar? - preguntó ignorando el malestar de su compañera.
- En la estantería bajo las latas de conservas debería haber alguna- se limitó a responder levantándose abruptamente para desaparecer tras la puerta del baño.
Se dirigió a la cocina escuchando a Sakura vomitar de fondo.
Llevaban desde los doce años siendo compañeros de equipo, habían vivido demasiadas cosas juntos en esos siete años y conocía muy bien la casa de Sakura, ambos, Naruto y ella se abrieron hueco en su corazón aunque siempre trató de mantenerse en aislamiento como el orgulloso Uchiha que era y se convirtieron en sus mejores amigos, había crecido creyendo que los Uchihas no se mezclaban con los demás en la aldea, que su destino era mantener la distancia y la superioridad que significaba llevar su sangre, pero gracias a los esfuerzos de su hermano mayor y el cuarto Hokage el destino del clan Uchiha había dejado de verse tan solitario, abrieron sus puertas a la aldea y la aldea les abrió su corazón como él abría el armario de limpieza en ese momento para encontrar una caja con algunas prendas dañadas que iban a tirarse, tomó una toalla vieja y secó a los gatitos con ella con mucha delicadeza, eran más pequeños de lo que pensaba esperaba que tuvieran la fuerza suficiente para sobrevivir a la noche, la humedad de la caja en la que habían estado y la nieve en el camino les había mojado un poco el pelaje haciéndoles temblar de frio, tomó una camiseta vieja de la misma caja y la dobló en el fondo de la caja seca para ayudar a los gatitos a recuperar calor.
En seguida las pequeñas bolas de pelos se acurrucaron en su nueva caja ronroneando con comodidad, la gata se asomó por los bordes contemplando a sus retoños y casi pudo sentir que le dedicaba una mirada satisfecha y agradecida antes de entrar de vuelta y acurrucarse con sus gatitos.
Sasuke le sonrió suavemente acariciándola hasta que ella se relajó por completo, la gata no tardó en sentirse cómoda y protegida cayendo en un profundo sueño que seguramente llevaba acumulado.
Comprobó que el calor del radiador no era demasiado alto antes de dejarlos algo cerca del aparato y dirigirse al baño a comprobar que Sakura siguiera viva y no se hubiera ahogado en su propio vomito.
-Oye ebria ¿Sigues viva?
-Aja…- murmuró adormilada sobre el inodoro.
La levantó de los brazos sin mucho cuidado sujetándola con firmeza por la cintura, desde esa misión en conjunto que tuvieron solo los dos hace un par de años su amistad y confianza se había fortalecido con creces, de vez en cuando les ponía unas cuantas golpizas a Naruto y a él, pero como siempre decían, lo hacían para fortalecer la amistad.
Subió al segundo piso con Sakura medio dormida a cuestas, la dejó en su cama y ella se incorporó lentamente con una respiración profunda.
-Tranquilo, no estoy tan mal, solo un poco… desorientada- explicó con torpeza.
Le miro incrédulo y con una ceja enarcada.
No supo por qué pero se quedó estático en su sitio, su mirada estaba fija en ella mientras se desvestía en su delante sin ninguna vergüenza, sabía que no tenía que mirar, que estaba mal, era su compañera de equipo, claro que lo que tenía delante no era nada nuevo para él, habiendo compartido tantas misiones a lo largo de los años estaba más que acostumbrado a ser visto y verla en poca ropa por diversas situaciones, ambos se habían visto crecer, pero había algo en el momento que le provocaba sonrojarse y desviar repentinamente la mirada cuando se encontró con esos ojos verdes que parecían haber recuperado algo de lucidez al darse cuenta de su profunda mirada ónix clavada sobre su espalda desnuda.
Se colocó el camisón oscuro que usaba para dormir y que alguna vez le había pertenecido a él mismo, un profundo sonrojo deslizándose por sus mejillas a la par de sus pantalones, cuando terminó de cambiarse caminó en silencio hasta el baño de la habitación para asearse tratando de ignorar la inexplicable presencia de Sasuke aún en su habitación.
Se miró al espejo, Dios, que desastre…
Solo iba a lavarse la cara y los dientes, pero se quitó el camisón sin pensarlo dos veces y se metió bajo la ducha dejando el agua correr sobre su cuerpo despejando ligeramente los efectos del alcohol sintiéndose repentinamente estúpida, se preguntó si Sasuke se había ido puesto que no escuchaba ningún sonido fuera y tampoco le había escuchado despedirse, tal vez se había quedado esperando al escuchar el agua corriendo, pensando que podría desmayarse en la ducha o algo así.
Sonrió.
A veces Sasuke era el ser humano más dulce sobre la tierra sin proponérselo, pero sabía de sobra que eso los hermanos Uchiha lo habían heredado del ser más dulce que había conocido en la vida, su madre.
Se aseguraría de invitarlo a cenar para agradecerle el que haya cuidado de ella después de una borrachera.
Se secó el largo cabello rosa con delicadeza sentada en el borde de la bañera, se colocó de vuelta el camisón agradeciendo silenciosamente tener la canastilla de ropa interior limpia en uno de los cajones de la encimera y no tener que pedirle a Sasuke urgar en su cajón, se cepilló los dientes y el cabello, contemplando con satisfacción su reflejo alegre, ebrio pero consciente.
La puerta del baño se abrió y el aroma a flores de cerezo que caracterizaba a Sakura lo embriagó por completo inundando sus sentidos, la vio salir aseada y mucho más sensata que hace quince minutos.
-Gracias- murmuró ella sentándose a su lado.
En algún punto de la convivencia como equipo había cambiado de opinión con respecto a la cercanía de Sakura a comparación con la opinión que tenía sobre ella durante su preadolescencia, el karma (y las hormonas) le habían hecho ampliar la perspectiva, ella había cambiado con los años, se volvió más fuerte y seria dejando atrás a esa niña molesta que recordaba en su infancia.
Ella le sonrió mirándole fijamente a los ojos y se perdió en esos pozos verdes como solía hacerlo últimamente cuando ella volteaba a mirarle, se había vuelto casi un adicto a su mirada, desde el día en el que se enfrentaron en los exámenes chunin aun siendo compañeros de equipo y la había visto a los ojos por primera vez, esa chispa de determinación en sus jades, la ansiedad de medirse con él después de un entrenamiento especial, sabía que de algún modo esos ojos podían ser su debilidad, no lo venció, pero estaba seguro de que nadie más le habría dado una pelea tan digna.
Ese día Sakura se ganó su respeto.
- ¿Sasuke-kun? No tengo sueño- habló en voz baja muy cerca de él- si te apetece podemos ver televisión abajo a menos que tengas prisa por llevar a los gatitos a tu casa.
Asintió en silencio, se encogió de hombros y la siguió escaleras abajo sin poner resistencia, tal vez el también estaba sufriendo los efectos del sake aún porque podía sentir como su voluntad era doblegada por una fuerza invisible dejándolo especialmente dócil a las demandas de la chica.
Acomodaron cojines en el suelo y tomaron una manta cubriéndose Sakura con ella, cuando le ofreció entrar bajo la manta negó con suavidad alegando estar bien, se quitó el abrigo dejándolo reposar sobre una silla y echó un vistazo a los gatos asegurándose de que dormían plácidamente en su caja.
-Te gustan mucho ¿verdad? - escuchó la suave voz de Sakura a su espalda, se encogió de hombros en respuesta.
-Son bonitos- se limitó a responder tomando lugar a su lado.
Tomó el control de la televisión para hacer algo de zapping buscando algo interesante que no sea el canal de noticias o una de esas novelas melosas que a Sakura le encantaba ver, la sintió acomodarse entre los cojines acostándose con su cabeza rosa apoyada en su regazo cómodamente, ella le indicó un canal en el cual parar y lo dejó así, no tenía ánimos de contradecirla, tomó un extremo de la manta acomodándolo mejor sobre el cuerpo femenino y recibió un suave apretón en su pierna en agradecimiento.
Ella se reía de los chistes del entrevistador del programa que veían al cual no estaba poniendo mucha atención mientras hacía preguntas personales a una mujer probablemente algún tipo de personaje, actriz o cantante famosa que él por supuesto no conocía, pero Sakura sí.
Sakura rio incorporándose entre los cojines- Por lo que veo, dentro de un par de semanas los pequeños estarán listos para adoptar a alguien- le sonrió- ¿Te quedarás con la madre? - le preguntó en un tono meloso e ilusionado sin despegar los ojos del televisor y acurrucándose con él, apoyó la mejilla en su hombro con confianza mientras cruzaba uno de sus brazos tras su espalda en un cómodo abrazo.
Se tensó ante su repentina cercanía, pero solo dejó las cosas estar y se relajó con un suspiro volteando la mirada hacia ella, no había nada de especial en aquel gesto a fin de cuentas Sakura siempre era así de cariñosa con ellos.
-Probablemente- respondió ante su pasada pregunta- ¿Quieres adoptar a alguna de sus crías?- preguntó retirando del rostro de la chica algunos cabellos rebeldes de su frente para ponerlos tras su oreja.
La amabilidad que Sakura recibía de Sasuke desde que era su amiga cercana había sido objeto de envidia, chismes y teorías por toda la aldea, ya que era la única mujer a la que él mostraba cierta consideración y afecto abiertamente.
-Nunca he tenido una mascota- ella volteó a ver su rostro sin separarse de su hombro acortando aún más la distancia entre ellos- pero me encantaría adoptar a uno de tus gatitos Sasuke-kun- le sonrió mirándole con calidez y admiración, una tierna sonrisa bailando en sus labios y un profundo sonrojo en las mejillas, le hacía gracia esa mirada y esa sonrisa bobalicona totalmente influenciada por la desmedida cantidad de sake que había bebido.
¿O no era solo el sake?
Un tenso silencio se instaló entre los dos teniendo su rostro a tan poca distancia pudo distinguir el tono de verde más oscuro alrededor de su pupila, jamás había reparado en ese degradado en el color de sus ojos, su respiración le bañó el rostro acelerando sus latidos y nublando por completo su sentido común.
-Oye… Sakura…
- ¿Si Sasuke-kun?
No supo si fue la repentina docilidad que le hacía sentir su presencia, o los efectos de las copas que había bebido hace unas horas, pero un impulso de su cuerpo, como si del empujón de un espectro se tratase, le hizo perder el control de sus sentidos, se inclinó sobre ella y atrapó sus labios torpemente entre los suyos casi con brusquedad, sus dientes chocaron en medio del fugaz asalto.
Era su primer beso.
Ella se sobresaltó por la repentina acción de su compañero de equipo abriendo los ojos de par en par ampliamente sorprendida, se quedó pasmada en su sitio sin saber como responder y tan fugaz como ocurrió él se separó como si repentinamente sus labios fueran de lava y le hubieran quemado e hizo ademán de levantarse apresuradamente avergonzado por su repentina perdida de autocontrol.
A fin de cuentas, solo era un orgulloso chico de diecinueve años descubriendo la magia de la atracción sexual por primera vez.
La idea cruzó por la mente de Sakura y le sonrió suavemente para calmarlo, la pausa comercial sonaba de fondo en el televisor cuando ella tomó su mano evitando que huyera, ella estaba regalándole esa misma mirada comprensiva de siempre y el cálido toque de su mano sobre la suya.
Inspiró profundamente tratando de normalizar su respiración y no mostrarse nervioso por el gesto.
-Así no… si me pillas de sorpresa no me das tiempo a corresponderte- susurró ella muy cerca de él antes de acunar su rostro entre sus manos acariciando suavemente su mejilla y sellar la distancia entre sus labios con suavidad, se relajó dejándose llevar por el momento y correspondió al beso con la misma suavidad que ella le entregaba, rozando sus labios con timidez probando un beso de verdad por primera vez.
Se separaron para tomar aire mirándose brevemente a los ojos entrecerrados y esta vez fue Sasuke quien deslizó una mano por su cintura con delicadeza y profundizó el beso dejándose llevar por su excitación, ella entreabrió sus labios un poco más para permitir el ingreso de su lengua permitiéndole explorarla con curiosidad, cuando sus lenguas se encontraron sintió el sabor a sake en Sasuke de forma agradable y podía sentir el calor expandiéndose por su cuerpo y un inquieto cosquilleo en su bajo vientre, deslizó sus manos alrededor del cuello de Sasuke acariciando con suavidad sus hombros y jugando con su rebelde cabello azabache buscando profundizar ese beso sin intención de separarse para tomar aire, tenía miedo de que la magia terminara y el huyera avergonzado como la cenicienta a media noche, durante su adolescencia temprana había soñado muchas veces con besar a Sasuke de esta manera, de sentirlo tan cerca íntimamente en un momento que solo fuera de los dos, los sucesos que le siguieron le hicieron creer que esos sentimientos habían quedado en el pasado.
Pero Sasuke tal cual todo lo que hacía en su vida, aprendía y se volvía un prodigio muy rápido y besar no era la excepción.
Indispuesto a dar tregua depositó su cuerpo con cuidado sobre los cojines en el suelo sin dejar de besarse, suspiró contra sus labios sintiendo el erotismo flotar en el aire de una forma especial, su cuerpo se lo estaba exigiendo, se separaron un momento y entonces la vio.
Jamás imaginó que besar a una mujer despertaría sensaciones indescriptibles en su cuerpo, pero por supuesto quería más, quería más de esos ojos que le miraban con profundo deseo y quería más de los tenues suspiros provocativos que escapaban de su boca en medio de sus besos, quería seguir sintiéndola estremecerse entre sus brazos y rendirse al placer de sus caricias.
Respiraba agitada con su mirada brillosa cargada de deseo, el cabello rosa desparramado sobre los cojines y un profundo sonrojo en sus mejillas visible solo gracias a la luz del televisor que los iluminaba en se momento.
Se inclinó sobre ella sin dejar de mirarla a los ojos en busca de una pizca de arrepentimiento que le indicara parar y no perder el control por completo, quiso hacer un llamado a su consciencia pero esta parecía haberse tomado unas vacaciones, nunca se había percatado de lo mucho que le gustaba Sakura Haruno hasta ese momento ni de la intensidad de la atracción que sentía por esa chica a la que se empeñaba en llamar su mejor amiga, pero podría fácilmente perder la cabeza solo por volver a probar sus labios y por supuesto que lo hizo.
Se acomodó sobre ella recuperando su forma de ser habitual, su personalidad dominante tomando el control de la situación ahora que había descubierto como besarla para hacer que se derrita entre sus manos y necesitaba más de ese placer, posó sus labios sobre los suyos reanudando el beso esta vez con más intensidad, sus lenguas se encontraron con más frenesí, jugó con el cabello rosa desparramado y descendió por su cuello con húmedos besos dejándole a ella juguetear con sus cabellos azabaches entonces sintió sus delicadas manos traviesas descender por su espalda y subirle la camiseta lentamente con intención de quitársela.
Sonrió ladinamente con orgullo cuando de rodillas frente a ella se quitó la camiseta y la vio recorrer su cuerpo devorándolo con la mirada, ella se incorporó con sus ojos ardiendo en deseo, gateando hacia él para besarlo y empujarlo hasta dejarlo sentado en el suelo, se posicionó sobre él y ambos gimieron al sentir el contacto intimo al rozar sus partes más sensibles.
Apretó su cuerpo contra el suyo y la sintió moverse con sensualidad sobre su miembro aun cubierto enviando oleadas de placer por todo su cuerpo que jamás había sentido en su vida y que le arrancaba suspiros haciéndole sentir totalmente indefenso, él estaba a su merced, ella echó la cabeza hacia atrás dejando caer su largo cabello embebida en la sensación mágica de tenerle en su centro, y sintió la lengua de Sasuke humedeciendo su cuello, nunca había sentido algo así, si bien para ella este no era su primer beso ya que ella había salido con personas antes, si era la primera vez que tenía esta clase de intimidad con un hombre, solo estaba dejándose llevar por su instinto, no quería pensar, su piel le diría que hacer.
Jamás en su vida se le había cruzado por la cabeza el que su primera vez sería con Sasuke Uchiha, en la sala de su casa y después de haber vomitado hasta el alma por una borrachera que se puso precisamente por su causa.
¿Qué tan correcto era lo que estaban haciendo?
¿Afectaría de algún modo la dinámica del equipo el que ellos se acostaran?
No sentía que fuera a arrepentirse porque vamos, sentía la respiración agitada de Sasuke contra su cuello mientras repartía besos húmedos quitándole la camiseta, lo observó con un profundo sonrojo cuando él se detuvo un momento para contemplar sus pechos desnudos recorriéndola con la mirada hambrienta.
Sonrió de lado antes de darle la vuelta recostándola nuevamente sobre los cojines para recuperar el control y le pasó los brazos por encima de la cabeza sujetándola desde su posición.
Sintió las bragas empaparse.
Sasuke era realmente dominante, tal como se habría esperado de él.
-Haremos las cosas a mi manera- le susurró en el oído con voz profunda antes de retirarse las prendas que le quedaban y posicionarse entre sus piernas.
-S-sasuke-kun- su voz tembló nerviosa cuando sintió la piel desnuda de su miembro rozar en su ingle, él la miró a los ojos buscando alguna señal de inseguridad que le indicara que estaban yendo demasiado lejos, ella le sonrió suavemente para no arruinar el momento y le acarició la mejilla con ternura, él Uchiha le devolvió la sonrisa y se acerco rozando la punta de su nariz contra su mejilla deslizándose hasta depositar un casto beso en sus labios con un cariño atípico en él, pero ¿Que más podía hacer? Se había rendido por completo a los pies de la chica que juró jamás querer.
Pero ya muy poco quedaba de aquel niño caprichoso se antaño que se empañaba en rechazar los sentimientos de su dulce compañera de equipo.
- ¿Quieres que lo haga? – le preguntó en un susurro contra su piel repartiendo pequeños besos sobre su abdomen.
-Si… es solo que…- suspiró- no lo hecho antes, ten cuidado ¿vale? Puede doler…
Clavó su mirada ónix en ella contemplando su rostro sonrojado y su mirada nerviosa- Tampoco lo hecho antes- se sonrojó y desvió la mirada algo avergonzado- seré cuidadoso.
Ella sonrió con ternura.
Descendió su mano hasta su intimidad sonrojándola aún más si era posible, su respiración se entrecortó, él la besó de forma demandante tocándola con los dedos de su mano libre, jugando con la zona más sensible de su cuerpo.
¿De verdad era su primera vez? ¿Cómo es que podía ser tan bueno tocándola si nunca había tocado a nadie?
Algo se llenó de inseguridad en su corazón.
- Sakura ¿Me dejarás hacerte el amor? – murmuró en voz baja y profunda repartiendo besos por sus pechos arrancándole suaves gemidos de placer, la miró a los ojos y le acarició la mejilla en un movimiento cargado de cariño y delicadeza.
Claro que quería que fuera el primero, no podía ser nadie más porque su amor siempre fue solo suyo y su cuerpo quería tener el mismo destino.
Soltó sus manos dejándola en libertad para acariciar su espalda en un abrazo mientras el se acomodaba en su entrada.
-S-si Sasuke-kun… estoy lista- gimió sintiendo las caricias de sus manos masculinas deslizarse por sus piernas con delicadeza y pasión mientras le quitaba las bragas rosas y separaba sus muslos preparando el camino.
Volvió a sus labios tomándolos apasionadamente, los mordisqueó con cuidado, enrolló las piernas en su cadera sintiéndolo en su entrada, gimió cuando notó su miembro endurecido penetrarla suavemente jugando en su centro con cuidado, sus estocadas eran lentas y cuidadosas, un profundo gemido emergió de sus garganta y los suspiros llegaron a sus oídos fusionándose en el aire con sus gemidos, hasta que finalmente cuando ya estaba sintiendo el calor abrasador del orgasmo empujó entrando de una sola estocada, cerró los ojos con fuerza ahogando un grito que murió en su boca ante el ligero dolor que le provocó su repentina entrada, no había sido tan doloroso como imaginó.
-Shh…- siseó él acariciando su mejilla con suavidad, se había quedado quieto esperando a que ella se acostumbrara a la intromisión- está bien Sakura, sabíamos que dolería un poco ¿no? – sonrió- si te sirve de consuelo estoy haciendo esfuerzo sobrehumano por no correrme dentro, nunca sentí algo como esto.
El comentario hizo reír a Sakura pero pronto su risa fue reemplazada por sus gemidos ahogados entre los besos cargados de pasión de Sasuke mientras comenzaba a embestirla con suavidad y algo de la torpeza típica de la primera vez, el dolor fue reemplazado por un indescriptible placer, su cuerpo se amoldaba a suyo de forma mágica.
Pero para ambos el momento era perfecto.
Alcanzaron el climax juntos, Sasuke salió de ella apresuradamente derramándose sobre su vientre bajo, tomó unos pañuelos de papel que reposaban oportunamente sobre la mesita de café para limpiarla y se dejó caer a su lado exhausto.
-Esto es un buen entrenamiento…- susurró Sakura respirando agitada.
Rieron juntos con complicidad, ella se volteó de costado mirándole profundamente y lo abrazó apoyando su cabeza en su pecho- Eres el único con quien quiero compartir esto, Sasuke-kun…
Sin dudarlo le respondió con un casto beso en los labios y volvieron a probarse lentamente, él le acarició la mejilla e inesperadamente la abrazó escondiendo su rostro en el hueco de su cuello, ella pasó sus manos con ternura por el cabello azabache sintiendo la suavidad de sus cabellos rebeldes.
- ¿Quieres ir a la cama?
Le sintió suspirar contra su cuello antes de buscar sus labios de vuelta en un beso demandante, la tomó en brazos repentinamente y por supuesto que fueron a la cama.
Cuando el orgasmo la invadió por segunda vez en la noche y sintiéndose verdaderamente exhausta la idea de que todo lo que estaba ocurriendo era simplemente un sueño erótico que estaba teniendo, estando totalmente ebria se le antojó tentadora, porque jamás abría imaginado a ese orgulloso y frío Uchiha tomarla de forma tan apasionada, pero sobretodo siendo tan delicado, dedicándole miradas tan cargadas de amor mientras la acariciaba y susurrando en su oído palabras tranquilizadoras antes de convertirse en el primer hombre de su vida.
Había sido tan perfecto que sus sueños no se le igualaban y si esto había sido un sueño sin dudas era el mejor de todos.
Con este último pensamiento cayó rendida en los brazos del chico que tanto amaba contemplando las dos perlas negras que tenía por ojos brillando con cariño y sentimientos que adormilada como estaba no supo identificar.
-Te quiero, Sasuke-kun- susurró acurrucándose en el edredón antes de que su respiración se acompasara indicando que se había quedado profundamente dormida.
Sasuke la contempló dormir durante largos minutos hasta que el sueño le invadió, después de pensarlo detenidamente decidió que lo correcto sería quedarse a su lado o quizás por la mañana ambos despertarían creyendo que todo fue un sueño y con toda honestidad no quería dejar las cosas así después de una noche tan intensa, incluso si todo había ocurrido por un desliz suyo al pasarse de copas, la reacción que tuviera Sakura despertando sobria por la mañana al menos calmaría sus ansias por saber si lo que hizo fue lo correcto o no.
¿Y si ella en realidad no quería esto?
¿Y si se arrepentía y le pedía dejar las cosas como un simple desliz?
Aunque en apariencia era de hielo, siempre fue muy reservado con sus emociones, se había abierto con ella de maneras en las que nunca creyó posibles con ninguna persona, si ella decidía dejarlo como un error de una noche le costaría volver a verla a la cara, no por resentimiento por supuesto, no era un canalla de esa calaña, pero sin dudas algo cambiaría entre los dos para bien o para mal.
•••
Despertó pocas horas después con el sol saliendo en el horizonte, había olvidado cerrar las cortinas del balcón anoche y ahora los primeros rayos de luz le estaban dando en toda la cara, se removió inquieta entre las mantas percatándose de la calidez de un cuerpo a su lado.
Despertó de un sobresalto provocando que su acompañante también se pusiera en guardia al instante.
- ¿¡Sasuke-kun!?- su mandíbula casi cae al suelo por la impresión y casi babeó cuando sus ojos abiertos de par en par recorrieron su pecho desnudo al resbalar el edredón por su cuerpo tapándole de la cintura hacia abajo de forma sugerente, su cabello revuelto lo volvía aún más atractivo de lo que ya era, se detuvo en esos ojos negros adormilados que le miraban con molestia por el repentino grito.
- ¿Sakura? ¿Qué? – sus ojos se ampliaron sorprendidos y un ligero sonrojo apareció en su rostro normalmente pálido al percatarse de su desnudez- no fue un sueño…-susurró.
-No, no lo fue…- Sakura profundamente sonrojada cubrió su cuerpo desnudo con el edredón aferrándose a él de forma protectora.
Sasuke pasó una mano por su cabello suspirando para luego lanzarle una mirada profunda directamente a los ojos acribillándola con aquellos ónices.
- ¿Te arrepientes? - le preguntó aparentemente sin expresión.
Sakura rio divertida extendiendo su mano derecha para acariciarle la mejilla con suavidad.
-Nunca me arrepentiría de algo así si se trata de ti, solo desearía recordarlo mejor…- sugirió con su mirada indescifrable.
Su sonrisa le dijo todo, la luz del sol reflejada en esos intensos ojos verdes que lo contemplaban con deseo, una sonrisa ladina adornó su rostro con arrogancia acercándose a ella con intensiones de recordarle todo lo que vivieron la noche anterior por si le quedaban lagunas mentales por rellenar.
El sin duda alguna, lo recordaba todo… cada centímetro de su piel.
•••
"Tu corazón siempre ha sido mío y el mío siempre ha sido tuyo…"
-Sasuke…
Todo se volvió negro repentinamente, se sentía atrapado en un infinito vacío oscuro, como si estuviera encerrado en una capsula.
- ¡Despierta Sasuke!
La voz de Itachi llegó a sus oídos a medida que la luz del mediodía se hacía molestosamente visible, abrió los ojos encontrándose con el techo de su habitación.
Se incorporó sobre la cama completamente confundido mirando con desconcierto hacia todas partes y se encontró con su hermano en la puerta.
-Tus gatos no han dejado de maullar en toda la mañana, Padre dice que les busques casa antes de que se deshaga el mismo de ellos- torció el gesto con molestia por su propio comentario- obviamente no lo vamos a hacer, pero sería bueno que encontraran hogar pronto ¿sabes? - hablaba como si nada.
- ¿Qué gatos? - preguntó confundido, entonces los recuerdos de la noche anterior y esa misma mañana lo invadieron como ladrillos cayendo sobre su mente.
- ¿Es que no recuerdas nada? - Itachi se rio con ganas- estabas más dormido que despierto y cargabas una caja con un montón de gatos medio congelados por toda Konoha, apareciste en casa de Sakura en la madrugada balbuceando tonterías y ella te trajo a casa por la mañana con tus gatos- le dedicó una mirada divertida guiñándole un ojo- parece que tuviste un buen sueño- se burló.
Sasuke se sonrojó profundamente avergonzado y furioso al notar a lo que se refería.
Entonces ¿Todo había sido un sueño?
El recordaba cada detalle con demasiada claridad…
Sonrió con arrogancia por sus pensamientos, pero su alegría duró poco y se sujetó la cabeza sintiendo la insufrible migraña a causa de la resaca y el mal dormir, es cierto… estuvo bebiendo con los chicos la tarde anterior…
¿Qué parte de sus recuerdos era real y que parte era un sueño?
No dudaba de haberse acostado con Sakura la noche anterior, ni esa mañana, pero por alguna razón sentía que estaba olvidando algo.
-En fin… -Itachi le lanzó una bolsita- Sakura pasó temprano por aquí y dejó esto para ti, dijo que te ayudaría con la resaca.
•••
Bostezó cansado victima del sueño acumulado y el "esfuerzo" mientras recogía su ropa del suelo, fácilmente Sakura lo convertiría en un adicto al sexo, sentía que no podría controlar a sus hormonas cada vez que ella estuviera en su radar.
Sakura totalmente vestida enredó sus brazos a rededor de su cintura depositando dulces besos en su espalda.
-Sasuke-kun… ¿Qué ha cambiado entre nosotros? - preguntó ella con temor a que su pregunta arruinara algo del ambiente mágico que se había instalado entre ellos.
Se dio la vuelta alejándose lo suficiente para mirarla a los ojos y acomodar unos rebeldes cabellos que caían sobre sus mejillas y le impedían ver su bonito rostro en todo su esplendor.
-Nada Sakura… tu corazón siempre ha sido mío y el mío siempre ha sido tuyo…
La besó con suavidad.
Dios… cuánto le gustaba Sakura Haruno.
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NOTAS DE LA AUTORA:
¿Qué pasó aquí?
Originalmente esta historia estaba en Del amor y otras molestias pero me gusta leer mis fics y ayer estaba leyendo ese fic y luego este le sucedió y no sé, sentí que no me cuadraba. Del amor y otras molestias es un FF no lineal, es un conjunto de historias que ocurren dentro de un universo, pero ese fue precisamente el problema, que este fic en específico tiene algunas variantes importantes en el flujo de su universo porque aquí Sakura nunca se fue y nunca peleó con Sasuke y nunca se han llevado mal, en este fic retrato la "evolución natural" que tendrían como pareja de haber crecido como chicos sin mayores desgracias, más bien esta historia da para más viñetas de este universo "relajado" xD pero de momento se quedará como un OS.
Como podrán darse cuenta no escribo lemon muy seguido (leerlo seguido es otra historia jeje) esta es otra de mis historias que se quedaron en el baúl del tiempo buscando ser desempolvadas y remasterizadas.
(Si alguien está leyendo Luces de Neón, ya tengo el capítulo listo, pero será un especial de navidad así que lo estaré subiendo a medio camino de las vísperas pido perdón, pero decidí subir este primero en compensación) xD
¡Los amo! Si les gustaría que esta historia continúe diganme en los comentarios. :3
Azulen.
