Cristales en el corazón.
Capítulo 1: Duda.
Tio suspiró mientras se forzaba así misma a mostrar una sonrisa, sabía que Gash estaba emocionado y nervioso, ella tenía que apoyarlo a como dé lugar…Incluso si no le agradaba la idea.
-Unu, gracias Tio por ayudarme con esto. —Le dijo el rubio con una ligera sonrisa nerviosa. –Espero que todo salga bien.
- ¡Por supuesto que sí! Solo hay que ayudar un poco cuando el ambiente se ponga tenso, tu conoces mejor a Zeon que todos nosotros, ya sabrás que será apropiado hacer y que no. –le animó con una sonrisa.
-Unu, es verdad. –Asintió frenéticamente Gash mientras frotaba las palmas de su mano.
- ¡Meru meru me! –La voz de Umagon los interrumpió y ambos voltearon y sonrieron al ver llegar a sus amigos al punto de encuentro.
- ¡Umago, Kanchome, Riya, Ted, Cherish, vinieron! -Exclamó Gash saludándolos con la mano efusivamente.
- ¡Claro! No podría perderme de la invitación del Rey a jugar baloncesto. –Respondió Ted mientras levantaba su pulgar y guiñaba su ojo derecho. –Bien ¿Vamos a jugar o qué?
-Uh…Aún falta que llegue alguien. –Le contestó Gash con una pequeña sonrisa.
-Aquí estoy. –La fría voz resonó en el patio congelando a los invitados quienes se quedaron en silencio.
- ¡Unu, Zeon! Justo a tiempo. –Exclamó Gash corriendo hacia su hermano tomándolo del brazo y jalándolo hacia donde estaba el grupo. - ¡Zeon va a jugar con nosotros!
Tio miró con incomodidad como el ambiente rápidamente se puso tenso y las miradas de los presentes cambiaba a disgusto y terror.
- ¡Haremos los equipos! -Exclamó la pelirroja captando la atención de todos. –Yo puedo ser el arbitro así que formen dos equipos.
-Que Gash sea el capitán de un equipo. –Dijo Kanchome con una sonrisa.
-Bien, yo puedo ser el otro capitán. –Dijo Ted sin despegar su mirada de Zeon.
-Bueno, elijan a que grupo van a pertenecer. –dijo Tio mirando a todos.
- ¡Yo me voy con Gash! –Exclamó Kanchome corriendo hacia el rubio junto con Umagon.
- ¡Unu, está bien! En mi equipo también estará Zeon. –Le contestó el rubio sonriente, a lo que Kanchome y Umagon se les pusieron los ojos como platos y empezaron a correr a la dirección opuesta.
-Creo que podemos ir con Ted…-Murmuró Kanchome mientras intentaban alejarse, pero Tio los agarró por el cuello y los empujó al equipo de Gash.
-Ya decidieron que estarían en este grupo y aquí se quedan. -Les dijo con voz amenazante la pelirroja haciéndolos asustar aún más.
-Unu, pero estamos disparejos. –Dijo Gash mirando que en su equipo eran 4 jugadores y el de Ted 3.
-No hay problema con esto. –Dijo el castaño con seguridad. –De todas formas, no es como si Umagon pudiera agarrar bien la pelota.
- ¡Meru me! -Exclamó ofendido el susodicho.
-Bueno, entonces antes de comenzar estas serán las reglas. –Habló Tio poniendo sus manos sobre sus caderas. -Nada de usar conjuros, usaran netamente sus habilidades físicas, quien lance un conjuro será eliminado del juego y su equipo perderá ¿Entendido?
-Sí. –Contestaron todos.
- ¡Qué empiece el juego! -Exclamó la pelirroja corriendo hacia una grada para observar el desenlace, soltó un suspiro mientras en su interior pedía que nada salga mal.
El juego comenzó, Gash corría con la pelota y ambos equipos se concentraban en recuperarla, era un van y ven hasta que el equipo de Ted anotó una cesta.
- ¡Sí! -Exclamaron Riya y Cherish mientras aplaudían.
El castaño miró a Zeon y habló. –El equipo perdedor tiene que cumplir una penitencia.
-Eh… Creo que eso no estaba acordado. –Murmuró Tio un poco nerviosa, sentía el ambiente un tanto pesado.
-Me parece perfecto. –Contestó Zeon y soltó una sonrisa tenebrosa. –Sigamos.
La pelirroja un poco insegura tocó el pito y el juego volvió a comenzar, Ted iba en la cabecilla corriendo con la pelota.
- ¡Ted por aquí! -Le gritó Cherish quien estaba cerca de la cesta, el castaño sonriendo le lanzó la pelota, pero en ese momento como si se teletransportase apareció Zeon y con una sonrisa agarró la pelota aún suspendida en el aire y la lanzó a su cesta correspondiente, ganando un tiro.
-Unu, buen tiro Zeon. –Lo felicito Gash con una sonrisa sincera.
-Esto recién empieza. –Respondió Ted seriamente mientras volvían a jugar, en ese momento Tio notó algo, el juego ya no se trataba de dos equipos, el juego se había convertido en Ted contra Zeon, el castaño anotaba una cesta el peligris remataba con otra anotación, ya el resto casi no existía eran solo los dos.
"Pero… no sé porque siento… que Zeon se está conteniendo" pensó la pelirroja mirando los movimientos del peligris, ella ya se había enfrentado a él, sabía muy bien lo rápido y estratégico que Zeon era, aquel juego no era para nada un desafío para él, de hecho… ella podía asegurar que el ni siquiera se estaba esforzando, "pero quiere que Ted piense que si lo está".
Ted encestó la canasta final logrando que su equipo sea el ganador, Cherish y Riya celebraban felices la victoria, sin embargo, no había sonrisa en el rostro del castaño quien únicamente tenía puesta su mirada en Zeon.
-Unu, felicidades chicos. –Les dijo Gash sonriente pero su cara se preocupó un poco al pensar. – ¿Cuál será la penitencia? –Preguntó mirando a Ted, en su interior temía que Ted le pidiera que le diera toda su guarnición de pez aleta amarilla, ese era su tesoro se moriría si se la diera toda.
Zeon miró el reloj. –Tengo clase dentro de 5 minutos, dísela a Gash, lo cumpliré, pero por el momento me retiro. –Y diciendo esto dio media vuelta caminando hacia la salida.
Todo pasó muy rápido, quizá nadie lo esperó, pero lo único que vio Tio fue como Ted agarraba la pelota y se la lanzaba a Zeon quien no la esquivó y le dio de lleno con fuerza, todos se quedaron en absoluto silencio impactados, Gash logró reaccionar.
- ¡Unu, Ted! ¿Por qué hiciste eso? –Preguntó nervioso caminando hacia el castaño quien lo ignoró completamente y corrió hacia el peligris.
- Te crees que lo sabes todo ¿No es así? -Le preguntó con fastidio a Zeon quien no se inmuto ni un poco, lo cual molestó aún más al castaño y empezó a empujarlo cada vez que preguntaba algo. -Que ¿No me vas a responder? -empujón. - ¿Piensas que no soy digno ni siquiera de escuchar tu voz? -empujón - ¡Vamos, di algo! ¡Pelea! -puñetazo.
-¡Ted ya basta! -Gritó Cherish corriendo a alejarlo, pero el susodicho solo la alejó.
-¡No te metas Cherish! El y yo tenemos algo pendiente. –Le contestó con rabia.
-¡Unu, no peleen por favor! –Exclamó Gash acercándose a la escena preocupado, el sabía que había mucho resentimiento entre sus amigos y Zeon, conocía muy bien que le guardaban rencor por lo sucedido en la batalla y todo el daño que su hermano había causado, por eso quería reunirlos y jugar juntos, deseaba que todas esas asperezas y dudas se resolvieran y ellos pudieran ver que su hermano era mucho más que esa apariencia fría y malévola que solía dar, Gash deseaba que sus amigos pudieran perdonar y querer a Zeon tanto como el lo hacía…Pero las cosas no estaban saliendo como el esperaba.
-Meru… -Umagon temblaba en su sitio junto a Kanchome, quienes se abrazaron en un rincón sin saber que hacer.
-Riya quiere que dejen de pelear. –Dijo un tanto dudosa la mamodo, ella no podía olvidar todo el dolor que le había causado el peligris, sin embargo, tampoco deseaba una matanza.
-¡¿No me estás escuchando?! -Exclamaba Ted furioso. – ¡Te digo que te defiendas! ¡Pelea! -gritaba mientras le daba puñetazos a la vista de todos- ¡GOLPEAME!
El puño de Zeon salió disparado golpeándolo de lleno haciéndolo estrellar contra una pared.
-¡UNU, ZEON! –Gritó Gash corriendo junto a Cherish para auxiliar a Ted.
-Alto ahí. –Ordenó el peligris. –Esto es algo que él tiene que resolver.
-¿Sólo yo? -Preguntó el castaño poniéndose de pie mientras se limpiaba la sangre que caía de su labio.
-Unu…Paren por favor. –Dijo afligido Gash mirando la escena, parecía que en cualquier momento iba a llorar.
- ¡¿Acaso no tienes que resolverlo tú también?! -Exclamó Ted corriendo y saltando sobre Zeon tumbándolo al piso mientras le daba puñetazos en el rostro. -Desgraciado…Después de todo el daño que le hiciste a Cherish… ¡¿Cómo puedes presentarte como si nada?!
Cherish se llevó las manos a la boca mientras lágrimas rodaban por sus mejillas. - ¡Ted por favor ya basta! ¡Eso ya quedó en el pasado!
- ¡No! ¡Yo no puedo olvidar! –puñetazo- ¡Ni siquiera se ha disculpado! -puñetazo- ¡¿Acaso tienes idea de todo lo que la hiciste sufrir?! -puñetazo. - ¡Ni siquiera te estás esforzando, me da tanta rabia! -levantó el brazo para darle otro golpe, pero Zeon lo detuvo con su mano. - ¿Ya te piensas defender?
El peligris lo miró fijamente y entonces habló. -Lo lamento, me comporté como un tonto.
Toda la habitación quedó en silencio impactada por esas palabras que nadie esperó escuchar. - ¿Qué…? -Preguntó sorprendido Ted mientras bajaba su brazo sin creer lo que escuchaba.
-Ciertamente, por el odio absurdo que sentía por Gash, cometí atrocidades terribles. –Continuó Zeon, Ted se puso de pie y el peligris hizo lo mismo. –Lamento mucho haberlos involucrado a todos ustedes por mi tontedad, si pudiera, habría hecho las cosas diferentes, pero lo que está hecho no se puede cambiar… -Dirigió su mirada a la rubia con falda que no podía dejar de llorar. –Lo siento mucho Cherish, sé que te lastimé y sé también que mis disculpas no van a enmendar el daño causado. -Giró su cara y observó a Riya. –Lo lamento Riya, fuiste muy valiente.
La mamodo aún estupefacta solo atinó a asentir con la cabeza, jamás esperó que el príncipe del trueno le ofreciera una disculpa.
-Ted. –Habló Zeon mirando al castaño. –Defiendes a los tuyos, eso es de nobles. Sé que no te agrado, pero al menos espero que este corto enfrentamiento haya ayudado para aliviar un poco tu ira, no busques que me defienda, sé que lo merezco.
-Unu…Zeon…- Murmuró Gash orgulloso de su hermano, pequeñas lagrimas corrían por su mejilla, la cálida mano de Tio posada sobre su hombro lo sobresaltó, giró el rostro y le regaló una sonrisa a su amiga quien lo miraba con ternura.
-Y-Yo… -Ted se había quedado sin palabras, no esperó que Zeon realmente haya sido capaz de disculparse, el se había mentalizado en ser enemigo mortal del hermano de Gash hasta el día de su muerte, sin embargo… Disculparse así en frente de todos…- Disculparse públicamente es de valientes. –Dijo el castaño y una sonrisa posó su rostro, el ambiente empezaba a sentirse alegre nuevamente.
-Un príncipe sabe reconocer sus errores. –Le contestó con diplomacia el peligris, quien tomó la pelota y se la lanzó. –Pero la próxima vez no me contendré ni un poco.
Ted la agarró y sonrió. –Lo estaré esperando con ansias.
La risa de todos inundó la habitación, al final del día solo eran unos niños empezando a vivir.
*Dos horas más tarde*
-Jo… Siento que perdí diez años de mi vida. -Se quejó Tio mientras ella y Gash abandonaban el patio, todos se habían marchado ya y solo quedaban los dos. –Realmente pensé que Zeon y Ted iban a matarse, que alivio que no haya sido así. –Concluyó la pelirroja masajeándose el cuello, aquella vivencia le había aumentado el estrés rápidamente.
-Unu… me siento aliviado... Sé que mi hermano realmente lamenta lo que sucedió, espero todos puedan ser buenos amigos. - respondió Gash, Tio prefirió quedarse en silencio, no se sentía preparada para responder a eso. - Por cierto, Tio.
- ¿Hm? -preguntó la pelirroja aun masajeando su cuello, se había quedado sin energía.
-Gracias por apoyarme. - Le dijo Gash deteniéndose sorprendiendo a la susodicha. - Unu... Sé que no estás de acuerdo conmigo, pero aprecio mucho tu apoyo.
"¿Cómo lo supo?" Se preguntó Tio parpadeando, ella no le había dicho nada al rubio respecto a ese asunto.
-Unu, te conozco. - le respondió Gash como si hubiera leído su mente. - Sé cuándo tu sonrisa solo es por compromiso, la verdad es que Tio tampoco confía en Zeon ¿No es así? - preguntó mirándola con una sonrisa comprensiva.
-Jo...- Desvió la mirada un poco avergonzada. - Es sólo que tú sabes todo lo vivimos en la batalla por culpa de Zeon, además eres consciente que siempre me hace enojar. - giró su rostro para mirarlo fijamente. - No digo que no haya cambiado, pero a diferencia de ti Gash yo no puedo olvidar tan fácilmente y confiar a plenitud en las personas, al parecer no tengo un corazón tan bondadoso como tú.
Gash negó con la cabeza. - Eso no es verdad, Tio tiene un corazón muy noble. - le contestó con suavidad el rubio haciendo que la pelirroja se le acelerara el corazón. - Es tu sentido innato de proteger a los demás lo que te hace desconfiar…Yo siempre admiro tu fuerza de voluntad y tú lealtad ¡Unu, definitivamente Tio es una excelente amiga!
Tio sintió que su cara comenzaba a sonrojarse y desvío la mirada nerviosa ¿Por qué Gash tenía que decir esos comentarios que la confundían? -Qu-Que cosas dices Gash. - balbuceó mientras colocaba un mechón de su cabello detrás de la oreja.
-Entonces… ¿Le darás una oportunidad a Zeon? - Preguntó el rubio sonriéndole tiernamente.
Tio suspiró, no había nada que hacer si Gash ponía esa cara. - Gash, es tu hermano y es alguien importante para ti, por supuesto que pondré de mi parte...Aunque a veces quiera golpearlo.
- ¡Unu, gracias Tío! -Exclamó el rubio levantando sus brazos y dándole un rápido abrazo. –Debo irme, tengo una reunión en menos de 5 minutos, ¡Nos vemos luego! -El rubio le dio una ultima mirada de despedida y salió corriendo hacia la dirección contrario.
La pelirroja solo soltó un suspiro mientras negaba con la cabeza "Si supieras que esa bondad innata en ti es lo que más admiro" pensó mientras lo observaba marcharse y una vez que el rubio salió de su vista dio media vuelta y se dispuso a caminar hacia la salida.
-Sabe muy bien que la impuntualidad no está permitida aquí. –La severa voz proveniente de una de las habitaciones del palacio captó el interés de la pelirroja, quien detuvo su camino y observó la puerta que estaba ligeramente abierta. –Me sorprende, tantos años con esta rutina y que se cometan este tipo de errores a estas alturas ¿Qué le pasó a su rostro? -Preguntó al notar los moretones que se empezaban a formar en el rostro del príncipe.
-Estaba entrenando. –Fue la respuesta corta de Zeon ante el regaño de uno de sus instructores. -No volverá a pasar.
"Zeon…" Tio observó al mamodo peligris de pie ante un fornido instructor que lo miraba con severidad.
- ¿Justo hoy? Dentro de unos minutos escoltará a Gash-sama en su charla con el pueblo, no puede presentarse en esas condiciones, no le agradará a su padre. -Soltó un suspiro. - Con el nuevo nombramiento de Gash-sama como Rey, es indispensable mas que nunca estar correctamente preparados para que su adaptación y aprendizaje sea más sencilla, usted debe darle el ejemplo. –Explicó el instructor. –En vista del tiempo, dejaremos la clase para mañana.
-Entendido. –Contestó Zeon asintiendo con la cabeza caminando hacia la puerta.
Tio se sobresaltó al ver salir al peligris quien la cachó escuchando la conversación, rápidamente ella desvió la mirada rascándose el cuello en señal de nerviosismo. –Y-Yo estaba buscando la sal…-Sin embargo, el simplemente la ignoró y comenzó a caminar hacia la otra dirección, esto molestó a la pelirroja. – ¡Oye, te estaba hablando!
Zeon dio media vuelta. - ¿No tienes que ir al auditorio? –Preguntó sin expresión alguna.
Tio soltó un bufido. - ¿Acaso me estás echando? -Preguntó poniendo las manos en la cadera.
-Solo pregunté. –Aclaró el peligris y luego una ligera sonrisa malvada se posó en sus labios. –Oh…perdón, de seguro deseas seguir espiando a Gash.
La pelirroja se sonrojó ante está declaración- ¡¿Qu-Qué?! ¡Yo no lo espío en absoluto!
- ¿No? –Preguntó con falsa inocencia. –Entonces los 15 minutos consecutivos que te quedaste mirándolo en la mañana mientras conversaba en el patio del instituto no se considera espiar.
El corazón de Tio se aceleró ¿Tan notoria había sido?Ni siquiera se dio cuenta del momento en que había empezado a observar al rubio. -Y-Y-Yo únicamente estaba mirando su broche, de nuevo se lo había colocado al revés.
-Me parece que estaba bien puesto. –Contestó Zeon con la mano en su mentón.
-Pues te pareció mal. –Respondió la pelirroja desafiante, ambos se miraron fijamente sin decir una palabra durante varios minutos, ninguno dispuesto a ceder hasta que Tio suspiró. - ¿Por qué siempre que intento tener una conversación decente contigo te pones tan irrisible? Quizá Gash tenga la paciencia necesaria para seguir siendo amable con esa actitud tuya tan pedante, pero yo no soy igual que él.
-Gash aprendió a tener la suficiente paciencia porque primero tuvo que aguantarte, lo dejaste más que refinado. –Dijo con una sonrisa el peligris haciendo enfurecer aún más a la susodicha.
Tio ya había tratado a Zeon antes, lo había tratado varias veces antes de que Gash le pidiera ayuda sobre su plan de reunirlo con sus amigos, y debido a que todos sus encuentros acababan en discusiones ella también dudaba de que aquel plan fuera una buena idea, pero ante la emoción del rubio no hay nada que se deba hacer, en fin, sorprendentemente todo terminó de buena manera, sin embargo, eso no quitaba el hecho de que aparentemente ninguno de los dos se agradaban, quizá sus personalidades chocaban, no sabía la razón, lo que si sabía es que al mamodo le encantaba fastidiarla.
Tio sonrió con los dientes apretados mientras decía. –No me provoques tarado.
-Ni tu tampoco mocosa. –Le contestó de la misma forma.
La campana del palacio sonó cortando su "conversación" Tio miró a Zeon un poco preocupada, los hematomas en su rostro se hacían cada vez más presentes y ya era momento de la charla con el pueblo.
-Oye… ¿No tendrás problemas con tu rostro? -Preguntó señalando los diversos moretones.
-No pasa nada, era un asunto que debía zanjar. –Le respondió el peligris. –Debo irme. –Finalizó dando media vuelta caminando hacia el auditorio.
Tio suspiró mientras negaba con la cabeza, tomando un poco de aire levanto las manos y preparó un saifojio, la espada voló a velocidad atravesando al peligris quien se volteó sorprendido.
-De nada. –Le respondió la pelirroja guiñándole un ojo para luego salir corriendo en dirección contraria alejándose de él.
El peligris sintió como todas sus heridas se desvanecieron, se detuvo un momento para observar el sitio donde había estado parada la pelirroja y sonrió muy débilmente. –tonta. -murmuró.
- ¡Unu, llegaste justo a tiempo Zeon! -Lo recibió un Gash sonriente parado detrás de las puertas del auditorio.
- ¿Ya sabes lo que debes decir? -Le preguntó con una ligera sonrisa mientras le quitaba una peluza a su traje.
-Unu, todo está bajó control. –Le contestó el rubio quien se quedó observándole el rostro fijamente durante unos minutos.
- ¿Pasa algo? -Preguntó alzando una ceja Zeon.
Gash negó con la cabeza mientras una enorme sonrisa se posó en su rostro. -Todo está perfecto.
El discurso comenzó, y Zeon dio una mirada al auditorio donde los presentes prestaban mucha atención a las palabras de su nuevo Rey, entre la multitud no pudo evitar mirar a cierta pelirroja que tenía su mirada totalmente concentrada en su hermano, un brillo de ilusión y admiración inundaban sus ojos, pero había otro sentimiento más… un sentimiento que Zeon podía adivinar cual era pero que el jamás había sentido.
"Asi que eres capaz de dar ese tipo de mirada ¿Eh?" "¿Alguna vez alguien me ha mirado así?" Aquellas preguntas cruzaron por la mente de Zeon sorprendiéndolo ¿por qué se hacía esa pregunta? Ese tipo de cosas nunca habían sido relevantes en su vida...o eso creía.
Tio miró sonriente a su mejor amigo rubio mientras finalizaba su discurso, sentía tanto orgullo por él "Tu nunca te equivocas ¿No, Gash?" Pensó mientras dirigía su mirada hacia Zeon, ciertamente al inicio tenía muchas dudas sobre si era posible que todos pudieran convivir con el peliplateado por todo lo ocurrido en el pasado, sin embargo, después de los sucesos de esa tarde, si Gash le pedía que confiara en su hermano Ella lo podía intentar... ¿Verdad? "Aunque a veces lo quiera ahorcar" pensó Tio suspirando en resignación, había sido un largo día.
¡Hola a todoooooooos! Aquí el primer capitulo de la serie de oneshots que narrarán la evolución de la relación entre Gash, Tio y Zeon, algunos datos de los futuros capítulos estarán inspirados de lo que conocemos de los personajes en Zatch bell 2, ¡No se pueden perder esta emocionante historia! Por favor, déjenme sus comentarios, realmente serán muy valiosos para mí y me servirán de motivación. ¡Nos leemos!
