La huellas del ayer, están en el hoy y moldean el mañana"

1 mes después del intercolegial

Kagome

"El tiempo vuela sobre nosotros, pero deja atrás su sombra..." la frase que leí en aquel libro, se quedó dando vueltas en mi mente desde anoche. Sin darme cuenta, más de 30 días pasaron desde que quedamos en segundo lugar en el intercolegial y... demasiadas cosas cambiaron, al menos eso es lo que percibo a mi alrededor

En casa, todo parece estar igual... Sota continua con sus clases, mamá en su trabajo y Rin viene cada dos días a ayudarnos con la tienda, sin embargo... si, es verdad... algo que no sucedía antes, ha comenzado a suceder... mi madre me preguntó, al menos dos veces, por Kikyo, aún cuando ella no la conoce... no puedo evitar pensar, que la expresión de mi abuelo, aquella tarde, tiene algo que ver con esto

¿Pero que estoy diciendo? Quizás solo se asombraron por nuestro parecido, a decir verdad... si, tenemos muchos rasgos en común que, para esta altura de la universidad, ya nadie se asombra al vernos juntas

Kikyo... quizás es quién más ha cambiado... desde la noche de la fiesta, no es la misma persona... casi como... ¿cómo si algo se hubiera apagado en su interior? No, no es eso... más bien, es como si... estuviera escondiendo.. o escondiéndose de algo... de alguien. Estoy casi segura de que Naraku está directamente relacionado con su cambio, es decir, toda nuestra clase sabe lo que sucede entre ellos, pero, pareciera que ellos se empeñan en ocultarlo. A veces creo que Kikyo está cargando con un profundo secreto, uno que la está consumiendo y, a pesar de que nos hemos hecho muy cercanas luego del intercolegial, aún no tenemos esa confianza, como para que ella sienta que puede apoyarse incondicionalmente en mi

Sango ha decidido avanzar con el amigo de Inuyasha, Miroku y, aunque la saca de quicio la mayor parte del tiempo, es evidente que se está enamorando o, al menos intenta convencerme de lo contrario... si viera como el brillo en sus ojos la delatan cuando él se le acerca, o como su mirada cambia a la de un asesino en serie cuando ve a Miroku ser "demasiado atento" con otra mujer

"Todo sería más fácil si la gente fuera sincera"

La frase que Rin me dijo la otra noche, podría ocuparse muy bien para Sango, sin embargo, a mi me preocupó bastante... no por lo que dijo en si, si no por la manera en la que lo hizo, casi... como si estuviese buscando su propio consuelo en aquellas palabras. Hemos hablado menos de lo que me gustaría, pero en nuestras cortas charlas, me ha dejado en claro que su jefa, Kagura, está teniendo problemas en su matrimonio, sobretodo después de observar la casi nula conexión entre ella y su marido, además... de que su expresión se modifica al hablar de Sesshomaru. Necesito que el receso llegue pronto, para poder ponerme al dia

¿Qué hay de Inuyasha? Bueno... podría decirse que él y yo hemos estado saliendo estos días... hemos ido al cine y a cenar, además de habernos encontrado un par de veces en el tren e ir juntos hasta nuestras universidades. Nuestras charlas han sido de lo más placenteras y tranquilas, he podido conocer a un Inuyasha que no todo el mundo conoce... uno que quiere ir más allá de su vida, superarse y vivir de sus sueños, al igual que yo... ¿estaré loca por imaginarlo en mi futuro? es decir, ya no tengo 18 años para seguir en busca de relaciones pasajeras, quiero a alguien estable, alguien que me haga sentir todo lo que... bueno, él logra hacerme sentir

- Buen día, Kagome - elevó la mirada, encontrándose con los ojos castaños de su amiga

- Buenos días, Sango - sonrió - ¿Cómo te encuentras?

- Cansada - suspiró, mientras se adentraban al campo - Las practicas se han vuelto un poco... intensas

- Comprendo, me sentía de la misma manera antes de rendir el examen

- ¿Cómo te fue?

- Aún no lo sé... en estos días me darás los resultados

- Estoy segura de que lo pasarás - miró al frente, al mismo tiempo en que su celular comenzaba a sonar - ¿Quién será?... ¿Hola?

- Sango

- Púdrete - cortó, ante la atenta y sorprendida mirada de la chica - Oh, no te asustes, sólo le estoy dando un trago de su propia medicina

- ¿Qué hizo esta vez? - rio

- Al parecer... él cree que no soy capaz de darme cuenta cuando le hace "ojitos" a otras mujeres - entrecerró sus ojos

- Pero... ustedes, es decir, tú y él, ¿cuál es su relación?

- Bueno - se sonrojó - Ninguna en particular, pero... él parece querer... no lo sé

- ¿No crees que deberías ser honesta con él?

- Es fácil para ti decirlo, Inuyasha es sincero en todo momento - sonrió - En cambio, Miroku... le dice lo mismo a todas - frunció el entrecejo

- Creo que debes tenerle un poco de paciencia - rio - Pero... si ves que él no muestra deseos de cambiar esa actitud... debes alejarte

- Lo sé, gracias - la miró - Debo ir al gimnasio... comenzamos con la clase práctica hoy

- De acuerdo, nos veremos luego entonces

Se despidieron, siguiendo cada una su rumbo, al mismo tiempo en que la joven oía que otra persona la llamaba

- Koga - volteó - ¿Qué haces?

- Hola Kagome - sonrió - ¿Cómo te encuentras?

- Bien - sonrió - ¿Sucede algo?

- No, sólo quería saber como te encontrabas... nos vemos luego - siguió su camino, mientras ella lo observaba

Ella y Koga habían arreglado sus diferencias poco después de la competencia, más por insistencia de Inuyasha que por iniciativa propia

El atardecer estaba en su punto máximo, mientras ella se encontraba sentada en el parque, con la mirada fija en su celular

- Odio saber que estarás sola con él...

- Pero... fuiste tú el que me dijiste que hablara con él

- Lo se

- Y tampoco quisiste venir cuando te propuse que me acompañaras

- Igual, no soporto saber que estará cerca de ti

Sonrió ante aquel último mensaje, mordiendo sutilmente sus labios

- Vaya, ese perrucho tiene suerte - elevó su mirada, girando su cabeza, encontrándose con la mirada celeste del joven - Hola, Kag

- Hola Koga - sonrió, guardando el celular, mientras él se sentaba a su lado

- Debo confesar... que me alegré mucho cuando recibí tu mensaje... extrañaba, hablar contigo

- Comprendo... escucha Koga... yo... he pensado mucho sobre nuestra amistad y... todos los momentos que compartimos, es decir, nos conocemos desde hace años y...

- Lo sé... es difícil para ti, el saber que no hice nada para evitar que Inuyasha saliera lastimado esa noche... créeme que me arrepiento

- Aquella acción... hizo que dudara mucho de si en realidad te conocía... el Koga que era mi amigo, jamás haría eso

- Escucha Kag... la relación con Inuyasha nunca fue buena... nuestros hermanos comenzaron su sociedad hace años y jamás congeniamos en lo absoluto, siempre fue mi competencia directa... y su forma de ser, simplemente no va conmigo, pero - miró hacia abajo - Tengo en claro que eso no justifica lo que hice... mejor dicho, lo que no hice

- ¿Cuando te enteraste que la ex de él era la novia de tu hermano?

- Un mes antes de su fiesta... - la joven abrió ampliamente sus ojos - Por alguna razón, él decidió ocultar su relación a nuestra familia y no le di importancia

- Comprendo - miró en la misma dirección que el joven, tratando de restarle importancia a sus dudas - Inuyasha... me dijo que le pediste que se apartara de mi, ¿por qué?

- Bueno... esa noche, Yura estaba en la casa de mis padres, Bankotsu había salido y yo estaba bajando por las escaleras, cuando la escuche hablar con su chofer... mencionó algo de que Inuyasha estaba en el parque con alguien y... que debía ir de inmediato... que no dejaría que nadie más se le acercara

¿Parque? Acaso... la noche en la que Inuyasha me beso, ¿ella estaba allí?

- ¿Cómo sabes que era yo?

- Lo supuse cuando los vi hablando en la puerta del centro de deportes - la miró, sonriendo - El brillo en tus ojos cuando lo miras, es el mismo que tenías hace años... por mi

- ¿He? - miró al frente, sonrojada - Bu... bueno, lo nuestro... nunca avanzó

- Lo sé - suspiró - Fue por mi culpa... que no llegamos a nada, sin embargo, no tengo rencor ni pienso insistirte... Inuyasha te gusta y lo acepto, pero... quisiera... que sigamos siendo amigos

Ella permaneció en silencio, mirándolo con tristeza

- Tú... ¿de verdad te arrepientes de lo que sucedió con Inuyasha?

- Si - murmuró - Debí... ser más maduro... supongo que todavía tengo mucho que aprender

- Koga - volvieron a cruzar sus miradas - Si tu realmente me prometes... que esto no volverá a repetirse, y que, si llegas a enterarte que Yura está planeando algo en contra nuestra, vendrás corriendo a decirme... entonces, supongo que puedo perdonarte

- ¿Crees que dejaré que algo te suceda? - extendió su mano, mientras ella la tomaba - Yo siempre voy a protegerte, Kagome... y no necesito que seas mi pareja, para hacerlo

- Gracias - sonrió

- ¿Puedo abrazarte? Antes de que esa bestia aparezca de la nada y quiera matarme

- Claro - rio, abrazándolo, mientras cerraba sus ojos


Inuyasha

Es increíble que ya haya pasado tanto tiempo desde esa tarde en la piscina, en donde Kagome y yo... debo dejar de pensar en eso, antes de que mi cuerpo se alborote

Jamás creí que iba a volver a sentir lo mismo que la primera vez que me enamoré, o quizás más, ya que, cuando estoy con ella, es como si una intensa calma me aliviara, algo que no experimenté antes, algo que no quiero dejar de experimentar...

Estamos cerca del receso de dos semanas y con el, el cumpleaños de Miroku... el mismo en el que planeo pedirle a Kagome, que sea mi novia. ¿Será muy apresurado? tal vez, es decir, hace poco más de un mes que nos conocemos y que hemos salido, sin embargo, la conexión que siento con ella es... utópica y es que realmente, a veces no puedo creer que sea real, ni hablar de como mi cuerpo grita cada vez que me besa o me acaricia... no sé como no me he vuelto loco aún, o como me he contenido para no sentir que me pasaría de la raya y la haría mía de una buena vez, sin embargo... hay algo más por lo que planeo acelerar las cosas con Kagome y si, es por ella, Yura

Le comenté a Sesshomaru sobre el incidente con ella, en mi departamento, en el cual acusó a Bankotsu de haberla golpeado. Como me esperaba, él rápidamente desestimó su denuncia, asumiendo que sólo se trata de una mujer demente, que está celosa de ver a su ex con otra, sin embargo, yo no creo esa posibilidad... por alguna razón, siento que hay algo más en aquel pequeño encuentro, algo que intentó hacer y no logró

Sólo espero, que el inútil de Koga cumpla con lo que le prometió a Kagome y nos mantenga al tanto acerca de lo que planean o no, hacer estos imbéciles, además de agradecerme el hecho de que le perdoné el haberla abrazado en mi ausencia... aunque, pensándolo bien, debería haberlo castigado por eso

- Me cortó - la voz de su amigo lo regresó a la realidad, mientras se acercaban al salón de clases - Vaya... realmente está enojada - sonrió

- ¿Qué le hiciste esta vez? - lo miró, con una expresión de cansancio

- Nada... nada grabe jeje sólo... estaba admirando la belleza de una señorita y, al parecer, no le agradó

- Si sabes que, si miras con deseo a otra mujer, ella se enojará, ¿verdad? de hecho, cualquier mujer se enojaría

- Pero no estaba pensando en eso... sólo me pareció una mujer bella

- Oye... no es muy difícil darse cuenta de tu... "naturaleza" pero, si de verdad te interesa esa chica, deberás cambiar tu actitud o dejarle las cosas en claro... no la hagas sufrir

- Lo dice el chico que va a comprometerse pronto, ¿verdad?

- ¿He? - se sonrojó - ¿Por qué quieres cambiar el tema? Además... yo no tengo ojos para otra mujer y lo sabes

- Eso me quedó muy en claro, coqueto... la señorita Kagome, ha cautivado tu corazón

- Cállate - hizo un ademán con su mano, ingresando al salón


Extra: Expresar lo que sientes

- Entonces, el caso del señor Akitoki debería resolverse... ¿señora?

Kagura elevó su mirada, encontrándose con los ojos castaños de la joven, los cuales la miraban con un dejo de preocupación

- Disculpa - sonrió, intentando restarle importancia a la situación - Creo... que es demasiado por hoy - cerró su carpeta - Puedes irte a casa, si lo deseas

- ¿Esta segura? -preguntó Rin, sintiendo el deseo de extender su mano, en señal de consuelo, sin embargo, no lo hizo

- Si - la joven asintió, tomando los papeles y poniéndose de pie - Rin - la miró - Quiero... agradecerte... eres muy eficiente, has sido de gran ayuda para Ayame y para mi

- No tiene que agradecerlo - sonrió - Puede contar conmigo

Salió de la oficina, al mismo tiempo en que la mujer masajeaba sus cienes y se recostaba sobre su silla, mirando el techo, intentando contener sus lagrimas

Su compromiso iba de mal en peor, sin embargo, parecía que era la única que lo notaba, ya que Sesshomaru se mostraba de la misma manera todos los días. Nada había cambiado desde su compromiso y eso le preocupaba. ¿Esa era la vida de casada que le esperaba? si la respuesta era afirmativa, entonces no la quería

Una lágrima rebelde se escapó al recordar la charla que habían tenido la tarde anterior

Escuchó los pasos del hombre, acercándose a la cocina, mientras el naranja del atardecer iluminaba la cocina y ella restregaba sus manos por sus ojos, escondiendo su dolor

- Estabas aquí - pronunció frente a la puerta - Te estaba buscando

- Felicidades - sonrió - Me encontraste... ¿qué quieres?

- Es sobre Naraku... ¿hay café?

- Ya sabes donde encontrarlo - bebió el último sorbo, poniéndose de pie y llevando su taza al lavabo, dejándolo en su interior, mientras se apoyaba en la mesada

En silencio, el peliplata preparó su café, sentándose en la mesa, fijando su vista en su bebida

- ¿Te escucho?

- ¿Sabes si tu hermano y la hija de Magatsuhi están saliendo?

- No, y tampoco veo porque debería saber eso

- Quiero pedirte encarecidamente, que si llegas a saber algo, le digas a Naraku, que se aleje de esa chica... tú y él saben el porque

- ¿Eso era lo que querías hablar? - arqueó una ceja

- ¿Sucede algo más?

- Si... nosotros - él entrecerró sus ojos - ¿Acaso no lo notas? - no respondió - Evidentemente no

Intentó irse, sin embargo, él se puso de pie cuando estaba por llegar a la puerta, provocando que volteara

- Si yo no lo noto, entonces puedes decírmelo

Sus ojos fuego se encontraron con los dorados de él y no pudo contener las lágrimas

- ¿Qué sientes... por mi?

- ¿De que hablas? - se acercó, quedando frente a ella

- ¿Me amas? - no respondió - Dime la verdad... ¿me... amas?

La abrazó, uniendo sus manos en su cintura, generando que todo el llanto que ella mantenía contenido, estallara contra su pecho

- Él... no respondió a mi pregunta, sin embargo... su abrazo fue suficiente para calmarme - miró su anillo de compromiso

¿Lo fue? ¿Realmente fue suficiente?