Osamu siguió su camino por el bosque hacia el norte de ese país, notó bastante como empezó a hacer un poco más de frío pero logró mantenerse caliente gracias al poncho que Clara le regaló, del mismo modo se encontró con más criaturas, siendo goblins y unos cuantos lobos plateados de dos colas. De igual modo algo que el rubio notó es la nueva y extraña función de su subfusil de asalto, lo abrió para ver de dónde salían las balas pero no había nada dentro.
- (Realmente es raro.) – Pensó luego de haberla desarmado para ver el interior, estaba vacío pero de algún modo salían las balas reales. – Como sea, eso es una parte… lo otro es la extraña voz.
"Nivel 2"
De algún modo señaló que subió a un segundo nivel pero no entendía la razón de aquello, solo sabía que a partir de ese momento empezó a disparar balas reales de su arma de airsoft, ya todo desde el inicio era raro para él no esa era su nueva realidad desde ahora en adelante, hasta que encuentre una forma de volver a su mundo, estaría ahí y ayudaría en todo lo posible, empezando con la guerra que estaba azotando en ese mundo.
- Ooorgh. – Derribó a otro goblin en aquel momento, cayendo inerte al suelo, se retiró su máscara para ver que este no se siguiera moviendo.
- Otro más que cayó. – Soltó un suspiro en ese momento. - ¿Qué tan lejos queda el castillo de esa reina?
Conforme más fue avanzando, el terreno también se acabó volviendo más árido, ya no había tanta vegetación y notaba una cierta neblina que cubría el suelo, el paisaje cambió bastante desde que salió de la aldea. Sabiendo que necesitaba cuidado, comenzó a caminar con más precaución que antes, de igual modo que notó un incremento en monstruos a los alrededores, eso significaba que no iba tan mal encaminado hacia su destino.
Decidió aprovechar sus habilidades de camuflaje para poder resguardarse en la poca vegetación mientras avanzaba, si lograba despistar a los monstruos, no gastaría sus energías para cuando llegue al castillo, ya que sabe que en ese sitio lo necesitará realmente.
- (Bien, por ahora no hay ningún otro monstruo que haya aparecido, tengo que evitar más peleas innecesarias… aunque parece que no se agotan mis municiones.) – A pesar de ello quería evitar el menor alboroto posible ya que el ruido puede atraer enemigos indeseados. Cuidó sus pasos para ir en silencio, vigilando en todas partes y aprovechando a esconderse en los árboles que se encontraran cerca, quería llegar por sorpresa si fuera posible. – (Bien, ahora necesito…)
En ese momento sintió algo, como de repente una mirada se posó sobre él, sabía que lo descubrieron, nuevamente se colocó su máscara y sujetó su arma en aquel momento, si era un enemigo, debía saber rastrear, miró para todos lados.
- (Me está vigilando… quien sea este enemigo, debe tener habilidad para atacar por sorpresa.) – No había mucho caso en seguir escondiéndose así que enfrentaría a ese enemigo en el campo, salió ya al aire. – Quien esté ahí, no me esconderé más, sal ahora.
- Un acto muy estúpido de tu parte. – Algo saltó a espaldas del rubio, rápidamente se dio la vuelta y saltó hacia atrás, rodando en el suelo para levantarse. – Tsk, estuvo cerca.
Osamu se levantó rápidamente para ver a su atacante y… quedó asombrado al respecto.
- (¿Qué es esa ropa?) – Era una mujer de piel morena, orejas puntiagudas, cabello rubio pero quizás lo más destacado eran sus vestimentas, prácticamente parecía ropa interior ya que la parte de la entrepierna casi ni cubría nada, el rubio no pudo evitar mirar a otro lado.
- ¿Qué pasa humano? No bajes la guardia. – Tenía una espada corta la cual usó para ir contra Osamu, este saltó hacia atrás evitando el ataque del cual ella iba con toda la intención de matarlo.
- (No necesito distraerme por su obvia vestimenta reveladora, esta chica viene con intenciones de acabar conmigo.) – Alejó todo tipo de pensamiento distractor para enfocarse en la batalla, este nuevamente hizo para recargar el arma y apuntó, entonces comenzó a disparar contra ella.
- ¡¿Cómo!? – No pudo evitar sorprenderse por tal extraño ataque, en el aire pudo girar hacia atrás para evitar las balas y llegar a esconderse tras un árbol. – (¿Qué extraña magia fue esa? Nunca antes la había visto.)
- Bien, tengo algo de ventaja. – Osamu aprovechó lo desconocido de su arma para ganar terreno contra aquella chica, de ese modo salió y buscó localizarla detrás de su escondite, vio que fue tras ese árbol así que la sorprendería, corrió mientras apuntó. – Te tengo.
- Ni siquiera estás cerca, humano. – De repente recibió un ataque de una patada en su costado, Osamu resintió bastante el golpe en ese momento cuando cayó al suelo, su arma se alejó de él, buscó actuar rápidamente e ir tras ella pero aquella chica pisó su mano antes de que pudiera alcanzarla, apuntando su espada corta a su cuello. – Se acabó.
- … Je, me atrapaste. – Osamu tuvo que admitirlo, ella le tomó por sorpresa, más que nada porque su estilo se adecua más a combate a distancia. – No me resistiré, tengo mi honor como jugador de airsoft y me dejaré atrapar. – Ella no entendió nada de lo que dijo, solo reconoció que no iba a resistirse más.
- Maldito humano, responde ¿la alianza de princesas te envió? ¿Eres parte de Kuroinu? – Preguntó ella buscando sacar información, Osamu negó con la cabeza.
- Soy un simple viajero que buscó cruzar esta zona, puede que intentara acercarme a su castillo para acabar con esta guerra… yendo tras tu ama. – La morena apretó los dientes con fuerza.
- ¡Desgraciado! – Colocó su arma cerca al cuello de Osamu. – Si vas contra Olga-sama, te despellejaré entero.
- Oye, eso no es lo que busco… como dije, me derrotaste de forma limpia, así que no tengo razones para resistirme, soy su prisionero ahora.
- No tenemos utilidad para un sucio humano como tú, será mucho mejor que acabes muerto en este lugar… los humanos son escoria y por su culpa, yo… - Ella puso una expresión de dolor, Osamu pudo notar que algo le pasó como para tener un odio así de profundo, decidió no hacerla enojar más, de modo que levantó sus manos.
- Como muestra de que no me seguiré resistiendo, no haré nada, me dejaré atrapar y que me encarcelen, no soy alguien que falle a su palabra, lo digo con mi honor de jugador de airsoft en juego.
- … Tsk. – Ella solo pudo chasquear la lengua, entonces sujetó a Osamu del brazo. – Serás prisionero en el castillo, no hagas nada sospechoso o te mataré al instante. – Ella fue a recoger el arma del rubio. – Me quedaré con esto, no sé cómo funciona pero Olga-sama podría encontrar su funcionamiento.
- Me parece bien, solo no me apuntes con esa espada. – Al final se quitó la máscara. – Entonces ¿vamos?
- … - Ella no dijo nada y solo señaló al frente para que caminara, este asintió y comenzó a avanzar, claro que con ella siempre apuntando su espada a su espalda para que no escapara, así caminaron en total silencio, más que nada porque ella no era muy habladora, sabiendo eso, buscó sacar conversación.
- Entonces… no nos hemos presentado, me llamo Yoichi Osamu ¿tu eres? – Ella no dijo nada, ignoró totalmente al rubio, esto le sacó un gotón. – Bueno… ¿Qué tal es la vida en la guerra? – Nuevamente sin respuesta. – Es complicado esto…
- No tengo por qué responder nada a un humano. – Finalmente habló.
- No sé lo que hayas vivido en el pasado, pero yo no soy una mala persona, lo estoy demostrando al no intentar huir en este mismo instante.
- No confío. – Ella entrecerró los ojos. – Los humanos son crueles, pervertidos, unos lujuriosos que solo van tras nuestros cuerpos, no tienen ninguna culpa por lo que han hecho a los elfos oscuros… por esa razón Olga-sama empezó esta guerra contra los humanos, para asegurar que nosotros no suframos nunca más. – Así que tenían sus razones, el rubio escuchó la parte de la historia de Clara, ahora quería conocer el otro lado de la moneda.
- No sé si sea un buen oyente, la verdad es que vengo de otra tierra y no sé mucho de Eostia, solo escuché de esta guerra por encima ¿podrías decirme sus razones para pelar? – Preguntó, ella dudó en hablar pero sabiendo que tarde o temprano ese humano iba a morir, no tenía el por qué negarle unos cuantos deseos.
- Los elfos oscuros siempre han sido vistos como una raza peligrosa, como la oveja negra en comparación a los elfos normales o los altos elfos, el dominio de la magia de los elfos oscuros es mucho mayor en comparación a otras razas, debido a ello, hemos sufrido de racismo, maltrato, desprecio total de parte de otras razas, sobre todo humanos, más que nada porque vivimos mucho más tiempo que los humanos, es una raza que se mantiene joven en apariencia y eso ha causado que humanos esclavicen y vendan a elfos oscuros como esclavas sexuales… - Ella apretó el puño por debajo. – Olga-sama está harta de todo eso, por eso comenzó la guerra, para liberar a nuestra especie de ese destino tan horrible.
- Ya veo… - Osamu sabe que en una guerra no hay bando bueno y malo, cada uno tiene sus propias razones, incluso en una partida de airsoft, todos batallan para poder conseguir su objetivo que es ganar, la guerra es algo a una escala mayor donde se pone algo realmente importante sobre la mesa, el método no es el correcto pero están peleando por una buena causa. – Si ella se preocupa tanto por su raza, debe ser una reina muy confiable.
- No es algo que te importe conocer. – Fue todo lo que ella dijo, tampoco le hablaría de todo, al menos Osamu lo intentó. Ya al poco tiempo, llegaron a una gran edificación de roca. – Llegamos, ahora entra para que te encarcelemos.
- Ok. – El rubio siguió a la entrada del castillo, las paredes totalmente de roca pero el suelo tenía una cobertura de terciopelo, ya entonces aquella elfa rubia llevó a Osamu a una sala. – Espera aquí. – Él obedeció mientras ella abrió la gran puerta, dentro se encontraba una gran sala con un trono en medio, justo ahí estaba sentada una mujer, la rubia se puso de rodillas. – Olga-sama, he vuelto y atrapé a un humano que quiso invadir.
- ¿Hmmm? – Ella enarcó una ceja, entonces vio a Osamu el cual la otra elfa obligó a entrar, ya este se fijó en ella, un largo cabello negro, orejas puntiagudas igualmente, una mirada penetrante que demostraba superioridad y su ropa… igual de reveladora apenas cubriendo lo necesario de su busto y entrepierna. – Parece que alguien buscó asaltar mi castillo por su cuenta, no puedo señalar si es osado o estúpido.
- Pensé en mis posibilidades. – habló el rubio en aquel momento. - ¿Eres Olga Discordia? ¿La reina de este sitio?
- ¡No le hables a Olga-sama de forma tan casual! – La elfa rubia amenazó con apuñalar a Osamu pero Olga la detuvo.
- No hagas nada Chloe, quiero hacerle unas cuantas preguntas antes. – La ahora llamada Chloe asintió a las ordenes de su reina y alejó su arma. – Entonces humano…
- Yoichi Osamu, es mi nombre. – Se presentó.
- Entonces Osamu… ¿Qué fue lo que te trajo a mis dominios?
- Soy un simple viajero que llegó a estas tierras y se quedó alojado en una aldea… una la cual tus monstruos atacaron y violaron a las mujeres ahí, no pude quedarme de brazos cruzados así que vine con la intención de pelear. – Chloe reforzó su posición, esperando que Osamu haga algo o intente atacar a su reina, Olga por su parte solo sonrió por debajo.
- Ya veo… así que viniste a proteger a tu raza humana, era esperable. – Ella cruzó su pierna al otro lado, dejando ver parte de su entrepierna casi descubierta. – Admito que eres valiente pero siendo tu solo contra una gran cantidad de monstruos, sobre todo frente a mí, la usuaria de magia más fuerte, no puedes hacer nada.
- Respecto a eso Olga-sama. – Chloe empezó a hablar en aquel momento. – Durante el camino encontré varios cadáveres de nuestras fuerzas y además tenían agujeros raros en partes de su cuerpo y cabezas, entonces me enfrenté a este humano y tiene una magia muy extraña. – Mostró el subfusil. – Esta arma parece lanzar algún tipo de proyectil mágico a alta velocidad, al enfrentarlo me sorprendí pero pudo derribarlo.
- ¿Proyectil mágico? – Eso llamó la atención de la reina de los elfos oscuros. – No es algún tipo de magia que haya visto antes ¿puedes pasarme esa arma Chloe?
- Claro Olga-sama. – Se acercó a la elfa pelinegra para mostrarle el subfusil, al momento de tomarlo, comenzó a revisarlo.
- Es extraño… este material nunca antes lo había visto, no es metal totalmente pero tampoco es gaucho…
- Es una combinación de plástico con partes de metal dentro. – Respondió Osamu.
- ¡Quien te dio permiso de hablar! – Chloe buscó callarlo pero Olga levantó la mano.
- Pareces saber más ¿podrías explicarme?
- Claro. – El rostro de Osamu se iluminó, para ello empezó a hablar todo sobre el airsoft, las reglas y estilo de juego, además de la construcción de las armas de airsoft, ella escuchó con atención.
- Que juego más extraño… prácticamente es una guerra pero nadie muere.
- Lo importante es la diversión del juego y además porque cada equipo persigue su propio sueño y motivo para ganar, no hay bando bueno o malo, solo gente que lucha por sus objetivos.
- Es algo interesante de tu tierra… si solo fuera igual por este lado. – Olga miró al frente, había melancolía en sus palabras.
- Olga-sama… - Chloe sintió la preocupación de su ama.
- No es nada. – Ella se recuperó. – Es un arma interesante, aunque no veo que pueda usarla yo, así que es inútil de mi parte, si pudiera hacer más de estas, la victoria de nuestro reino sería seguro.
- Ya que la entretuve, quizás pueda darme una oportunidad de irme ¿no? – Preguntó Osamu, pero no fue lo que esperaba, momentos después acabó encerrado en un calabozo. – Parece que no.
- Estarás encerrado aquí. – Explicó Chloe. – Puede que seas un humano pero entretuviste a Olga-sama con tu historia… además de tu poder extraño, buscaremos que seas de utilidad para nosotros… aunque por mí, te mataría… - Exclamó por debajo. – No intentes escapar. – Y entonces ella se fue.
El rubio no pudo hacer nada, observó su alrededor, siendo una celda sucia con una cama destruida, prácticamente lo iban a dejar encarcelado y lo que es más, confiscaron su bolsa y su subfusil, así que no había nada por lo que pudiera hacer para escapar.
- Que mala suerte la mía… - No pudo hacer nada más que recostarse en la cama nada cómoda y mirar al techo. En ese momento muchos pensamientos comenzaron a atravesar su cabeza.
Desde un inicio, y debido a los relatos de Clara, pensó que Olga era una tirana, una reina malvada que buscó la guerra contra los humanos por motivos como quizás el acabar con la raza o conquistar toda la tierra, y por el comportamiento de sus monstruos, ella no tendría problemas en utilizar tácticas rastreras para conseguir su objetivo, pero ahora que la conoció, pudo ver que tiene sus razones; su raza, los elfos oscuros, han sufrido bastante en esa tierra, sabe bien que no toda la gente es buena, habrá gente malvada que solo piensa en sus intereses y por la historia de Chloe, su raza es una que sufre bastante, incluso hasta llegar al punto de esclavitud, no sabe porque una alianza de princesas guerreras permite eso, quizás no lo saben o es incontrolable, pero no queda duda de que han sufrido abusos, ella lucha una guerra por proteger a su gente.
Ahora la cuestión es lo que hará Osamu, está ahí encerrado, pero en algún momento podrá salir, o al menos eso cree, desea buscar la forma de escapar y entonces decidir su rumbo, ahora quedaba por pensar, si peleará contra Olga o mejor buscar una solución alterna, por el momento estaba inmóvil, no podría escapar de ese sitio aunque quisiera, así que solo cerró los ojos y se puso a descansar, pasó un largo día y el cansancio le costó, acabó dormido.
"Tu poder sigue en vías de crecimiento, sé que es poco mi aporte, pero realmente deseo que ayudes a ese mundo… sálvalos a todos, del horrible destino que está por acontecer… solo necesitas imaginarlo y el arma correcta llegará a tus manos…"
Abrió los ojos en ese momento, esa voz resonó en su mente nuevamente, no sabía lo que era, desde que llegó a ese mundo la escuchaba de vez en cuando, incluso señalando sobre niveles.
- Realmente no entiendo nada. – Vio a su costado, un plato estaba en el suelo con algo de comida, al parecer le dejaron para comer, quizás por Chloe, al menos no lo estaban descuidando, ya entonces fue y se sentó en el suelo, tomando esa comida, parecía ser un estofado simple y al probarlo, estaba simple, no tenía sabor alguno pero era mejor nada y además tenía hambre por lo que comió todo, ya al acabar dejó el plato a un lado. – Estoy lleno…
- Tsk, no estás muerto. – Escuchó a Chloe acercarse para buscar el plato, el rubio saludó efusivamente.
- ¡Ey Chloe!
- ¡No me llames casualmente humano! – gritó ella, Osamu solo pudo reír.
- Igual de gruñona que siempre. – La rubia apretó el puño por debajo.
- ¿Por qué no te mueres de una vez? – Preguntó ella, tomando el plato. – No me importa si tienes ganar de orinar, cagar o masturbarte, hazlo a un lado.
- No creo que una chica como tu deba decir esas palabras. – Señaló Osamu. – No va bien con tu hermoso rostro. – Soltó un guiño, pero tal intento no funcionó en ella.
- Solo sigue sin armar alboroto. – Entonces se fue, Osamu solo pudo sentarse nuevamente sobre la cama, salir no sería sencillo, y aunque fuera el prisionero ejemplar, no sería libre debido al odio que poseen las dos elfas oscuras.
- Supongo que me quedaré aquí un rato más.
Pasando a otro lado, Olga estaba sentada en su trono nuevamente, luego de un desayuno hecho por su subordinada Chloe, se encontraba ahí, esperando alguna noticia, al poco tiempo entró la rubia.
- Entonces ¿Cómo está nuestro prisionero?
- No ha muerto de hambre. – Respondió con decepción. – Olga-sama ¿por qué no lo matamos de una vez? No es propio de usted dejar a un humano vivo tanto tiempo, si así fuera, lo torturaría hasta que no pueda más.
- Considero que hay algo de valor en su poder, la historia que contó me entretuvo y ha sido un humano obediente, al menos mucho mejor que los otros que me vieron con ojos lascivos, él nunca tuvo esa mirada.
- Olga-sama, no podemos confiar en un humano, tarde o temprano él mostrará sus verdaderas intenciones… todos son iguales. – Comentó Chloe con dolor, Olga lo entendía, supo lo que ella pasó en su infancia, fue totalmente abusada por humanos sucios que la tomaron, cada día era un infierno para ella, hasta que Olga la rescató de su encierro, ella nunca los perdonará por nada del mundo.
- Deseo tratar un poco más con este humano, dependiendo de lo que suceda, yo dictaré lo que haremos con él, así que por ahora solo sigue dándole comida ¿entendido? – Ordenó ella, Chloe solo pudo asentir.
- Como usted diga Olga-sama.
En aquel momento sintieron un temblor, como si algo impactara el castillo, lo que puso en alerta a ambas elfas, justo luego de aquello, entró un goblin.
- ¡Olga-sama, estamos siendo atacados, es Kuroinu! – Informó, la elfa pelinegra entrecerró los ojos.
- Parece que Celestine envió a esa armada a acabar con nosotros, no vamos a permitir que suceda, Chloe, hay que prepararse.
- Sí Olga-sama. – Ambas se prepararon para la batalla, sin saber lo que iba a esperarles.
Mientras tanto Osamu siguió recostado cuando sintió los temblores, lo que hizo que se levantara.
- Eso fue fuerte… no sé si es algo normal o quizás estén atacando el castillo, si es así, puede que tenga una oportunidad de escape. – Comentó, ya entonces decidió esperar por si llegan a liberarlo pero nadie ha ido a esa zona. – No han pasado por aquí… no creo que se olviden de revisar esa zona.
Justo en su momento de pensamiento, recordó lo que dijo esa voz, el arma correcta llegará a sus manos si lo imagina.
- ¿Cómo que si lo imagino? Bueno… si pudiera pensar en un arma que pudiera tener y sacarme de esta situación… una Glock… - Se imaginó el arma en su cabeza, el peso, color, municiones y todo, mientras se concentró, un brillo lo rodeó y entonces algo se manifestó en su mano, no podía creerlo. – Esto… es una Glock…
El arma que recién había formado en su cabeza apareció de la nada, eso fue demasiado sorprendente para él, ya disparar municiones reales de su subfusil era demasiado pero hacer aparecer armas de la nada, ya rayaba lo imposible, rápidamente agitó su cabeza.
- Sigo sin entender que sucede pero ahora tengo una oportunidad de escape. – Se acercó al candado y apuntó hacia este, si la potencia y además observaba que este estaba viejo, un disparo lograría romperlo, al momento de disparar, vio el candando salir volando, logrando que la reja pudiera abrirse. – Perfecto, ahora puedo irme.
Fue en busca de su bolsa y se aseguró que su subfusil seguía dentro, al ver que todo estaba en orden, salió de la zona de calabozos, aprovecharía la distracción del ataque o lo que sea para poder escapar de ahí.
- (Lo lamento por Olga, sus motivos no están mal, pero no era el mejor curso de acción.) – Le hacía mal dejarla a ella y Chloe pero fue lo que buscaron al momento de declarar la guerra, serían derrotadas en ese mismo lugar si la situación llega a ser así, se puso su máscara y accedió a irse, en ese momento vio un par de ogros al frente, ya que no debería ser visto, se escondió rápidamente, estos parecían ir hablando de algo.
- El plan fue un éxito, conseguimos que Kuroinu entrara sin sospecha alguna al castillo.
- Exactamente, al final fue una buena elección unirnos con ese humano Vault, todo debido a su grandioso plan. - ¿Unirse? ¿Acaso estaban traicionando a Olga? Eso fue lo que pensó Osamu al escucharlos, continuó atento a su plática. – Lo mejor de todo es que no soportaba a esa elfa oscura, nos mandaba como si fuera la dueña.
- Eso hará más placentero cuando podamos engullir nuestras semillas en ella, de igual modo deseo violar con fuerza a Chloe.
- Jeje, Vault es alguien muy generoso, su plan de convertir a Eostia en un imperio del sexo donde todas las mujeres servirán para nuestro placer y diversión, para follarlas todo el día y noche, será el mejor reino.
- Es verdad y todo empezará hoy, cuando finalmente podremos poner nuestros penes en Olga Discordia y en Chloe. – En aquel momento se alejaron. Osamu no podía creer lo que escuchaba, que tontería era esa de imperio del sexo y además dijo que Kuroinu estaba involucrado, según lo que escuchó de Clara, se supone que es un grupo de mercenarios que representa la mayor fuerza de defensa para ese país y de repente su líder tenía planes mucho más mórbidos, si los que eran los súbditos de Olga se aliaron contra ella… estaba en peligro, ella y Chloe se encontraban en total peligro.
- (¿Qué hago? ¿Las ayudo?) – Se encontraba en una encrucijada, Olga y los elfos oscuros empezaron la guerra, sus monstruos han matado y violado a cientos y eso es suficiente para siquiera dejarlas a su suerte, después de todo cosechas lo que siembras pero por el otro lado, en la interacción que tuvo con ella, no se mostró tan malvada como pensaba, quizás si bastante soberbia pero le perdonó la vida, solo dejándolo encarcelado, además trató a Chloe como una igual, no como una súbdita, y por lo que pudo intuir, ella tiene un trauma del pasado, si vuelve a verse en esa situación, le dejaría mal, al final el rubio chasqueó la lengua. – (Tengo un código de honor y lo respeto, no puedo abandonar a la gente buena.) – Al final se dio la vuelta.
La vida tiene sus vueltas y situaciones que uno no se acaba esperando, para Olga, ella siempre se sintió confiada teniendo un gran ejército, unió muchas razas para luchar bajo su causa con la promesa de que pudieran hacer lo que se les antoje, permitió que mataran humanos, atacaran aldeas y violaran mujeres, ella siempre creyó que era lo que se merecían por el mal trato que han dado a su raza, pero ahora estaba en una situación imposible, sus poderes mágicos fueron sellados y estaba sujetada por quienes una vez fueron sus súbditos.
- ¡Olga-sama! – Chloe estaba gritando de la desesperación, un par de ogros la tenían sujeta, justo donde estaba su trono se encontraba un hombre corpulento, cabello negro, armadura ligera y capa, miraba a la reina con superioridad.
- Debo decir que no es un mal trono, le falta algo de suavidad pero será un gran aposento para el inicio de mi gran imperio del sexo.
- ¡No mereces estar en ese lugar, maldito! – Gritó la elfa rubia, solo para recibir un golpe en el abdomen de parte de un castaño. – ¡Aaargh!
- Alto Hicks, no dañes el tesoro que obtuvimos. – Lo detuvo el pelinegro, ya entonces miró a Olga. – Entonces reina de los elfos oscuros ¿Qué se siente ser traicionada por quienes confiabas?
- Solo sé que jugaste sucio, solo veía en ti como un sucio perro faldero de Celestine pero mantuviste tus colmillos ocultos todo este tiempo.
- ¿Qué puedo decir? Este mundo ha sido muy desgraciado con nosotros los hombres, desde que esa estúpida alianza de princesas ha estado al mando, quedamos relegados al segundo puesto, que unas chicas mimadas controlen esta nación me enfurece, por eso ideé este plan con años de anticipación, aprovechando que estaban distraídas con su estúpida guerra, formé aliados, reuní un grupo numeroso y logré unir a tu ejército a mi causa, porque todos tenemos algo en común: deseamos divertirnos con mujeres, mancillas sus cuerpos con nuestro semen hasta que estén infladas, todas ustedes serán nuestras esclavas y es algo que no podrán evitar. – Empezó a reír de forma maniática, Chloe solo pudo gruñir, debido a su descuido, su reina estaba atrapada. – Ahora estás a mi merced, gracias al collar que Kin te puso, no podrás usar magia, eso significa que ahora mismo soy más fuerte que tu… y puedo ponerte de rodillas, lista para obtener tu pureza.
- ¡No lo hagas, deja a Olga-sama en paz! – Suplicó Chloe, uno de los ogros la impactó contra el suelo.
- Claro que antes podemos tener una antesala, entonces Olga Discordia, presencia como tus antiguos soldados se divierten con tu querida mano derecha, violándola hasta que no pueda más, hasta estar rota.
- Eres un sucio humano… - Olga solo pudo gruñir, esa expresión era una que Vault disfrutaba por dentro, deseaba poder cambiarla por una de placer y éxtasis cuando ella sienta su gran miembro.
- Entonces… es momento, pueden empezar.
- Jeje, lo que esperábamos. – Los ogros sacaron sus grandes miembros en ese momento, Chloe solo pudo ver con una expresión de horror a estos mientras fue levantada de su trasero. – Hace mucho tiempo que deseamos poder follar a esta mitad elfa.
- Descuida, te llenaré totalmente. – Le exclamó, Chloe sintió las lagrimas bajar de sus ojos, no deseaba volver a pasar por aquello, el como tocaban su cuerpo, como la penetraban a pesar de los quejidos de dolor que soltaba.
- No… por favor, aléjense… - Empezó a suplicar por debajo, ya no había rastro de la orgullosa guerrera que era, ahora solo se mostraba como una mujer temerosa, Olga se sentía inútil en ese momento, por no poder protegerla.
- Escuchen todos, con lo que estamos por presenciar dará inicio a mi gran ambición, lo que todos nosotros esperábamos, el gran imperio del sexo de Eostia será una realidad. – Todos los mercenarios rugieron de celebración mientras Olga solo pudo sentir una ira profunda hacia aquel pelinegro. – Empiecen.
- ¡Nooooo! – Gritó Chloe, ya a punto de ser penetrada pero entonces…
*BANG*
- ¡Aaaaaah! – El ogro se fue hacia atrás, sujetando su miembro el cual empezó a sangrar. - ¡Duele, me duele!
- ¿Qué fue eso? – Preguntó Vault de repente. - ¡Kin, Hicks!
- No sé, no detecté algún tipo de magia. – Exclamó el mago castaño de lentes, Olga también estaba algo confundida pero una sonrisa suave se formó en su rostro, Vault se dio cuenta.
- Maldita ¿Qué es gracioso?
- Nada, digamos que al menos mostrar algo de suavidad fue la mejor elección… mi suerte está por cambiar ahora.
- ¡aaagh!
- ¡Ooorgh! – De repente otros dos mercenarios cayeron inmóviles al suelo, al acercarse sus compañeros, vieron agujeros en sus cuerpos que sangraban.
- ¡Que carajos sucede! – Gritó Vault, de repente volvió a escucharse un bang y fueron cayendo más cuerpos de mercenarios. - ¡Puta madre, quien sea que haga eso, deténganlo!
Lo que los mercenarios no sabían es que justamente a una posición alta se encontraba Osamu, como llevaba su equipo encima y el poncho, no se encontraba a simple vista, lo que le dio ventaja sobre aquellos hombres que por poco empezaban un espectáculo asqueroso, no pudo soportar más como trataban a Chloe y pasó a la acción. Nuevamente apuntó contra otro y disparó, logrando derribarlo, tenía suerte que fueran de munición ilimitada, así no perdía tiempo en recargar, con la Glock apuntó una vez más a otro mercenario el cual logró derribar, todos ellos estaban en el suelo, sujetando sus heridas sangrantes, eso solo dejó más iracundo a Vault.
- Maldito hijo de puta, no sé que clase de mago seas, pero sal y pelea como hombre. – Exclamó al aire, claro que Osamu no haría eso, su estilo se enfocaba más en disparar desde puntos cerrados y sin ser visto, así era como se jugaba al Airsoft y además, contra escoria como la que tiene en frente, no merecen tal honor.
Aprovechando la distracción llevada a cabo, Olga pudo librarse con un tacleada de su aprisionamiento y corrió para agarrar su báculo.
- ¡Chloe! – Llamando a su subordinada, esta seguía temblando por lo que estaba por ocurrir pero al levantar la mirada, la voz de su querida ama la devolvió a la realidad, vio como los mercenarios de Kuroinu y monstruos estaban distraídos y algunos caían heridas al suelo, era el momento perfecto, vio una cuchilla a un costado que uno de esos mercenarios dejó caer, ella rápidamente apretó los dientes.
- Pagarán caro por esto. – Corrió rápidamente hacia una de estas y la tomó, ahora estando nuevamente armada, saltó contra uno de los ogros que estuvo a punto de violarla. - ¡Esto por es traicionar a Olga-sama!
La elfa rubia no perdió el tiempo y fue directo al cuello del ogro, con precisión lo cortó, un gran chorro de sangre salió impulsada mientras se sujetaba, claro que Chloe no terminó ahí y clavó la cuchilla en su cabeza, atravesando el cráneo y matando al ogro al instante, Vault solo pudo gruñir.
- Esta mierda se salió de control, no podemos permitir que ellas dos escapen, Kin, detenlas con tu magia.
- Claro. – El mago apuntó su báculo hacia ambas elfas pero un disparo cerca de su pie lo distrajo. - ¡Aaah!
- Ese maldito de nuevo. – Exclamó Vault por debajo, para ese entonces Chloe llegó donde estaba Olga y se puso de frente a ella.
- La protegeré Olga-sama, no puede usar magia ¿cierto?
- Ahora mismo soy totalmente inútil debido a este collar que retiene mis poderes mágicos, estaré contando que me protejas.
- Claro Olga-sama, podemos escapar por el pasadizo secreto. – Comentó ella, ya entonces las dos comenzaron a irse, Vault se dio cuenta.
- ¡No dejen que escapen, Hicks!
- Ahí voy. – El guerrero intentó ir tras ellas pero otro disparó pasó de cerca, este usó un cuchillo para desviar la bala. – Tsk, parece que no me dejarán ir.
- Maldita sea. – Para cuando Vault se dio cuenta, fue demasiado tarde, las dos se habían ido. – Mierda, se fueron.
- ¿Qué hacemos ahora? – Preguntó Kin, no sabían si aquel que lanzaba los proyectiles extraños seguía ahí.
- … Es una lástima, pero debemos dejarlo pasar por hoy, tendremos más oportunidades en el futuro para capturarlas y violarlas, además hay que poner en marcha nuestro plan en las demás ciudades, hay que enviar los mensajes para que todo inicie, empezando por Feoh, envíen las noticias, hay que empezar nuestro asalto a las principales ciudades, no dejemos que este tropiezo arruine nuestra ambición. – Tratarían a los heridos, Vault no iba a rendirse con su sueño, construiría ese imperio cueste lo que cueste.
Olga y Chloe se movieron, despistando a los guardias que estaban cerca y usando un pasadizo que solo ellas dos conocen, al hacerlo, justo ahí pudieron pasar hasta llegar a una salida en la parte trasera del castillo, las dos lograron escapar sin problema alguno. Chloe se aseguró de que no hubiera nadie cerca y al ver todo vacío, señaló a su reina para que saliera.
- Está libre. – Con eso ya pudo salir la elfa pelinegra. – Nadie deberá atraparnos aquí.
- Eso es cierto… pero sigo llevando esto. – Se sujeta el collar el cual no puede quitarse con facilidad. – Sin magia, soy como un peso muerto.
- ¡E-Eso no es verdad! – Exclamó Chloe. – Es importante el haber escapado, además me encuentro aquí, yo podré protegerla.
- … Eso es cierto, estaré contando contigo Chloe. – Olga sonrió por debajo. – Pero igual quiero agradecer al que nos salvó.
- Aquí estoy. – En ese momento saltó Osamu por detrás, bajando de un muro, Chloe se puso de frente para proteger a la pelinegra pero Olga la detuvo.
- No nos hará nada Chloe, parece que está de nuestro lado.
- ¿Eh? – Eso sorprendió a la rubia. – Olga-sama, él es un humano, no se puede confiar en él.
- Oye, eso lastima ¿sabes? – Osamu se quitó la máscara. – Escuché lo que hablaban y ciertamente sus planes son algo que no son de mi agrado, yo tengo mi honor y caballerosidad, así que no podría dejar abandonadas a dos chicas, de ese modo me arriesgué en conseguirles una oportunidad de escapar.
- No importa lo que digas estupido humano, tú…
- Basta Chloe, esa no es forma de hablar a nuestro salvador. – la detuvo Olga para asombro de su súbdita. – Yo… tampoco estoy muy alegre con la situación, me es difícil confiar en un humano, sobre todo luego de lo que nos han hecho pero este humano es distinto, no hubo rastro alguno de malicia en él, ni en sus ojos o palabras, no nos ve como bolsas de carne para rellenar, raro porque los elfos oscuros somos despreciados pero nunca mostró un comportamiento así.
- Nunca lo haría. – Respondió Osamu, recargando su pistola en aquel momento para colocarla a un costado. – Entendí que tienen motivos mayores para esto y ciertamente, buscar la paz es una gran opción, es lo que yo haría, y más que nada, esos sujetos de ahí son simplemente basura que no merecen el perdón, si puedo pelear contra ellos con lo que tengo, lo haré con gusto.
- Al final parece que tendremos un enemigo en común… me costará adaptarme a lidiar con un humano pero ahora mismo mis ganas de someter a ese estúpido líder de Kuroinu son mayores, así que tomaré todo lo que esté a mi alcance.
- Olga-sama… - Chloe no podía creer lo que escuchaba, siempre vio en la reina como alguien agraciada, que no pueden doblegar fácilmente y muy orgullosa, para que se rebaje a tal nivel de colaborar con un humano, la raza que tanto daño ha causado a los elfos oscuros, significaba que la situación era peor de lo pensado. – Yo… la seguiré a donde usted vaya, me salvó del infierno en el cual estuve, así que tengo esa deuda con usted por siempre.
- Me alegra que no te vayas.
- Pero. – En ese momento miró a Osamu. – No quiere decir que confíe en ese humano, a la más mínima muestra de deseo a su cuerpo, lo mataré lenta y dolorosamente. – Amenazó, Osamu sintió escalofríos recorrer su cuerpo.
- No haré eso. – Aseguró el rubio. – Las respetaré con todo lo que conlleva, y además ya tenemos suficientes problemas por encima.
- Eso es cierto. – Olga se cruzó de brazos, levantando su generoso busto apenas cubierto. – Si Vault y Kuroinu piensan volver a Eostia en ese semillero que llaman imperio del sexo, no dudo que busquen atacar las grandes ciudades que son el bastión que sujeta este país y con ello… capturar a las princesas guerreras.
- Si ellas caen, lo hará este país ¿no? – Preguntó Osamu, la reina asintió. – Entonces tenemos un plan, evitar que ellas sean capturadas y salvar las ciudades.
- Eso es imposible, Kuroinu es todo un ejército y nosotros somos… solo tres, además Olga-sama no puede usar magia, si pudiera, sería fácil acabarlos por completo. – Exclamó Chloe.
- Yo cuento con esto. – Osamu mostró su Glock. – Mis pistolas son armas nunca antes vistas y parece que no tienen una contramedida contra ellas, yo pelearé lo necesario para detenerlos.
- … Algo me ha estado llamando la atención ¿de donde sacaste esa arma? – Señaló Olga a la Glock, en ese momento Osamu la tomó.
- Bueno… es una historia graciosa, de repente en sueños una voz misteriosa me señaló que con imaginación puedo crear el arma adecuada para salir de aprietos, así que pensé en esta Glock y… se manifestó de repente.
- ¿Así como así? Que magia más rara. – Comentó Chloe, Olga tomó la pistola en ese momento, revisándola.
- ¿Cómo dijiste que funciona? – Preguntó ella, Osamu sintió que la elfa pelinegra tenía curiosidad, así que su cara se iluminó.
- Es fácil, lo único que tienes qué hacer es apuntar a algo y ves esta parte de acá abajo, es el gatillo, colocas tu dedo índice en este y lo único que tienes qué hacer es apretarlo, aunque cuidado con el retroceso.
- ¿Así? – Olga hizo lo que Osamu dijo y apuntó al frente, entonces apretó el gatillo, lo que ocurrió fue algo que ninguno de los tres esperaba, la bala salió disparada e impactó contra un árbol, haciendo un agujero. - ¿Eh?
- ¿Olga-sama? – Chloe estaba boquiabierta, incluso Osamu no podía creerlo.
- No puede ser… también puedes disparar de la Glock, pensé que solo yo podía… - Comentó el rubio por debajo, ya que era algo propio de él que acabó creando, pensó que solo él podía usarla como dueño pero resultó que Olga igual puede, en aquel momento la reina de los elfos oscuros sonrió y empezó a reír por debajo.
- … Impresionante, parece que soy capaz de usar esta arma. – Olga la observó. – Ahora tengo una forma de pelear contra esos bastardos de Kuroinu, me las pagarán por todo lo acontecido.
- Deseo probar igualmente. – Chloe pidió el arma de Olga, ella se la dio y viendo lo que hizo, también intentó disparar… pero esta vez no salió nada. - ¿Eh? ¿Por qué no puedo?
- Que raro, intentaré igual, ya que antes logré dispararla. – Osamu tomó la Glock y apretó el gatillo pero no salió ni una bala en comparación a antes. – Parece que ya no puedo usarla.
- Supongo que esta arma me eligió como su dueña. – Comentó Olga, tomándola. – Debió reconocer mi latente poder mágico aunque debilitado y me proporcionará fuerza.
- … Humano. – Chloe miró a Osamu. – Dijiste que creaste esa arma desde cero ¿no? Haz otra.
- … Lo intentaré. – Osamu buscó imaginar otra arma para hacerla aparecer pero luego de un tiempo, no salió nada. – Es inútil, no puedo crearla.
- Parece que eres tu el inútil. – Comentó Chloe de forma venenosa.
- No es mi culpa… aunque recuerdo que la misma voz dijo que estoy en nivel 2.
- Supongo que no has desarrollado tu poder a toda su capacidad. – Comentó Olga. – Seguro conforme más experiencia tengas, podrás crear otras.
- Es una posibilidad… ahora que ya está confirmado que somos compañeros.
- Nada de compañeros. – Le interrumpió Chloe. – Eres un sirviente de Olga-sama.
- ¿Sirviente? Pero es más lindo y amigable decir compañeros, eso demuestra nuestro símbolo de unidad. – Comentó Osamu.
- No está mal. – Las palabras de Olga callaron a Chloe. – Como agradecimiento por esta arma, puedo permitir que me veas como una compañera, al menos hasta que arreglemos este embrollo, seremos compañeros con un enemigo en común.
- Así será. – Sonrió Osamu. – Este será el nacimiento de un nuevo equipo. – levantó su brazo, Chloe solo podía estar asombrada y enojada por el desarrollo de la situación. – Ahora tenemos que hacer lo próximo y es salvar las capitales ¿Qué está más cerca?
- Feoh, la capital dominada por la princesa Alicia Arcturus. – Respondió Olga. – Conociendo la distancia, seguro el bastardo de Vault querrá atacar ahí primero.
- Entonces no hay más duda, Olga, Chloe, hay que ir a Feoh. – Señaló Osamu al frente y empezando a caminar.
- ¡No llames a Olga-sama con familiaridad! – Fue la queja número quinientos de Chloe mientras lo siguió, por su parte Olga sonrió por debajo, la situación le era divertida.
- (Este humano es extraño para ser así de amigable con elfas oscuras como nosotras… pero siento que será una experiencia emocionante, además…) – Una sonrisa malvada cruzó su rostro. – Esos idiotas de Kuroinu se arrepentirán de haber intentado violarme…
El viaje de los tres daría comienzo, con planes en mente, ahora tenían un trabajo el cual llevar a cabo ¿Qué pasará durante ese rumbo? No sabían lo que podría acontecer, solo le esperaba a Osamu muchas cosas y aprendería lo duro que es aquel mundo.
Guest: Gracias por interesarte, espero te guste el desarrollo de la historia.
Debo decir, me impresiona el apoyo que ha tenido el primer cap, superó las cien vistas en poco tiempo y eso que pienso que la trama es básica, por lo menos desde mi punto de vista, sabiendo eso, tomé esto como una ocasión especial y subiré este segundo cap que hice, como ya vieron, se volverá Kuroinu con pistolitas porque cada chica tendrá su propia arma para usar, siendo Olga la primera, no gastaré tiempo en que aparezcan de repente, será al azar mientras se revela más de sus poderes de Osamu, ya hablando de eso ¿que armas piensan que son las más indicadas para chica? Eso podría darme ideas al respecto para lo que deseo desarrollar en ese aspecto, por ahora eso sería todo, nos vemos en el próximo cap. Saludos.
