Bala XXV
Luego de un tiempo de estar fuera, debido a que él estaba atendiendo negocios exteriores, Chang se alegraba de estar de regreso en Roanapur, nuevamente en casa.
Después de desperdiciar combustible al tomar unas desviaciones extras, Chang le ordenó a su chofer que se detuviera en un restaurante, ubicado justo en frente de Yellow Flag. Al bajarse del vehículo, ordenó a sus guardaespaldas que hicieran guardia en la entrara, y le pidieran amablemente a cualquier cliente que se largara a otro lado mientras él estuviera adentro.
Chang atravesó el restaurante, escaneando con la mirada para ver a quien no reconocía. Pero todos eran los mismos rostros de siempre; policías en su descanso para comer.
Chang se sentó en la mesa donde estaba uno de los tantos policías uniformados, pero la diferencia entre los demás, era que este policía tenía unas geniales gafas oscuras iguales a las suyas, y que lo estaba esperando.
De acuerdo, tal vez sus gafas oscuras no eran tan geniales.
"Chang.". -Saludó el hombre.
"Jefe Watsup.". -Dijo él, asintiendo. "¿Que noticias me tienes?"
"¿Directo al punto?"
"He escuchado algunos rumores que me han molestado un poco, así que sí, directo al punto."
Watsup se encogió de hombros y dio un sorbo a su taza de café. "Ayer las cosas se calentaron un poco por aquí, pero yo tampoco se mucho. La cosa es, ayer envié unas patrullas a Little Pidgeos cuando llamaron a la estación para informar sobre un posible tiroteo en el lugar."
"¿Eso quiere decir que no pasó?"
"Oh, sí que pasó.". -Dijo Watsup, riendo. "Pero mis muchachos no pudieron entrar, porque se encontraron a unos jodidos rusos sacando unas bolsas de plástico de tamaño familiar, ¿me entiendes?"
'Ah, Balalaika.'. -Pensó Chang, asintiendo.
"Así que, después de que esos rusos mandaran a la mierda a mis muchachos.". -Continuó Watsup. "Decidí esperar una hora más para que ellos terminaran de sacar la basura y así poder ir a hacerle una visita a Rowan para que me explicara que carajos estaba pasando. Pero cuando pude hablar con él, ese bastardo se hizo el tonto y negó que hubiera pasado algo. Rowan hasta limpió el lugar, pero se le olvidó que los agujeros de bala y el olor a sangre no se pueden tapar fácilmente."
"Me sorprende que Rowan haya estado metido en medio de los asuntos de Balalaika.". -Dijo Chang, encendiendo un cigarrillo. "¿No era que a ese tipo no le gustaban los problemas?"
"Pues le gusten o no, los tuvo, y fue uno bien grande como mi barriga. Uno de mis muchachos identificó a una de esas bolsas de plástico…"
"Verrocchio."
"¿Ya lo sabias?"
Chang se encogió de hombros. "Te dije que oí rumores."
Sin embargo, no se esperaba que Balalaika estuviera involucrada, ni que ella hubiera matado a Verrocchio. Y él tampoco se esperaba que Roanapur estuviera tan tranquila y sin tensión en el aire, cuando lo normal sería recibir un disparo solo andar caminando por la calle.
Chang se había apresurado en regresar con la intención intervenir en una guerra y detenerla, pero afortunadamente no fue necesario. Aunque él lo encontraba raro, mentiría si dijera que no estaba aliviado por eso.
Inconsciente de la catástrofe que pudo haber ocurrido, Watsup resopló. "Entonces, seguramente también oíste sobre esos montones de coreanos masacrados."
"…coreanos? No sabía que hubiera coreanos aquí en Roanapaur."
"Bueno, no coreanos exactamente. Ya sabes, hablo de la versión china de ustedes los chinos."
"Oh…ohh, te refieres a los japoneses."
"Sí, los Makuzas."
"Yakuzas."
"Lo que sea. ¿No sabias sobre esa mierda?". -Chang negó con la cabeza, Watsup chasqueó su lengua. "Bueno, ahora lo sabes. No sé si fue esa perra rusa o el italiano bastardo, pero ayer alguien mató a un montón de esos Yakuzas a lo largo y ancho de la jodida ciudad, y mi gente tuvo que estar limpiando todo ese desastre. Además, después tuve que repartir aumentos de sueldo y vacaciones pagadas para evitar que estos cabrones corruptos no hicieran el jodido papeleo, y así evitar que me echaran de una patada en el culo."
Todos los policías del lugar, ya que Watsup y Chang hablaban con su voz a volumen normal, se voltearon a verlo y soltaron quejas.
"Oh, ¿niegan ser unos cabrones corruptos? Entonces, ¿rechazan el aumento de sueldo y las jodidas vacaciones pagadas?". -Preguntó Watsup. Nadie le respondió. "Eso imaginaba, cabrones corruptos."
Chang pensó Watsup también era un cabrón corrupto, pero se mantuvo en silencio mientras el jefe de policías daba otro sorbo a su café.
Él tambien pensó que era extraño que Balalaika buscara pelea con grupos tan pequeños, y lo mismo se aplicaba al ahora difunto Verrocchio, pero no compartió esas dudas con Watsup, porque a ese hombre no le importaba en lo absoluto. Al cabrón solo le importaba que no le causaran problemas innecesarios con los negocios ruidosos, o que al menos lo hagan en las sombras, y que tuvieran listo un gran soborno para él.
Que Watsup haya aceptado reunirse con él para hablar un poco, en plena luz del día y a la vista de todos, indicaba que ninguna de esas tres cosas se había cumplido, y que él estaba cabreado.
Y si Watsup estaba cabreado, eso significaba que nadie podía hacer negocios ruidosos en la ciudad por una buena temporada, lo que también cabreaba a Chang. Él tendría unas cuantas palabras con Balalaika, y con el nuevo líder de los Visconti, sobre la discreción a la hora de realizar sus negocios.
O en todo caso, a no ser tacaños a la hora de soltar un soborno.
"Mis disculpas, jefe Watsup, todo ese desastre no volverá a ocurrir.". -Dijo Chang finalmente. "Después te enviaré una compensación por las molestias."
"Pues más te vale.". -Advirtió Watsup. "Y te lo dejaré claro, a cualquier hijo de perra que vaya causando alborotos por ahí, lo meteré en la cárcel. O le meteré una bala en el culo. O tal vez ambas cosas, y no precisamente en ese mismo orden."
"Venga, Watsup, yo no me he mandado ninguna cagada últimamente. De hecho, acabo de regresar a la ciudad."
"No me importa. Y si ya terminaste de confirmar tus rumores, me gustaría seguir disfrutando de mi- "
Watsup no pudo terminar de hablar, porque repentinamente y sin explicación alguna, Yellow Flag voló en pedazos debido a una gran explosión. La onda expansiva fue lo suficientemente fuerte como para sacudir la cafetería donde ambos se encontraban, derramando comida, café y maldiciones por doquier, y rompiendo los cristales de la ventana.
Luego de levantarse, ya que él y Watsup se habían tirado al suelo para cubrirse ni bien se produjo la explosión, y sin haber soltado el cigarrillo de su boca, lo cual era toda una proeza, Chang se acercó hasta la destruida ventana y dirigió su mirada hacia las ruinas de Yellow Flag.
Una espesa nube de humo negro se levantaba de los escombros, además de que había un pequeño incendio en marcha, mientras la gente se amontonaba para curiosear.
Chang se rascó la cabeza. "Vaya… ¿Acaso cayó un jodido misil o qué?"
Luego del incidente con el RPG, los gemelos terminaron de inspeccionar el arsenal y finalmente eligieron sus armas. Gretel había elegido un rifle automático bastante grande y de aspecto pesado. Un M1918, como lo había llamado el sacerdote Rico. Hansel había optado por elegir unas cuantas pistolas más pequeñas, y un hacha de aspecto temible.
"Tengo que preguntar.". -Dijo Eda ante la elección de los niños, porque, aparentemente, Rock y Revy no tenían intenciones de hacerlo. "¿Ustedes dos saben usar esas cosas?"
Los gemelos se voltearon a verla.
"No.". -Dijo Hansel con franqueza. "Pero uno no aprende si no práctica primero."
Él agitó descuidadamente el hacha un par de veces, que hizo un sonido metálico 'vrnn' al cortar el aire. Eda lo miró con sus labios apretados. "Siento pena por la cosa, o persona, con la que tienes intención de practicar."
"¿Dónde está ese sacerdote?"
"¿¡Piensas usar a Rico!?". -Exclamó Eda. Desde una distancia prudente, ya que todavía tenía miedo de los niños, Rico se señaló a si mismo con una expresión de horror en su rostro. "¡Sí, hombre, él quiere usarte como su muñeco de practica!"
"No planeo matarlo.". -Aclaró el niño. "Solo quiero cortar sus extremidades."
"¡Eso es peor!"
"No necesariamente.". -Intervino Gretel, luego de cargar a su nuevo juguete con una ronda de municiones. Ella no parecía tener ningún problema al levantar el arma y la recostó en su hombro de manera casual. "Se puede vivir sin brazos y piernas."
"Aunque si le saco sus ojos y oídos, él tampoco morirá.". -Señaló Hansel.
Eda se volteó a ver a su asistente. "¡Corre, estúpido!". -Rico dudó por unos instantes, pero finalmente obedeció. Sin embargo, momentos después, Hansel salió disparado hacia él con su hacha levantada. El niño tenía una sorprendente velocidad y en poco tiempo acortó la distancia entre ellos. "¡Corre más rápido, está detrás de ti!"
"¡Tú puedes, Hansel!"
"¡No lo alientes, mocosa bastarda!"
Rico aumentó la velocidad de su desesperada huida y comenzó a zigzaguear en un intento de despistar al niño, sin embargo, este lo seguía como un misil teledirigido. Al darse cuenta de esto, Rico terminó ingresando a la iglesia a través de una ventana, rompiéndola en el proceso, con la intención de ocultarse en algún lugar. Eso le dio unos segundos de ventaja, pero Hansel continuó siguiéndolo muy de cerca.
Eda observó todo con la mirada ausente. A su lado, Gretel soltó una pequeña risa. "Descuida, mi hermano no matará al sacerdote, él solo está jugando.". -Dijo ella.
"Que divertida manera de jugar."
"Lo sé."
"Estaba siendo sarcástica."
"Eso también lo sé.". -Replico Gretel, sonriéndole maliciosamente. "Ahora, ¿puedes traerme unos blancos para practicar, o prefieres que te usé a ti como uno? Pero te lo advierto, hace tiempo que no usó un arma grande y mi puntería puede estar un poco floja."
"Te traeré unos cuantos enseguida.". -Respondió Eda, sin dudarlo. Ella no era lo suficientemente curiosa para saber si la niña estaba bromeando o no.
"Chica lista..."
"No suenes tan decepcionada!"
Luego de que Eda le entregara a Gretel unos blancos para que ella pudiera practicar con su arma, la hermana regresó hasta donde estaban Rock y Revy y se dejó caer en uno de los asientos, exhausta. Dichos asientos los había traído Rico, momentos antes de ser atacado por Hansel, junto con unas bebidas frías.
Todo bajo las órdenes de la hermana. Ella había llamado a Rico su 'asistente', pero lo trababa como un esclavo.
Rock no pudo evitar sentirse mal por el sacerdote, ya que, al llegar repentinamente a la iglesia, él y Revy habían aumentado su carga de trabajo…además de que ahora él se había convertido en el blanco de las bromas pesadas de los gemelos.
"¿Como es que ustedes dos pueden estar tan tranquilos alrededor de esos mocosos?". -Dijo Eda, abriendo una lata de cerveza para luego darle un largo trago. Ella eructó. "Son aterradores."
"Me he acostumbrado a ellos.". -Contestó Rock. "No son tan malos una vez que los conoces bien."
"Cierto.". -Dijo Revy, también con una lata de cerveza en la mano. A pesar de ya haber obtenido su reembolso, ella no parecía tener intenciones de irse de la iglesia. "Son peores."
"Oye, a Gretel le caes bien. Y Hansel todavía no ha intentado matarte, así que creo que él te soporta.". -Dijo Rock.
"Y se supone que eso debe hacerme sentir mejor?"
"No, solo estoy contando los hechos.". -Replicó él, recibiendo un codazo de ella.
"Muy gracioso.". -Gruñó Revy.
"En cualquier caso, Hansel y Gretel no mataran a nadie a menos de que sea necesario…". -Rock se volvió a encoger de hombros. "O que se aburran, así que es completamente seguro estar alrededor de ellos."
"Eso no parece nada seguro para mí.". -Señalo Eda, frunciendo el ceño.
"Nunca dije que fuera seguro para alguien que no sea yo.". -Replicó Rock, con leve arrogancia.
Tanto Eda como Revy pusieron los ojos en blanco, y luego intercambiaron miradas. "Este tipo me hace cabrear.". -Dijo la hermana.
"Lo sé, a mí también. Creo que esa es la única habilidad que tiene."
"Que habilidad tan inútil. Por cierto, ¿Hace cuanto pescaste a Fish?"
"Su nombre es Rock, no se lo cambies.". -Contestó Revy, señalándola con un dedo para subrayar ese punto. "Y lo secuestré el mes pasado, creo, no lo recuerdo bien. Pero como nadie quería pagar por él ni siquiera un centavo partido a la mitad, decidí quedármelo como mascota."
"Vete a la mierda, Revy.". -Dijo Rock.
"Oye, oye, esa es mi línea. No inviertas nuestros papeles… me hace sentir rara."
Eda asintió un par de veces luego de oír la pequeña historia. "Ya veo, lo entiendo. Al ver que lo único que él tenía de valor era su buen culo, lo secuestraste.". -Eda levantó su pulgar a modo de aprobación. "Bien hecho."
"No la felicites.". -Gruñó Rock.
Revy también levantó su pulgar. "Gracias."
"Y tu no le agradezcas!"
Sin embargo, Eda y Revy parecían estar divirtiéndose demasiado como para prestar atención a sus quejas. O tal vez ellas lo hacían pero no les importaba. Ambos casos parecían igual de probables.
"De todas formas, él no se ve tan rudo como para llamarse Rock.". -Dijo la hermana, cambiando repentinamente de tema. "No hay tatuajes, no hay músculos, no hay armas… él es un tipo ordinario."
"Oye…". -Volvió a quejarse Rock, pero fue ignorado.
"Eh… supongo que tienes razón, pero, aun así, no me gusta que lo llames Fish.". -Revy hizo una mueca. "No le queda."
"Puedo pensar en otro nombre…como Rosh."
"¡Suena horrible!". -Exclamó Revy con una sonrisa en su cara, tal vez al encontrarlo entretenido, ella ahora parecía estar bien con la idea de cambiar los nombres. "Que tal Roshi?"
"Demasiado genial.". -Rechazó Eda con un pulgar hacia abajo, pero también sonriendo. "Debe ser un nombre ordinario, ya sabes, para un tipo ordinario."
"Croshi entonces.". -Corrigió Revy.
"Qué diablos? Eso lo hace sonar como si él fuera un personaje de algún videojuego."
"Es que su nombre solo tiene cuatro letras, y el otro también, así que las opciones son muy limitadas."
"De acuerdo, probemos con…Fosh."
"… ¿Que es él, un efecto de sonido?"
"Hmm…entonces, supongo que Rock debería estar bien. Es sorpresivamente adecuado para él, quiero decir, no puedo pensar en algo más ordinario que una roca.". -Declaró Eda, con Revy asintiendo un par de veces al estar de acuerdo.
"Está bien, está bien, ¡Creo que fue suficiente!". -Dijo Rock. Él no tenía intención de intervenir, porque era consciente de que, si lo hacía, solo generaría más burlas hacia él, pero ese último comentario fue especialmente doloroso. "Fue Dutch quien eligió el nombre, no yo, ¿de acuerdo? Nunca tuve la intención de hacerme el tipo genial o algo así al llamarme Rock, solo acepté el nombre."
"¿De verdad?". -Eda alzó una ceja y volteándose a verlo. "¿Cómo es tu nombre verdadero entonces?"
"Okajima Rokuro."
"Ya veo…Rajukoi."
"No los mezcles!". -Exclamó él, causando una risa en ambas mujeres.
Rock soltó un cansado suspiro. ¿Cómo pasó Eda de mostrar preocupación por los gemelos, a estar interesada en cambiar su nombre? Y lo peor era que Revy le seguía la corriente. Este nuevo dúo era demasiado para él y no era capaz de seguirles el ritmo.
Afortunadamente para él, Hansel regresó unos minutos más tarde e informó que no pudo atrapar al escurridizo sacerdote. Pero él juró sobre atraparlo la próxima vez que lo viera. Eda fue inteligente y no perdió tiempo al entregarle un muñeco de prueba para que el niño pudiera practicar.
Y para que él no decidiera usarla como reemplazo de Rico.
Así que, luego de que los niños estuvieran satisfechos con sus nuevos juguetes, y después llegar a un acuerdo y pagarle a Eda, el grupo se despidió de la inusual hermana y finalmente salió de la iglesia Rip off.
A Revy le fastidiaba un poco actuar de chofer, pero como ella realmente no tenía nada más que hacer, accedió el pedido de Rock y lo llevó a Yellow Flag junto con los niños. Y Rock le debía unas tres cervezas si mal no recordaba, así que ella no encontró ninguna razón para negarse a su pedido.
Además, ella tampoco quería ver a Dutch en estos momentos.
Revy podía entender que él se hubiera cabreado por la cagada que ella se mandó el otro día, pero no podía perdonar que él hubiera devuelto la minigun como castigo. Y lo peor de todo, era que ella solo la había usado una sola vez.
En cualquier caso, el grupo se dirigió a Yellow Flag… solo para toparse con que el bar estaba hecho pedazos.
"No fue una fuga de gas.". -Dijo Bao, luego de que Revy le preguntara que diablos había pasado. Bao negó con la cabeza. "Honestamente, no sé lo que ocurrió. El bar estaba cerrado en ese momento, así que no fue por culpa de un tiroteo. Y como yo estaba en el segundo piso con mis chicas, gracias a Dios que a ellas no les pasó nada o estaría arruinado, no pude ver que pasó. Fue como si alguien hubiera tirado una bomba."
'Ah.'. -Pensó Revy al recordar lo que pasó en la iglesia, y dirigiéndole una mirada a Rock. 'Aquí es donde cayó el jodido misil.'
Él también pareció darse cuenta, ya que se agachó un poco su cabeza. "Lo siento…"
"¿Hmm?, ¿Por qué te disculpas, Rickson?"
"No… digo que lo siento por tu bar.". -Dijo él, corrigiéndose rápidamente. "Quiero decir, la reparación va a ser costosa, ¿cierto? Y mi nombre es Rock."
"Oh, sí, será una putada pagar la reparación…pero no para mí.". -Bao se encogió de hombros. "Ya me han llamado cinco conocidos míos ofreciéndose a pagar los gastos de la reparación del bar. Así que no te preocupes, solo estaré fuera durante unos días y luego podrás regresar a trabajar con normalidad."
"Lo siento…"
"¿Eh? ¿Qué le pasa a este idiota que se disculpa a cada rato?"
Revy le dio un manotazo a Rock en la cabeza, para indicarle que cerrara la boca. Bao podría no aparentarlo, pero él era un cabrón de cuidado. Si él se enteraba de que Rock y sus mocosos fueron los responsables de la destrucción de su bar, aunque Eda también tenía la culpa, Bao los colgaría a todos ellos en el puerto para que las gaviotas los matasen a picotazos.
Si es que él no los mataba primero.
"Entonces, ¿no hay ninguna bebida fría?". -Dijo ella para cambiar de tema. "Tengo sed."
"Hay un poco de meada en el retrete, pero esa esta tibia.". -Contestó Bao con acidez, señalando en dirección al baño. Curiosamente, el baño y el segundo piso fueron lo único que se salvaron del impacto del misil. "Por supuesto que no hay ninguna bebida, perra estúpida."
"Tu madre es una estúpida, además de una perra."
"Sí, tienes razón, mi madre era una perra estúpida que no sabía hacer ni siquiera un huevo frito. Pero eso no quita el hecho de que no hay bebidas.". -Replicó Bao.
Revy no dijo nada, solo parpadeó, porque no se esperaba ese tipo de respuesta. Sin embargo, al dueño del destruido bar no pareció importarle y continuó.
"Entonces, ya que están aquí abriendo la boca, ¿van a ayudarme a limpiar este desastre?"
Revy alzó una ceja. No es como si ella tuviera otra cosa que hacer, y no tenía problemas en hacer un poco de trabajo duro, pero el problema era que ella no pensaba hacerlo gratis. "¿Nos vas a pagar por eso?"
"No."
"Entonces...no."
"Ya veo, en ese caso, váyanse a la mierda."
Chang se paseaba frente al escritorio de Balalaika.
El hombre había llegado repentinamente, sin ningún tipo de aviso, y solicitó una pequeña reunión entre ambos. Balalaika estuvo de acuerdo, porque básicamente ese cabrón ya estaba ahí, además de que ella de todas formas quería hablar con él. Afortunadamente, Chang dejó de lado sus ridículas cortesías y fue directo al grano; él quería saber que carajos pasó ayer.
Balalaika se lo contó todo desde el inicio. Bueno, casi todo. Había unos pequeños detalles que Chang no necesitaba saber.
Luego de escuchar su historia, Chang comenzó a ir y venir frente a su escritorio, con sus manos entrelazadas detrás de su espalda. Él parecía uno de esos profesores que había pillado a sus alumnos haciendo una travesura, o un policía que estaba a punto de interrogar a su acusado.
La estupidez que estaba haciendo Chang era únicamente para agregar presión psicológica, y funcionaría bastante bien contra la mayoría de las personas. Pero no con Balalaika, y ciertamente no con sus hombres… a excepción de Boris.
El pobre sargento había desarrollado un severo trauma hacia Chang, debido a las bromas pesadas que él le hizo la última vez que ellos estuvieron frente a frente, así que probablemente él era más susceptible a ese tipo de ataques.
Era prácticamente un tabú entre los miembros de Hotel Moscú mencionar a Chang, porque Boris podría actuar de manea errática. Pero tener a Chang enfrente, era totalmente distinto.
Boris, como siempre, estaba parado al lado de su Kapitana y tenía su mirada fija en Chang…o eso parecía. En realidad, aunque el cuerpo del sargento estaba en la oficina, su mente se encontraba en un lugar muy lejano.
El sargento no estaba viendo a Chang, Boris estaba viendo a través de él.
Balalaika solo pudo poner sus ojos en blanco ante la inutilidad de su segundo al mando.
Entonces, mientras ella pensaba alguna manera de romper el trauma del sargento, Chang se detuvo y se volteó a verla. "Menuda cagada.". -Dijo él.
"Menuda cagada.". -Repitió ella. "Entonces, ¿Qué pasa?"
"No me digas 'que pasa?', como si no hubiera ningún problema, maldición. Mientras yo no estuve, un montón de Yakuzas mataron a otro montón de Yakuzas, hubo un jodido tiroteo en el club de Rowan, donde varios italianos murieron, incluido a su líder, y casi hubo una guerra civil entre pandillas… ¿en tan solo un día?"
"De hecho, fueron solo unas dos o tres horas.". -Corrigió Balalaika, cosa que dejó aun mas incrédulo a Chang. "Pero, aunque todo fue una cagada, al final se resolvió sin problemas."
"Es una jodida broma?"
"No, si fuera una jodida broma, ahora mismo estarías atrapado en el ascensor.". -Contestó Balalaika. "Tengo un botón aquí en mi escritorio que hace que el ascensor se detenga, así que, yo en tu lugar, usaría las escaleras a partir de ahora."
"…De verdad?"
"Eres libre de ir al ascensor a comprobarlo si lo deseas."
Chang la miró con sus labios apretados, y luego dirigió su mirada hacia Boris. "De acuerdo, escuchemos la opinión del pensador…"
"Chang…". -Advirtió Balalaika al adivinar lo que él estaba planeando.
Sin embargo, el otro hombre la ignoró. "¿Tu qué PIENSAS de todo esto, pensador?"
Boris se estremeció, y su mirada volvió a enfocarse, reflejando un profundo temor. "No… yo no quiero oír esa palabra."
"Ah, ¿PIENSAS que puedes negarte a responder?"
El sargento se acuclilló en posición fetal mientras se tapaba los oídos. "Basta!"
Chang claramente se estaba divirtiendo. "Por qué PIENSAS que me detendré?"
"¡Ayuda!"
"Suficiente, Chang.". -Cortó Balalaika, para evitar que el maltrato a su sargento continuara. Chang se rió entre dientes y, muy a su pesar, ella sonrió con diversión, aunque eso solo duró un instante. "No te dejé pasar a mi oficina para que dañes aún más la mente de mi sargento."
"Hnn, supongo que tienes razón. Aunque ya pensaba en retirarme-".-Boris soltó un chillido y Chang volvió a reír." ¿Qué es, Balalaika?"
"Dentro de unos días me reuniré con esos Japonskis de los que te conté. Y lo más probable, es que termine viajando una temporada a Japón con ellos para encargarme de unos negocios allí, así que no estaré en la ciudad en caso de que los demás lideres soliciten una estúpida reunión."
"Oh, ¿entonces pidiéndome que me haga cargo de todo mientras no estás? No tengo problemas con eso."
"No estoy cediendo mi territorio, el Hotel Moscú mantendrá su posición aquí en Roanapur". -Aclaró ella, para que él no se hiciera ideas tontas. "Mis negocios y operaciones se mantendrán con normalidad, simplemente estoy informándote que no estaré por aquí durante un tiempo."
Chang le restó importancia con un gesto de su mano. "Lo entiendo, lo entiendo. No te preocupes, vigilaré que nadie intente robar tu puesto."
"Mataré a cualquier hijo de perra que intente robar mi territorio, tu incluido."
Chang cambió su expresión relajada por uno severo. Su voz también se había vuelto más seria. "Balalaika, tu deberías saber mejor que nadie, que, si yo quisiera eso, ya estarías muerta… así que ahórrate tus ridículas amenazas, es aburrido para mi oír que todos me digan lo mismo."
Por un momento, Chang había mostrado al verdadero Chang. Sin embargo, ese intento de intimidación no afecto a Balalaika en lo más mínimo. "Solo estas intentado hacerte el genial."
"Siempre soy genial.". -Replicó Chang, volviendo a sonreír. "En cualquier caso, repito que no tengo problemas en hacerme cargo de la ciudad durante tu ausencia. Te desearía un buen viaje, pero espero que el avión en el que vas a viajar explote contigo adentro."
Balalaika se limitó a mostrarle el dedo del medio.
"Cuanta madurez…"
"Eso era todo lo que tenía que hablar contigo.". -Dijo Balalaika, manteniendo su dedo del medio levantado. "Ya lárgate de mi oficina."
Solo puedo decir, la calma antes de la tormenta.
