Bala XXXII
Luego de mantenerlos encerrados durante un tiempo, Watsup finalmente se cansó de tener que hacerse cargo de nueve prisioneros y decidió liberarlos a casi todos.
La mocosa que insistía en ser alguien importante, pero que Revy no conocía, tampoco es que le interesase hacerlo, y sus guardaespaldas estuvieron realmente felices de marcharse de Roanapur.
Revy esperaba que ella soltase algún tipo de promesa de venganza y cosas así, pero nada de eso sucedió.
Al parecer, la chica sufrió un gran golpe psicológico al verse en vuelta en tantas situaciones caóticas en tan poco tiempo y quedó traumatizada, por lo que ella estaría fuera de combate por algún tiempo. Aunque el jefe Chang había mencionado que probablemente no sería la última vez que ellos la vieran.
Pero eso le daba igual a Revy, porque ella no pensaba involucrarse más en los asuntos de él y esa mocosa.
En cualquier caso, Watsup liberó a de 5 de sus prisioneros y continuó con los demás…con la excepción de Chang. Él permanecería más tiempo a modo de ejemplo para los demás criminales que se creían intocables. En cambio, su guardaespaldas, Biu quien-sabe-qué, fue liberado.
Fue divertido y satisfactorio para Revy ver como ese tipo se marchaba sin mirar atrás, ignorando los gritos de indignación de su jefe.
En cuanto a Eda, la hermana Yolanda en persona fue a rescatarla de la estación de policías. Sin Eda para ocuparse de la tienda de armas, Yolanda ya no podía dormir hasta tarde después de darse sus usuales borracheras, lo que perjudicaba su salud(?).
Por lo que ahora mismo, Watsup y Yolanda estaban llegando a un acuerdo para liberar a aquella monja bastarda.
Entonces, con 6 prisioneros fuera, 1 que no saldría de su celda ni aunque fuera el fin del mundo, y 1 más que saldría dentro de poco, finalmente llegaría el turno de Revy…
Pero con su sueldo suspendido indefinidamente por el ultimo problema en el que ella se había metido… ¿Cuál era el punto de regresar al trabajo con Dutch y Benny?
Puede que a ella le gustase la acción y derramar sangre, pero su principal motivación para hacerlo, recibir dinero, se había esfumado. Y ella no ponía en riesgo su vida ni mataba gratis por nadie.
Tal vez por Rock, pero eso era un asunto diferente.
Y aunque al principio fue Revy quien más había exigido que le devolvieran la libertad, al final ella se acostumbró a la vida en esa pequeña celda. Ella tenía un techo sobre su cabeza y una cama para dormir, además de recibir comida y agua por parte de los oficiales de policías…sin la necesidad de mover ni un musculo.
Por supuesto, aquel agujero mal iluminado con olor a meada le hacía recordar algunos malos momentos de su pasado, pero no era ni de lejos el peor lugar donde había estado.
Así que, con todo eso en mente, Revy tomó la decisión de apoderarse de la sala de detenciones y volverla su nueva guarida. Solo tendría que esperar a que Watsup viniera a liberarla y le regresase sus armas.
"Estás demasiado tranquila y callada, Two Hands.". -Dijo Chang, desde algún punto de aquella sala. "Y eso solo significa que estás tramando algo estúpido y peligroso."
Revy se rió entre dientes. "Que bien me conoces."
"Entonces, chica, ¿Qué planeas?"
Revy dudó si debía revelarle su nuevo y desquiciado plan, ya que planeaba hacerlo en solitario y no quería arriesgarse a que Chang la traicionase para ganar el favor de Watsup. Pero, por otro lado, contar con un ayudante sería lo ideal.
Eda seria su principal opción ya que, aunque no baja su guardia con ella, Revy confiaba hasta cierto punto en esa tipa. Pero como Yolanda se la había llevado desde hace rato y no regresaba, era obvio que aquella perra holgazana ya era libre.
Y Chang era el maldito jefe Chang. Revy odiaba admitirlo, pero el hombre la superaba ampliamente en todos los aspectos. Si unían fuerzas, serian imparables.
'Y no creo que el cabrón de Watsup lo fuera a perdonar solo por fastidiarme mis planes.'. -Pensó Revy, decidiendo arriesgarse con Chang. ¿Cuál era el punto de estar vivo si no se corrían riesgos, por muy pequeños y molestos que fuesen?
"Una especie de golpe de estado, señor Chang."
"Eh? ¡Pero si te van a soltar dentro de poco!"
"Ese es el punto. No quiero irme, quiero quedarme. Tomaré el control de la estación de policías y la volveré mi nueva guarida, usando a los oficiales y al cabrón de Watsup como mis esclavos para nunca tener que trabajar otra vez."
"Tu plan es raro."
"La vida es rara.". -Replicó ella. "Entonces, ¿Estás dentro o no? Porque una vez que Watsup me libere, haré mi jugada. Si quieres sacar tu culo de aquí, esta será una buena oportunidad."
Se produjo una pausa, y por un momento, Revy pensó que al final él se echaría para atrás. Pero entonces, Chang soltó una carcajada. "De acuerdo, nena, hagámoslo."
'No es un mal negocio solo para matar el aburrimiento.'. -Pensó Balalaika una vez que Rock le contó los detalles de su plan de 'diversión'.
De hecho, era bastante simple; consistía en secuestrar a Kageyama, junto con sus socios más cercanos, para luego obligarlos a cederle una suma importante de dinero. Un típico secuestro extorsivo cliché, como lo había llamado él.
En el plan también estaba incluido robar los registros corporativos de su antigua empresa y básicamente cualquier cosa de valor que pudieran conseguir mediante la extorsión. Balalaika no tuvo ninguna razón para negarse a seguirle el juego, ya que, además de aliviar su propio aburrimiento, ella estaría sacando una buena ganancia de todo eso.
Siempre había compradores disponibles para los secretos corporativos.
"Me sorprendes que estés dispuesto a hacer algo como esto, Rock.". -Dijo ella. "Quiero decir, ¿qué clase de villano secuestra a un grupo de personas para luego extorsionarlas solo por diversión?"
"Tú lo haces, todo el tiempo.". -Replicó Rock, inexpresivo. "Y no me llames villano."
Y, sin embargo, ahí estaba él, contratándola para cobrarse venganza de su antiguo jefe y fastidiarle la vida. De acuerdo, el tipo intentó matarlo, pero eso no valía como justificación.
Aunque tampoco es que eso le importase a Balalaika.
Con frecuencia, ella era contratada para hacer cosas mucho peores.
"No todo el tiempo secuestramos personas con el fin de extorsionarlos. La mayoría de las veces, mis hombres y yo simplemente los torturamos hasta matarlos."
"¡Eso es incluso peor!"
"Además…". -Continuó Balalaika, sonriendo con diversión. "Mis hombres y yo somos ex militares que están mal de la cabeza."
"Creo que es bastante obvio que yo también estoy un poco mal de la cabeza…"
Balalaika abrió la boca para responderle, pero como lo que él decía era cierto, al final solo se encogió de hombros. "Entonces, ¿Hay algo más que quieras agregar?"
"Bueno, si eres del tipo paranoico, puedo darte una larga lista de cosas que pueden salir mal.". -Respondió Rock, sonriendo ante su mirada en blanco. "Aparte de eso, no. Eso sería todo. Los detalles que faltan pulir y todo lo demás te lo dejaré a ti, ya que eres la experta en este tipo de cosas."
Balalaika asintió, satisfecha por esa respuesta. Ya era irritante tener a un Japonski colgado de sus hombros, cuestionando sus decisiones y entrometiéndose su trabajo, ella no necesitaba a otro.
"De acuerdo. Pero antes de hacer algo, tengo que hacer unas cuantas llamadas y contactar a los altos cargos del Hotel Moscú para informarles que me desviaré un poco de mi agenda. Nada importante, solo es un aviso para que después ellos no sean un dolor de huevos para mí."
Rock ladeó su cabeza, un gesto que pareció haber imitado de sus mocosos. "No sabía que tuvieras jefes. Pensé que tú eras la líder del Hotel Moscú."
"En Roanapur, sí.". -Respondió Balalaika. "Pero la base de ese lugar solo es una célula, una de las tantas que hay alrededor del mundo. Y aunque cuento con un gran respeto y reputación, no pertenezco a los altos cargos del Hotel Moscú, ni tampoco deseo hacerlo. Ese círculo está repleto de gente inútil que, a diferencia de mí, no saben cómo hacer su trabajo."
"¿Quieres decir que hay más psicópatas rusos como tu dando vueltas por ahí?"
"No tan psicópatas como yo, ni necesariamente rusos, pero sí."
"Aterrador...". -Rock tuvo un escalofrió. "En cualquier caso, eso era todo lo que quería discutir contigo. Ahora, si no te molesta, buscaré a los niños y regresaremos al hotel. Fue divertido pasar el rato en un bar japonés después de tanto tiempo, pero tengo la cabeza un poco ligera por tanto sake. Además, Hansel y Gretel deben estar aburridos sin nada que hacer."
Balalaika resopló. "Escuché rumores de que los japoneses son buenos bebedores, pero si esa meada de hormiga es suficiente para dejarte mareado, entonces no debe ser más que un rumor exagerado."
"…El sake no es como ese combustible de avión al que tú llamas vodka, tarda en hacer su efecto. Pero dudo que seas capaz de sentirlo, porque apenas has mojado tu lengua desde que llegamos.". -Replicó Rock, mirando hacia otro lado y sacudiendo su mano como si espantara un mosquito. "Si te atrevieras a beber unas cuantas rondas, estoy seguro de que luego ni siquiera recordarías tu nombre."
"De verdad?". -Balalaika clavó un dedo puntiagudo en su pecho, un poco cabreada. Consciente o no, él había activado su interruptor competitivo. "¿Quieres apostar eso, amante del pescado crudo?"
"…"
Rock creyó que, ni bien se hubiese levantado de la cama, independientemente de que hora sea, buscaría rápidamente a Balalaika para retirar todo acerca de su plan de venganza y explicarle que eso no fue más que una broma, un delirio de un ex empleado resentido, alimentado por su borrachera.
Pero él no la había buscado, ni tampoco había cambiado de idea en cuanto al plan. En cambio, Rock estaba desayunando con los gemelos en la cafetería del hotel, bebiendo la taza de café más fuerte de la historia, manteniendo una de sus usuales conversaciones estúpidas con ellos.
"Entonces, alborotador…". -Dijo Gretel, sentado frente a él en la mesa que ambos compartían, mirándolo con indiferencia y una ligera dosis de desprecio. "Que tienes que decir sobre el incidente de anoche?"
Rock soltó un quejido de dolor. Él tenía varias heridas y moretones en su rostro, pero la verdadera causa de su sufrimiento era su fuerte resaca. "No fue mí culpa."
"Anoche te emborrachaste y te liaste a golpes con Balalaika, desatando una pelea masiva que destruyó todo un bar.". -Replicó la niña, inexpresiva. "Y cuando regresamos al hotel, contigo hecho un desastre, vomitaste sobre mi hermano."
"No fue completamente mi culpa.". -Corrigió Rock. "Lo que pasó fue que, cuando íbamos por la quinta ronda de nuestra competencia, Balalaika se atragantó con su bebida y se le salió por la nariz. Todos los que estábamos allí nos comenzamos a reír y…creo que fue en ese punto cuando ella se cabreó y comenzó a golpearnos a todos."
Gracias a la cafeína golpeando sus neuronas, él pudo encontrar algunas escenas de la noche anterior. Unas mesas volando, gritos de dolor y gente inconsciente tirada en el suelo. Rock intentó recordar toda la secuencia, pero su mente aún estaba nublada por los efectos del alcohol.
Puede que el trauma psicológico de ser atacado por una ex militar cabreada y ebria influyera en su bloqueo mental…
"Que hay sobre haber bañado en vomito a mi hermano?"
"Eso tampoco fue mi culpa. Fue la de Hansel por ser un blanco fácil.". -Luego de soltar su pequeña broma, él recibió unas patadas del niño por debajo de la mesa "Lo siento, vomitarte no fue a propósito, de verdad."
Hansel levantó la mirada de su desayuno, un té negro con unas rosquillas, para verlo. "No importa, pero preferiría que lo olvidaras.". -Él le dirigió una mirada ceñuda a su hermana. "Los dos."
Ella le dio unas palmaditas en su cabeza para calmarlo. "Me temo que es muy tarde para eso. Anoche tomé unas fotografías y las mandé imprimir para inmortalizar ese momento, pronto deberían de traérmelas."
Hansel apartó su mano, irritado. "Eres una idiota?"
"Son a color."
"¡Eres una idiota!"
Satisfecha con esa reacción, Gretel regresó su atención a Rock. "De todos modos, eso explica muchas cosas. Ahora entiendo por qué Balalaika también golpeó a sus hombres y no solo a ti. También debo admitir que fue genial verla haciendo volar por los aires a hombres del doble de su tamaño y peso, me gustaría aprender a hacer eso."
"Sí… eso no estará sucediendo, ya eres lo suficientemente aterradora sin saber hacer esa clase de cosas.". -Replicó Rock, para luego rascarse la barbilla, pensativo. "Aunque puedo hacer el intento y pedirle a Balalaika que te enseñe a ti y tu hermano algunas de sus maniobras…pero solo si ustedes dos dejan de hacer volar sus retretes."
Hansel soltó un suspiro resignado. "Ya veo, entonces no se puede hacer nada, es una pena…"
"¿Detenerte no es una opción?"
Gretel intervino, levantando un dedo. "Es imposible que él se detenga, después de todo, los retretes son los enemigos jurados de mi hermano."
"¿¡Y por qué un objeto inorgánico seria su enemigo!?"
"Oye.". -El gemelo varón le dio una patada a su hermana por debajo de la mesa, haciendo que ella soltase un quejido de dolor. "No vayas contándole a todo mundo esas cosas, es vergonzoso."
"¿¡Entonces era cierto!?"
"¡Vaya, tres replicas seguidas!". -Exclamó Gretel, acariciando la zona de su pierna que fue golpeada por su hermano. "Hoy estás de buen humor, ¿eh? No sé si sentirme feliz o preocupada, quiero decir, se necesitó una pelea y un bar destrozado para recuperar tu ánimo, Boss."
"Tal vez sea por la resaca.". -Señaló Hansel. "O por la paliza que le dio la Ruskie."
Rock puso sus ojos en blanco. "¿Por qué tus opciones me hacen ver como un masoquista?"
"Por qué eres uno?"
"¡Diablos, no! No estoy tan mal de la cabeza como para que me guste que me maltraten. Además, los golpes de Balalaika no son ningún juego, en serio duele."
"¿Entonces, a que se debe tu buen humor?". -Insistió Gretel, dirigiéndole una mirada interrogativa, acompañada por una ceja alzada. "¿O debemos suponer que en verdad se debe a que recibiste una paliza, señor masoquista?"
Rock se removió incomodo en su lugar, aunque odiara admitirlo, ellos tenían razón. Todas sus emociones estaban en buena forma, otra vez era él mismo.
Pero por supuesto, eso no tenía nada que ver con la paliza que recibió de Balalaika, sino por sus planes de venganza y por ser capaz de meterse en problemas una vez más.
"De acuerdo, les contaré en el nuevo lio en que me metí.". -Dijo Rock. "Anoche, antes de la pelea, Balalaika y yo tuvimos una charla- "
"Sobre tu masoquismo?"
"¡No, maldita sea, no es eso!". -Exclamó Rock. Los mocosos comenzaron a reír, claramente divertidos. "No interrumpan, este es un asunto serio."
"Aguarda un segundo.". -Dijo Hansel, una vez que Rock les reveló sus intenciones. "Si no recuerdo mal, esa perra bipolar a la que llamas Revy también intentó matarte en una o dos ocasiones, ¿cierto? Pero hasta ahora, en ningún momento has dicho o mostrado intenciones de querer vengarte de ella."
Rock se rascó la cabeza ante el buen punto del niño, él nunca lo había pensado de ese modo. Ni tampoco se le había ocurrido buscar venganza contra aquella pirata descerebrada.
"Uh, bueno, tienes razón. Pero Revy es la pistolera más temida de toda Asia, en cambio, Kageyama es solo un idiota que viste un traje costoso."
Hansel lo miró sin comprender. "¿Y qué?"
"La diferencia del nivel de peligrosidad de ambos es abismal, es sentido común ponerme del lado de la pistolera y atacar al idiota del traje."
"Excusas y más excusas. Yo solo veo un gran favoritismo allí."
"…No negaré eso."
"¡Esperen, ese no es el punto aquí!". -Exclamó Gretel, golpeando varias veces la mesa con su pequeño puño. "¿Por qué hiciste esa estupidez tan repentinamente, si hace poco nos pediste que nos comportemos? Además, le diste tu palabra a Anego de que no te meterías en problemas."
Rock se encogió de hombros. "Oops."
"No me vengas con esa mierda!"
A diferencia de la actitud despreocupada de su hermano, Gretel estaba visiblemente molesta. Pero lejos de preocuparse por eso, Rock estaba encantado, ya que ella rara vez se cabreaba y solía mantener la compostura durante gran parte del tiempo.
Obviamente, él no pensaba dejar pasar la oportunidad de meterse con ella un poco más. "Le dije a Revy que no buscaría problemas con Balalaika y los Yakuzas, pero este es un caso completamente diferente y sin relación entre sí."
"Eso es una mierda y tú eres un mentiroso."
"No es una mentira, es un vacío legal. Ya sabes, la letra pequeña del contrato."
Sus esfuerzos estaban siendo efectivos, ya que uno de los ojos de Gretel comenzó a temblar. "Y qué tal si te meto ese contrato por el culo?"
"Aww…eso suena como algo que diría Revy.". -Rock puso una mano en su pecho, fingiendo estar conmovido. "¡Dilo otra vez! ¡Y si puedes, también agrega un 'vete-a-la-mierda!'."
"Tsk! Este hijo de- "
"Ustedes dos, dejen de pelear por cosas estúpidas.". -Intervino Hansel, con sus ojos en blanco, cortando la discusión. "Y tómalo con calma, hermana, Boss y la Ruskie solo van a secuestrar a un montón de tipos con traje y corbata. No es la gran cosa."
"Y qué hay del hecho de que él esté volando directamente hacia una tormenta de mierda?"
Hansel se encogió de hombros. "No sería la primera vez. Y como dije, no es la gran cosa, nosotros hicimos cosas peores. De hecho, creo que nuestro contador de muerte debe estar alrededor de las 3 cifras."
Rock hizo una mueca al recordar el pasado tormentoso de los gemelos, lo poco que sabía al menos. Ellos no tenían ningún problema en hablar sobre las cosas que habían hecho antes de llegar a Roanapur, era él quien no tenía el estómago para soportar los detalles oscuros, por lo que evitaba mencionar ese tema.
"Por favor, no suenes tan orgulloso de eso."
"Y mis retretes asesinados deben estar alrededor de las 6 cifras."
"¿¡Por qué tantos!?". -Exclamó Rock, sin poder evitarlo ante la repentina y absurda información.
"Quiero un récord Guinness, Boss."
"Asesinando retretes!?"
"¿Desde cuándo lo llevas planeando?". -Preguntó Gretel, cortando su seguidilla de réplicas. Al darse cuenta de que Rock solo se estaba metiendo con ella, Gretel recuperó la calma. "¿Desde que llegamos a Japón? ¿Fue por eso que insististe tanto en involucrarte con esos Yakuzas en Roanapur?"
Rock negó con la cabeza. "Nah, no tengo la inteligencia como para preparar un esquema tan grande. Mi intención aquella vez era evitar que ustedes pelearan contra esos tipos y el psicópata de Matsuzaki. Y en cuanto a Kageyama… la idea de vengarme de ese cabrón la tengo en la cabeza desde el primer momento en que él envió a esos mercenarios a matarme."
"No pensaba que fueras del tipo rencoroso."
"Yo tampoco, niña, yo tampoco."
Ella y su hermano intercambiaron miradas por un momento, luego, Gretel regresó su atención a él. "Entonces, ¿Estás seguro? Balalaika estará muy molesta contigo si te arrepientes en medio de la operación y dices que solo fue una broma. Como mínimo, ella te dará una paliza y estará totalmente justificada."
"¿Alguna vez les he tomado el pelo?"
"Sí.". -Respondieron los gemelos al unisonó, inexpresivos. "Un montón de veces."
"Bueno, sí, pero no lo haría en algo como esto.". -Dijo Rock, observando su reflejo oscurecido en su taza de café. "Tampoco es que planeo matar a Kageyama, o torturarlo y cosas así. Mi intención es solo darle un buen susto a ese cabrón y quitarle dinero, que ni siquiera será para mí. Balalaika se lo quedará y así la deuda que ustedes tienen por destruir su hotel- "
"Guh!"
"Y los demás daños que ocurrieron después- "
"Ack!"
"¡Dejen de interrumpirme para hacer ruidos raros!". -Exclamó Rock. Pero a pesar de su regaño, él estaba divertido por las reacciones de los niños ante sus acusaciones. "En fin, sé que no es la mejor manera de hacerlo, y que seguramente nos traerá problemas en el futuro, pero es una buena oportunidad para librarnos de esa deuda de una buena vez, ¿no lo creen?"
Los gemelos nuevamente intercambiaron miradas, comunicándose telepáticamente(?). Entonces, Hansel se encogió de hombros, aparentemente, dejándole la decisión final a su hermana. Ella soltó un suspiro entre cansado y resignado.
"De acuerdo, pareces que estás siendo serio y decidido con esto. Y como tienes a esa psicópata rusa involucrada, el éxito está garantizado. Así que, aunque no me gusta…supongo que no puedo argumentar nada en contra."
"Gracias."
Gretel chasqueó su lengua con molestia. "No me lo agradezcas, bastardo persuasivo. Cuando regresemos a Roanapur, voy tener una larga charla con Anego para encontrar una manera de mantener a raya esa lengua de plata que tienes. Es igual de peligrosa que un arma."
"Entonces…". -Dijo esta vez Hansel. "¿Cuándo harás tú movimiento?"
Rock se encogió de hombros con aparente desinterés, pero por dentro estaba terriblemente aliviado de que ellos no estuvieran en contra de sus intenciones. Al menos no completamente. "Cuando Balalaika reciba la autorización de sus jefes, y cuando termine sus negocios con Bando. Así que supongo que será dentro de unos cuantos días."
Hansel sonrió. "Genial."
"…Mantente lejos de los retretes, por favor."
Una vez que Revy recupero la libertad y tuvo en su poder sus dos preciadas pistolas, ella procedió a tomar de rehén a uno de los oficiales que Watsup envió a soltarla, obligándolo a liberar a Chang, bajo la amenaza de volarle la cabeza a tiros si no obedecía sus órdenes.
Entonces, con el jefe Chang libre y con sus armas listas para la acción, ambos se lanzaron al ataque, desatando una autentica tormenta de balas por toda la estación de policías.
Por supuesto, ambos se contuvieron lo suficiente como para no matar a nadie, solo lastimando y asustando a los policías, ya que la intención no era matar a nadie, sino esclavizar a esos pobres hombres.
Los policías, siendo consciente de lo peligrosos que Chang y Revy eran con las armas y en combate, eligieron la opción de rendirse, porque nadie de la estación era tan loco o estúpido para iniciar una pelea a muerte con los dos pistoleros más peligrosos de Roanapur.
No con lo que Watsup les pagaba.
Además, Revy también les quitó la llave de la entrada principal y la llave de la armería, obteniendo el control total del edificio.
Así que, una vez que ambos estuvieron seguros de que la estación de policías fue conquistada, Chang se retiró del lugar para ocuparse de sus propios asuntos, dejando Revy a cargo para hacer lo que se le diera la gana.
Watsup y sus muchachos no pusieron resistencia sus ridículas demandas, ya que Revy les había desarmado durante el asalto inicial y les quitó el acceso a la armería. Ellos también pensaron que ese estúpido juego no duraría mucho y que ella se marcharía cuando se aburriera…
Pero se equivocaron. El juego ya llevaba casi una semana y no tenía señales de terminar pronto.
En pocas palabras, la estación de policías de Roanapur, el lugar más temido por todos los criminales de la ciudad, se había convertido en una especie de hotel de lujo para Revy.
Y los oficiales que trabajaban allí, ahora se dedicaban a llevarle comida y bebidas, así como a limpiar su celda de vez en cuando.
"Creo que ya te has divertido lo suficiente.". -Dijo Dutch, ingresando a la sala de detenciones y siendo acompañado por Watsup. Al parecer, ese cabrón había llamado a su antiguo jefe para que él interviniera. "Es momento de volver a la acción, nena. Llevamos días sin trabajar porque te la pasaste perdiendo el tiempo aquí."
"¿Ah? ¿Por qué tendría que salir de mi cómoda celda y romperme el culo para ganarme la vida?". -Respondió Revy, acostada en su cama mientras leía una de las tantas revistas que tenía. "Imposible, me niego."
"Ya basta de estupideces, tus habilidades se van a oxidar si sigues holgazaneando todos los días. Tengo unos cuantos trabajos de buena paga y que seguramente serán de tu agrado. "
La respuesta de Revy fue girar en su cama y darle la espalda.
"Oye."
"Voy a dejar esto claro, Dutch, ¿por qué crees que me juntaba contigo y el tarado de Benny? Pues para ganar dinero. Pero desde que decidiste cortar mi sueldo, ya no hay ninguna razón por la que tenga que soportarlos a ustedes dos. Lo que quiero decir, es que ya no trabajo para ti. Además, ¿Dónde está el problema si decido quedarme aquí sin hacer nada? No estoy molestando a nadie."
"¿Me estás tomando el pelo? Tomaste de rehén a una estación de policías entera y los convertiste en tus esclavos.". -Replicó Dutch. "Mira como dejaste al pobre jefe Watsup."
Ella dejó de lado su revista por un momento y se volteó a ver. Al lado de Dutch, un derrotado Watsup estaba de rodillas frente a su celda. Se notaba que el jefe había envejecido varios años en estos pocos días, producto de estar expuesto a una situación tan complicada y estresante… al menos para él y sus muchachos.
Revy lo estaba pasando de maravillas.
"Por favor.". -Dijo Watsup. "Por favor, vete de aquí."
"Oi, jefe, quiero que el almuerzo de hoy sea de arroz y que tenga pollo.". -Dijo Revy, ignorando su suplica y dándole una nueva orden. "Estoy cansada de comer fideos y carne."
Él la miró, esperanzado. "Si te traigo el almuerzo, ¿te irás de aquí?"
Revy nuevamente lo ignoró e hizo un gesto con su mano, como si estuviera espantando a un perro. "Mueve ese culo gordo que tienes y ve a traer mi comida. Y que sea rapidito, oficial, o serás tú el que tenga que limpiar mi retrete."
Dutch observó como el jefe de policías se marchaba a cumplir la orden, luego negó con su cabeza y centró su atención nuevamente en ella.
"Revy, lo que dije la otra vez sobre cortar tu paga fue una broma, por supuesto que te voy a pagar si trabajas conmigo y con Benny. Es más, prometo darte un aumento si regresas con nosotros."
"Si crees que vas a convencerme con esas palabras tan flojas, estás equivocado.". -Replicó Revy, inexpresiva. "¿Quieres que vuelve a trabajar contigo? Entonces quiero un maldito contrato, perra. Nada de suspender mi sueldo y de echarme la culpa por los futuros problemas que se nos van a venir encima. Además, quiero uno de tus riñones por si uno de los míos falla."
"Pero si ya tienes uno de Benny."
"Sí, pero nunca está de más hacer una copia de seguridad."
Dutch chasqueó su lengua y comenzó a refunfuñar. "Esta bastarda…siempre es una idiota, pero justo ahora se le ocurre ser ingeniosa."
Ella levantó su puño a modo de amenaza. "¡Eh, repite eso en voz alta si te atreves!"
Dutch pellizcó el puente de su nariz y cerro sus ojos, intentando reunir paciencia. "De acuerdo, cumpliré tus condiciones y tendrás tu maldito contrato. Solo saca tu trasero de aquí y regresa a trabajar, ¿quieres?"
Revy se rascó la cabeza. Si bien era cierto que su actual estilo de vida le resultaba muy cómodo, también estaba comenzando a aburrirse de ello. Así que, luego de soltar un suspiro, ella asintió. "Está bien, está bien, lo haré. Dejaré en paz a estos tarados y regresaré a la compañía Lagoon."
"Bien, porque como dije, tengo unos cuantos trabajos que- "
"Mañana.". -Ella nuevamente se acostó en la cama y retomó su lectura. "Ya tengo planes para hoy; después del almuerzo, pienso beber hasta marearme un poco y dormir hasta la tarde. Luego, cuando anochezca, iré al club de Rowan para ver a sus nenas bailar."
"…Eso es lo máximo que conseguiré de ti, ¿cierto?"
"Sí, no me presiones. Ahora lárgate, regresaré a trabajar mañana."
Después de recibir constantes ataques y severos daños a su grupo por parte de los soldados rusos, el líder de los Kousa finalmente tuvo suficiente y pidió tregua con los Washimine, por lo que Bando entró en acción y se ocupaba de ese asunto en estos momentos.
Gracias a eso, Balalaika tuvo más tiempo libre para finalmente comenzar con el nuevo negocio, luego de recibir la autorización de sus jefes, lo cual requirió una movilización de la mayoría de sus soldados hacia otro distrito de Tokio, cambiarse de hotel, etc.
Por supuesto, ella dejó atrás al sargento Boris junto con un puñado de sus Vysotnikis por si ocurría algún incidente con Bando y los Kousa, además de mantenerla informada.
Una vez que todo estuvo listo, Balalaika inició la primera fase del plan; ella envió a sus Vysotnikis a capturar una lista de personas que Rock le había proporcionado, entre los cuales estaban incluidos Kageyama y su jefe, el director de la industria Asahi.
Como Rock conocía la ubicación del hogar de su antiguo jefe, Kageyama fue el primero en ser capturado.
Los hombres de Balalaika llegaron por la madrugada, irrumpiendo en su hogar y sacándolo de su cama a rastras, obligándolo a subirlo a un auto para luego traerlo al nuevo hotel. Una vez que llegaron a su destino, los hombres de Balalaika lo llevaron hasta la planta alta del edificio y, mediante unos bruscos empujones, los soldados rusos metieron allí a Kageyama y lo dejaron encerrado en un cuarto.
Rock pensó que cualquier persona normal se habría reducido a una masa temblorosa si su casa fuera invadida repentinamente por un montón de hombres serios y de aspecto siniestro…además de ser secuestrado junto con toda su familia.
Pero según los soldados rusos, Kageyama, si bien se había mostrado confundido y molesto, mantuvo la calma en todo momento y no puso ningún tipo de resistencia.
Entonces Rock recordó que su antiguo jefe y sus socios también hacían negocios con la mafia, con algún grupo Yakuza, así que ellos probablemente estaban acostumbrados a este tipo de cosas, por muy repentinas y extrañas que fuesen.
Aun así, fue un poco decepcionante para él, ya que no pudo apreciar el miedo o el pánico en el rostro de ese bastardo.
Rock escuchó unas pisadas y se volteó para ver que Balalaika venia lentamente hacia él, con la barbilla baja, mirándolo con desaprobación. "¿Ya te estás arrepintiendo, Japonski? Tú sabias lo que vinimos a hacer aquí."
"No, no es eso, solo estaba pensando en que esto fue muy fácil.". -Dijo Rock, lo cual en parte era cierto. "Quiero decir, simplemente los secuestraste y ya está. Creí que necesitarías poner vigilancia o algo así para Kageyama y el director antes de hacer eso."
"No realmente, después de todo, somos una organización de tamaño considerable.". -Respondió Balalaika. "Fue solo cuestión de dividir a mis hombres en unos pocos escuadrones. Por supuesto, no pudimos encontrarlos a todos de inmediato, pero solo es cuestión de tiempo hasta que pueda atraparlos a todos."
"Esta va a ser una Pokedex realmente siniestra."
Balalaika frunció su ceño, sin comprender. "¿Que?"
"Nada, solo otra de mis pendejadas. Aunque…". -Ahora fue su turno de mirarla con desaprobación. "Secuestrar a familiares de estos tipos no estaba incluido en el plan."
Ella se encogió de hombros ante su acusación, restándole importancia. "Secuestrar a los familiares de una persona a la que planeas extorsionar es una regla básica. Un buen incentivo para que un hombre coopere, es mostrarle los dedos cortados de su hija."
Rock no sabía si ella estaba bromeando o no. "Me preocupan tus pasatiempos, Balalaika."
"Aunque meter una engrapadora en la boca de alguien y grapar el interior de su mejilla también sirve para hacerlo cooperar."
"No creo que alguno de estos tipos sea un medio-vampiro, y tú no eres lo suficientemente Tsundere para portar una engrapadora, así que me temo que esa sugerencia también debe ser rechazada."
"…No entendí la mitad de lo que dijiste, pero es irritante que siempre tengas una respuesta para todo, aunque generalmente sea una respuesta estúpida."
"Hacer cabrear a las personas es mi pasatiempo favorito."
Balalaika resopló molesta y Rock sonrió con diversión. Había adivinado bien, y en el proceso había obtenido una pequeña victoria, Balalaika solo se estaba metiendo con él… a su retorcida manera. Parecía que ella había relajado su actitud hacia él lo suficiente como para intercambiar bromas, lo cual antes hubiera sido impensable.
"De todos modos.". -Prosiguió Balalaika, aparentemente rindiéndose ante la idea de molestarlo. "Estaba a punto de ir con Kageyama y su jefe- "
"Él se llama Tadakatsu.". -Interrumpió Rock. "Honda Tadakatsu."
"Oh, es bueno saberlo. Es un poco fastidioso referirme a él como director.". -Ella negó con la cabeza. "Me hace sentir como si otra vez fuera una maldita colegiala."
Involuntariamente, Rock tuvo una visión de cómo luciría ella durante su adolescencia y vestida con un uniforme de secundaria. Él la encontró un poco linda y no tan siniestra.
Aunque para su gusto, la Balalaika adulta era mejor. A ella le quedaba bien el rol de una profesora severa, con una camisa blanca un poco desabotonada, una falda ajustada y unas medias negras envolviendo sus largas y bien torneadas piernas…
"No, no es cierto, solo estoy bromeando.". -Dijo él, intentando borrar de su cabeza esa imagen rara y particularmente sexy. "¿Pero no crees que ese nombre no suena genial?"
"… ¿Estás buscando que te golpee, bastardo?"
'Ohh, suelo resbaladizo.'. -Pensó Rock, con un leve toque de pánico.
Ya que Ginji y Revy no estaban disponibles en estos momentos, y los gemelos eran bastante difíciles de hacer cabrear, ahora le tocaba a Balalaika ser el nuevo blanco de sus pendejadas. Pero como Rock acaba de empezar con el divertido y peligroso juego, no sabía hasta qué punto podía presionarla sin correr riesgo de ganarse otra paliza.
La última fue especialmente dolorosa y, por mucho que los gemelos insistieran de lo contrario, él no deseaba repetir esa experiencia.
"Entonces…". -Dijo Rock, haciéndose el tonto y tratando de regresar al punto principal. "¿Qué era lo que estabas diciendo?"
Afortunadamente, Balalaika pareció recobrar la calma. "Como dije, estaba por hablar con el director de tu empresa para explicarle la situación. Pero como tu antiguo jefe también está allí…". -Ella sonrió con malicia. "Pensé que tal vez te gustaría hablar a solas con él."
Rock no pudo evitar que sus ojos se desviaran por un momento hacía el pasillo del hotel, que llevaba hacia el cuarto donde su antiguo jefe estaba encerrado.
Entonces, él regresó su atención a Balalaika. "De acuerdo, hablaré con Kageyama."
"Por supuesto, no tienes que hacerlo si no lo deseas. Es solo una sugerencia cargada de malas intenciones."
"¿Realmente necesitabas añadir esa aclaración?". -Rock resistió la necesidad de poner sus ojos en blanco y mantuvo su seriedad. "De todas formas, quiero hacer esto. Quiero ver la cara de idiota que pondrá ese tipo al ver que regresé de los muertos para joderle la vida."
Balalaika se rió entre dientes. "Buena respuesta. Vamos, ellos nos están esperando."
Luego de un corto trayecto a través de un pasillo, ambos ingresaron donde Kageyama y su jefe estaban encerrados. Balalaika les había pedido a los empleados del nuevo hotel que ellos preparasen la habitación más grande disponible para poder tener unas cuantas reuniones allí, por lo que el cuarto contaba con una amplia mesa, sillas y unos cuantos sillones.
Kageyama, vestido únicamente con un pijama, estaba sentado rígidamente en una de las sillas, con sus dedos tamborileando sobre la mesa en un gesto de impaciencia o irritación. Él se volteó a verlos cuando ambos entraron.
Por otro lado, su jefe estaba vestido con su típica ropa de trabajo, ya que, a diferencia de Kageyama, él fue capturado cuando se dirigía a trabajar y no en medio de la noche. El director observaba la ciudad a través de la ventana y también los se giró a verlos.
Él estuvo a punto de decir algo, pero Kageyama lo interrumpió al ponerse de pie y ser el primero en hablar. "Me sorprende verla otra vez, señorita Balalaika."
"Oh, me alegra que me recuerdes.". -Dijo ella, sonriendo. "Eso me ahorra mucho tiempo."
Kageyama hizo una mueca. "Tienes un rostro difícil de olvidar."
Balalaika pasó distraídamente un dedo por una de sus cicatrices de quemadura. "Sí, eso me han dicho."
"¿Y bien, de que se trata todo esto? Creí que habíamos terminado nuestros negocios después de aquella vez."
"Sí, bueno, en realidad esto se trata de otro negocio.". -Balalaika pasó uno de sus brazos sobre los hombros de Rock y lo obligó a dar un paso al frente. Solo ahí él se dio cuenta de lo rígido que estaban sus piernas, se había quedado inmóvil cuando entró al cuarto. "Pero eso lo discutirás con este tipo. Yo y el director de nombre desconocido hablaremos en otro lado."
"Yukimura.". -Dijo el director, inexpresivo. "Soy Yukiruma Sa- "
"Eso será suficiente.". -Lo interrumpió Rock, por fin reaccionando, sacudiendo su mano en un gesto de irritación. "Los nombres de los personajes secundarios son irrelevantes. No tendrás gran participación en esto, o morirás más tarde, así que tu nombre da igual."
"Disculpe?"
"Camine, director, o unos soldados rusos nada-amables vendrán a sacarlo a arrastras."
El director intercambió miradas con su subordinado, pero este se limitó a encogerse de hombros. Entonces, acompañado de un suspiro cansado, él obedeció la orden. Antes de salir de la habitación, Balalaika le dio una palmadita en el hombro a Rock.
"Que te diviertas."
Una vez que ella se fue, Rock y Kageyama quedaron a solas.
Rock pensó que estaría feliz de por fin estar cara a cara una vez más con el cabrón de su antiguo jefe. Sin embargo, lo único que sentía ahora mismo era un nerviosismo que le recorría todo el cuerpo, junto con la incómoda sensación de algo apretándole el pecho.
"Bonita pijama.". -Dijo Rock, señalándolo. "Donde puedo conseguir una igual?"
Fiel a su costumbre, él no pudo evitar decir una estupidez para intentar despejar el ambiente tenso, obviamente fracasando. Pero lo bueno era que su voz no lo traicionó. No salió aguda ni temblorosa, fue normal.
Kageyama, cruzado de brazos, lo observaba desapasionadamente, con su clásica cara de póquer, como si estuviera viendo a un insecto arrastrándose en su escritorio. "Quién diablos eres tú?"
"…Estás bromeando? Sé que ha pasado un tiempo, pero tampoco fue tanto."
"Yo rara vez bromeo.". -Replicó Kageyama. "También tengo muchas cosas importantes con las que lidiar día tras día, por lo que no puedo recordar a toda la gente insignificante con la que me cruzo. Entonces, ¿Quién diablos eres tú?"
Así que…mientras que él nunca se había olvidado del día en que lo desecharon como si fuese una basura, ese bastardo ni siquiera lo recordaba. Su incredulidad rápidamente fue barrida por una oleada de ira contra aquel hombre despreciable y traicionero.
Pero Rock rápidamente controló sus emociones, descartando la tentadora idea de saltar sobre él y darle una paliza.
La violencia, si bien unas pocas veces fue necesaria, nunca fue su estilo ni gusto. No, la humillación que sufría Kageyama al ser secuestrado y verse obligado a vestir solo un pijama era mucho más satisfactorio.
Eso y que pronto él sería sometido a las exigentes demandas de Balalaika.
Rock caminó hacia la mesa y se sentó en el borde mientras su antiguo jefe lo miraba fijamente. Él también lo miró, haciendo un esfuerzo para desafiar la mirada del otro, para atreverse a derrotarla. Kageyama rompió el punto muerto, sus ojos fueron los primeros en apartarse.
Rock empezó a relajarse y a sentirse mejor.
"Soy Okajima Rokuro, al que le asignaste la tarea de transportar un disco repleto de tus mierdas ilegales. Y al que después quisiste matar usando unos mercenarios para destruir ese jodido disco. ¿Eso refresca tu memoria, o debo partirte una silla por la cabeza para hacerte recordar?"
"Ah… Okajima.". -Kageyama asintió distraídamente, sin preocuparse por la amenaza. "Sí, claro, ahora ya lo recuerdo. El idiota que se dejó secuestrar y que perjudicó la reputación y la imagen las industrias Asahi."
"Ese mismo.". -Rock le ofreció una sonrisa torcida. "Apuesto a que nunca esperaste que volviera para patearte el trasero."
Kageyama puso sus manos en los bolsillos en un gesto informal, intentando parecer despreocupado…pero el efecto disminuyó bastante debido a su rostro amargado y al hecho de estar usando un pijama. Rock no pudo evitar reírse entre dientes ante esa imagen tan absurda, irritando a su antiguo jefe.
"¿De qué se trata todo esto, Okajima?"
Por un momento, él pensó en contarle detalladamente los planes de Balalaika, pero luego cambió de opinión y se lo dejó sin rodeos. "Esto es un secuestro extorsivo cliché."
"¿…Me estás tomando el pelo?"
"Lamento decirte que no.". -Dijo Rock, con un tono de voz que indicaba todo lo contrario. "Tus socios pronto también serán secuestrados y luego, junto contigo y tu jefe, tendrán que hacer una bonita inversión al Hotel Moscú. Y si no obedecen las demandas de Balalaika, entonces todos ustedes tendrán que comerse los dedos cortados de sus familiares en el desayuno."
Kageyama mantuvo su rostro inexpresivo, pero su frente se cubrió por una leve capa de sudor. Si él sentía miedo u pánico al comprender su difícil situación, Rock pensó que ese cabrón sabía esconderlo muy bien.
Entonces, Rock sintió una repentina punzada de culpa.
Involucrar a la familia de este hombre, ni de los demás, nunca estuvo en el plan original, pero como Balalaika ya los tenía en su poder, no tenía sentida discutir con ella sobre eso.
Ella no los iba a liberar por mucho que él se lo pidiera, además, como ya lo había mencionado antes, Balalaika quería usarlos como incentivos para hacer cooperar a Kageyama y a los otros. Rock solo esperaba que eso no fuese necesario.
No quería esa sangre en sus manos.
"Que ridículo.". -Dijo Kageyama finalmente, sacudiendo su cabeza en señal de desaprobación. "¿Qué te prometió esa mujer, una parte de todas las ganancias? Ella te matará en cuanto consiga lo que quiere."
"Para solo haber hablado con ella unas pocas veces, sí que la conoces bien.". -Replicó Rock. "Pero ese no es el caso… probablemente, ya que no tengo interés en tu dinero. Ella es la que se quedará con todo el botín, yo estoy participando en esto simplemente porque quería joderte la vida, tal y como tú lo hiciste conmigo."
"De modo que esto se trata de una estúpida e infantil venganza, ¿eh? Y supongo que aquella prostituta rusa aceptó colaborar contigo para beneficiarse."
"Así es, chico listo.". -Rock sonrió con frialdad. "En pocas palabras…estás jodido, perra."
"Eso salió bien.". -Dijo Balalaika, estirándose un poco después de estar tanto tiempo sentada una vez que salió de la celda temporal de sus rehenes, acompañada por Rock.
A lo largo del día, más y más Vysotnikis fueron apareciendo en el hotel, escoltando los confundidos, asustados, e incluso enojados, socios de Kageyama marcados por Rock.
La habitación que funcionaba a modo de celda se fue llenando poco a poco, y, para cuando llegó la hora del almuerzo, todos los objetivos fueron capturados.
Así que después de entregarles comida, y sintiendo gran satisfacción al ver como muchos de ellos registraban el contenido de sus comidas para ver si encontraban dedos humanos, Balalaika procedió a explicarles a sus rehenes los motivos por los cuales fueron secuestrados.
Y como la mayoría de esos tipos solo hablaba japonés, Rock tuvo que estar presente para encargarse de traducirlo todo.
La reunión tal vez fue un poco larga para su gusto, ya que Kageyama, su jefe y sus socios pidieron algunos minutos para discutir en privado y cosas así. Pero después de debatir durante un rato, ese grupo aceptó las demandas de Balalaika y acordaron cumplirlas luego de que ella les diera una cifra 'razonable'.
Aunque no es como si ellos hubieran tenido la opción de negarse.
"Puede ser.". -Comentó Rock, acompañándola por el largo pasillo del hotel. "Pero considerando el desfase temporal que suelen tener las tormentas de mierda en las que estoy involucrado, esa parte donde todo empeora repentinamente y de manera absurda, aun no podemos relajarnos."
"Supongo que tienes razón."
Rock asintió. "Sí. No podemos descartar la posibilidad que un misil caiga en este edificio y nos haga volar por los aires."
Balalaika puso sus ojos en blanco. "Ahora solo estás diciendo pendejadas."
Sin embargo, al recordar el terrible historial de ese hombre sobre meterse en problemas, ella no pudo evitar detener su marcha para acercarse a una ventana y echar vistazo al cielo.
No había ninguna amenaza a la vista y sus hombres que custodiaban la entrada del edificio no habían reportado nada sospechoso en los alrededores…pero no estaba de más asignar más seguridad al edificio.
Solo por si acaso.
Dándose cuenta de su paranoia, Rock se rió entre dientes. "Solo bromeaba, lo del misil solo pasó una vez."
"El hecho de que eso en verdad haya ocurrido me preocupa.". -Replicó Balalaika, dándose la vuelta para verlo, inexpresiva.
"Fue por accidente."
"Ahora estoy más preocupada.". -Ella se cruzó de brazos y se recostó contra la pared. "Pero dejando eso de lado, ahora que tenemos a esos tipos bien agarrado de sus huevos… ¿estás satisfecho?"
"Como no lo he estado nunca.". -Admitió Rock, sin embargo, parecía más incrédulo que divertido. "Kageyama y esos tipos reaccionaron como si les hubieses pedido sangre en vez de dinero."
Balalaika sonrió por la descripción, él no estaba del todo equivocado "Aunque yo esperaba que le hubieras dado una paliza a tu jefe o algo así, te conformas con muy poco, Rock. Te falta ambición."
"Estuve muy cerca de golpearlo cuando nos dejaste solos."
"Todavía tienes tiempo de hacerlo.". -Insistió ella. "De hecho, te ofrezco algo mucho mejor; puedo ordenarles a mis hombres que vayan con Kageyama, corten diferentes partes de su cuerpo y usen esos trozos para hacer sopa."
Él hizo una mueca de asco. "De acuerdo…eso fue demasiado descriptivo."
"Luego, lo obligaríamos a comerse esa sopa-"
"¡Aahh! ¡No sé, no escucho nada!". -Exclamó Rock, interrumpiéndola y tapándose las orejas. "¡El tag de la historia es humor, no vayas cambiando la categoría tan a la ligera!"
Satisfecha con verlo entrar en pánico, Balalaika regresó al punto original. "En cualquier caso, la siguiente fase va a ser mucho peor para ellos, y lo mejor es que ni siquiera tienen idea de lo que va a pasar."
"No puedo imaginar algo peor que ser mutilado y convertido en sopa.". -Señaló Rock, recuperando la calma y destapando sus orejas. "Pero supongo que te refieres a robarles los registros corporativos de las industrias Asahi. Aunque estaba incluido en el plan, la verdad es que no tengo la menor idea de cómo hacer algo así."
"Descuida, como soy consciente de tu inutilidad- "
"Eh."
"-Y que ninguno de mis soldados son hackers, cuando le informé a mis jefes sobre mis planes, también les pedí que me proporcionasen a alguien que sea capaz de… hacer lo que sea que hacen los hackers con las computadoras. El punto es, un hacker llegará a este hotel dentro de algunas horas."
"¿Quién?"
"No tengo la menor idea."
Rock se le quedó mirando. "Contratas a un hacker para que obtenga una información que vale mucho dinero… ¿Y ni siquiera sabes quién es? ¿Pero qué clase de Kapitana se supone que eres?"
"Una a la que le gusta secuestrar gente y convertirla en sopa."
"¡No me refiero a eso!". -Replicó Rock, señalándola acusadoramente. "¡Y no cambies de tema! ¿¡Cómo puedes ser tan meticulosa para algunas cosas y tan descuidada para otras!?"
Balalaika se encogió de hombros, restándole importancia. "Bah, relájate. ¿Qué es lo peor que podría pasar?"
Ahh… es bueno estar de vuelta.
Mi anterior pc murió definitivamente y no regresará a menos que la envié a reparar, por lo que lloré unos cuantos días. Pero no la puedo reparar porque cuesta una buena cantidad de dinero que no tengo en estos momentos, por lo que otra vez volví a llorar.
Ahora tengo una pc vieja que no uso desde hace años, y si bien funciona perfecta…no pude recuperar todo lo que había en el disco duro de la otra pc, eso incluía todo este capítulo que tuvo que ser reescrito desde 0, así que lloré una vez más.
Sí… lloré un montón de veces en estos días.
En fin, eso sería todo por ahora. Gracias por leer.
