Balas XXXIV


Balalaika se retiró para hacer llamadas con Boris y sus demás contactos, todo relacionado al robo de su dinero. Jane ya no lo necesitaba como guía, ella había obtenido todo lo necesario para continuar con su trabajo y ahora estaba sumida en su propio mundo, ignorando completamente las preguntas que él le hacía por curiosidad.

Así que, ahora que ahora que estaba libre, Rock se acercó hasta una ventana para mirar la ligera nevada que caía en las calles de Tokio, pensativo.

Él se había tomado mal la noticia del robo a manos de la compañía Lagoon, aunque tal vez no tan mal como debería. Balalaika había mencionado que enviaría gente a recuperar su dinero, lo que implicaba claramente de que Revy, Dutch y Benny iban a pasar un mal rato enfrentándose a esos tipos…

Pero entonces, Rock recordó que ellos eran mercenarios capacitados para enfrentarse a lo que sea, y que ellos mismos se habían buscado ese gran problema.

'¿En qué diablos estaban pensado esos idiotas?'. -Se preguntó Rock. Pero la respuesta era obvia: dinero fácil.

Balalaika había mencionado que Dutch intentó chantajearla para mantener "seguro" la cuenta bancaria que tenía todo su dinero, aprovechando su relación laboral que ambos tenían, y del hecho de que Balalaika le debía unos cuantos favores. Rock no lo culpaba por haberlo intentado, al igual que él, Dutch habían visto una oportunidad y la aprovechó.

Que la jugada saliera mal solo fue cuestión de mala suerte.

Pero, por otro lado, también podía entender que Balalaika estuviera tan cabreada con ellos, pese a que ella no lo demostrara. Ella había tomado el robo como un insulto, uno que había llegado demasiado lejos.

"¿Entonces, que vas a hacer ahora?". -Dijo Gretel, acercándose a él.

Su hermano se había retirado hacia el cuarto donde Kageyama, su jefe y demás socios estaba recluidos. Hansel se había enterado del temor que ellos sentían hacia los dedos humanos, gracias a las amenazas de Balalaika, y ahora los torturaba psicológicamente usando un cuchillo muy afilado para cortar, frente a ellos, unas zanahorias que se parecían mucho a la forma de unos dedos.

Si se hubiese tratado de otras personas, Rock lo hubiera detenido. En cambio, esta vez él dejó que Hansel se divirtiera, solo advirtiéndole que no se pasase de la raya, ya que esos tipos todavía podían serle útiles.

"¿A qué te refieres?"

"Anego y el robo que ella le hizo a la Ruskie. ¿Qué vas a hacer ahora que sabes en el lio que ella se ha metido?"

"Oh, eso.". -Rock se tomó el tiempo de sacar un cigarrillo y encenderlo antes de responder. Esa respuesta también era obvia. "Absolutamente nada."

"¿Nada?"

Al parecer, la franqueza de su respuesta tomó a Gretel con la guardia baja, su noto de voz reveló su sorpresa, por lo que Rock se apresuró a especificar su anterior respuesta. "Revy y sus amigos fueron los que se han metido en este lio por voluntad propia. No veo por qué deba involucrarme en los asuntos de ellos. De hecho, estoy seguro de que Balalaika así lo prefiere."

"Tal vez por qué si tu no hubieses tenido la brillante idea de robarle dinero a tu empresa, ellos no hubiesen tenido la brillante idea de robarle ese dinero a la Ruskie?"

Rock finalmente se volteó a verla. "¿Me estás culpado por la estupidez que ellos hicieron?"

"No he dicho eso."

"Pues lo hiciste sonar como que sí.". -Replicó él, a la defensiva. Rock se rascó la mejilla. "Mira, no es que no me importe que pueda pasar con Revy, por supuesto que me preocupo por ella, es una buena amiga y me cae bien- "

La niña puso sus ojos en blanco. "¿De verdad? ¿Un "me cae bien" es lo mejor que puedes decir para definir tu relación con ella?"

Él la ignoró. "Pero yo no los he obligado a robarle a Balalaika, ¿de acuerdo? Nadie de la compañía Lagoon es lo suficientemente tonto como para hacer algo así sin pensar en las consecuencias, ellos sabían bien en la tormenta de mierda que se estaban metiendo. Lo que ocurra con ese dinero, así como cualquier cosa de por medio, no es nuestra responsabilidad. Ya he hecho mi parte en este trabajo y nuestro negocio actual con Balalaika ha concluido, la deuda que teníamos con ella se ha terminado. Lo mejor para nosotros es no involucrarnos en sus asuntos otra vez."

Por un momento, Gretel se lo quedó mirando en silencio. "No lo entiendo, ¿Por qué te muestras tan reacio a intervenir?"

"¿Porque no ganaremos nada, excepto meternos en más problemas?"

De nuevo, no es como si a Rock no le importase la seguridad de Revy, y en menor medida la de Dutch y Benny. Pero mientras pudiera conseguir lo que él quería, que era deshacerse de la deuda que tenía con Balalaika, así como la que tenía con Chang, y conseguirles una vida normal a los gemelos, entonces Rock estaba dispuesto hacer lo que sea necesario para lograrlo.

Y si el precio a pagar era dejar que Revy se las arreglase sola, para que él y los gemelos no fueran arrastrados hacia una nueva tormenta de mierda que ella y sus amigos habían desatado, entonces que así sea.

"¿Y desde cuando eso ha impedido entrometerte en los asuntos de las demás personas?". -Replicó Gretel, con seriedad. "Tampoco era asunto tuyo cuando Hansel y yo causamos alborotos con la perra de cicatrices en la cara y el tipo con gafas oscuras y, aun así, a pesar de que tampoco ganabas nada excepto problemas, interviniste a nuestro favor."

Rock hizo una mueca. "Eso fue diferente. En un contexto completamente diferente…"

"Pues yo no lo veo de esa manera. Quiero decir, Anego y sus amigos idiotas han fastidiado a Balalaika, la han hecho cabrear y ahora ella quiere matarlos. Lo único diferente a lo que ha ocurrido entre el caso de mi hermano y yo, y el de esos tipos, es que ellos le han robado dinero a Balalaika."

Ella tenía un buen punto, pero, al mismo tiempo, también estaba equivocada. Había una gran diferencia entre el caso de la compañía Lagoon, y lo ocurrido con Hansel y Gretel.

Rock se preguntaba si debía decirle a Gretel que, aunque Revy le había dado una nueva oportunidad, una segunda vida, fueron ella y su hermano gemelo los que le dieron un motivo para continuar. Sin ellos… Rock no sabía cuánto tiempo hubiera durado en Roanapur si no hubiera tenido la oportunidad de conocerlos.

Probablemente no habría durado mucho en aquella caótica ciudad antes de regresar arrastrándose a al seguro Japón, rogándole a su jefe que lo volviera aceptar en su empresa. O tal vez él hubiera acabado muerto, con un agujero de bala en su cabeza, producto de algún asalto, o un tiroteo al azar en el bar de Bao.

Incluso podría haber terminado haciéndose el agujero él mismo.

A su extraña manera, Hansel y Gretel lo habían salvado de una infeliz existencia, dándole un motivo, un propósito, para seguir con vida cuando él no tenía nada ni sabía que hacer.

"Tú te quejaste la última vez que decidí meterme en problemas de manera voluntaria.". -Dijo Rock, en un último intento de desligarse del asunto.

Él no quería participar, pero si Gretel le estaba pidiendo con tanta insistencia que interviniera…

"Sí, pero eso fue porque hiciste negocios con la Ruskie para secuestrar a un montón de tipos con trajes y robarles su dinero.". -Respondió Gretel. "No me voy a molestar si lo que intentas hacer es salvarle la vida a Anego, y a los otros dos tarados que ella tiene como amigos, por un momento de estupidez."

Rock sonrió de manera resignada, aunque no estaba disgustado. "De acuerdo, niña, me convenciste. Hablaré con Balalaika e intentaré encontrar una solución que no implique a la compañía Lagoon convertida en sopa, pero no prometo nada, ¿está bien? Este es un asunto muy delicado y complicado, no sé si Balalaika se tomará bien que yo me involucre."

Además, Rock preferiría que aquella pistolera sin sentido común no muriera si era posible. Sería una verdadera lástima perder a alguien tan fácil de hacer cabrear y con reacciones tan divertidas.

Gretel sonrió. "Así que… ¿esta sensación de triunfo que sientes después de persuadir a alguien es la razón por la que eres un entrometido en los asuntos de los demás?"

"Una de las razones, mocosa. Se siente bien, ¿cierto?"

"Sí, no está nada mal."

"Pues no te acostumbres.". -Replicó Rock, acariciando su cabeza. "Me aseguraré de que no se vuelva un hábito para ti."


Dutch se sentía como una momia levantándose entre los muertos.

Tenía la visión un poco borrosa, el gusto metálico de la sangre en su boca y una fuerte punzada de dolor le recorría la punta de la barbilla hasta la parte trasera de la cabeza.

La última vez que alguien lo había noqueado de un puñetazo en la cara… fue hace años, cuando él era un mocoso flacuchento que vivía en un vecindario plagado de imbéciles, que se la pasaban metiéndose con él por ser negro y pobre. Al menos hasta que cumplió los 15 años, cuando finalmente su cuerpo pegó el estirón y pasó a ser una montaña de músculos sedienta de venganza.

Después de eso, Dutch se había dedicado a apalear a esos imbéciles y convertirse en el tipo más duro de su vecindario, y luego, el de su ciudad.

Dutch soltó una leve risa. "Carajo. Ese cabrón de Chang me envió 30 años al pasado de un solo golpe."

"Cuanta envidia.". -Dijo la voz adolorida de Benny a su espalda. Al voltearse a ver, él vio que su empleado estaba sentado en una silla, recostado contra una pared, y con un brazo sobre su abdomen." A mí solo me ha roto una o dos costillas."

"¿Dónde estamos, Benny-boy?"

"En tu oficina. El señor Chang me quitó el disco y después ordenó a unos de sus hombres a que nos trajeran aquí."

Dutch asintió, aunque eso hizo que le doliera más la cabeza. Ahora que su visión finalmente comenzó a aclararse, él se dio cuenta de que, efectivamente, él y Benny estaban en su oficina. Y también Revy, quien estaba tirada en el sillón que había allí, aun inconsciente.

Eso era bueno. Revy odiaba recibir ataques sorpresa, por lo que seguramente estaría cabreada y querría su venganza contra Chang. Lo cual sería una pésima idea.

Dutch no era estúpido, ellos estaban vivos porque el mafioso chino así lo quiso. Chang incluso los había traído de regreso a la oficina de la compañía en vez de matarlos, o dejarlos tirados en algún basurero…tampoco los había enviado a una cárcel de Shanghái para una reeducación ideológica, la cual solía ser la broma favorita de Chang.

"Perdimos el disco, ¿eh?". -Murmuró Dutch. "No puedo decir que me sorprenda, Chang puede ser muy imbécil cuando lo desea."

"No discutiré eso, pero aun así no lo entiendo. ¿Por qué nos atacó? Quiero decir, sé que él le está haciendo un favor a Balalaika al cuidar su territorio, pero- "

"Es una larga historia, amigo, pero te la haré corta para no ser un relleno para el capítulo. ¿Recuerdas cuando Revy estuvo metida en una celda en la estación de policías, hace unos días atrás?"

"Sí…"

"Bueno, Watsup me quería meter en una celda junto con ella por no mantenerla bajo control, así que le entregué a Chang como moneda de cambio, ya que Watsup, por alguna razón, estaba cabreado con él. Entonces, el jefe Chang juró vengarse de mí."

"Ya veo.". -Gruñó Benny. "Así que por eso no querrías verlo desde el principio."

Dutch asintió. Si bien él en ese momento no lo tomó en serio, tampoco había bajado del todo su guardia alrededor de ese tipo. Por esa razón Dutch prefirió dar vueltas por todo Roanapur, a pesar de que era consciente de que nadie quería involucrarse en un negocio con algo que le fue robado a Balalaika, en vez de dirigirse directamente a Chang.

Pero el jefe de la Triada no pareció cabreado por ese viejo asunto cuando él los recibió en la base de Balalaika, así que Dutch pensó que se había olvidado de eso.

Sin embargo, se equivocó. Se equivocó terriblemente mal.

Al parecer, Chang estaba hablando muy en serio aquella vez.

Pero bueno, mirando el lado positivo de las cosas, esto serviría como una lección. Puede que Chang y Balalaika fuesen amistosos con él y sus empleados, pero Dutch a veces se dejaba llevar y olvidaba que ellos eran peligrosos jefes criminales y que estaban mal de la cabeza.

Y él también, teniendo en cuenta que le robó dinero a uno e hizo que encerraran a otro. Era verdaderamente un milagro que él estuviese vivo y no siendo alimento de los peces, o colgado de sus bolas en el muelle.

"Bien, desde ahora, habrá que mantener cierta distancia.". -Dijo Dutch, poniéndose de pie. A él lo dejaron tirado en el piso, pero a Revy la dejaron en el sillón y a Benny en una silla. Fue algo injusto. "Seremos más profesionales y no intentaremos pasarnos de listos con esa gente de nuevo. El idiota que sugiera esa clase de cosas otra vez, será golpeado."

"Ojalá hubieras pensado en eso desde el principio.". -Replicó Benny.

"Te recuerdo que fuiste tú el que comenzó todo, todavía puedo darte ese golpe."

"No quiero discutir, ¿de acuerdo? Me duele respirar.". -Con la intención de cambiar de conversación, Benny señaló a su compañera. "¿Qué hacemos con ella?"

Dutch dirigió una mirada hacia el sillón. Revy aún seguía inconsciente y sin signos de despertar pronto…esa tarada incluso estaba roncando despreocupadamente. Pero, de nuevo, eso era lo mejor.

"Por ahora déjala dormir. ". -Dijo Dutch. "No salió como lo planeamos, pero al final nos deshicimos de esa bomba de tiempo y Chang sin dudas atraerá toda la atención cuando comencemos a divulgar que él tiene un disco valuado en un millón de dólares, por lo que estaremos bien si mantenemos un perfil bajo durante esta tormenta de mierda."

"¿Qué, piensas soltar esa clase de información?". -Benny estaba visiblemente escandalizado. Si era por sus intenciones o por la pérdida del disco, Dutch no lo sabía. "¿Qué sucedió con la regla de 'no-intentar-pasarnos-de-listos'?"

"El hombre me golpeó, y, pese a que me lo merecía, no puedo simplemente dejar que él siga con su vida tan tranquilo después de eso. Mi madre se avergonzaría si lo hiciera, además, he matado gente por menos que eso. Y en cuando a la regla, comenzará a regir a partir de mañana."

"Eso es hacer trampa, amigo…"

Dutch lo ignoró. "De todas formas, le haré una llamada a Balalaika para explicarle lo sucedido, con un poco de suerte, ella dejará de lado su deseo de convertirnos en sopa."

Él ya se había equivocado varias veces a lo largo del día, esperaba que esta vez no fuera así.


"Si ese imbécil cree que dejaré pasar esta traición tan fácilmente, está equivocado.". -Declaró Balalaika, luego de que uno de sus Vytsonikis recibiera una llamada por parte de Dutch, explicando la nueva y complicada situación, y que este viniera a informarle.

Ella hubiera preferido hablar directamente con jefe de la compañía Lagoon para mandarlo a la mierda, además de regocijarse por la paliza que él y sus empleados con retraso mental sufrieron a manos de Chang.

Pero su soldado, el que recibió la llamada, se había negado rotundamente a entregar su teléfono por miedo a que ella lo destruyera en uno de sus pequeños ataques de rabia, y simplemente se limitó a transmitirle el mensaje.

Normalmente, Balalaika hubiera castigado con severidad esta insubordinación… pero no podía negar que su soldado tenía un buen punto para desobedecerla. Solo por esto, ella simplemente despidió a su soldado para que saliera de la habitación sin recibir ningún castigo.

"¿Entonces?". -Preguntó Rock, fumando un cigarrillo. "¿Cuál es el siguiente paso?"

La hacker, Jane si ella no lo recordaba mal, había pedido un momento de descanso de su trabajo y Balalaika se lo permitió, ya que ella había hecho un buen progreso durante todo este tiempo, así que Rock también pudo descansar un poco y holgazanear.

O eso pensó Balalaika en un principio, pero él se le había acercado y pedido que le informase de las últimas noticias relacionadas a la compañía Lagoon y el robo de su cuenta bancaria. Él parecía interesando en el destino de esos imbéciles, o tal vez solo estaba aburrido de nuevo.

En cualquiera de los casos, a ella le vendría bien su opinión. Si Rock dejaba de lado su actitud estúpida y bromista, él podía ser alguien inteligente, con capacidad de pensar a largo plazo. Esa era la principal razón por la que ella se molestaba en mantener una asociación ligeramente amistosa con él.

Después estaba el pequeño extra de que él era tímido y más joven que ella.

"Recuperar mi dinero, por supuesto.". -Respondió ella.

Rock resopló, soltando un chorro de humo. "Seguro…porque el señor Chang te lo devolverá amablemente si se lo pides. No es como si tú hubieras colaborado con alguien que lo quiso matar o algo así."

Balalaika alzó una ceja, ella se había olvidado de ese asunto. "Si sugieres que esto tuvo algo que ver con lo que ocurrió entre él y Koko Hekmatyar…entonces es probable que Chang no esté interesado en el dinero, sino que solo está haciendo esto para fastidiarme a modo de una estúpida venganza."

"Si es así, entonces tu situación actual es incluso peor a lo que imaginamos, ya que, si él solo quiere fastidiarte como dices, significa que el señor Chang puede darle ese disco a otra persona, puede destruirlo, o sacar todo el dinero y devolverte la cuenta completamente vacía."

Justo como Balalaika lo esperaba, él le ofreció unos escenarios realistas que iban acorde con el comportamiento de su rival chino. "¿En qué te basas para suponer eso?"

Rock sonrió. "Es lo que yo haría."

Sin embargo, ella no estaba de humor para seguirle el juego con sus provocaciones. "El papel de pesimista no te queda, Rock. Ya me has tirado suficiente mierda sobre la mesa, ahora dime algo útil o mejor cierra la boca."

"De acuerdo. Primero, comienza con dejar de lado la traición de la compañía Lagoon- "

"Denegado."

Rock puso sus ojos en blanco. "Y hasta ahí llega mi aporte útil."

"En este negocio, la reputación y el respeto lo son todo, Japonski.". -Replicó Balalaika. "Si perdono a estos imbéciles por haberme robado, mis socios y aliados pensarán que me he vuelto blanda y querrán hacer lo mismo."

"Pero que socios y aliados tan amigables tienes."

Sin poder evitarlo, ella sonrió. "Y eso que todavía no has visto a los que califico como mis enemigos."

Rock abrió la boca como para replicar eso, pero al parecer se lo pensó mejor y continuó con seriedad: "De todas formas, si la opción de dejar pasar este incidente no es una buena idea, entonces lo mejor sería que sean ellos los que recuperen el disco y te lo entreguen."

Durante cinco o seis segundos, Balalaika se lo quedó mirando, esperando que él le explicara eso. Pero Rock no añadió nada más, entonces, cuando ella estaba por presionar por una respuesta, las palabras de Rock cobraron sentido.

"¿Estás sugiriendo que use a Dutch y sus empleados idiotas para que vayan contra Chang, y recuperen mi dinero a modo redención?"

"Exacto, chica lista."

"Denega- "

"¡Ahh, espera, espera un segundo!". -Exclamó Rock, agitando sus manos en pánico ante su inminente rechazo. Su cigarrillo se le cayó de su boca al momento de gritar. "Lo que trato de decir, es que, en vez de desperdiciar tiempo y recursos contratando mercenarios, asesinos, o lo que sea contra el señor Chang, exígele a Dutch y los demás que recuperen el disco que perdieron y te lo regresen. De esa manera, los estás castigando por su crimen y estarás recuperando tu dinero sin la necesidad de tengas que intervenir directamente, y sin tener que matar a la compañía Lagoon."

"…No sabía que te llevaras tan bien con ellos como para que te molestases en pensar en una idea para protegerlos."

"No es así exactamente. No tengo nada en contra de Dutch y Benny, son tipos agradables, pero realmente no me importa lo que les pueda pasar.". -Respondió Rock con franqueza y seriedad. "Quien me importa es Revy, y no me gustaría que ella muriera si puedo evitarlo. Además, creo que los dos estamos de acuerdo en que matar a alguien tan útil como ella sería un desperdicio."

Bueno, técnicamente Balalaika no estaría matando a Two Hands, sino los mercenarios que contrató Boris para recuperar el disco que tiene su cuenta bancaria, independientemente si la compañía Lagoon lo tenía o no. Bueno, eso si es que alguno de ellos lograba completar el trabajo suicida…y Boris no le había informado ningún avance hasta el momento.

Y no ayudaba en nada que ahora el disco estuviera en las manos de Chang.

'Esos Bastardos.'. -Pensó Balalaika con irritación. 'No solo robaron mi dinero, sino que también lo perdieron.'

Con esto en mente, Balalaika guardó silencio para considerar la propuesta de Rock.

Sin embargo, ella tuvo que darle la razón casi de inmediato… aunque él no oiría nada de eso. La compañía Lagoon, por muy imbéciles que fueran, eran mucho más eficientes que cualquier otro mercenario u asesino que ella conocía, esa era la principal razón por la que ella los contrataba y les encargaba diversos trabajos, al igual que muchos otros en Roanapur.

Y, aunque no tenía miedo de hacerlo, ella no deseaba desatar una guerra contra Chang solo por dinero. Al final, las perdidas serían mucho mayores a las ganancias. También estaba el hecho de que su fuerza de ataque principal, sus Vytsonikis, estaba atrapados con ella en el asqueroso Japón.

Dutch y Revy era la mejor opción en estos momentos, y sin tener que pagarles nada a cambio. Al mismo tiempo, perdonaría a la compañía Lagoon sin dejar pasar el robo sin castigo alguno. Y si ellos podían patear el trasero chino de Chang en el proceso, entonces el resultado sería incluso mejor.

Por supuesto, todo esto era solo una idea con una ejecución que contaban con muchos factores diversos e impredecibles, que se escapaban del control y las suposiciones de Rock. Pero no estaba mal.

"No está nada mal, Rock.". -Dijo Balalaika con aprobación, luego de considerar su propuesta durante un momento. "Eres un bastardo astuto."

Era una lástima que él prefiriera perder el tiempo criando a unos mocosos psicópatas, en vez de dedicarse al negocio del crimen. Balalaika pensó que él podría llegar muy lejos si algún día se dedicaba a esto. Un motivo más para mantenerlo cerca.

Rock puso sus ojos en blanco. "Preferiría que dijeras que solo tuve una buena idea."

"Eres un bastardo astuto.". -Insistió Balalaika. "Aun así, si decidiera seguir adelante con esta idea, Dutch y Revy no serán suficiente. Al igual que yo, Chang tiene a su disposición un montón de subordinados que sirven como protección y sicarios para él. Por muy habilidosos que sean Dutch y Two Hands, les será difícil enfrentarse a tantos enemigos, además, el propio Chang es una amenaza aún mayor."

Rock pareció interesarse en este dato. "Se que el tipo tiene dos pistolas, ¿Así que él es como una versión masculina de Revy?"

Balalaika asintió con seriedad. "No te dejes engañar por su actitud relajada y estúpida, Rock, ese hombre es más peligroso de lo que parece. Lo he visto en acción un par de veces, de hecho, peleamos directamente una vez, y diría que su nivel es bastante cercano a Two Hands."

"… ¿Pero qué pasa con esa maldita ciudad? ¿Es un imán para los monstruos o qué?"

"Es lo que hace que Roanapur sea tan interesante."

"En cualquier caso, volviendo al punto principal, si el señor Chang es tan fuerte como dices… ¿entonces que te parece un 'ataque de pinzas'?"

Balalaika acarició su barbilla distraídamente. "No es un mal plan, pero, de nuevo, Chang sigue teniendo la ventaja con su propia fuerza y subordinados. Además, nadie, aparte de Revy y yo, estaría lo suficientemente loco como para querer luchar contra él."

Rock volvió a sonreír, inclinándose ligeramente hacia delante. "Y es ahí donde entra tu amiga, Koko Hekmatyar."

"…Cuéntame más detalles."


Koko intentaba alcanzar su teléfono que no deja de sonar. Sin despegar su cabeza de la almohada, en la que dormía bocabajo, ella buscó a tientas sobre la pequeña mesa que estaba junto a su cama, dando manotazos a unas monedas, hojas de papel y un despertador.

"Sí?". -Dijo ella, con voz ronca. Nunca fue buena para despertarse, independientemente de la hora del día.

"Llamé en un mal momento?". -Dijo la voz de Balalaika. "Es un asunto de negocios."

No sin esfuerzo, Koko consiguió sentarse en el borde de la cama y frotarse con fuerza los ojos, ella se molestó en moverse de su cama solo porque se trataba de Balalaika. Koko miró el despertador que tiene sobre la mesilla y gruñó al ver la hora, buscando una fórmula ideal para enviarla al demonio sin violencia.

"Es la 1 de la madrugada. ¿No podías esperar hasta el mediodía?"

"No, y ese no es un horario en que una joven deba despertarse.". -Replicó Balalaika, tan seria como siempre. "Como dije, se trata de negocios. Te he llamado para cobrarme ese favor que te hice la última vez."

"…Sí, escucha, hace apenas un momento esta dormida y soñando que mi vida no se había ido al carajo, así que no recuerdo a que te refieres. ¿Podrías ser más específica?"

"Cuando me llamaste, hace como unas dos semanas, pidiendo información sobre la ubicación de Chang- "

Koko colgó el teléfono ni bien ella pronuncio ese nombre, fue una acción involuntaria, un gesto de rabia. El teléfono volvió a sonar, y, aunque Koko estuvo tentada en no contestar, al final lo hizo.

"¿Que fue eso?". -Preguntó Balalaika. Su tono serio cambió, ahora ella sonaba ligeramente molesta.

"Lo siento, últimamente mis líneas funcionan mal.". -Mintió Koko con naturalidad. "¿Que estabas diciendo?"

"De acuerdo.". -Balalaika al parecer aceptó esa excusa. "Mira, seré, ughh, honesta, ughh, contigo.". -Koko puso sus ojos en blanco. La palabra honestidad le causaba nauseas a la líder rusa. "Te he llamado porque necesito un favor. El imbécil de Chang me ha robado un disco muy valioso, pero no puedo ir a recuperarlo personalmente en estos momentos, así que necesito que tú y tu escuadrón vayan y lo obtengan por mí. Y si puedes patear el trasero chino de Chang en el proceso, entonces mejor aún."

"No somos mercenarios, mujer. Vendemos armas, ocasionalmente asesinamos a quienes intentan fastidiarnos en uno de esos negocios y jodemos la vida de la gente que me cae mal.". -Replicó Koko, con acidez. La idea de permitir que la tratasen como una mercenaria le irritaba, ya que eso sería casi como admitir que había tocado fondo. "Pero eso ya lo sabias. De todos modos, ¿Qué diablos tiene ese disco que es tan importante como para que no puedas esperar a regresar a esa sucia ciudad tuya y obtenerlo tu misma?"

"Una cuenta bancaria que vale aproximadamente 1 millón de dólares.". -Replicó esta vez Balalaika. "Y por cada hora que pasa, existe la posibilidad de que Chang me quite todo ese dinero."

"Eso es una mierda."

"Sí, es por eso que te estoy pidiendo este favor, o mejor dicho, me estoy cobrado el favor que te hice la última vez."

"Eso es aún más mierdero, eres una pésima amiga."

"El dinero y los negocios están primero que las amistades."

"Aww… ¿así que finalmente aceptas que somos amigas?"

"Odio reconocerlo, pero Chang es un enemigo bastante difícil.". -Dijo Balalaika, ignorando deliberadamente su pregunta. Ella era una perra difícil. "Es por eso que estoy implementando un ataque de pinzas. La compañía Lagoon también- "

Una vez más, Koko cortó la llamada. Ese era otro nombre el cual ella no quería oír. Mientras esperaba a que Balalaika la llamase de nuevo, ella comenzó a rechinar sus dientes debido a la rabia.

"-También atacaran a Chang.". -Continuó la rusa, una vez que volvió a llamar, ignorando la repentina interrupción. "De esta manera, tendrás más oportunidades de recuperar mi disco, al mismo tiempo, también puede que tengas la oportunidad de liquidar a Chang."

"…Eso suena demasiado bien.". -Dijo Koko, luego de un momento de silencio. "¿Cuál es la trampa?"

"¿Aparte de que ese tipo, o esos mercenarios con retraso mental, te puedan matar en el proceso? Ninguna. Esta es una situación ganar-ganar para ti y para mí. Por un lado, yo obtengo mi disco y dinero, por el otro, limpias tu reputación dañada al atacar y robarle un buen botín a uno de los jefes más importantes de Roanapur. Si esta jugada sale bien, ambas obtendremos beneficios, chica."

Koko se rascó su mejilla. "Sigue sonando como una trampa."

Sin embargo, pese a sus dudas, ella realmente lo estaba considerando con seriedad.

Koko ya había tenido suficiente de Roanapur y los imbéciles que vivían allí, Balalaika incluida, y preferiría no volver a pisar esa isla por el resto de su vida. Pero su problema principal aun no estaba resuelto, su padre aun no le había regresado su puesto como vendedora de armas para su empresa y seguía teniendo recursos limitados.

Además, el idiota de su hermano se había enterado de que la arrestaron y la llamó específicamente para reírse de ella.

Y si Kasper se había enterado, entonces Floyd, su padre, probablemente también lo había hecho, lo que significaba que Koko estaba doblemente jodida.

Es por eso que la propuesta de Balalaika, atacar a Chang para quitarle un disco que valía mucho dinero, era una oferta tentadora. La líder del Hotel Moscú estaba en lo cierto, esa sería una buena manera de recuperar su reputación dañada a manos de ese maldito chino y sus mercenarios idiotas, que, por alguna razón, ahora colaborarían con ella en contra del mafioso.

Pero entonces, ellos eran mercenarios. No necesitaban una razón, aparte del dinero, para hacer esa clase de cosas.

Además, si Koko accedía a la solitud de Balalaika, le estaría haciendo un gran favor, independientemente de lo que la rusa dijera. Eso jugaría a su favor en el futuro cuando ambas realizasen negocios.

No era el plan perfecto, de hecho, era bastante peligroso. Pero al menos ella tendría la oportunidad de hacer algo y no quedarse estancada en su nuevo barco, uno mucho más pequeño y discreto, con su escuadrón sin hacer nada…Como había estado haciendo desde que la sacaron de esa sucia estación de policías.

El gran problema sería…

"Tengo que colaborar con la compañía Lagoon?". -Preguntó Koko, haciendo una mueca de disgusto. Quitando el hecho de que ellos habían hundido su precioso barco y causándole grandes problemas…aquella perra marimacho y tatuada, y aquella rubia descerebrada, casi la había asesinado junto con la mitad de su escuadrón en ese bar.

Seria realmente jodido tener que trabajar con alguien así.

"No si no quieres.". -Dijo Balalaika. Ella sonaba como si se estuviera encogiendo de hombros. "Dutch y Revy estarán atacando a Chang por su propia cuenta, y por otros motivos. Pero si crees que colaborar con ellos facilitará tu tarea, entonces adelante."

"Suena como si los conocieras. ¿Sabes que también quiero matar a esos bastados, cierto?"

"Lo que me interesa es mi dinero, si quieres matarlos me da igual."

"¿Por qué no los contratas a ellos entonces? Contratar unos mercenarios experimentados que conoces seria más razonable que pedirle a esta jovencita dulce e inocente que se involucre en unos asuntos tan turbios como lo son el dinero, la muerte y la venganza."

"Porque ellos me robaron ese disco en primer lugar."

"Oh…"

"Sí. ¿Entonces, vas a hacerme este favor, señorita Hekmatyar?"

Koko envidiaba la frialdad y desinterés con la que hablaba la líder rusa. Ella le estaba encargando la difícil tarea de recuperar un disco valuado en un millón de dólares, que estaba en manos de un poderoso gánster rival, como si la estuviera enviando a comprar un vaso de café en la tienda de la esquina. Esa era una de las razones por las que Koko respetaba a Balalaika.

Otra persona en su lugar estaría nerviosa, cabreada y desesperada.

"De acuerdo, me convenciste. No tengo nada que perder y mucho que ganar, así que acepto.". -Dijo Koko finalmente. "Aun tengo que hablarlo con mi escuadrón, pero en términos generales acepto tu solicitud, Bals."

"Preferiría que me trataras de forma más profesional.". -Dijo ella.

"Puedo llamarte señorita Balls."

"…Olvídalo.". -Koko casi pudo ver como Balalaika ponía sus ojos en blanco. "Por cierto, según me han informado mis agentes, Chang aún sigue en mi oficina. Al parecer, se ha atrincherado en mi base como protección."

"Genial, tengo un experto en demoliciones en mi escuadrón con explosivos suficientes para mandarlo al otro lado del planeta."

"Me gusta tu entusiasmo, pero creo que es mejor que dejes de lado esa opción."

"Tú le quitas lo divertido a la vida.". -Se quejó Koko, para luego soltar un bostezo. Ella aún seguía teniendo dificultades para despertarse del todo, ¿por qué esa cabrona no pudo llamarle al mediodía? "En fin, mi escuadrón y yo nos ocuparemos de esto. Cuando regreses a Roanapur, ese disco te estará esperando."


Como Dutch ya se lo esperaba, una vez que Revy abrió los ojos y su cerebro comprendió lo que había ocurrido en la oficina de Balalaika, ella rápidamente se preparó para ir a patearle el trasero al señor Chang. Pero Dutch no podía permitir esto, ya que Chang era un socio poderoso, con muchos contactos que le daba a la compañía Lagoon mucho trabajo con paga rentable.

Por supuesto, él tampoco quería que Revy muriera, o que resultara mal herida. Eso seria malo para el negocio.

Él había visto unas cuantas veces a Chang en acción y consideraba al mafioso chino el pistolero más mortífero de Roanapur, más incluso que Revy. Por lo que Dutch no tuvo más remedio que intervenir y explicarle detallada y tranquilamente que ella no podía ir en busca de una venganza contra Chang.

Por supuesto, esto lo hizo una vez que él y Benny se las arreglaron para reducirla, atarla a una silla y encerrarla en el baño de la oficina.

"¡Suéltame, pedazo de mierda!". -Bramó Revy, esforzándose para liberarse de las cuerdas que la ataban a la pobre silla. "¡Suéltame para que te pueda matar!"

Dutch fingió considerarlo durante unos instantes. "No."

"¡Estoy hablando en serio, Dutch! ¡Si me dejas ir ahora mismo, tal vez te permita vivir con un brazo o un ojo menos!"

"Deberías reconsiderar la manera en la que negocias con la gente, no es muy efectiva."

"Vete a la mierda!"

Pese a que Dutch la superaba en tamaño, peso y en fuerza bruta, y que contó con la ayuda de Benny, costó mucho trabajo contener a Revy. Ahora él estaba repleto de moretones, golpes y rasguños por todo el cuerpo, esa perra incluso lo había mordido un par de veces. El minuto que él y Benny tardaron en contenerla y atarla a una silla los dejó exhaustos.

Revy, por otra parte, parecía obtener más fuerza y energías a cada minuto que pasaba gracias a su propia ira.

Y el hombre estaba asustado.

"¿Que eres, una jodida saiyajin?"

"¡Cuando salga de aquí te daré una paliza que jamás olvidarás!". -Amenazó Revy. Luego, ella dirigió su furiosa mirada a su otro compañero, que estaba de pie en la puerta del baño. Al igual que Dutch, él presentaba varias heridas por todo su cuerpo y agotamiento. "Y tú, cuatro ojos, ¡te meteré esa computadora tuya por culo!"

"Eso me gustará.". -Replicó Benny.

"Eres un depravado!"

"Revy, si vas a buscar problemas con el Jefe Chang, vas a morir, o me vas a causar más problemas. Y ninguna opción me gusta.". -Dijo Dutch, intentando calmar las aguas. De hecho, él mismo estaba sorprendido por tener tanta tranquilidad a pesar de la situación." Así que, por el bien mayor, te quedaras encerrada en este baño hasta que pase la tormenta de mierda."

"¡Si crees que me voy a quedar aquí sentada sumisamente, estas muy equivocado, negro de mierda!"

Luego de esta última amenaza, Revy una vez más comenzó a forcejear para liberarse. Con gran temor, Dutch notó que la pequeña silla crujió un poco ante los violentos movimientos de ella, y se preguntó cuanto tiempo podría aguantar esa silla hasta que ella la rompiese.

A él y a Benny les esperaba mucho dolor una vez que ella estuviera libre.

Reprimiendo un escalofrió, ya que mostrar miedo solo aumentaría las fuerzas de Revy, el líder de la compañía Lagoon salió del baño y cerró la puerta. Él se dio la vuelta y encaró a su otro empleado, que, a diferencia de él, sí estaba mostrando su miedo.

"No creo que esta haya sido la mejor de nuestras ideas hasta ahora.". -Dijo Benny, con sus ojos bien abiertos.

Los gruñidos de Revy, aunque ahogados, se filtraban del baño…y eran espeluznantes. Ella parecía un jodido demonio de Tasmania ahí dentro.

"Estoy abierto a sugerencias, Benny-boy.". -Dijo Dutch, sudando frio.

"Sí… ¿Qué te parece llenar el tanque del Black Lagoon, navegar hasta Argentina y empezar una nueva vida desde cero?"

"Me refiero a sobre cómo tratar con este espinoso asunto."

"Yo puedo trabajar de mecánico, mientras que tú puedes ser un guardia de seguridad en algún un club nocturno de la capital de ese país. He oído que las chicas de allí son una locura."

"No intentes escapar de la realidad, Benny. No podemos abandonar a Rev' aquí en el baño y huir hacia otro país para refugiarnos entre unas putas.". -Dutch suspiró, resignado. "Además, aunque me gustaría, huir no servirá de nada, ella nos perseguirá y nos cazará."

Benny tuvo un escalofrió. "Vamos, hombre, no exageres. Puede que sea fuerte, pero incluso ella tiene sus límites."

"Tal vez yo logre esquivarla por un tiempo, pero tu estas muy jodido. Ella ha olido tu miedo, Benny-boy. Ahora no importa en que parte del mundo te escondas, Revy te encontrará."

Benny en pánico, se puso en posición fetal, tapando sus oídos. "¡Basta, cállate!"

Satisfecho con haberle provocado un trauma no del todo exagerado a su empleado, Dutch se dirigió hacia la cocina de su oficina para buscar una cerveza fría. Si todo salía bien, entonces lo único que tendrían que hacer era esperar a que Revy se calmase. Ella no era alguien muy reflexiva, pero era capaz de pensar y comprender la situación si él daba el tiempo suficiente para hacerlo.

Además, no había otra cosa que hacer en ese baño, y en algún momento Revy se iba a cansar de luchar para liberarse.

Dutch, con su cerveza en la mano, tomó asiento detrás de su escritorio e intentó relajarse, con su mirada atenta en el teléfono, ya que tenía la esperanza de que su llamado a Balalaika, explicando que el disco ya no estaba en su poder, hubiera sido entregado a la líder rusa y que esta decidiera dejar de lado su venganza contra ellos para concentrarse en Chang.


Shenhua se había trasladado de Hong Kong hacia la caótica ciudad de Roanapur hace unos cuantos días. Originalmente era para aceptar la solicitud de Chang para encargarse de alguien quien lo quería matar, lo cual no solía ocurrir a menudo. Pero desde que su jefe retiró ese pedido, ella se había quedado en Roanapur para realizar diversos trabajos por aburrimiento y diversión.

Pero ahora, ella se dirigía a la base del Hotel Moscú, el principal rival de su Triada, para hacer negocios… con Chang, que por alguna razón que ella desconocía, estaba actualmente dirigiendo sus negocios desde ese lugar. Específicamente, la oficina de cara quemada.

O cara ardiente. Shenhua no recordaba los estúpidos apodos que su jefe le ponía a las personas, ni tampoco le interesaba.

Lo que sí le interesaba, pero Chang nunca oiría una pregunta al respecto, era saber que carajos hacia él allí. También por qué el pasillo que daba a la oficina de Balalaika estaba parcialmente derrumbado y en medio de una construcción.

También le interesaba saber por qué carajos Biu Yuen, tal vez el único hombre cuerdo en la Triada Kan Yi Fan, estaba vestido como un capataz, casco amarillo incluido. Pero, de nuevo, Shenhua no haría ninguna pregunta a menos que le dieran permiso de hacerlo, o le pidieran una opinión al respecto.

Después de todo, nadie llegaba lejos en este negocio haciendo preguntas inoportunas.

"¿No vas a preguntar por qué carajos el amargado de Biu Yuen está vestido de esa manera?"

Pero al jefe Chang pareció importarle una mierda este hecho. Su guardaespaldas, que estaba de pie junto a él detrás del escritorio, le dirigió una mirada amarga que se podía notar pese a que traía puestas unas gafas oscuras, pero su jefe no pareció notarlo. O tal vez sí lo hizo, pero decidió ignorarlo.

"¿Acaso importa?". -Sin embargo, Shenhua le dio un vistazo analítico al guardaespaldas. A decir verdad, él se veía bien. Pero rápidamente regresó su atención a Chang. "No vine para juzgar la curiosa moda de tus subordinados, vine porque me llamaste para un trabajo."

Chang la ignoró completamente y la señaló. "Te ha vuelto a crecer el cabello desde la última vez que nos vimos. Eso fue rápido."

Sin poder evitarlo, Shenhua llevó una mano hasta su cabello, que en estos momentos le llegaba un poco por debajo de sus hombros, lo suficiente como para hacerse una cola de caballo, aunque ese no era su estilo. Era tan solo una sombra de su anterior melena.

Esos mocosos bastardos lo pagarían algún día.

"Lo que sea. Di de que se trata el trabajo, o vete a la mierda.". -Respondió ella, tal vez con más agresividad de lo necesario, pero él había tocado un punto sensible.

El señor Chang dejó caer su actitud bromista y tomó una expresión más seria, sentándose correctamente en su asiento y entrelazando sus manos en el escritorio de Balalaika, adquiriendo una postura más profesional. "De acuerdo. No entraré en detalles porque no es necesario, pero recientemente he tenido problemas con la compañía Lagoon. Y si los conozco, y lo hago muy bien, apuesto a que vendrán a buscar una revancha. Necesito que, en caso de que ellos vengan por mí, te encargues de ellos."

"¿Encargarme de ellos en qué sentido?"

"Preferiría que los ahuyentaras. Pero si tienes que matarlos, eres libre de hacerlo."

"…"

Shenhua le tendría más respeto a su jefe si él decidiera actuar de ese modo más seguido. Cuando Chang entraba en su modo serio, imponía respeto y confianza. También miedo, porque, por lo general, él se la pasaba jugando y diciendo pendejadas. Sin embargo, ella no iba a demostrar nada de esto, o de lo contrario, a su jefe se le subiría el ego a la cabeza y comenzaría a actuar como un idiota de nuevo.

"Eso suena como una molestia.". -Dijo ella finalmente. "La zorra de Two Hands no es un juego, y su jefe es un hombre duro."

"Ambas cosas son ciertas, es por eso que te pagaré muy bien". -Respondió Chang, con una media sonrisa. "¿Entonces, nena, aceptas el trabajo?"

Antes de que ella pudiera responder, un pequeño objeto entró volando desde la ventana abierta que había en la oficina, a espaldas de Chang, cayendo justo sobre el escritorio. Una granada.

A Shenhua se le desorbitaron los ojos por el pánico, pero, a diferencia de ella, Chang y Biu Yuen mantuvieron la calma y observaron desapasionadamente el objeto. De hecho, el guardaespaldas de Chang se inclinó sobre el escritorio, agarró la granada y la arrojó por donde vino, como si se tratase de un envoltorio de comida y no de una pequeña y letal bomba.

Unos segundos más tarde, la granada explotó, sacudiendo un poco la oficina.

"Ignora eso.". -Dijo el guardaespaldas, inexpresivo.

"¿¡Como!?". -Exclamó Shenhua, incrédula. "¿¡Como podría ignorar eso!? ¿¡Qué demonios está pasando aquí!?"

"¿Ves? Eso es a lo que me refería cuando dije que tuve problemas con la compañía Lagoon.". -Dijo Chang, negando con la cabeza. "Dutch filtró… cierta información importante y valiosa sobre mí, ahora también tengo a un montón mercenarios atacándome de esta manera. Honestamente, estoy acorralado aquí."

"¿¡Y por qué no te largas de regreso a tu propia base!?"

"No se puede, allí también están atacando". -Comentó Biu Yuen. "Incluso con más fuerza, por lo que es más seguro permanecer en el Hotel Moscú hasta que nuestra propia gente se encargue de repelerlos y que las cosa se calmen un poco. Aquí al menos los rusos solo han dejado entrar a algunos grupos Yakuzas, ya que son aliados de Balalaika…liderados por un rubio imbécil que tuvo la brillante idea de arrojarnos granadas."

"Sí, pero si ese tipo cree que me voy a dejar intimidar por unas simples granadas, está equivocado". -Chang se puso de pie y se acercó a la ventana, ignorando completamente el peligro obvio que esto representaba, agitando una mano en el aire de manera amenazante. "¿¡Escuchaste eso, pingpong!? ¡Nunca me someteré!"

"¡Se dice nipón, chino bastardo!". -Le respondió alguien desde afuera. Shenhua reconoció esa voz, era ese japones que solía frecuentar el bar de Bao y causar alborotos cuando se ponía ebrio…como el 90% de los clientes de Bao. Él se llamaba Chaka si ella no recordaba mal. "¡Solo entrégame el disco y acabemos con esto de una buena vez, maldito amante de la sopa de larvas!"

"¿¡Por qué no vienes aquí e intentas quitármelo de mis manos, maldito amante de los hombres vestidos de mujer que usan orejas de gato!?"

"¡Vete a la mierda, cabrón!"

Satisfecho con eso, Chang se volteó hacia Shenhua. "De todas formas-"

Pero antes de poder continuar, otra granada ingresó por la ventana. Chang dio un golpe con el revés de su mano para regresarla por donde vino… sin embargo, él falló por completo y la granada entró a la oficina. Biu Yuen rápidamente intervino y dio un manotazo a la granada, pero él también falló, logrando golpearla solo con la punta de sus dedos.

Esto hizo que la granada cambiara de curso y ahora se dirigiese hacia Shenhua, quien se apartó de su trayectoria.

La granada cruzó por la puerta abierta de la oficina y acabó en el pasillo, donde luego explotó.

"Nooo~". -Se lamentó Biu Yuen, cayendo de rodillas. "Otra vez no, maldita sea!"

Chang lo miro durante unos instantes y luego lo ignoró. "De todas formas- "

"Cierra esa condenada ventana!". -Lo interrumpió Shenhua, señalándolo acusadoramente.

"Como iba diciendo- "

"¡No me ignores, bastardo!"

"¿Aceptas el trabajo, nena?". -Continuó Chang, por supuesto, ignorándola. "La compañía Lagoon representa el mayor riesgo que tengo, pero esos imbéciles de allá afuera también son una molestia para mí, y esa tendencia a arrojarme granadas comienza a cabrearme. Yo fui el primero en comenzar a hacer eso."

"Tú eres más que suficiente para acabar con ellos.". -Replicó Shenhua, ahora más tranquila. Él no se mostraba preocupado, y su calma acabó contagiándola. "¿Por qué permites que esos gusanos jueguen contigo de esa manera? Es patético."

"Sí, lo sé, pero cada vez que salgo o envió a alguien a matarlos, ellos huyen como cucarachas solo para regresar más tarde. Ya sabes, la típica táctica guerrillera de golpear y correr."

Shenhua lo reconsideró durante un momento. A decir verdad, ella preferiría no involucrarse en la nueva locura de su excéntrico jefe, pero el trabajo prometía acción y una buena paga, y ella vivía por ambas cosas. Además, la idea de posiblemente enfrentarse a Revy y medir fuerzas con ella, algo que siempre estuvo rondando por su cabeza, le pareció atractiva.

Two Hands sería un buen desafío para poner a prueba sus propias habilidades.

"De acuerdo, lo haré." -Dijo Shenhua finalmente. "Acepto el trabajo."

"Pero que criaturita tan sedienta de sangre eres."

Ella ignoró esa provocación. "Entonces, ¿Qué quieres que haga?"

"Bueno, aunque eso Yakuzas cobardes no se atreven a entrar aquí por el momento, sigo estando acorralado y sin posibilidades de salir de aquí sin que media ciudad venga tras mi trasero. Así que tu trabajo consiste en custodiar el pasillo y evitar que esas molestias entren a esta oficina, hasta que ellos se aburran o consideren demasiado peligroso seguir buscando problemas conmigo.". -Respondió Chang. "En pocas palabras, serás el mini-jefe del juego."

"Estupendo…"


Durante su corto tiempo encerrada en ese baño, porque ella pudo soltarse muy rápido, ya que no sería la primera vez que la habían amarrado a una jodida silla, Revy llegó a la conclusión de que su jefe estaba en lo correcto.

Ella no huía de un desafío, y mucho menos de una pelea, pero el señor Chang estaba en una liga diferente. Que él haya podido noquearla de un solo movimiento, aunque fue por un sucio y traicionero ataque sorpresa, lo demostraba. Dutch estaba en lo correcto, lo mejor era dejar de lado ese disco y que Balalaika y la tormenta de mierda se desviase hacia Chang.

Balalaika encontraría uno o dos métodos de recuperar su disco de las garras del gánster chino.

Sin embargo, pese a que ahora comprendía el razonamiento de Dutch, eso no significaba que Revy iba a dejar de lado el hecho de que él y aquel desperdicio de oxígeno que se hacía llamar Benny salieran ilesos luego de que ellos la hubieran encerrado en ese maldito baño.

Es por eso que Revy pasó al ataque una vez que se liberó, sedienta de sangre y venganza.

Benny se le quedó viendo por unos instantes, paralizado, en donde su rostro indicaba que comprendía su situación, representándose en diferentes expresiones; primero fue el miedo, luego fue el pánico y finalmente la resignación. Él no opuso resistencia y voluntariamente se sentó en una silla, a la espera del castigo.

Dutch fue un poco más difícil, a ella le costó trabajo reducir a ese cabrón, pero con una buena patada en las bolas ella pudo solucionarlo. Ese truco nunca fallaba.

Entonces, al igual que ellos lo había hecho antes, Revy procedió a atar a ambos hombres en sus respectivas sillas. Una vez hecho esto, ella comenzó a buscar por la oficina algún cable. Lo ideal para el castigo que tenía en mente seria tener un látigo y un traje de dominatrix, pero no quería perder el tiempo buscando ambas cosas.

"Ajá!". -Exclamó Revy con satisfacción al encontrar una tira de cable negro, era uno de los que Benny usaba para su auto cuando a este… le pasaban cosas de autos. A ella no le interesaba eso, el punto era que ese cable serviría. Tal vez era un poco corto, pero su ancho era perfecto para sus propósitos.

"Rev', nena, hablemos de esto.". -Dijo Dutch, con su usual tranquilidad. Sin embargo, unas gotas de sudor frío caían por su rostro. "Lo siento por encerrarte en el baño, ¿está bien? Pero no es necesario llegar hasta los extremos."

"Amigo, relájate.". -Revy agitó el cable en el aire un par de veces y luego golpeó el escritorio de Dutch, soltando un agudo chasquido. Ella asintió, le gustaba el sonido. De reojo, ella pudo ver como Dutch y a Benny se estremecieron. "He hecho esto muchas veces, al principio te dolerá y me pedirás que pare, pero te prometo que lo vas a disfrutar. Ya sabes, como cuando te dan por el culo."

"Nunca me han golpeado con un jodido látigo, no soy masoquista, y nunca me han dado por el culo.". -Replicó Dutch.

"¿De verdad? Perfecto, entonces tienes dos opciones; te golpeo con esta mierda que parece un látigo hasta que me aburra, o te meto un dildo en el culo. Tu elijes."

"…."

Revy sonrió con maldad, disfrutando por fin poder ver el pánico cruzarse por el rostro usualmente inexpresivo de Dutch. "No te preocupes, no te preocupes. Como dije, tengo experiencia en ambas cosas. Una la aprendí en el club de Rowan y la otra en la cárcel."

"Opción uno.". -Dijo él, de forma instantánea.

"Tsk, cobarde.". -Justo cando ella levantó su látigo improvisado para dar el primer golpe, el teléfono de la oficina sonó. Revy soltó un gruñido de irritación, molesta por la interrupción, mientras que Dutch suspiró de alivio. "Sí, no te alegres tanto, pronto me ocuparé de ti.". -Revy cruzó la oficina con rápidas zancadas y atendió bruscamente el teléfono. "La compañía Lagoon no está disponible para trabajar. Llama más tarde o vete al diablo."

"¿De verdad? Es una pena, pensaba encargarles la difícil tarea de conseguir sentido común para un trio de mercenarios descerebrados."

Ella estuvo a punto de colgar, pero esa voz, ese chiste malo, la detuvo. "… ¿Rock?"

"Ha pasado un tiempo, Revy. ¿Tienes un minuto? Tengo una propuesta, aprobada por Balalaika, que tal vez logre evitar que tu trasero y el de tus amigos se convierta en sopa."