Bala XXXVI
Chang se puso de pie lentamente, tan sorprendido como los demás por la inesperada aparición de la compañía Lagoon.
Aunque Shenhua no había completado su trabajo, ella lo había hecho bien. Dutch tenía su camisa dos grandes manchas de sangre, en el pecho y la zona del hombro derecho, donde Shenhua le había clavado unos cuchillos. Y a juzgar por como sostenía su escopeta con una sola mano, parecía que la otra estaba inutilizada.
Revy tampoco lo había pasado mejor; tenía cortes visibles por todas partes de su cuerpo, algunos cuantos, especialmente en sus brazos, eran más profundos que otros y aun sangraban. Ella pasaba su mirada por toda la oficina, como evaluando quien de todos ellos seria la mayor amenaza.
Al final, su mirada se detuvo en él.
'Ah, diablos. Ella REALMENTE esta cabreada'. -Pensó Chang con cierto nerviosismo, sin embargo, él no lo demostró y dijo otra cosa que estaba dándole vueltas en su cabeza en esos momentos. "¿Cómo carajos pudieron salir del ascensor?"
Era muy difícil, por no decir imposible, poder abrir las puertas con pura fuerza bruta sin la ayuda de alguna barreta o una herramienta fuerte y resistente. Y si se detenía en el momento adecuado, el ascensor se convertía en un ataúd de acero colgado a varios pisos de altura sin siquiera una abertura en el techo para poder salir.
Si Balalaika, o en este caso, Chang, no presionaba nuevamente el botón para que el ascensor volviera a funcionar, entonces era posible dejar que las personas encerradas allí hasta que se murieran deshidratadas o por inanición.
Cara quemada había hecho una trampa bastante simple, pero increíblemente mortal.
"Gracias al apagón.". -Respondió Dutch, con calma. "Cuando volvió la electricidad, hizo que el ascensor reanudó su marcha y, bueno, aquí estamos."
Chang apretó sus labios y le dirigió una mirada acusadora a la joven vendedora de armas y a sus guardaespaldas. "¿Qué?". -Dijo ella.
"Gracias a tus jueguecitos militares, liberaste a una psicópata homicida muy cabreada que estaba encerrada en una trampa perfecta.". -Dijo Chang, inexpresivo. "Bravo."
Koko se señaló a sí misma, indignada e incrédula. "¿Me estas culpado?"
"¿Y de quien sería la culpa si no?"
"¿¡Tal vez la tuya por encerrarla en primer lugar, maldito desquiciado!?"
"Fue en defensa personal."
"¿¡Y quien se defiende con un jodido ascensor!? ¡Debes ser la única persona lo suficientemente loca para hacer esa clase de cosas!"
"Genial."
"No te enorgullezcas!"
"Sí, sí, lo que sea, corten la charla de mierda.". -Interrumpió Revy, sin bajar sus armas en ningún momento. Aunque Chang era el que estaba siendo apuntado. "Me importa un carajo que es lo que sucede aquí, pero ese disco viene con nosotros y le meteré una bala en la cabeza a cualquier idiota que intente impedirlo."
"Díselo a la chica, yo ya me había rendido.". -Chang hizo un gesto de lavarse las manos. "Arréglate con ella."
"¿Una adolescente te ganó? Eres patético."
"Vete a cagar, Revy."
"Estamos del mismo lado aquí, zorra tatuada.". -Intervino Koko, uniéndose a la conversación y frunciendo el ceño. "Balalaika nos envió también. ¿Acaso no te lo dijo?"
"No… supongo que al imbécil de Rock se le olvidó mencionar esa parte.". -Ella chasqueó su lengua. "Lo que sea. Tuve que pasar un infierno para llegar hasta aquí, peleando con esa perra china flacuchenta y quedándome atrapada en ese puto ascensor."
"Fue divertido.". -Comentó Chang, sonriendo.
Ella lo ignoró. "No me iré sin el disco, tu… eh…"
"¡No puedo creer que no me recuerdes!". -Exclamó Koko. "Literalmente hace una semana atrás tu y esa perra rubia casi me matan a mí y a la mitad de mi escuadrón! ¡Me arrestaron por la culpa de ustedes!"
Revy la miró con su ceño fruncido, claramente sin recordarla. Entonces, su compañero, Benny, le dio un codazo para llamar su atención. "Creo que es Koko Hekmatyar.". -Susurró él, pero claramente audible.
"No, no un 'creo'!". -Koko puso una mano sobre su pecho, para enfatizar su punto. "SOY la jodida Koko Hekmatyar!"
"Oh, bueno, yo soy Benny."
"No me importa!"
"Ahora, eso es grosero, jovencita."
"Cállate!"
Mientras ocurría esa discusión entre ellos, Chang dio un rápido vistazo, que no se noto gracias a sus geniales gafas oscuras, tratando de encontrar algún punto débil para poder zafarse de esta complicada situación, pero no pudo encontrar ninguno.
Pudo haber tenido una pequeña oportunidad y poder escapar por la puerta, como la primera vez que se vio acorralado por la mocosa Hekmatyar, pero esa idea se fue al caño cuando apareció la compañía Lagoon, quienes ahora bloqueaban la única salida de la oficina. También estaba la ventana… pero una caída libre de siete pisos de altura era algo que ni él podía manejar.
Balalaika fue muy astuta al enviar a esos dos grupos al mismo tiempo a recuperar el disco.
'Sin embargo.'. -Pensó Chang, observando la discusión en silencio, ya que no podía hacer ningún movimiento sospechoso con esos dos guardaespaldas de Koko apuntándolo a él y a Biu Yue. 'Estos idiotas no está cooperando exactamente… eso en sí mismo es un buen punto débil que explotar.'
Con eso en mente, Chang decidió arriesgarse a hacer una jugada y garró el estuche que contenía el disco. Al hacerlo esto, la discusión terminó rápidamente y todas las miradas y armas en la oficina se centraron en él. Chang no se mostró nervioso por esto y habló con tranquilidad. "Las cosas han cambiado, hay que hacer una nueva negociación."
Koko lo miró con desconfianza. "¿Qué propones?"
Pero como él no se estaba dirigiendo a ella, la ignoró. "Dutch, Revy, unamos fuerzas y-!"
"Diablos no."
"Eso no va a pasar, hombre."
Chang quedó paralizado por un momento, con su boca aun abierta a media frase. Entonces, él finalmente reaccionó. "Oh, vamos, no sean tan maricones! ¿Acaso no ven que tenemos una oportunidad de oro aquí? ¿Qué podrían hacer unos simples militares y una mocosa malcriada- "
"Eh!". -Gruñeron los dos guardaespaldas y Koko al unisonó.
"-contra el equipo de pistoleros más peligroso y genial de Roanapur?"
Benny levantó tímidamente su mano. "A mí no me has nombrado."
Sin embargo, él fue ignorado.
Dutch se rascó su calva cabeza, incomodo. "Escucha, jefe, no tenemos ningún problema contigo, aparte de que nos hayas robado el disco y nos hayas pateado el trasero, pero quiero acabar con esta tormenta de mierda de una buena vez y relajarme en mi barco, bebiendo una cerveza fría, sin tener que preocuparme por una psicópata rusa que quiere convertirnos en sopa. Ponernos de tu lado definitivamente no es el camino hacia eso, así que no."
"Vete a cagar, Dutch."
"Solo ríndete y acabemos con esto."
Chang lo ignoró y posó su mirada sobre Revy. "Me esperaba algo así viniendo de tu jefe, quiero decir, él vendería a su propia madre para salvarse el trasero, o para obtener beneficios."
"Al igual que tú.". -Replicó ella.
Él la ignoró. "¿Pero de tu parte, Revy? Me decepcionas. Cuando solo eras una mocosa que vagaba por las calles de New York como una rata, robando y matando por placer, reconocí tu potencial y te traje a Roanapur. Te entrené, te enseñé a ser la máquina de matar que eres ahora, incluso te presenté al imbécil de Dutch para que trabajaras con él. Si no fuera por mí, ahora mismo solo serias una puta barata para ganarse la vida, o estarías muerta.". -Chang la señaló acusadoramente. "¿Así es como me pagas ese favor, Two Hands, dándome la espalda?"
Revy podía ser una asesina seria y despiadada que estaba dispuesta a saltar a una pelea sin dudarlo, pero Chang sabía muy bien que debajo de todo eso había alguien mentalmente inestable y frustrada por la vida de mierda que tuvo. Algo que era normal encontrar en muchos individuos cuando uno se dedicaba el tiempo suficiente a los negocios de la mafia.
Ella no era inquebrantable. Si se la presionaba correctamente en sus puntos emocionales, Revy podía ser influenciada o manipulada más allá de su fachada dura. Por supuesto, era más fácil decirlo que hacerlo, y aun más difícil llevarlo a la práctica sin recibir una bala en la cabeza durante el proceso, pero Chang tenía algo de experiencia tratando con ella.
"Sí.". -Dijo Revy con una sonrisa que enseñaba todos sus dientes. "Ahora cierra la boca y entrega el disco, perra, tal vez así evites que te meta una bala en la cabeza por decir tantas pendejadas."
"… ¿Y si te pido ayuda amablemente?"
"Debiste comenzar por ahí, pedazo de mierda."
Chang suspiró, parecía que no tenía otra alternativa más que rendirse, así que levantó ambas manos sobre su cabeza en señal de rendición. "De acuerdo, de acuerdo, maldita sea, ustedes ganan."
'No exactamente'. -Pensó Koko, dirigiendo una mirada de reojo a la compañía Lagoon. Aunque ellos habían rechazado una alianza, eso no significaba que fueran un peligro menor. 'Estos idiotas pueden fastidiarlo todo si tratan de hacer una locura, un tiroteo es lo último que necesitamos aquí.'
Seria realmente una putada perder a Chang y al disco justo cuando lo tenían bien agarrado de sus huevos. Cualquier paso en falso, y él no dudaría en huir como una rata.
Afortunadamente para ella, Dutch pareció estar en línea con sus pensamientos y bajó su arma, para luego darle un codazo a su compañera. "Lo escuchaste, Rev', se acabó. Baja tus armas."
"Todavía no tenemos el disco.". -Dijo ella.
"¿Acaso importa? Balalaika los envió a ustedes también.". -Intervino Koko rápidamente. "Este no es un sótano de un bar francés, ni ninguno de nosotros es alemán o judío, así que no hay necesidad de armar un tiroteo que termine en la muerte de todos."
"…"
"…"
"¿Qué?"
"Eh, eso me suena familiar."
"¿De qué está hablando esta mocosa?"
"Habla en inglés, perra."
Valmet y Lehm suspiraron al unisonó, y, junto con las respuestas de los mercenarios y el mafioso, esto hizo que el rostro de Koko lentamente se puso rojo. Ella se cruzó de brazos y volteó la mirada hacia otro lado. "¿Es que nunca han visto Bastados sin Gloria? Que incultos."
"Lo que esta chica quiere decir...". -Dijo Lehm, con voz cansada. "Que, aparentemente, estamos del mismo bando."
Todos los demás tardaron un momento en entenderlo, y luego inclinaron la cabeza como diciendo "'ah".
"¡Tú no!". -Exclamó Koko, señalando a Chang. "Tú eres el enemigo público número uno!"
"Genial."
"¡No te alegres!"
Dutch se aclaró la garganta. "De todas formas, estoy de acuerdo con la pequeña vendedora de armas, Rev'. Ella y sus guardaespaldas parecen estar mejor preparados, y menos lastimados que nosotros. Ellos pueden mantener seguro el disco y dárselo a Balalaika. ¿Eso es lo que buscamos, recuerdas? Terminar la tormenta de mierda, no seguir y formar otra aún más grande."
Revy mantuvo sus ojos fijos en el disco, luego miró a su jefe y finalmente suspiró, bajando sus armas. "Está bien, pero no estoy satisfecha. Te conviene, pequeña perra, que le informes a Balalaika que cumplimos nuestra parte del trato."
Koko soltó un suspiro de alivio que había estado conteniendo, sus hombros estaban rígidos por la tensión y sentía que cargaba una mochila repleta de ladrillos. Pero ahora que Chang se había rendido, y que esos mercenarios no tenía intenciones de pelear, por fin pudo liberarse un poco de esa tención. Pero solo un poco.
Había pasado por muchos problemas y dolores de cabeza, pero el disco estaba asegurado. Era momento de retirarse.
"No, no lo creo.". -Dijo Chang. "Aun me queda mi última carta."
Como si esa hubiera sido una señal, Biu Yue, quien hasta ese momento había estado en silencio y observando todo desde su posición detrás del escritorio, se movió repentinamente y se abalanzó Valmet. Ella reaccionó un segundo tarde, ya que su atención estaba puesta en Chang, y fue derribada, disparando una ráfaga de balas en el proceso que impactaron en el techo de la oficina.
Ambos comenzaron a forcejear.
Lehm se distrajo por un momento ante la abrupta conmoción, Chang no perdió tiempo y también hizo su movimiento. Él corrió directamente hacia el guardaespaldas y le dio un brusco empujón, haciéndole perder el equilibrio. Al mismo tiempo, Chang sacó una de sus pistolas y disparó contra Benny, Dutch y Revy.
Pero él falló deliberadamente, ya que su intención parecía ser que ellos pudieran esquivar los disparos, cosa que hicieron, para así dejar despejada la única salida de la oficina. Obviamente, Chang quería usar el caos repentino para escapar con el disco.
Sin embargo, el vidrio de la ventana de la oficina explotó en ese instante, y Chang cayó al suelo sobre una de sus rodillas, soltando un gruñido de dolor.
Koko parpadeó un par de veces, todo había sucedido tan rápido que ni siquiera tuvo tiempo a reaccionar.
Valmet pudo reducir al guardaespaldas de Chang, golpeándolo y dejándolo en el suelo, apuntándolo con su ametralladora. Por otro lado, Lehm se puso de pie y dio unas largas zancadas hasta Chang, dándole una patada en su espalda y dejándolo en el suelo. Luego, él apartó la pistolas del mafioso chino con sus pies y apoyó una rodilla en su espalda, inmovilizándolo.
"¿Alguien quiere explicar qué carajos está pasando aquí?". -Exigió Revy, finalmente de pie, apuntando su arma hacia Chang caído. La repentina conmoción también la habían confundido junto con el resto de su equipo.
Entonces Koko lo recordó, ese había sido Lutz. Ella había olvidado que él estaba de francotirador para apoyarlos por si algo salía mal o si Chang intentaba escapar.
"Un francotirador.". -Dijo ella, tras recuperarse de su sorpresa inicial. "Le advertí a este tipo que había uno vigilando la oficina por si acaso."
"¿¡Entonces eso no fue un maldito farol!?". -Exclamó Chang. "¡Me dio en el culo!"
"¡Pues debiste pensar en eso antes de intentar escapar! ¡Ahora quédate quieto, o el próximo disparo será en tu columna y terminarás en una silla de ruedas, hijo de puta!"
"¿Y bien?". -Preguntó Rock, sentando al lado de Balalaika en su habitación del hotel, separados solo por una pequeña mesita de noche, donde había un cenicero repleto de cigarrillos medio a acabar; todos suyos.
Habían sido horas muy tensas y estresantes, y esa fue la única manera que Rock pudo expresar su nerviosismo sin entrar en pánico
Ya era tarde por la madrugada, pero Rock había estado demasiado nervioso como para permanecer acostado en su cuarto, y mucho menos dormir, por lo que estuvo dando vueltas por la planta baja del hotel.
Hansel y Gretel habían permanecido gran parte de la noche con él, cosa que agradeció, porque eso lo había distraído un poco del asunto, pero al final la espera resultó ser demasiado para ellos y se retiraron a su habitación a descansar. Rock sintió un poco de envida de que ellos pudieran dormir despreocupadamente
Balalaika había estado igual, tal vez incluso más. Si él había estado nervioso y estresado, entonces ella lo había estado el doble.
Entonces, un soldado ruso se le acercó para contarle que Balalaika había recibido una llamada de Dutch, para informarle de la situación.
Ella fue lo suficientemente amable para invitarlo a su habitación, ya que había permanecido allí desde que contactó con Koko Hekmatyar, a oír lo que el líder de la compañía Lagoon tenía para decir. Rock no tuvo ningún motivo para rechazarla, después de todo, había estado a oscuras desde el momento en que contactó con Revy para incitarlos a participar en su apuesta loca contra Chang, para ver si podían quitarle o no el maldito disco, sin morir en el proceso.
Aunque él solo pudo oír las cosas a medias por lado de Balalaika, así que no sabía exactamente que había ocurrido, ni que se había discutido, pero se hacía una idea general.
Balalaika no respondió de inmediato, solo dejó el teléfono que había estado usando sobre la mesa y se frotó sus ojos con cansancio. Pero por la sonrisa satisfecha de ella, al menos parecía ser algo bueno.
Y algo bueno para Balalaika significaba "victoria" o "beneficios".
"En primer lugar, el maldito disco está en manos de Koko Hekmatyar, y me lo guardará hasta que regrese a Roanapur.". -Dijo finalmente la líder rusa. "En segundo lugar, Two Hands está viva, con tantas heridas de cortes que la hacen parecer un adolescente con depresión, pero viva. Así que ya puedes relajar tu trasero."
"¿Qué pasó con el señor Chang?"
"Se rindió después de recibir un tiro en el culo y fue tomado como rehén."
Rock alzó ambas cejas. "¿En el culo?"
Ella se encogió de hombros. "Bueno, técnicamente en el glúteo izquierdo, pero vamos, eso sigue siendo parte del culo. La cosa es, Dutch dijo que el Chang ahora quiere hacer un acuerdo de alto al fuego entre nosotros."
Rock se animó, esas eran realmente buenas noticias. Como se esperaba del señor Chang, tomar una decisión correcta en el momento correcto, y parecía que Dutch estaba de acuerdo con eso. "Supongo que es para que ninguno de los dos intente matar al otro indirectamente, ni robarse objetos muy valiosos, ni tampoco- "
"Fue él quien empezó con los intentos de asesinatos indirectos.". -Lo interrumpió Balalaika, un poco a la defensiva, levantando un dedo. "No me creo esa mierda de haberme intentado entregar a tus mocosos como un acto de buena voluntad, o cualquiera de sus estúpidas razones que ni siquiera recuerdo porque no me importan, fue deliberado. Él sabía que ellos eran unos psicópatas homicidas inestables que me iban a matar por aburrimiento."
"Sí, bueno, al menos él fue mucho más sutil.". -Replicó Rock, inexpresivo, pero con cierto tono de regaño en su voz. No le gustaba que hablasen de sus niños de esa manera, aunque ella no estaba del todo equivocada. "No como cierta rusa que le informó casualmente a cierta vendedora de armas rencorosa la ubicación de donde estaba el señor Chang y la situación, digámosle, vulnerable en la que él se encontraba en esos momentos."
Balalaika no dijo nada, solo se cruzó de brazos y desvió la mirada. Él notó como ella movía ligeramente su mandíbula, como si estuviera masticando antes de escupir contra la pared; una señal de que estaba irritada y lo mejor sería cerrar la boca. Naturalmente, Rock no pensaba hacer eso.
"También pudiste ponerle un cartel en su espalda que dijera: MATENME"
"¿Qué tal si te mato a ti en su lugar? O mejor aún, ¿Por qué no te arranco la lengua y te hago lamberte las pelotas?"
Rock sonrió, satisfecho por su reacción. Había ganado un par de años de vida con eso. "¿Entonces harás el acuerdo de cese al fuego con el señor Chang? Los dos sabemos que una pelea prolongada entre el Hotel Moscú y la triada del señor Chang no sería beneficiosa para nadie, salvo para otras organizaciones. "
"No sabía que ahora eras mi jodido consejero de guerra."
"Considéralo un pequeño extra, además, una opinión de un tercero nunca está mal.". -Él le dio unos golpes juguetones en su hombro. "Venga, venga, no te cuesta nada, hazme ese favor."
Balalaika lo miró en silencio durante un largo instante, y Rock comenzó a lamentar dejarse llevar y tratarla de manera tan familiar, incluso si ella admitió anteriormente que no le desagradaba. Sin embargo, justo cuando él estaba por disculparse, ella resopló con molestia.
"Hmph. No puedo discutir con tu lógica. De acuerdo, haré ese estúpido acuerdo que tanto insistes, pero no esperes la gran cosa, no va a durar mucho tiempo."
"¿Eso significa no moler-moler, rebanar-rebanar? Y no me refiero solo al señor Chang."
"Desde el principio no tenía intenciones de matar a Two Hands, ella una útil herramienta de trabajo, y le debo unos cuantos favores a Dutch. Lo máximo que voy a hacerles, porque dejarlos sin castigo no sería apropiado por todos los dolores de cabeza que me han causado, será regañarlos y darles trabajos pesados de poca paga por una temporada."
"¿Qué hay de Benny?"
Ella alzó una ceja. "… ¿Quien?"
"Hombre rubio, hacker, que usa una horrible camiseta hawaiana."
"Oh, sí, supongo que tampoco le haré nada."
Solo entonces Rock pudo soltar un suspiro de alivio. No estaba completamente seguro, pero, por el momento, ella había dejado de lado, perdonado entre comillas, la traición de la compañía Lagoon.
Esto era lo más importante en la lista de prioridades de Rock. Él le había dado su palabra a Revy de que intentaría calmar un poco las tensiones entre Balalaika y la compañía Lagoon, para evitar que ella terminase cortando contacto con ellos y afectando los negocios de esos tres idiotas.
Además, era lo menos que podía hacer por haber desatado esa tormenta de mierda que accidentalmente los involucró junto con el señor Chang.
Aunque ahora que lo pensaba… ¿no sería su mala suerte la que provocó todo ese desastre en primer lugar? No sería la primera vez que un plan, o algo en lo que él se involucraba activamente, se terminaba desviando totalmente de su punto original y dirigiéndose hacia un rumbo desconocido con resultados caóticos, violentos y aleatorios.
Aterrador.
Rock sacudió su cabeza, dejando de lado esa idea por el momento. Podía preocupare por eso más tarde, ahora había otros asuntos más importantes que atender. "Entonces… ¿Cuándo y dónde lo harán?"
"No vas a participar."
"Lo sé, fueron suficientes dolores de cabeza para mí, gracias, es solo curiosidad."
Balalaika pareció satisfecha con esa respuesta. "Será de inmediato. No pienso darle más tiempo a ese chino bastardo para que pueda hacer sus jugadas sucias, solo hace falta que Dutch encuentre un lugar adecuado para hacer el acuerdo. Una zona neutral para reducir riesgos.". -Ella sacó uno de sus cigarros y lo encendió. "Ahora, mientras me ocupo de eso, tráeme una buena botella de alcohol. Una fuerte, Dios sabe que necesito un maldito trago si tengo que lidiar con Chang."
La mocosa Hekmatyar tuvo éxito, y con ella, la compañía Lagoon también. Aunque de todos, ellos fueron los que más se esforzaron, a excepción de Benny que no hizo nada, al pelear contra aquella perra china arrojadora de cuchillos.
Entonces, Dutch telefoneó a Balalaika, informándole que el disco estaba asegurado y pidiéndole que cancelase el trabajo para los demás mercenarios, o de lo contrario, alguien podría atacarlos y la historia del maldito disco se repetiría. También, a pedido de Chang, él solicitó un alto al fuego.
Todos eran unos tercos-hijos-de-perra que estaban mal de la cabeza, y estaban cansados. Ya habían sido suficientes locuras por una sola noche.
Sorprendentemente, Balalaika estuvo de acuerdo en casi todo. El problema era que no confiaba en la palabra del mafioso chino. Si ambos iban a negociar un alto al fuego y a los ataques sorpresa, ella quería una buena garantía de que ese tipo no rompería su palabra.
Por su parte, Chang también estuvo de acuerdo en eso.
Revy sugirió ir al bar de Bao para sellar el acuerdo, con ella, Dutch y Benny, además de la mocosa y sus guardaespaldas, presentes como testigo. Pero Dutch no quiso hacer la negociación allí, porque ellos ya le habían causado suficientes problemas al pobre tipo y no quería involucrarlo en asuntos todavía más turbios de los que ya está metido.
Entonces, Revy sugirió ir a la iglesia Rip Off.
La iglesia tenía buena reputación; Eda y Yolanda eran respetadas por no hacer negocios con solo una organización en específico y por no meterse con nadie que no se meta con ellos. También eran temidas, porque Eda era una perra psicópata que no dudaba en dispararle a alguien solo por mirarla feo. Y Yolanda tenía un precioso Desert Eagle de oro además de una buena puntería.
Era una buena zona neutral para los negocios de este tipo.
"¿Entonces quieres que te preste mi iglesia, un lugar santo, para hacer un acuerdo de cese al fuego entre un mafioso chino con el culo agujereado por una bala, una perra psicópata rusa, una mocosa de quince años y su equipo, quienes le agujerearon el culo al chino en primer lugar?". -Preguntó Eda, alzando una ceja.
Eda estaba parada en la entrada de la iglesia con la puerta medio abierta, apenas asomando su cabeza como una tortuga desconfiada. Ella parecía estar perfectamente activa a esa hora, casi las 3 a.m., sin mostrar signos de haber estado dormida o cansada, y la había escuchado atentamente en silencio.
Revy, cruzada de brazos, asintió.
Ella fue la encargada de ir a pedir el favor, ya que, por extraño que fuera, no había nadie más calificado para hacerlo.
Aunque Dutch y Benny eran conocidos de la iglesia, ellos tenían una relación más por los negocios y evitaban tratar con Eda en lo posible. La mocosa y sus guardaespaldas tampoco eran una buena opción. Eda no los conocía, y casi la había matado aquella vez, así que no había manera de que ella aceptase dejarlos pasar.
Chang hubiera sido una buena opción, ya que al ser uno de los lideres de Roanapur tal vez podría lograr convencer a aquella monja bastarda. Pero él no estaba disponible porque lo hirieron en el culo y no podía caminar. Además, él y su guardaespaldas estaban encerrados en el maletero de uno de los autos en los que vinieron y todavía estaban metidos ahí.
Nadie tenía intenciones de dejarlos salir.
"Y ustedes quieren ser testigos de eso…". -Continuó Eda. "¿Aunque fueron los que causaron todo ese enorme lio en primer lugar al haberle robado el disco a esa perra psicópata rusa?"
"Sí. Así que hazme el favor y déjanos zanjar las cosas aquí."
Eda cerró suavemente la puerta de la iglesia.
Revy inmediatamente la abrió de una patada, luego, ella sacó sus dos armas y apuntó directamente a la monja. "¡Déjanos entrar o te mandaré a la morgue!"
"¡No! ¡Te dije que ya no quiero saber nada de ti y tus negocios envenenados!". -Replicó Eda, sin dejarse intimidar. "¡Lárgate o llamaré a la policía!"
"¡Te estoy pidiendo un favor!"
"¿¡Amenazándome de muerte!?"
"¡No sé cómo hacerlo de otra manera!"
"¡Por cosas como esa es que eres una jodida marimacho!"
"¡Vete a la mierda, maldita monja abandonada por buda!"
"¡Soy católica, y dime hermana, perra!"
"¡Cállate! ¡Quiero hablar con Yolanda! ¡Llámala, llámala ahora mismo!"
"¡Son las dos de la madrugada!". -Eda dio un paso hacia delante y comenzó a golpearla en la frente con su dedo repetidamente." ¿¡Qué crees que estaría haciendo una vieja horrible, gruñona y amargada como Yolanda a estas horas de la noche!?"
"Estaba durmiendo hasta que un par de imbéciles escandalosas me despertaron.". -Dijo una voz tranquila desde el interior de la iglesia. Eda y Revy dejaron de gritarse y miraron en dirección a la voz, topándose con Yolanda. Ella, con su único ojo sano, examinó a ambas inexpresivamente. "¿Por qué no consiguen un cuarto y resuelven lo que sea que haya entre ustedes, par de perras frígidas?"
Revy decidió ignorar su burla. Ella no era alguien hábil con las palabras, pero se las podía arreglar para convencer a esta vieja de mierda. "Eh, vejestorio, déjanos hacer una reunión de negocios entre el señor Chang y Balalaika aquí."
"¿…Por qué?"
Justo como ella lo esperaba, nombrar a esos dos fue una buena manera de evitar un rechazo directo. Eso y porque Yolanda parecía tener más sentido común que Eda. "Zona neutral y testigos del acuerdo."
"¿Entonces por qué no lo haces en el bar de Bao, o algún otro lugar neutral de la ciudad, y no en mi puta iglesia?". -Replicó Yolanda.
"Eh.". -Dijo Eda.
"Oh, cierto, santa iglesia."
Revy resopló. "Porque a Yellow Flag lo hemos destruido un montón de veces por hacer tiroteos y Bao no quiere saber nada de nosotros. Lo mismo con Rowan y su club, y no tengo ganas de pasarme toda la maldita noche buscando un lugar solo para que unos imbéciles acuerden no matarse entre ellos. Además, me aseguraré de que el jefe Chang y Sis tengan en cuenta este favor que les hiciste."
Yolanda gruñó de manera pensativa. Ella no estaba convencida, pero que dos lideres principales de Roanapur le debieran un favor era una oferta muy tentadora para cualquiera. "¿Todos los que van a participar en la reunión están aquí?"
"Sí. Chang está metido en el maletero de un auto con una bala en el culo, y Sis está en Japón, pero la podemos contactar."
"¿Van a destruir mi iglesia con un tiroteo?"
Revy, por mucho que quiso hacerlo, no respondió de inmediato. Ella volteó su cabeza hacia donde estaban sus dos compañeros de trabajo, y la mocosa con sus guardaespaldas, cerca del auto donde Chang y Biu Yue encerrados. En total eran 13 personas, sin contar a Yolanda, Eda y al sacerdote Rico si estaba por ahí.
Era mucha gente, y casi todos tenían un arma encima, sabían pelear y eran bastante fáciles de hacer cabrear. Siendo solo Benny la única excepción en cuanto a las armas. Balalaika solo iba a estar hablando por teléfono, pero su lengua afilada era más que suficiente para calentar los ánimos.
En momentos como este era cuando Rock hacía falta, ese tipo de alguna manera siempre podía quitarle el veneno a la situación.
"¿Probablemente no?". -Dijo Revy al final, encogiéndose de hombros.
Yolanda resopló. "Supongo que eso es lo mejor que podré conseguir. Lo que sea, pueden juntarse y jugar un rato. Pero no quiero armas en mi iglesia- "
"Nosotras vendemos armas.". -Señaló Eda, inexpresiva.
Yolanda puso sus ojos en blanco. "No quiero armas que no sean nuestras. No quiero que rompan nada y de ninguna maldita manera entrara todo ese batallón que hay allí, cada bando elegirá dos personas como máximo."
"Relaja el culo, viejo costal de huesos, nadie va a destruir tu puta iglesia.". -Dijo Revy, cada vez más cabreada por tantas restricciones. "Ninguno de aquellos imbéciles tiene ganas de pelear, y yo estoy harta de todo el maldito asunto del disco. Todo este día ha sido una completa mierda, solo quiero emborracharme y dormir, así que déjate de parloteos y acabemos con esto."
La vieja monja pareció quedar satisfecha con eso y asintió. "Bien, ahora pasen, pónganse cómodo e intenten no matarse mientras hago los arreglos."
Chang estaba sentado rígidamente en una silla, en medio de la sala de estar de la iglesia Rip Off, con sus manos y pies firmemente atados con unas cuerdas. Sus labios apretados en señal de disgusto.
El resto de los integrantes de la reunión estaban sentados en los sillones y otros permanecían de pie.
Koko Hemkatyar estaba con un viejo soldado, su segundo al mando. Dutch estaba con Revy y Chang tenía a su guardaespaldas Biu Yue. En cuanto a Yolanda, ella estaba sola. Eda no quiso saber nada de este asunto porque era demasiado molesto.
"Creo que esto es excesivo.". -Dijo Chang. "No soy un terrorista o algo así."
Yolanda estaba considerando seriamente taparle la boca con cinta. Pero Yolanda no quería hacer el esfuerzo de taparle la boca y luego destapársela cuando sea necesario. Eso seria un desperdicio de cinta.
También estaba la opción pegarle un tiro en la cabeza, la cual era más tentadora. Aunque esto último le daría una satisfacción momentánea, las molestias y explicaciones que luego ella tendría que dar serian demasiado fastidiosas, por lo que descartó esa idea.
Dutch también había insistido en este tema. Balalaika quizás no tuviera mucho miedo de eso, después de todo, ella tenía la fuerza y recursos necesarios para respaldarla. Pero incluso así, el Hotel Moscú pasaría un mal rato en una lucha directa contra la Triada y sus aliados, tal y como había ocurrido hace varios años.
Tampoco era extraño que estuviera de acuerdo con el alto al fuego.
La chica Hekmatyar lo tenía un poco mejor, aunque tuviera algunas molestias, no resultaría tan afectada. Eso es porque su base de negocios solo eran las armas y no se limitaba a un territorio en específico. A ella realmente le daba igual, probablemente estaba allí para asegurarse de que ya no irían por ella mientras tuviera ese disco en sus manos.
Revy tal vez conocía un poco sobre cómo se manejaban las cosas en la ciudad, pero ese conocimiento era solo superficial. Ella ignoraba realmente la "política" en Roanapur y el alcance de las consecuencias, pero eso era normal para una cabeza de musculo amante del dinero y emociones fuertes.
Ella participaba solo porque Dutch y Chang estaban allí. Además, después de haberse involucrado tanto, ella definitivamente querría ver el final de este lio. Aunque Yolanda quisiera echarla, no habría podido hacerlo sin armar un escándalo o un tiroteo.
En cuanto a Chang…gracias a la cantidad de negocios y conexiones que tenía, dentro y fuera de Roanapur, él era un jugador demasiado importante como para matarlo tan casualmente. Su muerte llevaría a un desequilibrio en el poder, es por eso que las diferentes facciones en Roanapur llevaban en un punto muerto, limitándose a una competencia de negocios y expansiones.
Y Chang lo sabía, por eso se mostraba tranquilo a pesar de estar en tanta desventaja.
Para empeorarlo todo, ese sucio bastardo tenía un acuerdo con Eda sobre quien-sabe-que, Yolanda no era una imbécil para andar preguntando esa clase de cosas, y eso significaba un acuerdo la CIA. Sin la presencia de Chang, probablemente Roanapur no sería más que un banquete formado por algunos de los criminales más buscados del mundo, listos para ser devorado.
Esa era otra razón por la que Yolanda había accedido a que él y Balalaika hicieran un acuerdo en su iglesia. Aun así, los beneficios de eso apenas superaban los riegos y las molestias.
En pocas palabras, Chang podía ser derrotado y lastimado, pero no asesinado.
'Maldita armadura de la trama.'. -Pensó Yolanda con cansancio. "Es para tu propia seguridad, señor Chang, así como la nuestra. Nada personal."
"Él está rodeado, desarmado y con una bala en el culo.". -Intervino el guardaespaldas, Biu Yue, saltando en defensa de su jefe. Él estaba en la misma condición que su jefe, atado de pies y manos, solo que sin una bala en el culo. "¿Qué podría hacer el señor Chang en una situación como esta?"
"No lo sé, nadie sabe que es lo que pasa dentro de su cabeza coreana, probablemente ni siquiera él. Es por eso prefiero mantenerlo lo más restringido posible."
"Estas exagerando, y somos chinos.". -Dijo Chang.
"Es la misma mierda.". -Replicó Yolanda, alzando una ceja. "Los dos permanecerán atados y eso no es negociable. Si siguen insistiendo, les recuerdo que sellar sus bocas con la mía no es algo particularmente difícil de hacer para mí."
Después de escuchar su amenaza, ambos hombres inmediatamente quedaron en silencio.
"Muy bien, no perdamos más tiempo con tonterías.". -Dijo Balalaika al teléfono de la iglesia, en altavoz para que su voz sonara fuerte y clara. "No he dormido en casi 24 horas y no estoy de humor para juegos."
"No eres la única que no ha dormido nada.". -Señaló Revy, desde un rincón de la sala principal. "Todos estamos cansados."
"Tu y tus compañeros con retraso mental fueron los que iniciaron esto, Two Hands. Pero accedí a este ridículo acuerdo porque es el mejor camino para resolver este asunto. Si fuera por mí, dejaría que los mercenarios contratados los maten. Así que mejor cierra la boca, o el acuerdo se acaba y sus traseros serán sopa, ¿entendido?"
Revy soltó un gruñido bajo y largo, pero al final obedeció, sacando un cigarrillo y encendiéndolo.
Como el silencio incomodo se había instalado en la iglesia, Yolanda decidió intervenir, aclarándose la garganta. "Está bien, como lo dijo la señorita Balalaika, no perdamos el tiempo con tonterías. El alto al fuego implica que ambos bandos se retiren de este asunto. Chang y sus hombres no perseguirán más el disco, y Balalaika retirará los mercenarios contratados y no tomará represalias. ¿Ambos lados están de acuerdo?"
Chang inclinó la cabeza, aparentemente pensativo. "¿Y si me niego?"
"Te mueres.". -Respondió Balalaika al instante., inexpresiva.
Él soltó una risa breve. "¿Extrañas nuestros duelos verbales tanto como yo lo hago?"
"En absoluto."
"Pero que perra más fría y cruel eres.". -Chang suspiró dramáticamente, pero nadie se creyó eso ni por un segundo. "En fin, acepto esos términos."
Yolanda asintió y luego dirigió su mirada hacia la joven vendedora de armas. "¿Qué hay de ti, chiquilla?"
"¿Chiquilla?"
"¿Puedes buscar un lado pacifico en ese corazón despiadado que tienes y olvidarte de este asunto? Ya le metiste un trozo de plomo en el culo al señor Chang, y la compañía Lagoon lo pasó realmente mal durante esta noche, creo que eso es mas que suficiente para restituir tu reputación dañada. Además, me encargaré de soltar rumores exagerados."
La chica Hekmatyar no parecía muy convencida, pero al final asintió bruscamente. "Lo que sea, solo quiero irme de esta ciudad de mierda."
"Maravilloso.". -Yolanda dirigió su mirada hacia el teléfono… y frunció el ceño. Realmente perdía el efecto deseado si la otra persona no te podía ver, por eso le gustaban los negocios cara-a-cara. "¿Cómo suena eso para usted, señorita Balalaika?"
"¿Quién pagará los daños a mi base? Porque me contaron que cierta pistolera descerebrada y una china acróbata hicieron mierda mi planta baja, y que un retrasado mental se la pasó arrojando granadas por todas partes."
"Oh, eso.". -Chang se rio tímidamente. "¿50-50? Solo arrojé una granada, esos jodidos Yakuzas que son aliados tuyos hicieron el resto. Y en cuanto a la pelea de Shenhua y Two Hands, tú enviaste a la compañía Lagoon, pero estoy dispuesto a pagar la mitad del desastre que hizo Shenhua."
"Hmph. Supongo que esta bien… ya tengo en mente a quien hacerle responsable de esos daños."
"Pero, cara quemada, quiero recordarte que esto no garantiza una alianza duradera. Solo es para restaurar el anterior equilibrio. Si en algún momento considero que tus acciones amenazan mis intereses, no dudaré en ponerte una ronda de balas en tu cabeza."
"Lo mismo digo, señor Chang."
"Entonces, así se termina una estúpida situación complicada que se pudo haber resuelto con una simple llamada.". -Intervino Yolanda, antes de que la discusión subiera de tono. Era plena madrugada y ella prefería estar durmiendo cómodamente en su cama, no lidiando con estos imbéciles homicidas. "Comunicación, gente, comunicación. Todos son unos niños grandes aquí para saber que no todo se resuelve con venganzas, peleas y tiroteos."
"Es que así es más divertido.". -Dijo Chang. Two Hands gruñó en respuesta al estar de acuerdo con eso.
Balalaika soltó un fuerte bostezo. "Lo que sea. Señorita Hekmatyar, si pudieses hacerme otro favor y…?"
"Mantendré el disco hasta que vuelvas, sí.". -Dijo Koko, poniéndose de pie, impaciente por irse. "Creí que eso ya estaba implícito."
"Solo me aseguraba.". -Balalaika sonaba complacida, casi se podía ver su sonrisa. "Entonces eso es todo, adiós por ahora y no vuelvan a llamar a menos de que sea una emergencia. Y si es posible, no la vuelvan a cagar."
Dicho eso, la líder del Hotel Moscú cortó bruscamente la llamada. Yolanda puso sus ojos en blanco y sacudió su cabeza. "Estos malditos niños."
"Eso salió bien.". -Dijo Balalaika, por fin relajándose y recostando su espalda contra el respaldo de la silla donde estaba sentada. "Al menos tan bien como se puede solucionar mediante una llamada. Por eso me gusta resolver negocios cara a cara, es más fácil intimidar y saber que piensa la otra persona cuando la puedes ver."
Aunque no era su intención al principio, Rock terminó acompañándola con la bebida, un Jack Daniels sin hielo, ya que Balalaika detestaba colocar hielo en las bebidas fuertes, en una pequeña celebración de "victoria".
Fue todo un quebradero de cabeza para todos los involucrados, pero ahora ese asunto del maldito disco estaba resuelto. Y se resolvió de la manera más estúpida e inesperada, sin embargo, él estaba agradecido de que así sucediera. Rock definitivamente tendría que ir a la iglesia Rip Off y agradecerle correctamente a la hermana Yolanda por su colaboración.
Sin su ayuda, todo no se habría resuelto de una manera tan… pacifica.
"Dudo mucho que alguien como el señor Chang pueda ser intimidado.". -Señaló Rock.
"No me refería específicamente a él, sino a esos otros imbéciles. Pero creo que podrán comportarse, al menos por el momento.". -Dijo Balalaika. "Ahora, ¿Qué es lo que planeas hacer?"
"No lo sé, supongo que pensar en el siguiente paso una vez que regresemos a Roanapur."
Y eso sería… tratar con Chang y la deuda que los niños tenían con él. Aunque el mafioso nunca lo mencionaba o se lo recordaba, Rock sabia muy bien que Hansel y Gretel habían asesinado a un puñado de sus hombres. También, Chang había sido quien lo ayudó a convencer a Balalaika de perdonarle la vida a los gemelos.
El hombre era un líder de una organización criminal bastante poderosa con muchas dominios en todo el mundo, además de ser un pistolero experimentado que tenía el mismo, o quizás más, nivel de peligrosidad de Revy. Sin embargo, el verdadero problema, al igual que pasaba con Dutch, era que Chang era alguien tranquilo y engañosamente relajado.
Alguien muy razonable.
Rock no tenía problemas con personas como Revy, Matsuzaki o incluso Balalaika, a pesar de que esta última tenía características muy similares a Chang. La agresividad abierta de estos tres individuos, en cierto sentido, hacían que fueran personas más honestas, transparentes. Rock sentía que tenía más control sobre situaciones con personas como ellos.
Ellos eran más fáciles de comprender y predecir gracias a sus reacciones impulsivas o agresivas.
En cambio, con personas como Dutch y Chang, Rock no sentía ese mismo tipo de seguridad debido a la imprevisibilidad que tenían ellos al ser tranquilos y racionales.
Tratar con personas que son tan reservadas, o que ocultan sus intenciones detrás de una fachada de calma, era algo que lo hacía sentir vulnerable. Eso por eso que él siempre había temido y respetado a su antiguo jefe, Kageyama, porque él también era como Dutch y Chang; Rock no podía leerlos, no podía saber en qué pensaban o que acciones tomarían en determinados casos.
Con ellos, Rock no tenía el control.
"¿Quieres trabajar para mí?". -Habló Balalaika de repente, sacándolo de su reflexión. "Te pagaría mejor que ese pobre desgraciado de Bao y tendrías protección contra cualquiera que intente hacerte algo… aunque con esos mocosos psicópatas que tienes no hay mucha necesidad de esto último."
"Le pedí trabajo a Bao porque no conocía a nadie en esa ciudad, y porque no quería relacionarme a ningún trabajo criminal.". -Dijo Rock, con cuidado. Un poco sorprendido. "Además, no estoy especialmente interesado en el dinero."
"Empiezo a preguntarme qué te interesa… aunque creo me hago una idea.". -Ella levantó su vaso y tragó todo el licor. "De todas formas, no necesito una respuesta inmediata. Cuando te aburras del juego de ser un buen tipo, las puertas del Hotel Moscú estarán abiertas para ti. Y también para tus mocosos, siempre que sepan controlarse, supongo."
Balalaika inclinó la botella hacia él en una oferta muda de una recarga. Rock esperó por un momento y luego decidió aceptar la botella, sirviéndose un trago. Él no estaba aceptando trabajar para ella, pero tampoco lo estaba negando. Puede que él y los gemelos ya no tuvieran una deuda que pagar, pero no vio necesario cortar todo vinculo o conexión con Balalaika.
Nunca estaba de más tener opciones disponibles. Después de todo, un conejo astuto siempre tenía dos guaridas.
"Aprecio la oferta."
"No se lo hago a cualquiera, solo a los que valen la pena.". -Dijo Balalaika. "Cualquiera puede sacar un arma y hacer un «bang», pero no todos tiene el cerebro e inteligencia para hacer negocios."
Una vez dicho esto, Balalaika se puso de pie, estirándose un poco. Entonces comenzó a desabrocharse su traje rojo de negocios, arrojándolos a la cama, al mismo tiempo que sus zapatos, quedándose puesta únicamente con su falda, sus medias largas y un sujetador negro.
Rock casi se atragantó con su bebida, tosiendo un poco, apartando rápidamente la mirada. "¿¡Qué diablos haces!?"
Balalaika puso una mano en su cadera, mirándolo con diversión. "He pasado por mucho durante las últimas horas y no me vendría relajarme un poco. ¿Quieres follar y liberar la tensión?"
Rock seguía mirando firmemente hacia otro lado, con su rostro ardiendo. Ese debió ser el ofrecimiento más directo que había recibido desde hace años. "¡E-Estas llevando esto de reclutarme demasiado lejos!"
Ella soltó una carcajada ante su nerviosismo. "Para nada, que tenga ganas de follar contigo no tiene nada que ver con que te ofrezca trabajar para mí, el placer y los negocios van totalmente separados. Tampoco le ofrezco esto a cualquiera, ¿sabes? Solo cuando encuentro a alguien, hombre o mujer, lo suficientemente interesante. Además, tu estas totalmente en mi rango de ataque."
Muy a su pesar, Rock le dio un vistazo. Incluso con las cicatrices de quemadura en algunas partes de su cuerpo, Balalaika todavía era una mujer atractiva. Alta, con buenas piernas, de pechos grandes y delgada del tipo atlética. También su cabello era largo, aunque no le gustaban especialmente las rubias.
Solo entonces Rock se dio cuenta que ella cumplía con todos sus gustos. Diablos, incluso tenía un carácter fuerte.
Nah, él siempre supo que Balalaika era de su tipo, simplemente se había hecho el tonto hasta el momento, prefiriendo ignorarlo.
Mientras esperaba sus palabras o su reacción, Balalaika se quitó el resto de su ropa, la falda y las bragas, quedando solo con las medias negras envolviendo sus piernas. Rock se sentía torpe y molesto, consciente de que ahora la miraba embobado y con una presión en los pantalones estaba empezando a resultar incómoda.
Balalaika había ganado al totalmente al tomar la iniciativa.
"¿Entonces?". Preguntó ella, sin perder su sonrisa. Estaba sentada en la cama, cruzada de piernas de manera provocativa y dándose golpecitos en el uno de sus muslos. "¿Quieres hacerlo o no?"
"…"
