Declaimer: Los personajes le pertenecen a Stephenie Meyer. Pero la trama es completamente de mi autoría. A casi 10 años de haber sido publicada por primera vez, regresa mejorada.
Gracias a mi beta Andrea y mi prelectora Ta-Cullen por ayudarme a acomodar las ideas.
3.- Isabella
A los pocos minutos la orquesta se calló y alguien se aclaraba la garganta ante el micrófono logrando que todo el salón quedara en silencio, al escuchar la voz de John dando la bienvenida y que las luces se apagaran dejando solo el escenario iluminado, Bella salió siguiendo a Megan que la llevó hasta su mesa lejos de la vista de sus padres. Bella se inclinó sobre Megan para saludar a Owen que no podía quitarle los ojos de encima a su novia. Megan le cogió la mano a Bella para tranquilizarla, y se lo agradeció con un apretón.
— Buenas noches a todos, para los que no me conocen soy John Dupont y tengo el privilegio de ser socio de Diamond Corporation. Me otorgaron el honor de ser su anfitrión esta noche en esta ansiada velada organizada para celebrar los cuatro años de la empresa y que ha abierto su décima sucursal en el mundo. — Hubo unos aplausos de sus colaboradores. — Diamond es una empresa que hace solo unos meses llegó a esta ciudad y lo ha hecho como los grandes, posicionándose como una de las mejores por ser una compañía responsable y sobre todo eficaz, lo que no se puede lograr sin un equipo altamente preparado y comprometido con la sociedad. Y agradezco de manera muy personal el haberme elegido como socio aunque solo sea del 5% que es un gran logro tratándose de este monstruo. — Sonrió y hubo varias risas.
Bella no pudo evitar mirar a su alrededor notando que todos estaban al pendiente de cada palabra.
— Es a tu derecha, seis mesas. — Le indicó Megan por lo bajó sin mirarla.
Aunque no lo estaba buscando, no pudo resistirse el echar un vistazo y notar a todos juntos en una sola mesa.
— Detrás de esta corporación ha habido mucha especulación por el posicionamiento tan rápido que ha tenido en sus diversas divisiones que son inversiones, hotelería y bienes raíces. Pero si ha conseguido convertirse en un imperio es gracias a la responsabilidad, inteligencia, entrega y por supuesto la experiencia de la persona detrás de esta corporación, la que lleva las riendas de todo este éxito, sabe de negocios y hacer grandes elecciones para fusionarse, como es el caso de la fusión que está por concretarse con Swan Industries. — Soltó señalando la mesa donde estaba Charlie que se vio obligado a guardar las apariencias y no hacer una escena.
Bella sonrió por lo bajo y lamentó no poder ver el rostro de su padre en ese momento, ahora toda la élite de Nueva York sabía de la fusión y le estaban felicitando, aunque solo los más cercanos sabían que no estaba teniendo opción.
— Y para dar comienzo me gustaría que conocieran los rostros de los directivos de cada una de las sucursales que hicieron todo lo posible para estar aquí esta noche celebrando el fruto de largas jornadas de trabajo. — Dijo finalmente John que comenzó a leer los nombres comenzando por orden de apertura más reciente, así dejando la matriz al final.
Cada uno de los directivos se levantaba de su asiento y se dirigía junto a John. Al estar dispersos en el salón, Bella tuvo que ser muy cuidadosa de mantener el rostro oculto a la luz que pasaba cerca siguiendo a cada uno de los directivos. Sabía bien el orden y cuando llamaron al último ella contuvo la respiración. La mano de Grace tomó la mano libre de Bella y le dijo suavemente que todo estaría bien.
— Y por último dejamos Londres, donde se encuentra la matriz de Diamond Corporation. Señores, tengo el honor de presentar ante ustedes a la mente maestra detrás de este éxito financiero, a alguien que muchos están intrigados por conocer. — Las manos que estaban sobre las suyas le apretaron apartando todo nerviosismo; John apuntó su mano hacia la mesa — Reciban a la CEO de Diamond Corporation: Isabella Swan.
Bella se levantó con delicadeza no dejando que se notara su nerviosismo, escuchó los murmullos irse acrecentando entre los aplausos, saludó a algunas personas a su paso. Patrick, su guardaespaldas, iba detrás de ella y la ayudó a subir. John la abrazó y le cedió el micrófono. Bella repasó el salón viendo perfectamente a Demetri con cara de asombro y más allá estaban sus padres y Jasper, fue cuidadosa de no ver a nadie más en esa mesa, regresó su atención a Grace y sonrió.
— Buenas noches a todos, reitero las palabras de mi socio y amigo, sean bienvenidos a esta velada que ha sido organizada para todos ustedes y en especial para dar a conocer a mi gran equipo de trabajo, es gracias a ellos que nos posicionamos entre las mejores. Pero sobre todo, estoy feliz de estar de regreso en esta ciudad que durante muchos años fue mi hogar y donde aprendí todo lo que sé. — Hizo una pausa. — Sé que muchos están aquí solo para conocer quién está detrás de este imperio; curiosidad que se acrecentó por el hermetismo con que me he mantenido durante todos estos años, mi intención no era convertirme en foco de atención, solo quería dejar que mi trabajo hablará y no solo se siguiera creyendo que mi éxito era por asociación al apellido que porto.
Hubo algunos aplausos que Bella recibió con gustó.
— Creé una empresa desde cero en equidad, dando la misma oportunidad a hombres y mujeres. No por ser feminista, solo que en el rubro de las finanzas aún somos pocas y tenemos la misma capacidad aunque no las mismas oportunidades. Algo claro tras los grandes logros obtenidos por mi equipo de grandes mujeres. — Señaló a las mujeres que formaban su equipo de trabajo. — Ellas solo son una muestra de todas las que están detrás y que hacen funcionar la corporación. — Le guiñó un ojo a Megan que se ruborizó, algo que solo notó su novio. Bella se aclaró la garganta. — Sin más, solo puedo agradecer a todos nuestros clientes por la confianza brindada, ya que sin ustedes nada de esto sería posible. — Aceptó una copa que John le tendía. — Gracias por acompañarnos en esta gran noche, me alegra tanto ver rostros conocidos. ¡Disfruten la velada! — Levantó su copa y bebió un sorbo.
Los aplausos se escucharon fuertes y Bella se giró para abrazar a sus jefes de sucursales, y luego posaron para fotografías que al día siguiente estarían en los principales periódicos.
— Simplemente magnífica. — La felicitó John apretándole el brazo con suavidad. Bella sonrió ampliamente, los nervios no se apoderaron de ella y le permitieron dar el discurso que esperaba.
— Disfruten de esta noche, no olviden que el lunes regresamos a nuestras actividades y hay que revisar inversiones y seguir manteniéndonos en nuestra posición.
— También disfruta la noche — Le pidió Anna, su directora en la sucursal de Toronto.
— Lo haré.
Dio media vuelta pero en lugar de ir a su mesa se dirigió a la de sus padres. El momento era perfecto. No se detuvo con nadie, varios trataron de hablar con ella, pero les pidió esperar un momento. Cuando llegó, los primeros en verla fueron Emmett, Rose y Carlisle. Se aclaró la garganta obteniendo la atención de su padre que se levantó de un salto, por lo brusco del movimiento Bella tuvo que saltar hacia atrás.
— Isabella, luces…— Comenzó Renee que fue interrumpida por Bella.
— Perfecta, lo sé. — Miró a su padre y lo saludó con una sonrisa socarrona. — Charlie.
— ¿Qué significa todo esto? — Preguntó entre dientes. — ¿Asesora financiera? ¡Basura! Tú robaste clientes de Swan Industries y quieres hacerlo parecer como trabajo.
— No robé clientes de nadie, al menos no los primeros. — Confesó encogiéndose de hombros. — Admito que estos meses fueron diferentes, he abierto panoramas de algunos empresarios que decidieron elegir a Diamond como su inversora.
— Tenemos una conversación pendiente sobre tus acciones. — Continúo Charlie, aún no se recuperaba del asombro al escuchar nombrar a su hija como la mente detrás de la corporación que quería sacarlo del mercado.
— Tienes una cita el lunes a mediodía — Le recordó y frunció el ceño al ver a Alexander el asistente de Owen acercarse por detrás de Charlie. Cuando estuvo a pocos pasos le preguntó: — ¿Qué sucede?
— Lo siento, los Abernathy se acercaron a Maxwell y quieren tener una reunión, parece aceptarán la fusión. — Le informó enarcando una ceja. Bella sonrió satisfecha, estaban justo donde los quería. — Están listos para negociar.
— Lástima que ya está escrito su final. — Saboreó las palabras.
— Van a caer.
— Y lo harán ruidosamente. — Aseguró, iba a terminar con ellos delante de todo el mundo. — Cítalos a las diez, a mediodía ya hay alguien más. — Le señaló a su padre con un gesto que no le agradó a Charlie. — Deja el trabajo y diviértete un poco, te lo mereces. Si alguien más quiere hablar, concrétales una cita.
El chico se marchó y Bella regresó su atención a su padre que molesto por la altanería con que Bella se estaba manejando la cogió del brazo con rudeza, pero Patrick lo obligó a soltarla y le indicó mantener la distancia.
— Gracias, Patrick — Agradeció y le indicó que podía quitarse de entre los dos. Bella miró a su madre que se acababa de levantar tratando de ocultar un poco la tensión que estaba presente entre padre e hija y ya era notada. — Espero que disfrutes de la fiesta, madre, el menú fue pensado en ti. — Notó su confusión. — Puede que estés ante tu última cena en sociedad. ¿No te lo dijo? — Le señaló a Charlie con la mirada. — Está por perder Swan Industries.
— ¿De qué está hablando? — Preguntó temerosa.
— La empresa aún me pertenece y no vas a obtener el 10% que deseas. — Le dijo entre dientes.
— No es que tengas muchas opciones, los bancos no van a financiarte, los acreedores comenzarán a atosigarte, los clientes a marcharse y… solo es cuestión de tiempo. — Aseguró. — Yo te estoy brindando la ayuda que necesitas.
— ¿Ayuda? Quieres acabar con la empresa de la familia. — Siseó.
Bella apartó la vista y la llevó a la mesa encontrándose con las miradas de todos a los que sonrió con suficiencia.
— No me quieras culpar de tus malas decisiones, que la empresa Swan este en arenas movedizas es solo tu responsabilidad. — Le aclaró con firmeza. — Recuerda que en los negocios la familia es irrelevante. Vimos la oportunidad y la tomamos.
Antes de otra cosa Patrick llamó su atención extendiéndole su iPhone. Y tras mencionar que se trataba de Evan tomó el móvil y se lo llevó a la oreja.
— Hola, mi amor, te llamó en un momento. — Le pidió y esperó a que él aceptara para colgar y regresar la atención a su padre. — Charlie, piensa bien que es lo que harás, no olvides nuestra reunión el lunes a mediodía, se puntual mi tiempo es valioso.
— ¿Si no voy que harás? — Contratacó.
— Eres tú quien está en problemas y quien debería de razonar la ayuda que se te está brindando. No te presentes y comenzaré a mover mis acciones, y solo eso será suficiente para que comience la espiral que llevará a Swan Industries a la ruina. — Le apretó el brazo sin dejar de sonreír. — Toma tu decisión, pero disfruta de la noche.
Se detuvo frente a su madre y la abrazó para sorpresa de Renee que se tensó al escuchar el susurro de la voz de su hija.
— Creíste destruirme, pero me hiciste más fuerte. — Se apartó con una gran sonrisa y la recorrió con la mirada. — Te enviaré el número de mi entrenador personal, creo que lo necesitas, igual les pediré que no te den postre.
Ante aquello se alejó, al salir del salón le pidió a Patrick darle un momento. Se pegó a la pared y respiró profundamente, aquello había sido demasiado, pero no negaba que se sentía tan bien tener ese control. Con las emociones a raya le regresó la llamada a su hijo que respondió al tercer timbrazo.
— Hola, mami. — La saludó. — ¿Puedo dormir en tu cama?
— Por supuesto, espero no llegar demasiado tarde.
— Te quiero, mami.
— Y yo te amo. — Se despidió y sonrió para sí.
— ¿Cuánto tiempo te tomó decirle que lo amas?— Al escuchar aquella voz se giró con rapidez asegurándose de que no se notara su turbación por tenerlo de frente.
— ¿Y eso por qué te importa? — Respondió con otra pregunta y luego una sonrisa ladeada se formó en su rostro y se acercó lo suficiente — Si quieres saberlo, mucho menos tiempo del que me tomó decírtelo a ti.
Aquella respuesta fue algo que Edward no esperaba. Negó con la cabeza, quería tener una conversación.
— ¿En verdad lo amas?
— ¿En serio continúas por ese camino? — Negó. — Daría mi vida por él.
Edward apretó los puños, se maldecía internamente por no poder contener aquellas preguntas. Solo habían fluido.
— Tenemos que hablar. — Pidió extendiendo su mano para tocarla, pero Bella se echó hacia atrás. — Bella, por favor.
— Isabella. — Lo corrigió con énfasis. — Y sobre que tenemos algo que hablar, estás en un error.
Bella intentó regresar al salón pasando lejos de él, pero la detuvo con tres palabras.
— Supe estabas embarazada. — Soltó Edward notando como ella se giraba y lo miraba con los ojos entrecerrados, antes de abrirlos y soltar una carcajada.
— ¿Estás seguro que lo estaba?
— Vi los exámenes. — Confesó acercándose y Bella volvió a retroceder. — ¿Qué sucedió con nuestro bebé?
— ¿Aborté? ¿Lo di en adopción? Lo que sucediera con ese bebé es algo que no te debe importar. — Sentenció tratando de demostrar que no le importaba. — ¿Crees que me quedaría con alguien que me recordara a ti? Yo continué con mi vida, aunque no de la misma forma que lo hiciste tú con la tuya. ¿Qué tal la vida de Playboy?
Edward se llevó la mano al cabello, sabía perfectamente a lo que ella se refería. Antes de que pudiera decir algo más, un hombre apareció en donde estaban y al verlos una gran sonrisa se formó en su rostro.
— ¿Interrumpo? — Dijo llegando junto a Bella y tomándola de la cintura.
— Nunca lo haces, cariño. — Lo tranquilizó Bella con un guiño. — Creo que están tocando nuestra canción.
— Eso es cierto. — Coincidió y luego miró a Edward. — ¿No vas a presentarnos?
— Solo el pasado. — Sentenció Bella con un guiño coqueto y se puso de puntillas para susurrarle algo al oído, el hombre frente a ella se enderezó con la mirada encendida.
— Suena bastante prometedor, pero primero vamos a bailar y dejar que la gente nos vea. — Se la llevó con él.
Edward ardió por aquel comentario, pero se contuvo y la observó marcharse del brazo de aquel desconocido que antes de pasar por la puerta de regreso al salón se giró y le hizo un saludo burlón, como indicándole quien era el vencedor.
Pegó el cuerpo a la pared y se llevó las manos al rostro. Esa noche no había querido asistir a aquella reunión por saber que se encontraría a los Swan, lo que no esperaba era tenerlos en la misma mesa, estos quisieron cambiarse pero no pudieron. Sin más por hacer, Charlie comenzó a platicar con Charles y Emmett sobre trabajo. Lo que llamó su atención era como no dejaba de repetir que al fin conocerían quien estaba detrás de esa corporación.
Ellos sabían por Jasper, que continuaba en la empresa junto a Charles, que la empresa Swan estaba un muy mal momento. Y lo cierto es que Edward estaba intrigado por conocer quién era el responsable de tener a Charlie en aquel estado de incertidumbre, no pudo evitar pensar en Bella y lo mucho que hubiera disfrutado ver al inquebrantable Charlie Swan ansioso por un competidor que lo estaba dejando fuera de juego. Apartó de su mente a Bella, la buscó de manera incansable utilizando sus recursos, pero todo era infructuoso, era como si ella desapareciera, solo sabía que estaba viva por comentarios lanzados por Jasper que lo escuchaba de Charlie. Edward al conocer que residía en Abu Dabi, envió un investigador privado que regresó con las manos vacías. Intentó que le siguieran el rastro por los hoteles, pero luego ella los vendió y de nuevo se quedó sin nada. Recordó la imagen de la boda de Jacob en Grecia donde la vio sentada con la familia Black, después de eso fue a ver a Jacob cuando estuvo en la ciudad para tratar de que le dijera donde estaba, pero ni siquiera lo dejaron pasar del lobby y fue avisado que era una persona no grata como sus hermanos y los Hale, por lo que si intentaba regresar las autoridades se encargarían de él.
Con todo en su contra se dio por vencido, ya se había quedado sin opciones y solo quedaba esperar a que ella dejara de ocultarse. Su error le había costado demasiado caro.
Bebió el coñac que tenía delante como si se tratara de agua. Cuando la orquesta se quedó en silencio y las luces se fueron casi al completo dejando solo el escenario iluminado supo que el evento estaba por comenzar, lo que era bueno ya que tenía hambre.
Escuchó atento al hombre que estaba hablando sin entender muy bien un chiste lanzado, pero lo que si le causo bastante gracia fue el momento en que dejó al descubierto las negociaciones con Charlie, por lo comentado por Emmett se estaba viendo obligado a aceptar contra su voluntad, pero ahí se tragó su enfado y sonrió de forma tirante e hizo parecer que aquel movimiento era algo calculado ante las preguntas de otros invitados.
Al ir presentando a los directivos, Edward notó que era un grupo bastante peculiar integrado por hombres y mujeres de diferentes edades, pero dejó de pensar en aquello al escuchar que se presentaría al CEO de la corporación. No detectó de primera instancia aquel nombre, le tomó unos segundos procesar lo que ocurría y fue la mano de Alice que cogió la suya para evitar estrellara el vaso que mantenía.
Ahí, luego de tanto tiempo, frente a todo el mundo, estaba Bella. Aquel vestido blanco entallado y el cabello recogido con algunos mechones de fuera lo hipnotizaron. Al escuchar su voz su corazón parecía detenerse y todo a su alrededor enmudeció. No podía dejar de verla, la seguridad con la que hablaba y la fluidez, denotaba una madurez que lo sedujo aún más.
Los aplausos lo hicieron recordar donde estaba. La vio posar para las fotografías y luego bajar, hizo amago de levantarse para ir a donde estaba pero Emmett a su lado le indicó que debía de esperar.
— ¿Tienes una idea de cuánto he esperado ya? — Protestó.
— No es el lugar. — Le aclaró con rigidez.
Y ella llegó a su mesa, no pudo entender lo que hablaba con sus padres, estaba absorto mirándola. Lucía más hermosa de lo que recordaba, cuando Charlie la cogió del brazo se levantó para ver como el hombre rubio detrás de ella lo apartaba y se interponía entre padre e hija, al ver la forma en que ella lo apartaba supo que debía de ser un guardaespaldas, tras el poder alcanzado sin duda ella lo necesitaba.
— Edward. — Lo llamó Alice tirando de él para que se sentara de nuevo.
Lo único que sabía en ese momento es que no dejaría que se le escapara, necesitaba hablar con ella y lo iba a conseguir. Maldijo no tener otro trago, su garganta estaba seca, cuando le pasaron su móvil pudo leer en sus labios el apelativo cariñoso y lo alteró.
Al alejarse de la mesa, notó como Charlie trataba de recomponerse y Renee parecía asustada, no sabía que es lo que estaba sucediendo pero debía de ser algo bastante malo para que los Swan quedaran en aquel estado.
Ignorando a lo que su familia le pidió, fue justo a donde la vio desaparecer. Al notar que su guardaespaldas se mantenía dentro del salón aprovechó ese momento para ir a donde ella estaba, pero no estaba preparado para escuchar el "te amo" que ella soltó, eso terminó con su cordura desencadenando en una confesión que se negaba a creer.
Tal vez esa noche no lo escucharía, pero la obligaría a hacerlo.
Durante toda la noche no pudo más que observarla cuando bailaba con el hombre que los interrumpió, también la observó hablar con diversos hombres, pero fue muy cuidadosa de no acercarse a donde ellos estaban. Charlie se había marchado en el tiempo necesario para no levantar habladurías.
Luego de un par de horas, todos se marcharon. Esme quiso acercarse a Bella, pero Carlisle le sugirió no hacerlo, aceptó pero lo haría pronto.
Estaban esperando sus autos, cuando uno de lujo se estacionó en la entrada, vieron salir al conductor y abrir la puerta, justo en el momento que Bella salía acompañada de su guardaespaldas y el mismo hombre que los había interrumpido a ella y Edward.
— Bella. — La llamó Alice haciéndola detenerse antes de entrar al auto.
Esa escena, verlos a ellos ahí de pie esperando sus autos, la hizo recordar aquella primera vez que se vieron fuera del bar. Aquel día que todo cambió, porque ellos entraron en su vida. Bella solo negó y entró en el auto seguida de los dos hombres y el auto se marchó.
Bella se recostó en el asiento y apretó la mano de Damian agradeciendo el apoyo de esa noche. Sonrió de lado al recordar el shock en su padre, aquello era algo que estaba buscando.
El juego comenzaba.
…
Gracias por seguir leyendo y por todos los comentarios que han dejado. Ingrid, Mar91, Smedina, Karlie7, Norellys, Dommy, BC, Wenday, Poppy, Brigitte. No puedo responder de manera individual a ustedes porque no tienen cuenta, pero sepan que aprecio sus comentarios.
Bienvenidas a las nuevas y es grandioso seguir leyendo a las que lo vienen siguiendo desde la primera publicación.
Nos leemos en el siguiente se viene la reunión padre e hija, esta vez la última palabra no la tiene Charlie.
TitiC
