Declaimer: Los personajes le pertenecen a Stephenie Meyer. Pero la trama es completamente de mi autoría. A casi 10 años de haber sido publicada por primera vez, regresa mejorada.
Gracias a mi beta Andrea y mi prelectora Ta-Cullen por ayudarme a acomodar las ideas.
Espero que cada una de ustedes se encuentren bien junto con sus familias, esto seguirá por un buen rato, por favor sigan las indicaciones y manténganse protegidas.
13.- Halloween
Las siguientes semanas se sumieron en una inusual calma, los mercados estaban estables así que no había nada de qué preocuparse, los hoteles estaban funcionando correctamente y atrayendo a más gente, y aunque en el aspecto de bienes raíces estaba demasiado lento seguía en movimiento.
Por otro lado estaba Charlie, muy a su pesar enviaba el reporte diario, no le sorprendió que continuara apegándose a sus métodos, pero con más cautela manteniéndose bajo los lineamientos. La que había estado demasiado fuera de los reflectores era su madre, lo último que supo es que estaba en Canadá en una propiedad que le pertenecía, solo de nombre, porque como en todo lo demás era Charlie quien cubría los gastos.
A mitad de semana Jacob se presentó en su oficina para invitarla a desayunar ya que esa tarde volaría de regreso a Texas. Aquella súbita invitación le indicó que había algo serio de lo que quería hablar pues no le estaba dando opción a negativa, intuyendo a que iba, aceptó.
Fueron al restaurante dentro del parque junto al embarcadero, y se mantuvieron hablando de trivialidades del trabajo, de cómo estaba llevando Leah el embarazo y antes de darle oportunidad a Jacob de comenzar fue ella quien lo hizo.
— Hay algo de lo que también quería hablar contigo, solo no tenía el valor de hacerlo. — Aquello hizo a Jacob enarcar una ceja y con la mirada le indicó que prosiguiera. — He pasado bastante tiempo con Edward, pudimos hablar de forma franca, descubrimos lo estúpidos que fuimos.
— ¿Tiempo pasado? — Inquirió con sarcasmo y molestia. Se inclinó hacia adelante. — Déjate de ir por las ramas y dímelo de una vez ¿Volviste con él o estás pensando en hacerlo?
Suspiró y estiró su mano hasta dejarla sobre la de Jake, él cerró el puño, pero no la apartó. — ¿Sería tan malo?
Jake suspiró sonoramente.
— Después de todo lo que pasaste y el tiempo que tardaste en recomponer todas las piezas. — Negó y maldijo por lo bajo apartando la mano. — Eres una mujer adulta y la única responsable de tus decisiones, no voy a intervenir diciéndote si estás haciendo lo correcto o no, te quiero, Bella, eres una de las mujeres más importantes de mi vida, detrás de Leah y mi madre, y aunque no siempre esté de acuerdo en tus elecciones te voy a apoyar y estaré para ti.
Aquellas palabras le humedecieron los ojos a Bella, esperaba otra reacción y en cambio su amigo le estaba dando una lección de madurez y lo que significaba el amor fraternal.
— No negaré que esta idea es desconcertante, pero también entiendo que lo que hubo entre ustedes no fue un amor de verano, y su historia quedó inconclusa. — Bebió de su café. — Solo no olvides a Evan.
— ¡Jamás! — Exclamó con vehemencia. — Mentiría terriblemente si dijera que es solo por él que lo hago, como lo dijiste quiero una conclusión a lo nuestro, ambos lo hablamos y si no funciona nos apartaremos antes de lastimar a Evan, pero si eso sucede seremos capaces de continuar porque ya no quedará en el aire "¿Y si lo hubiéramos intentado?" Lo sabremos.
— ¿Sabes?, en el fondo intuía que algo así podía ocurrir, por eso no me sorprende del todo. Ambos fueron idiotas, solo espero que los años los ayudaran. — Se inclinó hacia adelante y ahora fue él quien dejó su mano sobre la mesa con la palma hacia arriba, Bella comprendió lo que buscaba y apoyó su mano sobre la de su amigo que la capturó con suavidad. — Como hermano, muy pocos hombres puedo considerar un buen partido, pero aunque me cueste admitir, con él eras feliz, a su lado te vi resplandecer y adquirir tu seguridad mermada. —Sonrió con nostalgia.
— Eres importante en mi vida, ¿lo sabes, verdad? — Le dijo con un nudo en la garganta y ya un par de lágrimas bajando por sus mejillas. — No necesitaba tu aprobación en esto, solo creía que era lo correcto que lo supieras y nuevamente como muchas otras veces me has dado una lección. Tú has estado conmigo en muchas más ocasiones de las que yo lo he hecho para ti.
Jake negó con la cabeza.
— Durante años anteriores no lo estuviste, pero fue porque eras presa de las circunstancias y estabas bajo el yugo de tu autoritaria familia. Mas ahora con Leah fuiste quien nos apoyó en todo momento, nos ayudaste a contactar a los mejores especialistas, hasta conseguir que nuestro bebé esté en camino. — Apretó su mano. — Lo que hacemos tú y yo por el otro es lo que hace la familia, podremos pelear y tener nuestros desacuerdos, pero cuando el otro nos necesita no dudaremos un segundo en acudir.
— Me has demostrado una y otra vez el gran hombre que eres. Justo por eso es que luego de meditarlo por un largo tiempo, quisiera que si algo me llegará a pasar, tú y Leah podrían estar al pendiente de él. Sé que en este momento Edward está en la vida de Evan y será su tutor, pero ustedes se mantendrán al pendiente de que crezca conforme yo lo hubiera querido. — Le dijo sintiendo su mano aflojar el agarre y suspirar de forma sonora. Creyó haberse extralimitado.
— ¿En serio? No pudiste dejarme efectivo, acciones o propiedades. Me dejas a un pequeño terremoto. — Bromeó, aunque en el fondo no cabía en el orgullo de portar aquel gran compromiso que tomaría sin dudar, pero que rogaba fervientemente no tener que llegar a eso. — Como siempre he dicho, la familia es primero. Ambos, y hablo también por Leah, lo haríamos sin dudar, ya que somos como sus tíos y siempre cuidaremos de él.
— Me encantaría pensar que estaré toda la vida con él, pero nadie no lo garantiza y solo me aseguro de dejar protegido a quien más amo. Edward me ha demostrado ser un buen padre.
Jacob le apretó la mano, le inquietó un poco aquella conversación. Bella se dio cuenta y sonrió disculpándose.
— Lo siento solo me deje llevar. Todo está bien. — Le aseguró.
—Te advierto que tendré una conversación con Edward. No me enredaste cambiando el tema a la custodia de Evan.
Bella resopló antes de sonreír. Aquello había resultado mucho más fácil de lo esperado.
…
Al siguiente domingo acudieron a desayunar a la casa de los Cullen, Esme los invitó, era una especie de nueva tradición reunirse todos los domingos por las mañanas. Llegaron a casa pasadas de las nueve, para ese momento Emmett ya estaba picando el tazón de fruta y al ver a Evan lo cogió en brazos arrojándolo por los aires haciéndolo carcajearse y a Bella contener la respiración cuando en una última atrapada pensó se le caería pero lo capturó bocabajo.
— ¡Emmett! — Lo reprendió su madre y Rose, esta última le quitó a Evan de los brazos, pero contrario a lo que esperaban el niño estaba muy divertido.
— No iba a dejarlo caer, él es ligero. — Le dijo Emmett pasando un brazo sobre los hombros de Bella que aún sentía su corazón latir frenéticamente.
— Puede ser ligero para ti, pero para mí ya no lo es tanto. Y se te puede resbalar. ¿Crees que con esto te dejaré a mi hijo?
— Soy un niñero formidable.
Aquello aún estaba por verse, lo único real es que Evan le gustaba estar con Emmett que le tenía una paciencia impresionante. Luego del desayuno Edward desapareció con Evan, y varios minutos después empezaron a escuchar unas notas, Bella sonrió al reconocer la melodía.
— ¿Es Edward? — Preguntó Jasper que al igual que todos agudizaba el oído.
— Es Evan. — Dijo Bella con una sonrisa cálida. — Le ha gustado desde muy pequeño, Leah estudió piano en Juilliard y lo relajaba tocando para él. Hace unos meses comenzó a enseñarle y aprendió esas notas.
— Edward era muy bueno, pero eligió la medicina. — Intervino Carlisle. — Evan heredó su talento.
Inmediatamente se escuchó una melodía, Esme y Carlisle intercambiaron una mirada, hacia demasiado tiempo que su hijo no tocaba el piano, ese instrumento era un legado de la familia de Esme que le iba a pasar a Edward porque era el único que lo tocaba, pero ahora también lo haría Evan.
Bella apretó los labios con suavidad, las emociones le estaban ganando. Esme notando aquel súbito cambio le pidió a Bella acompañarla y detuvo a los demás ya que aseguraba que Evan poda sentirse tímido teniendo una audiencia tan grande. Nadie protestó, aunque dijeron que para la próxima si lo harían.
Al llegar al salón ambas mujeres se detuvieron y vieron a padre e hijo sentados uno al lado del otro. Edward le explicaba con tranquilidad y Evan escuchaba atento dejando sus deditos en las teclas señaladas, la seriedad en su rostro indicaba su concentración. Bella se recargó en la pared y cruzó sus brazos dejando sus manos en ambos brazos.
— Podemos estar frente a un gran pianista. — Dijo Esme en un susurro.
— Lo acompañaré, pero dejaré que elija su camino. — Respondió Bella con sinceridad.
Desde pequeño supo que sin importar lo que él prefiriera lo respaldaría. Si encontraba su pasión en la música se encargaría de apoyarlo, si decidía por finanzas se alegraría, pero dejaría que él eligiera su camino.
Edward se sorprendió cuando lo dejó frente al piano, el entusiasmo en el rostro de su hijo y como solo las primeras notas las desafinó, luego recordó el pequeño trozo de la melodía que repitió una y otra vez, diciendo con felicidad que su tía Leah le había enseñado. Edward le pidió dejarle tocar algo y Evan retiró las manos de las teclas, Edward tocó la primera que se le vino a la cabeza, fue Silence de Beethoven. Solo fue una pequeña parte pero le gustó a Evan que le pidió enseñarle. Le prometió hacerlo, pero primero empezarían por cosas más sencillas.
Así fue como Bella y Esme los encontraron y observaron por un buen rato, hasta que Evan pidió ir a jugar.
El día lo pasaron junto a los Cullen, Emmett convenció a todo el mundo de un partido de futbol americano, claro que como jugaba Evan se comprometió a no dejarse llevar y ser demasiado rudo. Bella que estaba en el equipo con Jasper, Carlisle y Alice, le dieron el balón y tuvo que correr, cuando creyó que lo lograría, Edward la interceptó cogiéndola de la cintura y levantándola haciéndola gritar apretando más el balón.
Evan que vio la escena corrió y se colgó de una de las piernas de Edward gritando que soltara a su mami, aquello lo desestabilizó y los tres terminaron en el suelo.
— Somos del mismo equipo. — Protestó Edward divertido sacudiendo la ropa de su hijo.
— Abrazaste a mi mami. — Le dijo con el ceño fruncido.
La risa de Emmett hizo reír a todos los demás que se habían contenido ante aquella graciosa escena.
— Cuidadito con esas manos, Eddie. — Siguió burlándose Emmett.
Durante el partido en otras dos ocasiones Evan fue a reclamar a su mamá, por lo que al final Edward dejó de marcar a Bella.
Comieron pizza y ensalada en el jardín, aquella tarde familiar fue muy diferente a las que regularmente tenían y todo por Evan. A la hora de marcharse le hicieron prometer a Bella que volverían el siguiente fin de semana y Alice un tanto dubitativa le pidió que llevara a Evan a la tienda, le tenían un par de disfraces para Halloween que ya se aproximaba. Bella prometió llevarlo al día siguiente y se marcharon a casa.
Durante el camino Evan se quedó profundamente dormido, había tenido un día lleno de actividades y donde se olvidó de la siesta que a veces tomaba. Edward lo bajó del auto y lo tuvieron que despertar de nuevo para darle un baño. Eso no le causó nada de gracia y lloró por un largo rato, solo comió un poco de fruta como cena y volvió a dormir.
Ellos estaban cenando en la cocina cuando Ángela llegó, los saludó y se fue a su habitación. Bella no pudo contener una sonrisa.
— Es bueno que Ángela tenga amigos en la ciudad.
— Está saliendo con un chico. — Le dijo por lo bajo. — Un amigo de Owen al que le presentaron en una cita a ciegas. — Dijo negando con la cabeza divertida. — Megan orquestó todo y al parecer va bien.
— ¿Megan no tiene suficiente con el trabajo, que ahora también se encarga de conseguir pareja? — Preguntó Edward intrigado, sabía todo lo que Megan hacia y le sorprendía que tuviera tiempo.
— Sabe delegar bastante bien. — Se echó hacia atrás en su silla. — Me da gusto por Ángela, cuando la conocí estaba pasando por un mal momento y me encanta ver que regresó a las citas, no quiero parecer egoísta, pero aún no estoy lista para dejarla ir. — Apoyó su cabeza en el hombro de Edward
—Ya no estás sola en esto. — Le recordó besándola en la frente. — Aunque primero tengo que sobornar a mi hijo para que comparta a su mami conmigo.
Recordar aquella escena hizo reír a Bella, pero al mismo tiempo sabía que debían hablarlo con Evan, iba a tener que aprender a no molestarse por muestras de afecto.
…
Al día siguiente Edward había acudido a llevar a Evan junto a Bella, ese día era de las profesiones y tenían que presentar a sus papás. Cuando fue el turno de Evan los llevó al frente y primero señaló a Edward.
— Él es mi papá y repara corazones. — Fue la presentación, haciendo sonreír a todo el mundo, Edward le revolvió el cabello y le hizo un gesto con el pulgar como indicándole que estaba bien hecho, claro que lo repasado era ligeramente diferente "Es doctor y el cuida los corazones" aunque con verle la bata blanca quedaba todo claro. Luego Evan señaló a Bella — Y ella es mi mamá, le gustan los números, muchos hombres importantes son sus clientes y pasa mucho tiempo en hoteles.
Bella contuvo la risa al igual que los demás adultos, cada niño estaba haciendo una presentación muy particular, la inocencia de cada uno era envidiable, era muy bueno que ninguno entendiera la otra interpretación que podía sacarse de sus palabras. Como la pequeña que su mamá bailaba de noche, refiriéndose a una primera bailarina de ballet.
Tanto Edward como Bella se presentaron y respondieron preguntas de los niños y luego dejaron que fuera otra pareja y así hasta terminar. Convivieron un momento y luego todos se fueron dejando que los niños continuaran con sus clases. Edward dejó a Bella en la oficina y se fue al hospital, tuvo cirugía, luego un par de consultas, y cuando creía haber terminado le avisaron que lo estaban esperando, al salir se encontró a Jacob.
— Black. — Lo saludó Edward deteniéndose delante de él.
— Tenemos una conversación pendiente, Cullen, ¿Vamos a comer? — Le preguntó mirándolo fijamente. — Estaré esperando en el restaurante vietnamita a dos manzanas.
— Llegaré en veinte minutos. — Dijo aceptando resignado.
— Si no lo haces tendremos esa conversación aquí.
— Iré.
Edward volvió a su consultorio y envió un mensaje a Bella.
¿Le hablaste a Jacob de lo nuestro?
En lo que revisaba las notas de los pacientes recibió una llamada de Bella.
— Lo lamento, olvidé decirte que lo hablé con él. Prometió que no intervendría solo que quería hablar contigo, pero puedo llamarlo…
— Déjalo, será bueno limar asperezas con él. — Era el momento de las confesiones. — Yo hablé con Jasper, es el único que sabe, y era el que podía conseguir darme un consejo más neutral. Si no vuelves a saber de mi recuerda que Jacob fue el último en verme.
— No seas tonto. — Río Bella y se despidió.
Edward fue caminando, no era demasiado lejos y necesitaba pensar bien sus palabras, al llegar lo vio sentado en una mesa del rincón pero cerca de la ventana. Rechazó la oferta de un vino y pidió solo agua mineral, no quería beber, técnicamente seguía en turno.
Ambos hombres se quedaron en silencio por unos minutos, Edward fue el primero en hablar. Le agradeció sinceramente el haber permanecido junto a Bella cuidando de ella y su hijo, le aclaró que sabía muy bien que no podría tener nuevamente su amistad, pero que al menos esperaba una convivencia respetuosa, pues se encontrarían continuamente al ser importante para Bella.
Por su parte Jacob simplemente aclaró que se abstendría en opinar sobre lo que había entre ellos, ya que era su asunto, pero que iba a mantenerse cerca porque eso es lo que hacia la familia.
— No puedo pedirte que seamos amigos de nuevo, pero si mantener un respeto entre ambos. — Repitió Edward con seriedad. — Eres importante para Evan y Bella, así que conviviremos y es mejor dejar las cosas en claro evitando disgustos futuros.
— Eres idiota, pero no un mal tipo del todo. — Le dijo encogiéndose de hombros. — Le diste la seguridad a Bella para tomar el control de su vida, la cuidaste y eso no lo olvido. Si tenemos esta charla es porque ella para mí es como mi hermana y como sé que ya tomó una decisión solo quiero dejar en claro que no está sola.
— Cuidaré de ellos.
— Mi amistad y confianza la recuperarás demostrando que eres fiel a tus palabras con acciones. — Se cruzó de brazos. — Puede que no te interesen, pero me da igual.
Edward sonrió de lado, tenía cierta razón al decir que no le interesaban. De forma muy personal no era alguien demasiado relevante en su vida y el tenerlo como amigo no hacia diferencia, pero para Bella era alguien importante e iba a permanecer en su vida.
…
Bella no dejaba de mirar el móvil esperando recibir un mensaje de cualquiera de los dos y en lugar de eso recibió la visita de Edward. Al verlo no pudo descubrir cómo había salido todo, fue hasta que le dio un beso y le guiñó un ojo que se relajó.
— No somos amigos, pero no nos mataremos cuando nos encontremos. — Le dijo con diversión. — Todo salió bien.
— Lamento no habértelo dicho, yo…
— Todo está bien, ambos necesitábamos hablarlo con alguien. — Se encogió de hombros. — ¿Llevaremos al enano a la tienda de las chicas?
— Ese es el plan.
Cuando Evan hubo terminado sus deberes, fueron a la tienda, al inicio Evan se resistió un poco recordando lo sucedido, pero luego vio una playera y fue hasta ella. Rose y Alice estuvieron emocionadas de que estuvieran ahí, los llevaron a la habitación que hacía de almacén y Alice se emocionó mostrando los disfraces que estaban ahí, confesó cuál de ellos era diseño suyo y esperaba que a Evan le gustara y así fue. Rose que se mantenía sentada mientras Alice hacia los ajustes, no pudo evitar observar a Edward y Bella, ambos veían divertidos a su hijo que intentaba mantenerse muy quieto, pero notó cierta complicidad y parecían más relajados el uno con el otro, solo bastó ver la mirada que compartieron para intuir que algo estaba pasando, no les estaban diciendo todo.
…
A solo dos días de Halloween los rumores sobre Renee y una relación con un empresario Canadiense acrecentaban. Charlie se mantenía trabajando con muy buenos resultados, estaba haciendo negociaciones bastante lucrativas lo que era muestra clara del talento que poseía, pero tal vez por estar en una zona de confort dejó de lado y descuido la empresa perdiéndola. La única comunicación que tenían era por los informes y en las reuniones a las que Bella se presentaba de forma semanal.
Tal vez era un tanto paranoica, pero que las cosas estuvieran en tanta calma no le causaban tranquilidad, al contrario la hacían ponerse alerta porque ya en veces anteriores esa aparente calma era predecesora a una tormenta a gran escala.
Con Edward habían tenido ya varias citas, Evan poco a poco se estaba acostumbrando a verlos juntos, aunque no le gustaba nada que su papá la besara, tanto así que en una ocasión había casi mordido a Edward que solo se salvó por el grosor de su suéter, fue justo ahí donde tuvieron que hablar seriamente con él, la idea de compartir a su mamá no le sentó nada bien, pero la molestia se pasó al cabo de unos días, al comprender que lo seguiría queriendo de la misma forma.
El día de Halloween Evan acudió a la empresa con su calabaza y su disfraz de vampiro pidiendo dulces, la mayoría de los empleados le dio algo no porque sintieran el compromiso de hacerlo, si no que Evan se ganó el afecto de todos por sus ocurrencias y su curiosidad. Bella lo vio regresar de la mano de Megan que lo había acompañado e iba muy feliz con varios dulces y hasta con un libro de colorear de superhéroes, regalo de Maxwell. Ese día se quedaron en la oficina y el libro de colorear fue un regalo muy bien recibido, lo distrajo gran parte del tiempo, se puso a colorear en el piso de la oficina de Bella.
Antes de ir a la casa de los abuelos llegaron al hospital por Edward, se encontraron en la entrada a Carlisle que se lo llevó con él. Bella no pudo contenerse de tomar una foto de Carlisle tomando de la mano a un pequeño vampiro saltarín, se la envió a Esme y Edward. Luego solo se llevó el móvil al pecho, Evan era un niño muy querido y no sabía lo afortunado que era por tener tantas y maravillosas personas en su vida.
— ¿Cuál es el problema? — Le preguntó Edward llegando a su lado y viendo su mirada ligeramente triste.
— Un poco de melancolía. — Dijo volviendo a sonreír. — Nuestro vampiro se fue con el abuelo y presiento que regresará con más dulces.
— Eso es seguro.
Y como lo había predicho al regresar tenían más dulces, Evan pidió ir con su abuelo, por lo que Bella prefirió dejarle el auto a Carlisle y ellos tomaron el de él para evitar hacer el cambio de silla. Edward aprovechó que estaban solos en el auto y un semáforo en rojo para besarla como en los viejos tiempos.
La casa de los Cullen había caído en manos de Alice, que ese día la ambientó como una casa embrujada, en la entrada había varias calabazas con luces en su interior y hasta había hecho ajustes para que al abrir la puerta un rechinido se escuchara.
— Alice se tomó esto muy en serio. Todos están muy entusiasmados por este Halloween.
Emmett ya estaba esperando a Evan disfrazado con una bolsa extraña que hizo a Bella ladear la cabeza, cuando leyó la etiqueta que tenía solo rodo los ojos.
— Soy una bolsa de transfusión. — Anunció y le colocó a Evan una correa en la mano que simulaba perfectamente ser la manguerilla. — ¿Entienden?
Edward se golpeó la frente negando sin dejar de sonreír por aquel estúpido pero ingenioso traje, solo su hermano podía conseguir que algo tan estúpido fuera genial.
Alice llegó hasta ellos como Cruella DeVil, le entregó los disfraces a Edward y Bella y los envió a cambiarse, al intuir las protestas le informó que Evan los había elegido. Quería a sus papás como superhéroes, Bella como la Mujer Maravilla, tiraba del borde la falda que estaba demasiado pequeña, demasiada piel descubierta y el clima estaba helado, Edward por su parte era Batman, al verlos Evan corrió hacia ellos muy emocionado. Eso bastó para dejar las protestas de lado.
Se dividieron en áreas para acompañar a Evan mientras que otro grupo se quedaba en casa para entregar dulces, el primer grupo era conformado por Emmett, Rose, Edward y Bella. El que se acercaba a las puertas era Emmett quien también recibía dulces, en el fondo agradecía tener un sobrino ya que era la excusa perfecta para recibir dulces gratis de nuevo.
Rose se mantuvo cerca de Bella y notó que algo le ocurría, pero no eran tan cercanas como para entrometerse, por lo que simplemente lo dejó pasar.
Para el final de la noche la cantidad de dulces recolectados era mucho mayor de la esperada y no le agradó nada a Evan saber que no iba a poder quedarse con todos ellos, solo podía elegir unos cuantos.
— Pero son míos. — Decía molesto.
Bella se encogió de hombros y sacó su móvil mostrando la foto de un grupo de niños de un orfanato al que ella apoyaba de forma anónima.
— Todos estos niños no pudieron salir y sería lindo que tú les compartieras de tu botín. — Le señaló las bolsas sobre la mesa. — A ti te podemos comprar dulces más seguido, a ellos no. ¿Recuerdas de lo que hablamos de compartir?
— Pero son mis dulces. — Insistió.
Bella lo dejó tranquilo, sabía que luego lo convencería, vio a Jasper solo mirando el contenido de su bebida y sin poder evitarlo se acercó.
— Alice sabe cómo llevar una simple celebración a otro nivel. — Le dijo con una sonrisa al ver el objeto flotando que parecía un ojo.
— Se esmeró esta vez por Evan. — Dijo con una sonrisa. — El tenerlos aquí ha regresado cierta armonía. — Bajó la voz. — ¿Cómo van las cosas?
No necesito decir más para saber a lo que se refería.
— Progresando, aunque creo que aún es pronto, estamos en la primera fase nuevamente. — Sentenció encogiéndose de hombros y buscando a Edward en la sala. — Es raro conocer tantos aspectos de una persona y empezar desde cero. ¿Cómo saber cuándo estás lista?
— Simplemente lo sabrás. — Le guiñó un ojo, le apretó suavemente el brazo y pasó a su lado yendo junto a Alice.
Todo sucedió en cámara lenta, vio a Jasper conducir a Alice a la terraza y se llevó las manos a los labios al notar como este colocaba una rodilla en el suelo y abría una cajita en sus manos. Edward que vio la expresión de Bella se acercó y silbó por lo bajo, aquello no lo esperaban, sin perder tiempo tomó video mientras que Bella saco un par de fotos.
— ¡Me voy a casar! – Entró Alice anunciando radiante de felicidad mostrando el anillo. Todos los felicitaron, la última en acercarse fue Bella que la abrazó sinceramente.
Evan no terminaba de entender lo que había sucedido y porqué todos abrazaban a sus tíos, pero él lo hizo de igual forma.
Esa noche estando en casa, Bella no pudo evitar sentir nostalgia, pero se alegraba por Alice y Jasper. A pesar de todo, sabía que se lo merecían.
Fin de año estaba ya muy cerca y su idea de volver a Londres se estaba tambaleando, ver a Evan disfrutar de las fiestas o de simples días con su familia la hacían reconsiderar su plan. Maldijo por lo bajo, nada estaba resultando tan sencillo como lo había planeado.
…
Primero una disculpa por la enorme demora para subir este capítulo, por una emergencia familiar en la que me centre dejé de lado todo lo demás incluyendo las actualizaciones. Junto con mi beta intentaremos subir uno más para el fin de semana.
Gracias por seguir leyendo, agregando la historia entre sus favoritas, alertas y por todos los comentarios que han dejado. En breve me pondré al corriente respondiendo sus reviews, en esta ocasión no pude responder.
Bienvenidas a las nuevas y es grandioso seguir leyendo a las que lo vienen siguiendo desde la primera publicación.
Nos leemos en el siguiente, muy pronto.
TitiC
