Declaimer: Los personajes le pertenecen a Stephenie Meyer. Pero la trama es completamente de mi autoría. A casi 10 años de haber sido publicada por primera vez, regresa mejorada.
Gracias a mi beta Andrea y mi prelectora Ta-Cullen por ayudarme a acomodar las ideas.
Espero que cada una de ustedes se encuentren bien junto con sus familias, esto seguirá por un buen rato, por favor sigan las indicaciones y manténganse protegidas.
15.- Arrepentimiento
Aquellas palabras le helaron la sangre y el móvil estuvo por resbalársele de las manos, solo pudo recordar el encuentro de ese día.
— ¿Bella, me estás escuchando?
— Deberían de notificar a Renee, y no a mí. — Dijo tratando de que su voz no revelara lo que sucedían en realidad, el miedo y angustia.
— Lo hicieron, pero ella está en Canadá y… — Edward maldijo por lo bajo. — Dijo que no vendría, ellos están en proceso de divorcio.
Aquello hizo que Bella se sentara sobre el borde de la tina, con mano temblorosa acomodó un mechón de su cabello detrás de su oreja. No podía pensar con claridad.
— No iré.
— Bella, es tu padre. — Le dijo con voz más dura, entendía que ellos aún tuvieran sus diferencias y que él no sé merecía nada, no podía tomar la decisión por Bella. No era algo sencillo, pero no quería que se lamentara en un futuro, detrás de esa coraza dura era una mujer compasiva.
— Solo en papel. Es increíble que me lo pidas después de todo lo que sabes que me provocó. No iré. — Y tras eso terminó la llamada.
Edward miró la pantalla del móvil sin poder creer que ella hubiera cortado y que no fuera acudir. Miró a través del cristal la cama en donde estaba Charlie Swan conectado a varios aparatos, ese hombre temible no lo parecía tanto en una pequeña cama de hospital. Estaba en llamada con Evan cuando le avisaron que tenían a un paciente en urgencias al que debía de atender puesto que parecía estaba sufriendo un infarto, la sorpresa al entra fue ver a Charlie ahí tendido, no lo pensó un segundo y procedió a atenderlo, creyó perderlo cuando su corazón se detuvo y luego se unos segundos consiguió reanimarlo.
Las sorpresas no terminaron ahí, se pusieron en contacto con Renee que seguía siendo su contacto de emergencia y esta se negó a acudir alegando que ya no era su problema, estaban separados. El personal sabía que debían de avisar a algún familiar, fue como Edward tomó la decisión de llamar a Bella para que acudiera, sabía que no le haría gracia y le costaría trabajo que lo hiciera, pero tenía fe en que acudiría, se equivocó, el resentimiento era demasiado para ir a su lado. Y no la podía culpar en lo absoluto.
Sintió pena por Charlie, uno de los hombres más importantes que como muchos otros terminaban solos. No había sido alguien agradable con él, pero no pudo dejarlo solo esa noche. Se quedó a su lado vigilando su estado.
Bella apenas pudo dormir esa noche, recordaba la conversación, el dolor y la apariencia enferma de su padre. Sabía que al final no estaba en deuda con él, había sido un padre horrible y las veces que ella estuvo hospitalizada él no se presentó, ¿Por qué tendrían ella que hacerlo? Luego recordaba que Renee lo estaba dejando, no le sorprendió del todo, al parecer los rumores de su romance con un empresario canadiense estaban resultando verdaderos, con eso su madre dejaba claro que su cariño solo era comprado. Charlie ya no era relevante al estar perdiendo su valiosa posición en la sociedad y lo estaba desechando como un juguete viejo, justo de la manera que lo hizo con ella al abandonarla en aquel internado.
Las palabras de su padre de porqué lo hizo, y la dejó, seguían resonando en su cabeza, podría estar mintiendo y solo aprovechando que Renee no estaba ahí para defenderse, pero con esto no pudo dudar, al parecer ella era la responsable de todo ese dolor, su padre creía ciegamente en su mujer, al final es de quien menos esperas te manipule y eso es lo que parecía haber estado haciendo pero ¿Por qué?
Apenas comenzó a amanecer saltó de la cama y despertó a Ángela disculpándose, le pidió vigilar a Evan y alistarlo para la escuela, ella iría a correr al parque porque necesita despejarse. Angie aceptó y se contuvo de preguntar qué le sucedía, hacía mucho que no corría al aire libre, generalmente lo hacía en casa con los aparatos que tenía.
Bella se colocó los audífonos y salió trotando, el aire frío le caló rápidamente en el cuerpo, pero aquellos pequeños pinchazos no le importaban, al llegar al parque tomó uno de los caminos donde ya había bastante gente, subió el volumen de la música para evitar escuchar sus propios pensamientos.
Una hora más tarde llegaba a la casa cansada y bañada en sudor, fue a la cocina por un jugo y encontró a Evan desayunando, le lanzó un beso y le prometió que en cuanto se duchara se lo daría, estaba desnudándose cuando su móvil sonó, al ver que se trataba de Maxwell no dudo en tomar la llamada, era solo para avisarle de lo sucedido a su padre, Bella guardó silencio y admitió ya saberlo por lo que ella se encargaría del trabajo de Charlie. Tomó una ducha rápida y se alistó en tiempo récord para ir a la oficina.
Dejó a Evan como cada mañana, le dio un beso en la mejilla y le hizo prometer que se portaría bien. Luego fue directo a Sawn Industries. Todo se movía con normalidad, nadie parecía estar al tanto de lo sucedido nada se había detenido. La asistente de Charlie estuvo confundida pero le entregó todo lo que Bella le pidió, rápidamente estudió los clientes con los que su padre se reuniría, hablaba con Megan para mover algunas de sus conferencias telefónicas y los asuntos relevantes de ese día.
Los murmullos comenzaron a escucharse por los corredores al ver a Bella estar tomando el lugar de Charlie. Como era de esperar ese día no pudo comer con Evan y tampoco le sorprendió no recibir una llamada de Edward.
No fue hasta cerca de las cinco cuando iba en el auto a casa que le pidió a su chofer cambiar el rumbo para ir al hospital. Atravesar las puertas fue sencillo, lo que no, fue acercarse a recepción y preguntar por la habitación de su padre, duró de pie cerca de quince minutos y solo se acercó cuando un guardia de seguridad se dirigía hacia ella luego de verla inmóvil por un largo rato.
— Hola, buen día, ¿En qué puedo ayudarle? — Preguntó amablemente la recepcionista.
Bella se reacomodó el bolso y se mordió el interior de las mejillas.
— ¿Bella?
Cerró los ojos y suspiró aliviada al reconocer esa voz, se giró al lado de donde provenía y se encontró con Carlisle acercándose.
— No esperaba verte aquí. ¿Vienes a ver a Charlie? — Preguntó con cautela y no le sorprendió que ella solo se encogiera de hombros. Le pasó un brazo por los hombros y la llevó con él hasta su oficina dándole un vaso con agua. — Supongo que esta situación es más que complicada.
— Ni siquiera sé por qué estoy aquí. — Confesó mordiéndose el labio inferior y llevándose una mano al cabello. — Culpa. — Dijo removiéndose en la silla y la mirada asustada o eso le pareció a Carlisle.
— ¿Culpa, por qué? — Inquirió confundido, sin duda esa era una palabra que no esperaba escuchar. Levantó la vista cuando la puerta fue abierta y vio a su hijo entrar, fue hasta Bella y se quedó de pie tras ella con las manos sobre sus hombros, ella solo pudo llevar una de sus manos a la de Edward.
— Ayer fue a mi oficina y tuvimos una conversación muy… reveladora. — Confesó inquieta. — Le dije todo lo que opinaba de él y como me defraudó. — Se detuvo y dio un sorbo pequeño a su agua. — ¿Yo le provoqué esto?
Edward se colocó en cuclillas, le apartó el vaso de las manos y se las tomó hasta llevársela a sus labios y besarlas.
— No, cariño. — La tranquilizó. — Era una bomba de tiempo, le realicé unos estudios y me sorprende que esto no se presentara antes. Está progresando bien, si sigue así se recuperará pronto, pero necesitará un tiempo sin el estrés que ustedes parecen amar y cuidar su alimentación. ¿Quieres verlo?
Sin esperar una respuesta de su parte Edward se levantó y a ella. Le agradeció a su padre por tranquilizarla y le dijo que volverían. Con la mano de Bella entre las suyas la llevó hasta la habitación donde estaba Charlie. Colton, el cirujano que operó a Evan, la vio en la entrada del hospital y le dijo que parecía como ausente, él entendía lo que sucedía por lo que acudió a encontrarla pero ya no estaba, Savannah la recepcionista pareció entender a quien buscaba por lo que le indicó que estaba con su padre y ahí fue donde la encontró.
Bella se detuvo y contuvo la respiración, su padre estaba conectado a varios aparatos y estaba durmiendo, se llevó una mano a los labios y miró a Edward.
— No puedo. — Dijo disculpándose sin saber muy bien porque lo hacía. Edward entendió, la abrazó por la espalda besando una de sus sienes.
Era una cabezota, igual que su hijo, recordó lo sucedido con los dulces de Halloween, primero se negó a compartirlos y después él solo se los entregó a Bella y la acompañó a llevarlos. Bella ahora se negaba a entrar, pero sabía que en algún momento lo haría.
Le tomó la mano y la llevó a su consultorio. Se sentó en la silla frente a ella.
— Tu padre llegó sufriendo un infarto, su corazón se detuvo, pero conseguimos reanimarlo. — Le cogió la mano y se la apretó. — Al estabilizarlo lo llevamos a hacer estudios y creímos que con un cateterismo sería suficiente, pero el cardiólogo que se hizo cargo al entrar descubrió que el daño era mayor.
— ¿No fuiste tú quien lo realizó?
— No, lo dejé en manos otro cardiólogo que se dedica a ello. — Suspiró. — La revascularización, esa sí la realicé yo esta mañana con el consentimiento de Charlie. Fue una cirugía mayor, pero hasta ahora parece ir evolucionando bien, tendrá que permanecer un par de días bajo vigilancia y después necesitará tiempo para recuperarse. Nada de emociones fuertes. — Suspiró y miró a Bella a los ojos. — Tu pa… Charlie, me comentó que ayer por la tarde se reunió con Renee y los abogados para llegar a un acuerdo, fue después de eso que vino el evento.
Aquello se lo estaba diciendo a Bella para que se diera cuenta de que no era la responsable, incluso tenía sus dudas si era Renee. Al realizar la cirugía y ver el daño se sorprendió de que no hubiera ocurrido antes y que se recuperara del infarto. Charlie Swan no tenía idea de lo afortunado que era.
…
Un par de días después la condición de Charlie fue anunciada en la empresa, solo a algunos le hicieron llegar detalles, y otros siendo aún menos lo visitaron. Bella le preguntaba cada día a Edward sobre su estado, pero no había tenido el valor de ir a visitarlo hasta ese día. Evan la acompañó, pero él se fue con su abuelo Carlisle mientras Edward salía de cirugía.
Lo habían cambiado de habitación, llegó ante la puerta y llamó un par de veces rogando porque no respondiera así se podría ir diciendo que estaba dormido y lo intentaría otro día. Pero como muchas otras veces, sus suplicas no fueron escuchadas y la voz de su padre respondió. Al abrir la puerta tomó una bocanada de aire y se sorprendió de ver al Sr. Hoffman, el abogado de su padre frente a su cama con documentos sobre la mesita.
— Lo lamento, creo que volveré después.
— Ya habíamos terminado. — Dijo inmediatamente Charlie, nervioso y al mismo tiempo alegre de verla ahí. — Solo verifica cuanto extrajo y porqué se detuvo.
Bella comprendió a que se refería e iba a responder a esa pregunta.
— Si hablas de Renee, se detuvo porque yo pedí un favor con tus cuentas. — Le dijo con seriedad. — Me alertaron del intento de cobro de un cheque de una cuenta ligada a la empresa, Renee intentaba disponer de medio millón y no lo autoricé, luego pensé que iría por las cuentas que tienen en común así que le pedí a tu asistente que me diera cada una de ellas y hablé con los directores de sucursal pidiendo el favor de anularle las autorizaciones para que no pudiera seguir saqueándolas, pero necesitas ser tú quien llame a los bancos y entre más pronto lo hagas mejor.
— Excelente movimiento, Isabella. — La felicitó el abogado. — Por esa mente tan ágil es que estás en donde te encuentras ahora.
—Aunque algunos piensen lo contrario. —Señaló Bella absteniéndose de ver a Charlie.
Se formó un silencio.
— Los dejo, me haré cargo de lo que hablamos y comenzaremos con el proceso. —Se despidió el abogado.
Cuando estuvieron a solas Bella miraba la habitación, era una suite pero se sentía demasiado solitaria.
— No esperaba que vinieras y mucho menos que me ayudaras. — Dijo incómodo por no saber cómo actuar con ella.
— Solo no lo creí justo, no están en igualdad de condiciones en este momento. — Se encogió de hombros. — Edward me dijo que estás mejorando y puede que te den de alta pronto.
— Aunque me tomará un poco más de días volver al trabajo. — Dijo notando como ella rodaba los ojos negando.
— Eso debe de ser la última de tus preocupaciones por ahora. — Lo miró a los ojos. — En Diamond nos preocupamos por nuestros empleados, tendrás unas semanas para recuperarte. está al tanto de tu situación y se hizo el papeleo necesario para tu incapacidad. — Se removió incómoda. — Solo quería asegurarme que estabas bien, y espero que te recuperes. — Dijo dirigiéndose a la puerta.
— Es un buen hombre. — Murmuró Charlie haciendo que ella se girara. — Edward, luego de cómo lo traté demostró tener una calidad humana más elevada que muchos otros. Me atendió y permaneció a mi lado cuando nadie más quiso hacerlo y no es reproche, yo me gané eso.
— A pesar de toda tu palabrería estabas lleno de prejuicios, y no creo que cambiaras demasiado, solo ahora lo ves con otros ojos porque te salvo la vida.
La vio salir y se encogió en la cama, tenía mucho trabajo por delante, muchas heridas que reparar pero estaba decidido a demostrar que no eran solo palabras y poder recobrar la única familia que poseía.
Esa noche Edward estuvo presente en la cena, Evan parloteó todo el rato de lo que habían hecho y de la excursión que estaban planeando en su escuela para visitar el museo ahora que estaban hablando sobre los dinosaurios, uno de los temas favoritos de él. Como era mitad de semana quedarse despierto más tiempo no fue una opción y refunfuñando se fue a la cama estando atento al nuevo libro que Edward le había llevado y así luego de al menos diez páginas se durmió.
Bella estaba en su habitación y Edward entró, solo había estado ahí cuando la cuidó tras el incidente con su padre, le gustaba su espacio, era amplio con pocas cosas, pero el aroma inconfundible de ella estaba ahí. Se sentó en la orilla de la cama mientras ella terminaba de pintarse las uñas de sus pies.
— ¿Qué tal la visita a Charlie? — Se aventuró.
— Solo fue un intercambio de palabras y asegurarme de que estaba bien. — Le restó importancia.
— Yo escuché que iba a poder tomarse algunas semanas de reposo. — Ante aquello Bella levantó el rostro y enarcó una ceja.
— ¿Ahora son amigos?
— Solo mi visita de rutina y como está por ser dado de alta le recordé que debía de considerar pedir algunos días, ya que decía no podría permitírselos. Ahí me comentó lo que le dijiste. — Se sentó de lado para seguir observándola. — Parece que el susto ha hecho a tu padre más consiente de todo lo bueno y malo que tiene. Muchas personas cambian luego de atravesar una situación como esta. Tú lo hiciste. — Le recordó.
— No es lo mismo. — Aclaró cerrando el frasco de esmalte. — Es una pena todo lo que le está sucediendo, pero se le llama karma.
Edward negó con la cabeza, se enderezó para estar cerca de ella.
— Te amo, Bella, pero lo que voy a decirte puede que no te guste. — Se arriesgó. — Regresaste a esta ciudad para saldar cuentas, venias a cortar cabezas creyendo que con eso todo en tu vida se iba a solucionar, pero las cosas no funcionan así, cariño. Con eso solo demostraste cuan parecida eres a tu padre y sin duda eres mucho mejor que eso. Lo has demostrado al darnos una nueva oportunidad.
Bella abrió la boca para protestar pero nada salió de sus labios porque, aunque le costaba aceptarlo, lo que estaba diciendo no era tan descabellado.
— Quieres realmente ser mejor que él, perdónalo. — Le hizo una seña con la mano para que le dejara terminar. — No te digo que lo invites a casa o que convivas con él como lo haces con mi familia. Solo permítete seguir y cuando le hables a Evan de él, porque lo harás, no lo hagas desde el resentimiento. — Se estiró para tomar la mano de Bella. — Está arrepentido y todos merecen una segunda oportunidad.
— ¿Me amas? — Le preguntó con una sonrisa, Edward solo rodó los ojos.
— ¿De todo lo que te dije, solo retuviste esas palabras? — Preguntó fingiendo molestia, pero luego sonrió. — Te amo y siempre lo haré.
…
Los siguientes días ya con el invierno tan próximo y la ciudad comenzando a teñirse de blanco, comenzaron las actividades que muchos amantes del hielo esperaban ansiosamente. Por otro lado Charlie, estaba tomándose las cosas con calma y acudía a las revisiones programadas, las veces anteriores solo hablaba lo necesario por estar alguno de los residentes presentes, pero esta vez Edward notó algo diferente.
Cuando la consulta había terminado, Charlie le pidió hablar con él unos minutos, el pedir la última consulta no era coincidencia. Al obtener un asentimiento comenzó.
— Fui injusto contigo y te juzgué muy duramente. — Confesó sin poder mirarlo. — Estaba cegado y solo creía que eras como la mayoría de los hombres, solo queriendo aprovechar la relación para hacerse conocido.
— Eso es lo que menos me importaba. — Lo interrumpió, aunque aquello no era una revelación ciertamente, es algo que ya sabía.
— Como padre, aunque he sido uno terrible, solo creía estar cuidando de ella. — Negó con la cabeza. — Algo que hiciste tú y tu familia. Gracias por mantenerla con vida.
Edward no hizo ningún gesto ni nada, solo se encontró con la mirada de Charlie llena de dolor y arrepentimiento.
— Me habló de todo lo que hizo y que no me importó. — Se frotó las manos. — Notaba cosas extrañas en ella, pero aunque había murmullos sobre lo que estaba haciendo preferí hacer caso omiso, primero porque no la creía tan estúpida para eso y segundo porque si no lo reconocía era como si no sucediera y no tendría que preocuparme de que estaba fallando como padre. — Se encogió de hombros negando con la cabeza. — Hace un par de días me encontré con Renee y finalmente la pude ver como en realidad es, una mujer manipuladora que supo cómo meterse en mi cabeza para ignorar lo obvio.
Se levantó al ya no poder seguir sentado, se desabrochó el primer botón de la camisa, de pronto aquel lugar le estaba pareciendo más pequeño.
— No era estúpida, solo buscaba una salida. — Negó. — Luego están todas esas veces que Renee la provocaba, se metía con ella por no apegarse a los estándares impuestos en nuestra sociedad. Un par de veces le pedí dejarla tranquila, para mi lucía más que perfecta, pero su argumento era que yo no comprendía como ella era percibida y la relevancia para mantener su estatus. Volví a hacer caso omiso, manteniendo mi trabajo como prioridad.
Edward mantenía el ceño fruncido y solo estaba dejando que terminara para soltar lo que pensaba. Cuando lo vio permanecer callado por varios minutos supo que era su momento.
— Bella demostró ser una mujer muy fuerte, aguantó mucho más de lo que lo han hecho otras personas. Es una mujer con un temperamento difícil, pero de un corazón muy noble como lo demuestra al apoyar a un sin número de fundaciones de forma anónima, y mantenerse siempre al cuidado de nuestro hijo. — Le recordó. — No soy quien para juzgarlo, ser padre sin duda es una tarea difícil, lo único claro que tengo es que estoy para ayudar y proteger, no para menospreciar y dirigir la vida de mi hijo.
— ¿Así que es cierto que ustedes han vuelto? — Preguntó, había escuchado comentarios de haberlos visto juntos de nuevo y también leído en uno que otro lugar de noticias cuando en la red buscaba información de Bella.
Solo se encogió de hombros con una sonrisa ladeada.
— ¿Por qué la abandonaste? — Soltó sin pensar y al ver el cambio de actitud en Edward se dio cuenta que había ido demasiado lejos. Pero ya no había vuelta atrás así que siguió. — Cuando eso sucedió y tu repentina notoriedad se dio en revistas, solo acrecentó mi idea preconcebida de ti y me alegré que salieras de su vida, al enterarme que tenía un nieto y que era tuyo pensé en lo cobarde que fuiste al dejarla con esa responsabilidad.
Edward apretó los puños y le tomó un par de segundos serenarse para poder hablar con calma.
— Lo que sucedió cabe destacar que no le concierne a nadie más que a nosotros. — Dijo con voz acerada. — Pero dejaré en claro que todo fue por una venganza, yo no sabía de la existencia de Evan hasta un tiempo después y solo confirme su existencia cuando ella reapareció. La busqué, pero ella supo cómo mantenerse oculta, después de todo el daño que le causamos no podía culparla por mantenernos lejos de su vida.
Aquella respuesta dejaba más incógnitas, pero tuvo la sensatez de no seguir ese camino, él tenía razón al decir que eso solo era de ellos. Asintió y volvió a sentarse.
— Luego de todo lo que está ocurriendo en mi vida y que casi muero, quisiera tener una nueva oportunidad, pero veo en Bella que no está dispuesta a dármela. Al final, es ella y Evan la única familia que me queda.
— Ella piensa que su cambio no será duradero. — Se encogió de hombros. Lo vio cabizbajo y sintió pena, Bella tenía razón, podía ser ingenuo o estúpido por creer en un cambio. — Ellos son lo más importante y estoy dispuesto a llegar a las últimas consecuencias por protegerlos y asegurar su bienestar. — Le advirtió consiguiendo su atención con el semblante contrariado.
— No pretendo hacerles daño, solo quiero la oportunidad de enmendar todos mis errores.
Edward solo se encogió de hombros, no podía hacer nada por Charlie. Era cierto que tenía sentimientos encontrados viéndolo ahí con el peso de sus errores presionándolo, pero no olvidaba fácilmente el daño que le provocó a Bella y como su actitud la marcó obligándola a ocultarse por miedo a no ser aceptada.
— Sus estudios muestran que se ha cuidado. — Dijo Edward terminando con la conversación y centrándose en la razón por la que estaba ahí. — Lo veré la siguiente semana.
— Gracias por todo lo que has hecho por mi hija y por mí. — Le extendió la mano y Edward tardo unos segundos en estrecharla.
— Solo hice mi trabajo. — Apretó un poco más su mano sin ser demasiado rudo, pero asegurándose de que quedaba claro que lo siguiente era una advertencia. — Lo vigilaré de cerca.
Charlie abandonó la consulta con un poco de optimismo, sabía muy bien que recuperar a su hija no iba a ser trabajo sencillo, él mismo se encargó de hacerla más dura y que desconfiara de las personas que decían cambiar recordándole que siempre era porque querían algo.
Hacia solo unos días había visto a Renee en la oficina de su abogado, luego de varias horas firmaron los papeles para el divorcio, ella se hizo de una suma sustancial y un par de propiedades. Accedió a darle la suma en efectivo para evitar verse obligado a otorgar una pensión de por vida, ahí se dio cuenta que ella siempre estuvo a su lado por la vida que le otorgaba y cuando su estatus se vio amenazado no dudó ni un segundo en abandonarlo por un hombre más joven y con una fortuna considerable que iba en aumento.
Aquel momento lo aprovechó para preguntar sobre lo que le había dicho Bella, y Renee solo se encogió de hombros admitiendo que tenía razón, ella se las ingenió para que su hija se mantuviera gran parte del tiempo fuera, de otra forma él se centraría en Bella y no hubieran tenido su libertad. Aquella revelación lo molestó, porque hasta ese momento se dio cuenta cuan engañado había vivido y lo fácil que ella lo manipuló, lo único para lo que no tuvo respuesta fue el ¿por qué? No le interesaba conocerla ya, solo sacarla de su vida y tratar de recuperar a su hija, esa pequeña que cuando nació fue su aliciente para llegar a la cima.
Se preocupó por colmarla de cosas, en algún punto del camino se olvidó de la principal razón de ser uno de los mejores y en lugar de convertirse en un ejemplo a seguir para Bella, se convirtió en una especie de inquisidor.
El sonido del ascensor llegando lo hizo salir de sus pensamientos, tenía un trabajo por delante e iba a intentar reparar las heridas.
…
Bienvenidas a las nuevas y es grandioso seguir leyendo a las que lo vienen siguiendo desde la primera publicación.
Esto no sería posible sin Andrea que pone su valioso tiempo para que ustedes reciban algo de calidad. Esperamos que lo disfrutaran.
Gracias por seguir leyendo, agregando la historia entre sus favoritas, alertas y por todos los comentarios que han dejado.
Como lo mencioné en capítulos anteriores me he atrasado por cuestiones de emergencia en la salud de mi familia. Lo platique con mi beta y decidí que lo mejor era detener las publicaciones por algunas semanas ya que pueda tener la cabeza más despejada y centrarme en las actualizaciones.
Espero estar regresando con las publicaciones para la tercera o cuarta semana de septiembre. La historia se concluirá, haré todo lo posible para que sea antes de fin de año.
Nos leemos muy pronto.
TitiC
