DISCLAIMER: Sólo los personajes pertenecen a la maravillosa escritora Stephanie Meyer; la trama de la historia, los lugares y algunos personajes son de mi propiedad.
Beteado por mi amiga Emotica GW, que me acompañara en esta aventura. Mil gracias guapa.
Hola a todas/os:
Aquí os dejo el octavo capítulo de esta historia, la cual es muy importante para mí. Espero y os guste.
El link de las canciones lo tenéis en mi perfil
La cancione del capítulo:
Basket Case — Green Day
Rihanna — S.O.S Recause Me
Crazy in Love — Beyoncé
Sensación de Vidas Universitarias.
Capítulo 8 Bromas, Confesiones y ¿Amor?
Edward Pov:
Una vez que dejamos a Lizzie y a James con su cariñoso reencuentro, nos acercamos donde se encuentran situadas Bella y Nessie, quienes observan el encuentro entre Lizzie y James con una sonrisa en los labios; las saludamos con un beso en la mejilla, con Bella lo hago un poco más largo, cerca de la comisura de sus labios.
—Estás preciosa —susurro en su oído, haciendo que aparezca ese adorable rubor en sus mejillas. Es aún más hermosa cuando se sonroja.
Después le presentamos a Laurent, quien no intenta ningún tipo de coqueteo por el comentario que anteriormente hizo, quizás solo fue un halago y mis celos interpretaron otra cosa.
―Hola, hermosas, ya era hora de que llegaran ¿Cuántos pretendientes os han salido? ―interroga Jake con una traviesa sonrisa en su cara.
―Gracias por lo de hermosas, con respecto a los pretendientes, no os diremos nada. Lo sentimos mucho, chicos, pero es top secret ―comenta divertida Nessie mientras choca las manos con Bella y se miran con una cómplice sonrisa.
―Nos lo tenéis que decir, debemos proteger a nuestras niñas Alpha de los babosos y moscones del campus. Es nuestro deber ―declara solemne Jasper.
—Llegáis un poco tarde, chicos, porque nos hemos tenido que deshacer de una mosca bastante grande, pero del sexo contrario —habla divertida Bella.
―Joder, lo que faltaba, ya no solo tenéis locos a los chicos del campus, sino que ahora también a las chicas. ¡Vaya trío! —Bromea Jake, consiguiendo que todos nos riamos.
―Gracias por tus piropos, Jake, pero te puedo asegurar que esa chica lo que menos siente por nosotras tres es atracción —declara Nessie y Bella asiente con una sonrisa.
―¿Quién ha osado a molestar a las chicas más hermosas del campus? ―pregunta amenazante y divertido Thomas.
―Tranquilo, hermanito sobreprotector, no ha sido ningún chico. Ha sido la zorra más grande del campus, pero la hemos puesto en su sitio ―anuncia con una sonrisa traviesa Nessie.
―¿Qué tontería ha dicho la hueca de Tanya esta vez? ―gruño molesto. Tanya ya me tiene muy harto; oigo como Bella y Nessie se ríen por llamarle hueca a Tanya, desvió mi mirada hacia Bella y se sonroja de nuevo.
—Relájate, Edward, como siempre Lizzie puso en su lugar a esa descerebrada, —ríe Nessie.
―No tienes de qué preocuparte, Ed, tu hermanita sabe defenderse sola. Menudo carácter tiene, es de temer, ―bromea Kevin, logrando que todos rompamos en risas, puesto que tiene toda la razón.
―Kevin tiene razón, Edward. Aunque lo que nos impresionó fue que Alice nos defendió ―diceBella con una sonrisa, hipnotizándome por un momento.
Me quedo pensativo por lo dicho, Alice ha comenzado su plan de venganza hacia mi brujita y Nessie, y creo que también incluirán a Bella. Miro a Thomas, que tiene sus manos cerradas en puños fuertemente, debemos hablar con mi brujita, Nessie y Bella rápidamente para que esas tres arpías no consigan su cometido.
―Hey, Edward, Thomas, vuelvan a la realidad que os estamos hablando ―nos grita Laurent.
―Lo siento, me quedé pensando ―decimos ambos a la vez, haciendo que estallen en carcajadas.
―Chicos, ¿nos invitáis a tomar algo? ¿O vamos a quedarnos en la puerta toda la noche? ―inquiere divertida Nessie.
―Claro, vamos, ―afirmo― ¿Nos acompañan, bellas damas? ―Sonrío mientras le doy mi mano a Bella para que la tome, la cual acepta gustosa brindándome una tímida sonrisa. Jake no tarda en copiar mi gesto con Nessie, quien acepta divertida.
―Hey, hay que esperar a Lizzie y a James ―nos avisa Jasper mientras los busca con la mirada.
―Jasper, eres muy despistado, hace diez minutos que James y Lizzie nos hicieron señas diciendo que se iban a la barra, ¿Dónde está tu cabeza? Ah, ya sé, en Alice Cullen, ―se burla Kevin.
―Mira quién habla, el que tiene a Maggie todo el día en la cabeza, ―se defiende Jasper.
―Ya, pero lo mío no tiene remedio. Estoy hechizado, qué le voy hacer. Tú todavía tienes una oportunidad ―declara entre risas Kevin.
―Kevin tiene razón, Jazz, si de por sí eres un poco tonto, imagina cómo serías si te hechizaran. Por favor, que eso no ocurra, ―se burla Jake de su primo, haciendo que estallemos en carcajadas de nuevo.
En lo que dura el trayecto de la puerta a la barra de bebidas que hay en el jardín, Bella y yo vamos con nuestras manos entrelazadas y siento que una corriente eléctrica recorre todo mi cuerpo. Cada vez que nuestras miradas se encuentran, nos perdemos en ellas y es como si todo lo que hay a nuestro alrededor desapareciera. Sin embargo, los gritos de los chicos haciendo bromas entre sí nos traen de regreso a la realidad.
Una vez que llegamos, busco con la mirada dónde se encuentran James y mi brujita, están situados al final de la barra, riendo sin parar. Me encanta ver a Lizzie tan feliz. Aviso al resto y vamos a su encuentro.
―Hey, pequeña, entiendo que quieras mucho a James, pero los demás estamos celosos. ¿No piensas saludar? ―lehabla sonriente Laurent a mi brujita.
―No estéis celosos, chicos, os quiero a todos con locura ―declara mi brujita sonriente antes de comenzar a saludar a los chicos con un abrazo y un beso en la mejilla.
―Eso no es verdad, ya que a Edward le quieres mucho más ―expresa divertido Thomas, mientras saluda a Lizzie.
―Mi hermanito es especial, nadie puede competir con él. Lo siento ―asevera feliz mi brujita mientras se lanza a mis brazos. La atrapo con el brazo libre que tengo y beso su frente. Al separarnos, se fija en que Bella y yo tenemos aún nuestras manos entrelazadas, lo que hace que nos sonría feliz.
―Bella, él es James, un gran amigo. Es como un hermano para mí ―anuncia con cariño Lizzie.
―Encantado, Bella, es un gusto conocerte al fin. Me han hablado mucho y muy bien de ti, ―se presenta James depositando un beso en su mejilla.
―El gusto es mío, tanto Lizzie como Nessie hablan con mucho cariño de ti ―contesta con una hermosa sonrisa mi muñequita.
―Hechas las presentaciones, vamos a tomar algo, ―propone Jasper antes de llamar al camarero.
―Chicas, ¿qué queréis beber? ―pregunto sonriente.
―Cerveza ―responden las tres a la vez y seguido se echan a reír.
―Cerveza para todos, Jasper ―grita Jake.
―Jacob, no hace falta que grites, estoy a tu lado ―declara entre molesto y divertido Jazz.
Una vez que tenemos las cervezas, los chicos le preguntan a Bella sobre la carrera que estudiará, ella les comunica que se ha decidido por Derecho. Luego le piden que cuente cómo consiguió vivir con sus hermanos y primo, provocando que Jasper y Jake la miraran con cara de ni se te ocurra, pero rueda los ojos, ignorándoles y comienza a contar anécdotas sobre ellos tres, haciéndonos reír a todos.
Al rato, suena el móvil de mi brujita, ella toma su teléfono y, al ver quién es, se echa a reír mientras les enseña a las chicas, consiguiendo que rueden los ojos y se unan a sus risas. Seguido, nos muestra también a nosotros, logrando que todos sonriamos.
James sonríe malicioso y le pide el móvil a Lizzie para contestar. Mi brujita se lo entrega divertida, pidiéndole que lo ponga en altavoz para poder escuchar todos, y nuestro amigo asiente con aire travieso antes de descolgar.
―Teléfono de Elizabeth Masen, ¿con quién hablo? ―interroga divertido James, cambiado su voz.
―¿Quién eres tú? ¿Dónde está Lizzie? ―pregunta extrañado Emmett.
―Disculpa, pero no te daré esa información hasta no saber quién eres, ―dice James con falsa seriedad con intención de provocarlo.
―No te incumbe quién soy, ahora mismo comunícame con Lizzie ―ordena molesto Emmett.
―Primero, no me hables así, y segundo, no te pasaré con Lizzie hasta no saber quién eres, ―advierte divertido nuestro amigo mientras los demás intentamos aguantar nuestras risas. James le hace una seña a Lizzie para que hable, ella asiente para continuar con el show.
―Amor, cuelga el teléfono y volvamos a lo que estábamos haciendo ―dice mi brujita con voz seductora, intentando no reír.
―¡Mal nacido!¡Ni se te ocurra ponerle una mano encima a Lizzie o te mato! —amenaza Emmett con voz contenida.
—Amor, vuelve ya, cuelga a quien sea. Bastante ha interrumpido —ordena Lizzie pareciendo molesta, siguiéndole el juego a James. Los demás estamos apunto de estallar a carcajadas, pero intentamos aguantar hasta que terminen con la actuación.
—Adiós, desconocido. Mi chica me llama y no vuelvas a molestar, o bajo y se lo digo a mi cuñado, que no creo que le agrade, ―se despide con falso enojo nuestro amigo, dando por finalizada la llamada, y todos estallamos en carcajadas.
Seguimos riendo de la broma que James le acaba de hacer a Emmett con la ayuda de mi brujita cuando el móvil de Nessie comienza a sonar, y cuando ve de quién se trata, nos mira antes de soltar que es Emmett. Mira a su hermano Thomas con una maliciosa sonrisa y éste asiente, anunciándonos que seguimos con el show, consiguiendo que volvamos a reír.
Nessie contesta el teléfono, pero no habla, sino que comienza a gemir y a decir obscenidades, al segundo, Thomas también empieza a gemir y hablar sucio mientras Emmett grita el nombre de nuestra amiga histérico, seguidamente, añade unos cuantos insultos y amenazas al supuesto chico que está con Nessie. Se puede percibir lo enfadado que se encuentra por el tono de voz con el que grita, antes de que Emmett pueda volver a chillar como un loco, Nessie decide finalizar la llamada y apagar el móvil.
—Somos unos actores increíbles, hermanito —declara Nessie, mirando sonriente a Thomas—. Si en el futuro no conseguimos trabajo en lo nuestro, siempre nos podemos dedicar a la actuación junto con James y Lizzie, —se abraza a su hermano, poniendo un gracioso puchero y provocando que todos rompamos en risas.
―Os apuesto lo que queráis que Emmett aparecerá como un loco en menos de cinco minutos, ―dice entre risas Laurent.
―Eso seguro, lo que tengo ganas de ver es cómo va explicarnos cómo se ha enterado, ―asevera Jake con una sonrisa pícara.
―Conociendo a mi hermano oso, estará pensando alguna manera de explicaros la situación sin revelar la verdad ―comenta divertida Bella.
―Sí, pero todos sabemos que las excusas de Emmett son nefastas. No sabe mentir y siempre es descubierto ―declara Jasper con burla, pues siempre le pillamos por mucho que lo intente.
―Esa es una de las razones por las que le gastamos tantas bromas ―dice divertido Kevin.
―Sí, la otra es devolverle de alguna manera sus travesuras y comentarios ―concluye Thomas.
―Hay que preparar la estrategia, Emmett no tardará en llegar, ―medita en voz alta James.
—Ya sé lo que vamos hacer, —sonríe maliciosa mi brujita. A veces mucho miedo me da—. Nosotras nos vamos a por unas cervezas cuando veamos venir a Emmett y regresaremos en el momento justo cuando os confiese la verdad ―dice con una sonrisa de suficiencia.
―Eres un diablillo. Me encanta, ―le afirmo cariñoso a mi hermana.
―Chicos, vosotros debéis hacernos una señal en el momento que mi hermano empiece a confesar y entonces aparecemos nosotras con las bebidas ―propone Bella con una traviesa sonrisa.
―Y la señal será que Ed pase las manos por su cabello, y como es un gesto muy común en él, de esa forma Emmett no se dará cuenta ―habla Nessie emocionada por el plan.
―Chicas, dais miedo.¡Vaya tres os habéis juntado! ―Bromea Kevin.
―Amigo, tienes toda la razón, si Nessie y Lizzie ya eran un peligro, ahora con Bella van a ser mortales ―declara divertido Jacob.
―Qué podemos decir, ¡somos estupendas! ―asevera mi brujita.
―¡Encantadoras! ―exclama Nessie.
―¡Maravillosas! ―añade Bella.
―¡Las mejores! ―gritan alegres las tres mientras se abrazan.
―Chicos, os presento a los Ángeles de Charlie ―bromea Jasper señalándolas.
―Seguro que papá estaría de lo más feliz, ―ríe Jacob.
―Sinceramente os queda bien el nombre ―aseguro dándoles mi sonrisa torcida.
A lo lejos, divisamos a Emmett que se dirige a nuestro encuentro. Su cara denota molestia y al mismo tiempo indecisión, seguro por la explicación que nos dará. Mi brujita, Nessie y Bella se marchan en busca de las bebidas.
En el momento que Bella separa su mano de la mía siento un gran vacío, la necesito a mi lado, y de esta noche no pasa que Bella sabrá cuales son mis sentimientos, posteriormente pediré el favor a mi brujita para poder quedarme a solas con mi muñequita.
Dejo mis pensamientos aun lado, primero debemos desenmascarar a Emmett. Esto va a resultar muy divertido, sobre todo cuando se entere de que todo ha sido una broma por no cumplir sus promesas.
―Chicos, menos mal os encuentro, me urge vuestra ayuda ―nos comunica Emmett con angustia.
―¿Qué sucede? Se te nota perturbado ―interroga Thomas.
―Me han contado que vuestras hermanas están teniendo sexo con unos chicos ―murmura el oso nervioso.
―No debes alterarte, seguro es un rumor ―expreso tranquilo, restándole importancia, sé que eso le pondrá de los nervios.
―No es un rumor, es la verdad. La persona que me avisó es de confianza ―intenta convencernos, pero denota inquietud.
―Me alegro por ellas, seguro están disfrutando ―habla sonriente Thomas, logrando que Emmett se quede perplejo.
―¡Vosotros estáis locos! ―nos señala exaltado—. Si las dañan, os pesará la culpa, ―advierte cruzándose de brazos.
―Emmett, deja la histeria, sabes de sobra que Lizzie y Nessie pueden defenderse solas, no precisan de nosotros ―asegura James mientras le pasa un brazo por sus hombros.
―Por favor, chicos, vamos a buscarlas, solo para saber que están bien, ― suplica Emmett, haciendo un puchero.
―Hermano, si hacemos eso, solo vamos a importunar y conseguir que se enfaden con nosotros ―asevera Jake con una sonrisa que no dura mucho, ya que de pronto su expresión pierde toda diversión.― ¿Qué nos estás ocultando? ―le mira serio, esperando su contestación.
―Yo...yo... nada ―tartamudea inquieto, desviando la mirada de Jake.
―Maldita sea, Emmett, nos estas mintiendo, dinos la verdad de una vez ―exclama enfurecido Jasper. Rápidamente paso mis manos por mi cabello, avisando a las chicas para que se acerquen, ya tenemos al oso donde le queríamos.
―Estamos esperando ―exige Laurent molesto. Somos grandes actores.
―Solo os pido que no os enfadéis, pero llamé nuevamente a Lizzie y contestó un chico, luego telefoneé a Nessie y oí como tenía sexo con alguien, ―nos dice arrepentido, bajando la mirada al suelo.
―Ya lo sabíamos, queríamos darte un escarmiento, todo fue una broma, ―ríe Kevin y Emmett nos mira sorprendido.
―Sí, eres demasiado sobreprotector y pesado, oso ―habla seria Bella, saliendo detrás de mí junto con mi brujita y Nessie, que traen cara de enfado hacia nuestro amigo.
―Emmett, sabías que estábamos con nuestras amigas, mi hermano te lo dijo, es más, te exigió que no nos molestaras y no solo nos llamaste una vez, sino que a la media hora lo vuelves hacer. Somos mayorcitas, no necesitamos guardaespaldas ―dice con rabia mi brujita, su mirada es aterradora, si no supiera que está actuando, me muero de miedo.
―Esperamos que hayas aprendido la lección, pues la próxima vez será peor, ―amenaza Nessie mirándolo furiosa.
―Oso, no sabes lo decepcionadas que nos tienes, si no hubieras estado ligando, te habrías dado cuenta de que llevábamos aquí bastante tiempo ―dice Bella entre dientes con una violenta mirada. Nuestro amigo no sabe qué decir, en su mirada se nota lo asustado que está y lo culpable que se siente, no se esperaba esa reacción por parte de las chicas. Dios, qué grandes actrices son.
―Chicos, aquí están las cervezas ―sonríe Nessie mientras nos entrega la bebida―. Lo siento, osito, no te trajimos nada, ―se burla, consiguiendo que rompamos en risotadas. Nos es imposible contenernos más ante la mirada de desconcierto de Emmett.
―Me habéis asustado, imbéciles, ha sido una broma de mal gusto, ―bufa, haciendo que rodemos los ojos y continuemos tronchándonos de risa.
―Osito, no estamos molestas, solo deja de ser tan sobreprotector y vamos a divertirnos, ―anima Nessie, haciendo que nuestro amigo sonría, dejándonos ver sus hoyuelos.
―Hermanita, ¿te decidiste por alguna fraternidad? ―pregunta con interés Jacob y me acuerdo de la buena noticia que Jared me había dado unas horas atrás.
—Sí, Jake, ya tengo fraternidad y mis lideres son geniales, además las quiero muchísimo, ―ríe Bella mirando con complicidad a mi brujita y a Nessie.
―¿Cuál es la fraternidad que tendrá el honor de contar contigo? ―interroga con curiosidad Jasper.
―No solo contarán conmigo, sino también con Lizzie y Nessie, y gracias a ellas, me libro de las pruebas de acceso ―comenta feliz Bella, abrazando a Lizzie y Nessie.
―Genial, pero dinos de una vez qué fraternidad es. Lo único que tenemos claro es que no es la fraternidad Kappa ―dice entre risas Thomas.
―Lógicamente las Kappa no son, sabéis que no aguantamos a las barbies ―contesta Nessie con cara de asco, que hace que sonría.
―Vamos, brujita, dales la noticia de una vez. Estoy feliz por vosotras, ―sonrío, ganándome una sorprendida mirada de mi hermana. Antes de que tenga tiempo de hablar, la abrazo mientras susurro en su oído,"Jared".
―Está bien, prestad atención, porque solo lo diré una vez. Pertenecemos a la fraternidad Zeta y delante de vosotros tenéis a la vicepresidenta y presidenta de la hermandad ―nos anuncia sonriente mi brujita, señalando primero a Nessie y seguidamente a ella.
―¡Felicidades, chicas!¡Esto va a ser la bomba! ―exclama emocionado Kevin que las abrazaba. Cuando termina su abrazo, nos acercamos los demás a felicitarlas.
―Ed, Emmett, la próxima reunión de hermandades la tenéis que grabar, hay que ver las caras de Tanya y Rosalie al enterarse, ―se burla James, haciendo que todos nos riamos de nuevo.
―No va a hacer falta que lo graben, Victoria y Katherine dijeron que se encargarían de grabarlo y subirlo a YouTube ―nos dice entre risas Nessie.
―¡Esa es mi chica! Ahora entendéis porqué Victoria me tiene loco ―exclama con efusividad James, mi brujita se acerca a él y le susurra,"cuenta con mi ayuda", mi amigo le sonríe mientras la abraza fuertemente.
Mientras tomamos otras cervezas, las chicas nos cuentan cómo resultó todo para que aceptaran y cómo fue la presentación. También James y yo les relatamos cómo nos habíamos encontrado con Jared y nos había comunicado lo que pretendía hacer, y que hace un par de horas más o menos me había llamado para darme la noticia.
―Chicos, vamos a bailar, hay que mover el esqueleto, ―nos anima Nessie, tomando a Bella de la mano y dirigiéndose hacia donde la gente está bailando.
―Vamos a bailar, hermanito ―sonríe mi brujita, tomando mi mano y alejándome de los chicos, que segundos después acompañan a Bella y Nessie.
―Vampirito, escúchame con atención, en diez minutos Nessie y yo, con ayuda de James, distraeremos a los chicos para que puedas bailar con Bella y llevarla a algún lugar donde podáis hablar a solas. Te recomiendo nuestra calita en la playa, ese lugar solo lo conocemos nosotros ―me explica feliz y sonriente mi brujita mientras bailamos.
―Gracias, preciosa, estaba por pedirte ayuda, te me has adelantado ―digo envolviéndola en mis brazos y besando su frente.
―Se nota que necesitáis estar a solas, lleváis mirándoos toda la noche y cada vez que podéis os tocáis. Por dios, habéis estado tomados de la mano buena parte de la noche ―comenta divertida mientras baila.
―Hey, par de dos, venid aquí ―nos ordena sonriente James.
Mi brujita jala mi brazo y nos acercamos hacia donde están el resto bailando, James se sitúa a mi lado y en un movimiento que nadie percibe, me entrega las llaves de su moto, le miro sin entender.
—Si tu volvo desaparece, se notaría mucho. Suerte —me dice antes de marcharse a bailar con mi brujita, dejándome solo apropósito, ya que Bella se encuentra también sola a mi lado.
—¿Me concederías el honor de bailar conmigo? —le pregunto, regalándole mi sonrisa torcida y mi muñequita asiente con una tímida sonrisa.
Puede ser casualidad o tal vez no, ya que estando mi brujita y James de por medio me da mucho que pensar, pero en el instante en que Bella acepta bailar conmigo, comienzan a sonar canciones lentas y sexys. Miro hacia donde se encuentran mi brujita y James, los cuales me sonríen, ahí comprendo que las casualidades no existen con ese par involucrado, articulo un gracias con los labios y ellos en respuesta levantan su pulgar, volviendo a bailar.
Tomo la mano de la hermosa mujer que se encuentra a mi lado para poder mezclarnos entre la gente y bailar. Acerco a Bella a mi cuerpo, rodeándola con mis brazos por la cintura, automáticamente ella pasa sus brazos por mi cuello, pegándose más a mí, una sensación de electricidad y necesidad recorre mi cuerpo y el suyo también, ya que noto cómo se estremece.
Comenzamos a movernos lentamente, en ningún momento dejamos de mirarnos, sin poder detener los impulsos de mi cuerpo, me inclino y beso con ternura esos deliciosos labios que desde la primera vez que los vi deseo probarlos, no me separa de inmediato, sino todo lo contrario, responde mi beso y toma mi rostro entre sus manos, apretándose más a mi cuerpo, instintivamente mis brazos se ciñen más a su cintura, no dejando ningún espacio entre nosotros. Con mi lengua, pido permiso para poder profundizar el beso, Bella abre sus labios, dándome acceso a internarme en su boca, que invado como loco, explorando cada rincón de ella y robándome su sabor. Comenzamos una hermosa lucha, entrelazando nuestras lenguas y saboreándonos, es increíblemente delicioso.
El beso pasa a ser más lento y tierno, acabando en unos cariñosos roces de labios. Nos separamos y nuestras miradas lo dicen todo, no hacen falta palabras. Seguimos bailando al ritmo de la música, no sé en qué momento ni de qué modo comenzó, pero nos encontramos acariciándonos lentamente y besándonos como si nuestra vida dependiera de ello.
Dios, sus labios son dulces, carnosos y embriagadores .Nuestras lenguas batallan para ver quién maneja la situación, cuando nos separamos por necesidad de aire, rápidamente volvemos a besarnos, nos necesitamos desesperadamente.
El ritmo de la música hace que la gente comience a vitorear alegres ante la canción "Rescue me" de Rihanna, separándonos, pero no por mucho tiempo. Giro a Bella, dejándola de espaldas a mí y pego mi cuerpo al suyo, perdiendo mi cara entre su cabello y colocando mis manos en sus caderas, ella lleva sus brazos hacia mi cuello mientras mueve sus caderas contra mi cuerpo, moviéndonos sensualmente.
Ambos estamos muy excitados y mi amigo comienza a reaccionar en el momento que Bella empieza a restregarse contra mí, subiendo y bajando su cuerpo por el mío, mientras mis manos acarician sus costados, rozando el lateral de sus pechos y terminando de posarlas en sus caderas, estrechándola más hacia mí, para que sienta lo excitado que me tiene. Al notar mi miembro contra su espalda, gime, volviéndome más loco de lo que ya me encuentro, doy pequeños besos en su cuello, ella ladea su cabeza para darme más espacio, subo hasta su oído y muerdo el lóbulo de su oreja, consiguiendo que vuelva a gemir, estremeciéndose en mis brazos, la giro, colocándola frente a mí, e introduzco una de mis piernas entre las suyas, pegando su torso al mío, coloco sus manos en mi cuello y las mías las pongo de nuevo en sus caderas, bailando con la música.
Bella comienza a pasar sus manos por mi torso, acariciándolo, llevo mis manos a su trasero, pegándola más a mí y gime y se frota contra mi amigo cuando lo siente presionado contra ella, bajo una de mis manos, acariciando su pierna hasta posarla en su muslo, donde le doy un apretón para luego tomar su pierna y apoyarla en mi cintura, donde sigo acariciándola, ella comienza a besarme el torso a la vez que sigue su fricción sobre mi miembro, que está apunto de explotar en mi pantalón, llevo mis labios a su cuello, depositando pequeños besos, echa su cabeza hacia atrás y aprovecho para dejar un rastro de besos hasta donde empieza su escote, consiguiendo que emita pequeños gemidos, subo mi mirada y me encuentro con la suya, que está igual de oscurecida que la mía por el deseo y la pasión que sentimos en estos instantes.
Una de sus manos va hacia mi cuello, acariciando mi cabello, y la otra baja hasta mi trasero, apretando para que no haya espacio entre nosotros. Se muerde el labio para evitar que se escape un gemido, volviéndome loco, y ataco su boca de una forma voraz, respondiendo ella con igual intensidad, finalizamos el beso al mismo tiempo que la canción llega a su fin, consiguiendo que poco a poco y con reticencia nos separemos.
Miramos a nuestro alrededor para ver si alguien se ha dado cuenta de lo sucedido, pero por lo visto nadie se ha percatado.
Llevo de nuevo mi mirada a Bella, quien me sonríe y comienza a acercarse lentamente, mordiéndose el labio de una manera muy sexy que me vuelve loco. Cuando pega su cuerpo al mío, automáticamente mis brazos la rodean, haciendo que se estremezca, levanto su rostro para besar sus labios, mi nueva adicción.
―Edward, ―gime sin poder evitarlo sobre mis labios.
―Bella, ―jadeo, a causa de la fricción de nuestros cuerpos―. Debemos parar, este no es el mejor lugar ―susurro entrecortadamente.
―Mmm... ―No puedo decir más, ya que cuando empieza a moverse al son de la música, nota mi miembro en su vientre y se restriega, gimiendo. Estoy caliente, demasiado caliente y la proximidad del cuerpo de Bella no ayuda en lo más mínimo.
―Me tienes loco. Si...sigues así, no voy a poder parar ―afirmo, mirándola con deseo. Está mujer es mi perdición.
―No quiero que pares. Llévame a otro lugar ―declara sensual, entrelazando sus manos en mi cabello, acercándome a ella y rozando nuestros labios.
―Vámonos de aquí, necesito hacerte mía, mi cuerpo anhela sentirte ―susurro, mordiendo el lóbulo de su oreja, ganándome un gemido de su parte.
―No puedo esperar más, llévame a un lugar donde puedas estar dentro de mí ―ronronea jadeante, besando mi cuello.
―Larguémonos de aquí. Necesito hacerte gritar de placer ―sentencio, besando sus labios antes de separarnos.
No espero más, tomo su mano, arrastrándola hacia la salida, escucho cómo suelta pequeñas risitas. Una vez fuera de la casa, vemos a lo lejos a James y a mi hermana, los cuales al vernos sonríen.
―Disfrutad y cuidadme la moto ―nos grita entre risas James antes de encender un cigarro.
―Hermanito, cuñadita, no os preocupéis por nada, tenéis cuartada. Divertiros ―nos asegura alzando la voz y con una hermosa sonrisa Lizzie, que está sentada al lado de James.
―Gracias ―contestamos Bella y yo al unísono, lo que hace que nos riamos.
En cuanto llegamos a la moto de James, ayudo a Bella a subir antes de subir yo, ella enrolla fuertemente sus brazos en mi cintura y arranco, feliz al sentir su cuerpo pegado al mío, con rumbo a la cala en la playa.
Cuando llegamos al tramo final de la playa, aparco la moto, ya que para acceder a la cala tenemos que pasar por las rocas y debemos ir andando. Una vez me bajo de la moto y me acerco a Bella para ayudarla a bajar, me fijo que va hacia la playa, así que agarro su mano con delicadeza, avisándole que esa no es la dirección que vamos a tomar.
―¿No íbamos a la playa? ―pregunta sorprendida por mi reacción.
―Claro que venimos a la playa, solo que aquí no es. Acompáñame ―le explico sonriendo y cogiendo su mano para que me siga.
Cuando terminamos de pasar las rocas, aparece ante nosotros una pequeña e íntima calita, rodeada de árboles que impiden que alguien pueda verte y así poder bañarte sin peligro.
―¡Este lugar es hermoso! ―exclama sorprendida, observando a su alrededor.
―Vamos a sentarnos cerca de la orilla ―digo, cogiendo su mano y llevándola conmigo. Nos sentamos y la abrazo por la cintura, acercándola más a mí, y recuesta su cabeza en mi hombro.
―¿Cómo encontraste este lugar? ―me pregunta con una maravillosa sonrisa, mirando hacia el mar.
―Fue hace seis años, Lizzie tenía catorce y yo quince. Vinimos a pasar el día en familia, no recuerdo qué sucedió, pero Rosalie gritó a mi hermana y ésta salió corriendo enfadada para no darle un tortazo, —sonrío—. Yo la seguí y comenzamos hablar mientras paseábamos, llegando hasta donde se encuentran las rocas, entonces a Lizzie se le ocurrió subir por ellas para apreciar la vista y divisamos una gran arbolada. Nos animamos y bajamos a ver cómo era, encontrándonos con este lugar, —beso sus cabellos—. Desde ese día, se convirtió en nuestro lugar secreto, aquí es donde venimos cuando queremos evadirnos del mundo, ya que nadie más conoce de su existencia ―explico sonriente por el recuerdo―. ¿Te apetece dar un paseo por la orilla? ―propongo alegre por tenerla junto a mí.
―Me encantaría, vamos, ―sonríe con ternura.
Nos descalzamos y me incorporo, tendiéndole mi mano para ayudarla a levantarse. Nos acercamos a la orilla y comenzamos a pasear mientras el agua moja nuestros pies, empezamos hablar sobre varias cosas, entre ellas nuestra infancia, familia, amigos y antiguas relaciones.
Bella lanza una patada al agua, salpicándome sin querer, lo cual aprovecho para salpicarla y entre risas empezamos a jugar, terminando empapados por completo. En el instante que nuestras miradas se encuentran, tomo a Bella de la cintura, pegándola a mí y acaricio su mejilla con ternura, consiguiendo que me sonría mientras muerde su labio .Me vuelvo loco cada vez que hace eso, lo encuentro condenadamente sexy.
―La próxima vez que hagas eso, te voy a besar ―aviso con una sonrisa, acariciando sus labios con mis dedos y consiguiendo que deje de morderlos.
Bella se separa lo justo para poder acariciarme con ternura la mejilla y lleva su dedo a mis labios para rozarlos, no puedo contenerme y muerdo su dedo, da un pequeño salto por mi reacción, consiguiendo que nos tropecemos y caigamos en la arena, al tenerla agarrada de la cintura, queda encima de mí, no podemos evitar reírnos por la situación. Al mirarnos de nuevo, me fijo que Bella se está mordiendo el labio de nuevo y como le avisé anteriormente, me acerco a sus labios, besándolos con delicadeza y ternura. Cuando finalizamos el beso, junto nuestras frentes sin dejar de mirarnos, Bella me toma del cuello de la camisa, acercándose a mis labios lentamente, estoy intentando contenerme ya que quiero expresarle mis sentimientos, pero me lo esta poniendo muy complicado.
―Bella...yo... ―intento hablar, pero no me salen las palabras, me siento nervioso y tímido por primera vez en mi vida.
―Shhh... No hables por favor. ―me silencia, posando suavemente uno de sus dedos sobre mis labios, muerde su labio inferior nerviosa―. Te necesito ― murmura, inclinando su cabeza y acortando el pequeño espacio que separa nuestros labios.
Sus labios se amoldan perfectamente a los míos, primero suaves y tiernos, como pequeñas caricias, mis manos se aferran a su cintura, apretándola más a mí, haciendo que note cómo mi miembro reacciona ante sus caricias, gime al sentir a mi amigo y devora mis labios de manera voraz.
Apenas nos separamos unos segundos, lo justo para respirar, no damos tregua alguna al fuego que nuestros cuerpos transmiten, cada parte del cuerpo del otro que acariciamos, cada beso que nos damos, cada roce de nuestra piel, hace que sienta mágicas sensaciones que nunca en mi vida habían existido para mí.
Nuestras manos se mueven frenéticas por nuestros cuerpos, agarro su trasero, pegándola más a mí, evitando cualquier minúsculo espacio entre nosotros, comienza a moverse encima de mí, haciendo que mi miembro se endurezca más, la incorporo para quedarnos sentados y poder quitarnos la estorbosa ropa que separa nuestras pieles, mi Bella me mira sin comprender.
―Ed...Edward...No pares por favor. ―Consigue decirme entre besos.
―No pienso parar. No sabes cuánto te deseo... No puedes hacerte una idea de lo mucho que te necesito ―digo contra la piel de su cuello ala vez que lo beso.
Regreso a su boca, esta vez besándola sin tregua alguna y demostrándole toda la pasión y deseo que tengo, mi lengua explora cada rincón de su boca, sin dejar un solo recoveco libre. Se cuelga de mi cuello, sin dejar de besarme, nuestros besos cada vez son más apasionados y demandantes, la alzo y la siento ahorcajadas sobre mí, me rodea con sus piernas, aprisionando mi cintura, sintiendo el placentero roce de nuestra intimidad, haciéndonos soltar gemidos de placer, una de mis manos recorre su columna y la otra su pierna, acariciándola.
Sin dejar de besarnos, lleva sus manos hasta el cuello de mi camisa para deslizarla por mis hombros, termino de quitármela mientras ella agarra el extremo de mi camiseta, sacándomela a trompicones, comienza a bajar lentamente sus manos por mi pecho, acariciando mis abdominales, excitándome cada vez más.
Beso y muerdo cada centímetro de su cuello tiernamente como una caricia, mi aliento en su cuello le produce cosquillas, mis labios vuelven a los suyos mientras mis manos están en el borde de su blusa, haciéndola desaparecer junto con su camiseta. Dios, es hermosa, piel suave y pechos redondos y perfectos, mis manos suben y bajan acariciando sus costados, mientras Bella deja un reguero de besos en mi cuello y sus manos acarician mis cabellos, llevo mis labios al lóbulo de su oreja, el cual muerdo, ganándome un gemido de su parte, mientras que mis manos rápidas y concisas se desprenden de su sujetador, dejándome una maravillosa vista de sus deliciosos pechos, mis manos los acarician, y sus sensibles pezones enseguida se endurecen ante el roce de mis dedos, su espalda se arquea en un movimiento involuntario y tengo que agarrarla fuertemente de la cintura, ante tal imagen, no dudo un instante en besarla y morder sus labios, haciéndola jadear.
Necesito acariciar y besar todo su cuerpo, por lo que lentamente la tumbo sobre la arena, miro su cuerpo detenidamente y antes de tumbarme encima de ella, susurro en su oído lo hermosa que es. Acaricio con mi lengua su cuello, bajando por su cuerpo, deteniéndome en sus pechos donde comienzo a jugar con ellos, mientras acaricio y pellizco uno con mis manos, mi boca está ocupada con el otro, lamiéndolo, chupándolo y dándole pequeños mordiscos, consiguiendo que sus pezones se endurezcan más. Introduzco en mi boca el otro pecho mientras mi mano acaricia y pellizcaba el pezón del pecho anteriormente atendido. Me encanta oírla gemir y jadear por mis caricias y mis labios en sus pechos, son perfectos para mí y caben maravillosamente en mis manos, no puedo dejar de morderlos, lameros y masajearlos, Bella me aprieta contra sus pechos para que no me detenga.
―Ed...ward... Ahhh... ―Jadea Bella ante mis caricias mientras desliza sus manos por mi espalda, dejándolas en mi trasero, donde me aprieta contra ella.
Respondo mordiendo uno de sus pezones, tirando suavemente de él, causando un cosquilleo de placer en ella, me incorporo lo suficiente para acercarme a su boca que no tardo en morder suavemente, delineo con mi lengua su labio inferior y tiro de él.
Nuestras miradas reflejaban el deseo y la necesidad que tenemos el uno del otro, me incorporo lentamente, ganándome un gruñido por parte de Bella que silencio con mis labios, bajo lentamente una de mis manos por su cuerpo, llegando a su cintura que recorro con un dedo para terminar desabrochando el pantalón y quitándoselo de su cuerpo, dejándola solo con una diminuta tanga negra, la recorro de arriba abajo con la mirada, inclinándome sobre su cuerpo y dejando suaves besos en su vientre y ombligo.
―Ed...Edward... No me tortures. Te necesito, ―suplica entre jadeos, acariciando mis cabellos.
―¿Ansiosa? ―Sonrío ante el gruñido de Bella―. Te dije que te iba a hacer gritar de placer, esto solo es el principio ―susurro y beso su cuello―. Aquí puedes gritar lo que quieras, nadie va a escuchar nada ―murmuro mientras acaricio sus piernas, acercándome a su intimidad, y levanto una de sus piernas, colocándola en mi trasero.
Junto nuestras bocas, besándonos con una potente carga sexual que exige intimidad, comienzo a bajar, dejando besos por todo su cuerpo, noto cómo se estremece ante mis besos y caricias, cuando llego a su vientre, abro sus piernas y una de mis manos empieza a masajear su clítoris por encima de la ropa mientras la otra acaricia codiciosa sus pechos.
―¿Te gusta mucho esta tanga? ―pregunto, antes de romperla con mis dedos para seguir masajeando su intimidad.
―No...era...de mis...preferidas ―me responde acalorada y sonrojada, haciéndola verse aún más sexy.
No digo nada más, abro sus piernas y soplo sobre su intimidad, haciendo que Bella se remueva buscando contacto y gima, me separo para poder recorrer con la mirada su hermoso cuerpo desnudo, finalizando en su intimidad, donde no dilato más la situación, ya que estoy ansioso por saborearla y probar su delicioso manjar, e introduzco mi lengua y comienzo a moverla lentamente sobre los pliegues de sus labios, me separo brevemente para poder apreciar su cara de placer, pero ante el bufido de Bella vuelvo al ataque, pero esta vez lamo y chupo con mayor rapidez, haciendo que su cuerpo no deje de retorcerse de placer.
Sus jadeos aumentan al mismo tiempo que la intensidad de mis lamidas, muerdo su clítoris, haciendo que su espalda se encorve, sonrío en su sexo y se estremece, está cerca y aumento mis embestidas con mi lengua, notando cómo me aprisiona con sus piernas ante la llegada de su orgasmo, que absorbo entero hasta la última gota.
Sin darle tiempo a descansar, introduzco dos dedos y comienzo a retorcerlos en su interior, bombeando con rapidez, notando la suavidad de su interior, conduzco mi lengua a su clítoris, que lamo al mismo tiempo que la penetro con mis dedos, enrolla sus dedos en mi cabello, apretándome contra su cuerpo. Me excita muchísimo que quiera más y gustoso se lo doy, introduzco un dedo más mientras sigo embistiéndola con mis dedos, me separo para ver su cara de puro placer, glorioso y salvaje, y sigo con el vaivén de mis dedos mientras con mi otra mano masajeo sus pechos y mi lengua los chupa.
―Edward...Ahhh...Mmm... Estoy cerca ―grita entre gemidos.
―Vente para mi preciosa... Córrete. Necesito volver aprobarte ―susurro sobre su pezón, incrementando el ritmo de mis dedos. La beso, mordiendo su labio y bajo rápidamente a su entrepierna donde coloco mi lengua y trago todo el placer del segundo orgasmo de mi muñequita.
―Eres exquisita, sabes delicioso, tu sabor es increíble, ―ronroneo.
Bella se queda inmóvil, sus ojos cerrados, dejando caer sus piernas temblorosas debido al placer que le he propinado, me tumbo de costado junto a ella y empiezo a darle pequeños besos por su cuerpo, acabando con suave beso en sus labios.
Sin darme tiempo a reaccionar, se coloca encima de mí, dejándome tumbado en la arena, me besa apasionadamente haciendo que mi amigo le de la bienvenida, sigue con mi cuello, la barbilla, cuando llega a mi pecho empieza acariciarlo al mismo tiempo deja besos por donde antes sus manos acariciaron, se detiene en mis pezones donde los lame y muerde, haciéndome gemir y volviéndome completamente loco.
Dolorosamente lento comienza a descender a la parte baja de mi vientre, se detiene ahí unos segundos, dejando pequeños besos que me hacen respirar con dificultad, levanta su vista y me sonríe traviesa antes de desabrochar mis pantalones. Masajea mi miembro por encima de mis boxers, haciendo que gima deseando más, velozmente me despoja de mis pantalones y mis boxers, dejándome desnudo ante ella, recorre mi cuerpo con su mirada mordiéndose el labio, cuando su vista se fija en mi gran amigo, se lame los labios de una manera sensual y comienza acariciar mi miembro de arriba abajo.
―Eres una niña muy traviesa ―digo con voz ronca antes de estrellar mis labios con los suyos, chupándolos y mordiéndolos, pero sin hacerle daño.
―No soy traviesa, solo quiero hacerte disfrutar ―susurra contra mis labios, sonriendo pícara.
De manera veloz, desliza su mano hasta mi duro y palpitante miembro que comienza acariciarlo, y sin dejar de sonreírme agacha su cabeza y mete en su boca toda mi erección, dejándome sin aire. Retuerzo mis dedos entre su melena, apretando su cabeza para llenarla por completo, en el momento que empieza a succionar, mis caderas comienzan a moverse haciendo que el cuerpo de mi muñequita se mueva. Sujeto aun lado su cabello con mis manos, quedando fascinado al admirar a mi gran amigo embistiendo en su boca, entrando y saliendo totalmente húmedo, sus labios aprisionándolo, rodeándolo, lamiéndolo, mordiéndolo y chupándolo. Estoy a punto de correrme y no quiero hacerlo en su boca, necesito explotar dentro de ella.
―No puedo más...Bella. ―Me incorporo lo justo para tomarla de las caderas, girándola para que quede tumbada sobre la arena, sus piernas abiertas, situándome entre ellas, ubico sus piernas en mis hombros y rozo su entrada con mi miembro, haciendo que me pida entrar en ella.
―Edward... Hazlo ya. Ahhh... ―Gime mientras se apretuja más a mi.
―¿Qué quieres que haga? ―Ronroneo con voz llena de deseo, pero quiero que me implore para entrar en ella.
―¡Hazme tuya ya! Entra en mí... ―ordena con desesperación por mi tortura.
―A tus órdenes, soy tu esclavo ―susurro entrando en ella de una estocada .Dios, es una sensación increíble estar dentro de ella, es un paraíso.
―Eres tan estrecha... Me vuelves loco. ―digo, embistiéndola fuerte y duro.
―Edward...más... Mmm ―pide entre jadeos.
―¿Más qué? ―pregunto con picardía.
―Más rápido... Ahhh... ―suplica entre gemidos y yo como buena persona que soy comienzo a embestirla con más rapidez, entrando y saliendo de ella con fuerza, haciendo que sienta mi miembro en su totalidad dentro de ella. Esta mujer me hace perder mi autocontrol.
―Estoy cerca... Me voy a correr... ―grita de placer.
―¡Mírame! Quiero ver tu cara de placer al correrte ―exijo con voz ronca de placer, consiguiendo que abra sus ojos, uniendo nuestras miradas. Entrelazo nuestras manos, situándolas encima de su cabeza―. Eres mía. Dilo ―ordeno firme, haciendo más lentas mis embestidas.
―No...pares Ed... Por...favor... ―suplica, buscando la fricción de nuestros cuerpos, moviendo sus caderas, estoy apunto de correrme. Esta mujer me tiene a sus pies.
―¿De quién eres? ―pregunto con voz ronca por la excitación ―. Dímelo ― exijo, quedándome quieto dentro de ella.
―Soy tuya, tuya Ed. Ahora hazme terminar, no me tortures ―implora sensualmente.
―Mía, ―sonrío y estrello mis labios con los suyos, besándonos con pasión y dureza, chupando y mordiendo nuestros labios al mismo tiempo que embisto dentro de ella duro, fuerte y con rapidez. Mirándonos a los ojos, llegamos juntos al clímax, gritando ambos nuestros nombres. Explotar dentro de ella es lo más glorioso de mi vida y ahí es cuando me doy cuenta de que nada ni nadie jamás me separará de Bella, la amo.
Muy a mi pesar salgo de ella, tumbándome a su lado, la abrazo rodeándola con mis brazos y apoyo su cabeza en mi pecho, cuando levanto la vista, nuestras miradas se juntan y una sonrisa se dibuja en nuestros rostros, no son necesarias las palabras.
Al rato, se levanta una pequeña brisa que hace que nos vistamos y nos sentemos a mirar el mar, Bella esta sentada entre mis piernas, su espalda contra mi pecho, la tengo abrazada por la cintura y mi cabeza descansa en su hombro, de vez en cuando beso su cabello o su cuello, haciendo que suelte pequeñas risas.
Me siento completo y feliz teniendo a Bella entre mis brazos, aunque me encuentro sumamente nervioso para hablarle de mis sentimientos, este es el momento preciso para sacarlos a flote.
―Bella, necesito contarte algo, es importante para mí ―susurro cerca de su oído, se tensa en mis brazos y se gira hasta quedarse de medio lado entre mis piernas de forma que nuestras miradas están conectadas.
―Por favor, no me digas que esto es un error o que hay alguien en tu vida ―implora con una triste sonrisa.
―Cómo se te ocurre algo así. Lo que ha sucedido fue maravilloso y por supuesto hay una chica muy importante en mi vida, ―noto tristeza en sus ojos, así que me apresuro a hablar antes de que me interrumpa―. Esa chica llegó un día a mi vida, poniéndola patas arriba solo con mirarme con sus hermosos y expresivos ojos chocolates, en los que puedes perderte viendo su alma. No solo es la mujer más hermosa del mundo, durante el tiempo que disfruté con ella, descubrí también que es inteligente, divertida, tierna, cariñosa, simpática, bondadosa, siempre dispuesta ayudar a los demás e incluso tímida, adorable cuando se sonroja y nada superficial. Es la mujer perfecta para mí, un ángel del cual estoy enamorado desde que nuestras miradas se unieron, ―sonrío, depositando un beso en su cabello, antes de proseguir―. Estoy incondicional e irrevocablemente enamorado de ti, Isabella Marie Swan ―anuncio con voz suave, mirando sus hermosos ojos chocolate que expresan sorpresa y felicidad por mis palabras. Acaricio su mejilla mientras recuesta su cabeza en mi pecho, y después levanta su mirada, tomando mi rostro entre sus manos para mirarnos fijamente.
―Edward, te amo desde el momento en que Lizzie te presentó, pero tenía miedo de expresar mis sentimientos. Nunca creí en el amor a primera vista hasta que te conocí y me asustaba sentir lo que provocas en mí, ―sonríe dulcemente―. Estoy loca y completamente enamorada de ti, Edward Anthony Masen ―musita cerca de mis labios, demostrándome la veracidad de sus palabras a través de su mirada. Acorto la distancia entre nosotros y la beso con dulzura, transmitiendo todo el amor que siento en ese beso, el cual finalizo con un suave roce de labios antes de unir nuestras frentes y mirarnos a los ojos.
―Solo una cosa más. ¿Me harías el honor de ser mi novia? ―pregunto feliz, mirando sus hermosos ojos chocolate.
―Obvio que sí, mi atractivo novio ―afirma antes de juntar nuestros labios de manera suave y tierna.
Soy el hombre más feliz de la tierra, Bella Swan es oficialmente mi novia, solo mía.
―¿Cómo crees que se tomarán la noticia nuestros hermanos? ―pregunta mientras nos dirigimos hacia la moto, abrazados por la cintura.
―Respecto a mi brujita, estará feliz, ya sabe lo que siento por ti, de hecho, fue idea suya el que te trajera aquí para expresarte mis sentimientos, y en cuanto a tus tres mosqueteros seguro que se alegrarán ―declaro con mi sonrisa torcida, acercándola a mí para juntar nuestros labios.
―Recuérdame hacerle un buen regalo a Lizzie ―me dice feliz cuando la ayudo a subir a la moto.
―Cuenta con ello, aunque también debemos incluir a James. Ahora agárrate, amor ―le aseguro antes de arrancar la moto. Se aprieta fuerte, rodeando mi cintura con sus brazos y apoyando su cabeza en mi espalda.
En el momento que acelero, escucho su risa y que grita,"te quiero", sonrío y chillo,"te amo", consiguiendo que me bese en el cuello.
Sin duda está noche estará entre las mejores de mi vida.
Comunicaros que en el grupo de facebook "EL jardín de los hechizos de Maya" podéis encontrar los álbumes de los fics, así como adelantos, encuestas y muchas cosas más de mis historias. El link lo tenéis en mi perfil, Os esperamos.
El Link del trailer tan maravilloso realizado por mi amiga Teresa lo tenéis en mi perfil.
Este capítulo va dedicado a todas/os mis nuevas/os y antiguos lectores y os doy las gracias por vuestro apoyo a está historia.
A mis lectoras silenciosas gracias por estar ahí.
Gracias a mis lectoras por tomaros el tiempo de dejar vuestros reviews que me llenan de ilusión y me dan fuerza para continuar.
Muchísimas gracias a todos los que me habéis añadido a favoritos y alertas, también a mis lectoras silenciosas y anónimas gracias por estar ahí.
Espero sus comentarios y sugerencias de todo corazón.
Muchos besitos y mordisquitos de Edward para todos mis lectores.
