DISCLAIMER: Sólo los personajes pertenecen a la maravillosa escritora Stephanie Meyer; la trama de la historia, los lugares y algunos personajes son de mi propiedad.

"Todas mis historias están registradas en SafeCreative. Tenedlo en cuenta al momento de adaptar, copiar, o publicar cualquiera de ellas sin pedir mi autorización"

Beteado por mi amiga Emotica GW, que me acompañara en esta aventura. Mil gracias guapa.

Hola a todas/os:

Aquí os dejo un nuevo capítulo. Espero y os guste.

El link de la Soundtrack lo tenéis en mi perfil

Las canciones del capítulo:

Shape Of You — Ed Sheeran

Explorers — Muse

Shake It Off — Taylor Swift

Unconditionally — Katy Perry

Kiss From a Rose — Seal


Sensación de Vidas Universitarias.

Capítulo 24 Sentimientos al Descubierto II

Edward Pov:

No sé de qué estás hablando —responde Jane, haciéndose la inocente.

¡Respuesta equivocada! —exclama Lizzie, negando con la cabeza.

Los chicos que no quieren hablar por las buenas, merecen que se usen otros métodos para confesar, —advierte Jared, chasqueando los dedos.

Alec, Jane, —les señala Elena con el dedo—, será mejor que contestéis a la pregunta que os ha hecho mi compañero, sino queréis... —amenaza Elena, dejando la frase en el aire.

No tengo ni idea a qué os referís, —puntualiza Jane, aparentando estar serena.

Tendremos que refrescarles la memoria —asegura Nessie, observando a su alrededor y consiguiendo que Jane y Alec pierdan el color.

La verdad es que no nos dejan otra opción, compañeros, —confirma Jared, sonriendo malicioso.

Sabes, Alec, tengo un amigo al que le encanta surfear y le vendría de maravilla una tabla nueva, —afirma mi hermana, sonriendo malévola y logrando que nuestro amigo abra los ojos como platos, ama su tabla de surf más que nada en este mundo.

Por mucho que nos amenacen, no conseguirán sonsacarnos nada, —alega con seguridad Alec, pero su voz le falla.

¿Qué os parece, compañeros, si hacemos una reconstrucción de los hechos? —pregunta Diego, mirando a las chicas y a Jared que asienten sonrientes.

Necesitamos actores, —proclama Elena, pasando su vista sobre todos nosotros.

Creo que Edward y Bella son los mejores para interpretar a los protagonistas —indica Nessie señalándonos.

Tortolitos, vengan aquí, —nos ordena mi brujita, interpretando a la perfección su personaje y nosotros de lo más obedientes nos levantamos y vamos hacia ellos—. Ahora el resto, pónganse a su alrededor como si fueran arbustos. —Los demás no se mueven de la mesa a excepción de Justin que conoce a la perfección a Lizzie y sabe cómo se las trae—. Tienen dos segundos para levantarse y colocarse como he dicho o los siguientes interrogatorios serán para vosotros, —les amenaza y rápidamente todos se mueven y se posicionan a nuestro alrededor.

Edward, mira a todos lados para cerciorarte de que nadie te ve —me indica Nessie.

¡Pero si todos nos ven! —exclamo entre risas de mi mal chiste.

Mira que eres idiota, los arbustos no cuentan, —me regaña Elena, cruzándose de brazos, al parecer mi broma no ha gustado, así que hago lo que me manda y volteo a todos lados.

Bien, ahora coge a Bella de la cintura y plántale un beso de esos que te obligan a darte una buena ducha de agua fría, —me instruye Jared sonriendo con picardía y sacrificándome hago con mucho gusto lo que me ordena. Lógicamente mi muñequita no tarda en responder el beso con ardor.

¿Les suena la escena o debemos ser más gráficos?—indaga Nessie, apoyándose en la mesa.

Les repito que no sé de qué mierda hablan, —insiste Jane, intentando esquivar sus miradas.

En ese caso, no nos dais otra opción. Chicos, a vuestros sitios que la función está por comenzar, —sentencia Diego mientras que Jared saca su I Pad para conectar su teléfono y así poder ver el video donde nuestros amigos se comían a besos.

¿Qué piensan hacer? —pregunta temeroso Alec.

Sólo haceros recordar, ya que no tenéis intención de hablar —le aclara Elena sonriendo triunfal, pues sabe que han logrado su objetivo.

Deja eso, Jared, parece que de repente recuperaron la memoria —exclama mi brujita, sonriendo victoriosa y chocando las palmas con el resto de sus compañeros. Estos chicos son peligrosos.

Está bien, digan de una maldita vez que quieren saber, —refunfuña exasperado Alec.

Sólo serán unas pocas preguntas —asegura Nessie, sentándose en su sitio al igual que el resto, a excepción de mi hermana que se acomoda en las piernas de Justin, el cual inmediatamente la abraza por la cintura.

Uff…Qué alivio, —suelta irónica Jane.

¿Desde cuándo están juntos? —inquiere Lizzie. Es una pregunta fácil, no obstante, por la reacción de nuestros amigos no lo parece.

Hace algún tiempo —contesta Alec, restregando sus manos en los pantalones.

Queremos respuestas concisas y no evasivas o les garantizo que el interrogatorio será más duro, —amenaza Diego y los chicos asienten maquiavélicamente, logrando que la pareja trague en seco.

Ok, se acuerdan del día que acompañé a Alec a por unos libros, pues ese día sucedió —explica Jane sin entrar en detalles.

Muy precisa, Jane, han sido varios los días que os habéis marchado juntos a la biblioteca, así que eso no nos aclara nada —puntualiza sonriente mi hermana, dándoles a entender que no están complacidos con esa contestación.

Está bien, estamos juntos desde el día en que nos vimos de nuevo y jugamos el partido, pero decidimos llevarlo en secreto para ver si la cosa funcionaba, no queríamos que se hicieran ilusiones de otra pareja en el grupo si por casualidad la relación no cuajaba. Les aseguro que pensábamos anunciarlo pronto, —nos aclara alterado Alec por haber sido descubiertos.

¡No me lo puedo creer! —exclama Nessie, dando un golpe en la mesa y asustando a nuestros amigos—. Se pusieron de novios antes que ninguno de nosotros, —bufa señalando primero a Irina y Laurent, luego a James y Vicky, después a Diego y Bree, para seguir con Bella y yo, antes de pasar a Thomas y Gianna, y terminar con Jake y ella.

¿Y para cuándo estarían seguros? —insiste Jared—. ¿Cuando estuvieran casados y con hijos? ¿O mejor nos esperábamos a los nietos? —inquiere, cruzándose de brazos y logrando que todos a excepción de la pareja nos riamos.

Solo iban a ser unos días más, —nos asegura ruborizada Jane.

Sí, claro, y yo soy Marilyn Monroe reencarnada, —contraataca con sarcasmo Diego, haciendo voz de chica.

Es la verdad, chicos, solo queríamos consolidar la relación, —reitera Alec.

Pues casi te la follabas cuando los pillé —afirma Elena y los chicos se ponen más colorados que un tomate maduro.

¡Mirad, chicos, se han puestos más rojos que mi hermanita! Y eso es casi imposible conseguirlo —clama divertido Emmett, interrumpiendo el interrogatorio y sacando las risas de toda la mesa.

Volviendo a lo que interesa, ¿te la tiraste? —pregunta Nessie, levantando las cejas.

Ese día no —alega Alec, dando a entender que ya ha pasado algo entre ellos.

¡Hay que joderse! Esperaban que fuéramos al bautizo de su primogénito para decirnos: Hey, chicos, Jane y yo estamos juntos y este es Alecito junior —expresa entre risas Jared, ocasionando que estallemos en carcajadas.

Basta ya, chicos, de verdad que lo sentimos —se disculpa una muy sonrojada Jane.

En serio, chicos, lo lamentamos, pero todos tenemos secretos. El nuestro era por el bien de todos. Además, comenzamos como un juego y las cosas siguieron, convirtiéndose en algo serio, así que sólo queda decir que estamos juntos y felices y esperamos que vosotros lo estéis por nosotros, —confirma sonriente Alec, abrazando a Jane.

Ah, se nos olvidaba deciros que nos vamos a casar y tener muchos Alecitos y Janecitas. Sin embargo, no lo sabrán hasta que estemos seguros que son nuestros hijos con eso de que a veces los cambian en el hospital, —rebate irónico Diego, logrando que todos rompamos en risas de nuevo.

Todavía nos faltan detalles, —apunta Elena, mirándose las uñas dispuesta a sacar más.

No es justo, nos estáis acribillando con el interrogatorio solo por mantenerlo en secreto un poquito de tiempo, —protesta Jane con un puchero—. ¿Porqué no sometieron igual a Edward y Bella, Laurent e Irina, James y Victoria, Diego y Bree, Thomas y Gianna, o incluso a Jake y a ti? —se cruza de brazos, mirándonos con el ceño fruncido.

Sencillo, ninguno de ellos nos ocultó su relación y tampoco les atraparon con las manos en la masa, —aclara Nessie, sonriendo con suficiencia.

Y por si lo habías olvidado, Jane, Diego y Bree tuvieron un pequeño interrogatorio el día que nos la presentó, —puntualiza Lizzie, sonriéndole a su amigo.

Además, este interrogatorio es mero formalismo después de lo que vimos —añade divertida Elena.

Cierto, luego de verlos de manera tan calenturienta y melosa no había duda alguna, —se mofa Jared—. Y no se preocupen que el resto de las parejitas tendrán su interrogatorio cuándo menos se lo esperen, —se ríe al ver nuestras caras de sorpresa.

Me parece bien, todos debemos pasar por el mal trago, aunque algunos se salvaron, como vosotros —dice Alec, señalando a Justin y Lizzie.

Por favor, todos fuimos testigos de la cara de idiotas de estos dos nada más verse, además, inmediatamente después de iniciar su noviazgo lo hicieron público, —defiende Diego como siempre a mi hermana y a mi casi cuñado.

¿Qué mierda de interrogatorio podíamos hacer? —cuestiona Jared—. Este par fue un libro abierto desde el principio, Lizzie andaba por las nubes por su capitán y él qué puedo decir, haría cualquier cosa por su niña. ¿Había algo que preguntar? —Todos gritamos al unísono un "Nooo", lo que provoca las carcajadas no solo en nuestra mesa y originando que mi brujita esconda su rostro en el pecho de Justin.

Bueno, como sea —dice Nessie, quitándole hierro al asunto—, lo único que nos queda por decir es que estamos muy contentos por vosotros y que ya os habíais tardado porque menudas miraditas os dabais cuando creíais que nadie os veía, —sonríe, abrazando a nuestros amigos que van pasando por diferentes abrazos y recibiendo las felicitaciones de todos.

La primera ronda de bebida en el Barneys corre por cuenta de la nueva pareja —asevera Elena y todos chillamos un "Sí" justo cuando suena el timbre, dando por finalizado el tiempo de la comida.

Luego de quedar en vernos todos a la salida y despedirme de mi novia con un beso en los labios, me marcho junto con Justin, Garret y Elena hacia nuestro edificio para luego irnos cada uno a nuestras respectivas clases. Para mi desgracia, tengo que aguantar durante dos horas y media las insinuaciones y miradas lascivas de la nueva. Aggg, qué ganas de que acaben ya las clases.

Y resulta que el tiempo se me pasa volando, puesto que la clase ha estado muy interesante. Recojo mis cosas y salgo pitando, no tengo ganas de cruzarme con la chica nueva. Cuando llego a la puerta, me encuentro con Elena y nos ponemos rumbo al estacionamiento donde ya nos esperan los demás.

Una vez nos distribuimos en los coches, no tardamos nada en llegar al pub, donde nos sentamos en la terraza para disfrutar de la soleada tarde. Decidimos pedir las bebidas aunque faltan mi brujita, Justin, Stephan yJared.

¿Dónde están Lizzie y Justin? —pregunta curiosa Kim.

No deben tardar, seguro que alguien les entretuvo —responde rápidamente Diego.

Ahí vienen, —nos avisa Kate, señalando el coche de Justin que se detiene frente a nosotros y del cual solo se baja mi hermana, quien se despide con la mano nada más cruzar la calle antes de que Justin arranque y se marche acompañado por Stephan y Jared.

Hola a todos, —nos saluda Lizzie con una sonrisa mientras se deja caer en la silla que está al lado de Diego.

Amore mío, ¿qué quieres beber? —le pregunta Diego con una sonrisa, tomando sus manos.

Aprovecha ahora que Justin no está, amigo —dice divertido Kevin, haciéndonos reír.

El capitán conmigo no tiene problemas, al igual que Bree no los tiene con mi Amore —responde Diego, pasando sus brazos por los hombros de Lizzie y Bree—. Soy un hombre de lo más afortunado por estar rodeado de semejantes bellezas, —sonríe satisfecho, logrando que estallemos en carcajadas.

Hola, princesa, hacía mucho que no te veía, —saluda el camarero a mi hermana, quien al verlo chilla de emoción y salta de su silla para darle un abrazo—. ¿Cómo estás, guapa?—le pregunta sonriente el chico luego de separarse.

Estoy muy bien. ¿Y tú qué tal estás? ¿Qué tal están Scarlett y la pequeña Sara? —empieza a interrogar mi brujita al pobre chico, el cual le sonríe cariñosamente.

Todos estamos bien y la pequeña se muere de ganas por veros a todos, —sonríe—. Por cierto, ¿dónde está tu chico y el resto? —inquiere, al parecer se conocen desde hace tiempo.

Entrenando. Antes de que se me olvide, Justin me ha dicho que te ponga en sobre aviso porque el domingo, una vez acabe el partido, nos tendrás a todos aquí, así que vete preparando, —le avisa divertida Lizzie.

Me lo imaginaba. Todos los años hacen lo mismo, aunque esta vez la sorpresa se la daremos nosotros. El domingo estaremos los tres en el estadio animándolos, —sonríe—. Este año he convencido a Samuel y Carla de que abran ellos ese día, —anuncia.

Wow, menudas caras se le van a quedar, —se ríe mi hermana—. Ven que te presento a mi hermano y a mis amigos —dice tomando su mano para traerlo donde me encuentro—. Robert, este es mi hermano, Edward. Vampirito, este es Robert, un gran amigo y dueño del local, —nos presenta.

Encantado de conocer por fin al famoso Edward, —me saluda, estrechando nuestras manos.

El placer es todo mío, ya teníamos ganas de venir. Mi brujita no para de alabar este sitio —digo sonriendo.

Luego de que Lizzie haga las correspondientes presentaciones, charlamos un rato con Robert antes de que se marche a atender al resto de clientes.

Es un encanto de chico, —sonríe Martha.— ¿Hace mucho que os conocéis? —indaga.

Sí, lo conocí nada más comenzar mi noviazgo con Justin, siempre veníamos aquí, —sonríe Lizzie ante los recuerdos—. Ponen muy buena música y es un sitio genial para disfrutar viendo los partidos, además de la gran amistad que tenemos, —nos explica.

Tenéis que entrar a verlo, es una pasada, es todo de madera y decorado con un gusto increíble, tiene mucha personalidad, —alaba Nessie nada más salir del local.

Aquí tienes, princesa, tu cerveza tostada —dice Robert, poniendo la bebida en la mesa—. Ten, son de la última barbacoa que hicimos en mi casa. Estas son para Justin y para ti, a los demás se las daré el domingo, —le entrega un sobre y a todos nos pica la curiosidad por saber qué contiene.

Muchas gracias, guapo, veras la ilusión que le hace cuando se las enseñe,—asegura con una sonrisa Lizzie antes de que Robert se marche dentro del local.

Peque, sabes lo cotilla que soy, ¿qué hay en el sobre? —inquiere intrigado James.

Fotos de una comida que hicimos en su casa —responde con una sonrisa—. Te mueres por verlas, ¿verdad, chiquitín? —le guiña el ojo antes de abrir el sobre y sacar las fotos que nos van pasando, hay varias de los chicos del equipo todos juntos con Robert, otras de Lizzie con las novias de estos, unas de una niña de no más de dos años jugando con ellos en la piscina, otras de todo el grupo juntos y las demás son de mi hermana con Justin.

Por lo que se aprecia, os lo pasasteis de maravilla —comenta mi Bella.

Sí, fue un gran día —afirma mi hermana con una radiante sonrisa mientras guarda las fotos dentro del sobre.

Cambiando de tema, ¿quién se va a encargar de grabar la reunión? Estoy deseando ver la reacción de Rosalie y Tanya cuando se enteren de que vosotras sois las líderes de los Zeta —declara divertido Thomas, pasando su brazo por los hombros de Gianna.

La reportera será Katherine, está de lo más ilusionada por grabar el video y luego subirlo a Youtube —nos contesta entre risas Maggie.

Sí, lleva varios días haciendo pruebas con su Iphone nuevo para grabarlo con la mejor calidad, dice que nadie debe perderse los rostros de las barbies —nos cuenta Elena, logrando que estallemos en carcajadas.

Va a ser una reunión de lo más interesante, una lástima no poder estar presentes —dice Jane y los demás asienten, poniendo un puchero y ocasionando que todos volvamos a reír.

Tranquilos que luego disfrutareis del show —expresa Nessie con una sonrisa.

Pero no es lo mismo, chispita, nos gustaría presenciarlo en directo, —protesta Jake con una graciosa mueca.

Pues es lo que hay, lobito, así que a joderse y aguantarse, —se burla mi Bella, haciendo que todos volvamos a reír al ver la cara de fastidio de nuestro amigo.

Seguimos charlando durante un tiempo más sobre la reunión hasta que los chicos deciden empezar con sus típicos comentarios y bromas a Alec y Jane, algunos bastantes subidos de tono, ocasionando que nuestros amigos se mueran de la vergüenza mientras que nosotros no podemos parar de reír.

Nos calmamos un poco cuando llegan Stephan y Jared una hora y media más tarde, dando algo de tranquilidad a la pareja mientras nos explican la razón por la cual Justin no ha venido con ellos.

No podemos ir mañana al desayuno, tenemos entrenamiento, —nos avisa Stephan con un puchero, haciéndonos reír.

Bien, más comida para nosotros —afirma sonriente Alec, chocando las palmas con Emmett y Jake.

Ahora entiendo por qué Alec come tanto, hace demasiado ejercicio últimamente, —se ríe Laurent—. Jane, amiga, deberías darle un descanso —bromea, logrando que todos rompamos en carcajadas, y para desgracia de la pareja, la conversación se enfoca de nuevo en ellos, teniendo que seguir soportando las bromas del grupo durante un largo tiempo.

La atención de todos se desvía una vez que aparecen Brad y Jhonny, preguntando por Justin, los cuales se molestan al saber que el entrenador todavía lo tiene ocupado. No paran de acusarlo de negrero, tirano, explotador y no sé cuántas cosas más, lo cual culmina con la perfecta imitación de Jhonny del coach, provocando un ataque de risa por nuestra parte.

Una vez calmados, charlamos un rato sobre trivialidades hasta la hora de irnos para la reunión, despidiéndonos primero de Brad y Jhonny, los cuales están hablando de lo más entretenidos con Robert. Finalmente nos despedimos de nuestros enfurruñados amigos, los cuales no quieren perderse las caras de las barbies en la reunión, quedando en vernos en una hora en la entrada del edificio principal y así poder disfrutar del vídeo.

Te extrañare, muñequita —susurro antes de atrapar sus labios en un beso apasionado.

Nos vemos en un rato, amor —musita mi Bella sobre mis labios—. Estaré fuera esperándote, —sonríe, uniendo nuestros labios en un dulce beso.

Te amo, preciosa, —me despido, acariciando su mejilla y besando sus labios una vez más.

También te amo, mi trasero lindo, pero ahora márchate que los chicos te están esperando —me dice mi muñequita, dándome un piquito en los labios antes de irse a sentarse de nuevo y muy a mi pesar me voy junto con los demás a la dichosa reunión.

Ed, cambia esa cara, pronto tendrás a tu Bella de nuevo entre tus brazos, —se burla Alec, haciendo que todos se rían. El cabrón se está vengando.

Me pueden dejar en paz y meterse con otro, —me quejo con un puchero y mi brujita no tarda en abrazarme. Me encanta que me mime.

Es mucho más divertido meterse contigo —me dice Nessie, sacándome la lengua.

Me acabas de demostrar lo poco madura que eres señorita —pico a Nessie, es muy divertido hacerla enojar.

¡Oh, Dios! Van a empezar con su discusión de niños —exclama Kate con horror, sacando las risas de todos.

Idiota.

Chismosa.

Tarado.

Gruñona.

Baboso.

Enana.

Cabezota.

Inmadura.

Parad de una vez, ya no sois unos niños —expresa divertido Garret, interrumpiéndonos.

Te quiero, vampirito —declara Nessie, abrazándome.

También te quiero, pitufa —respondo, besando su cabello.

Estáis completamente locos, —apunta Elena, negando con la cabeza.

Chicas, ¿preparadas para patear los traseros de las barbies? —inquiere divertido Emmett, frotándose las manos.

Sí, siempre dispuestas —chillan mi hermana y Nessie al mismo tiempo, haciéndonos reír.

Hola, chicos, ¿preparados para la función? —nos saluda muy animada Katherine con el móvil en la mano.

Luego de saludar a Victoria, Katherine y Damon, nos ponemos a charlar sobre los puntos acordados días atrás mientras esperamos a que lleguen el resto de los líderes. Los primeros en llegar son Darren y Jordan de la fraternidad Épsilon, quienes nos saludan sonrientes y se unen a nuestra conversación. No pasan ni diez minutos cuando entran las líderes de la fraternidad Sigma, Caroline y Leah que aún están reticentes por su amistad con mis primas, pero se acaban uniendo a nuestra amena charla.

Unos quince minutos más tarde, hacen acto de presencia las líderes Kappa, llegando como siempre con retraso, nunca aprenderán lo que es la puntualidad. Tanya y mi prima entran a la sala sin saludar y con actitud altiva, provocando que nos riamos de su comportamiento. Primero entran las chicas juntas y algunas tomadas del brazo, nosotros las seguimos mientras escuchamos las tonterías que dicen Emmett, Alec y Diego, provocando que no podamos parar de reír y llamando la atención de mi prima y Tanya, las cuales, al percatarse de la presencia de mi brujita y Nessie, se levantan echas unas furias, caminando hacia nosotros.

¡Vosotras no tenéis nada que hacer aquí, largo! —clama como loca Tanya, señalando con el dedo a Lizzie y Nessie.

Si no tenemos nada que hacer, no estaríamos aquí. Nosotras sí entendemos cuando nos dicen no —responde mi hermana tranquilamente, sonriéndoles de forma angelical.

Darrent junto a Jordan sonríen mientras niegan con la cabeza, ningún líder de fraternidad las soporta, excepto Caroline que, al ser amiga de mis primas, hace el intento de llevarse bien con Tanya.

Por si no lo saben, esta es una reunión de los lideres de fraternidades y vosotras solo sois las mascotas de estos —escupe mi prima, apuntándonos al resto con el dedo.

Me parece que no os leéis nunca las notificaciones que os mandan —asevera con una sonrisa Nessie, cruzándose de brazos.

Mira, niñata, será mejor que te calles y te marches junto con tu siamesa antes de que pierda la paciencia y pase algo peor, —amenaza Tanya, acercándose más a las chicas.

Me doy cuenta de que no estáis enteradas de las últimas noticias, ante vosotras tenéis a las nuevas líderes de la fraternidad Zeta Elizabeth Masen y Vanessa Hawkins —contesta con voz dura y seria mi hermana—. Ahora, si nos disculpáis, la reunión creo que está por empezar, —les sonríe dulcemente antes de girarse hacia nosotros, dejándolas con la boca abierta. Tomad esa, barbies.

Es imposible, estás mintiendo —grita airada Tanya, pisoteando el suelo como si fuera un niño al que le han quitado un caramelo.

Si no os lo creéis, leed la notificación que se os ha mandado, —les sugiere Nessie, mirándolas sonriente.

Esto no se va a quedar así, —advierte Tanya, tirando de Rosalie para llevarla a la mesa donde está el rector con el resto de directivos.

Claro que no se va a quedar así, nos vamos a sentar para estar más cómodas —contesta entusiasta Nessie logrando dos cosas, una que la barbies se enfurezcan más y dos que todos estallemos en carcajadas.

Los líderes de las fraternidades Épsilon y Sigma se marchan sonrientes hasta sus asientos a la espera de que la reunión comience.

Habéis estado fantásticas, —las elogia Alec, abrazándolas fuertemente.

¡Mis chicas son las mejores! —exclamo con orgullo, besándolas en la mejilla.

Ha estado sensacional, creí que a Tanya le iba a dar un paro cardíaco —asegura Victoria muerta de la risa.

Amore mío, eres increíble, no tengo palabras —expresa Diego, abrazando a mi hermana—. Y tú, pequeña, has estado magnifica —le dice sonriendo a Nessie.

Katherine, dime que lo has grabado porque estoy deseando verlo de nuevo —habla Emmett muerto de risa.

Tranquilos que todo está aquí, hasta el más mínimo detalle —nos dice sonriente Katherine, mostrándonos su móvil.

¡Chicos, vamos a poner a las Kappa en su sitio! —exclama Garret mientras estira su brazo con la mano alzada, los demás imitamos inmediatamente su gesto para gritar de manera conjunta, "¡SOMOS LOS MEJORES!", levantando nuestras manos juntos. Sí, muy infantil, pero nos encanta.

Jóvenes, tomen asiento, por favor, —indica el rector y todos nos sentamos, prestando atención—. Antes que nada, darles la bienvenida a esta reunión a la nueva presidenta y vicepresidenta de la fraternidad Zeta, Elizabeth Tiffany Masen y Vanessa Anne Hawkins. —Todos aplaudimos con una sonrisa, menos Rosalie y Tanya que echan humo por las orejas—. Ahora, le cedo el micrófono al señor secretario para que anuncie los puntos a tratar, —finaliza su discurso, al parecer la cosa va a ser rápida.

Buenas tardes a todos, comenzaremos poniendo fecha a la semana "Rush Week",determinando cuántas pruebas de acceso se harán individuales y si habrá alguna conjunta entre fraternidades, —nos informa el secretario.

Fraternidad Omega, representantes Alec Vulturi y Diego Carter —llama el vocal.

Comienzo de "Rush Week", el próximo martes. Pruebas individuales, dos y pruebas colectivas con las fraternidades Beta, Gamma, Delta, Zeta, Épsilon y Alpha —responde Alec.

Fraternidad Beta, representantes Victoria Lefevre y Kate Hale —pronuncia el vocal.

Comienzo de "Rush Week", el próximo martes. Pruebas individuales, dos y pruebas colectivas con las fraternidades Omega, Gamma, Delta, Zeta, Épsilon y Alpha —informa Victoria.

Fraternidad Gamma, representantes Katherine y Elena Gilmore —llama el vocal.

Comienzo de "Rush Week", el martes próximo. Pruebas individuales, dos y pruebas colectivas con las fraternidades Beta, Omega, Delta, Zeta, Épsilon y Alpha —contesta Katherine.

Fraternidad Delta, representantes Garret Smith y Damon Salvatore —pronuncia el vocal.

Comienzo de "Rush Week", el próximo martes. Pruebas individuales, dos y pruebas colectivas con las fraternidades Beta, Gamma, Omega, Zeta, Épsilon y Alpha —declara Garret.

Fraternidad Épsilon, representantes Darren Andrews y Jordan Woods —nombra el vocal.

Comienzo de "Rush Week", el próximo martes. Pruebas individuales, dos y pruebas colectivas con las fraternidades Beta, Gamma, Omega, Zeta, Delta y Alpha —responde Darren.

Fraternidad Sigma, representantes Carolina Holmes y Leah Lasley —llama el vocal.

Comienzo de "Rush Week", el próximo martes nos parece bien. Pruebas individuales dos y pruebas colectivas con la fraternidad Kappa —contesta Caroline.

Fraternidad Alpha, representantes Edward Anthony Masen y Emmett Swan —nombra el vocal.

Comienzo de "Rush Week", el próximo martes. Pruebas individuales, dos y pruebas colectivas con las fraternidades Beta, Gamma, Delta, Zeta, Épsilon y Omega —comunico, fijando mi vista en mi prima y Tanya que están enfurecidas al percatarse de que la mayoría estamos de acuerdo.

Fraternidad Zeta, representantes Elizabeth Tiffany Masen y Vanessa Anne Hawkins —pronuncia el vocal.

Comienzo de "Rush Week", el próximo martes. Pruebas individuales, dos y pruebas colectivas con las fraternidades Beta, Gamma, Delta, Omega, Épsilon y Alpha —responde Lizzie, sonriéndoles a las barbies que la miran con puro odio.

Fraternidad Kappa, representantes Tanya Denali y Rosalie Liliam Cullen —nombra el vocal.

Inicio de "Rush Week", dentro de una semana. Pruebas individuales, tres y pruebas colectivas solo con la fraternidad Sigma, dado que el resto de las fraternidades no han contado con nosotras —manifiesta enojada Tanya, poniendo cara de pena a los directivos.

Una vez escuchados a todos los representantes, la "Rush Week" se dará inicio el martes de la semana entrante y la siguiente semana se realizarán las pruebas de acceso. Por favor, comunicarnos unos días antes si alguna de las pruebas colectivas se realizará en algún aula —dice el secretario, dando por resuelto ese punto.

Seguimos con el resto de temas, algunos de ellos crearon controversia, como el referido a la ayuda humanitaria, ante el cual, como es de esperar, las Kappa mostraron su ignorancia, provocando que el rector las obligue a acudir a los comedores municipales y por mucho que protestan no consiguen nada.

El problema viene cuando se saca el tema del precio que los nuevos miembros deben abonar anualmente a la fraternidad. Todos estamos de acuerdo a excepción de las Kappa, que insisten en que el precio sea el mismo para los que viven en la casa y los que no. Después de discutir durante un buen rato, al final se hace por votación, la cual ganamos ocho a uno.

Todos estamos de acuerdo en participar en las actividades benéficas para mejorar la vida estudiantil, además de ayudar al comité de eventos con el voluntariado en actividades y festejos universitarios. Finalmente terminamos cerrando los puntos de la reunión cuando cada fraternidad da los nombres de las empresas que nos van a patrocinar.

Solo falta tratar la petición de la fraternidad la palabra a su presidenta, la señorita Tanya Denali, para que exponga su propuesta —anuncia el rector.

Creo que el presupuesto que se da para las fraternidades no se debe dividir en partes igualitarias. Sino que a las hermandades con más integrantes se les aumente el salario, reduciéndolo de las fraternidades con menos miembros —explica Tanya. Menuda perra, eso es caer muy bajo.

Eres de lo peor, Tanya, con la parte que nos corresponde más las cuotas de los miembros es más que suficiente. No es necesario quitar el dinero a otra fraternidad, —sentencia cabreado Damon.

¿Cómo puedes proponer una cosa así? —inquiere molesta Elena—. Si antes creía que eras una perra, con esto no me queda la menor duda, —la fulmina con la mirada.

Lo que pasa es que tenéis envidia de que nuestra fraternidad sea una de las más solicitadas —responde con arrogancia Tanya.

Lo que tú digas, bonita, pero todos sabemos que tu fraternidad fue la que menos visitas recibió en la fiesta de las Invitaciones, —asevera Victoria con una cínica sonrisa.

Eso es mentira, menuda resentida eres —dice mi prima, saliendo en defensa de Tanya.

Venga ya, Rosalie, lo que ha dicho Victoria es verdad. Además, no estamos de acuerdo ni apoyaremos vuestra proposición —declara Emmett, dejando en claro nuestra posición.

Lo único que les interesa es joder a los demás para su propio beneficio, —asegura Diego, mirándolas con desprecio.

Nosotras no podemos apoyar semejante bajeza, es una vergüenza lo que pretendéis —asevera Leah bastante enfadada.

Tampoco contéis con nosotros, lo que intentáis hacer no tiene nombre. Las fraternidades debemos estar unidas, apoyándonos, y no intentando pisotearnos —declara Jordan, mirándolas molesto.

Jóvenes, por favor, compórtense y hablen con respeto, —nos reprende el rector—. Señorita Denali, sería tan amable de decirnos cuál fraternidad considera que tiene menos miembros y por ende tendría que reducir la mitad de su presupuesto —inquiere dándole la palabra.

Con mucho gusto, señor rector —dice Tanya con voz inocente—. La que aparece con menos miembros en la lista es la fraternidad Zeta, —sonríe triunfal la víbora.

Disculpe la interrupción, señor rector —dice mi hermana, tomando la palabra—, eso era antes de que nosotras tomáramos las riendas. Ahora, la cantidad de miembros ha aumentado el doble y sin contar la multitud de solicitudes que hay. Le garantizo que después de Rush Week podríamos hasta triplicar o cuadruplicar el número de integrantes. —Se acerca a la mesa con una sonrisa y entregándole una carpeta con varios papeles que el rector revisa de inmediato junto con el secretario, asintiendo conformes.

Las felicito, señoritas Masen y Hawkins, han hecho un gran trabajo, —alaba con una sonrisa el rector.

Muchas gracias, solo hacemos nuestro cometido, —agradece con voz dulce mi brujita, sentándose de nuevo.

Aw, pretendías jodernos bien, pero te estrellaste contra un muro. Nosotras siempre vamos un paso por delante, corazón, —advierte con una gran sonrisa Nessie chocando las palmas con mi hermana, mientras que Tanya y Rosalie están muertas de coraje por no alcanzar su objetivo.

Creo que algunos líderes tendrán que esforzarse mucho para mantener y aumentar la plantilla porque vosotras venís pisando fuerte. Felicidades, chicas, los Zeta tienen suerte de teneros —declaro, guiñándoles el ojo, y el resto de los chicos aplauden a excepción de las arpías.

Creo que no será mala idea evaluar de nuevo las fraternidades antes de tener en cuenta su proposición, señorita Denali, —el rector levanta su mano, deteniéndola antes de que replique—. No estamos rechazando la petición, solo queremos tener los nuevos datos antes de tomar una decisión —explica el rector, haciendo que la rabia de Tanya aumente—. Antes de dar por finalizada la reunión, recordarles que mañana tanto los lideres de las fraternidades como sus compañeros deben asistir a las presentaciones de los equipos deportivos y al desfile, es nuestro compromiso apoyar y animar a nuestros atletas. —Todos silbamos y aplaudimos—. Me gusta verles tan entusiasmados, nos vemos dentro de dos semanas a la misma hora. Pueden retirarse —finaliza de hablar y todos nos levantamos para salir de la sala.

¿A qué estamos esperando? —pregunto al ver que ninguno se mueve.

Espera, no seas impaciente que ahora viene lo bueno —me contesta Katherine—. Cúbranme, —nos sonríe antes de acercarse sigilosamente con su móvil donde están Tanya y mi prima hablando .Esta chica se ha tomado muy enserio su papel de reportera.

¡Maldita sea, Rosalie! ¡El plan se nos fue a la mierda! —exclama colérica Tanya—. Quiero que salgáis todas a reclutar a cualquier chica, me da igual que sean tontas, lo importante es que seamos las que más incorporaciones tengamos. Ese dinero debe ser para nosotras, no podemos perderlo, —gruñe, haciendo más señas que una azafata.

Cálmate, Tanya, las pondré a ello en cuanto lleguemos. Ese dinero será nuestro —asegura Rosalie que aunque se nota molesta nunca desobedecerá una orden de Tanya.

Marchémonos, que tanto estrés me va a provocar arrugas —dice Tanya, casi logrando que todos nos cayésemos al suelo de la risa. ¡Qué mujer más superficial!

Hola, mi niña. —Sí, ese que acaba de hablar es Justin, no sé cuándo ha aparecido. Mi brujita nada más oírlo corre a sus brazos con una sonrisa. En cuanto esta cerca de él, salta enrollando las piernas en sus caderas mientras que mi amigo la atrapa de la cintura.

Hey, esas cosas se hacen en privado, —se burla Diego, haciendo que todos rompamos en risas, las cuales aumentan al ver cómo la parejita le saca la lengua.

Lamento llegar tarde, el entrenador me retuvo más tiempo de lo esperado, —se disculpa, besando la frente de Lizzie.

Lo importante es que ya estás aquí —le asegura con voz dulce mi hermana, recostando la cabeza en su hombro.

Un fuerte estruendo nos hace girarnos, encontrándonos a unos chicos levantando a Rosalie de entre los asientos.

No se preocupen, tengo la caída grabada —asevera Katherine con un guiño.

¡Esa es mi chica! ¡Nunca se le escapa nada! —exclama orgulloso Damon, ganándose un beso de su novia.

¿Dónde vamos a ver el video? —pregunta emocionado Alec.

Podemos verlo en nuestra fraternidad, los chicos seguro que nos están esperando fuera, —sugiere Emmett que está ansioso por ver la grabación.

Buen plan, me apunto —dice Garret, abrazando a Kate.

Decidido, todos a la fraternidad Alpha —grita entusiasta Nessie, saltando con Elena.

Conmigo no contéis, el coach me ha mandado a visionar los videos de los partidos de los Cardinals de Standford para controlar bien sus jugadas y que no se me escape nada, —nos avisa Justin y noto cómo a mi hermana le brillan los ojos, le encanta ver jugadas de fútbol americano.

Te compadezco, menudo aburrimiento —dice Diego, palmeando la espalda de Justin.

Pues a mí me encanta, —afirma Lizzie—. ¿Puedo ir contigo? —sonríe.

Claro que sí, —sonríe Justin, acariciando su cabello—. Estaremos en el apartamento así no os molestare, ya que me suelo tirar hasta las tantas —comenta poniendo una graciosa mueca.

Es lo que tiene ser el capitán del equipo, te toca pringar, —se cachondea Kate.

No desanimes al capitán que el domingo tenemos que ganar, —le recrimina Victoria, ocasionando que todos nos riamos.

Es un placer vuestra compañía, pero debemos irnos, —se despide Justin, bajando a Lizzie solo para que trepe a su espalda.

¡Que os vaya bien, capitán y monito! —exclama entre risas Elena.

Nos vemos mañana en el desayuno, —se despide de todos moviendo la mano—. Nessie, tienes tapones para los oídos en mi mesilla, así podrás dormir bien sin que te molesten los ronquidos de Jacob. Lo hago por tu bien, sabes lo mucho que te quiero —le guiña el ojo antes de lanzarle un beso.

Eres la mejor, también te quiero mucho, no sé qué sería de mí sin ti —grita para luego tirarle un par de besos volados antes de que desaparezcan por la puerta.

Me apuesto lo que queráis a que este par no ve los videos —asevera gracioso Emmett.

Todos nos imaginamos lo que acabará sucediendo —agrega Alec, moviendo las cejas sugestivamente mientras nos encaminamos a la salida.

No tiene que importarles lo que hagan, son adultos con necesidades —apunta Katherine, callándoles la boca.

Por favor, dejad de hablar de ese tema que no me interesa en absoluto —declaro—. Y como estoy muy seguro de que verán los videos, acepto tu apuesta oso, ¿qué te parece 100$? —Sonrío, estirando mi mano que rápidamente acepta mi amigo. Esto va a ser demasiado fácil.

Gracias por regalarme dinero, —se burla Emmett.

Has hecho mal en apostar, oso. Te garantizo que Justin verá los videos, no tiene intención de perder ningún partido —comenta sonriendo Diego mientras palmea su hombro, haciendo que todos estallemos en carcajadas menos el aludido que tiene cara de pocos amigos.

Al levantar la mirada, veo cómo mi Bella viene hacia nosotros. Salgo corriendo a su encuentro y rápidamente salta a mis brazos, fundiéndonos en un apasionado beso que me hace olvidar de dónde y con quiénes estamos.

Suéltala ya, idiota —gruñe Emmett en plan hermano celoso.

Te han dicho que la sueltes, tarado —insiste Jake, pero los ignoro totalmente y sigo disfrutando de los besos de mi muñequita hasta que el estúpido de Emmett la arranca de mis brazos.

Paren de una vez, menudo espectáculo están dando, —nos regaña Thomas.

Envidioso, si tuvieras a Gianna a tu lado estarías haciendo lo mismo, —se mofa Nessie, provocando que su hermano salga tras ella para hacerle cosquillas, lo cual sucede en cuanto la atrapa.

Muy mal, lobito, no me defendiste —le reclama Nessie, aparentando enojo una vez que regresan—. Cuando tengas ganas de lo que tú sabes no vas a conseguir nada. —El pobre Jake pierde el color, abriendo y cerrando la boca como pez fuera del agua, y logrando que todos nos riamos de él.

¡Basta de reíros de nosotros! —Jacob se cruza de brazos, simulando estar molesto—. Mejor cuenten cómo ha ido la reunión —dice tratando de zanjar el asunto.

¡No digáis nada! Mejor que vean el vídeo —exclama rápidamente Katherine, moviendo su móvil frente a todos.

Casa Alpha, prepárate que allá vamos —grita Emmett saltando y todos rompemos en carcajadas ante su ataque infantil.

Primero, pasemos por la tienda a comprar algo de comer y unas cervezas —propone Kevin, tomando a Maggie de la mano. Todos asentimos de acuerdo, poniendo rumbo a la tienda.

Una vez compramos todo, nos marchamos a la fraternidad dispuestos a pasar un buen rato viendo el vídeo.

Thomas Pov:

Luego de ver por segunda vez el vídeo de la reunión, con el cual nos reímos bastante, aprovecho el momento en el que todos están distraídos por alguna estupidez de Emmett para escabullirme silenciosamente a mi cuarto. Necesito aclarar mi mente, ver marchar a Lizzie y Justin juntos me remueve muchas cosas que la verdad no me he puesto a pensar.

Nada más entrar en mi habitación, me dejo caer de golpe en la cama y la foto de Gianna que tengo en la mesa de noche, se cae al suelo, por lo que rápidamente me levanto a recogerla. Al tomar la fotografía, me quedo como tonto, observándola. Sus ojos tienen un brillo especial y su sonrisa es tan sincera...

¿Qué me has hecho? No puedo, ni quiero, sacarte de mi mente —susurro con una boba sonrisa en mis labios, acariciando la imagen.

Gianna me está haciendo sentir cosas que jamás he experimentado, ni siquiera con Lizzie. ¿Qué mierda me está pasando? ¿Por qué me siento perdido cuando Gianna no está a mi lado? Miles de preguntas se pasean por mi cabeza sin hallar respuestas, así que me tumbo de nuevo en la cama después de colocar la foto en su lugar.

Cierro los ojos y dejo vagar mi mente un año atrás, exactamente el día en que Lizzie y Justin se conocieron. Lo recuerdo como si fuera ayer, el momento en que sus miradas se conectaron, todo a su alrededor dejó de tener importancia, era su momento y los demás salíamos sobrando. Fue algo mágico que hizo que la envidia recorriera mi cuerpo, pues anhelaba y codiciaba eso para mí.

Desde ese instante, odié a Justin y pasaron apenas unos días cuando me enteré de su noviazgo. Presenciar cómo Lizzie le sonreía y cómo sus ojos brillaban al verle me molestaba, era mi pequeña, desde el momento en que la conocí un sentimiento de protección nació en mí. Necesitaba tenerla cerca para saber que era feliz y asegurarme de que no le hicieran daño, pero ahora ese lugar lo ocupaba otro.

Según fueron pasando los días, el mundo de Lizzie comenzó a girar en torno a Justin, nuestras largas charlas y bromas disminuyeron. Sin embargo, lo que más me dolió fue que la mayor parte de su tiempo lo pasaba con él, logrando que me pusiera celoso e iniciara una relación con Irina solo para que se sintiera mal. Menudo idiota fui, por culpa de mi estúpido error no solo sufrí yo, sino que también dañé a Irina y a Laurent que no se lo merecían.

Abro mis ojos en el instante en que giro mi cuerpo en la cama y me encuentro de frente con la foto de mi Gianna que me transmite la paz que necesito en este momento y me lleva a pensar en las conversaciones que mantuvimos antes de tomar la decisión de comenzar nuestra relación. Al recordar todas las guarradas que el impresentable de Félix le hizo, provoca una inmensa ira en mi cuerpo y suscitando que me den ganas de ir a darle una buena paliza. Alguien tan buena como ella no se merecía todo ese dolor.

Estiro mi brazo para coger la foto, instintivamente empiezo acariciar su rostro en la imagen y una pequeña gota de agua se derrama sobre ella. ¿Cuándo he comenzado a llorar? Abro el cajón de la mesa de noche para sacar unos pañuelos y ahí está la foto de Lizzie, siempre tan hermosa, y la tomo entre mis manos, pero lo que me llama la atención es el brillo que poseen sus ojos, el cual desapareció el momento en que terminó su noviazgo con Justin.

Menudo imbécil fui al intentar aprovechar la ocasión para conquistarla, me sentía tan feliz de poder tenerla de nuevo, pasando mucho tiempo juntos, volviendo a tener nuestras conversaciones, paseos y bromas, que no quise percatarme de que no era feliz. Por mucho que sonreía estando a nuestro lado no era lo mismo, las sonrisas que tenía estando con Justin eran sinceras al igual que el brillo en sus ojos, el cual estando conmigo jamás apareció. Me sentía derrotado, no sé si se debió a que la amo, o bueno eso creía, o fue a causa de mi ego de hombre que se sintió herido por no conseguir enamorarla.

Aggg, siento que mi cabeza va a acabar explotando en cualquier momento.

Me acurruco boca abajo en la cama, observando ambas fotos, la de Gianna con esa mirada que tengo tatuada en mi mente y esa preciosa sonrisa que cada vez que la veo me hace sonreír como tonto, y luego desvío mi vista hacia la de Lizzie, que me transmite mucha ternura al igual que... ¡No puede ser!

Ese breve fogonazo en mi cabeza hace que recuerde el día que tuve la charla con Justin. Iba decidido a dejarle en claro que estaba dispuesto a todo por Lizzie, vamos, que no se lo pondría fácil y, sin embargo, fue al revés. Escuchar con qué coraje defendía sus sentimientos y el amor que había entre ellos hizo que me diera cuenta de que no había nada por lo que luchar y debía aceptar mi derrota.

Aun así, decidí hablar con Lizzie y expresarle mis sentimientos, cuando le dije que la amaba, me miró con una triste sonrisa antes de responderme que también me amaba, pero como a un hermano, su corazón tenía dueño y era Justin, no había lugar para nadie más. Eso me lo confirmaron mis ojos en el instante en que Justin apareció con Edward, Lizzie corrió con una enorme sonrisa a sus brazos, ambos se miraban felices.

¡Qué iluso fui!

Todavía recuerdo cuando escuché de sus propias bocas que nunca dejaron de amarse. Ese día resultó doloroso, pero también esclarecedor, Lizzie y Justin solo podrían ser felices si estaban juntos, eran almas gemelas y nada ni nadie podría romper ese amor.

Entonces comprendí que había tomado la decisión correcta. Merezco ser feliz y no había nadie mejor que Gianna, es dulce, noble, simpática, inteligente, hermosa y con un gran corazón, pero lo más importante, entiende mi sufrimiento porque también lo vive.

Mi vista viaja de nuevo al retrato de mi novia, provocando que miles de sentimientos se agolpen en mi mente. Son los mismos que Justin siente por Lizzie, me los describió a la perfección en nuestra conversación.

¡No lo puedo creer! Es demasiado. Mi mente y mi pecho parece que van a estallar en cualquier momento.

Cierro los ojos y froto mis sienes mientas me pongo a hacer una lista mental de todo lo que me hacen sentir ambas y para nada coincide, las dos están en mi corazón, de eso no tengo duda, sin embargo, el sentimiento es distinto. ¿A quién amo realmente?

Decido aclarar mi cabeza, analizando al detalle mis sentimientos por ambas. Con respecto a Lizzie, nunca he notado esas mariposas en el estómago, tampoco esa corriente eléctrica de la que hablan todos los enamorados y menos aún me siento insuficiente para ella. Lógicamente pensar en perderla me duele, lo mismo me pasa con mi hermanita Nessie…

¡Mierda, mierda, mierda! ¡No puede ser posible!

¿O sí?

¡Maldita sea! ¡Soy un estúpido! Cómo pude confundirme tanto...

Claro que amo a Lizzie, pero no como mujer, sino como una hermana, mis sentimientos por ella son los mismos que tengo hacia mi pitufa. He malinterpretado todo, me he obcecado en creerme enamorado, cuando no es así.

Rápidamente enfoco mi mirada en la fotografía de Gianna, la cual provoca una revolución en mi estómago, con ella si hay mariposas, cada vez que nos acariciamos, mi piel se eriza ante su tacto y eso me encanta.

¿Será esa la famosa corriente eléctrica? Dejo eso al margen y regreso a mi análisis.

Me siento suficiente para ella, bueno la verdad no, pero solo pensar por un segundo en la posibilidad de perderla hace que mi pecho se estruje de dolor porque la necesito a mi lado, la quiero como mi mujer, con la que deseo planear un futuro.

Mi corazón late frenéticamente al darme cuenta de que amo a Gianna, la amo, por primera vez en mi vida sé lo que es estar enamorado. Me levanto de golpe de la cama y me pongo a caminar de un lado a otro por la habitación, parezco un león enjaulado.

¿Qué debo hacer ahora? ¿Y si ella no siente lo mismo? ¿Y si...? Miles de dudas aparecen en mi mente, estoy aterrorizado.

Entonces recuerdo la charla que mantuve con Justin, donde me confesó que tenía miedo a ser rechazado, no obstante, eso no le haría darse por vencido, sino todo lo contrario, le daba la fuerza necesaria para seguir luchando por el amor de Lizzie.

No vacilo dos veces, tomo el móvil, busco su número en la agenda y lo llamo, solo él será capaz de comprenderme y ayudarme en este momento.

¡Mierda, no contesta al teléfono! —exclamo en voz alta, andando como loco por la habitación mientras marco por segunda vez. Está dando el sexto tono, apunto de saltar el buzón, cuando descuelga.

Hola, Thomas, ¿pasa algo? —pregunta extrañado y con voz agitada.

Yo...yo...Espero no interrumpir, pero... —me disculpo como puedo, ya que las palabras se me traban.

Nada, tranquilo, solo que me has pillado en la ducha y he venido corriendo a por el móvil que lo dejé en el salón —aclara con la voz ya más calmada.

Oh, si estás ocupado mejor te llamo más tarde —digo nervioso. Por Dios, parezco un adolescente enamorado por primera vez y es verdad, no por lo primero, sino por lo segundo.

Dime qué te preocupa, Thomas —me dice, infundiéndome confianza.

¡La amo! —suelto sin pensar.

Ya me lo habías dicho y te dije que lucharía por ella —contesta con voz seria.

No me refiero a Lizzie, hablo de Gianna, —suspiro—. No sé cómo ni cuándo pasó —explico exaltado.

¿En serio? —pregunta asombrado.

Sí, estoy muerto de miedo, me da pánico confesar que la amo. ¿Qué pasa si me rechaza? —respondo angustiado.

¿Estás seguro? Mira que hace poco amabas a Lizzie —sondea confundido.

Claro que amo a Lizzie, pero no de la forma que crees, he descubierto que mis sentimientos por ella son los mismos que por Nessie, una hermanita a la que tengo que proteger, estaba errado y, por obstinado y estúpido, no he querido verlo. Entiéndeme, no sabía lo que es estar enamorado —aseguro con total convencimiento.

¿Es diferente con Gianna? —indaga serio.

Completamente, ella...ella me hace sentir cosas que jamás he experimentado, no dejo de pensar en ella, quiero estar a su lado todo el tiempo, aunque sea solo para notar su presencia, solo con imaginarla una sonrisa se instala en mi rostro... —explico con una boba sonrisa. Menos mal que no puede verme la cara de idiota que tengo.

Definitivamente estás enamorado, —siento la alegría en su voz—. ¿Ya se lo has dicho? —pregunta intrigado.

¡No...! Recién lo acabo de descubrir, eres la primera persona que lo sabe. Estoy aterrado —aseguro.

Gracias por la confianza, pero creo que debes decírselo a ella —apunta jovial.

Lo sé, pero estoy muerto de miedo —expreso nervioso.

Más te vale dejar los miedos aun lado…Espera un momento. —Escucho cómo habla con Lizzie, algo debe haberle preguntado—. Ya estoy contigo de nuevo, volviendo al asunto, lo peor que podría pasar es que te diga que no te ama. No obstante, si luchas estoy seguro de que lograrás conquistarla, —aconseja—. Créeme, no le eres indiferente, —sonrío por sus últimas palabras.

¿Crees qué siente algo por mí? —pregunto con interés.

Por lo que yo he observado, y desde mi punto de vista, te garantizo que te quiere, sólo hay que fijarse en cómo te mira, otra cosa es lo que Gianna sienta, sin embargo, la mejor manera de averiguarlo es declarándole tus sentimientos —dice con seguridad.

¿Puedes guardarme el secreto? Tengo pensar y... —suspiro, dejando la frase en el aire.

Ni se te ocurra, Thomas, los sentimientos no se piensan, se viven. Ve a buscar a tu chica ahora mismo y díselo, —me recomienda.

Pero y si... —no puedo seguir hablando, pues me interrumpe.

No hay "y si", hazlo, mereces ser feliz con la persona que ames y que te ame —me asegura.

Gracias. Justin, eres una gran persona. Lamento todo el tiempo que perdimos por mi terquedad —le digo con franqueza.

Olvídate ya de eso, ahora somos amigos, ¿no? —ríe—. Ve por Gianna, campeón, y cualquier cosa que necesites, cuenta conmigo, —afirma.

Gracias, amigo, —me despido, colgando la llamada.

Cómo he podido ser tan idiota, merezco un buen golpe por haber perdido tanto tiempo con mis estupideces. Justin es un gran chico y ahora me arrepiento de no haber estrechado la amistad con él antes, pero más vale tarde que nunca.

Mi mirada alterna entre el teléfono y la foto de Gianna, esperando que algo pase, aunque no sé el qué. A mi mente llegan unas palabras que Justin me dijo cuando mantuvimos nuestra famosa conversación, y diablos si tenía razón.

"Es muy fácil juzgar desde el exterior porque no se saben las razones por las cuales suceden las cosas, es realmente sencillo decir, se pudo hacer esto o aquello, cuando no se conoce el trasfondo de la situación".

Cómo se nota que no me había enamorado nunca.

No puedo evitar reírme de la situación, puesto que fácilmente podré auto juzgarme como un cobarde porque me aterroriza pensar que me rechace, aunque por otro lado mi corazón salta emocionado al pensar en decírselo. Menudo caos mental tengo.

Respiro varias veces, tratando de calmar mi ritmo cardíaco y de paso oxigenar mi cerebro, el cual está a punto de estallar. Y al parecer Justin se está volviendo la voz de mi conciencia porque de nuevo recuerdo otras palabras que me dijo,

"Solo iré tan lejos como ella me lo permita, ni más ni menos".

¿Qué tan lejos me dejará ir mi Gianna? Me gusta poder soñar con que me permitirá conquistarla, no solo ser su tabla de salvación tras una dolora relación, sino el hombre que la ama y desea su corazón.

¡Ay, Gianna, amor, qué hago! —susurro mientras sonrío como un idiota al sentir tan natural llamarla amor y deseo poder nombrarla de esa forma siempre, pero frente a ella y contemplando su hermoso rostro para saber lo que piensa y siente al respecto.

Entonces decido ir a por el todo y tomar lo que me quiera ofrecer, pero siempre luchando por conseguir más. Rápidamente cojo mi chaqueta, las llaves y el móvil, beso la foto de Gianna para luego guardar la de Lizzie con una sonrisa, ya que al fin me he dado cuenta de que la amo como una hermana. Salgo de mi cuarto, bajando las escaleras como un rayo, deseo estar a su lado cuanto antes.

Hey, Thomas, —saluda uno de los chicos.

¿Dónde vas con tanta prisa? —pregunta otro.

Los ignoro, si me paro a dar explicaciones me van a retrasar y no tengo tiempo que perder. El trayecto de mi fraternidad a la suya se me hace eterno y eso que están bastante cerca.

Llego desesperado a la puerta de la casa Kappa y llamo al timbre. Unos segundos más tarde, me abre Alice, quien al verme me sonríe coqueta, pestañeando como si quisiera abanicarse la cara, se mira ridícula.

Hola, ¿se encuentra Gianna? —pregunto y noto cómo se forma una mueca en su cara.

Está en su cuarto, tal vez ya esté dormida —responde, flirteando conmigo.

¿Por favor, puedes llamarla? Me urge hablar con ella —digo serio y molesto por su coquetería, pero no puedo evitar sonreír cuando veo que Alice desparece escaleras arriba en busca de mi amada.

Segundos más tarde observo que la duende baja seguida por Gianna, quien al verme sonríe de esa manera que me acelera el pulso y pone de fiesta a las mariposas que anidan en mí estomago. Baja demasiado lento para mi gusto, así que sin permiso alguno me adentro en la casa para acudir a su encuentro.

Una vez nos juntamos, la abrazo fuertemente y escondo mi cara en su cuello, disfrutando de su cercanía. Ella ríe ante mi actitud, correspondiendo a mi abrazo. Tomo con delicadeza su rostro entre mis manos, acercando mis labios a los suyos y pidiendo permiso con la mirada para poder disfrutar de un beso suyo, el cual será diferente porque lo haré consciente de que la amo. Mi chica acorta la distancia, uniendo nuestros labios en un dulce y apasionado beso, nuestras bocas se mueven en una maravillosa danza, nuestras lenguas se acarician y degustan de una manera que jamás he sentido.

Unos carraspeos hacen que nos separemos, pero lo hago lentamente y depositando pequeños besos en sus deliciosos labios hasta unir nuestras frentes. Gianna me mira con una preciosa sonrisa y ese brillo en sus ojos que ilumina mis días.

Nuevamente escuchamos los molestos carraspeos y observamos a Tanya, Rosalie y Alice mirándonos con odio, en especial Alice, que parece lanzar fuego por los ojos. Rosalie y Tanya la tienen cogida de las manos, una a cada lado, parece que la están deteniendo. Las ignoro y centro mi atención en la única mujer que vale la pena, mi Gianna.

¿Puedes venir conmigo, por favor? —le pido rogando que acepte.

Claro, solo dame un minuto para ir a por mi chaqueta —dice, pero yo no estoy dispuesto a separarme de ella. Me quito mi chaqueta rápidamente y se la coloco—. Pero y tú… —comienza a protestar, pero la corto.

Yo estoy bien, —sonrío antes de besar sus labios. Cielos, me puedo pasar toda la vida saboreándolos y nunca tendré suficiente—. ¿Nos vamos? —pregunto.

Vamos —me contesta con una hermosa sonrisa para luego besar castamente mis labios. Sonrío como tonto, pasando mi brazo por sus hombros mientras ella pasa el suyo por mi cintura.

Gianna, las puertas de la casa se cierran en media hora, quien no se encuentre dentro, tendrá que ver dónde pasa la noche, —le advierte Tanya, haciéndonos girar.

No tienes de qué preocuparte, Tanya, mi novia tiene dónde quedarse a dormir, esta y todas las noches que ella desee, —garantizo, haciendo que Gianna se aferre a mí y que el rostro de Alice pase por distintas tonalidades antes de girarnos y salir de la casa, dejando al trío de arpías atrás e iniciando el camino hasta mi fraternidad en un cómodo silencio.

Al parecer la suerte está de nuestro lado porque los chicos no están a la vista cuando entramos, deben haberse marchado a sus habitaciones, así que tranquilamente y sin espías de por medio subimos a mi habitación.

Nada más entrar, Gianna se sienta en la cama, divisando todo a su alrededor. Una hermosa sonrisa se forma en su rostro al ver su foto en mi mesa de noche, menos mal que había guardado la de Lizzie, no quiero que malinterprete las cosas antes de que hablemos, bueno mejor dicho me declare.

¿Me vas a decir qué te ocurre? —pregunta tras unos minutos de silencio en el que me quedo contemplándola como tonto.

No sé cómo explicarlo... —susurro mirando sus hermosos ojos que brillan con una luz especial que ahora mismo se está nublando. Velozmente me acerco a su lado, acuclillándome frente a ella—. Gianna, yo no...no sé cómo pasó, jamás me había sucedido...Tú...Yo... —tartamudeo. Dios, qué difícil es esto.

Tranquilo, lo que sea que te preocupe solo dilo, —me anima hablar aunque noto tristeza en su voz e inmediatamente me regaño mentalmente por hacerla sentir mal.

Por favor, Ginn, déjame explicarte todo desde el principio, ¿sí? —imploro, a lo que asiente con una sonrisa que me da la fuerza para continuar—. Esta tarde, después de que te fueras, no dejé de extrañarte, de desear que estuvieras a mi lado. Ni la bromas de los chicos, ni las locuras de las chicas me hacían feliz porque me faltabas tú, como si la mitad de mi ser estuviera ausente y eso me causó mucho miedo porque nunca lo había sentido, —me mira fijamente, analizando mis palabras—. Pensé en todas las cosas que hemos pasado juntos, cada momento compartido, en tu sonrisa, la cual es mi alegría, y en el brillo de tus ojos que ilumina todos los días de mi vida entera, y me atemoricé porque jamás había experimentado eso por nadie... —digo con un suspiro para luego seguir hablando, pero me interrumpe.

¿ Y con Lizzie? —inquiere con voz temblorosa.

Tú mejor que nadie sabes que la amo, —asiente—, siempre lo he hecho y siempre lo haré, ella es parte de mí, al igual que Nessie. Y Gianna, lo cierto es que amo a Lizzie, pero como a una hermana, deseo protegerla exactamente del mismo modo que a Nessie, son exactamente los mismos sentimientos, solo que los he malinterpretado por estúpido. En cambio, tú me provocas cosas nuevas y diferentes, cuando no estoy contigo te extraño, de solo pensar en ti sonrío, cuento las horas para volver a tenerte a mi lado y el tiempo que pasamos juntos nunca me es suficiente, —acaricio su mejilla.

Sueño con tus ojos, tu boca, con despertar abrazado a ti y no precisamente por haber hecho el amor, sino por tenerte a mi lado, cada vez que te toco mi piel se eriza como si la electricidad entre nosotros se hiciera presente, sin mencionar las mariposas que han hecho de mi estómago su hogar y se ponen a revolotear cada vez que te pienso, con más fuerza en el instante en que te veo. —Tomo su rostro con delicadeza entre mis manos—. Supongo, Gianna, que lo que estoy tratando de decirte es que te amo. Tal vez suene como una locura para ti, pero es la pura verdad. No sé cómo, ni cuándo sucedió, solo sé que eres la mujer que quiero a mi lado, mis días y mis noches son para ti. —Me detengo, mirando sus preciosos ojos color miel.

Thomas, yo... —la silencio colocando mi dedo en sus labios para callar sus palabras y aprovecho para acariciarlos mientras siento cómo su respiración se acelera.

Por favor, solo escucha, ¿sí? —Pido sin desconectar nuestras miradas—. Soy nuevo en esto del amor, me estás estrenando, —guiño un ojo—. Pero lo que quiero que comprendas es que es sincero, te amo con todo lo que soy y me gustaría pedirte algo. —Asiente—. ¿Quieres ser mi novia? —Me mira confundida, así que procedo a explicar—. Amor ,sé que ya somos novios, pero para mí ese noviazgo no sirve más porque resultó estar bajo la sombra de otros amores, ahora deseo que seas mi novia, la novia de un hombre que te ama y se esforzará por hacerte feliz y ganarse tu amor poco a poco .No soy perfecto y ahora que estoy enamorado me he vuelto un idiota. —Tomo su mano entre las mías—. Amor, ¿quieres ser la novia de este imbécil enamorado? —pregunto nervioso.

Sí, por supuesto que sí —susurra sonriente, haciéndome saltar con ella entre mis brazos y llenándole de besos su precioso rostro sin parar de repetir, "Gracias, gracias", antes de besar sus labios, los labios de mi novia, mi verdadera y única novia, la mujer que amo, y sin sombras, al menos de mi parte.

Amor, prometo que me esforzaré por hacerte feliz...

Thomas...

Prometo que cada día intentare algo nuevo para mantenerte a mi lado...

Thomas...

No soy un romántico ni detallista pero puedo aprender...

¡Thomas!

Puedo recurrir de nuevo a...

¡Amor! —exclama en voz alta, consiguiendo que detenga mi diatriba y dejándome paralizado. La miro con los ojos abiertos de par en par,¿acaso lo he soñado?

¿Cómo me has llamado? —pregunto, necesito confirmar que lo que he escuchado no es un sueño.

Amor —susurra con lágrimas en sus preciosos ojos, las cuales limpio con mis dedos, acunando su rostro entre mis manos.

Dilo otra vez, —imploro, necesito volver a oírlo.

Amor, amor, amor —repite sonriendo y una boba sonrisa se forma en mis labios, los cuales inmediatamente se unen a los suyos en un tierno beso, celebrando que me llame de esa forma tan maravillosa y transportándome a un nivel de felicidad que creía no existía.

Te amo —musito cuando apenas nos separamos un poco.

También te amo, —me quedo viéndola en shock, tratando de asimilar sus palabras—. Ven, —coge mi mano y me guía al sofá donde nos sentamos, quedando uno frente al otro—. Creo que nuestra historia es parecida... —comienza a hablar, pero no puedo evitar interrumpirla.

¿Cómo? ¿Cuándo? —balbuceo— Ginn, no estás obligada, yo...yo te amo y quiero estar a tu lado, pero no te sientas forzada a decirlo. Te amo y tomaré lo quieras darme... —me callo al ver cómo levanta su mano en señal de que pare.

¡¿Quieres callarte y escucharme, Thomas Oliver Hawkins?! —exclama y asiento como un idiota. Si mi Gianna me pidiera una rebanada de la luna porque es un dulce manjar, iría a la luna sin dudarlo solo por complacerla. Me estoy volviendo un cursi, pero me da igual, soy feliz.

Cuando ocurrió lo de aquella película en la que Lizzie se puso mal y solamente Justin la consoló e hizo que tú sufrieras tanto al verla así de mal, yo...sentí un dolor en mi pecho, pero no quise demostrarlo, bastante tenías en ese momento, así que estuve a tu lado para que desahogaras tu dolor y ser tu apoyo. Esa noche no dormí, pensando e intentando aclarar mi mente y mis sentimientos, la verdad no conseguí nada por más vueltas que le di al asunto, pero al día siguiente cuando te vi caminar hacia mí... —suspira— ...mi cuerpo sintió las mismas sensaciones que antes describiste y en ese instante lo comprendí, te amaba, me había enamorado de ti y mi reacción fue la misma que la tuya, estaba muerta de miedo de que huyeras si te enterabas, como hacen la mayoría de los hombres cuando una mujer dice amarlo, o que te alejaras de mí por no ser suficiente para ti, por no ser la perfecta Lizzie.

Suspira de nuevo y cierra los ojos unos segundos antes de continuar. —En el momento en que vi a Lizzie, se me removió el estómago de dolor y tristeza al saber que la amabas a ella y le tuve envidia porque deseé ese amor para mí. Pensé en decírtelo, muchas veces estuve a punto de llamarte amor y me mordí la lengua para no hacerlo, preferí quedarme con todo ese sentimiento dentro de mí que tener que confesártelo y perderte porque te amo, Thomas, y tú también me estás estrenando, —me sonríe—, pues jamás había amado a nadie como a ti. Con Félix fue rutina, masoquismo o qué sé yo, pero amor definitivamente no. Cuando descubrí mis sentimientos hacia ti, me di cuenta de que no pude amarlo porque no me provocó nada, absolutamente nada de lo que provocas tú en mí, —finaliza, mirándome con sus hermosos ojos miel que estaban reflejando amor.

Tiro de ella con delicadeza hasta sentarla en mi regazo y uno nuestros labios en un beso en el que entrego todo mi amor. Las cosas van subiendo de tono, mi Gianna se coloca ahorcajada sobre mí y mis manos viajan acariciando su cuerpo, necesito un segundo de cordura para frenar las cosas. La deseo, quiero hacerla mía y ser suyo en toda la extensión de la palabra, pero no por un arranque de pasión en el sofá. Comienzo a bajar la intensidad del beso hasta que jadeantes quedamos con nuestras frentes unidas, luchando por calmarnos. De pronto me entra la curiosidad de saber qué estaba haciendo cuando fui a buscarla.

¿Qué hacías cuando fui a buscarte esta noche? —pregunto curioso, ganándome una sonrisa coqueta.

Iba a llenar la bañera para darme un rico y relajante baño de burbujas —me responde, acariciando mi cabello. Definitivamente lo que mi cuerpo menos necesita es una imagen de mi Ginn desnuda, mojada, cubierta de espuma...Un pequeño gemido se escapa de mis labios y mi chica me sonríe antes de darme un beso lleno de pasión—. Señor Hawkins, usted interrumpió mi baño y ahora no puedo volver a casa, ¿cómo piensa solucionarlo? —me sonríe antes de besar mi cuello.

Eso tiene fácil solución, mi hermosa dama —digo juguetón—. ¿Qué le parece darse un rico baño conmigo? —Levanto las cejas sugerentemente, ganándome una risita nerviosa de su parte. La acomodo de nuevo en el sofá y le doy un beso, luego otro y otro y otro hasta que recuerdo el baño y me separo para ir a prepararlo. Corro al baño, pongo a llenar la bañera con agua templada y recuerdo las velas que había guardado Nessie en el armario para darle una sorpresa a Jake, lo siento por ellos, pero pienso utilizarlas.

Cuando voy a por ellas, aprovecho para robarle un beso a mi novia antes de regresar con la caja al baño, me sorprendo con su contenido ya que no solo hay velas, sino también sales de baño y pétalos de rosas deshidratados, los cuales al contacto con el agua caliente se ponen frescos y lo sé porque mi pitufa me lo explicó. Después de preparar todo y encender las velas, apago la luz y contemplo mi obra, la cual resulta ser de lo más romántica, y yo que pensaba que a mi madre se la había escapado ponerme esa vena, al parecer solo me hacía falta enamorarme para sacarla a flote. Salgo de nuevo al dormitorio donde me espera mi chica sentada en el sofá.

Nuestro baño está listo, miladi, ¿me acompaña?—digo haciendo una reverencia y sacando sus risas mientras se levanta para llegar a mi lado.

Creo que la ropa será una molestia en nuestro baño —me asegura con voz sensual, desabotonando mi camisa.

Tiene toda la razón, señorita, debemos solucionarlo —confirmo, sacando con cuidado su blusa por la cabeza.

Poco a poco, ambos nos vamos desprendiendo de las ropas del otro hasta quedar completamente desnudos, nuestros cuerpos se llaman, sienten la necesidad de estar unidos, pero quiero que disfrute del baño, es la primera vez que vamos a hacer el amor y quiero que sea especial. Tomo su mano y la beso antes de entrelazarla con la mía y dirigimos al baño, un jadeo sale de sus labios nada más entrar y sonrío, he hecho un buen trabajo. La guío hacia la bañera donde la ayudo a entrar y seguidamente hacerlo yo, voy a sentarme frente a frente, pero mi chica me sorprende echándose hacia adelante para que me siente tras ella y lo hago de inmediato.

¿Es de tu agrado, amor? —pregunto un poco dudoso, abrazándola por la cintura una vez recuesta su espalda en mi pecho.

Está perfecto, amor —contesta, dándose la vuelta y mirándome con una sonrisa. Bajo mi cabeza y atrapo sus labios con los míos, se sienten tan suaves. La aferro más fuerte de la cintura, pegándola a mí, y ella posa sus manos encima de las mías que descansan en su vientre, no paramos de besarnos hasta que nos vemos en la necesidad de respirar.

Amo besarte, tenerte cerca —susurro en su oído, notando cómo se estremece—. Y mojada estás de lo más apetecible. —Gime bajito al escucharme.

No puedo evitarlo y hago que ladee su cabeza para tener acceso a su cuello, el cual comienzo a besar. Mi Gianna suspira fuertemente, pero no se queja, al contrario, retira una de sus manos y se aparta el cabello para darme mayor alcance. Me entretengo, dejando besos húmedos desde sus hombros hasta su lóbulo, luego bajo mi boca para dejarla a la par de su cuello y lo muerdo como si fuera un vampiro. En el momento en que clavo mis dientes en su piel, ella emite un pequeño grito y me separo rápidamente, pensando que le he hecho daño.

No, —ruega agarrando mi cuello e impidiendo que me separe más—, Sigue amor, por favor, —Su voz está ronca.

Su respiración se vuelve entrecortada en el instante en que mis dientes retornan a rozar su cuello y la mano que tiene sobre la mía se aprieta de manera que el abrazo de la cintura se hace más fuerte. Succiono, lamo, beso y muerdo toda la suave piel de sus hombros mientras ella jadea suavemente. De pronto, clava sus uñas en mis manos y se gira para atrapar mis labios con los suyos, es un beso cargado de deseo, de pasión. Nos separamos lo justo para coger aire, pero mi chica comienza a recorrer la línea de mi mandíbula con la lengua y ahora es mi turno de gemir.

La aprisiono más contra mí, desapareciendo la inexistente distancia entre nosotros y sintiendo cómo nuestros cuerpos se acoplan, haciendo que mis labios busquen de nuevo los suyos en un maravilloso beso, el cual aumenta de intensidad debido a nuestro contacto y cercanía, a la necesidad de demostrarle cuánto la amo. Ella responde de igual manera, pasando sus manos por mi cabeza para acercarnos más, sin embargo. no es suficiente para ninguno de los dos. Entonces, una de sus manos agarra firmemente la mía y comienza a deslizarla hacia abajo, hacia su sexo, y sonrío para mismo comprendiendo lo que quiere. Se queda sin aliento en el momento en que mi mano roza su intimidad y cuando introduzco cuidadosamente un dedo en su interior, se arquea soltando un gemido bastante alto.

¿Te gusta, amor? —pregunto con voz ronca, mi amada no me contesta ya que está demasiado ocupada intentando disimular sus jadeos. Uno, dos dedos más al que ya está bombeando y mi princesa jadea abruptamente, buscando aire.

Thomas...mmm...Thomas, —gime.

Di mi nombre, Ginn, déjame ver cuánto te gusta, amor —digo mientras ella recorre mi mandíbula.

¡Thomas! —chilla arrastrando las palabras durante unos segundos cuando convulsiona, llegando al orgasmo.

Se queda quieta durante unos instantes, recobrando el aliento, antes de girarse para quedar frente a mí y colocar sus piernas a cada lado mío. Mis manos van a su cintura, sintiendo la suavidad de su piel, y sin perder la conexión de nuestras miradas acerca sus labios a los míos hasta unirlos en un beso voraz lleno de deseo que gustoso correspondo con el mismo ímpetu. Mis manos se aferran más a su cintura mientras nuestros cuerpos mojados se pegaban el uno al otro. Se separa un instante de mis labios, uniendo su frente con la mía, su respiración al igual que la mía es entrecortada. Levanta su mirada y puedo ver el deseo en sus ojos.

Mis manos se deslizan lentamente por su piel. saboreando la sensación de estar con la mujer que amo. Al llegar a sus caderas, las acaricio con ternura y seguidamente tiro de su cuerpo para que este aún más pegado al mío, provocando con ese movimiento la fricción de nuestros sexos y haciéndonos gemir. Sé que ya no hay marcha atrás, por lo menos de mi parte, porque la necesidad de hacerle el amor es demasiada, no obstante, necesito estar seguro de que ella también lo desea. Aún en contra de mi voluntad separo nuestros labios, jadeando.

Ginn, amor —susurro su nombre.

Dime, amor —musita, besando mi cuello y haciéndome sonreír idiotizado al escucharla llamarme así.

Te deseo, necesito hacerte el amor —susurro mientras mis manos acarician su espalda.

Tómame entonces, hazme el amor, quiero ser tuya, del hombre que amo y que me ama, —ronronea en mi oído, sus palabras aceleran mi corazón.

Para siempre —susurro acercándome a sus labios.

Para siempre —murmulla antes de que nuestras bocas se encuentren en un beso cargado de todas las emociones que nos envuelven, amor, pasión, necesidad, pero sobre todo, el deseo de sellar una promesa. Para siempre porque no habrá vuelta atrás.

Ginn, cuando digo para siempre significa que quiero estar contigo hasta el último respiro —murmuro mirando sus hermosos ojos, los cuales trasmiten tantas cosas que mi corazón se acelera a una velocidad que creí imposible hasta enamorarme de ella.

Thomas, te amo, mi ser entero te pertenece hasta el último respiro y más allá, soy y seré tuya para siempre —susurra sobre mis labios.

Te amo, Ginn, soy tuyo amor, para siempre —contesto en un murmullo uniendo nuestros labios en un beso que va más allá de la misma entrega. Desde este momento seré suyo y ella mía, sin sombras, ni malos entendidos, solo Ginn y Tom, un par de enamorados.

Nuestro beso poco a poco va subiendo de intensidad, la pasión nos desbordaba. Mis manos van a sus pechos, los cuales empiezo acariciar, uno lo estimulo con mis manos mientras que el otro lo apremio con mi boca que se ha separado de su dulce boca segundos antes.

Thomas...ahhh, —jadea sin dejar de moverse encima de mí.

Ginn, —gimo, sus movimientos me están volviendo loco.

En ningún momento dejo de acariciar sus pechos mientras lamo, chupo y doy pequeños tirones a sus dulces y rosados pezones. Los movimientos circulares que mi diosa está haciendo sobre mí están provocando que mi miembro crezca y se hinche más con cada roce de su cuerpo, la erección que tengo se está volviendo dolorosamente placentera, pero quiero saciarla, necesito saciarla.

Ginn...ahhh...no puedo…más, te necesito —digo entre jadeos.

Pero ella ignora mi comentario y sigue moviéndose durante unos segundos más para luego bajar lentamente sus manos por mi pecho hasta llegar a mi duro miembro, el cual toma entre sus suaves y delicadas manos y comienza a masturbarme lentamente. Gimo sin control, agarrándome a los bordes de la bañera. Cierro los ojos con fuerza, no quiero correrme solo, quiero irme con ella.

Ginn...para...No quiero...No...aguanto...más, —advierto entrecortadamente.

Thomas, córrete —me ordena con voz sensual.

No...Quiero...que nos vayamos...juntos —suelto entre gemidos porque acelera la intensidad.

Por favor, amor, hazlo por mí, —ronronea en mi oído.

No puedo replicar nada, ya que después de su pedido sujeta con fuerza mi erecto miembro y se lo mete en la boca. Gruño de placer cuando siento su lengua hacer círculos en la punta y luego comenzar a bajar y subir por su longitud, mi miembro empieza a palpitar y siento que no falta mucho para correrme. Intento otra vez que Ginn pare, pero es en vano, ya que al percatarse de mis intenciones comienza a acariciar mis testículos con una de sus manos.

Ginn...Me voy...ahhh...Ginn... intento avisar, pero mi orgasmo me invade, haciéndome descargar en su boca.

Mi respiración sigue siendo entrecortada. Cuando abro mis ojos, me encuentro con mi diosa observándome con una sonrisa antes de lamerse sus carnosos labios, en los cuales queda un resquicio de mi semilla. Tomo su rostro entre mis manos, acercándola a mí para lamer lentamente esa parte, provocando que suelte un gemido, y mi lengua hace contacto con sus labios sin llegar a besarla.

Thomas, te deseo —susurra con voz ronca—, te quiero dentro mí. Ahora. —Esas palabras hacen que miembro se estremezca y se excite de nuevo, mi necesidad por ella es inmensa.

La cojo con delicadeza y la recuesto sobre su espalda, me siento en la bañera de rodillas, colocando sus piernas en mis hombros y quedando su sexo justo enfrente a mi cara. Sin dudarlo, comienzo a lamer su clítoris mientras uno de mis dedos entra en su cavidad, chilla mi nombre muerta de placer lo que hace que miembro se endurezca aún más.

Sus gemidos aumentan mientras muevo sus caderas contra mi boca, mi lengua no para de lamer, morder y chupar su vulva, introduzco otro dedo, moviéndolo circularmente mientras que otro pellizca su clítoris. En ningún momento deja de gemir y gritar mi nombre y yo cada vez estoy más excitado.

Joder, amo escucharla gemir, he nacido para oírla chillar de placer.

Noto cómo sus paredes se cierran en torno a mis dedos y segundos más tarde convulsiona, dejándose correr en mi boca. No le permito descansar, la tomo de las caderas, sentándola ahorcajadas sobre mi regazo y la penetro de una estocada. En el momento en que nuestros cuerpos se funden, ambos gritamos nuestros nombres, sin embargo, no dilatamos en retomar nuestros movimientos.

Mi preciosa me cabalga rápidamente y yo la insto a no parar, sujetándola fuertemente de las caderas. Su cabeza está inclinada hacia atrás, regalándome una vista perfecta de sus hermosos pechos que beso antes de perderme en sus bellos pezones los cuales muerdo, lamo y chupo mientras disfruto de sus gritos de placer. Ambos llegamos juntos al orgasmo, chillando nuestros nombres, Ginn cae encima de mí y se queda recostada, así que la abrazo dulcemente, acariciando su espalda desnuda mientras que ambos calmamos nuestras respiraciones. Cuando conseguimos tranquilizarnos, se separa lentamente y nos miramos a los ojos, apoyando nuestras frentes.

Wow, ha sido increíble, amor —musita con una sonrisa y sin poder evitarlo beso sus dulces labios.

Ha sido fantástico. Eres maravillosa, amor, te amo —susurro acariciando su mejilla.

También te amo —dice apoyando su cabeza en mi hombro.

Hermosa, debemos salir, el agua se está poniendo fría, —acaricio su espalda—. Y quiero volver a hacerte el amor, esta vez en mi cama —susurro, saliendo de ella muy a mi pesar, pero no lo lamento mucho tiempo, pues entre caricias, risas y besos, nos duchamos.

Una vez nos secamos, la tomo en brazos dirigiéndonos a la habitación donde la recuesto en la cama, contemplando lo hermosa que es mi mujer. Me sonríe de manera coqueta mientras me indica que me acerque, llamándome con su dedo, y no dudo en ir a su encuentro.

Esta noche promete ser inolvidable.


Comunicaros que en el grupo de facebook "EL jardín de los hechizos de Maya" podéis encontrar los álbumes de los fics, así como adelantos, encuestas y muchas cosas más de mis historias. El link lo tenéis en mi perfil, Os esperamos.

Si queréis disfrutar de clases sobre fútbol americano ahora que se va acercando el partido, nuestra coach, os lo explica encantada en el grupo de Facebook.

El Link del trailer tan maravilloso realizado por mi amiga Teresa lo tenéis en mi perfil.

Este capítulo va dedicado a todas/os mis nuevas/os y antiguos lectores, y os doy las gracias por vuestro apoyo a está historia. Estaré esperando vuestros comentarios que hacen superarme en cada nuevo capítulo.

A mis lectoras silenciosas gracias por estar ahí.

Gracias a mis lectoras por tomaros el tiempo de dejar vuestros reviews que me llenan de ilusión y me dan fuerza para continuar.

Muchísimas gracias a todos los que me habéis añadido a favoritos y alertas, también a mis lectoras anónimas gracias por estar ahí.

Dar las gracias a:

Aliena Cullen, Emmaly Swallen , Pauly Mp, Tecupi, Pili, Jde HSos, Kjmima, patymdn, jackie. rys, Car cullen Stewart Pattinson, Adriana Molina, kaja0507, jupy, rosy,canal.10, flaca paz, Adriu, Alixa Cullen, saraipineda44, cavedano13, Cary, Esmeralda C, Isa Labra Cullen, Paz, Liduvina, Isabella Swallen, caresgar26, cry, piligm, Lyra, Laury D, CelyJoe, AngieSCullen, Chiki Garcia, Sambita 74, ClaudiaHernandez, BreezeCullenSwan, Danny VasquezP, Vero Grey Cullen, ShirlyM. Cullen

Si me faltó alguien por dar las gracias, por favor, mandarme un inbox, y los Guest poner un nombre para poder agradeceros.

Espero sus comentarios y sugerencias de todo corazón.

Muchos besitos y mordisquitos de Edward para todos mis lectores.