Notas: Ya estoy nuevamente en mi país y voy a poder publicar con más frecuencia.
PPP
El Sr. Gardiner atentamente leyó dos veces el testamento del Sr. Bennet. Era claro e indiscutible que Jane era la nueva dueña de Longbourn. Sus otras cuatro sobrinas, tendrían únicamente una dote de 1250 libras cuando la Sra. Bennet muriera. Longbourn ya no estaba vinculado, Jane podía venderlo si así lo deseaba.
Si bien sabía que era costumbre entre los caballeros que el hijo primogénito varón heredara las propiedades de la familia, y en algunos casos que el caballero no tenía hijos varones, su primogénita mujeres, le parecía una situación muy injusta. En este caso Jane iba a recibir una cuantiosa dote, y sus otras sobrinas prácticamente nada.
En su opinión, lo más justo era que Jane vendiera Longbourn, y el dinero repartirlo en partes iguales entre todas sus sobrinas. Iba a hablar con Jane y con su hermana – Fanny Bennet - para sugerirles hacer eso. Por otro lado, de todas sus otras sobrinas, la única que estaba medianamente interiorizado en la administración de Longbourn era Elizabeth. Jane era muy ingenua, y probablemente los sirvientes e inquilinos le iban a robar o a desobedecer sus órdenes. Desafortunadamente Fanny nunca había ahorrado dinero, y era muy difícil razonar con ella.
Sabía que tenía que volver cuanto antes a Londres a atender sus negocios. Su bienestar y el de su familia dependían de él. También tenía muchas dudas sobre la procedencia de las 10.000 libras que Bennet le había pagado a la Sra. Collins a cambio de romper la vinculación de Longbourn. Estaba casi seguro que el Sr. Bennet no contaba con ese dinero. Para sacarse las dudas le preguntó a Phillips, "¿Sabes si Bennet pidió dinero prestado para pagarle las 10000 libras a la Sra. Collins?"
El Sr. Phillips suspiró, "No puedo afirmarlo con total certeza, ya que Bennet fue solo a Londres, y posteriormente saldo la deuda con la Sra. Collins. Tendríamos que buscar en todos los cajones del despacho de Bennet si hay algún documento que avale nuestras sospechas. En caso que no encontremos evidencia, sugiero que indaguemos en el banco que era cliente."
Con el ceño fruncido, Gardiner agregó, "Otra opción es esperar unos meses. Si hay una deuda, se van a presenten los acreedores a cobrarla. Aunque tiene la desventaja que la deuda va a seguir creciendo si no se paga a tiempo."
Los dos caballeros guardaron silencio; ambos estaban pensando que medidas era conveniente tomar. Si bien Gardiner disponía de un poco más de 10.000 libras que estaba ahorrando para su esposa e hijos, no estaba dispuesto a usarlos para saldar una deuda de su cuñado. El Sr. Phillips directamente no contaba con ese dinero.
Gardiner suspiró y fue el primero en hablar, "Voy a hablar con Jane al respecto. Si efectivamente hay una deuda, voy a convencerla para que venda Longbourn para saldarla y repartir el dinero con sus hermanas y mi hermana."
Pese a la muerte de su marido, la Sra. Bennet estaba relativamente contenta. Hacía muchos años que no sentía afecto por su marido, no tenía que marcharse de Longbourn, su querida Lydia se había casado con un militar muy simpático y guapo, su cuñada le había dicho que Lizzy se había comprometido con su hermano, el Coronel Weston, y el Sr. Bingley con sus 5.000 libras al año, había regresado a Netherfield Park.
Esta vez, estaba segura que el Sr. Bingley finalmente se iba a casar con su querida y hermosa Jane. ¡Jane iba a vivir a solo 3 millas de Longbourn!
Solo faltaba que Kitty y Mary se casaran..., aunque estaba convencida que Mary estaba destinada a ser solterona.
Después de vestirse con ayuda de la Sra. Hill, bajo al comedor. Con una sonrisa comprobó que, en uno de los sillones, estaba sentada su querida Jane al lado del Sr. Bingley conversando en voz baja.
Elizabeth y la Sra. Gardiner estaban en otro rincón de la habitación conversando entre ellas.
Miró con satisfacción a Jane, y frunció ligeramente el ceño. Era una pena que su hermosa hija tuviera que vestirse de luto por los próximos meses. El negro no le quedaba bien, y el vestido era viejo. Iba a tener que ir con Jane a la modista para que se hiciera un vestido negro más bonito y elegante.
Poco minutos después, - a sugerencia de Fanny – dado que el día era muy bonito, Bingley y Jane salieron a caminar al jardín.
Enseguida, Elizabeth ofreció acompañar a la pareja como chaperona, pero su madre le dijo que necesitaba hablar algo muy importante con ella en ese momento.
Con una sonrisa, Bingley le ofreció el brazo a Jane y salieron solos a pasear. Cuando estaban a varios pasos de la casa, Bingley paró de caminar, la miró a los ojos y le dijo con ternura, "Srta. Bennet, Jane, soy consciente que no es el momento oportuno para decir lo que voy a decirle, pero ya no puedo callar más lo que siento por usted." Bingley sonrió, "una de las cosas que más me arrepiento en mi vida es que me deje convencer por mis hermanas y por Darcy que usted no me quería. Por ese motivo, con el corazón destrozado, decidí irme de Netherfield Park." Tomó las dos manos de Jane entre las suyas y las besó, "Después de estar estos meses sumido en una profunda agonía, me di cuenta que fui un tonto. Tenía que haberme quedado aquí y luchar por tu cariño." Le besó nuevamente las manos y se arrodilló, "mi hermosa y adorada Jane, ¿me harías el honor de ser mi esposa?"
Al escuchar al Sr. Bingley, los ojos de Jane se llenaron de lágrimas. Estaba aún más enamorada que antes de él, y su sueño se estaba haciendo realidad. Primero asintió levemente con la cabeza, y con voz quebrada por la emoción respondió que Si.
Bingley sonrió. La miró a los labios y después a los ojos. Jane asintió levemente. Bingley primero le besó suavemente los labios, y posteriormente la besó con más pasión.
Dado que Bingley era consciente que Jane por ser dueña de una hacienda, era probable que atrajera la atención de otros caballeros, no podía correr el riesgo que cambiara de idea. Por eso, era imperativo que se casaran cuento antes.
Después de conversar detenidamente sobre los planes para el futuro, Bingley convenció a Jane de casarse en un mes en una ceremonia familiar en la capilla de Longbourn. Después que terminará el periodo de luto, podrían hacer un baile en Netherfield Park para celebrar la boda.
Al principio, Jane protestó; por respeto a su padre, prefería esperar al menos tres meses. Pero finalmente, Bingley la convenció de las ventajas de casarse antes.
