Capítulo 1x16: "Ahí va el vecindario."

Pensión Salvatore

Temprano en la mañana Damon entró en la casa tomándose con una Anna y una Pearl esperándolo.

"Hola Damon." saludó Pearl educadamente.

"¿Has oído hablar de llamar a la puerta?" preguntó Damon sarcásticamente.

"No era necesaria una invitación, pero me sorprende que ninguna persona viva resida aquí." dijo Pearl cortésmente. "¿Son solo tú y tu hermano?"

"Y algunos huéspedes que nos acompañan." respondió Damon sin más detalles.

"¿Y como mantienen alejados a los vampiros no deseados?" preguntó Anna con curiosidad.

"Yo los mato." respondió Damon con una sonrisa maliciosa, antes de correr hacia Pearl con la intención de estrangularla como la última vez, pero ella terminó torciendole la muñeca.

"Toma asiento, Damon." ordenó Pearl cuando él cayó al suelo. "Esperaba que pudiéramos tener una conversación."

A pesar de tener su orgullo herido, Damon no tuvo más remedio que aceptar. "Claro." fue lo único que dijo antes de ponerse de pie y caminar hacia el sillón para tomar asiento.

"Nos instalamos en una granja a las afueras de la ciudad." Pearl comenzó tomando asiento también. "Será suficiente por ahora."

"¿Los 25 vampiros?" preguntó Damon entre dientes.

"No todos, algunos." corrigió Pearl. "Me imagino que algunos ya se han ido del pueblo... Otros probablemente todavía estén en el bosque aclimantandose como nosotros."

"¿Cómo salieron de la tumba?" preguntó Damon.

"Creo que la bruja arruinó esa parte de su hocus pocus." intervino Anna con una mueca.

"¿Entiendo por Anna que las familias fundadoras todavía tienen un consejo secreto?" preguntó Pearl.

"Y tú eres parte de eso." Anna asintió en dirección del Salvatore.

"Eso es ridículo." negó Damon haciéndose el tonto.

"He estado en Mystic Falls desde el cometa, Damon." Anna lo enfrentó seriamente. "Estoy al día."

"Yo también." Pearl asintió. "Y ahora que te has infiltrado en el consejo, tendré que saber todo lo que ellos saben. Comenzando con una lista de nombres de todos los miembros del consejo y sus familias."

"Y a todos a los que les has suministrado verbena." Anna propuso luego.

"Sí, eso tendrá que terminar de inmediato." Pearl estuvo totalmente de acuerdo.

"¿Qué es exactamente lo que estás tratando de lograr?" preguntó Damon no gustandole para nada hacia donde se dirigía aquella conversación.

"Mystic Falls es nuestro hogar, Damon." Pearl lo miró sin emoción alguna. "Nos quitaron eso. Nuestra tierra, nuestro hogar. Es hora de que reconstruyamos."

"¿Estás loca?" Damon se colocó de pie enseguida. "Era 1864... Despierta mujer, ¡el mundo ha cambiado!"

"Como recompensa por tu ayuda estoy dispuesta a darte lo que más deseas." Pearl continuó.

"No quiero nada." Damon mintió.

Y Pearl lo notó porque sonrió a sabiendas. "Katherine."

"Ni siquiera sabrías dónde está." replicó Damon luchando por no dejarse engañar. "Has estado bajo tierra durante el último siglo y medio."

"Katherine y yo éramos mejores amigas mucho antes de venir a Mystic Falls, Damon." Pearl contrarrestó tratando de influir en él. "Sé cómo piensa, conozco sus patrones, sé dónde encontrarla."

"Ya no tengo ningún deseo de volver a ver a Katherine nunca más." dijo Damon con firmeza. "Y de ninguna manera voy a hacer el papel de tu pequeño secuaz."

Colocandose de pie Pearl lo empujó de nuevo al sofá. "No estoy pidiendo tu ayuda, Damon." dijo secamente. "Encontrar a Katherine fue solo un mero gesto de bondad, el resto no es negociable." colocando sus dedos en los ojos de Damon hizo presión sobre ellos al tiempo que con sus gritos de dolor lo empujó contra el suelo. "Tengo cuatrocientos años sobre ti, jovencito. Te desgarraria miembro por miembro sin siquiera parpadear y lo sabes... Estaré en contacto." sin decir más tanto ella como Anna salieron de la casa, dejándolo sufrir con el dolor de sus ojos lastimados.


Residencia Gilbert

Bajando las escaleras hacia la puerta principal, Jeremy abrió sonriendo enseguida que se encontró con Elizabeth a quien le había escrito temprano invitándola a pasar el rato con él. "Si viniste."

"Pues, pensé que no me caería mal un poco de distracción entre amigos." Elizabeth alegó, haciendo incapie en «amigos»

"Por supuesto que sí." Jeremy sonrió haciéndose a un lado para dejarla pasar.

"Bien." Elizabeth sonrió pasando dentro de la casa. "Podríamos tener esa revancha después de todo, ¿no?"

"Me parece genial." Jeremy cerró la puerta. "Esta vez no te dejaré ganar."

"¿Dejarme ganar?" Elizabeth alzó una ceja con diversión. "Yo te vencí por mis propios méritos."

"No lo recuerdo así." Jeremy comenzó a reír, cuando ella tomó lugar en el sofá principal mientras él buscaba la consola de juegos. "Oye, ¿de verdad no has pensado en ir a la secundaria como el resto de nosotros?" preguntó entonces, queriendo cambiar de tema. "Podríamos llegar a ser compañeros de clase... De hecho, tengo que escribir otro artículo y podrías ayudarme. Estaba pensando en exprimir uno más de: «Vampiros en Mystic Falls»

"¿De verdad?" Elizabeth alzó una ceja con desgano, apoyándose sobre el respaldo del sofá para mirarlo. "¿No has agotado el tema?"

"No, quiero profundizar, ¿sabes?" Jeremy se acercó lentamente. "Quiero entender por qué las personas fueron etiquetadas como vampiros en el pasado... Tal vez los vampiros simplemente son diferentes de la forma en que siempre pensamos que eran."

Curiosa ahora, Elizabeth se sentó para mirarlo mejor. "¿A qué te refieres?"

"Bueno, tal vez sean normales y buenos, solo forasteros, ¿sabes?" Jeremy alegó mirándola de forma escrutante. "Quizás todo sea un mal entendido."

"Estás bromeando, ¿verdad?" Elizabeth preguntó con una sonrisa tensa.

"¿No crees que podría ser posible?" Jeremy frunció el ceño.

"No, Jeremy." Elizabeth negó seriamente. "No lo creo." colocándose de pie decidió caminar hacia la cocina en su lugar. "¿Por qué no mejor cocinamos algo? Tengo un poco de hambre."

"¿En serio?" Jeremy la siguió.

"¿Parece demasiado extraño que una chica tenga hambre?" Elizabeth preguntó sin comprender su expresión interesada.

"No, claro que no." Jeremy negó enseguida antes de caminar hacia la nevera para sacar varias de las carnes. "Está bien... Roastbeef, pavo, ¿qué quieres?"

"Quizás de todo." Elizabeth ofreció con una sonrisa. "Hagamos algo de gran cantidad."

"Está bien, me gusta tu estilo." Jeremy sonrió divertido, antes de señalar hacia el mostrador detrás de ella. "¿Me pasas el pan?"

"Está bien." Elizabeth asintió girando para agarrar la bolsa de pan.

En eso mirando entre el cuchillo que había agarrado y su mano, Jeremy tomó una decisión precipitada que demostraría si lo que sospechaba era verdad o no. Sin pensarlo dos veces se cortó lo mano con la hoja afilada.

Su quejido de dolor, llamó la atención de Elizabeth enseguida. "¿Qué sucede?"

"Solo me corté." Jeremy respondió mostrándole su mano herida que comenzaba a resumar sangre. "¿Puedes pasarme esa toalla?" pidió señalando hacia el estante detrás de ella.

Con la visión y el olor de la sangre los sentidos de Elizabeth enseguida se tensaron. 'Por favor no.' pidió mentalmente mientras se reclinaba nerviosamente contra el mostrador detrás de ella luchando por mantener el control de si misma. "No puedo." respondió al notar que él la miraba esperando su respuesta.

"¿Tienes un problema con la sangre, Elizabeth?" preguntó Jeremy a sabiendas, mostrándole nuevamente su mano ensangrentada. Cuando ella solo negó con incomodidad comenzó a acercarse lentamente. "¿Qué pasa?" su mirada que ahora notó temerosa se encontraron con sus ojos enseguida en una súplica silenciosa de alejarse. "Es solo sangre, Elizabeth."

Sin poder aguantar más, Elizabeth de un impulso lo aferró con fuerza del cuello y acelerando velozmente lo terminó estampando contra la nevera. "¡¿Qué estás haciendo?!" gruñó con su rostro totalmente cambiado, mostrando su lado vampiro oculto.

Con su respiración agitada, Jeremy sonrió de todas maneras satisfecho en corroborar sus sospechas. "Lo sabía." susurró en voz baja, antes de levantar su mano hacia ella una vez más. "Adelante."

Mirando entre la sangre de su mano y él, Elizabeth se dejó llevar por su instinto y sin pensarlo dos veces aferró su mano clavando sus colmillos en su piel para alimentarse. Lo escuchó quejarse claramente por el dolor pero no podía parar. No aún al menos.

El sonido de la puerta principal abriéndose los sobresalto a ambos.

Enseguida que Elizabeth lo soltó, Jeremy corrió hacia la entrada de la cocina ocultando sus manos detrás de su espalda. "¡Jenna!" saludó con demasiada emoción. "¡Hola, ¿qué tal?!"

"Lo siento." Jenna le sonrió con cansancio, antes de hacerle un gesto hacia su mano sangrante. "Asegúrate de cerrarte eso."

Asintiendo solamente, Jeremy la observó subir las escaleras en silencio esperando estar seguro de que se hubiese marchado para mirar de nuevo hacia la cocina donde Elizabeth no estaba a la vista. Aturdido y emocionado por su descubrimiento, miró su mano por unos segundos antes de sonreír.


Pensión Salvatore

Elizabeth quien venía completamente sumergida en sus pensamientos, no se dio cuenta del llamado de su nombre hasta que estuvo a unos pasos de la entrada de la pensión.

"¡Elizabeth!"

Esa vez al sentir una ligera presión en uno de sus brazos, giró rápidamente para ver a Stefan quién levantó sus manos para calmarla. "Está bien, tranquila."

"¿Te sientes bien?" preguntó Elena quien se encontraba unos pasos atrás en compañía de Matt y Caroline que la miraban igual de preocupados por su extraña actitud.

"Si, si solo... eh-" frotando sus brazos, Elizabeth solo tomó una profunda respiración. "Solo quiero entrar e irme a dormir." negando se encaminó para abrir la puerta con los demás siguiendo de cerca. Sinceramente hubiera preferido que le echarán ácido a los ojos para no ver la escena con la que se topó al entrar. Sintió su corazón hundirse al ver a Damon besándose con Kelly Donovan la madre de Matt. No sabía que expresión tenía en su rostro pero ya no le importaba, no le importaba nada, solo quería irse de allí. De todos Stefan fue quien se dio cuenta de su expresión entre incrédula y claramente lastimada para el que la mirara bien en ése momento.

"¡¿Mamá?!" Matt exclamó.

"¡¿Damon?!" Caroline gritó horrorizada cuando al mismo tiempo ellos giraron en su dirección.

"¡Dios mío, Matt!" exclamó Kelly sumamente avergonzada, mientras rápidamente se movió para recoger sus cosas y caminar a prisa hacia la salida. "Oh Dios mío."

Para Elizabeth lo siguiente fue como un borrón para ella, mientras sin darle una mirada a nadie simplemente regresó hacia la salida de la pensión y sin más utilizó su velocidad vampiro para salir huyendo de allí mientras dejaba que lágrimas rodarán libremente por sus mejillas.


Residencia Gilbert

Ya listo para irse a dormir, Jeremy entrando en su dormitorio se sobresalto cuando se encontró allí con Elizabeth quien estaba cerca de la ventana ahora abierta. "¿Qué diablos?" exclamó levemente asustado.

"¡Pude haberte matado!" Elizabeth murmuró entre dientes con enojo.

"Sí, pero no lo hiciste." dijo Jeremy sintiéndose nervioso por su expresión neutra y sin emoción alguna.

"Debería haberlo hecho." exclamó Elizabeth apretando sus manos en puños.

A pesar del tono amenazante en su voz, Jeremy se acercó unos pasos a ella. "Pero no lo hiciste." repitió con seguridad de que no sería capaz de hacerle daño.

Apretando su mandíbula con firmeza, Elizabeth apartó brevemente su mirada a un lado. "¿Cómo lo supiste?" preguntó decidiendo desviar el tema.

"Conozco a una chica, llamada Vicky." Jeremy respondió más cómodo ahora con la conversación. "Fue atacada por un animal con un mordisco en el cuello. Empezó a actuar como una loca rara y parecía drogarse, pero luego vi tu cara y como cambió en la fiesta de la escuela."

'Soy una tonta.' pensó Elizabeth con frustración. Cuando Marcos se enterara se ganaría seguro una reprimenda bien merecida. "Sabes que no puedes decírselo a nadie, ¿verdad?"

"¿Quién me creería?" preguntó Jeremy con ironía.

"Te sorprenderías." Elizabeth respondió secamente.

En silencio Jeremy la observó, notando por su postura rígida que estaba molesta. Aunque no sabía si era con él o por algo más. El borde de sus ojos se veía rojo como si había estado llorando. "¿Por qué no me mataste?" preguntó después de un tiempo.

"Porque no soy una asesina." Elizabeth respondió un poco brusco.

"Oh, eso lo sé perfectamente." Jeremy asintió con una pequeña sonrisa.

"Estás loco, Jeremy." susurró Elizabeth, negando con la cabeza. "¿Por qué me confrontarías al respecto? ¿Por qué te arriesgaste?"

Con un suspiro Jeremy terminó de acercarse a ella confiando plenamente en su cercanía. "Porque si era verdad, tal vez sea verdad sobre Vicki." dijo mirándola seriamente a los ojos. "Y también porque..." tomando otra respiración, dejó que el valor lo alentara a terminar con su oración. "... quiero que me conviertas."