p style="box-sizing: border-box; margin: 0px 0px 24px; font-size: 18px; font-family: 'Source Sans Pro', 'Helvetica Neue', Helvetica, Arial, sans-serif; line-height: 24px; padding: 0px;" data-p-id="c6031b887d0d96f69f6666d7994de5ad" Estábamos tan contentos y no lo sabia. /p
p style="box-sizing: border-box; margin: 0px 0px 24px; font-size: 18px; font-family: 'Source Sans Pro', 'Helvetica Neue', Helvetica, Arial, sans-serif; line-height: 24px; padding: 0px;" data-p-id="041391054cdbbfbdc1ec2bac679d7d1e"Hace un tiempo, si alguien me hubiera dicho que mi vida tomaría un giro inesperado, probablemente habría respondido con un simple encogimiento de hombros. Después de todo, yo era Carlos Universo, un chico de ascendencia japonesa que había crecido en Perú. Mi vida no era precisamente lo que llamarías emocionante. De hecho, podría decirse que era más bien... patética./p
p style="box-sizing: border-box; margin: 0px 0px 24px; font-size: 18px; font-family: 'Source Sans Pro', 'Helvetica Neue', Helvetica, Arial, sans-serif; line-height: 24px; padding: 0px;" data-p-id="8609e24673e9ca258d98c12b900ba9af"Mi historia comienza en un pequeño rincón de mi habitación, donde pasaba la mayoría de mis días. Me había convertido en lo que la sociedad solía llamar un "nini" o "hikikomori". En otras palabras, un joven que ni estudia ni trabaja y prefiere el aislamiento. ¿La razón detrás de mi estilo de vida? Bueno, eso se reduce a un momento que cambió mi vida para claramente el día en que decidí retirarme del mundo exterior y refugiarme en la comodidad de mi sofá. Estaba en la escuela secundaria, y en un arranque de valentía inexplicable, me acerqué a la chica que me gustaba y le solté una pregunta que pensé que cambiaría mi destino: "¿Quieres ser mi chava?".Lo que sucedió después fue un golpe a mi autoestima que me persiguió durante años. La chica, con una mirada de sorpresa y desdén, simplemente respondió: "¿Qué no eras gay?".En ese momento, el mundo se detuvo. Mi confianza se desplomó más rápido que una torre de naipes en un huracán. Me quedé atónito, incapaz de articular una respuesta coherente. No sabía si sentirme ofendido, herido o simplemente confundido. Lo que sí sabía era que mi intento de romance se había estrellado y quemado, y mi reputación se había convertido en una especie de comedia para toda la escuela.Y así, con ese episodio de humillación pública como mi último recuerdo del mundo exterior, decidí que sería mejor quedarme en casa, lejos de cualquier situación embarazosa. Fue en esa época cuando mi aventura comenzó... o al menos, eso es lo que creía en ese momento.¿Quién habría pensado que mi vida de "nini" se transformaría en una épica y absurda odisea en un mundo completamente diferente? Pero bueno, eso es lo que sucede cuando eres Carlos Universo, el chico que alguna vez fue confundido por ser gay y ahora está a punto de embarcarse en una aventura que ni siquiera podría imaginar.¿Listo para escuchar cómo todo comenzó? Pues prepárate, porque mi historia es tan extraña como mi nombre. Mi vida en casa se había convertido en una rutina monótona. Todos los días, mi madre me animaba a salir de mi refugio, asistir a la escuela y hacer amigos, pero yo tenía otras ideas en mente. Una mañana, reuní el valor para decirle a mi madre lo que realmente quería:"Mami, no quiero ir a la escuela. Quiero que me dejes ayudarte en la cocina", le dije con una voz que intentaba sonar madre, una mujer paciente pero preocupada, me miró con una expresión de confusión. "Carlos, ¿estás seguro de que no quieres ir a la escuela? No es saludable quedarse en casa todo el tiempo"."No, mami", respondí con determinación. "Estoy cansado de la escuela. Quiero aprender a cocinar contigo. ¡Seré tu chef personal!"Mi madre finalmente cedió ante mi petición y me dejó unirme a ella en la cocina. Fue entonces cuando descubrí mi verdadera pasión: cocinar. Pasé horas experimentando con recetas y sabores, y pronto me convertí en un experto en la cocina día, después de preparar un delicioso ceviche para el almuerzo, decidí darme un pequeño capricho. Había oído hablar de un nuevo videojuego que se estaba vendiendo en una tienda cercana, y decidí que era el momento de hacer una excepción en mi vida de "nini" y salir a é por las calles de mi vecindario, sintiéndome nervioso por estar fuera de casa. Llegué a la tienda de videojuegos y, con emoción palpable, elegí el juego que tanto deseaba. Saliendo de la tienda, mi mente estaba llena de anticipación mientras sostenía la caja en mis entonces, algo inesperado ocurrió. Mientras cruzaba la calle, absorto en mis pensamientos sobre mi nueva adquisición, un automóvil se acercó a toda velocidad. Mi corazón latía con fuerza mientras pensaba que este podría ser el momento en que finalmente sería transportado a otro mundo, como había visto en tantos cuando el automóvil parecía estar a punto de atropellarme, el conductor frenó bruscamente y el automóvil se detuvo a escasos centímetros de mí. Pude sentir el viento del frenado rozando mi ropa. La adrenalina fluía por mis venas mientras miraba al conductor furioso que me gritaba: "¡Muévete, guambra gil!".Mi sueño de ser protagonista de un isekai se desmoronó en ese momento. En lugar de ser transportado a un mundo mágico, estaba de pie en medio de la calle, con un videojuego en la mano y un conductor enojado frente a mí. Parecía que mi vida seguía siendo tan mundana y cómica como lo que no sabía en ese momento era que mi aventura estaba a punto de comenzar de una manera que nunca habría imaginado. Los años pasaron rápidamente, y mi vida continuó siendo una combinación de platos exquisitos en la cocina de mi madre y partidas interminables en mi consola de videojuegos. Sin embargo, mi decisión de abandonar la escuela y perseguir mi sueño de convertirme en chef no fue algo que mis padres pudieran aceptar tan fá discusiones en casa se volvieron cada vez más intensas. Mi madre, siempre comprensiva y preocupada por mí, se preocupaba por mi futuro y quería que volviera a la escuela. Mi padre, por otro lado, tenía una opinión muy noches se llenaron de gritos y tensiones. Casi causé el divorcio de mis padres con mi determinación de seguir mi propio camino. Mis discusiones con mi padre eran especialmente intensas. Él, un hombre de negocios exitoso, no podía entender mi pasión por la cocina y pensaba que ser chef era una carrera estúpida y sin más de una ocasión, amenazó con echarme de casa si no volvía a la escuela y seguía sus expectativas de una carrera tradicional. Me acusó de ser un "inútil" y de no tener ambición en la vida. A pesar de todas las peleas y el conflicto en casa, nunca dejé de perseguir mi sueño de convertirme en un chef de , contra todo pronóstico y gracias a las influencias de mis padres, logré completar la escuela secundaria. Fue un logro que nadie en mi familia esperaba, pero lo hice para demostrar que podía hacerlo. Mi relación con mi padre seguía siendo tensa, pero al menos ya no estaba a punto de ser expulsado de viaje estaba lejos de ser convencional, pero a medida que pasaban los años, aprendí que a veces tienes que luchar por lo que amas, incluso si eso significa ir en contra de las expectativas de los demás. Mi pasión por la cocina seguía ardiendo en mí, y estaba decidido a demostrar que tenía lo que se necesitaba para tener éxito en ese vida tiene una manera irónica de llevarnos por caminos inesperados, y lo que vendría después de mi graduación de la escuela secundaria era una sorpresa que ni yo ni mis padres podríamos haber previsto. A medida que pasaron los años, la tensión en mi hogar no disminuyó. Mi padre seguía exigiéndome que estudiara algo "serio", mientras que yo me aferraba a mi sueño de ser chef. Cada vez que discutíamos, parecía que estábamos atrapados en un ciclo interminable de padre pensaba que la cocina era un camino hacia el dinero fácil y no entendía mi pasión por ella. Me presionaba constantemente para que siguiera sus pasos y estudiara negocios, al igual que él. Pero yo, en mi rebelión obstinada, me negaba a mi intento por evitar seguir la carrera que mi padre quería para mí, decidí tomar un enfoque radical. Me inscribí en exámenes de ingreso a la universidad, pero con una resolución secreta: fracasar deliberadamente. Cada vez que me sentaba para tomar esos exámenes, ponía como excusa que estaba estudiando para la universidad, cuando en realidad estaba perfeccionando mis habilidades en videojuegos de rol y consumiendo historias de anime sin habitación se convirtió en un santuario de gráficos de alta definición. Cuando jugaba, exclamaba emocionado: "Joder, qué buenos gráficos, HD 4K, gráficos". Era mi manera de convencerme a mí mismo de que no era un inútil, de que podía encontrar éxito y satisfacción en mi propio camino.A pesar de mis travesuras y el desacuerdo constante con mi padre, intentaba contribuir a la casa de la única manera que sabía: cocinando. Pasaba horas en la cocina, perfeccionando mis habilidades culinarias y creando platos que hacían que mi madre y mi hermana elogiaran mi talento. Pero, a los ojos de mi padre, eso no era suficiente para justificar mi elección de tensión en casa llegó a su punto máximo cuando mi padre casi me votó de la casa, convencido de que no estaba haciendo nada productivo con mi vida. La idea de ser chef seguía siendo un sueño lejano y despreciado por é que no sabía en ese momento era que mi destino estaba a punto de dar un giro inesperado. Mi amor por los videojuegos y las historias de anime, que consideraba meras distracciones, se convertirían en la base de mi increíble aventura en un mundo que nunca habría imaginado. Mi vida en casa de mis padres seguía siendo un conflicto constante. A pesar de mis intentos de contribuir cocinando y de mis esfuerzos en aparentar que seguía el camino que mi padre esperaba, mi naturaleza vaga y mi obsesión por los videojuegos y el anime seguían siendo mi principal ocupació hermana mayor, comprensiva como siempre, me brindó refugio en su hogar. A pesar de su apoyo, no pude dejar atrás mi pasión por la ociosidad. A menudo pasaba los días viendo anime, jugando videojuegos y riéndome a carcajadas de las historias cómicas que encontraba en mis durante uno de estos almuerzos perezosos que ocurrió lo impensable. Estaba disfrutando de un tazón de ramen, riéndome a carcajadas mientras veía una escena cómica en la pantalla. Pero entonces, ocurrió algo extraño. Me atraganté con los fideos mientras me reía, y la risa se convirtió en una lucha por recuperar el esfuerzos por controlar la situación fueron en vano, y finalmente, perdí la conciencia. Mi última memoria antes de la oscuridad fue el sonido de mis propios jadeos recobré la conciencia, me encontré en un lugar que no podía entender. Era un paisaje etéreo, con colores y luces que desafiaban toda lógica. Mi primera impresión fue que había muerto, y que estaba en algún tipo de vida después de la ese momento, una figura se materializó ante mí. Era una hermosa chica con una esbelta figura, cabello rojo largo y suave, y ojos amarillos que parecían destellos de luz. Su belleza era superior a cualquier idol que hubiera visto en toda mi vida o que conociera de mis innumerables animes y mente luchaba por entender lo que estaba sucediendo, pero una idea se abrió paso en mi confusa conciencia. Recordé todas las historias de isekai que había visto y leído, donde los protagonistas eran transportados a mundos desconocidos después de la muerte."¿Eres tú... San Pedro?", pregunté con una voz temblorosa, recordando vagamente la figura mítica que a menudo se asocia con el juicio después de la chica me miró con sorpresa y luego se ofendió visiblemente. Parecía como si mi pregunta hubiera sido una afrenta a su mente comenzó a conectar los puntos. Había muerto, eso era seguro, pero este no era el típico isekai en el que uno encuentra a un ser celestial o a un dios para guiarlo en su nueva vida. En lugar de eso, me encontraba en una situación que estaba lejos de seguir el guión típico de los me decía que estaba a punto de embarcarme en una aventura que iba a ser más extraña y absurda de lo que jamás hubiera imaginado. Me preparé para lo que viniera, recordando que, en los animes, todo, y cuando digo todo, puede convertirse en una waifu. Mientras observaba a la chica frente a mí con más atención, comencé a notar detalles extraños. A simple vista, parecía una muñeca de porcelana, pero algo en ella parecía estar roto. Su piel pálida tenía sutiles grietas como si estuviera a punto de desmoronarse en cualquier momento. Además, en lugar de una diadema de orejas de gato, noté que tenía cuernos diminutos asomando entre su cabello mente daba vueltas mientras trataba de procesar la situación. Me encontraba en algún tipo de paisaje sobrenatural, frente a una figura que parecía una muñeca rota y llevaba cuernos en la cabeza. La chica, cuya belleza seguía siendo impactante a pesar de su aspecto inusual, finalmente rompió el silencio."No, estás en el cielo, estás en el infierno", respondió en un tono áspero y desafiante, como si estuviera acostumbrada a esa idea de estar en el infierno me golpeó con fuerza. Miré a mi alrededor, esperando ver llamas y tormentos eternos, pero en su lugar, solo había un extraño paisaje etéreo."No, no, no, esto es un error", balbuceé. "No debería estar aquí. ¿Por qué estoy en el infierno?"La chica, a la que había decidido llamar Chihiro después de su respuesta, soltó una risa burlona. "¡Ja! ¿No sabes por qué estás aquí? ¿En serio? Debes ser más tonto de lo que pareces".Me quedé atónito ante su respuesta, sin saber qué decir. "Bueno, ¿puedes explicármelo?", pregunté me miró con desprecio y respondió con un lenguaje vulgar y ofensivo que me dejó sin palabras. Habló de mis hábitos cotidianos, acusándome de matar miles de espermatozoides todos los días. Me quedé boquiabierto ante su descripción cruda y detallada de mis acciones."¡Espera un momento! ¿Cómo es que eso es un pecado?", pregunté, confundido y un poco estalló en una risa cruel. "¡Porque, idiota, estás derramando vida como si no tuviera valor! Deberías haber ido a la iglesia, haber estudiado el catecismo o al menos haber tenido un poco de sentido común".Me sentí abrumado por la situación. Aquí estaba, en el infierno, siendo regañado por una chica demonio por mis hábitos cotidianos. Parecía que había llegado a un lugar donde las reglas eran completamente diferentes de lo que había finalmente pareció cansarse de nuestra conversación y se cruzó de brazos. "De todas formas, ¿quieres llamarme Chihiro o prefieres un nombre más estúpido?"Me quedé sin palabras por un momento antes de responder: "Chihiro está bien, supongo".El encuentro con Chihiro y la revelación de mi destino en el infierno marcaron el comienzo de una aventura que estaba a punto de ser más extraña, absurda y cómica de lo que jamás habría imaginado. Estaba en un isekai muy diferente al que había visto en los animes, y no tenía idea de lo que me deparaba./p
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La chica, con una mirada de sorpresa y desdén, simplemente respondió: "¿Qué no eras gay?".En ese momento, el mundo se detuvo. Mi confianza se desplomó más rápido que una torre de naipes en un huracán. Me quedé atónito, incapaz de articular una respuesta coherente. No sabía si sentirme ofendido, herido o simplemente confundido. Lo que sí sabía era que mi intento de romance se había estrellado y quemado, y mi reputación se había convertido en una especie de comedia para toda la escuela.Y así, con ese episodio de humillación pública como mi último recuerdo del mundo exterior, decidí que sería mejor quedarme en casa, lejos de cualquier situación embarazosa. Fue en esa época cuando mi aventura comenzó... o al menos, eso es lo que creía en ese momento.¿Quién habría pensado que mi vida de "nini" se transformaría en una épica y absurda odisea en un mundo completamente diferente? Pero bueno, eso es lo que sucede cuando eres Carlos Universo, el chico que alguna vez fue confundido por ser gay y ahora está a punto de embarcarse en una aventura que ni siquiera podría imaginar.¿Listo para escuchar cómo todo comenzó? Pues prepárate, porque mi historia es tan extraña como mi nombre. Mi vida en casa se había convertido en una rutina monótona. Todos los días, mi madre me animaba a salir de mi refugio, asistir a la escuela y hacer amigos, pero yo tenía otras ideas en mente. Una mañana, reuní el valor para decirle a mi madre lo que realmente quería:"Mami, no quiero ir a la escuela. Quiero que me dejes ayudarte en la cocina", le dije con una voz que intentaba sonar madre, una mujer paciente pero preocupada, me miró con una expresión de confusión. "Carlos, ¿estás seguro de que no quieres ir a la escuela? No es saludable quedarse en casa todo el tiempo"."No, mami", respondí con determinación. "Estoy cansado de la escuela. Quiero aprender a cocinar contigo. ¡Seré tu chef personal!"Mi madre finalmente cedió ante mi petición y me dejó unirme a ella en la cocina. Fue entonces cuando descubrí mi verdadera pasión: cocinar. Pasé horas experimentando con recetas y sabores, y pronto me convertí en un experto en la cocina día, después de preparar un delicioso ceviche para el almuerzo, decidí darme un pequeño capricho. Había oído hablar de un nuevo videojuego que se estaba vendiendo en una tienda cercana, y decidí que era el momento de hacer una excepción en mi vida de "nini" y salir a é por las calles de mi vecindario, sintiéndome nervioso por estar fuera de casa. Llegué a la tienda de videojuegos y, con emoción palpable, elegí el juego que tanto deseaba. Saliendo de la tienda, mi mente estaba llena de anticipación mientras sostenía la caja en mis entonces, algo inesperado ocurrió. Mientras cruzaba la calle, absorto en mis pensamientos sobre mi nueva adquisición, un automóvil se acercó a toda velocidad. Mi corazón latía con fuerza mientras pensaba que este podría ser el momento en que finalmente sería transportado a otro mundo, como había visto en tantos cuando el automóvil parecía estar a punto de atropellarme, el conductor frenó bruscamente y el automóvil se detuvo a escasos centímetros de mí. Pude sentir el viento del frenado rozando mi ropa. La adrenalina fluía por mis venas mientras miraba al conductor furioso que me gritaba: "¡Muévete, guambra gil!".Mi sueño de ser protagonista de un isekai se desmoronó en ese momento. En lugar de ser transportado a un mundo mágico, estaba de pie en medio de la calle, con un videojuego en la mano y un conductor enojado frente a mí. Parecía que mi vida seguía siendo tan mundana y cómica como lo que no sabía en ese momento era que mi aventura estaba a punto de comenzar de una manera que nunca habría imaginado. Los años pasaron rápidamente, y mi vida continuó siendo una combinación de platos exquisitos en la cocina de mi madre y partidas interminables en mi consola de videojuegos. Sin embargo, mi decisión de abandonar la escuela y perseguir mi sueño de convertirme en chef no fue algo que mis padres pudieran aceptar tan fá discusiones en casa se volvieron cada vez más intensas. Mi madre, siempre comprensiva y preocupada por mí, se preocupaba por mi futuro y quería que volviera a la escuela. Mi padre, por otro lado, tenía una opinión muy noches se llenaron de gritos y tensiones. Casi causé el divorcio de mis padres con mi determinación de seguir mi propio camino. Mis discusiones con mi padre eran especialmente intensas. Él, un hombre de negocios exitoso, no podía entender mi pasión por la cocina y pensaba que ser chef era una carrera estúpida y sin más de una ocasión, amenazó con echarme de casa si no volvía a la escuela y seguía sus expectativas de una carrera tradicional. 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Mi pasión por la cocina seguía ardiendo en mí, y estaba decidido a demostrar que tenía lo que se necesitaba para tener éxito en ese vida tiene una manera irónica de llevarnos por caminos inesperados, y lo que vendría después de mi graduación de la escuela secundaria era una sorpresa que ni yo ni mis padres podríamos haber previsto. A medida que pasaron los años, la tensión en mi hogar no disminuyó. Mi padre seguía exigiéndome que estudiara algo "serio", mientras que yo me aferraba a mi sueño de ser chef. Cada vez que discutíamos, parecía que estábamos atrapados en un ciclo interminable de padre pensaba que la cocina era un camino hacia el dinero fácil y no entendía mi pasión por ella. Me presionaba constantemente para que siguiera sus pasos y estudiara negocios, al igual que él. Pero yo, en mi rebelión obstinada, me negaba a mi intento por evitar seguir la carrera que mi padre quería para mí, decidí tomar un enfoque radical. 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A pesar de su apoyo, no pude dejar atrás mi pasión por la ociosidad. A menudo pasaba los días viendo anime, jugando videojuegos y riéndome a carcajadas de las historias cómicas que encontraba en mis durante uno de estos almuerzos perezosos que ocurrió lo impensable. Estaba disfrutando de un tazón de ramen, riéndome a carcajadas mientras veía una escena cómica en la pantalla. Pero entonces, ocurrió algo extraño. Me atraganté con los fideos mientras me reía, y la risa se convirtió en una lucha por recuperar el esfuerzos por controlar la situación fueron en vano, y finalmente, perdí la conciencia. Mi última memoria antes de la oscuridad fue el sonido de mis propios jadeos recobré la conciencia, me encontré en un lugar que no podía entender. Era un paisaje etéreo, con colores y luces que desafiaban toda lógica. Mi primera impresión fue que había muerto, y que estaba en algún tipo de vida después de la ese momento, una figura se materializó ante mí. Era una hermosa chica con una esbelta figura, cabello rojo largo y suave, y ojos amarillos que parecían destellos de luz. Su belleza era superior a cualquier idol que hubiera visto en toda mi vida o que conociera de mis innumerables animes y mente luchaba por entender lo que estaba sucediendo, pero una idea se abrió paso en mi confusa conciencia. Recordé todas las historias de isekai que había visto y leído, donde los protagonistas eran transportados a mundos desconocidos después de la muerte."¿Eres tú... San Pedro?", pregunté con una voz temblorosa, recordando vagamente la figura mítica que a menudo se asocia con el juicio después de la chica me miró con sorpresa y luego se ofendió visiblemente. Parecía como si mi pregunta hubiera sido una afrenta a su mente comenzó a conectar los puntos. Había muerto, eso era seguro, pero este no era el típico isekai en el que uno encuentra a un ser celestial o a un dios para guiarlo en su nueva vida. En lugar de eso, me encontraba en una situación que estaba lejos de seguir el guión típico de los me decía que estaba a punto de embarcarme en una aventura que iba a ser más extraña y absurda de lo que jamás hubiera imaginado. Me preparé para lo que viniera, recordando que, en los animes, todo, y cuando digo todo, puede convertirse en una waifu. Mientras observaba a la chica frente a mí con más atención, comencé a notar detalles extraños. A simple vista, parecía una muñeca de porcelana, pero algo en ella parecía estar roto. Su piel pálida tenía sutiles grietas como si estuviera a punto de desmoronarse en cualquier momento. Además, en lugar de una diadema de orejas de gato, noté que tenía cuernos diminutos asomando entre su cabello mente daba vueltas mientras trataba de procesar la situación. Me encontraba en algún tipo de paisaje sobrenatural, frente a una figura que parecía una muñeca rota y llevaba cuernos en la cabeza. La chica, cuya belleza seguía siendo impactante a pesar de su aspecto inusual, finalmente rompió el silencio."No, estás en el cielo, estás en el infierno", respondió en un tono áspero y desafiante, como si estuviera acostumbrada a esa idea de estar en el infierno me golpeó con fuerza. Miré a mi alrededor, esperando ver llamas y tormentos eternos, pero en su lugar, solo había un extraño paisaje etéreo."No, no, no, esto es un error", balbuceé. "No debería estar aquí. ¿Por qué estoy en el infierno?"La chica, a la que había decidido llamar Chihiro después de su respuesta, soltó una risa burlona. "¡Ja! ¿No sabes por qué estás aquí? ¿En serio? Debes ser más tonto de lo que pareces".Me quedé atónito ante su respuesta, sin saber qué decir. "Bueno, ¿puedes explicármelo?", pregunté me miró con desprecio y respondió con un lenguaje vulgar y ofensivo que me dejó sin palabras. Habló de mis hábitos cotidianos, acusándome de matar miles de espermatozoides todos los días. Me quedé boquiabierto ante su descripción cruda y detallada de mis acciones."¡Espera un momento! ¿Cómo es que eso es un pecado?", pregunté, confundido y un poco estalló en una risa cruel. "¡Porque, idiota, estás derramando vida como si no tuviera valor! Deberías haber ido a la iglesia, haber estudiado el catecismo o al menos haber tenido un poco de sentido común".Me sentí abrumado por la situación. Aquí estaba, en el infierno, siendo regañado por una chica demonio por mis hábitos cotidianos. Parecía que había llegado a un lugar donde las reglas eran completamente diferentes de lo que había finalmente pareció cansarse de nuestra conversación y se cruzó de brazos. 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