El grupo de masters y servants estaban en camino hacia La Charite, el lugar donde Jeanne tenía pensado ir para descubrir la verdad acerca de la bruja dragón, para ella y el resto, el que haya otra Jeanne en existencia era un gran misterio, por lo que debían de averiguar más acerca de ella y una forma de lograr limpiar el nombre de la verdadera Jeanne.
- Así que… esto ya no es como lo conozco ¿cierto? – preguntó la ruler, ambos hermanos asintieron.
- Desde que vimos esos wyverns, ya es totalmente otra cosa, históricamente, los ingleses son los que planearon la invasión a Francia con tal de conquistarla, esta época realmente demostró que ellos son muy avaros… sin ofender Saber. – Se refirió Rika a Arturia, esta negó con la cabeza.
- No importa Rika, aunque provengamos de la misma tierra, lo que mi gente ha hecho después de mi muerte no es algo que pueda controlar o que me ofenda. – Comentó la rubia de forma tranquila.
- Ya me había preguntado que te lo tomaras con calma al saber la verdad. – Se sorprendió un poco Haji, Arturia sonrió suavemente.
- Aunque, como rey, amo a mi gente y realmente deseo lo mejor para ellos, también puedo entender que la gente tiene maldad y avaricia escondida en sus corazones, aunque en el pasado me negué a verlo, ahora ya lo acepto totalmente. – Haji sonrió con la declaración de su servant.
- Aunque peleé por Francia para protegerla, igual tuve en mente que no todos los ingleses eran malos, al menos me alegra ver que uno de sus reyes anteriores sea de esa forma. – Sonrió Jeanne.
- Todos aquí somos un equipo, nos cuidaremos las espaldas en todo momento y formar mejores relaciones entre todos es uno de nuestros objetivos, mientras mejor nos llevemos, mejor rendimiento tendremos en las batallas. – Declaró Haji, los servants asintieron. En ese momento algo empezó a moverse en la blusa de Rika.
- ¿Eh? ¿Qué pasa? – Algo quiso salir en ese momento, una figura saltó de adentro para aterrizar encima de la cabeza de la pelinaranja. – Oh Fou, ahí estás.
- ¡Fou!
- ¿Cómo se habrá colado con nosotros? – preguntó Mash.
- Es uno de los mayores misterios que hay en la vida. – Comentó Haji.
- Con razón sentía un poco más grande esa parte. – Comentó Rika viendo a su pecho.
- Tampoco es como si tuvieras bastante ahí. – Ese comentario de Haji no pasó por alto cuando el puño de su hermana conectó en su rostro, siendo mandado a volar unos metros.
- ¡Perdóname por ser de tamaño modesto, hermano pervertido! – Exclamó Rika con enojo, sacando la risa de algunos servants.
- Maldición Rika… se supone que no debes golpear a una persona con lentes, casi me los rompes. – Se aseguró de que sus lentes no estuvieran dañados.
- Te lo mereces. – Le sacó la lengua la pelinaranja.
- Son un grupo interesante, pero se llevan bastante bien. – Comentó Jeanne con una sonrisa.
- Desde el inicio vi a los Senpais como personas confiables, no son magos como tal, pero aprenden rápido para ser masters. – Mash tenía una sonrisa suave al decir eso, Jeanne asintió.
- Me alegra que forme parte de ustedes… - Poco a poco la sonrisa de Jeanne se fue borrando. La shielder la observó con algo de curiosidad.
- ¿Ocurre algo Jeanne?
- … No dejo de pensar acerca de esta otra yo que ha aparecido, suponiendo que somos la misma persona, el hecho de controlar a wyverns y atacar a personas, a nuestra gente… me gustaría poder cruzar palabras con ella para saber la verdad.
- Es algo que averiguaremos pronto, y si hay enemigos que ataquen a gente inocente, nosotros nos encargaremos de ellos. – Anunció Mash de forma segura, Jeanne volvió a sonreír.
- Es cierto… estoy algo desconcertada por todo esto, pero igualmente debo pelear, para proteger a Francia una vez más.
- Veo que se están llevando bastante bien. – Comentó Roman apareciendo en el holograma. – Quisiera dejarlos así un poco más, pero hay problemas, hemos detectado un servant justamente cerca, en La Charite, donde piensan ir. – Aquello causó que Jeanne tragara saliva.
- Esto no puede ser bueno ¿verdad? – Comentó Mash, el doctor siguió monitoreando la situación.
- La señal se aleja… y desapareció…
- Master, debe ver esto. – Anunció Medea la cual se elevó en el cielo, Fou igualmente comenzó a chillar mientras buscaba un sitio alto.
- ¿Qué sucede Fou? – Preguntó Mash, fue entonces que todos vieron al frente.
- No puede ser… - Exclamó Jeanne con pánico, la ciudad estaba totalmente en llamas, al ruler solo podía ver el fuego avivar en los edificios de aquella ciudad.
- ¡Doctor, puede encontrar vida ahí! – Exclamó Mash con prisa.
- Eso hago… nada, no encuentro señales… - La ruler cayó de rodillas en el suelo, teniendo una expresión de dolor, ambos hermanos sabían que ese pueblo era donde ella nació y se crió, y verlo destruido.
- Jeanne-san… - Rika se sentía triste por la ruler, nadie quisiera perder su lugar de origen.
- Yo… no pude hacer nada… toda la gente por la que luché, tanto me esforcé para salvar… está muerta… - La rubia se sentía con ganas de llorar, por detrás nadie dijo nada, Arturia apretó el puño.
- Saber… - Haji miró a su servant.
- Conozco el dolor de perder a tu pueblo… lo mismo me pasó cuando Camelot cayó en la ruina, esa sensación de impotencia de no haber protegido nada… no es algo que cualquier pueda lidiar. – Arturia mostraba una expresión de dolor. Rika se agachó a la altura de Jeanne para consolarla.
- Master… soy una inútil… para qué luché sin descanso, arriesgué mi vida y me sacrifiqué por mi pueblo… por la gente que creía en mí, si al final iba a terminar de esta forma… solo soy una campesina que alentó a otros a luchar y proteger y yo ni siquiera pude rescatar a un solo pueblo… no sirvo para nada.
- ¡Jeanne-san, no caigas en la desesperación! – le gritó la pelinaranja. – Tu pelea no fue en vano, les diste esperanza a las personas cuando más la necesitaba, los incitaste a luchar cuando no podían, tú fuiste una santa porque la gente puso su confianza en ti, si te lamentas de esta forma, estarías pisoteando todo eso, el trabajo de la gente que murió luchando bajo tu causa ¿quieres eso?
- … No quiero eso… - Rika sonrió.
- Entonces sabes lo que debes de hacer… levántate. – Rika le dio la mano a Jeanne para ayudarla a levantarse, por unos momentos la ruler estaba algo sorprendida, ya entonces sonrió, aceptando la ayuda.
- Lo siento master… dejé que mi angustia me controlara por un momento, prometo que nunca más volverá a pasar.
- Con tal de que seas feliz, haré todo lo posible. – Anunció Rika con una sonrisa. En ese momento vieron como cadáveres carbonizados empezaron a levantarse de los escombros.
- ¿Zombies? Un momento, que está pasando. – Preguntó Mash sorprendida.
- Parece que usaron necromancia en ellos, aunque no siento la presencia de quien realizó el conjuro. – Anunció Medea con rostro serio.
- ¿Es el servant que se alejó? – Preguntó Mash.
- Es lo más seguro. – Comentó Haji. – Pero luego nos pondremos a pensar en ello, tenemos que acabar con esos zombies. – Los servants entonces fueron a pelear para acabarlos, Jeanne por un momento mostró un rostro decidido.
- Jeanne-san. – La ruler miró a ver a su master. – Ellos quizás fueron tu pueblo, pero ya no son como los conocías, no puedes dejarlos de esa forma, deben de descansar.
- Es cierto… voy a pelear. – Jeanne puso rostro serio, lanzándose al combate.
Arturia empezó a cortar los cadáveres a la mitad, lo bueno es que no eran muy fuertes ni resistentes, solamente los superaban en número. Cuando uno quiso atacar por la espalda a la saber, Jeanne llegó, empalando su estandarte en el cráneo de aquel zombie.
- Gracias por la ayuda. – Sonrió Arturia. - ¿Estás bien?
- Mejor que nunca, no permitiré que deshonren de esa forma a la gente por la que luché. – Anunció de forma segura, la saber asintió, volviendo al ataque.
- ¡Vengan todos los que puedan, los acabaré yo mismo! – gritó Proto Cu mientras varios zombies iban hacia él. Empezaba a atravesar sus cráneos y torsos con Gae Bolg con una seguridad y sonrisa en su rostro, bastante confiado de que no lo atacarían. – Los muertos vivientes que mi maestra me ponía de prueba son mucho más duros que estos sacos de gelatina.
- Hablas demasiado. – Comentó Emiya a su lado, arrojando sus espadas, cortando varias cabezas durante su trayectoria antes de regresar a las manos del Archer. – El exceso de confianza es peligroso. – Proto Cu soltó un bufido.
- No es que necesite de tus consejos Archer, me las puedo arreglar muy bien aquí. – Comentó antes de continuar luchando, Emiya solo se encogió de hombros.
- No importa la forma en la que venga, sigue siendo el mismo perro salvaje.
En ese momento escucharon rugidos, Haji y Rika pudieron reconocer como Wyverns se estaban acercando justo hacia donde estaban.
- Por si fuera poco, ahora los zombies no son nuestra única preocupación.
- No podría estar muy seguro. – Haji señaló a como las criaturas estaban empezando a devorar los cadáveres, una situación que los sorprendió.
- ¿Se los están comiendo? – preguntó Mash asombrada.
- Es impresionante pero no es momento de distraernos, debemos continuar la batalla – Anunció Jeanne mientras seguía con el ataque. Haji y Rika miraron a Medusa y Medea respectivamente.
- ¡Caster, derribalos mientras estén en el aire! – Gritó el pelinegro, Medea asintió.
- ¡Rider, hay que paralizarlos para que no hagan más! – Rika activó la skill de "Mystic Eyes" La pelimorada ya se había retirado el antifaz.
- Ustedes criaturas perjudican a mi master, acabaré con ustedes. – Anunció Medusa mientras sus ojos brillaban, un par de wyverns frente a ella se quedaron estáticos de repente, cayendo al suelo al no poder mover sus alas. Ese momento fue aprovechado por ella para apuñalar con el filo de su arma justo en las cabezas de las criaturas. – Perezcan.
- Eso no estuvo nada mal. – Comentó Medea, lanzando rayos de hechizos a Wyverns que intentaban atacarla en el aire. Con uno que quiso atacarla con sus fauces, Medea le lanzó un conjuro con el cual un aura negra comenzó a envolverlo, en ese momento la criatura comenzó a rugir de dolor mientras sus escamas se caían, empezando a quedar totalmente en musculo y hueso, continuando con el derretimiento hasta no quedar en nada. – No es de mis hechizos favoritos, pero es mejor que nada.
- Ya no quedan muchos enemigos, el área estará despejada pronto. – Anunció Mash golpeando a un wyvern con su escudo, Jeanne llegó a apoyarla con una estocada en el abdomen de la criatura, atravesándola. – Gracias Jeanne. – la ruler sonrió.
Finalmente lograron eliminar al último de los dragones, acabando con todos los enemigos, aunque al final todo el pueblo quedó en ruinas, la gente muerta y solo con cadáveres de zombies y wyverns.
- Hemos terminado master. – Anunció Proto Cu, Rika asintió.
- Lo hicieron bien todos… Jeanne ¿te encuentras bien? – Preguntó a la ruler, esta puso una sonrisa suave.
- Si… solamente un poco preocupada, si esto realmente fue obra de la otra yo… entonces es como si yo misma lo hubiera hecho, no logró sacar ese pensamiento.
- No fuiste tú, como ya dijimos antes, tú estás aquí con nosotros, ella es otra persona, no son necesariamente la misma.
- … Es verdad, no sé por qué pensaba en ello. Solamente algo me tiene confundida… por qué ella tendrá tanto odio como para estar atacando a su propio país, matar a la gente que ella misma defendió con todo su ser… aunque seamos la misma persona, somos más diferentes de lo que pensábamos, me gustaría poder hablar con ella… sé que es una tontería, pero tal vez podamos entendernos.
- No es un mal pensamiento. – Sonrió Rika observando a la ruler. – En realidad tienes buenas intenciones, eres toda una santa. – Ante aquel comentario Jeanne no pudo evitar avergonzarse un poco, sus mejillas se pintaron de carmesí.
- Tenemos problemas – El doctor apareció de repente. – Los servants que se habían ido han dado vuelta de repente, están regresando justo donde están.
- ¿Es en serio doctor? – Preguntó Mash, Roman pudo confirmarlo.
- Debieron darse cuenta de que están ahí y están yendo muy velozmente… son cinco además, eso parece malo.
- Entonces debemos ponernos alerta – Haji miró a sus servants, estos sabían qué hacer.
- Normalmente sugeriría la retirada, no conocemos mucho acerca de estos oponentes, estarían enfrentando algo a ciegas. – Comentó el doctor.
- Justamente por eso debemos encararlos, si los vemos de frente, sabremos cómo actuar frente a ellos. – Rika aseguró con una sonrisa, la señal se fue haciendo más cercana, tanto que los servants podían sentirlo.
- Eso era lo que pensaba master. – Jeanne miró de frente manteniendo su seriedad. – No me moveré de aquí hasta saber cuáles son sus intenciones, es una oportunidad que no podemos desperdiciar.
- Rayos, por qué tienen que ser tan tercas. – El doctor se sujetaba la cabeza, Haji se encogió de hombros.
- Así es mi hermana, cuando decide algo, lo hará.
- Hay muchas mujeres problemáticas ¿no? – Emiya puso su mano en el hombro de Haji, los dos soltaron un suspiro.
- Ya están a pocos metros de ustedes. – Anunció Roman. En ese momento cinco figuras aparecieron ante ellos, aterrizando de wyverns que montaban, el grupo pudo observarlos bien. Primero estaba una mujer de cabellos grises y vestido de color vino, llevaba una máscara que cubría sus ojos y portaba una especie de ataúd en su espalda; a su lado se encontraba un hombre de mediana edad, cabello largo y barba, llevaba una lanza sobre su mano derecha; después se presentó una mujer de cabellos morados, llevaba puesto un leotardo que acentuaba bastante su figura y un bastón; la siguiente persona era una que llevaba un traje de caballero, rubio y con sombrero, portando un estoque, por su apariencia no podía diferenciarse si era chico o chica; al final apareció la última figura, Jeanne la observó con asombro, era su viva imagen, mismo rostro, cabello y facciones, la única diferencia era su tono de piel, más pálido y que su ropaje era negro.
- … Esto ciertamente es una situación interesante. – Comentó la Jeanne de negro. – No es algo que pudiera haber previsto, pensar que tendría a esta versión de mi persona, débil, inocente, una ingenua que luchó por personas que la despreciaron, realmente me hace reír y sentir lastima.
- Tu… - Jeanne gruñía por lo bajo observando a la otra Jeanne, esta mantenía una sonrisa burlona al ver a la ruler.
- ¿Tienes algo que decir? Veo que realmente te asombra tenerme enfrente, Gilles, esto realmente es algo que debes de ver… es cierto, no lo traje conmigo, bueno, no importa, tampoco es como si lo necesitara para poder acabar con todos ustedes.
- Solo déjame preguntarte algo. – Empezó a hablar la Ruler sin apartar la mirada. – Tu… ¿realmente puedes decir que eres Jeanne D'Arc. – En ese momento la otra Jeanne soltó una risa irónica.
- Pero que estupideces dices… es obvio, soy Jeanne D'Arc, la santa que salvó a Francia.
- ¡Entonces! Si realmente eres la santa ¿por cuál motivo has atacado este pueblo? Si eres yo ¿Cuáles son tus motivos para cometer tales actos crueles?
- … Realmente eres una idiota… - Murmuró Jeanne Alter desde lo bajo. – Debería ser obvio, mis deseos son los de destruir Francia, acabar con un país tan podrido como este es la mejor forma de salvarlo, esta gente no tiene salvación, por eso lo mejor que se puede hacer por ellos es terminar con sus miserables vidas.
- ¿Acaso estás consciente de lo que dices? – Preguntó Jeanne, sintiendo como la ira aumentaba dentro de ella.
- Estoy más consciente que antes, finalmente he entendido que todo lo que hice fue en vano, toda esta gente no movió ni un solo dedo para salvarnos, dejaron que muriera, sufriera ahogada en esas llamas ardientes, nunca antes me había sentido tan traicionada en toda mi vida, por eso nunca más volveré a vivir algo así, lo destruiré todo para que no suceda… y ¿Qué hay de ti? ¿Realmente sientes que valió la pena salvar a toda esta gente? Después de que nos dejaron morir ¿en serio eres tan ingenua para seguir creyendo en la gente que te abandonó?
- … - Jeanne no sabía que responder, no quería admitirlo, pero sonaba bastante convincente, tenía un sentido retorcido para ver las cosas, más tampoco podía refutarla en nada.
- Eso responde mi pregunta. Dejé de escuchar la voz de dios, eso solamente significa que ha abandonado esta tierra, nos abandonó a todos, así que yo misma cumpliré con el deber que dejó atrás, transformaré esta tierra en un sitio desértico, donde no haya una sola alma, solo así, Francia finalmente será hermosa, como debió de ser. Ese es mi concepto de salvación, lo que debí haber hecho desde un principio. – El hecho de que lo dijera con tanta seguridad y firmeza era algo digno de admirar, pero igual solamente se podía decir algo ante eso.
- … Estás enferma… - Murmuró la ruler por lo bajo, causando que Jeanne Alter sonriera.
- Si estar enferma es haberme dado cuenta de la verdad, entonces no me importa. Te rehúsas a ver la realidad frente a tus ojos, estás tan cegada por la falsa bondad de la gente que no llegas a ver más allá de tus propias narices, creyendo que realmente hay gente buena en el mundo… tal pensamiento es suficiente para hacerme vomitar. Por eso las dos somos distintas aunque compartamos el mismo nombre… tu eres Ruler, eso es sinónimo de debilidad, por eso yo soy algo que sobrepasa más allá de todo… tengo el poder para acabar con lo que tenga en mi camino.
- No puede ser posible de un caso en el que un espíritu heroico pueda tener otra clase además de la que ya está asignada. – Comentó Roman, Jeanne le observó, entonces endureció su mirada, el doctor observó como el panel frente a él comenzó a incendiarse. - ¡Que rayos! Está en llamas, ella quemó mi panel.
- Tengo la fuerza absoluta para destruirlos… mi nombre Jeanne D'Arc, Avenger. – Un miasma oscuro cubría a Jeanne Alter, ambos hermanos lo observaron. – Ya no vale la pena seguir hablando con ustedes, Berserker Lancer, Berserker Assassin, acaben con ellos, hagan que sufran el mayor tiempo posible. – Ante ello, el hombre de larga cabellera y la mujer del antifaz dieron paso al frente.
- Excelente, finalmente podré disfrutar de su sangre. – Anunció el lancer, la Assassin la detuvo.
- Un momento lancer, yo debería tener su sangre, después de todo el néctar fresco de una joven es necesario para que me mantenga hermosa.
- Supongo que no puedo hacer nada… entonces me quedaré con sus almas, eso no debe molestarte.
- Me parece perfecto, nadie puede ser más hermosa que yo, por eso me bañaré en la sangre de estas hermosas doncellas, lo necesito para poder vivir. – Los dos se pusieron en posición para pelear, igualmente los demás servants de ambos hermanos.
- Masters, no podemos dejar que nos ataquen. – Anunció Mash, ambos asintieron. En ese momento el Berserker Lancer atacó con un fuerte golpe de su lanza, Mash apenas pudo detenerlo. - ¡Hnnngh!
- ¡No atacarán nada! – Proto Cu se lanzó contra el Lancer, chocando ambas lanzas, Medusa lo interceptó lanzando su cadena para clavar la punta de la hoja afilada, El Lancer actuó rápidamente al alejarse, solo para que Kojiro le espere con un corte vertical, de igual forma no tomó bastante efecto cuando el Lancer previó el ataque, defendiendo su espalda con la lanza sin darse la vuelta.
- ¿Cómo? – Exclamó sorprendido el Assassin samurái, Berserker lancer lo alejó con suficiente fuerza para mandarlo a volar, Proto Cu nuevamente comenzó a atacar.
Por su parte, la Berserker Assassin comenzó a atacar usando el gran ataúd que llevaba en su espalda, manejándolo tan magistralmente como si fuera una pluma, queriendo golpear a Jeanne, Arturia no iba a permitirlo, haciendo que Excalibur chocara contra el artefacto metálico.
- Estás mal si crees que usarás nuestra sangre para tus motivos locos. – Exclamó la saber rubia, su contrincante sonrió.
- Realmente eres hermosa… con gusto reclamaré tu sangre una vez termine con esa santa.
Emiya creó un proyectil, listo para disparar hacia la Assassin mientras estuviera ocupada, pero esta mantuvo sus sentidos agudos, desviando su ataúd para cubrirse del ataque, Emiya no se inmutó a pesar de ello. Ahora Medea empezó a atacar lanzando varios conjuros contra ella, la Assassin se movía bastante ligera a pesar del peso que llevaba, en ese momento Jeanne llegó para golpearla con su estandarte en el costado, causando que el enemigo soltara un rugido de dolor.
- Rayos. – Tuvo que retroceder para no recibir más daño. Por el otro lado, Proto Cu y el Berserker lancer continuaban en su enfrentamiento con distintos choques, las lanzas se repelían mutuamente sin que pudieran acertar a su objetivo.
- ¿Realmente te haces llamar lancer? Me das risa con tus habilidades. – Se burló el Berserker lancer, solo avivando la furia de Proto Cu.
- Hablas demasiado para ser un anciano, cierra esa boca y retírate. – Comenzó a acelerar sus movimientos, empezando a causarle problemas, justamente se encontraba distraído, momento que aprovecharon Kojiro y Medusa para atacar a sus espaldas, sus armas conocieron la piel del Lancer la cual rasgó, sacando sangre.
- ¡Aargh! – Debido a ello tuvo que retroceder mientras repelía a Proto Cu. Ambos servants Berserker se reunieron.
- No puede ser que tenga dificultades para acabar con estos servants. – Exclamó la Berserker Assassin con asombro.
- No puede ser que los hayamos subestimado. – El Lancer se sentía resentido por el ataque.
- Parece que tus habilidades han mermado un poco ¿no es así Drácula? – Comentó la Assassin, sacando una expresión de asombro en Mash.
- ¿Drácula? Eso quiere decir.
- Aquí lo tengo, Vlad III, conocido como el empalador, es el héroe más conocido de la cultura romana. – Informó Roman, causando que el lancer soltara un chasquido.
- Has arruinado la sorpresa al revelar mi verdadero nombre.
- Eso no importa ahora, igual yo no le doy importancia que lo sepan, después de todo se me ha definido por haber causado actos crueles, bañarme en la sangre de hermosas señoritas para llegar a conservar mi belleza, actos que sobrepasan la historia.
- A pesar de ello acabaste bastante mal, al final el destino te jugó la contra, Elizabeth Bathory, o también conocida como Carmilla.
- Masters, esto es malo, Elizabeth Bathory es conocida por haber asesinado a cientos de chicas vírgenes y bañarse con su sangre, ella creía que haciendo eso podría mantener su juventud, es un peligro al igual que Vlad III.
- No importa lo que digas jovencita y no oses compararme con este vampiro de corazón noble, yo no soy tan suave como él. – Comentó Carmilla con una expresión de molestia, Vlad soltó un suspiro.
- Ya no respetan la caballerosidad como antes.
- Además, siento algo distinto en ti… no es un olor como el de otras chicas, es algo un poco más… purulento.
- Ha de ser porque es una demi-servant. – Anunció Jeanne Alter, sorprendiendo a la shielder. – No es completamente pura como servant, es una sangre mezclada… podrías decir que es algo asqueroso. – La Avenger soltó un suspiro. - ¿Saben qué? Ustedes dos retrocedan, no tiene caso que sigan peleando.
- Pero master, apenas hemos empezando, déjennos continuar. – Reclamó Vlad, recibiendo una mirada furtiva de la Avenger.
- Yo soy su master, ustedes mis servants, así que no importa el estatus que hayan tenido en vida, ustedes están bajo mis órdenes y deberán obedecerme, así que pon a calmar tu sed de sangre, ya habrá otra oportunidad. – Sonrió la Avenger.
- Entendido master. – No les quedó de otra que volver con los otros. Ya entonces la Avenger les encaró, comenzando a generar llamas en sus manos.
- Ya que mis estúpidos servants son debiluchos, deberé encargarme de ustedes yo misma.
- Masters, no podemos enfrentarla ahora como está, debemos huir. – Sugirió Mash, sabían igual que era la mejor opción.
- ¡Es verdad, deben huir, necesito ayuda, por favor Magi Mari, bríndame un consejo! – El doctor igual estaba desesperado, los servants ya estaban listos para proteger a sus masters.
- ¡Son unos débiles! – Empezó a extender bastante fuego a los alrededores, causando que todo se incendie en un instante, los servants comenzaron a sudar debido a la intensidad de las llamas.
- Estas llamas… no son normales, no es algo que un mago pueda dominar en poco tiempo… - Medea se estaba sintiendo ansiosa mientras gruñía.
- Si nos quedamos más tiempo, las llamas nos consumirán, pueden morir. – Comentó Emiya manteniendo la vista al frente.
- Masters, debemos hacer algo. – Mash estaba empezando a mostrar signos de nerviosismo, ambos hermanos estaban igual, la intensidad y el calor estaba empezando a sofocarlos.
- Nii-san… esto es malo… este calor hace que no pueda pensar bien…
- Me siento igual… estamos acorralados… - Ambos empezaron a tambalearse, casi cayendo desmayados. Arturia sostuvo a Haji mientras que Medusa a Rika.
- ¡Senpais! – Mash estaba genuinamente preocupada por ellos. - ¡Debemos escapar!
- ¡Eso intentaríamos, pero las llamas son muy intensas, estamos atrapados! – Jeanne igual quería hacer algo, por fuera Jeanne Alter observaba todo con una gran sonrisa.
- ¿Qué se siente? Esto es solo un poco de mi poder, podría quemarlos hasta sus huesos si quiero, mueran como los insectos que son. – Jeanne alter estaba complacida, los servants estaban atrapados y sus masters a punto de morir por el calor, no había mucho por hacer. - ¿Eh?
De repente algo cayó frente a ella, lo observó, era una rosa, pero tenía una particularidad, estaba hecha de cristal.
- No es hermoso… - Empezaron a escuchar una voz femenina. – Realmente me das pena, eres hermosa, pero ese estilo de pelea, tus ambiciones, todo ello peca de la falta de hermosura.
En ese momento una gran carroza de cristal apareció frente a ellos, aterrizando sobre las llamas las cuales se despejaron justo al instante, los servants quedaron sorprendidos, mientras que ambos hermanos sonrieron aun conscientes.
- Rayos… eso es una gran entrada… - Alcanzó a decir Rika al ver el carruaje. De ella se bajó una chica, de cabello grisáceo atado en dos coletas, una figura delicada de ojos azules llevando un vestido color rojo y un gran sombrero.
- Realmente dudaba si presentarme, después de todo reconozco quien eres y he visto de cerca tu fuerza, no es algo con lo que pueda luchar, pero no podía retroceder, atacaste mi tierra, y eso si no lo puedo dejar pasar. – La mujer del traje reconoció a la recién llegada.
- Berserker Saber ¿sabes quién es? Dímelo. – Reclamó, la Saber dudó en hacerlo.
- Esa belleza es irreconocible… la reina que ha mandado sobre estas tierras y amó a su gente… la flor de Versalles, Marie Antoniette.
- ¿Marie Antoniette? – Mash se sorprendió, la recién presentada soltó una risa.
- Me alegra saber que me reconocieran, igualmente usted caballero mujer, gracias por la presentación. Mientras siga portando este nombre, siempre velaré por la tierra que alguna vez estuvo bajo mi cargo, por eso mismo me dirijo a usted, bruja dragón ¿Seguirá atacando a pesar de estar frente a usted?
- Cállate, ni siquiera tienes razón para estar aquí en esta batalla. – A pesar de ello, Marie no se inmutó.
- Está siendo un poco ruda ¿podría decirme la razón?
- Fuiste una chica mimada, viviendo una vida de grandes lujos y riquezas, jamás llegaste a sentir el pesar de la gente que sufrió y odió en toda su vida, al declarar todo eso, solo dejas en evidencia que eres una hipócrita.
- Eso dolió ¿sabes? – Marie hizo ademán de sujetarse el corazón. – Puede que me digas ignorante, que haya desconocido mucha de la situación de la gente, pero yo puedo aprender, si no sé algo, aprendo sobre ello, y al observarte he aprendido que simplemente diriges tu odio hacia el lado equivocado, por eso es que yo declaro que voy a poseer tu corazón y cuerpo junto con el de esta otra Jeanne, serán míos. – Al declarar eso, solo ocurrió que la Jeanne Ruler se sintiera avergonzara, fue entonces que Marie se dio cuenta.
- Oh my~ - Se le escapó a Haji a modo de broma al pensar en el posible yuri.
- Perdón, no quería decir exactamente eso, solo quería anunciar que haré que te arrodilles ante mí. – Declaró con una sonrisa.
- No puedo procesar lo que veo… creo que debo desconectar mi cerebro. – Roman intentó ignorar toda imagen mental para que su opinión de Marie no cambie. Jeanne Alter chasqueó la lengua.
- Ya he tenido suficiente de tu palabrería, es momento de acabar con ustedes. Servants, primero destruyan a esa molesta princesa, después al resto. – Ya los servants estaban a punto de atacar, igualmente los de Haji y Rika, Marie puso una expresión preocupada.
- No puede ser que vayan a tener una pelea aquí, bueno, es un campo de batalla después de todo, pero en realidad tengo otros planes, vamos Amadeus, hazlo. – En ese momento apareció alguien más, un hombre con un cabello rubio totalmente desarreglado, llevando un traje purpura de aspecto tétrico.
- Entendido mi querida Marie, activando Noble Phantasm "Requien for a Death"
De repente surgieron figuras con instrumentos encima de ellos, empezando a tocar una melodía, aquello causó que los servants enemigos cayeran de rodillas y debilitados.
- Esa melodía… fue hermosa… pero mortal… - Pudo alcanzar a decir Vlad. Ese era el momento perfecto, Marie volteó a ver a los masters son sus servants.
- Rápido, suban al carruaje. – ordenó ella, al no tener otra opción, se subieron, recostando a ambos masters, ya Marie fue la última en subir. – Muy bien, nos vemos~ - Se despidió mientras el vehículo se fue a toda velocidad, en ese momento el NP desapareció.
- Maldición, se escaparon. – Gruñó Jeanne Alter. – Rider, persíguelos, aunque hazlo de lejos, solo cuando veas el momento, intenta atacarlos.
- Entendido. – Fue todo lo que dijo la Berserker Rider antes de partir.
- ¿Estará bien que vaya ella sola? – Preguntó Vlad. – Ya ves que son muchos servants lo que tienen.
- No te preocupes, sé que con su Noble Phantasm será suficiente para encargarse de ellos, ustedes pueden seguir causando caos.
- Entendido… ya luego querré atacar a esa Marie, deseo probar su sangre de entre todas. – Sonrió Carmilla, causando que la saber pusiera una expresión de preocupación.
- Entendido, todos pueden dispersarse, sigan trayendo destrucción a esta tierra.
- ¡Si master! – Exclamaron todos mientras se iba, Jeanne mantuvo una sonrisa en todo el tiempo, estaba segura de que su victoria era inminente.
El carruaje seguía corriendo hasta el momento en que sentían que ya estaban lo suficientemente lejos, ya en ese momento se bajaron.
- Gracias por ayudarnos. – Agradeció Mash a Marie, esta sonrió.
- No es por nada, me alegra que pudiéramos alejarnos de esos servants. – Anunció Marie felizmente.
- Es verdad, no hay ninguna señal cerca, solamente he detectado líneas ley en el bosque cercano. – Informó Roman. En ese momento Haji y Rika se pararon a pesar de estar cansado, siendo ayudados por sus servants.
- ¡Senpais! – Mash se acercó a ambos con preocupación. – No deberían forzarse, recibieron mucho daño de ese fuego.
- No te preocupes Mash-chan… esto no es nada. – Dijo Rika con una sonrisa.
- Si algo como esto nos detiene… no estaríamos calificados para ser masters… - Igualmente expresó Haji, aquello puso sonrisas en sus servants, viendo que son masters bastante confiables.
- ¡Oh, tal demostración de valentía, me encanta! – Expresó Marie dando saltitos. – Por cierto, pueden llamarme Marie, así a secas, no es que no me gusten los títulos pero eso me haría sentirme más cercana con todos.
- Muy bien… un gusto Marie-chan. – Saludó Rika, la Rider soltó un chillido de emoción.
- Me encanta, me encanta bastante, un gusto conocerlos igual, me encantan las personas valientes, han de ser muy populares con el sexo opuesto.
- Esto, Marie. – Mash interrumpió. La Rider se sonrojó por unos segundos.
- Lo lamento, me emociono muy fácilmente ¿Qué querías?
- Solamente que hemos detectado una línea ley en el bosque, deberíamos ir allá para montar un campamento y descansar, los Senpais lo necesitan. – Comentó la Shielder, Marie le dio la razón.
- Es verdad, deberíamos ir, supongo que no te importa Amadeus. – Le preguntó al caster que la acompañaba.
- Para nada mi querida Marie, donde vayas, allí estaré.
- Excelente, entonces deberíamos ponernos en marcha. – ya iban a irse cuando Rika notó algo, un miasma oscuro que les cubría a ambos.
- Un momento. – Interrumpió la pelinaranja. – Ustedes dos… están infectado ¿no? – Preguntó, causando que Mash tragara saliva, ambos se mostraron sorprendidos, para después sonreír.
- Es cierto… tenemos esta cosa oscura que nos ha cubierto desde que fuimos invocados aquí. – Exclamó Marie con tranquilidad.
- Los servants infectados usualmente atacan a cualquiera sin control… ¿Cómo es que ustedes actúan normales? – Preguntó Haji.
- Ciertamente tengo estas voces en mi cabeza diciendo que los ataque y mate a todos, pero eso va contra mis deseos, mi voluntad de proteger mi tierra es mayor a estas órdenes que tengo en mi cabeza, no estoy obligada a cumplirlas, por eso me resisto con todo mi ser.
- Yo seguiré a Marie ha donde sea que vaya, si ella se resiste a esto, yo igual. – Comentó Mozart, ambos hermanos se vieron con asombro, para después sonreír.
- Podemos eliminarles las impurezas, aunque eso significa que a partir de ahora se volverán nuestros servants ¿Qué dicen? – Preguntó Rika, ambos se vieron, no hubo mucho tiempo para decidir.
- Con mucho gusto, estaré feliz de pelear a su lado. – Anunció la Rider con felicidad.
- Es el camino que mi querida Marie tomará, así que la seguiré a donde sea. – Anunció el caster, ambos hermanos se vieron, sacando sus celulares y apuntando a ellos.
- Muy bien, Marie, será un gusto tenerte en el equipo. – Dijo Rika mientras tenía enfrente a la Rider.
- Mozart, tus habilidades nos serán útiles en esa batalla, te aseguro que sacaré todo tu potencial. – Dijo Haji frente al caster.
- ¡Realizar captura! – Gritaron los dos, los rayos de luz cubrieron a los servants respectivamente, entonces estos se desvanecieron con una sonrisa, en ambas pantallas mostraron la captura exitosa.
- Ahora, es momento de salir. – Ambos apretaron los iconos, ambos servants se manifestaron.
- Servant Rider, me llamo Marie Antoniette, espero poder contar con usted.
- Servant Caster, soy Wolfgang Amadeus Mozart, hagamos asombrosa música juntos.
- Bienvenidos de vuelta. – Comentó Rika con una sonrisa. - ¿Ya no tienen esas voces en su cabeza?
- Ya se han ido… te lo agradezco master. – Marie abrazó a Rika por sorpresa, aunque ella no rechazó el abrazo.
- Marie, ahora ¿podrías abrazarme a mí? Yo igual quiero afecto. – Decía Mozart con los brazos extendidos, pero fue ignorado.
- Ya deberíamos ir al bosque, ha pasado mucho por hoy y debemos descansar. – Comentó Mash, Jeanne asintió.
- Ya luego planearemos nuestro siguiente movimiento.
- Muy bien. – Marie volvió a invocar el carruaje de cristal - ¡Todos sujétense, nos vamos! – Con todos encima, se dirigieron al bosque, ese día ha sido pesado y necesitaban descanso, al menos hasta que algo ocurra, sin darse cuenta que, muy cerca de ellos, alguien se movía velozmente hacia donde iban.
Y aquí terminamos el cap, siento como que hice a Jalter más edgy de lo que es jaja, y ya tempranamente es Avenger, no digo que con esta transformación no haré las partes de navidad y Da Vinci con los cuadros falsos, también tengo planeado escribir los eventos desde el punto de vista de los OCs, pero falta para eso, ya el siguiente cap veremos más de la historia y otras cosas más, esperénlo. Saludos.
