Los rayos del sol golpearon sus rostros, después de una noche bastante agitada, pudieron descansar lo suficiente para tener energías y seguir avanzando, poco a poco los dos empezaron a despertar.
- Buenos días Senpais. – Mash les recibió a ambos con una sonrisa, dormir a la intemperie no es algo que se hubieran imaginado en bastante tiempo. Una vez se levantaron, sus servants ya estaban totalmente organizados y listos para seguir. – Ya deberíamos partir para Lyon, hay que continuar.
- Es verdad. – Asintió Rika, Fou nuevamente se situó en su cabeza. – Que tal Fou ¿dormiste bien?
- ¡Fou! – Afirmó con un ruido, la pelinaranja empezó a acariciarlo.
- Antes de ello, deberíamos recopilar información. – Anunció Martha. – No estoy muy segura de como estarán las cosas, esa santa corrupta me ordenó viajar a distintas ciudades, Lyon estuvo entre ellas, aunque como me liberaron de su mandato, no conozco muy bien la situación por ese lugar.
- Creo que hay un pueblo aquí cerca. – Comentó Jeanne. – Podríamos ir ahí y conocer todo lo que sepamos. – Esa sugerencia fue más que suficiente para moverse, todos la aceptaron, empezando a dirigirse a aquel sitio.
- ¡Muy bien! Súbanse a bordo para no perder el tiempo. – Marie invocó el carruaje de cristal con sus caballos para poder moverse. Haji se acercó a Martha para hablarle.
- Martha ¿no sería problema invocar a Tarasque para poder transportarnos? – Preguntó el pelinegro, la santa negó con la cabeza.
- Así era como me movía por la tierra, ya he recuperado el vínculo con él por lo que puede ser posible. – Concentrándose, la Rider logró hacer que el dragón apareciera frente a ella, este soltando un rugido y acariciándolo un poco. – Bienvenido de vuelta Tarasque, espero no te moleste transportar a otros sobre tu coraza. – El dragón soltó un rugido de afirmación. – Dice que está bien.
- Gracias, no quiero imponerle más peso a Marie con todos, aunque puedan entrar en forma espiritual.
- Lo que sea para ayudarle master, usted y todos me liberaron del yugo de esa bruja, ahora quiero pagar ayudándoles a derrotarla. – Sonrió la santa, Haji igualmente.
- ¡Ya nos vamos! – Anunció Marie ya con Rika y sus servants a bordo, Haji y los suyos irían sobre Tarasque para facilitar, con ello empezaron a moverse rápidamente. Rika observó el panorama, el pastizal verde y el viento golpeando su rostro, en ese momento vio a sus servants, por el momento estaban relajados, en eso vio a Kojiro, este observaba por la ventana, justamente Tarasque iba al lado de ellos, fijando sus ojos sobre los pasajeros del dragón.
- Kojiro-san. – El Assassin se sorprendió por la repentina llamada de su master.
- ¿Requiere algo master?
- No es necesario que estés tan tenso, ahora no estamos batallando por lo que llamarnos por los nombres está bien. – Sonrió Rika.
- Entendido master… Rika. – La pelinaranja se alegró por ello.
- He notado que has estado observando desde hace rato afuera, hacia Tarasque ¿algo te llama la atención de ello? – El Assassin siguió sorprendiéndose por lo aguda que era su master.
- Bueno… desde anoche me ha llamado la atención esa Rider, dijo que se llamaba Martha ¿no? Sentí algo de lastima al tener que pelear contra ella, no es algo que me haya gustado hacer.
- Así que tienes interés en ella ¿no? – Rika puso una sonrisa gatuna. – Creo que es obvio lo que sientes, el amor a primera vista es lindo.
- ¿Amor? – Casi que esas palabras se quedaban atoradas en la garganta del samurái. – Creo que está equivocada master, no es exactamente ese tipo de sentimientos que tengo por aquella santa. – Intentó negarlo pero Rika le fulminaba con su mirada y esa sonrisa burlona.
- No tienes que ser tan recto Kojiro-san, no es que vaya a privarte a ti o a mis servants de querer enamorarse, puede que sean guerreros, pero también son personas como nosotros, deben tener sentimientos y actividades que quieran realizar por su cuenta; si tienes sentimientos por alguien, no te preocupes por mí y ve por esa persona, estoy segura que Nii-san piensa igual que yo. Les queremos dar la mayor libertad posible cuando no estemos peleando o en alguna singularidad, los dos buscamos ser buenos masters para ustedes y si quieren relacionarse entre ustedes, jugar o divertirse, lo permitiremos sin ninguna duda.
- … Eso es muy amable de su parte master. – Kojiro sonrió suavemente. – Ciertamente no son como los masters promedio, usualmente solo nos ven a los servants como herramientas, nunca se preocuparon por nosotros y nuestras opiniones, debería sentirme privilegiado de ser su servant.
- Entiendo que las guerras del santo grial son de cada quién por su cuenta, pero ahora la situación es distinta, la colaboración entre todos es un factor importante para lograr salvar a la humanidad, si todos estuviéramos por nuestra cuenta esto no sería posible, razón por la que Nii-san y yo hablamos sobre querer entenderlos mejor, no ser solo masters y servants, queremos ser sus amigos en los que puedan depositar su confianza y vidas cuando haya peligros mayores.
- … En eso tiene razón… no ha pasado mucho tiempo desde que es master y ya nos entiende a todos… puedo decir que le deposito mi confianza a usted, seguro podremos ganar esta batalla. – Rika asintió con la cabeza.
- Eso es algo seguro… ahora que estamos en confianza, deberías poder explicarte mejor.
- Cierto… admito que he estado viendo a esa santa, algo en ella me llama la atención, no es que sea un experto en este tipo de asuntos, siempre recorrí el camino de la espada, busqué mejorar mis habilidades para ser el mejor espadachín que exista, por lo que asuntos como el amor son totalmente desconocidos para mí, pero puede ponerlo de esa forma… como que si me atrae…
- Eso quería escuchar. – Rika levantó el pulgar. – Y descuida, si realmente quieres ir por ella, te estaré apoyando en todo lo que necesites.
- Aprecio su ayuda master… no retrocederé ante ello. – Asintió Kojiro.
El recorrido hacia el pueblo no tardó más que unos minutos más. Marie fue la que se adentró para recopilar información de la gente, si Jeanne llegaba a entrar seguro se armaría un problema mayor debido a lo que está haciendo su contraparte malvada.
- He regresado~ y tengo noticias. – la Rider se acercó al resto. – He logrado hablar con algunas personas y ya conozco la situación de Lyon. – Ahí la sonrisa de Marie se borró. – Según me dijeron, la ciudad fue destruida.
- ¿Cómo? – Preguntó la ruler bastante sorprendida.
- Eso fue lo que me dijeron, fue atacada por monstruos y dragones y ya no queda nada, pero no solo eso, al parecer hubo una persona que la estaba defendiendo, un caballero con una gran espada que peleó contra ellos.
- Debe ser un servant. – Pensó Mash, no podía ser otra cosa.
- Justamente es un servant que he visto antes. – Habló Martha. – Ya me habían hablado sobre él, pero nunca llegué a verlo en persona.
- Él protegía la ciudad pero ahora está desaparecido, no conocemos exactamente su paradero. – Fue todo lo que pudo decir Marie.
- Entonces debemos encontrarlo, ese será otro aliado para nosotros. – Comentó Haji, Mash asintió.
- Esa sería una prioridad.
- Igual conocí otra cosa. – Continuó Marie. – El ejército comandado por Gilles de Rais pasó cerca de aquí.
- ¿Gilles? – Preguntó Jeanne. – Así que él está bien… sería bueno si nos ayudara.
- Creo que con gusto nos dará una mano. – Sonrió la Rider. – Solamente que le preguntes y nos ayudará.
- No estoy muy segura… - Jeanne bajó el rostro. – Debe saber que me he vuelto la bruja dragón, si me ve, dudo que quiera ayudarme y tal vez me ataque.
- No puedes estar segura de ello. – Comentó Rika. – Si en algún momento lo encontramos, tienes que decirle que esa otra Jeanne no eres tú, debes de limpiar tu nombre. Igualmente pienso que los soldados normales no ayudarán contra las criaturas que estamos enfrentado.
- Eso también es cierto… gracias master, si lo vemos, le diré todo aquello. – Sonrió la ruler.
- Hiciste un buen trabajo animando a Jeanne master, ten un pequeño premio. – Marie besó suavemente en la mejilla a Rika, ganándose el asombro de Mash y ella misma.
- ¿Senpai?
- No fue nada, yo igual te quiero. – Soltó una pequeña risa la pelinaranja.
- Me sorprende que aceptara un beso de Marie. – Mozart se acercó. – Es un mal hábito que tiene y normalmente la gente a su alrededor se asustaba por ello, debe ser la primera persona que no hace un escándalo de ello. – Soltó una risa el caster.
- No entiendo porque las personas se asustaban por un simple beso, es algo normal ¿no? – Preguntó Marie, nadie respondió nada. – Digan algo, no quiero parecer rara.
- Ya lo eres mi querida Marie. – Respondió Mozart, ganándose un puchero de la Rider.
- No quiero escuchar eso de un pervertido raro como tú.
- Muy bien. – Mash llamó la atención hacia ella. – Deberíamos dirigirnos a la ciudad en ruinas, debe haber una pista ahí y tal vez el servant se encuentre cerca.
- Es verdad, vayamos. – Con el anuncio de Rika, nuevamente se pusieron en camino. Cuando se alejaron, una sombra se movió cerca de ahí, para luego alejarse.
- Entonces, este servant puede acabar con dragones fácilmente ¿no? – Preguntó Haji encima de Tarasque, Martha asintió.
- Esa fue la última información que obtuve, representaba un gran problema para la bruja, por lo que decidió apuntar todas las fuerzas hacia Lyon donde él se encontraba.
- Esa bruja no se anda con juegos. – Mozart asintió con los brazos cruzados. – Destruir una ciudad entera solo por esa razón, no conoce los límites al parecer.
- Debe ser una gran amenaza para ella si tomó esa acción. – Comentó el Archer. – Si tenemos suerte, tal vez lo podamos encontrar cerca.
- Esperemos eso… - Fue todo lo que dijo Haji.
Ya finalmente llegaron a la ciudad. Como se imaginaban, estaba totalmente destruida, los edificios y casas estaban en ruina total, ni una sola alma se encontraba cerca de ahí, Jeanne soltó un suspiro.
- Realmente no me gusta esto… porque esa bruja dragón tiene que destruirlo todo.
- Ella no atiende a razones, solo la mueve su odio y es completamente distinta de ti, no tienes que culparte por ello. – Respondió Rika a su lado, la ruler sonrió.
- Gracias master, pero esto… sigue siendo triste.
- No es momento de hablar, escuchen eso. – Mash empezó a captar algo, en ese momento Medusa apareció.
- Master, hay muertos vivientes por toda la ciudad.
- La gente que alguna vez vivió aquí… entendido, hay que luchar para que puedan estar en paz.
- Si, tenemos que hacerlo. – Jeanne se puso en posición.
- ¡Todos, hay que acabar con esos zombis! – Ordenó Rika, sus servants se pusieron en camino para luchar contra ellos, los servants de Haji igualmente.
- Nii-san, tenemos que buscar al servant mientras tanto. – Comentó Rika, Haji asintió. A su lado se mantenían Mash, Jeanne y Emiya.
- Mientras el resto lucha contra los muertos vivientes, busquemos por las ruinas. – Ordenó Haji, ya se iban a poner en camino, cuando entonces…
- ¿Realmente piensan que pueden moverse libremente por aquí? – Una voz los tomó desprevenidos, voltearon a ver a todas partes buscando de donde provenía.
- ¡Por aquí! – Mash captó la señal, en ese momento unas cuchillas intentaron atacar a ambos masters, la shielder pudo protegerlos a tiempo, alejando a quien era su atacante. - ¡No lastimarás a mis masters!
- Y yo que deseaba hacer esto rápido. – Se presentó la nueva figura. Un hombre bastante alto, de cabello negro, portando un guante con cuchillas, otra particularidad era el hecho de que tenía media cara cubierta por una máscara sonriente, portando un traje color negro con una capa. – Si no se hubieran resistido, esto podría hacer acabado en un instante.
- Como si pudiéramos permitir eso. – Jeanne le encaró con un rostro serio. - ¿Trabajas para esa bruja?
- Eso debería ser más que obvio, yo soy el fantasma de la ópera, la bruja dragón me puso a cargo de este sitio en caso de que alguien se acercara y buscara perturbar la paz, puesto que no hay alguna aquí, solamente hay muerte y ustedes se volverán parte de ella. – Ese miasma negro cubría al Assassin, era hora de pelear.
- ¡Como si fuéramos a permitir eso! – Exclamó Rika. – Hay que acabar con él.
- Muy bien master. – Jeanne se lanzó al ataque. Fantasma tampoco retrocedió al momento que usó su garra para protegerse del estandarte de la ruler, ella no abandonó el avance para lanzar una patada, en ello el Assassin retrocedió hacia atrás para obtener una mejor posición, acto que fue interrumpido por Mash que atacó con un golpe lateral de su escudo, causando que Fantasma saliera volando hacia unos escombros.
- Ella no está sola. – Exclamó la pelimorada, Fantasma de los escombros con daño mínimo.
- Si eso es lo que quieren, lo tendrán. – Saltó para atacar a Mash, esta se protegió con su escudo mientras Jeanne llegó para atacarlo. Mientras ambas estaban ocupadas con él, Emiya creó un proyectil y preparó su arco, esperando al momento correcto.
- Espera al momento en que esté desprotegido para disparar. – Comentó Haji, activando la skill "Clairvoyance", mantuvo tenso el arco con el proyectil mientras seguía al Assassin con la vista.
Jeanne y Mash continuaban ocupadas con Fantasma, el Assassin no lo dejaba nada fácil para ambas, alejando a Mash, Jeanne atacó velozmente poniéndose a espaldas de fantasma, pero este se dio cuenta, golpeando con un giro de su guante, Jeanne sintió el rasguño en su ropa, consiguiendo retroceder antes de que le perforara la piel.
- Acabemos esto. – En ese momento se manifestó lo que era un órgano en el cual Fantasma se puso detrás, ambos masters ensancharon sus ojos.
- ¡Cuidado, usará su noble Phantasm! – Advirtió Rika. Jeanne gruñió, poniéndose al frente.
- ¡Jeanne-san! – Mash no sabía lo que la ruler iba a hacer, esta le volteó a ver.
- No te preocupes, voy a protegerte, tendré que usar mi Noble Phantasm. – El brillo arcoíris surgió alrededor de la ruler, Rika miró la pantalla de su celular, la barra estaba llena para usarlo, apretando el icono.
- Christine, Christine. – Empezó a tocar el órgano, unas ráfagas empezaron a dispararse directamente hacia ambas servants, en ese momento Jeanne extendió su estandarte frente.
- No dejaré que dañes a nadie, dios está conmigo ¡Luminosite Eternelle! – Una barrera se formó frente a ellas, bloqueando el ataque del NP de Fantasma el cual seguía tocando con más fuerza para ponerle impulso, causando que Jeanne empezara a sentir la presión y retroceder un poco.
- ¡Jeanne-san, resiste! – Empezó a alentarla Mash, la ruler puso toda su fuerza en ello, mientras que Fantasma sonreí complacido.
- Si eso es todo lo que tienes, no es nada. – Ya estaba a punto de terminar, en ese momento un proyectil impactó justo en su pecho. - ¿Ah?
- Justo en el blanco. – Emiya finalmente disparó, fue el momento justo donde el Assassin estaba totalmente descuidado, aquello lo sacó de concentración y dejó de tocar. Momento que Mash aprovechó, corriendo con todo, dio un salto para llegar hacia donde estaba Fantasma y entonces golpeando con todo en la cabeza, cayendo con bastante fuerza sobre su escudo, fue suficiente para formar un cráter donde alguna vez estuvo el Assassin que ahora yacía totalmente inmóvil en el suelo.
- El servant ha sido inmovilizado. – Anunció Mash, ya Haji y Rika se acercaron.
- Bien hecho Mash, igualmente Jeanne y Archer. – Felicitó Haji, vieron como ya el cuerpo del Assassin empezó a brillar. – Ya está por desaparecer entonces…
- ¿Lo vas a purificar nii-san? No tengo realmente interés en él para hacerlo, ya sabes como es. – Comentó Rika.
- No podemos dejarlo así. – Apuntó su celular al Assassin. – No soy Christine, pero a partir de ahora se abrirá el telón para ti de nuevo. – El rayo empezó a cubrir a Fantasma, limpiando todas las impurezas y desapareciendo, señalando la captura exitosa. – Y así obtuvimos a otro.
- Parece que los demás ya terminaron con los zombis. – Rika empezó a ver a los alrededores, Mash quiso asegurarse.
- Ya observé y no hay más enemigos, el terreno está limpio. – Aquello alivió a ambos, ya el resto de servants regresó.
- Terminamos de eliminar a todos esos cadáveres, ahora tienen que estar en un lugar mejor. – Respondió Martha, rezando por las almas de los muertos.
- ¡Por fin puedo comunicarme! – El holograma de Roman apareció de repente. – Será mejor que escapen de ahí, una gran señal se acerca, es como un servant pero algo mucho más grande.
- ¿Más grande? Podría explicarse mejor doctor. – Preguntó Mash, el doctor estaba totalmente agitado.
- No hay tiempo para hablar, esta criatura tiene una fuerte señal y no está sola, tres servants más están en camino.
- Veo que no quieren que termine aquí, supongo que deben ser del grupo de la bruja. – Señaló Marie.
- Lo más recomendable sería huir ¿no? Si es algo grande, no podemos enfrentarnos a ello. – Señaló Medea, pero Mash negó con la cabeza.
- Antes tenemos que buscar a aquel otro servant, él puede ser la clave para derrotarlo ¿no?
- Bueno… - Martha intentó recordar. – Me habían dicho que el protector de esta ciudad es un caza dragones, por lo que representaba una gran amenaza para la bruja.
- Con más razón, no podemos irnos, hay que encontrarlo rápidamente. – Empezó a apurar la shielder, Haji y Rika se miraron antes de asentir.
- No hay de otra, todos, empiecen a buscar entre los escombros de la ciudad, si ven a alguien, avisen. – Anunció Haji para sorpresa de algunos, más que nada del doctor.
- ¿Están locos? No hay mucho tiempo para ello, deben irse ahora.
- Doctor, somos muchos aquí, separarnos y buscar será cuestión de segundos, no se preocupe. – Comentó Rika, Jeanne le vio con una sonrisa.
- No podemos abandonarlo, hay que encontrarlo, será un valioso aliado. – Comentó la ruler. Roman no podía creerlo.
- Y, de cualquier modo, si esa criatura aparece, podremos pelear para ganar algo de tiempo. – Anunció Marie. – Amadeus y yo lo tendremos controlado ¿no?
- Ya sabes que solo tienes que pedirlo y ahí estaré, aunque si la cosa se pone complicada, no dudaré en retroceder, tu igual tienes que hacerlo. – Aconsejó el caster, Marie asintió.
- No te preocupes, no voy a morir aquí, pelearé hasta el final.
- Ahora, todos, busquen a ese servant… Doctor ¿puede encontrar la señal? – Preguntó Haji, Roman empezó a buscar por un servant.
- Tengo una pequeña señal… pero está débil, por aquel castillo.
- Muy bien, vamos. – De esa forma todos empezaron a moverse hacia donde el doctor señaló, era un castillo totalmente destruido, con varias grietas y huecos alrededor, tuvieron que entrar por uno de estos, procurando no derribar nada, sería bastante malo si les cayeran escombros encima. – Ya empiezo a detectar la señal, está por aquí. – Comenzó a dirigir la shielder.
En ese momento entraron a una sala abandonada, entonces vieron a alguien ahí, un hombre de largo cabello grisáceo, vistiendo un ropaje negro con armadura, en ese momento tenía una gran herida que recorría justamente parte de su pecho.
- Eso se ve mal. – Señaló Rika, Mash y Jeanne se acercaron preocupadas, el servant reaccionó a ellas atacando con su espada.
- ¡Espera, no te haremos daño, somos aliados! – Exclamó Mash, ya entonces el servant se dio cuenta.
- Menos mal… - En ese momento vio a Jeanne. – Ruler… estás aquí…
- Saber of Black… así que tú eras el servant que decían… - La santa tenía una expresión de preocupación.
- No hay tiempo para seguir hablando, un gran dragón se acerca y servants igualmente vienen.
- Así que un dragón… ya lo entiendo, por eso fui invocado y me atacaron… que mala suerte tengo… - Empezó a resentirse de su herida, Jeanne le ofreció su mano para levantarse. – Gracias Ruler…
- Hay que irse de aquí. – Señaló Marie, todos se apuraron para salir, pero ya era tarde, justo al momento de salir del castillo se encontraron con una gran figura que asombró a todos.
- Esa cosa es gigante. – Exclamó Proto Cu al verla, era un gran dragón que se alzaba frente a ellos, soltando un gran rugido que hizo temblar la tierra.
- Esto es malo… - Tanto Haji como Rika empezaron a apretar los dientes, en ese momento aparecieron tres servants, reconociéndolos.
- Así que este servant que estaba aquí está moribundo… al final fue una pérdida de tiempo. – Comentó Jeanne Alter. – Y veo que no está solo ¿no aprendieron nada de la última vez? De cualquier forma, me ahorran la molestia de tener que buscarlos, es hora de quemarlos a todos, Fafnir.
- ¡Ese dragón está por escupir una gran llamarada! – Señaló Roman, viendo como la cabeza del dragón empezó a alzarse, inhalando fuertemente, Jeanne y Mash se pusieron al frente.
- ¡Tenemos que protegerlos, Luminosite Eternelle!
- ¡Activando Noble Phantasm, Lord Chaldeas! – Ambos servants activaron sus NPs cuando Haji y Rika apretaron los iconos, en ese momento una gran ráfaga de fuego golpeó fuertemente contra ambos campos de fuerza generados por las dos chicas, agitando a todos detrás.
- Que fuerza… esto es malo… - Arturia podía sentir la fuerza de ese dragón, no era cosa de chiste.
- ¡Mash-chan, Jeanne-san, resistan, no pueden rendirse! – Empezó a alentarlas Rika, ambas servants seguían poniendo presión para resistir el fuego.
- Me estoy quedando sin energías… no puedo más. – Mash cayó de rodillas, el fuego de Fafnir era demasiado, los demás servants tampoco podían hacer mucho sin llegar a ser afectados.
- Gracias por la ayuda, he recuperado algo de fuerzas. – El saber se levantó, aunque con dificultades. – Fafnir, nunca pensé que volvería a enfrentarte aquí, es el destino después de todo… y ahora vas a caer.
- Acaso él… - Jeanne Alter le vio con algo de asombro, observando como Fafnir se mantenía cauteloso con él.
- Mi nombre es Siegfried… y aquí es donde se termina todo ¡Balmung! – Levantando su espada, lanzó un tajo al aire, generando una línea vertical de energía que empezó a desplazarse directamente hacia el dragón.
- ¡Mierda, Fafnir, alza vuelo! – El dragón empezó a volar rápidamente para esquivar el ataque, ese era el momento para aprovechar.
- ¡Rápido, huyamos! – Todos empezaron a correr para alejarse en ese momento, para cuando entonces ya Fafnir no estaba a la vista, estaban un poco más aliviados pero tampoco podían relajarse demasiado.
- Maldición… porque tenemos que correr… esto cansa… - Haji apenas y podía seguir el ritmo, en cambio Rika estaba fresca.
- Es por eso que te dije que hagas más ejercicio Nii-san, nos servirá bastante aquí.
- Yo que iba… a saber… - En ese momento envidiaba a Marie por correr encima de su caballo de cristal.
- Lo lamento, es solo para un pasajero. – Anunció la Rider, Mozart igualmente se veía que no estaba hecho para actividades físicas.
- Parece que compartimos muchas cosas en común master. – Comentó él con una sonrisa, Haji no sentía lo mismo.
- No es algo para sentirse orgulloso…
- ¡Adelante, puedo observar al ejército francés, y están siendo atacados! – Señaló Jeanne, viendo como soldados luchaban contra Wyverns y zombis.
- ¡Ayúdenlos! – Ordenó Haji, los servants fueron a luchar contra ellos, justamente entre los enemigos sobresalían dos.
- Vaya, debe ser cosa del destino encontrarnos aquí. – Habló uno de ellos, de cabello grisáceo corto, llevando una gran gabardina y portando una espada larga, Marie y Mozart lo encararon. – Mi querida reina, es un gusto volver a verla a usted y su cuello.
- Charles Henri Sanson, incluso después de la muerte sigues con una obsesión de ejecutar, y ahora yendo tras Marie. – Comentó Mozart con seriedad, el Assassin soltó una pequeña risa.
- No es que tampoco me haga mucha ilusión verte Mozart, mi interés hacia ti es mínimo, en cambio mi encuentro con la reina me llena de emoción, deseo volver a probar la guillotina con ella.
- Como si eso fuera a permitirlo. – El caster se puso enfrente para pelear contra Sanson. El otro servant fue directamente hacia Arturia, este era prácticamente una armadura completa que cubría su cuerpo, exhalando un humo negro, la saber se protegió segundos antes de recibir el impacto.
- Tu… tener que enfrentarte nuevamente.
- ¿Lo conoces Saber? – preguntó Emiya disparando al Berserker que se alejó.
- Peleé contra él en la cuarta guerra… y lo conozco muy bien, de los caballeros de la mesa redonda, Lancelot…
- ¡AAAAARRTHUUUUURR! – Rugió el Berserker nuevamente atacando a la Saber, tanto ella como Emiya se apartaron para esquivar el frenético ataque de Lancelot.
- ¡Sir Lancelot, no será como la vez anterior! – Rugió Arturia mientras empezaba a luchar contra él. Mientras tanto, Jeanne se estaba encargando de que los soldados pudieran escapar.
- Rápido, huye antes de que ataquen.
- ¿Por qué debería hacerte caso? Eres la bruja dragón, causaste desdicha a esta tierra. – Jeanne solo podía sentirse triste.
- ¡Es la bruja dragón, hay que acabar con ella!
- ¡Vayan todos a atacarla, que no sobreviva!
La ruler escuchaba los rugidos feroces de los que, alguna vez fueron sus compañeros en batalla, ella solo podía apretar el puño mientras miraba al suelo.
- Pobrecita, la gente que alguna vez protegiste ahora quieren verte muerta. – Carmilla apareció frente a ella. – El dolor de ser traicionada es grande ¿acaso no sientes una gran desesperación dentro de ti?
- Puede que así sea el caso… antes me hubiera derrumbado, pero jamás perderé la fe por la gente de Francia, seguiré luchando, sin importar que. – Jeanne se levantó firme, Carmilla empezó a gruñir.
- No podías ser más estúpida, acabemos con esto de una vez ¡Adelante!
- ¡Fuego! – Escuchó una voz detrás, balas de cañón fueron disparadas, comenzando a golpear a los Wyverns, Jeanne presenció cómo un hombre de piel pálida, cabello negro y armadura se acercó. – No permitan que sigan matando a más gente.
- Maldición… ¡Assassin, Berserker, es hora de retroceder! – Ante eso, Lancelot dejó de atacar a Arturia y Sanson a Mozart.
- Es una lástima que nuestro duelo esté inconcluso, arreglémoslo en otra ocasión. – El Assassin se despidió de esa forma, esfumándose junto al resto de servants enemigos. Solamente Lancelot se quedó para ganar tiempo.
- ¿Por qué dejaron a Berserker? – preguntó Proto Cu, de algún modo dejó de atacar.
- Sir Lancelot… - Arturia se acercó cuidadosamente hacia él, a pesar de todo Lancelot continuaba a la defensiva.
- Ar… thur… mi… rey… yo… no viviré… mucho… - Apenas y podía hablar, la saber estaba sintiendo lastima por él…
- No te preocupes Sir Lancelot… siempre serás un fiel caballero de la mesa redonda, no importa lo que haya sucedido.
- … Gra… cias… - En ese momento una luz envolvió al Berserker, Rika lo estaba purificando, ya entonces desapareciendo y consiguiendo la captura.
- No podemos dejar que se vaya, quizás sea un Berserker pero tienen mucho de qué hablar. – Sonrió la pelinaranja, Arturia se sentía aliviada.
- Muchas gracias por ayudar a Sir Lancelot. – Hizo una reverencia, Rika sonrió.
- Por ahora ya estamos a salvo. – Haji se sentía aliviado. – Debemos planear qué hacer ahora.
- Ya he hablado con el encargado. – Jeanne se acercó. – Resultó ser Gilles y me reconoció, ya hablará con sus soldados, pero por ahora estaremos a salvo con él, podremos descansar mientras.
- Eso es bueno, estoy muy agotado de tanto correr. – Haji se dejó caer al suelo. – Tanto ejercicio me quita energía…
- Eres un debilucho nii-san. – Eso sacó unas cuantas risas. De momento estaban a salvo, pero faltaba más para terminar, ya después se moverían a su siguiente destino.
Bueno, como que nuevamente esta escena me salió larga, y no pensé que fuera así, que iba a abarcar más cosas lol, bueno, ya en el siguiente cap si aparecerán las dragonas y continuaremos con la historia, como que ya poco a poco uno se va acercando al clímax, pero sé que falta bastante, y puede que nuevamente me extienda en escenas jaja. Saludos.
