Ambos hermanos lograron regresar a Chaldea sin ningún problema después de resolver el problema de la singularidad, Roman estaba ahí frente a ellos con una sonrisa.

- Felicidades a ambos, lograron resolver la singularidad, debió ser duro.

- Más que duro, Nii-san pudo haber muerto. – Rika obviamente mostraba su rechazo por lo que Haji hizo. – Deberías descansar, los golpes de un servant no son precisamente algo suave.

- Tienes razón… pero no tenía otra opción… y la verdad que me sigue doliendo. – Se sujetaba el abdomen, Kiyohime le ayudó sujetándolo. – Gracias Kiyohime.

- Estoy para servirle master… y estoy de acuerdo con su hermana, si hubiera muerto, no sé qué hubiera pasado conmigo, tal vez los hubiera matado a todos. – Expresó con calma, sacándole escalofríos al pelinegro.

- Entiendo, no volverá a repetirse. – Comentó con voz monótona, la Berserker sonrió.

- Todo se ve muy alegre por aquí. – Da Vinci apareció en ese momento, observando el gran grupo de servants. – Y trajeron compañía, el sitio cada vez más se está volviendo vivo con tanta gente.

- Así que esto es Chaldea… - Jeanne observaba a todos lados, viendo las computadoras, cápsulas y la gente que había. – Tardaré un poco en acostumbrarme con tanta tecnología que no entiendo…

- No creo tener problemas. – Elizabeth infló el pecho. – Mientras más público, mejor; una idol necesita a demasiada gente que la apoye.

- Roman, deberías organizar habitaciones para todos, eres el encargado aquí. – Soltó un guiño Da Vinci, el doctor empezó a sudar.

- ¡O-Oye, por qué debo encargarme de eso, estoy ocupado con otros asuntos más importantes! – Reprochó el de cabellos naranjas.

- Ver a Magi-Mari no es precisamente un asunto de importancia. – Respondió Haji con voz monótona, ganándose una mirada furtiva del doctor, Rika soltó una pequeña risa.

- Tu deberías descansar, déjame hacer mis asuntos de doctor. – Ya respondió Roman con algo de vergüenza, regresando a su puesto de trabajo.

- Deberán estar agotados por lo que ya podrán ir a sus habitaciones a descansar, ya el personal se encargará de los aposentos para todos los servants aquí. – Informó Da Vinci, fue ahí que ambos recordaron.

- Espera Da Vinci-chan, ellos no son los únicos aquí. – Rika ya tenía su celular, Haji también. Tenían que sacar a los demás servants que habían capturado a lo largo de la singularidad, apretando todos los iconos, estos empezaron a salir uno a uno.

- Servant Rider, Giorgios, espero contar con usted. – Primero apareció el santo, ya después se manifestó otra figura.

- Saber, Siegfried, espero mi espada pueda servirle. – El saber también apareció, viendo para todos lados. – Parece que lo hicimos sin problemas.

- Un gusto volver a verlos, bienvenidos a Chaldea. – Presentó Haji. – Esperemos contar su ayuda en el futuro.

- Igualmente master, cuento con usted para el campo de batalla. – Agradeció Giorgios.

- Lo mismo aquí, si necesita ayuda para la batalla, llámeme. – Respondió Siegfried viendo a Rika.

- Cuento contigo Siegfried-san, mientras pueden irse, tenemos a otros servants que deben aparecer.

- Entendido. – Ambos se retiraron, Siegfried fue con Jeanne mientras Giorgios salió de la sala. Ya entonces sacaron a otros más.

- Así se siente estar regresar después de desaparecer, interesante. – Vlad se llevó la mano al mentón. – Muy bien master, espero pueda entretenerme con próximas batallas para no perder el filo.

- Berserker se ve emocionado por entrar a la acción. – Comentó D'Eon. – Le agradezco por liberarme de ese aprisionamiento, ser controlada no es algo que me guste. – Haji enarcó la ceja.

- Muy bien, y supongo que ahora eres mujer ¿no?

- Bueno, mi género es definido por quien tenga de master, así que puede decirse así. – Respondió la saber con una sonrisa.

- Lo sé master… a mi igual me confundió en un principio. – Respondió Sanson llevándose la mano a la frente. – De cualquier modo ¿Marie está aquí? Quisiera hablar con ella ahora que somos del mismo equipo.

- Es cierto, la he visto en la cocina de Chaldea, si quieren puedo llevarlos. – Respondió Da Vinci, el Assassin lo agradeció.

- ¡Un momento, yo igual voy, no confío en ese fetichista de cortar cabezas! – Exclamó Mozart, Sanson chasqueó la lengua.

- Como quieras… seguro se alegrará de verme a mí y no a ti. – Se burlaba Sanson, comenzando una discusión con el caster, D'Eon soltó un suspiro.

- Mejor los acompaño para que mi reina no se moleste… le veo después master. – Se despidió la saber yendo junto a ellos dos.

- Ustedes dos deben evitar pelear aquí para no destruir nada ¿entendido? – Mientras tanto, Rika conversaba con Carmilla y Elizabeth, ambas se dirigían miradas furtivas. – Si desean pelear, vayan a la sala de simulación y peleen todo lo que quieran, pero aquí no.

- Si master… - Exclamaron ambas de mala gana, la lancer agitó su cola, golpeando el trasero de Carmilla que se sobresaltó, Elizabeth no pudo evitar reírse, ahí Rika enarcó una ceja, viendo que fue descubierta, dejó de reír.

- Cerdita, solo no me pongas en el mismo equipo que ella y estaremos en buenos términos. – Señaló Elizabeth a la Assassin.

- Le digo lo mismo, prefiero no tener cerca a esta mocosa.

- Muy bien, tampoco lo prometo, debemos de trabajar todos juntos aquí, pueden irse. – Ambas servants soltaron bufidos antes de tomar caminos separados, iba a ser complicado que puedan trabajar juntas. – Por lo menos Lancelot no deberá causar problemas…

El Berserker estaba ahí, para su suerte, estar bajo el comando de un master causaba que pudiera estar tranquilo, Arturia se sentía un poco intranquila con su presencia.

- Sir Lancelot… dejemos atrás las peleas que tuvimos antes… ahora vamos a pelear lado a lado como en los viejos tiempos ¿entiendes? – Escuchó un pequeño rugido proveniente de la armadura, sonando como una afirmación. – Entonces… ¿estamos en buenos términos? – Para su sorpresa, vio como el Berserker levantó el pulgar, ya la saber pudo sentirse tranquila. – Me alegra… me esforzaré para volver a ser de confianza.

- … Arthur… mi rey… - Comentó el Berserker. Haji observó todo con una sonrisa.

- (Cuando llegue el saber, se llevará una sorpresa…) – El pelinegro dirigió su mirada, Fantasma estaba justo ahí. – Supongo que ya entiendes la situación.

- Muy bien master… ahora, si me disculpa, debo retirarme ya que Christine me está esperando. – Y así como apareció, se fue.

- (Si es algo raro… bien, faltan solo dos) – Y en ese momento convocó a los dos últimos servants que faltaban. La Avenger apareció, tenía un mal rostro y estaba cruzada de brazos. – Alter ¿tienes algo que decir?

- Oblígame. – Fue todo lo que dijo, se veía realmente molesta, Gilles apareció ya a su lado.

- Lamento su actitud master, mi santa no es muy sociable que digamos. – Hablaba el caster, abogando entre ambos. – Por mi parte no debe de preocuparse, cuento con usted para poder tener una digna relación de master y servant, si necesita ayuda en algo, con gusto estaré ahí para usted.

- Es bueno escuchar eso Gilles… esperemos que Jalter sea igual. – Al escuchar eso, la Avenger enarcó una ceja.

- ¿Jalter? ¿Qué clase de apodo es ese?

- Explicación rápida, Jeanne Alter igual a Jalter para acortar ¿satisfecha? – La Avenger soltó un bufido.

- Usted es mi master… aunque lo odie con todo mi ser, no puedo ir contra sus órdenes… puede llamarme como usted quiera.

- Entonces así será, trabajaremos juntos quieras o no, así que llevémonos bien. – Haji extendió su mano, Jalter mantuvo su postura sin hacer nada, dejándole al aire. – Muy bien, hasta que mejoremos nuestra relación.

- ¿Relación? ¿Cuál relación? Cuando esté libre te mataré a ti, a esa santa falsa y a todos en este sitio, si no puedo destruir Francia, al menos haré de este sitio un infierno. – Puso una sonrisa diabólica, una que desapareció al sentir un golpe en su cabeza. - ¡ouch!

- Servant mala, no debes decir esas cosas. – Haji empezó a regañarla, la Avenger no podía creer que su master le golpeó. – Supongo que necesitarás algo de disciplina, te estaré vigilando un rato. – Jalter no pudo hacer nada más que soltar un gruñido. En ese momento apareció Da Vinci.

- Chicos, he vuelto y aquí traigo sus recompensas. – Llevaba dos bolsas. – 30 Saint Quartz, felicidades por el trabajo bien hecho.

- ¡Si, dame, dame, dame! – Rika corrió hacia la caster, agarrando la bolsa y viendo su botín con emoción. – La tentación… es fuerte… debo… de resistir… ¡Voy a invocar! – Y de esa forma se fue volando la pelinaranja.

- Parece que no puede aguantar. – Haji soltó una pequeña. – Quizás igual haga unas invocaciones ¿vienen? – Preguntó a los servants en la sala, Kiyohime sujetó su brazo.

- Iré a donde usted vaya master, no me separaré para nada~ - Canturreó.

- ¿Invocar? Entonces vendrán más servants, es algo que me gustaría ver. – Jeanne juntó sus manos. – Supongo que llevará a la bruja con usted para vigilarla, debería hacer lo mismo.

- Ciertamente no puedo dejarla sola. – Pensó Haji. – Gilles, igual ven para la vigilancia.

- Como usted ordene master. – Asintió Gilles, ganándose una mirada furtiva de la Avenger.

- Gilles traidor.

- Eso me lastima mi querida santa, no he dejado de ser fiel a usted, pero tampoco puedo traicionar a mi master, además es un sueño tener a dos santas aquí. – Exclamó el caster, la ruler soltó una risa nerviosa.

- Será algo… complicado acostumbrarse.

- Rika ya debe estar en la sala, vamos.

El grupo empezó a dirigirse a la sala de invocaciones, siendo Haji, Jalter, Gilles, Jeanne, Kiyohime, Mash, Arturia y Lancelot quienes iban a ver. Ya entrando a la sala, la pelinaranja se estaba preparando para ello.

- Nii-san ¿igual vas a invocar? Supongo no te importará si voy primero.

- Para nada, será la primera vez que usaré los quartz pero puedo esperar. – Su hermana asintió, ya estaba preparada, fue entonces a apretar el botón.

- Que venga algo bueno. – Y entonces empezó, se alzó el pilar soltando un brillo dorado, ya fue entonces que se manifestó el servant. Armadura oscura, piel pálida y una espada negra como la noche.

- Servant Saber, pueden llamarme Arturia Pendragon, rey de los caballeros. – Ciertamente fue un resultado inesperado. – Así que… estoy aquí, he sido invocada.

- Rika… no estoy en posición de decirle nada, pero… ¿por qué la invocó? – Preguntó Arturia viendo a su versión alter, claramente no le gustaba para nada, ahí la Alter la vio, poniendo una sonrisa.

- ¿Acaso no te alegra mi presencia aquí? ¿O es que te hago recordar todo lo malo que has hecho? Descuida que me agradas… me agradaría cortarte la cabeza. – Arturia se puso en posición, siendo detenida por Rika.

- Muy bien, nada de peleas aquí, Alt-chan y tu podrán tener un combate de practica después. – La alter enarcó una ceja.

- ¿Alt-chan? ¿Qué clase de apodo insultante es ese?

- Explicación rápida, ya hay dos Arturias, eres una alter y no puedo llamarte de otra manera, así que serás Alt-chan. – Claramente esa explicación no la dejó satisfecha. - ¿Entendido?

- … Entendido… - Tuvo que tragarse su orgullo, aquello sacó una risa de parte de Jalter. – Y tu ¿de qué te ríes?

- Nada, solo que me siento un poco mejor de que exista alguien peor que yo. - La Saber claramente estaba enojada y deseaba hacerle daño a la Avenger.

- Por lo menos no me tratan como un perro… perra quemada. – Respondió Arturia Alter, Jalter dejó de reír y vio a la saber con recelo. Ya ambos hermanos tuvieron que meterse, así como Jeanne.

- Ya cálmense o usaremos nuestros sellos para obligarlas ¿entendido? – Ambas alters no respondieron nada, solamente se vieron a los ojos antes de soltar bufidos, Arturia Alter tuvo que irse ya que no quería seguir ahí. – Eso fue pesado… veamos quien más responde.

Rika depositó otros tres Quartz para empezar la siguiente invocación, en ese momento apareció una figura, una mujer de cabello negro largo, vestimenta algo reveladora, lo que más destacaba era la cola de mapache que tenía.

- Servant Rider, me llamo Ushiwakamaru, estaré a sus órdenes mi señor. – La Rider se arrodilló ante Rika.

- Puedes levantarte Ushi-chan. – La Rider le vio. – Bienvenida a Chaldea, estaremos contando contigo para próximas batallas, de momento puedes estar tranquila hasta que sea el momento.

- Como ordene mi señor, estaré a su lado entonces. – Y así la Rider se puso al lado de la pelinaranja.

- Bueno Rika, espero te guste tener a alguien muy devota. – Respondió Haji, la pelinaranja soltó un suspiro.

- Haré un tiro más y listo. – Con los tres Quartz, se manifestó la siguiente figura, una que Jeanne reconoció fácilmente.

- ¡Gilles! – La ruler se vio alegre de que su compañero de batalla estuviera ahí, el Gilles Saber observó a Jeanne con una sonrisa.

- Jeanne. – El saber se vio complacido de encontrar a la santa. – Me llamo Gilles de Rais, será un gusto servirle mi espada a usted master.

- Para nada Gilles-san, me alegro por ustedes, Jeanne está feliz de verte.

- Eso pude verlo… y parece que mi otra versión está aquí también. – Dirigió su vista hacia el caster.

- No se preocupe, lo respeto a usted y a su santa, de igual forma yo ya tengo a la mía. – Observó a Jalter, esta simplemente le gruñó, aún se sentía traicionada. – Bueno… será complicado volver a ganarme su confianza.

- Estamos en paz entonces. – Asintió el Gilles Saber. – Jeanne, supongo que tendrás muchas cosas de qué hablarme.

- Es verdad, master, si no le importa, quiero hablar con él. – Rika asintió, así ambos se fueron.

- ¿Vas a tirar nii-san? Quizás y tengas algo de suerte.

- Bien… aunque antes ya tenía mala suerte, veamos ahora. – El pelinegro depositó tres quartz y entonces empezó, el pilar de luz se alzó, aunque realmente no apareció ninguna figura, sino algo más. – Esto…

En medio de la sala cayó una carta, Haji se acercó a ver, esta tenía justamente el dibujo de Rin Tohsaka en una pose, Mash se acercó a observar.

- Senpai… eso…

- Aquí entro yo. – Da Vinci apareció de repente, asustando a ambos, se puso sus lentes para empezar una explicación. – Verán, eso es lo que se conoce como Craft Essence, son cartas especiales que contienen efectos mágicos aplicables a los servants, pueden usarlas para darles algún tipo de impulso o efecto que llegue a beneficiarlos al momento de una batalla.

Terminó su explicación, obviamente Haji sabía que era, pero igual se mostraba decepcionado.

- El sistema de invocación trabaja de forma muy extraña… - Pensó Mash. – Y senpai, no se preocupe, quizás no respondió un servant, pero igual es útil, puede hacer más poderosos a los servants con esas cartas.

- Es verdad… - El pelinegro sujetó la carta, en ese momento su celular reaccionó, lo sacó y abrió, fue ahí que la carta se hizo polvo y empezó a entrar justo a la pantalla del celular.

"Craft Essence adquirida"

Se mostró ese mensaje en la pantalla, la carta fue absorbida por la aplicación y se abrió un menú nuevo llamado "Craft Essences", el pelinegro lo abrió, observando justamente el icono de la carta que obtuvo.

- Muy interesante, esa aplicación tiene muchas cosas escondidas. – Pensó Da Vinci. – Bueno, mi trabajo aquí terminó y tengo muchas cosas por hacer en mi taller, chao~ - Se despidió la caster, saliendo de la sala.

- Bueno nii-san, parece que la suerte no estuvo de tu lado. – Se burló la pelinaranja, Haji obviamente no iba a quedarse así, intentaría otro tiro.

- (Esta vez debe salir algo) – Pensó, ya entonces que el pilar se alzó, finalmente se pudo ver una figura, y fue una de las más inesperadas que pudieron haberse imaginado, hubo alguien en especial quien reaccionó, Arturia puso un rostro de pánico que jamás se pudo creer que podría expresar. Cabello rubio, envuelto en una armadura dorada, un rostro que expresaba autoridad hacia los más débiles, un servant totalmente singular por su modo de actuar.

- Felicitaciones master por invocarme, el gran rey de los héroes, Gilgamesh ha respondido a su llamado. – Su voz incluso expresaba autoridad, el servant más inesperado que pudiera haber obtenido, Haji ciertamente se mostraba asombrado. – Veo que mi presencia lo ha dejado sin palabras y hay un grupo aquí para recibirme, aunque solo veo a puros mestizos. – Fue ahí que observó a cierta figura, esbozando una sonrisa. – Un gusto volverte a verte Saber.

- ¡Master! – Arturia corrió directo hacia Haji, sujetándolo del cuello y agitándolo. - ¡Por qué, por qué de todas las personas debió invocarlo a él, por qué!

La saber se mostraba muy desesperada, siendo como Gilgamesh intentó controlarla en el pasado y diciendo cosas de hacerla su esposa, recuerdos muy agrios para la saber. El Archer soltó una risa divertida por la reacción de la rubia.

- No hay necesidad de que te preocupes Saber, todo eso quedó en el pasado y ahora estamos bajo el mando del mismo master, así que espero podamos pelear codo a codo. – Inesperadamente Gilgamesh se mostraba amable, Arturia se sentía muy desconfiada por el Archer, no podía olvidarlo.

- Saber, Gilgamesh no es el mismo, por más que tengan leves recuerdos de esa guerra, puedes ver que no intentará ir tras tu persona como antes.

- Justamente como dice el master, dejemos atrás todo el rencor y empecemos de nuevo. – Extendió su mano, la saber seguía con la guardia alta, intercalando miradas, con algo de temor, aceptó el apretón del Archer. – Un gusto trabajar juntos.

- Igualmente…

- Excelente, ahora, si me disculpan, debo preparar una sala digna de mi persona en este sitio y buscar el vino más fino que pueda encontrarse, nos vemos. – Y así Gilgamesh salió de la sala, ya en ese momento Arturia pudo relajarse.

- Finalmente se fue… Sir Lancelot, puedes estar calmado. – El Berserker se mantuvo en posición de pelea en todo momento, ya al escuchar la orden de su rey, se calmó. – Master… le recomiendo que no se relaje demasiado en presencia de él, no sabe cuándo puede apuñalarlo por la espalda.

- Tu deberías calmarte Saber, estás demasiado tensa por su llegada, te aseguro que no causará problemas mientras esté aquí, y eso va para todos los presentes, cualquier problema, arréglenlo en la sala de simulaciones con una batalla de práctica, nada de peleas a muerte.

- No sé si decir que es demasiado ingenuo… - Arturia soltó un suspiro. – Intentaré no estar a solas con él. – Con eso terminó las invocaciones, ya todos salieron para acomodarse, tenían cosas que hacer.

- (… Je, me cayó bien ese tipo) – Pensó Jalter al ver cómo había asustado a Arturia.


El comedor de Chaldea se encuentra ubicado justo en medio de la facilidad, una sala grande llena de mesas que una vez estuvo diseñado para servir a la gran cantidad de trabajadores y masters que trabajan ahí, una vez ocurrió el desastre y la población de trabajadores bajó, el sitio empezó a sentirse vacío, algo que cambio con la llegada de varios servants, de ese modo el sitio volvió a obtener vida.

- Gracias por la ayuda. – El chef, encargado de realizar toda la comida para los trabajadores estaba ahí, preparando distintos platillos con la ayuda de dos servants en específico, Emiya y Marie. – No puedo agradecerles por la ayuda, no iba a poder con esto yo solo.

- No se preocupes Monsieur chef, he aprendido un poco más de la cocina americana gracias a usted. – Agradeció la Rider. – Archer también ha ayudado bastante, realmente es bueno cocinando.

- Solo hago esto porque no tienen más ayuda, y precisamente alimentar a tantos servants no es sencillo. – Expresó el Archer. En ese momento llegaron ambos hermanos. – Master, puede sentarse mientras, la comida estará lista.

- Entendido, tengo hambre. – Levantó el pulgar en aprobación, las mesas estaban ocupadas ya por varios servants que se sentaban en respectivos grupos, en el juego jamás se llega a observar mucho sobre las interacciones que hay, incluso todo queda relegado a lo poco que se observa en ciertas escenas de eventos e interludios, no se sabe a ciencia cierta cómo es la vida en Chaldea cuando no hay una misión, ahora ambos hermanos estaban presenciándolo, como socializan entre ellos, se relajan, algunos ríen y se divierten, era mucho mejor de lo que habían pensado.

- Esto era lo que esperábamos ¿no es así nii-san? – Preguntó Rika, su hermano asintió.

- Ni que lo digas, ya incluso creo sentir envidia, aunque nadie sepa de nuestra posición. – Sonrió el pelinegro, Mash estaba en la misma mesa con ellos.

- Esto es lo que se llama una escena familiar ¿no? – Preguntó la pelimorada, ambos masters sonrieron.

- La familia está creciendo, y faltan más por venir. – Respondió Rika.

- Esto está lejos de terminar, pero seguro podremos conseguirlo. – Comentó Haji. Ya en ese momento los platos empezaron a ser servidos.

- ¡Espero hayas hecho una comida digna de mi persona, Faker! – gritó Gilgamesh, causando que Emiya soltara un gruñido, y obviamente algunas risas no se hicieron esperar.

La comida hecha por Emiya siempre es deliciosa, teniendo tantos ingredientes en Chaldea, surgieron todo tipo de deliciosos platillos que había de donde escoger.

- Estas bandejas van para esas tres. – Emiya cargó tres bandejas llenas de pura carne y demás, siendo dirigidas a las tres Arturias. – No se lo gasten que después no habrá…

- Quiero otra. – Arturia Alter ya había terminado su parte, cosa que sorprendió al Archer. - ¿Qué? Necesito mucha energía y admito que fue delicioso, más de lo que pensé.

- … No intentes compararme con ella. – Arturia había escondido su rostro al sentir que Archer la estaba comparando por cuanto comían, Lily soltó una pequeña risa.

- No hay necesidad de avergonzarse, aprecio toda esta comida y me encanta, eres muy buen cocinero. – Emiya puso una pequeña sonrisa al escuchar su agradecimiento para después retirarse.

Mientras los tres Cu disfrutaban de su cerveza, Vlad y Gilgamesh compartían unas copas de vino, para su suerte había en el almacén.

- No hay nada como disfrutar una buena copa de vino tinto. – Comentó el Berserker, chocando copa con el Archer. – Pocas personas aprecian el gusto que deja en la boca.

- Así como mantener los modales, entre tanto mestizo, es bueno encontrar gente educada. – Sonrió el rubio. – Presiento que tendremos buenas conversaciones de ahora en adelante.

- Eso es seguro, ahora disfrutemos. – Ambos empezaron a tomar.

- Aquí tienes. – Mozart observaba con emoción como un pedazo de pastel estaba frente a él, Marie se lo había dejado.

- María… ¿realmente es para mí? ¿No es para nadie más?

- ¿Hasta cuándo dejarás de preguntar? Si no lo quieres, se lo daré a otro. – Le reprochó la Rider, Mozart dejó de fastidiar, agarrando el tenedor para probarlo, una vez empezó a sentir el sabor, empezó a flotar.

- Esto es delicioso, realmente te superaste María, simplemente exquisito. – La Rider sonrió al verlo feliz.

- Perfecto… porque es todo lo que tendrás, Sanson y D'Eon también tienen sus pedazos. – Señaló a la saber y Assassin que igual comían pastel. – Ya no hay más.

- Bueno… igual es algo que solo debe disfrutarse de vez en cuando, y que le hayas puesto todo tu esfuerzo y sudor salpicado lo hace más especial y le da un mejor sabor. – Sonrió el caster, en ese momento Marie le quitó el plato. - ¿Eh?

- Por ese comentario ya no tendrás pastel. – Se terminó retirando, Mozart gritaba porque volviera mientras soltaba lagrimones.

- Vamos mi querida santa, come. – Gilles Caster estaba en la misma mesa con Jalter, aunque esta se rehusaba a comer, solamente se mantenía de brazos cruzados. – Admito que es delicioso, debes probarlo.

- ¿Por qué querría comer algo hecho por el enemigo? Además, no me hables, me traicionaste por ese niño que dice ser nuestro master. – El Gilles Caster soltó un suspiro.

- Mi querida Jeanne, entiendo que estés molesta, estar bajo la influencia de un humano indefenso y que tenga más poder que tu no es nada lindo, si quisiera, pudiera acabar con todos aquí, pero ese sello de comando en su brazo evita que pueda moverme, de igual forma he llegado a comprender que no se está nada mal aquí, quizás haber intentado destruir Francia fue mi sueño… nuestro sueño, pero ahora estamos en un lugar distinto, podemos empezar nuevamente, los dos. Jamás dejaré de ser fiel a ti, eso puedo asegurarlo, siempre serás mi querida santa, mi objeto de adoración y haría todo por ti, incluso si eso significa luchar contra dios mismo, pero la situación es distinta, debemos aprender a vivir con esto… no te digo que lo aceptes a la primera, dale tiempo a nuestro master, quizás te lleves una sorpresa.

Jalter no cambió su expresión en ningún momento, seguía bastante enojada por la situación, a pesar de ello, y aunque no quería hacerlo, agarró el tenedor y clavó directamente a la carne, empezando a comer, aquello alegró al caster que se vio complacido.

- … Sabe a mierda… que digo, es la peor comida que he tenido desde que me creaste… - A pesar de lo que decía, continuaba comiendo, Gilles sonrió al verla, como si de un padre orgulloso se tratara.

Haji también vio la situación, iba a ser complicado que alguien como Jalter pudiera abrirse al resto, pero no importa cuánto tiempo tome, ya llegaría ese momento.

- Master~ - Kiyohime estaba alimentándolo en ese momento, por más que el pelinegro se negara, la Berserker no iba a irse, por lo que se rindió, abrió la boca para que la cuchara entrara. – Delicioso ¿verdad?

- Si Kiyohime, gracias por darme de comer. – Respondía de forma monótona, igual Kiyohime se encontraba feliz con la situación.

- Nii-san, deberías ser más agradecido con tu nueva novia, tanto que se esfuerza para darte de comer. – Empezó a burlarse Rika, al escuchar la palabra "novia", Kiyohime empezó a brillar.

- Novia… - La Berserker no pudo evitar imaginarse una boda, con ella llevando un kimono y viendo a Haji a su lado, vistiendo todo elegante, con Roman haciendo de sacerdote para casarlos. – Kyah~ master, es muy pronto para casarnos.

- Rika, no digas mentiras. – Le miró con molestia, la pelinaranja empezó a reír. – Podría decir lo mismo de tu sombra, no te abandona para nada. – A lo que Haji se refería era que Ushiwakamaru estaba justo a su lado, como si de un guardaespaldas se tratara.

- … Ushi-san, no hay necesidad de que estés ahí, puedes sentarte y comer.

- Lo lamento mi señor, si mi presencia le molesta demasiado, entonces yo…

- No digo que seas una molestia. – Le interrumpió Rika. – Deberías relajarte y comer con el resto, entiendo que seas alguien muy dedicada puesto tu historia, pero ahora no estamos en una pelea, puedes soltarte un poco y hablar con los demás, no te veas como un guardián para mí, sino como una compañera, una familia para mí y todos.

- Familia… - La Rider bajó la mirada. – Entiendo… si es lo que mi señor dice, lo intentaré. – Rika sonrió, en ese momento empezó a acariciar su cabello. - ¿Wuah?

- Te sorprendí ¿no? – Rika sonrió, divertida por la expresión de la tengu. – Vamos a comer todos juntos ¿bien?

- … Si, gracias mi señor. – Finalmente Ushi logró sonreír, sentándose para comer, la Rider empezó a disfrutar de la comida. El almuerzo fue bastante tranquilo, estar al cuidado de tantos servants no es claramente sencillo, ambos hermanos ya hablarían con la mayoría para formar lazos, tenían algo de tiempo antes de poder acudir a la siguiente misión y había cosas que deseaban realizar.


Volvemos con la paz y tranquilidad en Chaldea, llegaron nuevos servants, algunos esperados, y la verdad que Gilgamesh no le cayó para nada a Saber jaja, bueno, los próximos caps veremos algunas de las aventuras que se realizan dentro de Chaldea ya con más servants, algo de social link entre ellos y los masters, espérenlo. Saludos.