Harry Potter pertenece a J.K. Rowling.

Solo nos pertenecen los OC.

La Pirata de los Cielos

Cuando le rogaron hace ya casi sesenta años a Albus Dumbledore, que le parara los pies a Gellert Grindelwald (sin nadie saber que Dumbledore no solo fue el amante de Gellert, sino que llegó a estar de acuerdo con sus palabras), él solo lo hizo, por la gran cantidad de muertes innecesarias, que el ejército de Grindelwald estaba dejando tras de sí.

Luego de un extenso combate, Albus ganó la varita de Saúco, una enorme reputación, así como los puestos de Jefe del Wizengamot (la Cámara de los Lores mágica), director en jefe de la Comunidad Internacional de Magos e incluso terminó siendo el director del colegio Hogwarts de magia y hechicería.

A Albus le gustó mucho la sensación de poder. Pero el temor de llegar a pensar que tarde o temprano, otro Mago Oscuro, podría surgir, además del trauma de haber presenciado tantos asesinatos y la casi extinción de tantos linajes antiguos, llevó a Dumbledore a tener grabado a fuego en su mente, el fundar un grupo de respuesta, ante cualquier otra posible aparición de un Lord Oscuro.

Y cuando ese nuevo Lord Oscuro, se manifestó como su antiguo alumno (no es como si esto último, fuera de conocimiento popular), quien se hizo llamar Lord Voldemort y su ejército: "Los Mortífagos", entonces decidió que valía la pena el salvar a tantos linajes antiguos, como le fuera posible y fundó la Orden del Fénix, con alumnos que llegaron a idolatrarlo.

Pero aquella que fue llamada: La Guerra Oscura, no se ganó por el arduo trabajo de la así llamada "Orden del Fénix" (quienes tenían la política de no matar), sino con base en una Profecía, que obsesionaría a Dumbledore:

Aquél que tiene el poder para vencer al Señor Oscuro se acerca.

Nacido de quienes lo han desafiado tres veces, cuando el séptimo mes finalice...

Y el Señor Oscuro lo verá como su igual, pero él tendrá un poder que el Señor Oscuro no conoce... Y uno de los dos tendrá que morir, pues ninguno sobrevivirá, mientras el otro esté vivo.

Esto obsesionó a Dumbledore: La posibilidad de guiar a la próxima generación, lo llevó a ignorar algo fundamental para cualquier profecía, aunque esta vez, la profecía no siguió sus propias directrices: "Toda profecía que involucre a más de una persona, debe de contener una contraparte."

Pero la profecía no seguía su propia directriz de ninguna manera.

Sino que dio paso a una profecía distinta, que nada tendría que ver con Voldemort, pudiendo derrotar a aquél que estaba por nacer; sino algo MUY extraño y casi antinatural:

La princesa está por nacer, al final del séptimo mes, desplazando a la balanza y entrando la casa de Escorpio.

La alianza del Escorpión y la Serpiente, un nuevo mañana traerán para los piratas celestiales, pues su hogar un lugar lejano es.

Pero Dumbledore jamás supo sobre esta nueva y misteriosa profecía, ni lo que desencadenaría.

De haberlo sabido, él seguramente hubiera permitido que las cosas siguieran un curso más bien natural, en lugar de forzarlo todo.

El hogar de los Potter, miembros muy queridos de la Orden del Fénix, fue atacado, por el mismísimo líder de los Mortífagos: Lord Voldemort, el cual conocía solo una parte de la profecía original. Los padres: James y Lily, dejados fuera de combate y él atacó a los niños, solo para que estos usarán di magia o mejor dicho: La hermana mayor, usara su magia y eliminara a Voldemort.

Dumbledore llegó, encontró a los padres vivos y ordenó a algunos miembros de la Orden del Fénix, dejarlos en un lugar seguro, mientras que su fiel sirviente y guardián de los terrenos de Hogwarts: Rubeus Hagrid, se llevaba temporalmente a los niños a su cabaña, mientras que Dumbledore reflexionaba sobre todo lo acontecido, decidiendo que el hermano menor: Alex era sobre aquél en quién recaía la Profecía y ordenaba que la niña, fuera llevada (por Hagrid) a casa de su tía materna: Petunia.

El comienzo del fin para Albus Dumbledore, acababa de comenzar y fue su culpa.