Bien, hola a quienquiera que lea esto.
Quiero agradecer especialmente a jean d'arc, W. M King y Luna por sus maravillosos comentarios, que me alegran el día solo con leerlos. Y hablando de dichos comentarios:
Jean d'arc: me alegro que el Catulo te pareciera excelente, y es bueno saber que tuve un cierto éxito en retratar la gran variación de culturas y clanes que conforman el Pueblo Libre. Y me alegro que te gustara esa muestra de la preocupación de Jon por las dos pelirrojas.
W. M King: me alegro que te gustara el capítulo, y aquí algunas de las reacciones que habrán por el cruce del Muro.
Luna: si, Jon cuidando a las dos pelirrojas es algo lindo de leer siempre. A mí me encanta escribir escenas al respecto.
Quiero dar también las gracias a quienes siguen la historia o la tienen entre sus favoritos.
Sin más que decir, vamos a lo que nos importa.
Disclaimer: todo lo que puedan reconocer pertenece a G.R.R. Martín. Yo solo lo uso para entretenerme y tratar de entretener a otros.
Wyman
"¿Qué opinas de esto, primo?" inquirió el señor de Puerto Blanco al Comandante de su guarnición, al tiempo que le pasaba un pergamino pequeño.
Marlon Manderly tomó el pergamino con confusión y empezó a leerlo. Aunque su primo era bueno ocultando sus emociones, Wyman pudo ver a la perfección todas ellas en sus ojos. Primero vino la incredulidad, luego la rabia, pero fue la última la que en verdad le importó. Era sorpresa.
Marlon alzó la cabeza "¿Confías en quién te ha mandado esto?" preguntó.
"No confío en nadie" dijo Wyman.
"Haces bien" le increpó Marlon "Jon Nieve se ha convertido en Rey-más-allá-del-Muro y lo ha cruzado con una hueste de más de cien millares de salvajes. Tiene gigantes y cambiapieles luchando por él" releyó el Comandante de la Guarnición de Puerto Blanco. Soltó una risa seca antes de continuar "Esto es una locura primo. Simplemente es imposible"
Esa era una reacción muy similar a la que había tenido Wyman cuando leyó el mensaje por primera vez.
"Tal vez lo sea" reconoció Wyman "Pero tal vez no"
"Nunca te tomé por un hombre que vive de la fantasía, Wyman" le dijo Marlon con el ceño fruncido "Lo único que podría ser cierto sobre esto es que algunos salvajes han cruzado el Muro, quizás unos pocos miles. No sería una sorpresa dado la escasez de hombres que sufre la Guardia de la Noche. Pero cien mil…." Marlon sacudió la cabeza con incredulidad "Y lo otro….. lo de los gigantes y los cambiapieles. Esos son cuentos, Wyman. Solo son cuentos. No pueden ser ciertos"
Wyman miró a Marlon en silencio, mientras pensaba que una pequeña parte de su primo estaba tratando de convencerse a sí mismo más que a él.
"¿Qué opinas de lo de Jon Nieve?" le preguntó esta vez a Marlon. Esa era la parte que le parecía más importante.
"Como en la cuestión anterior, me parece bastante improbable" dijo Marlon "Nunca he conocido a ese chico, pero he escuchado por muchas bocas, la de tu heredero entre ellas, que se parece mucho a su padre. Si eso es cierto cumplirá con su deber, y su deber es para con la Guardia de la Noche. No creo que los traicionara para unirse a los salvajes" la voz de Marlon era firme. Estaba claro que creía en verdad lo que decía.
"Quizás" se limitó a decir Wyman "¿Pero qué pasaría si logró, de alguna manera, conseguir que algunos salvajes lo siguieran?¿Qué pasaría si se hubiera enterado de la Boda Roja y hubiera cruzado a los salvajes para vengarse de los Bolton?"
Wyman no logró evitar que la bilis subiera por su garganta mientras intentaba no gritar de rabia e impotencia. En esa maldita boda muchos hombres Manderly habían perdido la vida, su amado hijo Wendel entre ellos. Su otro hijo había sido hecho prisionero, y mientras siguiera siéndolo no tendría más opción que fingir creer la mierda que esas comadrejas Frey que habían venido a su ciudad contaban, y encima estar satisfecho con ellos. Su único consuelo era que, al menos por el momento, no habría ningún matrimonio entre una de esas comadrejas y su nieta.
Salvajes cruzando el Muro. No era una noticia que invitara a la alegría. Como todo norteño, Wyman desconfiaba por naturaleza de los salvajes. Pero si tuviera que elegir entre ellos y los Bolton, la decisión era clara.
"¿Cómo podría Jon Nieve enterarse del asesinato de su hermano? Lo último que supimos fue que había desaparecido al norte del Muro" la voz de su primo sonó como si le estuviera hablando desde lejos.
Sí. Esa era la pregunta que no tenía respuesta. ¿Cómo?
Kevan
Se encontraba sentado en un pequeño salón de la Roca. Enfrente de él su hija Janei daba unos pasos temblorosos, mientras su esposa la sujetaba de la mano y la alentaba. No pudo evitar la sonrisa que surgió en su rostro, al tiempo que su pecho se llenaba de una sensación que sabía que era orgullo.
Entonces se escuchó a alguien llamando a la puerta "Adelante" dijo.
Un sirviente de cabello canoso entró y dio una reverencia antes de hablar "Mi señor, Ser Damion pide que se presente en su solar. Dijo que es urgente"
"¿Por qué motivo?" cuestionó con el ceño fruncido.
"Hay un mensaje, mi señor. Ser Damion cree que debéis estar al tanto de su contenido" le dijo el sirviente, mientras bajaba la mirada.
Kevan consideró por un momento si debería ir o no. No tenía ningún interés en mensajes que no estuvieran dirigidos expresamente a él. Pero por otro lado su primo Damion era el castellano de la Roca, y rehusarse a ir daría lugar a murmullos sobre desafío o resentimiento entre ambos; y aunque los rumores no le importaban, sabía que su negativa también sería vista como un insulto a su primo. Kevan no deseaba minar la posición de castellano de su primo, por lo que accedió a ir.
Poco tiempo después estaba en el solar de Damion; tras los saludos, su primo le entregó una carta abierta. Kevan notó que el sello roto mostraba el venado y el león del rey.
Extendió la carta y empezó a leer, y su ceño se frunció más con cada párrafo escrito con una letra de trazos finos y elegantes. La carta estaba firmada por el Gran Maestre.
"¿Me llamaste solo para esto?" le espetó a su primo, mientras la molestia teñía sus palabras.
"Pensé que te interesaría" Damion se encogió de hombros "Si esto es cierto…."
"Si lo es" Kevan le aseguró "Pycelle es un sapo, pero no enviaría un mensaje como éste sin estar seguro." Kevan soltó la carta, que cayó sobre el escritorio sin hacer ruido "Pero no es asunto mío"
"Pero….." Damion intentó de nuevo.
"La Reina Regente" lo interrumpió Kevan, tratando en vano de que la burla no se filtrara a su voz "es la que debe decidir el curso de acción ante este nuevo ataque a los Siete Reinos. Tú, Damion, debes preocuparte por el mantenimiento de la Roca. Y si la Casa Lannister debe realizar alguna acción militar, el que debe estar a cargo es Daven. Él es el Guardián del Occidente" tras esas palabras se despidió y salió del solar a paso firme.
Intentó olvidar el contenido de la carta pero no pudo.
Un ejército de salvajes había cruzado el Muro, dirigidos por un hombre que clamaba ser el bastardo de Ned Stark. Si en verdad lo era, la amenaza a los Bolton, que eran sus aliados, era mucho mayor. No había una sola casa del Norte que no hubiera perdido hombres o parientes en la matanza que ocurrió en los Gemelos, y sin duda muchos correrían a congregarse bajo el estandarte de un hijo de Stark si les ofrecía venganza, bastardo o no. Y con Jon Nieve habiendo vivido durante la mayor parte de su vida en Invernalia, conocería la fortaleza mucho mejor que los Bolton, lo que sin duda sería un factor importante si intentar tomar el antiguo hogar de la Casa Stark.
Y si los números que había escrito Pycelle eran ciertos, tendría muchas probabilidades de tomarlo, junto con el Norte. Si Cersei tuviera una pizca de sentido común enviaría un ejército hacia el Norte con rapidez para apoyar a los Bolton.
Aunque, si las noticias que llegaban sobre la forma en que Cersei trataba con la Fe y el Banco de Hierro eran ciertas, el sentido común no figuraba entre las virtudes de la hija de Tywin.
Jon
Era más allá del mediodía cuando Jon vislumbró el otro lado del Muro; la vista del Castillo Negro no era algo desconocido para él, que había visto y vivido por lunas dentro de sus límites, montando guardia en el Muro que estaba detrás de él y a cuya sombra se alzaban los establos, barracones, torres y bodegas que formaban el Castillo Negro.
La última vez que Jon había estado allí había sido un hermano de la Guardia, listo para ir al norte del Muro y pelear contra salvajes, muertos y lo que sea que estuviera esperando en esas tierras heladas. Nunca se había sentido más importante que cuando cruzó las puertas hacia el norte, acompañado por 300 de sus hermanos. Y ahora, un año más tarde, la mayoría de esos 300 hombres estaban muertos, convertidos en títeres con ojos azules de la más grande amenaza a los Reinos de los Hombres que alguna vez haya existido. Los salvajes se habían convertido en el Pueblo Libre y el Pueblo Libre se había convertido en su pueblo. Y el mismo, Jon Nieve, se había convertido en Jon Stark, legítimo señor de Invernalia, Rey en el Norte y Rey-más-allá-del-Muro.
Jamás hubiera creído que las cosas cambiarían tanto, pero así era.
Se forzó a sí mismo a volver a la realidad, y lo hizo a tiempo de ver como varios pequeños grupos de hermanos negros lo miraban, encaramados a la escalera que llevaba a la cima del Muro o desde la entrada de la herrería y los almacenes. Y parado a la puerta del comedor, junto a un hombre calvo y con cara de sapo al que nunca antes había visto, estaba Ser Alliser Thorne.
Jon nunca había visto a un hombre con tanto odio como ése; Ser Alliser lo miraba como si fuera el peor enemigo que alguna vez hubiera visto, como si fuera el ser más despreciable que alguna vez hubiera pisado Poniente, como si su sola existencia fuera un insulto en toda regla hacia él. Ser Alliser estaba tan enojado que sus manos le temblaban, y su ceño fruncido era tan pronunciado que hasta el Maestre Aemon lo habría visto. Pero lo más destacable eran los ojos del caballero; eran dos pozos negros como el ónice y tan llenos de odio e ira que parecían a punto de desbordarse. Por un momento Jon estuvo dispuesto a jurar que Thorne echaría mano a la espada que llevaba al cinturón y cargaría contra él con un aullido de rabia, para satisfacer un deseo irrefrenable de matarlo, de sacarle el corazón y hacérselo tragar, de sacarle las tripas y usarlas como soga para estrangularlo.
La mano de Jon se movió de manera inconsciente hacia la espada que había visto Catelyn el día anterior; quizás no fuera acero valyrio, pero serviría para defenderse de Thorne.
Por un momento él y Thorne, y los hombres que los rodeaban, se tambalearon en el borde del abismo. Al siguiente Thorne simplemente giró y volvió al comedor. El hombre al lado de él le dirigió a Jon una mirada de desprecio y superioridad antes de ir tras Ser Alliser, con las papadas temblando bajo su mandíbula.
"Formen y vámonos; no tenemos nada más que hacer aquí" dijo, hablando con sus guerreros. De inmediato formaron en una fila doble y lo siguieron mientras él y el resto de los hombres a caballo instaban a sus monturas a avanzar.
Jon se había asegurado de dejar órdenes explicitas para los reclutas que pasarían primero; debían guiar al resto del Pueblo Libre a una distancia considerable del Castillo Negro para que se asentaran ahí momentáneamente. Habían hecho bien su trabajo, y Jon cabalgó a paso lento durante un cuarto de milla al oeste del Castillo Negro antes de llegar con el resto del Pueblo Libre.
"¡Ahí viene!"
"¡Es él!"
"¡Es Jon!"
"¡El rey Jon!"
Las voces empezaron a escucharse cuando se aceró al campamento. Hombres y mujeres se detenían para verlo pasar, y muchos lo saludaban a gritos. Jon detuvo su caballo y se vio rodeado de una multitud de personas que lo saludaban; alzó las manos para pedir silencio y la multitud se calmó casi al instante. Jon aún no se acostumbraba del todo a que el Pueblo Libre, que por lo general era bullicioso, guardara silencio para escucharlo.
"Antes que nada, les doy las gracias y los felicito por haber cruzado el Muro sin buscar peleas con la Guardia; sé que para muchos ha sido difícil, pero que se mantuvieran firmes y no intentaran pelear contra ellos ha sido lo correcto. Y nos ha traído algo que nunca hemos tenido: una tierra propia" ante esto algunos empezaron a mirarse confundidos "Todas las tierras que ven, todas las que están a 50 leguas al sur del Muro son nuestras, para hacer con ellas lo que queramos" ante eso las miradas cambiaron de confusión a alegría, y varios empezaron a hacer preguntas, gritando para hacerse oír. Jon los dejó seguir unos momentos antes de alzar las manos y calmarlos "Descansen bien este día: coman, beban y festejen si ese es su deseo. Mañana empezaremos a sacar provecho de esta tierra que ahora es nuestra" ante esto las personas empezaron a dispersarse. Jon los dejó irse, sabiendo que probablemente dedicarían el resto del día a descansar y empezar a planear sobre lo que harían con el Agasajo. Luego de eso continuó el camino hacia el centro del campamento, donde estaría su tienda.
Efectivamente, en el centro del campamento se alzaba su tienda, la más grande de todas. Cuando bajo de su caballo se tambaleó ligeramente. Fue entonces que Jon se dio cuenta de lo cansado que estaba; sus ojos estaban enrojecidos, su cabeza se sentía embotada y un bostezo estaba luchando por salir de su boca. Entregó su caballo a uno de los hombres que venían tras de él y los despidió a todos antes de encaminarse a la tienda, esperando encontrar a Catelyn y a Ygritte. Y ansiando mucho su cama y unas pocas horas de sueño.
Catelyn
No pudo evitar sentirse un poco preocupada cuando Jon entró en la tienda, caminando como si estuviera ebrio, aunque era claro que la causa de su andar no era la bebida, sino la falta de sueño.
"Hola" hasta la voz de Jon delataba su cansancio. Lo vio recorrer la habitación con la mirada con rapidez antes de fruncir un poco el ceño "¿Dónde está Ygritte?"
"Fue con Val; dijeron que caminarían un poco" ciertamente sería poco lo que caminarían, o al menos Ygritte, que estaba sufriendo uno de los cambios más comunes producidos por los embarazos: pies hinchados "Están bien acompañadas, no te preocupes" añadió al ver que Jon como la mirada de Jon cambiaba.
"Quizás debería ir por ellas. Quizás también debería revisar que las defensas y los centinelas del campamento se establezcan. Quizás debería…." Catelyn ya había escuchado suficiente.
"Irte a dormir. Deberías irte a dormir, Jon" lo interrumpió, con gentileza pero con firmeza "Un thennita vino poco antes que tú, informando que, de acuerdo a tus órdenes, Styr estaba dejando a sus hombres como centinelas, al igual que Tormund y Morna Máscara Blanca. Y Devyn Desollafocas y Kyura se están encargando de establecer las empalizadas" le comentó todo para hacerle saber que todo seguía su curso normal.
"Pero aun así….." Jon inició la protesta con voz débil.
"No. No hay pero que valga" lo cortó ella de raíz "El campamento está a salvo, Jon, y no le pasará nada porque duermas unas horas. Necesitas dormir; así de cansado no eres de utilidad para nadie" Le puso una mano en el hombro y Jon inclinó la cabeza hacia un lado para tocar el dorso con su mejilla. Catelyn sintió el rastrojo negro de la barba de Jon contra su mano, y no puedo evitar encontrar muy agradable la sensación contra su mano desnuda "Por favor, Jon. Duerme" le pidió, mirándolo directo a los ojos.
Él la miró por unos segundos en silencio antes de acceder. Ella lo acompañó y vio mientras se quitaba las botas. Estaba dormido antes de que su cabeza tocara la cama.
Y así seguía cuando Ygritte llegó, más tarde "¿Estaba muy cansado cuando llegó?" preguntó, señalando hacia el cuerpo dormido de Jon.
"Me asombra que haya sido capaz de llegar aquí por sí mismo. Pregunto por ti cuando vio que no estabas aquí" informó Catelyn "¿Qué tal esta todo ahí afuera?" le preguntó a la otra mujer.
"Muy alegre; algunos ya han empezado a beber, otros a follar, y otros a ambas cosas" dijo Ygritte en tono simple "Todo mundo está asombrado; hay tanta hierba y verdor…..nunca habían visto nada como esto" dijo Ygritte, alzando ambos brazos, sin duda abarcando toda la tierra que estaba ahora en manos del Pueblo Libre.
"Es natural estar impresionado cuando se ve algo nuevo; yo me impresioné cuando llegue al norte del Muro. Imagino que están hablando bien de Jon ¿no?" Catelyn cuestionó.
"¿Hablando bien? Prácticamente lo están adorando" le confió Ygritte. Se sentó antes de seguir "Todo mundo hablaba bien de Jon cuando volvió de derrotar a Baratheon: el Lobo Blanco, que asesinaba hombres vestidos con acero con su sola mirada, tan feroz como su lobo huargo, más astuto que Bael el Bardo y un guerrero sin par. Ahora hablan de Jon, el Gran Lobo Blanco, capaz de convencer a los cuervos con sus palabras, capaz de forzarlos a abrir sus puertas con sus gruñidos y asustarlos para que no intenten nada contra nosotros. El-Rey-que-venció-el-Muro, lo llaman" concluyó.
Catelyn no estaba sorprendida de lo que escuchaba. Dudaba que alguien antes de Jon hubiera logrado tanto para el Pueblo Libre. Había obtenido para ellos una paz con la Guardia de la Noche, había hecho que cruzaran el Muro y les había dado una tierra amplia y fértil al otro lado de él.
Catelyn fue distraída de sus pensamientos por Ygritte, que había cambiado de tema. Al poco tiempo ambas estaban sentadas, con una taza entre las manos mientras hablaban.
Ygritte
Este era el primer amanecer que ella veía desde el sur del Muro. Jon, junto a ella, le rodeó los hombros con un brazo y le dio un beso en la mejilla. No hacían falta las palabras; ambos sabían lo que pensaba el otro. Estuvieron viendo el sol alzarse durante un tiempo antes de que él enviara algunos reclutas para buscar a una serie de personas.
Una hora más tarde ambos estaban en su tienda, junto con Catelyn, Glover, Mormont, y una docena más de caudillos, entre ellos Tormund Matagigantes, Morna Máscara Blanca, Harma Cabeza de Perro y su hermano Halleck, Styr y su hijo Sigorn. La última en llegar fue Val.
"¿Lo tienes?" le preguntó Jon a Galbart. El señor simplemente asintió antes de sacar algo debajo de su capa. Era un rollo de piel de oveja, que extendió sobre el piso, dejando ver un mapa de un territorio. Había varias líneas y que lo cruzaban de arriba abajo o de izquierda a derecha, y muchos pequeños dibujos con palabras escritas debajo de ellos.
"Pido disculpas si el mapa no es el mejor, Su Alteza; fue dibujado por Lain, el mejor de mis hombres en torno a estas cuestiones" explicó Glover.
"Servirá. Hasta que podamos encontrar algo más exacto, nos arreglaremos con lo que podamos" tras decir esto metió una mano en el bolsillo de su capa y sacó un puñado de fichas cuadradas de madera. Unas tenían dibujado un lobo, otras un hombre vuelto del revés, otras tenían lo que parecía un pulpo, como los que dibujaban las tribus de la Costa Helada. No eran buenos dibujos, pero a Ygritte no le importaba "Empecemos por lo más sencillo; los Hijos del Hierro" al decir esto miró a La Osa "Dijiste que se habían apoderado de Foso Cailin, Bosquespeso, la Ciudadela de Torrhen y la mayor parte de la Costa Pedregosa y Punta Dragón Marino ¿verdad?" la mujer mayor le asintió en silencio, y Jon se agachó y colocó varias fichas de pulpos en la parte izquierda del mapa, junto a dos de los dibujos y un terreno bastante amplio en la costa, entre ambos. Puso una última en la parte inferior "¿Qué casas han jurado lealtad a los Bolton?" preguntó en esta ocasión.
"Cerwyn, Ryswell, Dustin, Flint de Dedo Pedernal" enumeró Mormont. Ygritte no pudo evitar notar que la mandíbula de Catelyn se apretó a la mención de esos hombres "Algunos Tallhart de las ramas menores de la familia han jurado lealtad también, y el bastardo de Bolton ha movilizado a los hombres de Hornwood, que por su matrimonio con la viuda de Lord Halys, le deben lealtad a él. También la mitad de los Umber, dirigidos por Hother Mataputas" la expresión de Maege era amarga mientras hablaba.
Jon estuvo unos momentos en silencio mientras colocaba las fichas de los hombres vueltos del revés en varios puntos, aunque dudo antes de no colocar una de ellas "Contamos con la lealtad de Lord Reed" al decir esto Jon colocó una ficha de lobo en la parte más baja del mapa, donde las dos líneas que Ygritte suponía que representaban las costas, casi se tocaban "y con las vuestras, Lord Glover, Lady Mormont" al decir esto Jon le dedicó a ambos una pequeña sonrisa, antes de colocar una ficha de lobo en el punto del mapa que representaba una isla, situada junto a la costa occidental. Jon miró a Galbart Glover antes de volver a hablar "¿Cuáles son las casas que no han declarado por nadie?" cuestionó ahora Jon.
"Manderly" empezó Glover "Flint de Atalaya de la Viuda, Locke, Karstark, los clanes de las montañas"
"Entiendo" dijo Jon. Se tomó un momento antes de volver a hablar "Ahora, dado la posición que ocupa Puerto Blanco y considerando la forma en que las tierras de Lord Manderly rodean totalmente las tierras de Locke y tienen un gran acceso a las de los Flint, podemos asumir que Catillo Viejo y Atalaya de la Viuda no declararan por los Bolton si Puerto Blanco no lo hace antes, o si lo hacen, enviaran un número reducido de tropas, para no arriesgarse a la ira de Lord Wyman" Ygritte no conocía a estos señores y castillos que Jon mencionaba, pero las expresiones de Glover y Mormont le daban a entender que ellos sí lo hacían, y que Jon parecía estar acertado en sus suposiciones.
Glover dudó unos momentos antes de mirar a Jon con una mirada determinada "¿Puedo hablar, Su Alteza?" dijo Galbart, al tiempo que extendía la mano hacia Jon. El padre del niño que cargaba en su vientre le dio algunas fichas y Glover volvió a hablar "Roose Bolton se aproxima hacia Foso Cailin por el sur con una fuerza de casi 6000 hombres, entre los suyos propios, y los Frey" al decir esto Glover se agachó y coloca algunas fichas de hombres al revés en la parte inferior del mapa, muy cerca de las del lobo y el pulpo "Vuestra Alteza conoce la historia del Foso tan bien como yo, por lo que conoce las probabilidades de Bolton si ataca el Foso por el sur. Sin embargo, el Bastardo de Fuerte Terror probablemente haya reunido una segunda fuerza que planea atacar el Foso por el Norte" al decir esto colocó otra ficha de hombre al revés arriba de las el pulpo y el lobo "atacada por dos lados, la toma de la fortaleza es mucho más probable" Galbart soltó un suspiro antes de seguir "Estas eran nuestras suposiciones" dijo haciendo un gesto a Maege Mormont "cuando partimos de la Atalaya de Aguasgrises, Su Alteza. Sin embargo, eso fue hace meses, por lo que podemos suponer que el Foso ya ha caído, o estará a punto de hacerlo, lo que significa que el ejército Bolton pronto nos disputará el Norte"
"Lo que Lord Glover dice sobre Foso Cailin es verdad" reconoció Jon, dirigiéndose a todos "pero aun así, pasara un tiempo antes de que Bolton esté preparado para enfrentarnos. Sin duda Lord Reed lo desangrará mientras cruce el Cuello. Antes tendrá que reforzar su posición todo lo posible, y el paso más obvio para lograr eso" Jon colocó una ficha más "es reclamando Invernalia" concluyó.
"¿Y qué haremos al respecto?" preguntó Catelyn. Ygritte la miró y pudo ver que había genuino interés en la respuesta de Jon "¿Marcharemos para pelear con ellos?"
"Aún no estamos listos" dijo Jon, mirando a la mujer a los ojos. Ygritte vio una cierta tristeza en ellos al hablar.
"¿Por qué no?" intervino Sigorn "Tenemos un ejército mucho más numeroso que el suyo. Podríamos vencerlos"
"Quizás podríamos" concedió Jon "Pero también es posible que no lo hagamos. Tenemos un ejército más numeroso, sí. Pero la guerra no se gana ni se pierde por tener más hombres; hay muchos otros factores a tener en cuenta" Jon dirigió una mirada a toda la habitación "Uno de los más importantes es el de las armas y las armaduras, y las de Bolton son de mucha mejor calidad que las nuestras"
"¿Y qué hay de las que tomamos del ejército que derrotamos en el Bosque Encantado? Hemos armado a muchos con ellas" Ygritte no pudo evitar decir. Todo ese acero debía contar para algo.
"Hemos armado a casi dos mil de los nuestros con ellas. Pero dos mil no es ni una décima parte de nuestra fuerza. Hace falta mucho más" le explicó Jon con paciencia, antes de mirar a todas las personas en la tienda "Esto es lo que haremos: mañana al amanecer dos grupos partirán, cada uno con nuestros mejores caballos. Uno irá hacia el este por el Agasajo y luego se encaminará hacia el sur, en dirección a las montañas, a tratar con los clanes que las habitan. El otro tomará el Camino Real, hacia las tierras de los Umber"
"De acuerdo. ¿Pero quién irá en cada grupo?"
"Yo iré hacia el Último Hogar, para tratar en persona con Mors Umber" declaró Jon. Nadie parecía feliz de saber que el rey se iría, e Ygritte no era la excepción "Si obtenemos su apoyo obtendremos también las minas de hierro de sus tierras. Extraemos el hierro y lo usaremos para forjar armas" Ygritte no estaba feliz de que Jon se fuera, pero entendía que era necesario. Y no era la única. La perspectiva de obtener buenas armas era motivo suficiente para los caudillos del Pueblo Libre.
"Iré contigo" declaró Val, y Jon la miró fijamente.
"¿Estás segura?" preguntó.
"Podrías usar mi ayuda" dijo Val con un encogimiento de hombros. Ygritte podía jurar que por un momento vio una pizca de preocupación en los ojos de Val.
"De acuerdo" concedió Jon "El segundo grupo irá hacia las montañas, y estará al mando de Lord Glover" declaró.
"Su Alteza…." Galbart parecía sorprendido por haber sido elegido para esa misión "Si esa es vuestra orden, así lo haré. Pero quisiera saber ¿por qué….."
"¿Te elijo a ti?" lo interrumpió Jon "Eres la mejor opción. Tus tierras limitan con las de los clanes. Ellos te conocen y tú a ellos. Y eres un hombre de palabra y leal a la Casa Stark; si afirmas que vienes en nombre del hijo de Ned Stark, te escucharán. Es algo que no harían si mando a alguien del Pueblo Libre" dijo Jon, al tiempo que hacía un gesto, abarcando a todas las personas que habían nacido al norte del Muro.
"¿Y qué debo decirles?" preguntó el señor.
"Más que decirles, debes informarles. Cuéntales del testamento de Robb, del Pueblo Libre, que soy su rey y el acuerdo al que hemos llegado con la Guarida de la Noche. También presta atención a lo que digan ellos; quiero saber cuál es la opinión que tienen de los Bolton" ordenó Jon "El que debe hablar con ellos soy yo; de otra forma no obtendremos nunca ninguna alianza. Tan pronto como haya terminado de tratar con Carroña iré a verlos"
"Mientras no esté, los demás debéis mantener el campamento en orden. Los hijos de Tormund y el resto de los guerreros que elegí seguirán entrenando a las tropas. Tormund se encargará de las guardias en las empalizadas, mientras Styr y sus thennitas guardaran las entradas, como hicieron hasta ahora. Harma y su hermano irán de inmediato hacia el este y el oeste, para explorar" en ese momento Jon miró directamente a la mujer a quien llamaban Cabeza de Perro y a su hermano "Presten atención a todo: los lagos, los árboles, la caza, la tierra. Enviaremos grupos de cazadores y recolectores un día después de ustedes, y deben informarles de lo que hayan visto y donde lo vieron, para que no pierdan tiempo buscando. ¿Entendido?" la mujer solo le asintió "Bien, entonces no hay nada más que decir. Será mejor que vayan a descansar; lo necesitarán"
Catelyn
Ya casi era el amanecer. Los tres ocupantes de la tienda estaban sentados en el piso, comiendo gachas frías y pan; ninguno hablaba mucho. Catelyn en particular estaba tratando de reunir valor para pedirle lo que quería a Jon.
Una parte de ella sabía que estaba siendo tonta, al tratar de reunir un valor que con seguridad no necesitaba. Ella conocía a Jon, había aprendido mucho de él en estos meses, había aprendido a respetarlo y apreciarlo, y sabía que si ella se mostraba determinada en su decisión él no trataría de detenerla.
Pero aun así dudaba, pero no tanto por ella, si no por él. Jon iba a partir hoy a tratar con Mors Umber, y sabía que estaría más tranquilo sabiendo que Ygritte y ella estaban en el campamento, rodeadas de miles de hombres y mujeres capaces de pelear. Jon era una persona sencilla en ese aspecto; se preocupaba por los suyos, y todo lo hacía mejor cuando estaba seguro de que estaban a salvo.
Catelyn se resignó a que no podría dar otro bocado a sus gachas y bajó su tazón "Jon" llamó al hombre que estaba en la tienda. Al rey que estaba en la tienda "Hay algo que deseo hacer, y necesito tu permiso para ello" le dijo.
Jon compartió una mirada con Ygritte, ambos igual de confusos, antes de volver a mirarla "Tú no eres mi prisionera Catelyn. Ya lo sabes. Si deseas hacer algo eres libre de hacerlo" le dijo Jon.
Sí; ese era Jon. Esa era la respuesta que esperaba de él "Lo sé. Y te agradezco tu confianza. Pero necesito tu permiso para hacer esto. Necesito saber que apruebas esto"
"¿Qué quieres hacer que es tan importante que necesitas el permiso de Jon?" inquirió Ygritte.
Catelyn resistió el impulso de morderse el labio "Quiero que me permita ir con Glover" le dijo a Ygritte, y Catelyn vio como los ojos de la mujer besada por el fuego se abrían con sorpresa "Que me permitas hablar en tu nombre con los hombres de los clanes, para ayudar a convencerlos de que se unan a tu causa" concluyó ella, mirando a Jon.
Jon la miró a los ojos durante un periodo bastante largo, y Catelyn se sintió estremecer ante esa mirada; era la misma que le dio cuando ella le dijo de la muerte de Renly Baratheon a manos de una sombra con el rostro de su hermano. Era una mirada que buscaba ver su alma y las intenciones que en ella había "¿Crees que lo harías mejor que Galbart?"
"No" dijo. No se creía mejor que Galbart. No era por eso que quería ir "Pero aun así quiero ir"
"¿Estás segura de que quieres ir?" le preguntó Jon, manteniendo la misma mirada.
"Lo estoy. Quiero ayudar a vencer a los Bolton" le dijo "Nunca he usado armas, Jon. Tú lo sabes; no puedo contribuir en el campo de batalla. No es ese mi lugar. Pero si puedo ayudar de otras formas, y esta es una de ellas"
"¿Pero por qué te esc…." Ygritte no llegó a terminar la pregunta, y asintió con realización "Los conoces ¿verdad? De tu tiempo como Dama de Invernalia"
"Sí. Así es" Catelyn le dio una pequeña sonrisa a la otra mujer "Muchos de ellos visitaron a mi esposo cuando era el Señor de Invernalia, y traté con ellos. Si voy yo, nuestras palabras tendrán mayor credibilidad" entonces volvió a mirar a Jon "Pero no iré a menos que estés de acuerdo"
"Lord Galbart me ha estado hablando de las montañas que recorrerá mientras visita a los jefes de clan" le comentó Jon "La mayoría son escarpadas y los únicos caminos que hay en ellas son poco más de senderos de cabras, estrechos y donde a menudo hay piedras sueltas, y en los que a veces hay avalanchas de rocas" Jon la miró con atención "¿Sabías todo eso, Catelyn?" le preguntó Jon.
"No. No lo sabía" reconoció ella. Entonces Catelyn se dio cuenta de que en verdad no conocía los posibles riesgos que entrañaría el viaje que se disponía realizar.
"Y ahora que lo sabes ¿sigues determinada a ir con Galbart y sus hombres?" le preguntó el nuevo Rey en el Norte.
"Si" respondió de inmediato Catelyn "Fui capaz de sobrevivir a la matanza en Los Gemelos, a un viaje en mar como prisionera y a un naufragio, a mis heridas causadas por el naufragio y a un recorrido por el norte del Muro" le recordó a Jon "Si pude sobrevivir a todo eso, creo que sobreviviré un recorrido por las montañas" Catelyn no pudo evitar una pequeña sonrisa que apareció en su rostro.
Jon meditó por un momento antes de hablar "De acuerdo. Si estas segura de que quieres ir, tienes mi permiso" le dijo "Enviaré a Lea y algunas mujeres de las lanzas contigo para que te protejan" le dijo.
"Como gustes" le dijo Catelyn, que estaba demasiado feliz para importarle. Y la idea de tener guardias no la molestaba. Una idea le vino a la mente y pensó que no había mejor momento para ella "Tengo algo que quiero regalarte. Esperen aquí" les dijo a ambos, mientras se levantaba e iba hasta un bulto de pieles junto a su cama; las levantó y sacó lo que había debajo antes de volver con Jon e Ygritte "Espero que te guste"
Jon miró sorprendido los dos estandartes; ambos eran blancos. Sobre ellos estaba un lobo huargo de color gris, corriendo de un lado a otro. Catelyn vio a Jon pasar las puntas de los dedos con cuidado sobre el lobo, casi con reverencia.
"¿Cuándo los hiciste?" preguntó Ygritte.
"Tengo mucho tiempo libre" le dijo por toda respuestas "En algo debía usarlo" se justificó.
"Están preciosos, Catelyn. Gracias" aunque no lo hubiera expresado en palabras, Catelyn se habría dado cuenta de la gratitud de Jon por su voz "Me llevaré uno de estos al Último Hogar. Tú lleva el otro a las montañas, Catelyn" abrió la boca pero Jon siguió adelante "Así será mejor. Que todos los norteños que los vean sepan que la Casa Stark ha vuelto. Y que va a recuperar lo que por derecho es suyo" la confianza en la voz de Jon se le contagió a ella. Iban a lograrlo.
Y así termina. Bien, espero comentarios acerca de todo. Ojala les haya gustado. Cómo ya he avisado, estoy en época de examen, por lo que estoy con poco tiempo. De ahí que no puedo asegurar que suba el próximo capítulo en una semana. Aun así, haré el mejor esfuerzo para lograrlo.
En fin, eso es todo. Saludos, que estén bien y nos vemos pronto si Dios quiere.
