Bien, primero lo primero. Hola a quienquiera que lea esto.

Quiero agradecer especialmente a miguel Giuliano .co, jean d'arc y Luna por sus hermosos reviews, que me alegran mucho el recibirlos. Y hablando de los mismos:

Miguel Giuliano .co: aquí está el siguiente capítulo, y veremos varias reacciones que espero te interesen.

jean d'arc: como siempre, es un orgullo que te guste algo, en este caso particular las reacciones post-noche. Ygritte siempre ha sido una mujer más de acción que de palabras y en eso me basé para su encuentro con Catelyn. Y la comparación entre Catelyn y la madre de Jon….. bien para ser honesto la idea se me ocurrió hace algunas semanas, y no me pude resistir a plasmarla en la historia. La relación con el capítulo del libro, la verdad no pensé en eso mientras lo escribía, pero nada mal. Y si viste, Jon ama a las dos, pero por diferentes motivos.

Consideré que pasara algo con Dalla, pero no tuve corazón para algo semejante. Pensé en ella, en Val y en Mors y no me vi capaz de acabar las cosas en tragedia.

Para concluir, acá está la reacción de Catelyn al enterarse de la carta.

Luna: viste, Catelyn e Ygritte…. Recuerdo una mención que hizo una persona sobre dos pelirrojas peleando en el lodo y sonrío. Habrá conversaciones, las habrá….. y en cuanto a lo otro: SI, TE ENTIENDO, y sonrío como el gato de Cheshire al pensarlo jajajaj.

Gracias además a quienes siguen la historia o la tienen entre sus favoritos, o solo la leen.

Bien, basta de hablar. Vamos a lo que les interesa.

Disclaimer: todo lo que puedan reconocer pertenece a G.R.R. Martín. Yo solo lo uso para entretenerme y tratar de entretener a otros.

Jon

Cuando entró en la tienda, esperó ver a Catelyn y a Ygritte, aunque por diferentes motivos. Sin embargo no había nadie. Por un momento pensó en preguntar a los guardias que había afuera si sabían adonde habían ido, pero al final decidió no hacerlo. En cambio, prefirió simplemente sentarse en el piso y esperarlas. Fantasma se sentó a su lado y lo miró con sus grandes ojos rojos. Viendo esos ojos brillantes, Jon sintió que su lobo era mucho más listo de lo que nadie, incluso él, podría esperar.

"¿Crees que sea cierto lo de la carta, muchacho?" se encontró preguntando, al tiempo que pasaba una mano por su cabeza en una caricia. Fantasma no contestó, no que Jon esperara que lo hiciera. Simplemente parpadeó, sin dejar de mirarlo. Jon lo siguió acariciando con una mano, mientras la otra colgaba sin energía a su lado.

La mente de Jon fue instintivamente a la carta que llevaba en el bolsillo interior de su capa. Una carta que afirmaba que su hermanita Arya había sido casada con el bastardo de Roose Bolton, Ramsay.

Jon recordó a su hermana menor el último día que la vio, cuando ambos salieron de Invernalia, el cabalgando hacia el norte y ella hacia el sur. Una niña delgada y baja para su edad, con cabellos tan oscuros y ojos tan grises como los suyos, un legado del padre que ambos compartieron. Una niña que era el terror de la septa Mordane y totalmente opuesta a Sansa, una niña que por fuera parecía rebelde y obstinada, pero que solo anhelaba ser libre. Y que siempre había sido la mejor hermana que Jon pudiera pedir.

Un miedo primario apareció en su pecho. La idea de que su amada hermanita estuviera en manos de los Bolton era tan insoportable que tuvo que luchar contra el impulso de ir por ella de inmediato.

Si solo fuera Jon Nieve quizás lo habría hecho; no habría tenido nada que perder.

Pero era Jon Stark, Rey más allá del Muro y Rey en el Norte. No podía permitirse cometer un error en un momento tan crucial, o su gente pagaría por ello.

Con la mano libre sacó la carta del bolsillo en la que estaba. La leyó una vez más, y al terminar la apretó con fuerza dentro de su mano.

Estaba tan concentrado que no notó los movimientos de Fantasma hasta que el lobo huargo frotó su hocico helado contra su cara.

"Muchacho" lo reprendió en voz baja, sin demasiadas ganas. La verdad es que una muestra de cariño no era mal recibido en estos momentos. Cualquier cosa que lo distrajera por un instante de su enojo era buena.

Jon se forzó a respirar hondo y a continuar las caricias que daba al lobo. Cuando estas dos cosas lograron calmarlo un poco, se obligó a pensar las cosas con calma.

Algunas eran muy sencillas de discernir. Esta boda sin duda se había hecho para reforzar el reclamo de los Bolton sobre Invernalia. Con Robb, Bran y Rickon muertos, y con Sansa desaparecida, Arya era, para la mayoría de Poniente, la legítima heredera de la Casa Stark y de Invernalia.

¿Pero era en verdad Arya? Los Bolton ya se habían demostrado traicioneros y falsos. Ellos podían escribir y afirmar que tenían a Arya, pero eso no lo hacía verdad. Catelyn le había dicho que nadie había visto a su hermana desde que habían arrestado a su padre, hacía casi dos años ya. ¿Y ahora, justo cuando los Bolton pretendían reclamar el hogar de la Casa Stark, aparecía una hija de Ned Stark para facilitarlo? Era demasiada coincidencia.

Los rostros de Alys Karstark y Davos Seaworth llegaron a la mente de Jon. ¿Quién era él para dudar de las coincidencias? Aun así…

¿Sería verdad? ¿O solo una mentira? ¿Sería en verdad Arya? ¿O sería una muchacha que la representaba? ¿Los Bolton la habrían encontrado por cuenta propia, o los Lannister la habrían entregado? Y si los Lannister tenían a Arya todo el tiempo ¿por qué ocultarlo en principio, si a Sansa la mantuvieron a la vista de todo el mundo?

Soltó un suspiro "Demasiadas preguntas, amigo" le comentó a Fantasma "Y no se la respuesta de ninguna" reconoció.

En ese momento Jon fue sacado de sus pensamientos por un suave susurro. Miró hacia la entrada de la tienda y vio como las pieles eran apartadas un momento antes de que Catelyn entrara en ella. Cuando ella lo vio se congeló un momento antes de acercarse a él.

"Hola" lo saludó.

"Hola" le respondió Jon. Por un momento pensó en decirle de inmediato lo de la carta, pero no tuvo coraje para hacerlo así "¿Cómo te encuentras?" le dijo en cambio.

"Bien" respondió ella, quizás un poco apresurada "He estado…. Un poco ocupada" Jon no pudo evitar alzar una ceja en confusión "Fui a buscar una bruja de los bosques que me diera té de la luna para prevenir… tu sabes" le dijo, sin dejar de mirarlo a los ojos.

Por un momento Jon se sintió como un tonto. Había estado tan ocupado pensando en las consecuencias de haberse acostado con Catelyn, y había olvidado la más obvia. Sintió una punzada de ira por el hecho de que Catelyn hubiera hecho eso sin antes avisarle, pero solo duró un momento fugaz. Luego la ira se disipó y vio las cosas de la manera correcta.

"Entiendo" le dijo "Hay…. Hay algo que debo decirte" le informó.

"¿Qué cosa?" le preguntó, y Jon se tomó un momento para ver la ignorancia brillar en los ojos de Catelyn. Sabía que cuando Catelyn estuviera al tanto, ese brillo moriría.

"Un jinete vino del Último Hogar, por órdenes de Val y Mors Umber. Traía consigo una carta que había sido mandado al castillo. La carta dice que…" Jon tomó aire antes de soltar la demás "ha habido una boda en Invernalia. El bastardo de Roose Bolton se ha casado con Arya" soltó.

Jon nunca olvidaría la forma en que mutó la expresión de Catelyn. Durante el primer instante se mantuvo ligeramente curiosa, las palabras pronunciadas aun no habiendo sido comprendidas del todo en su mente. Pero al siguiente el vaticinio de Jon se cumplió; los ojos de Catelyn dejaron de brillar y se fueron tornando cada vez más oscuros. Al mismo tiempo sus cejas se fruncieron y su boca se abrió ligeramente, pero solo salió un sonido bajo a medio camino entre un susurro y un suspiro. Le tomó dos intentos más ser capaz de hablar.

"N… No puede ser. N-No… No puedes estar hablando en serio" empezó a murmurar, sacudiendo la cabeza y evitando encontrar sus ojos con los de él.

"Catelyn…. Catelyn, mírame" intentó Jon, tratando de encontrar sus ojos con los de ella, pero la mujer estaba empecinada en esquivarlo "Sé que es difícil de aceptar, y no digo que sea cierto, pero esas son las noticias"

"No es cierto, no es cierto, ¡no es cierto!" estaba repitiendo Catelyn. A Jon le pareció que lo decía más para convencerse a ella que a él "Mi hija se fue, mi niña….. mi niña se perdió, ella no está…, no puede….. no puede…." la respiración de Catelyn empezó a alterarse con rapidez, y las esquinas de sus ojos se humedecieron hasta que al final un sollozo se escapó de sus labios, el sonido perforando el corazón de Jon como un cuchillo.

Jon no lo pensó. No había necesidad de hacerlo. En un solo movimiento envolvió sus brazos alrededor de la mujer sollozante y la apretó contra su pecho, deseando con toda su alma poder tomar el dolor de Catelyn y hacerlo desaparecer, o cargar con él, o cualquier cosa para que no siguiera lastimando a la mujer en sus brazos.

Por un momento Catelyn se tensó entre sus brazos, pero luego se aferró a él con todas sus fuerzas, sus manos tomando puñados de su ropa como si en ellos estuviera la última esperanza de salvación. El hombro de Jon se humedeció con las lágrimas derramadas por la mujer.

Jon seguía envolviendo a Catelyn en sus brazos y Catelyn seguía aferrada a Jon y llorando en su hombro cuando Ygritte regresó a la tienda.

Catelyn

Sus ojos ardían de tanto llanto, y su garganta se sentía seca. Tragó una vez y el dolor que sintió fue terrible. Se levantó con cuidado, sintiendo como las pieles que la cubrían resbalaban por su cuerpo hasta que estuvo sentada.

Vio que había comida y agua a su lado. La primera no le interesó, pero no fue capaz de negarse a la bebida fresca, que alivió el dolor de su garganta, pero no el de su corazón.

Sintió su corazón destrozado, de una forma que solo había sentido una vez antes. Catelyn sintió deseos de maldecir a los dioses por hacerla sufrir dos veces en la vida un dolor semejante.

¿Cómo podría ser? ¿Qué fue lo que pasó para que tanta crueldad fuera hacia ella?

Los dioses le habían arrancado a toda su familia uno por uno, empezando por su esposo y acabando por su hijo. Y ahora, en su ciega crueldad, le daban una esperanza de recuperar a uno.

No sabía qué hacer. Recordó las palabras que su esposo le dijera en sueños tanto tiempo atrás, cuando la exhortó a ser valiente. Pero ya no podía encontrar fuerza en ellas, ni en sí misma. Ante ella había dos caminos, y ambos eran igual de aterradores, tanto que no se atrevía a dar un paso en ninguna dirección.

Podía creer que Arya aún vivía. Que de alguna manera su hija aún estaba en este mundo. Que su familia aún no se había perdido del todo. Que su hija, la niñita a la que había llevado durante nueve lunas en su vientre, a la que había traído al mundo, a la que había visto crecer con cada día, luna y año que pasaba… estaba viva. O...

Podía creer que su hija menor estaba muerta. Qué se había ido para siempre y que esta carta no era más que una mentira, un acto más proveniente de los Bolton. Dado lo que habían hecho, las mentiras que habían dicho y las traiciones de las que se habían demostrado capaces de cometer, bien podrían ser más engaños de su parte.

La mente de Catelyn la instaba a creer en eso, a no dejarse engañar por las que sin duda eran artimañas de hombres viles. Pero su corazón….. su corazón estaba abiertamente en contra. Tras tantos meses desde la muerte de Robb, su corazón había logrado unirse de nuevo. Ya no era el mismo, nunca sería lo que fue antes de empezar a perder a sus seres amados, pero había sanado.

Pero ahora, con esta noticia, amenazaba con romperse de nuevo, en un esfuerzo para volver a ser lo que fuera años antes, cuando su felicidad era absoluta y las únicas cosas de las que preocuparse eran la marcha diaria de Invernalia y el cuidado de sus hijos y esposo. Su corazón se aferraba a un destello de esperanza, de recuperar al menos a uno de sus niños. Mientras su mente la forzaba en la otra dirección, a no dejarse caer una vez más en el pozo de la preocupación y en ansias que probablemente fueran mentiras. Una vez lo había hecho, y había costado caro.

No recordaba volver a acostarse, solo recordaba que en un momento estuvo viendo algo que no había visto en años….

Era Invernalia. Reconocería el castillo entre todos los del mundo. Estaba lejos, al otro lado del campo despoblado que rodeaba la fortaleza de los Stark. Se veía igual a la última vez que lo había visto, fuerte, imponente, alzándose hacia el cielo desafiante.

No se veía a nadie. El castillo no mostraba rasgos de vida. Las puertas estaban abiertas de par en par.

Y entonces lo oyó. Era una voz, proveniente del interior del castillo "Madre….madre ven….. ven madre" era una voz que reconocería en cualquier lugar. Sin pensarlo corrió hacia las puertas.

Solo tenía oídos para las palabras que la atraían a la fortaleza, como si fuera una trucha atraída por la más sabrosa de las carnadas.

Estaba a pocos pasos de las puertas cuando estas dejaron de hacerse más grandes. No podía avanzar, pero aun así seguía corriendo. Miró hacia abajo y vio a su pies aun moviéndose hacia adelante, pero no la acercaban a las puertas, simplemente se movían.

"No…. No…. No…" las palabras sonaron detrás de ella, y entonces fue consciente de que un agarre se cernía sobre sus hombros. Giró la cabeza y vio al responsable.

Un gran cuervo, más grande que ningún otro, más grande que ninguno que hubiera visto en su vida, la sujetaba con sus patas de los hombros. Sus alas se agitaban en el aire, evitando que se acercara más al castillo y a la voz de su hija. Del pico abierto del cuervo salía la misma palabra una y otra vez. Los ojos del cuervo la miraban. Los tres ojos.

Sin pensarlo, Catelyn dio un manotazo a las patas del cuervo para que la soltara, pero el animal estaba empecinado en no hacerlo. Las tomó con sus manos y luchó para liberarse de su agarre, mientras sus ojos volvían a las puertas abiertas y a la voz que salía de ellas.

Tenía que llegar… debía llegar…

Ygritte

Aunque no los veía, Ygritte sabía que había dos hileras de lanceros en el exterior de la tienda, con órdenes estrictas de no permitir que nadie se acercara. Jon no quería correr el riesgo de que se escuchara lo que se hablaría en la tienda recién montada.

La tienda estaba absolutamente vacía de objetos, con una sola excepción. En el centro de ella, sobre una serie de pieles de foca y oso bien colocadas, se extendía un gran mapa del Norte, otorgado por los Umber a Jon cuando logró su apoyo. Los castillos, lagos, bosques, montañas y demás estaban muy bien dibujados. Una serie de estatuillas con lobos y hombres del revés estaban encima del mapa, denotando los puntos donde los ejércitos se concentraban en la tierra.

Había tomado un tiempo, pero al fin habían llegado los últimos. Dio una larga mirada por la tienda, recorriendo los muchos rostros. Muchos de ellos habían nacido al sur del Muro, y muchos más al norte. Aparte de ella y Jon, se encontraban presentes Tormund Matagigantes y dos de sus hijos, Harma Cabeza de Perro y su hermano, Harle el Cazador y Harle el Bello, Soren Rompescudos, Devyn Desollafocas y otros caudillos del Pueblo Libre, los más importantes de ellos. También estaban los siete jefes de los clanes norteños más importantes: Knott, Burley, Wull, Harclay, Liddle, Norrey y Flint. Los último tres habían traído además a sus hijos, que estaban ligeramente atrás, junto con varios líderes de los clanes más pequeños. También estaban Maege Mormont, su hija, Alys Karstark y Galbart Glover.

"Los he reunido aquí para discutir cuál es el siguiente movimiento que debemos hacer como ejército" fueron las primeras palabras de Jon, luego de los respectivos saludos "Sin embargo, ese no es el único motivo. Nos han llegado nuevas noticas, y son importantes" cuando terminó de hablar Jon sacó la carta a la que Ygritte había llegado a odiar con intensidad en muy poco tiempo. Leyó hasta llegar al nombre de su hermana y guardó silencio, dejando que las reacciones de los demás ocupantes de la tienda se notaran.

Hubo unos cuantos murmullos, pero la mayor parte de los caudillos del Pueblo Libre guardaron silencio, aunque intercambiaron muchas miradas entre ellos y en dirección a Jon. Las reacciones más fuertes vinieron de los hombres de los clanes norteños. La mayoría de ellos, encabezados por Cubo Grande, empezaron a gritar y a maldecir a los Bolton, antes de hacer oír su voz en tono aún más alto.

"¡Esto no puede ser tolerado!" gritó un Flint de cabello negro como la noche, contrastado con su rostro rojo de ira.

"¡Tenemos que ir y salvar a la hija del Ned!" eran las palabras de Wull, ligeramente modificadas y un poco difíciles de entender por las muchas voces que hablaban al mismo tiempo.

"¡Le voy a cortar las bolas al bastardo de Bolton y obligaré a su padre a tragárselas por esto!" juró a gritos un Liddle.

Jon los dejó seguir gritando unos momentos más, antes de forzarlos a callarse para volver a hablar en una voz más medida "Me alegra ver la lealtad que profesáis a la memoria de mi señor padre y vuestro deseo es muy comprensible" elogió a los hombres de los clanes "Los dioses saben que yo haría lo mismo por mi hermana, aunque tuviera que ir a Invernalia sin más espadas que la mía" dijo. Ygritte se mordió la lengua para evitar espetarle que no iría solo, ella iría con él. A juzgar por las expresiones de Tormund y de los demás, no era la única en pensar así.

"¿Entonces que estamos esperando para ponernos en marcha? Vamos a Invernalia y salvemos a la hija del Ned" espetó uno de los hijos de Norrey. Ygritte no recordaba su nombre.

"¿Y si nos están provocando para que hagamos exactamente eso?" dijo Torreg el Alto, desde su lugar detrás de su padre. Tenía el ceño fruncido y los labios apretados.

"Les haremos lamentar haberlo hecho" le siseó el mismo hombre.

"¡Basta!" cortó Jon, antes de que pudiera iniciarse una pelea "No estamos aquí para discutir. Estamos aquí para decidir cómo actuar a partir de esto"

"Su Alteza tiene razón. Calmaos de una vez" dijo la Osa. Ygritte no pudo evitar notar que la forma en que se refirió a Jon parecía…..vacilante.

"No estamos listos para marchar aún" dijo Jon, mostrándose ajeno a las miradas de los hombres de los clanes; ninguna de las cuales era amistosa "Necesitamos asegurar una línea de suministros confiable. Nuestra caballería es inferior en armadura y número a la de los Bolton. Nuestra infantería está en su mayoría mal armada en comparación con la de ellos. Nuestras tropas aún no se han terminado de reunir, y ni siquiera hemos decidido nuestra estrategia"

El mismo hombre Norrey volvió a hablar "La única estrategia que debemos seguir es la obvia: enfrentarnos a los Bolton y a los Frey, destruirlos y marchar luego hacia Invernalia" replicó, empecinado en lo mismo.

El hermano del hombre lo miró con fastidio "No digas tonterías, Bennard. Antes de poder pelear con los Bolton, tenemos que prepararnos. Aquí solo estamos los jinetes de Norrey, igual que los de los otros clanes" dijo, haciendo un gesto en dirección a Cubo Grande y a los demás "La mayor parte de los nuestros siguen en casa. Tomará tiempo reunirlos, y más tiempo traerlos hasta aquí" dijo.

La expresión de Bennard Norrey era amarga, pero no contradijo a su hermano.

"Brandon tiene razón" habló una nueva voz. Ygritte movió sus ojos hacia la hija de La Osa, Alysanne "Además, los hombres de los clanes no son la única fuerza para unirse a nosotros. Mi hermana Jorelle está acampada cerca de Bosquespeso con poco más de dos centenares de hombres. Tomará muchos días traerlos hasta aquí"

"Seguramente dos centenares de hombres harían poca diferencia" comentó en ese momento un montañés diferente. Ygritte recordó que se llamaba Jorgen Knott "Alteza, el día que llegamos vimos una muestra del poder que ostentan los…. El Pueblo Libre. Dudo mucho que los Bolton puedan comparar el número de sus fuerzas con las nuestras" dijo, sus ojos azules mirando con timidez los de Jon.

La insinuación de que sus peleadores no hicieran diferencia hizo enfadar a la hija de La Osa, pero antes de que pudiera decir algo Jon interrumpió "Yo también lo dudo, Lord Knott. Pese a que hemos enviado a varios millares hacia el Último Hogar para ayudar a Mors Umber con sus cosechas y a forjar armas, podemos reunirlos en poco tiempo, cosa que sin duda haremos. Esos hombres, más los de los clanes y los que hay aquí dan una fuerza combinada de aproximadamente cincuenta y siete mil hombres y mujeres capaces de pelear" si Jon tuviera algo más que decir, Ygritte dudaba que se hubiese escuchado sobre el clamor emocionado de los hombres de los clanes, al que incluso se sumaron muchos de los caudillos del Pueblo Libre. Tomó más tiempo que la última vez para que se calmaran lo suficiente para que se pudieran entender sus palabras.

"¡Entonces sin duda deberíamos marchar! No importa cuántos hombres tenga los Bolton, no hay forma de que reúnan ni siquiera la mitad de los nuestros" repitió Bennard. Parecía que el número dicho por Jon lo había envalentonado una vez más en su postura.

"¿Y estos Bolton cuántos hombres tienen?" intervino en ese momento Styr. El padre de Sigorn estaba tan serio como siempre; Ygritte sabía que para él era preferible una herida de batalla que una sonrisa.

"Roose Bolton volvió al norte con cinco mil quinientas espadas, entre las de él y sus aliados Frey. Su bastardo junto dos mil más para tomar Foso Cailin. Tiene las espadas de Cerwyn, Hornwood, Slate, algunos Tallhart, Dustin y Ryswell" murmuró Jon, pensativo.

"Alteza, con su permiso" dijo esta vez Galbart Glover, dando un paso adelante e inclinando la cabeza. Jon le hizo un gesto y el hombre continuó "Yo marché junto a Lord Eddard contra los Targaryen, y junto al Rey Robb contra los Lannister, y siento que debo deciros esto: en la Rebelión de Robert el número de hombres que marchaban bajo los estandartes de Ryswell y Dustin fue mucho mayor que en la Guerra de los Cinco Reyes" luego de eso Jon miró a Glover por un largo momento antes de hablar.

"El esposo de Lady Dustin murió peleando junto a mi padre. He oído rumores que dicen que Lady Barbrey nunca lo perdonó por no devolverle los restos de su esposo. Si eso es cierto, entonces explicaría la diferencia entre los aportes de la Casa Dustin en ambas guerras. Y dado que Lord Ryswell es el padre de Lady Dustin, quizás se haya dejado influenciar por su hija para entregar pocos hombres a mi hermano" reflexionó Jon, con una mano en la barbilla.

"Además de que la difunta esposa de Lord Bolton era la hermana de Dustin y la hija asimismo de Ryswell" añadió Maege Mormont "Esas familias están unidas a los Bolton por lazos matrimoniales"

Jon asintió "Así pues, podemos suponer que nos enfrentaremos también al grueso de las fuerzas de Dustin y Ryswell. Creo que podemos afirmar que los Bolton tienen un ejército de unos diez mil hombres, y buena parte de ellos serán caballería" dijo.

Ygritte luchó contra una mueca; la caballería era difícil de vencer para el Pueblo Libre. Viendo la expresión de algunos otros, supo que pensaban lo mismo que ella.

"Si tienen diez mil hombres, eso significa que los superamos en número de cinco a uno" habló esta vez un Flint, Donnel si no recordaba mal "Pero eso también es un problema. ¿Qué pasaría si deciden no presentar batalla? ¿Y si prefieren ocultarse tras los muros de Invernalia?" preguntó.

Los ánimos de los hombres de los clanes parecieron desinflarse luego de eso; algunos aun murmuraban entre dientes, pero todos, incluso Bennard Norrey, parecían haberse quedado sin palabras. Jon no había dicho nada en respuesta a Donnel, su expresión inmutable.

"Un asedio sería muy largo" reconoció a regañadientes La Osa "Y asaltar las paredes de Invernalia nos costaría miles de hombres, puede que incluso decenas de miles. Son fuertes y gruesas"

"Tampoco tenemos equipo de asedio" añadió un sombrío Glover "Y no debemos olvidar al Trono de Hierro. Si no nos apresuramos nos arriesgamos a que envíen un ejército para reforzar a los Bolton"

Luego de esas palabras el ánimo en general pareció apagarse. Los norteños no estaban seguros de que decir, y el Pueblo Libre estaba mirando a Jon, que aún estaba con la misma mirada indescifrable en su rostro.

"Esto es lo que haremos" dijo Jon de repente. Ygritte lo miró, y vio en sus ojos una chispa de ingenio que la hizo sonreír sin pensarlo "Mañana separaremos nuestras fuerzas. Enviaremos tropas hacia el este y el oeste"

La pregunta estaba en la mente de Ygritte y no pudo evitarla "¿Adónde irían esas tropas?" Jon había dicho mil veces que Invernalia era el objetivo más importante, y el castillo estaba al sur, no al este o al oeste.

"Bosquespeso y Bastión Kar" la respuesta de Jon alzó muchas cejas y produjo una confusión evidente en muchos rostros.

"Perdón Alteza, pero ¿por qué precisamente a esos dos castillos? Ninguno está en manos de los Bolton hasta donde sabemos, y ciertamente hay objetivos más importantes" señaló Jorgen Knott, sus cejas pobladas alzadas en confusión.

"Bosquespeso es importante" replicó de inmediato Galbart, defendiendo el hogar ancestral de su familia y fulminando al hombre con la mirada.

"Y también lo es Bastión Kar" saltó Alys Karstark, casi al mismo tiempo que Glover. De nuevo empezaron a oírse voces de los caudillos, así como de la hija de la Osa.

"¡Silencio!" exclamó Jon, casi gritando. Cerca, Fantasma avanzó un paso y dio un gruñido silencioso, mostrando dos largas hileras de dientes afilados. Ygritte sabía que el lobo huargo no la dañaría, pero no pudo evitar un escalofrío de miedo. Jon miró a Knott a los ojos antes de seguir "Ciertamente tenéis razón, mi señor. El objetivo más importante no es ni Batión Kar, ni Bosquespeso. Es Invernalia. Pero Invernalia está ocupada por un ejército de al menos diez mil hombres, probablemente más. Roose Bolton está al mando de ese ejército, y es un comandante experimentado y cauteloso. No se moverá contra un ejército que lo supere en número a menos que tenga un motivo. Le daremos ese motivo" explicó.

"¿Pero cómo lograremos eso? Estaríamos perdiendo hombres. Vos mismo acabáis de reconocer que es un comandante experimentado. Nuestra mejor oportunidad de vencerlo es apoyándonos en nuestra fortaleza, es decir el número" insistió Knott.

"Estoy con Jorgen en esto, Alteza" declaró Bennard Norrey.

"Bosquespeso y Bastión Kar pueden ser tomados luego" repuso Agnar Harclay.

"La verdadera amenaza es Roose Bolton y su ejército" insistió un Liddle, Morgan creía recordar.

"Mis señores" empezó Jon, hablando con una tranquilidad absoluta "Roose Bolton se hace llamar Guardián del Norte. Decidme ¿Qué clase de imagen proyecta si permite que miles y miles de salvajes" el tono de Jon dio a entender que no le gustaba pronunciar esa palabra "vaguen por el Norte? ¿Qué dice eso a las casas que le han jurado lealtad hasta ahora? Los Slate, los Cerwyn, los Tallhart" a medida que Jon hablaba, unos pocos empezaban a asentir con lentitud, como entendiendo a donde quería llegar con esto.

"Queréis minar su estabilidad, arrebatando castillos. Si no hace un movimiento, parecerá débil, y crecerá el descontento entre sus aliados" afirmó Maege, entendiendo.

"Aun así" habló entonces el Viejo Norrey, dejando oír su voz por primera vez "Roose Bolton puede prever esto, y no morder el anzuelo. Incluso si esos castillos caen, ¿Qué le importaría? El señor de Bosquespeso es un enemigo acérrimo, y la doncella de Bastión Kar claramente está en su contra" al decir lo último hizo un gesto con la mano hacia Alys.

"Es cierto, mi señor de Norrey, pero creo que olvidáis algo" dijo Jon "Con la toma de Bosquespeso demostramos nuestro compromiso con los Manderly y las otras casas que aún no han declarado por nadie. Una victoria podría atraerlos a nuestra causa. Además, si no recuerdo mal, en Bosquespeso se encuentra el joven Larence Nieve"

"Es cierto" declaró entonces La Osa "Él es tu pupilo, ¿no es así Galbart?" inquirió al señor a su lado.

"Así es. Ya os había hablado de él con anterioridad, Alteza. Es un buen muchacho, inteligente y capaz" comentó Glover.

"Me da gusto saberlo, mi señor" comentó Jon, y fue eso último lo que terminó con el silencio de Ygritte

"No entiendo. ¿Quién es este chico Larence, y porqué es importante?" inquirió, mirando confundida a Jon.

"Larence es el hijo bastardo del ultimo Lord Hornwood. Si tuviera el apellido de su padre podría reclamar el castillo y las tierras de Hornwood, y se convertiría en el cabeza de casa por derecho. En mi posición como Rey, puedo legitimarlo a él, igual que mi hermano me legitimó a mí. Si logramos tomar Bosquespeso es muy probable que Larence esté ahí" le explico Jon con una sonrisa suave, con calma y de manera simple. Sin embargo su sonrisa desapareció cuando volvió a encarar a los hombres de los clanes, reemplazada por una expresión más seria "Con este movimiento recuperaremos el asentamiento de la Casa Glover, nos haremos con un joven que nos puede ayudar a reclamar Hornwood, demostraremos nuestro compromiso con el Norte y dejaremos a Roose Bolton como un Guardián incompetente" dijo, enumerando una serie de razones por las cuales la idea era buena. Juzgando los asentimientos y la emoción que se veía en los rostros, Ygritte podía ver lo que pensaban.

"Es buena idea" Galbart fue el primero en respaldar el plan.

"Los hombres de Hornwood están descontentos con el Bastardo de Bolton. Si saben que hay un hombre con el apellido de su difunto señor, puede que lo abandonen. Los Bolton perderían cientos de espadas" añadió la Joven Osa.

"Y aunque no lo hicieran Roose Bolton dudaría mucho más de su lealtad. Quizás lo suficiente como para no arriesgarse a usarlos en batalla" la respaldó su madre, Maege Mormont.

"Una victoria demostraría nuestro poder. Podría ser suficiente para convencer a Manderly para que se sumara a nosotros. Con la caballería de Puerto Blanco, podríamos igualar a los Dustin y los Ryswell" añadió el Viejo Flint, la barba moviéndose cuando una sonrisa en la que faltaban casi todos los dientes curvó sus labios.

Las palabras del anciano Flint fueron las que acabaron con las últimas reticencias. Por lo visto era un hombre respetado entre los clanes de la montaña norteños.

"En cuanto a Bastión Kar" continuó Jon, su dedo señalando al castillo en el mapa que se extendía a los pies de todos en el medio de la tienda "tomarlo será una medida preventiva. No podemos darnos el lujo de tener una posible fortaleza hostil en la retaguardia" el dedo de Jon se movió ligeramente a la izquierda "cuando ataquemos Fuerte Terror" concluyó.

De inmediato se fue cualquier jovialidad entre los hombres de los clanes, que volvieron a hablar todos a la vez, haciendo casi incomprensible lo que decían. Cuando por fin se calmaron lo suficiente, fue Jorgen Knott el primero hablar.

"¡Alteza, os suplico que lo reconsideréis!" dijo el hombre, una mira de pánico en sus ojos "¡El castillo es increíblemente fuerte! ¡Sus murallas y torres son equiparables a las de Invernalia!" Ygritte sintió como su enojo hacia el hombre crecía. O bien era un cobarde en todo sentido, o era demasiado cauteloso. Ygritte se inclinaba más por lo segundo.

"Debo estar de acuerdo con Knott" dijo entonces La Osa, para sorpresa de Ygritte "Bastión Kar es un buen movimiento, pero Fuerte Terror puede ser un gran riesgo"

"Lo es" concordó Jon "pero esto es una guerra, mi señor, mi señora" dijo, mirando primero a Knott y luego a Mormont "y todas las guerras conllevan riesgos. Si Fuerte Terror cae sería un golpe devastador para los Bolton. Perderían su asentamiento ancestral y se verían amenazados desde el este, sin mencionar que aun tendrían que preocuparse por el norte" la voz de Jon era tranquila, pero Ygritte reconoció en ella el tono que usaba cuando estaba determinado a una cosa. No creía que los hombres de los clanes lograran hacerlo cambiar de opinión "Tenemos los números de nuestro lado, pero no podemos usarlos de manera convencional sin arriesgarnos a alargar la lucha por mucho tiempo. Tenemos que usarlos de manera inteligente. Golpear muchos puntos a la vez, minar la reputación de los Bolton y alentar a la deserción de sus hombres. Y cuando estén lo suficientemente debilitados, atacamos con fuerza y nos deshacemos de ellos de una vez por todas" concluyó Jon.

Algunos con más reticencia que otros, los hombres de los clanes y el resto de los norteños aceptaron el plan. El Pueblo Libre no dijo nada, pero no hacía falta. Todos ellos confiaban en Jon, y lo seguirían.

Y eso es todo por ahora. En el siguiente profundizaremos más en los detalles de los ejércitos que irán a Bastión Kar y Bosquespeso.