Advertencia: El siguiente cap contiene algunas dosis de escenas ecchis y sexuales, no intimas.
Hay servants que han agarrado un apego a sus masters, no son precisamente todos y algunos prefieren mantener la distancia pero una buena mayoría los ven como amigos, socios, grandes compañeros, masters muy distintos a lo que sería en una simple guerra del santo grial donde solo son vistos como herramientas, Haji y Rika les han dado una nueva oportunidad en vida para tener vidas normales y pelear por un bien común, debido a ello muchos han llegado a compartir sus sentimientos con estos, el mayor caso es Haji el cual tiene un grupo de servants femeninas enamoradas de él, una de estas es Tamamo no Mae.
Famosa yokai, avatar de Amaterasu, la mejor cortesana del emperador antes de ser descubierta y posteriormente sellada por Abe no Seimei, participó en otra guerra del santo grial antes de llegar a Chaldea, ha demostrado ser una servant muy amorosa y amable, queriendo mostrar sus dotes de esposa para encandilar a su master, pero tiene un problema, ella también es bastante posesiva.
- ¡No puede ser! – Justamente ella estaba en su habitación, una adornada al mayor estilo japones antiguo con suelo de tatami, un futón y una pequeña mesa, la pared estaba adornada con fotos de Haji. - ¿Cómo es que esa Archer tuvo una cita con master y yo no?
Logró enterarse de la "cita" que tuvo con Nobu y por ello estaba roja del coraje, no le gustaban las rivales que peleaban por el amor de su master, ella se autodenomina su esposa después de todo, ya la peor resulta ser su mejor amiga Kiyohime y lo que lo hace más grande su rencor es que ya se ha acostado con él, no podía aceptarlo.
- Quizás deba quemarlos a todos… es lo mejor jeje… - Hizo aparecer un fuego en su mano mientras reía de forma malvada. – No, no puedo hacer eso, ya no soy alguien malvada, solo debo vivir por el bienestar de mi master… pero que puedo hacer…
Se puso a pensar, realmente odiaba el hecho de que varias chicas fueran tras su master aunque tampoco podía evitarse, era demasiado amable con todas ellas pero permisivo en ocasiones, fue una sorpresa para ella saber que la locura de Kiyohime fue sobrepasada y se convirtió en amor verdadero, siendo ella una Berserker eso es algo imposible y sin embargo, Haji logró llegar a lo profundo de su corazón.
- Bueno… master es una gran persona, con más razón debo ser la chica más cercana a ella… debo hacer algo realmente…
Aun dentro de sus pensamientos, la chica zorro salió de su habitación para ir en camino hacia la cafetería, quizás un cambio de ambiente le ayudaría a pensar mejor en un plan para poder acercarse a Haji, lo bueno es que no era hora de almuerzo así que el lugar estaba totalmente vacío.
- Por qué master debe ser tan amable… y guapo… e irresistible… - Mordió sus labios. - ¡Aaaah quiero tener un tiempo a solas con él!
- Parece que tienes un problema jovencita. – Escuchó una voz, volteó a ver a todos lados, encontrando a alguien llevando una túnica oscura que cubría todo su cuerpo, aunque dejaba ver sus pechos los cuales resaltaban. – Si así lo deseas, puedo ayudarte.
- Da Vinci-san, sé que eres tú. – Respondió Tamamo con rostro inexpresivo.
- E-Esto, no sé de quién hablas, aunque esa tal Da Vinci sea una belleza de renombre, te aseguro que no soy ella. – Intentó defenderse, Tamamo no tuvo de otra que seguirle el juego.
- ¿Con qué puedes ayudarme?
- Escuché tus lamentos, parece que deseas tener un tiempo a solas con tu master, justamente tengo lo necesario para eso, ideé un invento el cual asegura que ustedes dos no serán molestados por nada del mundo.
- ¿En serio? ¿Eso funcionará? Un momento… ¿Qué truco hay detrás de todo esto? – Preguntó con desconfianza.
- No hay truco alguno, solo lo hago para ayudar a una doncella enamorada.
- … Bien, acepto, solo dime qué hacer. – La figura encapuchada sonrió por debajo.
- Excelente, lo que debes hacer es…
Haji regresó de la inmersión a otro mundo por búsqueda de materiales con algunos otros servants, estaba un poco cansado así que deseaba descansar un poco.
- Buen trabajo. – Lo recibió Roman. – Todo material proveniente de esos monstruos que acaban sirve para investigar.
- No fue nada. – Estiró los brazos. – No fue mal ejercicio pero ahora mismo deseo descansar, asi que me retiro por hoy.
- Entendido, cualquier cosa te llamaré. – Le respondió el doctor, el pelinegro asintió y fue con dirección a su habitación, quería al menos descansar un poco, quizás jugar videojuegos, en ese momento se topó con alguien.
- Master~ - Tamamo estaba ahí. - ¿Ya regresaste?
- Sí, estoy cansado así que no estoy con ganas de jugar o algo por el estilo.
- No es nada de eso, si lo que deseas es relajarte, déjame me encargo, mis cuidados son de primer nivel, mikon~ - Ella se veía dispuesta a ayudar y sabiendo que tiene experiencia, Haji no vio mal que se dejara a disposición de ella.
- Está bien, por ahora vamos a mi habitación y…
- Espere master. – la chica zorro le sujetó del brazo. – Conozco un mejor sitio donde podría hacerlo, no diga nada y solo sígame, purisuu~.
Haji dudó por unos cuantos segundos pero accedió. Los dos se movieron con Tamamo dirigiendo el camino, no sabía a donde iban ya que era un sector que no ha explorado antes, entonces llegaron a una puerta la cual la yokai abrió para entrar, era una habitación común, una cama y una mesa, los dos entraron.
- ¿En este lugar? – Preguntó Haji, Tamamo asintió.
- Así es, creo que debería funcionar… ahora. – En ese momento se escuchó un clic, Haji pareció un poco sorprendido así que fue a averiguar, se dirigió a la puerta para observar y trató de abrirla, estaba cerrada.
- … ¿De qué se trata todo esto?
- Parece que lo hiciste. – Una pantalla holográfica apareció, mostrando a la figura encapuchada.
- Da Vinci ¿esto es idea tuya?
- Jojo~ no sé quién es esa Da Vinci, por su nombre debe ser una mujer muy hermosa, pero pasemos a otro asunto. Los dos serán sujetos de pruebas de mi mas reciente invento, en mi aburrimiento decidí hacer un pequeño juego que se hace en parejas y que instalé en esta habitación, solo hay una regla, tienen que cumplir con todas las tareas que aparecen en pantalla o no podrán salir de esta habitación. – Explicó, el pelinegro ya pudo saber que todo eso era un plan suyo, solo pudo suspirar.
- Bien… jugaremos si así quieres.
- Grazzie~ ahora Tamamo, Haji, mucha suerte y que se diviertan~ - Desapareció su imagen, el pelinegro volteó a ver a Tamamo la cual sonreía.
- Lo siento master, pero realmente quería tener un momento para ambos a solas, sin que nadie más nos interrumpa, gome~ - Se disculpó.
- No te preocupes por eso, por ahora solo hagamos lo que digan y entonces saldremos… igual lamento si no te he prestado tanta atención.
- Kyaa~ - Tamamo fue a abrazarlo en sus pechos. – Realmente lo amo master~
- Ya, por ahora hagamos esto. – Se libró del abrazo y entonces empezó. Apareció una pantalla como el inicio de un juego, Haji probó que podía tocar y apretó start, una música empezó a sonar mientras apareció un letrero.
"Primera tarea: Hay una moneda escondida en alguna parte de esta habitación, encontrarla para pasar dentro de un minuto.
Castigo: Perder una prenda si fallas"
- Bueno, busquemos esa moneda. – Los dos comenzaron a revisar por la habitación, no es que haya muchos sitios donde esconder algo pero el hecho de ser simple también complicó la cosa.
- No hay nada aquí. – Señaló Tamamo.
- Donde podría estar… - Revisó el reloj, faltaban veinte segundos. – Realmente perderemos una prenda.
- No me molestaría desnudarme para usted master… - Expresó Tamamo de forma seductora, en ese momento que avanzó, Haji topó algo con su pie, una sección dura, se agachó y vio que estaba cubierto con un holograma que lo camuflajeaba con la pared, ahí vio una caja y la abrió, encontrando la monea.
- Justo a tiempo. – Se escuchó un ruido de confirmación de que habían pasado. – Veamos la siguiente.
"Segunda prueba: En la caja hay un puzzle, resolverlo dentro de un minuto para pasar.
Castigo: Besar en la mejilla a tu pareja"
- Master, pierda, puresu~ - Le suplicó Tamamo, el pelinegro agarró el puzzle el cual era de quitar anillos de metal dentro de un aro, se puso en ello, tenía espacios pequeños los cuales tenía que pasar para quitarlo, esto puso a prueba su paciencia también por el contrarreloj pero de alguna forma pudo mantenerse calmado, quitando todos.
- Listo, prueba pasada. – El ruido y se reveló la tercera prueba.
"Tercera prueba: tu pareja tiene, en alguna parte de su ropa, la pista a la siguiente prueba, debes revisarla y encontrarla.
Castigo: baño de slime para ambos"
- Da Vinci… - Murmuró Haji por debajo, entonces mirando a Tamamo, esta se sonrojó.
- Bueno master… si va a tocarme por todos lados, sea gentil…
- No lo hagas más difícil. – El pelinegro empezó al menos con partes donde podría ver y no era tan peligroso, ella simplemente llevaba un kimono ligero así que no había bastante por donde observar, fue por la espalda, los costados e incluso dentro de su cabello y colas, nada.
- Master… quizás deba ver aquí… - Hizo ademán justamente en su escote. – Si eres tu, puedes tocar todo lo que quieras.
- Realmente me están tentando, pero ¿es necesario que vea ahí?
- La prueba dice que todos los rincones posibles, así que mete esa mano, no importa si tocas de más~ - Canturreó, Haji sabía que era terreno peligroso aunque ya con las demás servants que de forma despreocupada juntaban sus propios pechos con él, tenía cierto aguante así que no tuvo de otra. – Introdujo su mano en el escote de Tamamo la cual soltó un gemido. – Master~ eso fue muy rudo.
- Debo concentrarme. – Se repitió a sí mismo mientras seguía moviendo la mano y trataba de ignorar los gemidos de la chica zorro, solo para ver que no había nada ahí. – Ya no sé qué otro sitio buscar.
- Claro que hay otro más master. – Señaló justamente a la parte de su falda. – Lamento no llevar una ropa interior más linda.
- Solo hagamos esto rápido. – Cerrando los ojos, levantó la falda de Tamamo, no quería ver porque eso era ya más extremo, Tamamo estaba roja de que su master le levante la falda pero resistía, entonces al pasar por la zona de su trasero, sintió un papel, lo arrancó pero no sin antes tocarla ahí.
- Kyaaah.
- Lo siento, no quería tocarte ahí. – Se disculpó Haji, ya teniendo el papel en mano, Tamamo estaba roja de la vergüenza.
- N-No es nada master, si es usted… que me toque el trasero no es nada.
- Realmente voy a pegarle a Da Vinci una vez termine esto… - Murmuró por debajo. Revisó lo que decía la hoja.
"Quinta prueba: Deben acostarse en la cama y simular las poses que aparecerán en pantalla, deben seguirlas al pie de la letra.
Castigo: Dos horas encerrado sin poder salir"
- Master, deberíamos guardar eso de acostarnos hasta nuestra luna de miel. – Exclamó la pelirrosa con vergüenza fingida.
- Solo hagámoslo. – Los dos fueron a la cama de la habitación, quitándose los zapatos, entonces apareció la primera silueta, aparece con la mujer por delante del hombre, este sujetándola del cuello mientras simula morder su oreja.
- Que atrevido~ - Haji hizo lo que mostraba, Tamamo estaba por delante y la sujetó de esa forma, ella se sonrojó por el tacto por lo que no pudo evitar abrir las piernas, entonces el pelinegro hizo que mordía su oreja. – Nyaa~
La siguiente silueta mostraba a Tamamo que debía estar puesta en cuatro y con Haji detrás de ella, sujetándola de la cintura, la hicieron, el pelinegro la agarró de ahí y tenerla tan cerca, mostrando su trasero y sus colas, ella realmente estaba avergonzada, la que siguió la tenía a ella recostada de espaldas en la cama con Haji delante de ella, mirándose a los ojos.
- (Estas poses… no son normales… en realidad son…) – Haji sabía bien que lo que mostraba las siluetas no eran normales sino que realmente tenía idea de que eran, se trataba de posiciones sexuales.
- Master… - Tamamo estaba respirando agitadamente, su rostro estaba rojo. – Yo… no creo aguantar más, por favor… me siento caliente, así que si usted podría… entonces…
Antes de que dijera algo más, la puerta fue derribada de repente, sorprendiendo a los dos, quien estaba ahí no era otra que Kiyohime.
- Master, pude captar su olor aquí y me encuentro con esto. – La peliverde tenía un rostro de enojo. - ¡Tamamo-san, por intentar seducir al master, muere! – Y entonces fuego inundó la habitación, se armó todo un desastre el cual requirió que varios servants intervinieran.
- ¿Algo que explicar? – Roman estaba de brazos cruzados, Da Vinci se encontraba sentada de rodillas frente a este, igual estaba Haji el cual tenía algunas banditas en su rostro por heridas.
- Lo siento… no pensé que mi invento acabaría así, solo lo hice por aburrimiento pero quería facilitar de alguna forma la transferencia de mana entre master y servant, creo que podrían haber disfrutado.
- No digas más. – Haji golpeó a Da Vinci en la cabeza con un abanico de papel. – Genio pervertido.
- Eres malo Haji. – Exclamó la caster con lagrimones.
- Ese invento quedará confiscado y almacenado para que nunca más vuelva a ver la luz ¿entendido? – Preguntó Roman, Da Vinci tuvo que asentir a regañadientes. – Eso es todo, puedes irte. – La caster se fue en ese momento. – Ella puede ser muy útil en Chaldea pero a veces hace cosas locas, lamento que te vieras involucrado Haji.
- No es nada, al menos ella recibió un castigo adecuado. – Respondió el pelinegro. – No sé qué hubiera pasado si iba a más, incluso creo que estaba grabando todo.
- Su perversión no tiene límites. – El doctor soltó un suspiro. – No hablemos más de esto.
- Claro. – Sin decir nada más, Haji se retiró, al salir de la sala de mando, justamente en el pasillo estaba Tamamo. - ¿Qué haces aquí?
- Bueno… quería disculparme por todo. – Ella se arrodilló. – Fui yo quien te dirigió a esto y casi me dejo llevar por mis deseos, pero realmente no podía aguantar que no tuviéramos un tiempo a solas.
- Ya pasó todo eso y no te culpo de nada, Da Vinci es la verdadera responsable. – Respondió el pelinegro. – Tamamo, realmente aprecio el cuidado que me das y que intentes ser una esposa para mí, pero no quiero que avancemos tan lejos, llevémoslo con calma, así fue con Kiyohime y deseo que sea lo mismo para todos.
- Entiendo… pero igual quiero algo de preferencia, Mikon… - Hizo un pequeño puchero, Haji soltó una pequeña risa.
- Por ahora… ¿te conformarías con esto? – Sin previo aviso, Haji sujetó a Tamamo y la besó en la boca, la chica zorro se quedó totalmente paralizada, incluso sus colas se quedaron tiesas, separándose unos cuantos segundos después. – Específicamente es mi tercer beso ya que Stheno me robó el segundo… pero eres la segunda a la cual se lo doy voluntariamente.
- Master… - La caster no sabía que responder, estaba muy avergonzada como para decir algo, sin sumar su rostro extremadamente sonrojado, pero estaba feliz. – Jeje… supongo que puedo aceptarlo, me esforzaré para ser una mejor esposa, espérelo.
- Tengo todo el tiempo del mundo. – Tamamo iba un paso delante de las demás, ella no quería rendirse con Haji, luego de haber tenido la sensación con otra master que tuvo en una antigua guerra, ella empezó a despertar sentimientos parecidos a ese momento, quería ser feliz una vez más así que lo intentaría, lucharía por el amor de su master y ser la única.
El Redentor 777: La verdad que Nobu aprendió bastante del Japón que ella ayudó a construir y hubo suerte que ningún otro servant interviniera, más porque era imposible debido a que se transportaron jaja.
Camilo Navas: Ciertamente ver a Nobu feliz calma el corazón y me gustó lo que hice con ella en ese cap, pero bueno, no será otra para el harem de Haji, no quiero hacerlo que todas sus chicas estén interesadas en él jaja.
Bueno, si que Haji se vio en un momento muy comprometedor con Tamamo por culpa de Da Vinci y su perversión, al menos al final Tamamo salió ganando en algo, parece que va segunda en la tabla de ver quien conquista a Haji jaja. El siguiente cap finalmente nos enfocaremos en Rika y un servant de su grupo, ya veremos lo que será de ella, nos vemos en el próximo cap. Saludos.
