Nuevamente volando en el trineo propulsado por Excalibur Morgan, Santa Alter revisaba la siguiente carta para entregar el regalo.
- Nuestro siguiente niño se llama Jean Kay y parece que vive en una cueva… o al menos se encuentra ahí ahora.
- Esto… ¿no sería Jing Ke? – Preguntó Haji, la santa se hundió de hombros.
- ¿Yo que sé? No hablo chino, será mejor que nos apuremos a llevarle el regalo. – El trineo aterrizó cerca de un bosque que llevaba camino a una cueva, entonces escucharon ruidos fuertes dentro. – Eso parece como si estuvieron golpeando algo.
- Parece que las entregas nunca se realizarán en paz. – Sin decir nada más, se asomaron a la entrada de la cueva para ver dos figuras, siendo Martha y Ushiwakamaru.
- Por qué no puedo tener pareja. – Exclamó la Rider santa mientras golpeaba un saco de boxeo, si solo supiera que cierto Assassin que hace de guardia nocturno en Chaldea le ve y no tiene el valor de decirle nada.
- Calma Martha, es algo que no puede evitarse en estas festividades o es que ver a tu master con sus múltiples chicas te da envidia. – Comentó Ushi.
- No es nada de eso, incluso una doncella como yo que optó por mantenerse virgen y soltera desearía tener un novio en esta nueva vida, pero nadie se me ha acercado, eso lo odio. – En ese momento arrancó el saco de boxeo, mandándolo a volar de un puñetazo. – Eso se sintió gratificante
- Supongo que tengo una idea, pero siento que me romperás el rostro si lo digo. – Expresó Ushi con una pequeña risa.
- Nunca te haría daño, no soy tan temperamental como se cree, soy una doncella en todo el sentido de la palabra.
- Eso no se lo cree nadie… - Expresó la japonesa por debajo. Haji y Santa Alter solo vieron el intercambio a lo lejos.
- Es el momento para entrar. – Declaró ella. – Hola ¿aquí se encuentra una tal Jean Kay?
- ¿Quién anda ahí? – preguntó Martha para luego observar al pelinegro. - ¿Master? Que hace con esta mujer.
- Ey Martha, solo estoy en un trabajo de entrega de regalos, digamos que soy un cartero.
- Eso no explica por qué desapareció, debe saber que en Chaldea enviaron a algunos de nosotros a buscarlo, pero de repente Jing Ke decidió tener una fiesta de chicas con alcohol en este sitio y se olvidó de todo. – Respondió la Rider.
- Entiendo, si ven al resto, díganles que estoy bien, volveré pronto.
- Lo tendré en cuenta, ahora… - Miró a Santa Alter. – Eres la responsable de esto ¿no?
- Es mi reno, me está ayudando a hacer mi trabajo esta navidad, así que por ende, es mío.
- Quizás debamos pelear y…
- Calma Martha. – Ushi evitó que su compañera saltara a la acción. – Es navidad ¿no? ya sabes lo que explicaron en Chaldea, paz y amor, es un día para evitar conflictos y todos deben llevarse como familia.
- Entendido… de cualquier forma la estaré vigilando. – Puso su vista de halcón sobre Santa Alter, esta decidió ignorarla.
- De cualquier modo ¿Dónde está Jean Kay?
- Si te refieres a Jing Ke, ella…
- ¿Me llamaron? – En ese momento apareció la Assassin, una botella de sake en su mano izquierda y una copa en la derecha, por su rostro enrojecido, era obvio decir que estaba ebria. – Hooooo~ Haji~
- Jing Ke, vete a casa, estás borracha. – Respondió el pelinegro con rostro neutro, la Assassin soltó una risa.
- No digas eso, solamente bebí un poco, como… cinco botellas de sake. – Expresó la china, Haji soltó un suspiro.
- ¿En serio la permitieron beber? – Miró a las otras dos riders, Ushi desvió la mirada mientras silbaba, Martha se llevó una mano a la frente.
- Lo siento master, pero no pude evitarlo… caí ante la tentación e igual bebí un poco, soy una santa mala. – Exclamó con vergüenza.
- Poco puedes hacer cuando ella te obliga a beber la taza directamente. – Expresó Ushi. – De cualquier modo, podemos avisar que no hay problema contigo, mi master no se preocupó en absoluto pero Mash está eufórica.
- Puedes pasar el aviso. – Levantó el pulgar, Santa Alter carraspeó su garganta.
- Entonces… ¿puedo entregar el regalo?
- Claro, pero antes de eso, quédense a cenar, insisto. – Exclamó Jing Ke, Haji miró a Martha la cual negó con la mirada derrotada. – Es una noche para celebrar y el alcohol sabe mejor con comida.
- En serio ¿le permitieron emborracharse? – Haji miró a las otras dos chicas que simplemente desviaron la mirada.
- E-En mi defensa debo decir que me vi arrastrada. – Martha decidió usar la vieja confiable pero Haji no se lo creía, Santa estaba perdiendo la calma.
- ¡Voy a dar el regalo o no! – ya exclamó con un grito, Jing Ke la vio.
- ¿Otro Santa? Pero ya pasó uno anteriormente. – Eso sorprendió a la Rider navideña.
- ¿Un Santa anterior?
- Y lo que es más, se llevó regalos, mi dinero para comprar más alcohol, devuélvelo. – de repente la Assassin atacó a Santa Alter.
- Parece que no podemos evitar la pelea, lo siento master. – Se disculpó Martha antes de ponerse en posición, igual Ushi.
- Entonces hay una pelea, eso haremos entonces. – Santa sacó a Excalibur Morgan y se preparó para el ataque.
- Igual me causabas mala espina, ve, Tarasque. – La Rider envió a su dragón tortuga para atacar a Santa, esta esquivó el ataque, Ushi se movió a gran velocidad y en el aire aprovechó para golpearla, precipitándola al suelo, Jing Ke tampoco perdió el tiempo y golpeó con su cuchillo, haciéndole un corte en su ropa navideña.
- ¡Oye, este traje de santa es caro! – Se quejó, aunque de poco sirvió cuando Tarasque la atacó nuevamente y Martha saltó de este, golpeándola con un puño en el rostro, impactando con fuerza el suelo, un poco de sangre salió de la comisura de sus labios. – Ok… Santa está enojada ahora mismo.
- Mis condolencias. – Haji se puso a rezar por las tres mujeres que ahora iban a caer a manos de Santa la cual en ese momento levantó su espada, apuntando a ellas.
- ¡Destruye todo, Excalibur Morgan! – Lanzando la fuerte ráfaga que las golpeó, se armó un gran desastre en la cueva la cual quedó con un agujero en el techo, en efecto, las tres mujeres yacían inmóviles en el suelo.
- Ok… eso no fue planeado… - Expresó Ushi con dolor.
- Es un milagro que sigamos vivas, bueno, milagro navideño. – Comentó Martha al levantarse.
- ¿Ya están más calmadas? – Expresó Santa, las tres asintieron. – Perfecto, pensaba darles snickers para calmarse, dicen que ayuda.
- Eso es solo un truco publicitario. – Respondió Haji. – De cualquier modo, si están mejor, eso significa que podemos pasar a la entrega de regalos y seguro que los necesitan.
- Entonces, respecto a este otro Santa ¿Qué información tienen? – preguntó Santa Alter, Martha carraspeó su garganta.
- Fue raro, llegó entonces declarando que traería regalos pero lo que hizo fue vendernos regalos caros y entonces nos aplicó un crédito de contado que no podíamos pagar, por lo cual se lo llevó todo, dinero y regalos incluidos. – Explicó la Rider, Santa asintió.
- Entiendo, parece que debemos cuidarnos de este sujeto ¿lo apuntaste reno?
- Apuntando. – Asintió Haji con una pequeña libreta en mano.
- Ahora que terminamos ese asunto, viene el verdadero momento, aquí están sus regalos, primero para la chica mapache. – Santa Alter buscó en su saco y en ese momento sacó un barco. – esto deberá ayudarte a viajar.
- ¿Cómo sacaste algo grande de ahí? Pero bueno, tampoco lo niego. – Expresó con una sonrisa.
- Para la santa solterona, si realmente quieres un novio, debes conseguirlo a la fuerza y esto te ayudará. – Sacó un video de ejercitarse por Kotomine Kirei, para tener músculos en los músculos. – Seguro te hará más musculosa que antes.
- Lo aprecio… pero no quisiera ser más musculosa que antes.
- Y para la niña borracha, este amuleto deberá ayudarte a no perder tu objetivo de vista. – Una foto de Tohsaka Tokiomi. – Este hombre asesinado a sangre fría deberá hacerte ver que es posible.
- Perfecto, si puedo asesinarlo, mejor por mí.
- Escuchaste que ya está muerto. – Respondió Haji. – Eso es todo.
- Es momento de seguir esparciendo alegría a todos los niños del mundo, nos vemos. – Salieron de la cueva mientras se despedían de ellas, había más sitios por dónde ir.
El siguiente destino los llevó a altamar donde una tormenta se espacía por todos lados, fuertes vientos y truenos resonaban mientras el mar rugía en una furia.
- Parece que estamos cerca de nuestro destino por aquí. – Señaló Santa Alter, viajando contraviento.
- Es una situación peligrosa en la que estamos ¿sabes? – Preguntó Haji.
- Para Santa, cualquier ambiente no es nada si puedo entregar los regalos a tiempo, así que una pequeña lluvia no será contratiempo para poder ejercer mi trabajo.
- Muy bien, entonces quizás ese barco de ahí sea un buen lugar de aterrizaje. – Señaló a la embarcación que también combatía contra la tormenta.
- Buena observación reno, aterricemos en ese sitio. – El trineo empezó a descender hasta quedar a una altura sobre el barco. – Por ahora bajaré yo a observar, quédate aquí.
- Como digas. – Santa Alter saltó del trineo hasta caer sobre la cubierta del barco, no había nadie más que tres hombres.
- Alter ¿Qué haces aquí? – Preguntó el fácilmente reconocible como Emiya.
- No sé pero me confundes, soy Santa Alter, vengo a dar regalos y felicidad a los niños.
- Oh, yo quiero algo de felicidad si me otorgas calor en esta horrible lluvia. – Habló el otro que era David.
- Ni siquiera sé que hago aquí, no soy parte del cast oficial. – Habló el tercero, uno de cabello anaranjado y llevando una capucha verde, Robin Hood.
- Dímelo a mí, estaba preparando el pastel navideño cuando de repente este rey me arrastró a su viaje. – Comentó el Archer rojo.
- Pastel navideño… - Un hilo de baba bajó de la boca de Santa Alter antes de limpiárselo. – Dejemos eso de lado, ver tres niños en altamar no es algo de todos los días.
- Andábamos en camino al paraíso femenino. – Señaló David. – Aunque bien aquí un ángel bajó. – Soltó un guiño.
- Si te encuentras aquí, es que llegaste en algo. – Comentó Emiya, Santa Alter asintió.
- Mi trineo está arriba, es mi único medio de transporte para viajar por el mundo.
- Eso significa que, si te derrotamos, podremos escapar de aquí en el trineo. – pensó Robin, sonriendo. – Normalmente como archers estamos en desventaja contra un saber, pero no me rendiré.
- Tontos. – Expresó Santa Alter con rostro serio. – Si quieren llevarse mi trineo, no es algo que pueda permitir, solo están perdiendo el tiempo.
- Lamento decir eso, pero estoy de acuerdo con él. – Expresó Emiya. – Solo quiero volver a Chaldea, esas bocas no se alimentarán solas.
- Como era de esperarse de la mamá de Chaldea. – Expresó David con una sonrisa, un tic apareció en el ojo izquierdo del Archer rojo.
- ¿Desde cuándo me llaman así?
- Es un apodo no oficial entre los servants.
- ¿Y quién lo comenzó?
- Tamamo Cat. – Confesó David, una vena saltó en la frente de Emiya.
- Hablaré con esa gata falsa cuando vuelva…
- Esto… ¿no planeamos quitarle el trineo a esta mujer? – Preguntó Robin Hood, entonces volvieron a su objetivo principal de asaltar a la Rider.
- Yo iré por el pecho. – Expresó David con una sonrisa en lo que ella interpuso su mano la cual formó en puño para golpearlo.
- Así que son como el resto e igual quieren pelear, si eso desean, se los daré.
Emiya invocó proyectiles los cuales disparó a la Santa que desvió cada uno de ellos con su espada, Robin llegó por atrás usando su habilidad de sigilo para atacarla pero fácilmente se dio la vuelta para bloquearle.
- Tsk ¿Cómo me descubriste?
- Soy Santa, sé dónde encontrar niños. – Lo atacó con una ráfaga de miasma oscuro para alejarlo, Emiya volvió a lanzar proyectiles mientras ella corría por la borda del barco, esquivando cada uno de ellos con saltos, en cierto momento saltó con un giro hacia adelante para aterrizar sobre un mástil.
- No escaparás para siempre. – Declaró el Archer rojo.
- No puedo perder mucho tiempo, acabaré con esto rápido. – Sin decir nada más, Santa Alter, saltó directo hacia Emiya el cual no pudo reaccionar a tiempo por la cercanía, lo golpeó con su espada y entonces sujetó para luego arrojarlo directamente hacia donde estaba Robin, en ese momento David se recuperó pero fue aplastado por los dos.
- Eso dolió… - Expresó debajo de ambos.
- Espero les haya enseñado una lección, aunque creí que ahí también enviaron una carta.
- ¿Quién? Somos hombres adultos. – Exclamó Emiya, en eso Robin miró al otro lado. - ¿Fuiste tú?
- Me ganó la emoción.
- Y eso será recompensado para todos, tengan. – De su saco terminó sacando… Black Keys.
- ¿En serio? – Emiya enarcó una ceja.
- Quizás tengan más ventaja contra Lancers al final, por ahora me retiro. – Dicho eso, volvió a saltar al cielo.
- ¡Espera, al menos sácanos de aquí! – Emiya no pudo decir nada más cuando se fue. – Genial, no puede ponerse peor.
- ¿Aquí es el concierto? – Elizabeth Bathory llegó en ese momento. – Si es en el mar, puedo cantar sin problemas, espero disfruten.
- Se puso peor… - Expresó Robin por debajo. Santa Alter regresó al trineo en ese momento.
- Bienvenida. – Le recibió Haji. - ¿Terminaste tus asuntos ahí?
- Claro, ahora mi reno, continuemos con la entrega, quedan niños por recibir sus regalos. – Volvieron a zarpar, la noche de navidad continuaba para ambos y quedaba tiempo antes de terminar.
El Redentor 777: En el calendario de ahí de la historia ya es diciembre jaja y pues sigo el orden de eventos así que de esta forma es como se desarrolla.
Felipe14002XZA: Se puede decir que de ahí sacó el traje jaja y de alguna forma se coló en ese momento, y sí, ambas estarán esperando a Haji en posición.
Camilo Navas: Fue una entrada corta pero ya luego cuando llegue su momento, se verá de mejor forma, al menos, como dije, incluso las trial quests estarán incluidas así que por ahí saldrá.
Bueno, esa fue una ronda de entregas más para Santa Alter y Haji, ya vamos llegando al climax de este evento e igual ya tengo pensado como se dará, por mientras, hasta el siguiente cap para continuar con esto, saludos.
