Santa Alter y Haji seguían en su andada para entregar regalos a los niños en navidad, dentro del trineo, estaban en camino al siguiente objetivo aunque igual había algo raro respecto al santa falso que les hablaron.

- Hashire sori yo~ kaze no you ni~ tsukimihara wo~ padoru padoru~ - Cantó la Santa mientras seguía manejando.

- ¿Dónde aprendiste esa canción? – Preguntó el pelinegro.

- La escuché por ahí. – Respondió la Rider. – Nuestro siguiente niño proviene de… Uruk, uno llamado Gilgamesh.

- Ya siento que habrá problemas. – Expresó Haji con un suspiro. No tardaron mucho en llegar y aterrizar cerca de la casa que supone es del Archer.

- Siento su presencia… la santa llegó, finalmente podré demostrar que ningún regalo es digno para mí, que lo poseo todo en mi armería, ahora bien, es momento del enfrentamiento. – Gilgamesh esperó impacientemente pero… nada… - ¿Dónde estará?

- Nos vamos. – Expresó Santa Alter, Haji asintió.

- Es lo mejor. – Y se subieron al trineo, alejándose de ahí lo más posible, dejando al Archer solo.

- Parece que no le llegó mi carta… y eso que preparé este gran banquete. – Señaló la mesa con comida en grandes cantidades.

- Parece que poco a poco vamos acabando con la lista. – Señaló la Rider. – Has hecho un buen trabajo como reno.

- Siento que no he hecho nada realmente.

- No es verdad. – Sonrió ella. – Has hecho más de lo que yo pediría, no solo como un compañero sino que has demostrado apoyarme perfectamente en las batallas anteriores, tienes madera de master.

- Me alegra saber eso… por ahora, tenemos un destino más al cual ir.

- Es cierto. – Revisó el mapa, en ese momento que lo veía, un tipo de neblina les cubrió y entonces hizo que todo se pusiera oscuro. - ¿Qué sucede? Fuimos atrapados en algo.

- Hay que aterrizar. – Exclamó Haji, el trineo descendió antes de que ocurriera algo más, cayendo en el bosque gélido, los dos bajaron. - ¿Qué está pasando?

- Hay que estar alertas. – Exclamó la Rider, observaron a los alrededores cuando vieron a dos niñas llegar, una llevaba un vestido negro largo con su cabello grisáceo atado a dos coletas y un gorro, la otra también tenía cabello gris corto, cicatrices en su rostro y su ropa… era una tanga y casi un sujetador lo que llevaba, para ser una niña, andaba como en ropa interior.

- ¿Eres Santa? Pensamos que lo eres. – Exclamó la niña de la ropa interior.

- Si por alguna razón nos atraparon aquí, es que algo deben tener con nosotros. – Exclamó la Rider.

- N-No queremos hacer nada malo, solamente los forzamos a entrar a este espacio por nosotras. – Respondió la otra niña del vestido.

- Hoy es navidad… nosotras fuimos invocadas aquí de casualidad y viendo la festividad, quisimos conocer un poco de ese calor y alegría del cual nos fue privado.

- Así que esa es la razón… - Santa bajó la mirada, Haji se acercó a ambas niñas.

- Son muy jóvenes para estar aquí solas, no necesariamente tuvieron que realizar todo esto para atraernos, ya saben cómo es Santa, solo dejan una carta y este vendrá para otorgarles sus regalos, díganme ¿han sido niñas buenas?

- Y-Yo creo que sí… Alice ha sido una niña buena… - Exclamó la del vestido.

- Nosotras somos un cuerpo que nunca ha conocido el calor de otra persona, estas emociones como alegría o regocijo son totalmente ajenas.

- Entiendo… así que desean celebrar como es debido. – Ambas asintieron, en eso Haji miró a la Rider. – Sabes lo que tienes que hacer ¿no?

- Claro. – Ella asintió. – Entonces si desean celebrar la navidad, tienen que derrotarme. – Eso sorprendió a ambas niñas pero no perdieron tiempo en ponerse en posición para pelear.

- No nos subestimes solo por ser pequeñas, nosotras también podemos pelear. – Expresó la de cabello corto, la otra asintió.

- ¡T-Toma esto! – Envió un ataque que parecía ser dulces los cuales golpearon a Rider, esta no sintió realmente mucho dolor de eso, Haji la vio con rostro inexpresivo.

- Oh… ¡Aaagh! Eso dolió.

- ¿En serio? – Exclamó con asombro.

- Seguimos nosotras. – La otra se movió rápidamente sujetando sus dos cuchillos mientras se hizo una con la neblina a lo cual ella no pudo verla, entonces sintió la presencia a sus espaldas y bloqueó el ataque con Excalibur Morgan. - ¿Cómo?

- Es fácil saberlo ¿este es un Noble Phantasm?

- Se supone que no pueden detectarnos ¿Cómo?

- Pues la razón es… - Y una vez más se calló, para entonces dejarse golpear. - ¡aaai~!

- ¿Eh?

- ¡Jack, tu puedes! – Exclamó la otra, a pesar de estar asombrada, se recuperó y volvió a atacar a Santa Alter la cual recibió cada ataque. - ¡Ahora voy yo!

La otra lanzó nuevamente su ataque de dulces y muñecas con lo que golpeó de lleno a la Rider y entonces cayó a la nieve.

- No puede ser… fui derrotada…

- Lo hicimos… ¡Realmente lo hicimos! – Exclamó la niña del vestido con felicidad, abrazando a la otra.

- Buen trabajo. – Expresó Haji mirando a Santa en el suelo, esta se levantó. – Pensé que serías más severa con ellas.

- ¿Por quién me tomas? Yo siempre estaré del lado de los niños sin importar que… ahora que ellas me derrotaron, es justo darles lo que se merecen. – De tal modo, dentro del saco salieron varias cosas, regalos, decoraciones navideñas, un árbol grande navidad, todo estaba totalmente adornado, las dos niñas lo vieron asombro.

- Son muchos regalos… Alice, mira esto. – Señaló la niña de la tanga.

- Es verdad… no puedo creerlo. – La otra sonrió gratamente. – Gracias Santa por este regalo maravilloso.

- Entonces lo que dijo ese otro Santa fue real, al esperar, realmente tuvimos regalos.

- ¿Otro Santa? – La Rider enarcó una ceja.

- Es cierto, hace poco llegó otro más que dijo ser Santa y que le hablamos de esto, pero no podía cumplir nuestros deseos, así que nos dijo que esperáramos a que la verdadera Santa llegara, fue bueno que pudiera ser real.

- Entiendo… es momento de irnos, espero disfruten sus regalos.

- Claro, nos vemos. – Ambas niñas se despidieron mientras volvían al trineo, en ese la Rider puso rostro serio.

- Parece que este santa falso está haciendo su presencia más notoria, ya no es algo que podamos ignorar.

- Entonces vamos por él. – Señaló Haji, el trineo se movió a toda velocidad para buscarlo.


- ¡Llegaron! – Y justamente ese Santa falso no resultó ser otro más que Galius Julius Cesar, el Saber estaba ante los dos. – Si, soy yo, yo fui el otro Santa todo este tiempo.

- Solo una pregunta. – Comentó Haji. - ¿Por qué?

- Eso es fácil master. Luego de su desaparición que decidieron enviarnos a unos cuantos a buscarlo, de repente me topé en la casa de Darius y me confundió con Santa, así que no tuve de otra que tomar sus cosas y entonces apoderarme de este nombre para propagarme con tal de llamar su atención.

- ¿Es todo? Es una estrategia barata.

- No lo llamaría así, después de todo funcionó, pero ver que va con la verdadera santa, es un acontecimiento único.

- En cualquier caso… tomar mi nombre es algo que no permito, has sido un niño gordo muy malo.

- No soy gordo, solo soy de huesos grandes. – Exclamó el Saber, carraspeando su garganta. – Como decía, con tal de atraerlo, fui con otros que enviaron cartas e hice lo necesario para llamar la atención, dando regalos falsos o robando y entonces este sería mi día, Navidad será algo propio de Roma con mi ayuda.

- Eso es lo más estúpido que he oído. – Exclamó la Rider. – Si terminaste de hablar pura basura, enfréntame.

- Así que llegó el momento del predestinado enfrentamiento, ahora, para que sepas, no soy nada débil, así que debes tener cuidado de mi Crocea…

- ¡Excalibur Morgan! – El Saber no pudo terminar de hablar cuando recibió de lleno el NP de la Rider, solo para que segundos después cayera al suelo derrotado. – ¡Hmph! Eso debe arreglar las cosas.

- No es justo atacar a alguien en medio de su discurso… - Exclamó Cesar.

- Hablas demasiado. – Expresó Santa Alter. – Ahora, por decreto, yo soy la vencedora y verdadera santa.

- Entiendo… master, supongo que nos veremos de regreso en Chaldea.

- Claro, tengo un deber. – Respondió el pelinegro.

- Entonces no tengo nada más que decir, nos veremos en la fiesta. – Y entonces desapareció en partículas, la Rider soltó un suspiro.

- Eso fue una pérdida de tiempo… ahora ya podemos movernos hacia nuestro último destino, queda un niño al cual entregar su regalo.

- Vamos entonces. – Subieron al trineo para ir a ello, ya la noche estaba por terminar.


- Nuestra última carta proviene de una alter igual, así que esto debemos manejarlo con cuidado.

- Entendido. – Asintió Haji, ya ciertamente sabía quién era y disfrutaría el reencuentro como no se lo imaginaría. Ya entonces aterrizaron en una pequeña aldea con decoraciones de navidad, todo estaba normal, solamente por la figura de armadura negra que estaba ahí.

- Bienvenido Santa, que bien que llega… ah, eres tú. – No era otra más que Jeanne Alter. – La perra de hielo… y master además.

- Ey Jalter, ya me preguntaba dónde te habías metido, desapareciste de un día para otro. – La Alter soltó un bufido.

- Sigo siendo débil, así que me fui en mitad de la noche en un viaje para fortalecerme, aunque sigo sin tener el total de mi poder que una vez poseí, cuando llegue el momento, volveremos a encontrarnos.

- No sabes cuánto te he extrañado, seguro que aprecias mis mimos y cariños igual.

- ¡Eso no es verdad! – Exclamó con enojo, Haji realmente extrañaba molestarla de esa forma. – No deseo peleas por ahora, así que solo dame mi regalo y ya.

- Eres demasiado exigente. – Exclamó Santa Alter.

- Sigo sin creer que seas Santa, solo eres una perra helada, exijo ver a la verdadera. – La Rider soltó un suspiro.

- Parece que eres muy desconfiada, supongo que necesitas pruebas y te las puedo dar con una pelea.

- ya hablas mi idioma. – Sonrió Jalter. – Además, no estoy sola, solo observa a los amigos que tengo. – En ese momento mostró espíritus de sacerdotes los cuales atormentaba, estos pedían ayuda.

- Atormentar espíritus, si estás enferma. – Exclamó Santa Alter, Jalter sonrió.

- Gracias por el cumplido, ahora comencemos con esta fiesta, prepárense espíritus sacerdotes, atorméntelos como solo saben hacer.

- Parece que es inevitable. – La Rider sacó su espada, los espíritus comenzaron a volar alrededor de los dos, apresándolos mientras gritaban lamentos. – Esto no es bueno, hay que derrotarlos y al menos darles un descanso.

- Entonces vamos con eso. – Santa Alter logró cortar a uno que iba hacia ella con facilidad, dos más quisieron atacarla a sus espaldas pero los derrotó sin problemas, a pesar de ser espíritus, eran bastante débiles, eso borró la sonrisa en el rostro de Jalter.

- Además de estúpidos, son unos inútiles.

- ¿Ya terminaste el juego? Estás muy grandecita para eso. – Se burló Haji, Jalter gruñó por debajo.

- Muy bien, si tanto desean sufrir por mi propia mano, se los daré. – Invocó llamas directo hacia ellos, siendo rodeados. - ¿Qué tal? Hace tiempo que esperaba hacer esto hacia las dos personas que más odio en este momento.

- Sí que es caliente… pero le hace falta odio. – Exclamó Santa Alter, despejando las llamas sin ningún problema, eso sorprendió a la otra.

- ¡¿Cómo!?

- Lo que estoy presenciando no es verdadero odio del corazón, sino nada más que puros berrinches de una niña pequeña.

- ¿¡Cómo te atreves a llamarlos berrinches!? – Exclamó mientras saltó a atacarla, la Rider la bloqueó fácilmente. – Tsk, sigo sin tener toda mi fuerza.

- ¿Ya terminaste? Entonces puedo hacer esto sin preocupaciones. – Puso toda su energía y ganas en su espada la cual se rodeó de miasma negro. - ¡Excalibur Morgan!

- ¡No puede ser! – Fue golpeada de lleno por el NP, ya entonces todo quedó en silencio, con ella en el suelo, se levantó para quitarse la nieve. – Mierda, fui derrotada de nuevo.

- ¿Has aprendido la lección? – Preguntó Santa Alter.

- ¡No, jamás! No importa cuántas veces me derroten, siempre volveré.

- Es parte de su terquedad. – Señaló Haji, la Rider pareció entenderlo.

- Entonces veamos si esto es de tu talla, toma tu regalo. – Sacó de la bolsa una foto la cual era la Jeanne original con un vestido blanco de una pieza, eso trajo un rostro neutro a la Alter.

- … Me voy… no puedo seguir soportando esto.

- ¿Ya te vas tan pronto? Esperaba que pudiéramos pasar más tiempo juntos. – Comentó Haji, Jalter volteó a verle con furia.

- ¡Volveré, seré más fuerte tanto que no podrás controlarme y entonces acabaré contigo, con esa perra helada y con la santa falsa! – Dicho eso desapareció, los sacerdotes estaban felices de ser liberados pero la Alter volvió para llevárselos entre lamentos.

- Ella realmente me ama. – Expresó Haji, a lo cual Santa Alter le dedicó un rostro inexpresivo.

- Eso fue todo. – Respondió ella. – Fue una larga noche, pero entregamos todos los regalos, buen trabajo mi reno.

- No es nada, fue una buena experiencia. – Comentó este, en ese momento la Rider buscó algo en su saco y se lo entregó. - ¿Y esto?

- Digamos que es especial, un boleto que traerá alguien para ayudarte, puede que sea muy pronto. – Comentó ella, en ese momento Haji empezó a brillar. – Ya que nuestra misión terminó, es momento de despedirnos, pero será algo momentáneo.

- Fue bueno ayudarte, gracias por todo. – Hizo una reverencia.

- Yo debería agradecerte… entonces Haji, master de Chaldea, nos vemos y feliz navidad. – En ese momento Haji desapareció.

Mientras tanto en Chaldea, seguía la conmoción por la desaparición del pelinegro, Mash estaba realmente desesperada.

- ¡Senpai, donde estás!

- Calma Mash-chan, seguro no pudo haber ido lejos. – Exclamó Rika pero la pelimorada estaba lejos de encontrarse en el mismo estado.

- ¡Pero si no lo encontramos! Qué tal si fue secuestrado por el enemigo o le harán este tipo de cosas y aquello… - Solos e pudo imaginar lo peor, la pelinaranja soltó un suspiro.

- A veces exageras…

- ¡Lo encontramos! – Informó un miembro de Chaldea, Mash rápidamente corrió ante el anuncio, resulta que Haji estuvo dentro de un baño, en el suelo, la shielder se encontró feliz de que estuviera a salvo. Un rato pasó y estaban en la sala principal, ya todo estaba decorado, servants y personal comían y festejaban.

- Nos diste un verdadero susto. – Exclamó Mash. – No vuelva a hacer algo así.

- Lo siento Mash. – Se disculpó Haji. – De todas formas pasé una aventura bastante interesante.

- ¿En serio? Por qué a ti te ocurre todo lo genial, yo igual quiero tener aventuras. – Se quejó Rika.

- Lo bueno es que todo está bien, podemos celebrar como se debe. – Expresó Roman con un vaso. – Magi Mari ¿tendré mi regalo esta navidad?

- Si me depositas mil yenes, eso será posible. – habló el teléfono.

- Bueno… supongo que es hora de traer a la figura principal. – Expresó Haji, en eso Roman y Mash vieron al pelinegro con confusión mientras sacó un boleto. – Ven aquí Santa Alter, es hora de los regalos.

En ese momento ocurrió algo como una invocación que solamente debería suceder en la sala principal, se cubrieron sus ojos mientras ya todo se despejó, apareciendo esa figura.

- ¡Jojojo~! Feliz navidad a todos y mi reno, o debería decir master, un gusto verte de nuevo. – Santa Alter estaba ahí frente a todos, para quienes se sorprendieron de verla, el pelinegro sonrió.

- Estamos en medio de una fiesta y necesitamos algo de magia navideña ¿nos haces los honores?

- Como usted diga, ahora hagamos de esto algo inolvidable. – Extendió su saco por lo cual salieron varios regalos, adornos y demás, todos los presentes estaban asombrados por ello, Haji simplemente sonrió, era, como se decía, un milagro navideño. – Estaré contando con usted de ahora en adelante.

- Igualmente Santa, igualmente.

La fiesta se volvió más animada para todos, la llegada de Santa Alter hizo que todo fuera mágico y los regalos que recibieron todos fueron aceptados, esa navidad se volvió en algo inolvidable para los residentes de Chaldea que pudieron disfrutar de la noche, una navidad distinta a todas las demás.


Camilo Navas: La verdad que de todo ocurre y al menos pasará mucho más conforme lleguen más servants, eso se sabrá jaja.

El Redentor 777: Cada mundo en sí tiene su propio tiempo, pero como que van casi igual, al menos así se tiene la percepción al respecto.

Bien, finalmente terminamos en el evento de navidad, el siguiente cap ya daremos inicio a la siguiente singularidad, no haré caps intermedios porque deseo pasar a esa parte, así que iremos a Londres y tengo justamente a los servants que acompañarán incluido a los protagonistas que tendrán el foco durante esta nueva aventura, nos vemos en el próximo cap. Saludos.