En una de las habitaciones de Chaldea, Nursery Rhyme, o Alice como decidió llamarse, estaba junto a Jack, no hubo duda de que ambas pudieron tener una conexión rápida y lograron volverse amigas en aquel momento. En ese momento las dos estaban teniendo una fiesta de té debido a la caster que le gustaba reunirse y platicar con ella.

- Esto… Alice, esta es nuestra tercera reunión de té en la semana, estamos cansadas. – Comentó la Assassin.

- Vamos Jack, estas fiestas de té son divertidas ¿no? – Preguntó la pelirrosa palida con una sonrisa, Jack no supo que responder.

- No sabemos realmente…

- ¿Acaso no te gusta estar conmigo? – Preguntó Alice con preocupación en su rostro.

- N-No es eso, realmente nos agrada que seamos amigas. – La Caster sonrió al saber eso.

- Es verdad, deberías probar este pastel. – En ese momento invocó su libro e hizo aparecer un pastel. – Es de una de mis historias, te aseguro que es delicioso.

- Si comemos más pastel, lo terminaremos odiando.

- ¿No te gusta? – Nuevamente se puso triste.

- L-Lo comeremos. – La Assassin se obligó a ello aunque luego no pudiera caberle más en el estómago, terminó rendida, mientras Alice pudiera verse feliz por ello.

- Gracias Jack~

- S-Si… - acabó recostada en su asiento. Mientras tanto, Rika estaba viendo el estado de todos sus servants, ya pasó por la mayoría, así que ahora tendría que ver a Alice.

- Alice-chan debe estar aquí, entremos a ver. – La pelinaranja entró a la habitación, en ese momento se encontró con un lugar muy raro, no era una habitación de Chaldea común sino que se encontraba en un bosque bastante colorido con grandes setas y árboles. - ¿Qué es esto?

Rika avanzó por el bosque mientras que la puerta a sus espaldas desapareció de forma repentina, no parecía haber una forma de escapar de ahí, al final se rindió y tuvo que seguir adelante. La pelinaranja solo podía ver más bosque por delante, en ese momento aparecieron animales.

- Incluso hay animales… si este es un Reality Marble de ella, entonces debido usarlo de forma consciente.

- Se me hace tarde. – Escuchó una voz, en ese momento volteó a ver, encontrando a un conejo que revisaba un reloj. – No puedo llegar tarde.

- ¿Qué haces? – Preguntó Rika.

- No tengo tiempo, debo estar a tiempo o la reina cortará mi cabeza, debo irme. – Antes de que dijera algo más, se fue, la pelinaranja se rascó la cabeza.

- Esto se me hace bastante familiar…

Por ahora decidió seguir adelante, se le hizo interesante a que punto podría tener influencia un servant en su alrededor como para que ella lograra cambiar todo eso. En aquel momento llegó hasta una puerta, la cuestión es que era muy pequeña.

- No puedo avanzar por aquí… - En ese momento vio una bolsa que estaba a un costado. – Toma una galleta, solo puedes comer una… - Agarró una galleta de esa bolsa para comerla, no sintió nada, fue hasta unos segundos después que pudo empezar a tener efectos, empezó a crecer. - ¿Qué sucede?

Su cabeza terminó chocando contra el techo, llevándose un golpe, se quedó totalmente atrapada ahí sin poder moverse.

- Aprieta… que rayos tienen esas galletas… veré si puedo tomar otra… - Hizo esfuerzo para agarrar la bolsa la cual se hizo pequeña y sacar una galleta, apenas y pudo hacerlo cuando ya logró tomar una y comerla, entonces sintió como se encogió, quedando a la altura de la puerta. – Genial… ahora estoy chiquita pero puedo pasar.

Abrió la puerta para entrar, se encontró un frondoso jardín con un arco formado de flores y arbustos que se extendía como entrada, ahí es que lograba verse una mesa con un juego de té.

- Vamos Jack, toma más.

- Ya no podemos…

- Conque ahí estás. – Señaló Rika, pudo ver a Alice y Jack, la Assassin tenía su estómago inflado, como si la hubieran alimentado hasta reventar. - ¿Qué es todo esto?

- Master, es mi lugar para jugar, Jack y yo tenemos nuestras fiestas de té aquí.

- Eso veo, pero modificar toda la habitación, parece que te tomas las historias muy enserio.

- … ¿Acaso estuvo mal? – Preguntó con tristeza.

- Bueno… si no ha causado problemas de algún tipo, pero solo viendo a Jack-chan. – La pobre peligris estaba que no podía dar otro bocado. – Creo que fuiste un poco excesiva.

- … Ya veo… lo siento Jack…

- No es nada… solo necesitamos movernos para bajar todo esto. – Exclamó la Assassin.

- Ustedes. – En ese momento apareció un soldado que era un naipe de corazones. – La reina está por dar un discurso, apresúrense. – Informó antes de irse.

- Alice-chan, este es tu mundo ¿no puedes hacer algo con eso?

- Bueno master… jeje… - La caster desvió la mirada. – Resulta que… estaba tan emocionada de la fiesta de té con Jack que… sin querer, mi Reality Marble se salió de control y no podemos escapar… - Exclamó con sonrisa nerviosa, Rika la fulminó con la mirada. – N-No es mi culpa, lo juro.

- No importa… - Soltó un suspiro. – Solo dime ¿hay alguna forma de escapar?

- Si lo hay, solo debemos de acabar con la razón que aun mantiene este mundo, en este caso la reina de corazones.

- Entonces no perdamos el tiempo, necesito seguir con mi revisión diaria de todos los servants y Alice…

- ¿Si?

- No repitas esto de nuevo o sabrás que te pasará. – La caster sintió escalofríos en ese momento, su master se veía aterradora ante sus ojos.

- Menos mal no somos nosotras… - Pensó Jack por debajo. Se pusieron en movimiento siguiendo a los naipes soldados, en eso se pudo ver un castillo que se alzó a lo lejos en aquel momento.

- ¿Es ahí? – Preguntó Rika, Alice asintió.

- La reina debe estar dentro, pero con sus soldados protegiéndola, será complicado pasar.

- Podemos encargarnos de eso. – Jack en ese momento escondió su presencia, pasando cerca de la entrada donde dos guardias estaban protegiendo la entrada, la Assassin pasó cerca de uno de ellos y entonces le cortó por la garganta o lo que sería su cuello.

- ¿Qué? – La otra carta reaccionó pero no a tiempo, recibiendo también un ataque, ambas cayeron derrotadas, la peligris volvió a aparecer.

- Listo.

- Bien hecho. – Sonrió Rika. – Ahora vamos, tenemos que ir por esa reina. – Se pusieron en movimiento, adentrándose por el castillo, procurando no ser vistas, los pasillos eran igual de coloridos y adornados con corazones. – Solo por saber ¿Cómo imaginaste a la reina?

- Bueno… en realidad no tengo una imagen definida de ella por lo que solo usé lo primero que se me vino a la mente. – Respondió Alice. Lograron salir del pasillo y entonces ver la sala del trono, varios soldados naipes estaban reunidos ahí, igualmente el conejo.

- Ahora… den paso a nuestra adorada reina de corazones, ahí viene. – En ese momento entró la reina de corazones, llevaba un largo vestido rojo y también… ¿cuernos? ¿Una cola?

- … Una quimera… - Rika miró con rostro inexpresivo a Alice la cual sonrió.

- Dije que fue lo primero que se me vino a la mente…

- Por ahora tenemos que acercarnos a esa quimera, si la eliminamos, podremos salir. – Justo cuando buscaba avanzar, Rika pisa una rosa la cual recién había sido pintada de rojo. – Ups.

- ¡Intrusos! – Informó un soldado, rápidamente fueron rodeadas, ya a esas alturas no había otra opción.

- Hay que pelear. – Ambas servants asintieron, Jack empezó a moverse rápidamente, pasando entre los naipes y atacándolos, estos poco podían hacer para defenderse. Alice lanzó múltiples caramelos y muñecas que volaban y golpeaban a los enemigos al hacer contacto. – Tenemos que alcanzar a la reina.

- ¡No la tocarán, suelten a la bestia! – En eso cuatro soldados de naipe se fueron y abrieron una puerta, es entonces que se vio aparecer un Spriggan en ese momento, el gigante se movió tumbando todo a su paso con su gran espada.

- ¿Qué rayos hace eso aquí? – Preguntó Rika.

- Master, hay que acabarlo. – Comentó Alice, la pelinaranja asintió. Jack fue la primera en moverse, corriendo para acercarse al Spriggan hasta escalar su brazo, el gigante agitó su gran espada para sacarse a la Assassin, esta saltó de ahí y con un giro en el aire, le atacó directamente en la parte izquierda de su cabeza.

- Ahí voy. – Alice lanzó más de sus ataques a distancia que golpeaban al Spriggan, este soltó un fuerte rugido y agitó su espada golpeando soldados en el rpoceso que salieron volando, ella y Rika se cubrieron del ataque tras un pilar el cual fue destruido.

- Esa cosa realmente acabará con todo, hay que detenerlo aquí.

- Lo haré master. – Alice se puso seria y empezó a brillar, hizo aparecer su libro en ese momento. – Este es mi mundo por lo cual significa que tengo mayor poder aquí, ahora vayan mis amigos, acaben con ese monstruo.

La ráfaga de dulces, muñecas y explosiones que era su NP golpearon de lleno al Spriggan que empezó a rugir de dolor, en ese momento neblina empezó a esparcirse por el lugar, Jack aprovecharía para atacar mientras estaba escondida.

- Esto se acaba aquí, Maria the Ripper. – Atacando con todo, el Spriggan recibió un fuerte corte de la Assassin a lo cual cayó finalmente derrotado, aplastando naipes en el camino.

- Bien hecho, ahora por la reina. – Empezaron a correr para alcanzarla, esta comenzó a lanzar humo venenoso de su boca y bolas de prana peligrosas pero las esquivaron. - ¡Vamos Alice-chan!

- Si master. – La Caster lanzó dulces explosivos que golpearon a la quimera en ese momento.

- ¡Reina! – Empezaron a gritar los soldados, Jack también atacó por detrás de esta, con su cuchillo logró cortarle la cola a lo cual sangre empezó a salir de esta.

- Solo un poco más y podremos lograrlo. – Señaló Rika, siguieron atacando a la quimera, los soldados no podían hacer nada.

- Reina… por favor, deténganse…

- ¡Alto! – En ese momento el conejo se puso frente a ellos, usando su cuerpo como escudo. – No acaben con nuestra reina, por favor.

- … Pero si ella sigue aquí, no podremos escapar. – Señaló Rika.

- Es lo único que tenemos, por favor, déjenla vivir. – Exclamó el conejo, poco a poco los soldados restantes se fueron uniendo, haciendo una barrera para proteger a la quimera que era su reina.

- … De repente me siento mal… - Comentó Alice por debajo con tristeza, Jack se sentía igual.

- No sentimos más ganas de asesinar…

- … Entonces ¿Cómo escaparemos de aquí?

- Antes que nada, lamentamos todo esto. – El conejo hizo una reverencia al igual que los naipes. – Sin querer robamos el poder de este mundo porque deseábamos seguir junto a nuestra reina hasta el fin, sabemos que estuvo mal, así que, por favor, no continúen, la queremos.

- ¡Queremos a nuestra reina! – Expresaron todos los naipes, Rika solo pudo soltar un suspiro.

- Alice-chan, esto es obra tuya, así que debes de arreglarlo.

- Si master… - La caster miró al conejo y los naipes. – Lamento que ocurriera todo esto, tenían miedo de que los hiciera desaparecer si salía ¿no?

- Nuestra reina es más importante que nuestras propias vidas, solo queremos seguir junto a ella, se lo imploro, oh gran creadora.

- ¡Nuestra creadora! – Exclamaron los naipes, Alice se sintió algo avergonzada ahí, rascándose la mejilla.

- Bueno… realmente no tenía pensado desaparecerlo, al final todos forman parte de lo que soy, este libro. – Hizo aparecer el libro en sus manos. – Solo van a volver dentro, donde podrán convivir con quienes aman.

- … ¿Podremos estar junto a nuestra reina? – Preguntó el conejo, Alice asintió con una sonrisa.

- Son apreciados para mí, así que no podía deshacerme de ustedes sin razón alguna. – Esas palabras conmovieron al conejo el cual empezó a llorar.

- Gracias… muchas gracias creadora, realmente eres la mejor.

- S-Solo deja de llamarme así… me da vergüenza… - Exclamó la caster con las mejillas rojas.

- Lamentamos los problemas, le devolveremos el poder de su mundo. – En ese momento Alice sintió que el control sobre su Reality Marble regresó a ella.

- Gracias, y descuiden, estarán a salvo dentro del libro, no solo porque me conforman a mi… si desaparecieran, esa persona tan apreciada para mi estaría triste.

- Estamos listos. – Señaló el conejo, Alice asintió, en ese momento el libro comenzó a absorberlo todo, en aquel momento la habitación empezó a regresar a la normalidad hasta que volvió a ser como Chaldea, la caster cerró el libro.

- Se acabó… - Rika soltó un suspiro. – Pudimos regresar.

- Finalmente estamos libres. – Sonrió Jack. – Aunque igual fue divertido.

- Respecto a esta persona importante para ti ¿por ella mantienes estas historias? – Preguntó Rika, Alice sonrió.

- Es un recuerdo algo lejano… de una amiga la cual apreciaba mis historias más que nada, ella siempre estuvo enferma y no podía dejar la cama, por lo cual solamente podía darle el libro y todos los cuentos que había en este para que pudiera sonreir, me gustaba verla feliz, por eso cuando… llegó ese momento, me puse triste y me descontrolé, no fue hasta que un master y su servant pudieron detenerme y prometieron que ella estaría a salvo… hasta ahora no sé que fue de ella, pero seguro es feliz, esté donde esté.

- Ahora que pasamos por todo eso, me entró hambre ¿quieren ir a comer?

- Cualquier cosa menos pastel, no queremos saber de postres en días. – Expresó Jack, Rika soltó una pequeña risa.

- Entonces vamos a la cocina, Emiya-san seguro preparará algo delicioso para nosotros.

- Ya quiero comer. – Sonrió Alice. Así se pusieron en movimiento hacia la cocina. Los cuentos que mantiene Alice dentro de ella y el libro son algo que no puede abandonar, pos esa razón, para no olvidarla, adoptó el nombre de su querida amiga y seguirá viviendo, hasta el punto en el cual ella quizás vuelva a verla, si es que podría ser posible…


Camilo Navas: Si fue por lo de Teach o el resto que actuaban pervertidos jaja, seguro quizás por ahí.

Felipe1402XZA: Ya pienso probar suerte en el rerun de Illya, quiero obtener a Miyu más por colección, estas chicas de una sola vez no hay que perdérselas.

El Redentor 777: Por lo menos la primera vez que fui a una convención lo tomé tranquilo, al menos porque fui con amigos y la cosa fue más llevadera, la última vez mi madre me acompañó jaja.

Bueno, 100 capítulos, quien diría que ahora este ha sido mi fic más largo hasta la fecha ya que nunca antes había llegado a esta cantidad la verdad, ya iremos con más. Por ahora esta pequeña aventura de Alice, Jack y Rika terminó, en el siguiente cap iremos con otro autoconclusivo antes de finalmente avanzar al siguiente evento, nos vemos en el próximo cap. Saludos.