Mordred llegó a Chaldea junto al resto de servants una vez que acabó el problema de Londres, ella no aceptó el resultado por como terminó y espera patearle el trasero a Solomon cuando llegue el momento, por esa razón no ha cesado para nada en su entrenamiento, busca hacerse más fuerte. Actualmente salió de la sala y se dirigía a tomar algo de agua, en el camino vio a Arturia.
- Padre. – la saludó.
- Mordred… - Expresó por debajo, por alguna razón la homúnculo notó algo distinto en ella, el vestido negro que llevaba y su piel más palida. – No pensé que estuvieras aquí.
- ¿Eh? Si batallamos juntos ¿no lo recuerdas?
- No sé de qué hablas, pero sigues siendo igual, así que igual llegaste… como sea, procura mantener tu distancia. – Respondió antes de irse, eso dejó confundida a Mordred. Al seguir su camino, llegó a la cafetería y nuevamente vio a su padre pero esta llevaba… ¿un gorro navideño?
- ¿Cuándo llegaste acá? – Preguntó.
- ¿De qué hablas? Siempre he estado en la cafetería. – Respondió comiendo una pierna de pollo. – No se puede saciar mi hambre.
- Pero entonces… si apenas te vi irte.
- No puedo irme cuando la comida está tan deliciosa acá… no me sigas interrumpiendo o tendrás carbón la próxima navidad. – Dejó a Arturia seguir comiendo, la rubia no sabía que pensar.
Ya que obtuvo lo que buscaba, salió del comedor y cuando estuvo por regresar se encontró a Arturia una vez más, solo que era Lalter.
- Mordred…
- ¿Qué quieres? ¿Buscas pelea? – Amenazó la rubia, la Lancer levantó la mano.
- Nada de eso, estaba por ver a master ahora.
- ¿Master?
- Bueno… me prometió ayudarme con algo, como sea, no tengo tiempo que perder. – Dicho eso, se fue, Mordred no entendía que asuntos tendría con Haji pero decidió irse. Al volver a la sala, ahí vio A Arturia una vez más entrenando con la espada, la rubia soltó un suspiro.
- No entiendo que pasa… me encuentro a padre en cuatro ocasiones y todas se veían distintas, nunca antes había pasado esto… espero no haber enloquecido.
- ¿Qué sucede? – Preguntó Arturia.
- No es nada… es solo que creo estar teniendo alucinaciones, me crucé contigo en varias ocasiones anteriormente, así que quizás solo debo estar soñando. – Ahí Arturia entendió lo que pasaba.
- Parece que no te habías cruzado con ellas antes.
- ¿Antes?
- Mis otras versiones.
- ¿Versiones? – Ahora el cerebro de Mordred se quedó en blanco, nunca se le pasó por la mente algo así, debido a ello no recordó nada más de lo que sucedió en los próximos minutos.
Mientras tanto, Haji estuvo descansando luego de que Da Vinci le pidiera hacer reportes de lo acontecido con los servants, en ese momento la puerta de su habitación sonó.
Soy yo. – Se escuchó a Lalter, la Lancer entró en ese momento.
- ¿Necesitas algo?
- Solamente unas cuantas cosas… ya se habrá dado cuenta que uso miasma mayormente para pelear y lo combino con poder de electricidad.
- Es cierto.
- A decir verdad… he estado teniendo problemas en manejarlo, como que mi poder se ha reducido de forma drástica.
- Ya veo… ¿deseas recuperar ese poder? – La Lancer asintió. – Podríamos hacer algo al respecto, como actualmente no tengo nada qué hacer, quizás podríamos-
- ¡Master! – Mordred llegó a toda velocidad en ese momento. - ¡¿Qué rayos está pasando!?
- … ¿Qué quieres decir?
- ¡Esto! Por qué demonios hay tantas versiones de padre. – Respondió con los ojos desorbitados, Haji entendió.
- ¿Estuviste rondando todo este tiempo por los pasillos y nunca te encontraste a las alters?
- No me responda con otra pregunta, exijo saber la razón.
- SI me preguntas algo que tiene que ver con el trono, no soy la persona más adecuada. – Al final Mordred nunca obtuvo la respuesta que buscaba. – Si ya terminaste, aquí ayudaré a Lalter con un problema suyo.
- Como sea, igual iré.
- ¿Irás?
- Si le acompaño, quizás aprenda más sobre estas otras versiones que existen. – Terminó de hablar. Sin mucho más que decir, se pusieron en camino, hablaron con Roman para ser transportados a una pequeña locación dentro de las singularidades, llegando a un bosque.
- Aquí es el sitio donde tengo que hacerlo. – Comentó Lalter. – Lo que estoy buscando se encuentra más al frente, en la cima de una montaña.
- Como sea, solo vamos. – Apresuró Mordred. Los tres empezaron a avanzar hacia el camino el cual era dirigido por la Lancer, mientras tanto la Saber seguía con sus dudas acerca de las otras versiones de su padre que existían. –(¿Cuándo surgieron? Y ¿por qué nunca supe de esto? Si realmente hay otros mundos… entonces padre… ¿en alguno habré logrado ser rey?)
- Te estás quedando atrás. – Señaló Haji, la rubia se apresuró a seguir el paso. En eso llegaron hasta un sendero pero entonces aparecieron criaturas, hombres lobo y esqueletos.
- Jeje, así que finalmente habrá algo de diversión. – Comentó Mordred.
- Nos encargaremos de esto master. – Lalter fue al ataque, invocando a su caballo, empezó a cabalgar mientras pasaba al lado de los enemigos, golpeando con su arma a estos los cuales salían volando.
Mordred empezó a lanzar fuertes golpes con Clarent los cuales mandaba a volar con fuerza a cada enemigo que se le cruzaba en su camino, haciendo uso de Mana Burst, sacaba todas sus fuerzas para acabarlos.
- Son realmente débiles.
- No gastes fuerzas de más Mordred. – Señaló Lalter, la Saber chasqueó la lengua.
- No tengo por qué obedecerte, no eres mi verdadero padre.
- Sigo siendo tu rey.
- No, ahora cállate. – Respondió antes de seguir peleando, la Lancer oscura soltó un suspiro.
- Supongo que tiene algo de razón… no necesariamente soy su rey.
- Ella parece tener conflictos con todas estas versiones alternas que existen. – Comentó Haji. – Cada una tiene su propia historia.
- Eso es cierto… yo decidí tomar un camino oscuro, aunque no porté Caliburn completamente, cambié a Rhongominyad, pasaron épocas oscuras y me volví un rey tiránico, al final no importa el camino a llevar, termina de la misma forma, con la ruina.
- Sé que cada una tiene el mismo arrepentimiento pero ahora es una forma de expiar lo sucedido en ese tiempo.
- Tiene razón… ahora deseo ganar más fuerza para ayudar, algo que nunca hice antes, si con eso quizás pueda obtener algo de aceptación que perdí, deseo hacerlo. – Respondió Ella. Continuaron el camino luego de haber acabado con los enemigos, en eso ya estaban cada vez más cerca del pico de la montaña, nueves se juntaron y los rayos comenzaron a hacerse presentes. – Esa es la señal… estamos cerca.
- Portar cosas metálicas es peligroso, conducen electricidad. – Expresó el pelinegro.
- No hay nada de que temer, estos rayos no son normales, porque algo más los está controlando. – Informó la Lancer, al llegar a la cima, vieron de qué se trataba.
- Genial, ese dragón es gigante. – Señaló Mordred. Estaban ante un dragón negro el cual les doblaba bastante la altura, este miró a los tres a lo que surgió un gran rugido.
- Si puedo derrotarlo, obtendré una mayor fuerza, para ello necesito bañar mi lanza con su sangre y se reactivará mi lado dracónico. – Informó la Lancer.
- Entonces solo hay que derrotarlo. – Mordred sonrió. – Así que no hay necesidad de retenerse, es momento de que recibas toda mi fuerza ¡Clarent Blood Arthur!
La rubia lanzó su NP para impactar al dragón pero este se elevó, esquivando el rayo y aterrizó cerca, usando sus piernas para buscar aplastarlos, Lalter subió a Haji a su caballo mientras trotaba lejos de ahí.
- No será algo sencillo. – Comentó Haji. – Hay que pensar mejor las cosas el cómo lo enfrentaremos.
- Por ahora sujétese Master, este será un viaje turbulento. – La Lancer vio como el dragón comenzó a formar fuego en su boca, listo para lanzarlo hacia donde estaban, agitando las riendas, el caballo comenzó a correr con mayor velocidad para alejarse del ataque, este al lanzar su fuego, impactó bastante cerca y con fuerza.
- Estúpido dragón, no me ignores. – Mordred saltó para atacar a una parte del cuello pero las escamas de este eran realmente duras que solo lograron chocar. - ¡Mierda!
- No seas imprudente Mordred. – Comentó Haji mientras el dragón buscó pisarlos una vez más, Lalter pasó entre las piernas hasta la parte inferior mientras atacó con una estocada al abdomen de la criatura, apenas y logró hacerle daño debido a su piel escamosa.
- No será realmente fácil hacer esto. – Comentó la Lancer por debajo. – Si pudiera contar con algo más de fuerza…
- Si eso quieres, aquí estoy. – Haji usó la segunda skill de su código místico para potencia la fuerza de Lalter, la alter asintió en ese momento.
- Aprecio el apoyo master, ahora ataquemos de nuevo.
Relinchando con fuerza, el caballo fue con todo lo pudo directamente hacia el dragón, este nuevamente preparó una gran ráfaga de fuego a lanzar pero Lalter se preparó de antemano, pasó por el costado hasta que empezó a elevarse del suelo, ahora yendo por el aire, alcanzó la altura de la cabeza y entonces embistió directamente uno de los ojos de este, la criatura soltó un fuerte rugido de dolor.
- ¡Aquí voy! – Mordred fue la siguiente en continuar el ataque en ese momento ahor que se vio los estragos en el abdomen del dragón, decidió apuntar todos sus esfuerzos en esa zona que poco a poco comenzaba a ceder. - ¡Entra maldita sea! – Con una estocada, logró atravesar la dura coraza de la criatura a lo que sangre empezó a salir, ahí y con la espada aun atravesada, corrió mientras realizaba un gran corte por toda la zona, el dragón solo podía sentir dolor en ese momento.
- Es el momento. – Señaló Haji, Lalter asintió.
- Recibe toda la furia en este ataque ¡Rhongomyniad! – Lanzando su NP, el dragón recibió completamente de lleno el ataque que no pudo defenderse más, el ser envuelto en el miasma oscuro hizo que cayera completamente derrotado en aquel momento, la Lancer empezó a respirar agitadamente. – Se acabó…
En ese momento una esfera salió de la criatura y voló hasta donde estaba ella, aterrizando en la palma de su mano, ahí es entonces que se engulló en su pecho.
- ¿Ese es el poder que buscabas? – Preguntó Mordred.
- Tuve un título que solo mis enemigos llegaron a conocer: El rey tiránico de las tormentas. Cada ataque que lanzaba era como si un rayo atravesara el campo de batalla para eliminar a quien se opusiera a mí, ese poder que una vez poseí… finalmente ha regresado, aunque esta vez lo usaré para un mejor propósito.
- Lo conseguiste. – Sonrió Haji, igualmente se vio una pequeña sonrisa en Lalter, Mordred nunca pensó que la vería sonreír de esa forma realmente, eso le dio a pensar bastante…
Volviendo a Chaldea, la Saber nuevamente estaba por su cuenta, ahí se cruzó a Salter que estaba saliendo con tres bolsas de patatas fritas.
- Padre… - Saludó ella, aunque la Alter la ignoró. – Escucha.
- ¿Qué quieres saber?
- … Entiendo muy bien lo sucedido, no eres mi padre realmente pero a la vez lo eres… a decir verdad, todo esto es muy confuso, saber que existen versiones alternas y demás, pero creo… que quizás no deba de negar que existes, a final de cuentas sigues siendo la misma persona ¿no?
- … Parece que llegaste a pensar bastante las cosas.
- Ocurrieron unos asuntos y pensé que no necesariamente tengo que pensar en ustedes como alguien distinto al padre que yo conozco… ¿no es un problema que te llame de esa forma?
- … Haz lo que quieras, para mí sigues siendo Mordred, no importa que otras versiones puedas tener. – Escuchar eso sorprendió a la rubia la cual sonrió fugazmente pues no deseaba que le viera de esa forma.
- Entendido, menos mal, como que un peso se me ha quitado de encima, así que con eso resuelto… ¿puedes darme un poco?
- Para nada, consíguete las tuyas. – Se apoderó de las bolsas, Haji observó todo de lejos en ese momento con media sonrisa.
- Parece que ocurrió algo bueno. – Lalter se acercó en ese momento.
- Ciertamente, las dudas que tenía Mordred finalmente se han disipado y ha aceptado que todas ustedes son su padre, independientemente de la historia que una vez hayan poseído.
- Es lo mejor para ella… pero igual me sigue surgiendo una duda.
- ¿De qué hablas? – Preguntó Haji.
- Estoy al tanto de todo esto, pero que… realmente existan versiones alternas mías es algo increíble, me da a pensar como si llegara a aparecer alguna otra en un lugar lejano.
- Quizás aparezca, ya el tiempo lo dirá. – Comentó Haji. Mientras tanto, en una galaxia lejana, tan lejana que las estrellas palidecen ante la lejanía se veía una figura que llevaba un chándal azul oscuro, una gorra y pantaloncillos, frente a él estaba una figura oscura.
- Ya sabes cuál es tu misión ¿no?
- Si… acabar con todas las Saberfaces que existan. – Respondió esta chica mientras el ahoge que sobresalía de su cabeza se movió.
- Parece que estás al tanto de todo, entonces esta es tu siguiente ubicación. – Le pasó coordenadas para su destino. – Ahí hay una gran concentración de Saberfaces a ser eliminadas, cuando termines tu trabajo, repórtalo.
- Claro maestro. – Sonrió la chica, en eso sacó un sable de luz azulado. – Soy el arma máxima antiSaberfaces, soy la heroína misteriosa X y voy a librar este universo de la amenaza que acabó con nuestras grandes colonias.
- Eso esperaba X. – Sonrió la figura que tenía parecido a un bien conocido mago blanco. – Puedes partir ahora mismo.
- Ya me iré maestro… por cierto ¿cargo la nave con Altrium suficiente para regresar?
- Claro, no tienes nada de qué preocuparte, puedes partir a realizar tu misión.
- En ese caso, Heroína misteriosa X se retira, nos vemos. – Ella se despidió mientras abordaba la nave en un puerto, encendiendo el motor mientras este partía de la base espacial, su maestro le iba irse.
- … Ahora me acuerdo que se me olvidó hacer algo… no importa, mi alumna seguro se las arreglará para volver.
Una amenaza se acerca directamente hacia el mundo de Chaldea, cuidado Saberfaces que el arma máxima está en camino para acabarlas.
En el próximo episodio, las Saber Wars darán inicio.
- No se lo pierdan. – Comentó X mirando a la pantalla mientras la nave se dirigía hacia su destino, la tierra.
Camilo Navas: Alice da esa ternura y sí que con ello no pueden evitar consentirla un poco jaja.
Felipe1402XZA: No me fue tan mal, saqué a Miyu en NP3 y Bradamante me llegó como un spook jaja, pero lo recibo, mejor para el doble Skadi.
Scanor13Zama: Ya aquí tenemos el nuevo cap entonces, a ver qué tal.
El Redentor 777: Jack procura ser la mejor amiga posible para Alice, la verdad que los servants menores de edad son muy pocos, ellas son las dos únicas niñas en todas Chaldea así que es inevitable que sean amigas.
Bueno, ya vimos como Mordred poco a poco irá aceptando a su padre y todas las versiones que estén por llegar, se sorprenderá por lo que esté adelante jaja, y el siguiente cap empezaremos el próximo evento, llega X y con ello las Saber Wars, nos vemos en el próximo cap. Saludos.
