Bien, como siempre, hola a quienquiera que lea esto.

Muchas gracias a Xechu .S, pablo 21, JL Dragneel Storm, miguel , jean d'arc, coki 13566, tony warrior, Kirito 720, Luna, S Nlikano, Trinity Seven, outcome 5 y Aegon I Targaryen por sus reviews, que son una bendición. Y hablando de los mismos:

Xechu .S: Hola, y gracias por la comprensión. Muchas gracias de verdad. Fanfic no es todo (tristemente). Aquí verás la reacción de Brynden Tully, y en el futuro verás un poco más. Que estés bien.

Pablo 21: hola, y gracias por la valoración. Por muchas veces que lo lea, me agrada ver que mi historia es considerada excelente. Bien, creo que, al menos por ahora, podré mantenerte contento, porque la historia se seguirá actualizando en la medida de lo posible. Cuida el carro; capaz un día salgamos juntos en él jajaj. En fin, un saludo grande.

JL Dragneel Storm: que tal. Todos tenemos diferentes interpretaciones de la palabra "interesante" pero espero que coincidamos lo suficiente para que no te aburran estos capítulos, que son como la subida lenta de la montaña rusa antes de la caída en picada. Me alegra que no te importe el tema de los personajes, aunque aclaro que, para mí al menos, Jon y sus pelirrojas son los protagonistas. Gracias, y hasta la próxima.

Miguel : que tal mi amigo. Bien, yo aprecio y valoro todos los comentarios (para mí, el tiempo es una de las cosas más valiosas, y el que ustedes den el suyo para enviar mensajes es algo que agradezco de corazón) y para mí, lo menos que debo a los que los escriben es una respuesta. La verdad, sí: creo que soy algo malvado al hacerlos esperar tanto. Bien, la espera se acaba aquí, aunque no diría que hay personajes irrelevantes en la historia, más bien que algunos están haciendo cosas más interesantes que otros. Si, pensé en presentar a Val de esa manera, pero no vi como algo de ella: apoyándose en un nombre que no siente como suyo y en un pariente…no es del estilo del Pueblo Libre, y Val es ante todo una mujer de las lanzas. Creo que nada podría calmar la desconfianza de los norteños al ver a un ejército de salvajes. Si, te doy la razón en el asunto de las armaduras, y ya he empezado a preparar una posible solución. La idea de una barrera con los gigantes es interesante, y los arqueros son una buena adición. Creo que podría añadirle un par de cosas más, pero no nos adelantemos. En fin, gracias por la idea. Que estés muy bien, y hasta la próxima.

Jean d'arc: ¡Hola! ¡Que gusto leerte de nuevo! No sabes cómo me alegra que no te parezca mal los saltos que doy con los personajes. Y si, concuerdo contigo, mostrar personajes que no hacen ni piensan en nada no tiene mucho sentido. Espero que el balance te siga gustando en los futuros capítulos. Si, la desconfianza está a la orden del día, y pasará tiempo hasta que disminuya. Aquí verás la reacción del Pez Negro a la noticia de que su sobrina está viva; y espera a cuando se entere de Cat y Jon jajaj. Val tiene lo que podemos llamar un sexto sentido; ya verás si está justificado o no. Mmmm, hay mucho que saber de Howland Reed, pero no nos adelantemos. Bueno, un abrazo y un saludo a ti y a tu familia.

Coki 13566: Hola. Sí, no sabes cuán molesto es. Tengo tantas ideas que a veces siento como si mi cabeza fuera a explotar. Sí, los ángulos son muchos, pero son necesarios. La historia se volvería demasiado breve, y creo que hasta irrealista, si no lo hiciera. Gracias por tan sabio consejo jajaj. Un abrazo y que estés bien.

Tony Warrior: ¿corto? La verdad lo dudo mucho jajaj, ay pero me encantan los mensajes largos. Entre más largos mejor (cuántas interpretaciones tiene esa frase eh?). Yo trato de no hacer saltos tan grandes en el tiempo; me parece que sería sumamente difícil explicar los cambios que los personajes sufrirían tras un salto de muchos meses o hasta años. Si algo demuestra Catelyn en la historia es que el tiempo puede cambiar mucho a las personas. Te agradezco las sugerencias, pero lo cierto es que, al menos por ahora, todo es igual de importante, y todo estará relacionado de una u otra forma en el futuro. No quiero darle demasiado protagonismo a unos personajes, aunque no es por falta de ganas *tos* Catelyn *tos* Ygritte *tos*. Saber que mi historia produce tantas emociones me da una alegría inmensa; no tienes idea. Los insultos ya son comunes aquí jajaj, no me enojaré por ellos. A veces me los merezco; lo reconozco. Te agradezco muchísimo la paciencia, y te prometo que, aunque pueden ocurrir retrasos en el futuro, la historia se terminará a como dé lugar. Cambiando de tema, escuché la canción el mismo día que llegó tu review. Y me gustó: la verdad es que no soy mucho de ese género en particular, pero admito que la armonía de los instrumentos es soberbia, y la melodía es muy buena, aunque más que triste, yo la calificaría como solemne (pero puede que me equivoque al respecto). Bueno, gracias por sugerirla, y hasta la próxima. VALAR DOHAERIS.

Kirito 720: holaaaa. Ahora empieza, pero espera a ver el final del asedio de Invernalia. Agradezco la felicitación con humildad pero con alegría. ¡A mí no me vengas con amenazas, que de esas tengo los bolsillos llenos! (aunque que no daría yo porque se convirtieran en dinero jajaj). Bueno, se acercan más peleas, y espero hacerlas dignas del tiempo que esperan por ellas. Hasta la siguiente vez, y ¡mucha suerte!

Luna: bien, sin duda estarás insatisfecha por no mostrar más de los pimientos rojos, pero prometo que el momento se acerca. Y cómo le dije a jean, la desconfianza es en estos momentos como el pan de cada día: infaltable. Un abrazo y que sueñes con pelirrojas haciendo cosas para mayores de 18 jajaj.

S Nlikano: bueno, antes que nada, permíteme decir ¡hola, y que gusto es leer a alguien nuevo por estos lares! A mí también me ha pasado eso de estar dando vueltas y encontrar una gran historia de la nada (aunque tal vez soy muy soberbio por considerar así a una historia propia jajaj). Sí, entiendo que la relación principal de la historia es algo que incomoda, tanto por ser de 3 como por los 3 en cuestión. Me parece que es por ser una relación poca, o nulamente, explotada. Agradezco mucho el respeto, y solo puedo agradecer por ello. Agradezco las recomendaciones, pero la verdad me parece que, tras la pérdida de Robb, Catelyn estaría demasiado destrozada para vengarse (si nos basamos más en el show que en los libros), además de que ella era una mujer que vivía para amar a su familia, no para odiar a otros. Y sobre lo de que Catelyn se acercar a Jon por extrañar mucho a Ned….bien, no niego que lo pensé, pero me pareció injusto, tanto para Jon como para ella. No sería justo para Jon ser comparado con su padre, y sería hasta doloroso para Cat vivir anhelando un pasado que ya no volvería. Cambiando de tema, no me parece que la marcha hasta el Muro fuera sencilla para Jon: Stannis, las peleas entre los clanes, el matar al Señor de Los Huesos, el convencer a los suyos de una tregua con la Guardia de la Noche. Pero permíteme corregirte en algo: el Pueblo Libre ya había sido reunido por Mance, y eso le evitó a Jon el tener que irlos agrupando poco a poco. Y en cuanto a los señores del Norte, me parece que la venganza contra los Bolton era algo muy tentador para unirse a Jon, sobre todo al ver el tamaño de su ejército. Bueno, ahora, yendo a otra cosa: MUCHÍSIMAS GRACIAS POR VALORAR BIEN LAS ESCENAS DE LUCHA. La verdad es que son de las escenas que más dudo a la hora de escribirlas, y hasta ahora pienso que le faltó algo a todas, pero gracias por considerarlas tan bien. Aquí está el siguiente capítulo, y ojalá te guste. Un saludo.

Trinity Seven: mmm…..bueno, hola primero que nada. No voy a negar que esas fueran traiciones que me dolieron la primera vez, y no digo que la justifique, pero creo que lo de Arya y Joffrey fue solo el error de una niña tonta, y pese a que yo concuerdo contigo en el odio hacia todos los que tuvieron que ver con la muerte de la loba, me parece que ahí fue cuando a Sansa le salió el tiro por la culata. En cuanto a la traición a Ned Stark, fue una estupidez mayor y que le salió muy caro, pero creo que la expió (al menos en parte) durante el infierno que pasó en Desembarco del Rey con Joffrey y Cersei. Esa de hecho me parece la más irónica, porque Sansa obtuvo lo que quería (quedarse en Desembarco del Rey) y solo ahí se dio cuenta de lo que en verdad eran Joffrey y Cersei. Y en cuanto a que no le dijo a Jon de los caballeros del Valle….ahí sí, estoy contigo. Me pareció un engaño horrible, y no puedo evitar pensar que ese era su plan: que el ejército de Jon y los Bolton se desangraran uno al otro antes de aparecer para obtener una victoria fácil contra enemigos heridos y agotados. Bueno, no hablemos más de la roja: un saludo y cuídate.

Outcome 5: que gusto leerte de nuevo. Bien, no discuto lo de que abarco mucho; sé que lo hago, y sé que la historia da la impresión de no avanzar mucho en estos capítulos, pero todo es en aras de hacerla digna. Y me encantaría enfocarme más en los personajes principales (es decir: Catelyn, Ygritte y Jon) pero no puedo dejar de lado el resto de las situaciones, si no sería mucho más difícil explicarlas y comprenderlas más adelante. Lamento que la reconquista de Invernalia tarde, pero como dije, quiero dejar en claro lo que pasa en un ámbito más general. Lo de la falta de fluidez…tal vez tengas razón en eso. Bueno, que estés muy bien y hasta la próxima.

Aegon I Tragaryen (el error es intencional): ¡ya decía yo que faltaba alguien por acá! ¡holaaaaa, y que gusto hablar contigo de nuevo! ¡Una semana sin Internet, vaya! Te comprendo bien; muchas veces me ha pasado, y me pasa todavía, que el internet se va de golpe cuándo lo necesito (gracias a Dios no lo necesito para hacer trabajos y escribir la historia). Oh sí, Val es dudosa hasta los huesos; es, me parece, algo infaltable en una guerrera con tanta experiencia como ella. Sientes que los Mormont son peligrosos….. bien, creo que en estos momentos todos son de una u otra forma peligrosos, pero no nos adelantemos demasiado. Bueno, gracias, gracias, gracias por los halagos; nunca me canso de escucharlos. Como verás, alcancé a recibir el comentario, para mi alegría. Espero que esté capítulo también te guste. Que estés muy, pero muy bien.

*Bien, ahora sí, basta de hablar. Vamos a lo que los trajo hasta aquí.

Disclaimer: todo lo que puedan reconocer pertenece a G.R.R. Martín. Yo solo lo uso para entretenerme y tratar de entretener a otros.

Rodrik "El Lector"

El cielo estaba cubierto de nubes oscuras, y una ligera llovizna empapaba todo, cayendo sin pausa desde el amanecer. Hacia el norte las tormentas serían mucho peores, estaba seguro. Con un movimiento se ajustó la capucha de lana para protegerse de las gotas heladas que caían del cielo. Debía ser cerca del mediodía.

Observó en silencio desde los muelles como los dos barcoluengos se perdían en el horizonte, en camino al Norte. Habían decidido enviar dos para tener dos veces más posibilidades de éxito.

No era devoto, por lo que no dio plegarias al Dios Ahogado, ni a los Siete ni a ningún otro dios del que hubiera escuchado en su vida. Simplemente esperó que llegaran a su destino a salvo. Mucho dependía del éxito de la misión.

Kevan

Entró en sus habitaciones más cansado de lo usual; su cabeza palpitaba, y no pudo resistir la tentación de servirse una copa de vino, antes de sentarse junto al fuego, buscando acabar con el frío al que había estado sometido desde el amanecer.

Mientras tomaba el vino a sorbos, sus pensamientos lo inundaron. Los primeros estuvieron centrados en su esposa y en sus hijos, pero inevitablemente fueron arrastrados hacia los últimos acontecimientos.

Las noticias de las derrotas en Antigua y en el Norte se habían dispersado ya por toda la ciudad por medio de los susurros y murmullos de los sirvientes y guardias de la fortaleza real, y con la contribución de barcos y galeras mercantes venidos tanto del Norte como del Sur.

El pánico se había apoderado con rapidez de Desembarco del Rey, similar a cómo había sido en los días anteriores al ataque de Stannis Baratheon. Kevan no había estado en la ciudad en esos días, pero lo había escuchado por la boca de su sob….Tyrion. Kevan había pensado en su momento que Tyrion había exagerado. Pero si en verdad él había tenido que lidiar con una situación igual a la actual…Kevan estaba casi compadeciendo a su sob….Tyrion.

En cada esquina del Lecho de Pulgas, de la Calle de los Pescadores y el resto de los lugares dónde pululaban los hombres y mujeres de baja estofa, septones harapientos y predicadores de todo tipo de procedencia vociferaban a gritos mensajes premonitorios con los que alteraban a los pequeños de la ciudad. Las tabernas estaban atestadas de rumores, y cada día llegaban nuevos con los pocos granjeros que venían a vender sus cosechas, así como con los pescadores y comerciantes que llegaban por mar. En los septos, los devotos se aglutinaban pidiendo por la protección de la Madre, y porque la mano del Extraño cayera sobre los impíos Hijos del Hierro y los salvajes norteños.

Si se limitara a plegarias y rumores, Kevan no se habría alterado. Por desgracia, había entre las turbas tontas de Desembarco del Rey gente que de peor ralea. Había habido ataques, robos y violaciones, y lo peor era que todos ellos terminados en asesinatos. El último de ellos fue uno de los más atroces: una familia completa, padre, madre y tres niños, habían sido asesinados brutalmente durante la noche. La mujer, al parecer, había nacido en Puerto Blanco. Era un testimonio más de lo que Kevan ya sabía, pero el resto del Pequeño Consejo e incluso los oficiales de la Guardia de la Ciudad, ignoraban de manera intencional: cualquier persona en Desembarco del Rey que fuera de origen norteño, o que estuviera relacionado con ellos, estaba en riesgo.

La situación era muy seria; la única forma de responder a ella era con medidas igualmente serias. Tras varias reuniones, y no sin un considerable esfuerzo para convencer a Mace Tyrell, Kevan por fin había obtenido el apoyo, a regañadientes, de la Mano del Rey para iniciar medidas para aumentar la estabilidad del Rey Tommen y la Reina Margaery en el Trono.

Las derrotas sufridas en el Norte y el Rejo habían sido lo bastante graves como para que se empezaran a agrupar nuevas huestes, pese a las estrepitosas protestas de Mace Tyrell, quién afirmaba que el ejército Tyrell sería más que suficiente para controlar ambas amenazas. Kevan tenía la certeza cada vez mayor de que la Mano del Rey no quería un ejército occidental armado y listo para pelear, no por confianza en que sus propias fuerzas bastarían para contener a los saqueadores de Euron Greyjoy y a los salvajes de Jon Nieve, sino porque este ejército podría disputar su control cada vez mayor sobre el Rey, el Trono y la capital.

Los pensamientos de Kevan vagaron a la carta escrita por su propia mano que en esos momentos debía estar siendo enviada por medio de un cuervo a Roca Casterly. Kevan había escrito a Ser Daven Lannister, su primo y el Guardián del Occidente, con órdenes de convocar a los banderizos de la Casa Lannister y empezar de inmediato una leva en Lannisport y el resto de las tierras de su familia. Debían aumentar el número de sus fuerzas con urgencia; sin embargo, Kevan no albergaba las esperanzas de un gran ejército. Las heridas producidas por la larga lucha contra Robb Stark, la llegada inminente del invierno y la ausencia de su hermano Tywin para inspirar el respeto y el temor debido a la Casa Lannister causarían graves problemas en las levas hechas en el Occidente. Su poder se había visto considerablemente reducido desde el inicio de la Guerra de los Cinco Reyes.

Pese a que los Hijos del Hierro y los rebeldes norteños y sus nuevos aliados salvajes aún estaban a muchas quincenas de distancia, también se empezarían a reclutar nuevos hombres entre las clases bajas de Desembarco del Rey para aumentar los números de la Guardia de la Ciudad. Randyll Tarly no dudaba de que pudieran duplicar o incluso triplicar los números de los capas doradas, pero no se mantenía optimista sobre las habilidades de sus nuevos reclutas. Era una de las ocasiones en que el Regente y el Consejero de los Edictos coincidían; los nuevos reclutas de la Guardia serían casi en su totalidad mendigos, ladronzuelos e hijos de pescadores, comerciantes y granjeros. Pasarían muchas lunas de entrenamiento antes de que pudieran ser enviados a una pelea.

Pero aunque no fueran grandes peleadores, los nuevos capas doradas aún podrían tener otros usos. No deberían tener problemas para controlar a ladronzuelos y estafadores, así como castigar a los predicadores harapientos. También podrían ayudar a aparentar que la fuerza de la Corona era mucho mayor de lo que en verdad era ante los grupos problemáticos que había en la Ciudad. Un grupo en particular, debía ser hecho consciente una vez más de ello: la Fe.

Desde la humillación a la que habían sometido a Cersei, no habían hecho más actos abiertamente desafiantes en contra de la Corona o las otras familias nobles. Habían liberado a Margaery Tyrell, lo que probablemente había evitado un baño de sangre dentro de los muros de la ciudad.

Pero, pese a todas las medidas tomadas para evitarlo, una parte de Kevan pensaba que la lucha entre la Corona y la Fe era inevitable. Esta última ya contaba con fuerzas armadas que, si bien no eran tan numerosas como la Guardia de la Ciudad, y menos aún con el ejército de los Tyrell y los Lannister, se incrementaban lenta pero constantemente. Según los últimos informes de sus espías, más de doscientos caballeros se habían unido ya a la recientemente reinstaurada Orden de los Hijos del Guerrero. Cinco veces más de hombres eran ahora Clérigos Humildes, pobremente armados y equipados, pero no por ello menos devotos de la Fe y servidores de los designios, o tal vez caprichos, del Septon Supremo.

Kevan suspiró. Quién debería estar allí era Tywin, no él. Tywin sabría cómo solucionar tan precaria situación. Tywin era el líder; Kevan era el seguidor.

Val

"El plan original cuando partí en compañía de Galbart Glover era encontrar a Jon Nieve en el Muro, informarle de la voluntad de su hermano, obtener su liberación de la Guardia de la Noche y coronarlo como Rey el Norte" empezó La Osa de Mormont, atrayendo todas las miradas hacia ella.

"Sin embargo, al llegar al Castillo Negro nos enteramos de que había desaparecido al Norte del Muro, durante una exploración. Tras discutirlo, mi señor de Glover y yo acordamos que nuestra mejor posibilidad era cruzar el Muro nosotros mismos e intentar encontrar al hermano del Rey en persona"

Un bufido dejó los labios de Karstark, y su rostro habló a gritos. La manera de actuar de La Osa y de Glover claramente le pareció mala. E igualmente mala fue la mirada que recibió de las mujeres Mormont, madre e hija.

"Pero en vez de encontrar al Rey Jon, el los encontró primero. Y me envió con un puñado de jinetes para llevarlos ante él" intervino Val, acabando con las miradas hostiles entre los tres arrodillados, que se dirigieron, junto con todas las demás, hacia ella.

"¿Cómo los encontraron?" preguntó Reed, con una mirada aguda.

Val pensó que era extraño; entre todas las que podrían haberse hecho, ¿por qué preguntar eso? Por un momento pensó en decir que los habían visto con exploradores, pero al final decidió ser sincera.

"El Rey los vio, a través de su lobo" respondió "Es un cambiapieles" especificó, al ver las miradas de confusión de Karstark y Condon.

Entonces ocurrió. La confusión de Karstark y Condon se convirtió en una risa entre dientes por parte de ambos. Val frunció el ceño, molesta con los imbéciles por reír en tal momento; Condon acertó a callarse al fulminarlo con la mirada, aunque el fantasma de una sonrisa permaneció en su rostro. Karstark siguió riendo….hasta que se dio cuenta de que era el único que lo hacía. Su risa se convirtió en un carraspeo que no engañó a Val.

"Eso es imposible" repuso el hombre con el sol blanco, y frunció el ceño al darse cuenta de que nadie apoyaba su declaración "Los cambiapieles no existen" espetó, mirando a todos los demás como si de repente fueran tontos.

"Sí existen" Val había pensado en las palabras, pero quién las pronunció no fue otro que Garlon Norrey "Creedle, mi señor. Dice la verdad" aseguró.

"Pero…." intervino Kyle Condon, con el ceño fruncido "¡No puede ser cierto!" exclamó. Val no cedió en su postura, y de reojo pudo ver que Norrey tampoco lo hacía.

"Lo es" afirmó una nueva voz. La de La Osa "Hay cambiapieles entre ellos. Perros, lobos, águilas, incluso un gatosombra"

Ellos, escuchó Val. No nosotros.

Se apresuró a controlar las facciones de su rostro "Jabalíes, osos, búhos, alces, cabras, un zorro" añadió Val, recordando a los animales que había visto en una u otra ocasión en compañía de hombres y mujeres en medio de sus campamentos, ajenos al temor habitual de bestias como esas al estar entre un gran número de personas y sin ninguna restricción "Pero el Rey es el único que tiene un lobo huargo"

Karstark y Condon fruncieron el ceño, desconfiados, y el primero abrió la boca, pero ninguna palabra llegó a salir de ella.

"¡Ya basta!" interrumpió Brynden Tully, con una voz que parecía hecha para dar órdenes "Cambiapieles o no, quiero seguir escuchando que fue lo que pasó después de que Glover y Mormont fueran encontrados" indicó.

Karstark y Condon desviaron la mirada, resignados, y Val, tras un momento, decidió hacer caso a Tully. Si no querían creer en los cambiapieles, no insistiría.

"Luego de encontrarlos, los llevé ante el Rey" continuó Val "Pero él no estaba ahí. Había partido hacia el este, a luchar contra un señor sureño que había ido al norte del Muro para destruir al Pueblo Libre" Val se mordió el labio inferior, pensando en cuál era el nombre de ese arrodillado "Srannis…" no estaba segura. Había pasado mucho tiempo.

"Stannis. Stannis Baratheon" espetó Tully, frunciendo el ceño "¿Ese era el nombre, mi señora?" preguntó, con los ojos llenos de suspicacia.

Val ni siquiera se molestó porque se refirieran a ella como a una dama de los arrodillados "Sí. Ese era el hombre" entonces lo recordó: Jon le había dicho que ese era un Rey.

"¡Fuisteis vosotros!" exclamó en ese momento Karstark, abriendo los ojos sorprendido "¡Vosotros matasteis a Stannis Baratheon!" exclamó, mirando primero en su dirección, y luego a los caudillos detrás de ella.

Val apretó los labios un momento "En realidad, lo hizo el Rey" corrigió, ligeramente curiosa por el repentino arrebato. Ella no tomó parte en esa pelea.

"¿Cómo supisteis de Stannis Baratheon?" preguntó La Osa, mirando a todos con el ceño fruncido. Además de Karstark, ninguno de los arrodillados parecía especialmente sorprendido.

Al pensarlo, Val se encontró concordando con La Osa. Si no sabían siquiera que Jon era quién lideraba al Pueblo Libre, ¿cómo es que sabían de la muerte de Baratheon en el Bosque Encantado, que estaba a una distancia tan grande?

"Nos llegaron rumores desde el sur" habló Lyra Mormont, hablando directamente con su madre "Al parecer, algunos de los hombres de Stannis lograron volver en barcos maltrechos y destrozados, que encallaron en Punta Zarpa Rota. Algunos afirmaron que el ejército fue destruido por una tormenta en el Mar de los Escalofríos, pero otros dijeron que fueron atacados por salvajes" los ojos de Lyra Mormont entonces fueron hacia Val, endurecidos "Ahora sabemos cuál fue" dijo, en un tono afilado. Casi…acusatorio.

Val sintió el repentino deseo de atacar a la chica Mormont, no estaba segura de sí con palabras o con la espada, pero antes de que pudiera hacerlo, alguien intervino.

"¿Y Stannis Baratheon murió en la pelea?" preguntó Tully, interviniendo una vez más. Val no pudo evitar pensar que, tal vez, el hombre habló para evitar que la tensión entre la hija de La Osa y ella aumentara.

"Sí" afirmó Val. No había visto el cadáver, ni le habría servido de nada si lo hubiera hecho, pero confiaba en la palabra de Jon "Junto con la mayor parte de su ejército. Los sobrevivientes fueron capturados y llevados como prisioneros, hasta que llegamos al Muro. El Rey alcanzó un acuerdo con la Guardia de la Noche, y pudimos cruzar en paz. Les entregó a los prisioneros para que se convirtieran en cuervos y obtuvo el para que el Pueblo Libre se asentara" informó, observando las reacciones a esas noticias. Jon le había explicado un poco sobre lo que eso significaría para los norteños: que el Pueblo Libre tendría una tierra cercana a las de los norteños, de la que no podrían expulsarlos sin motivo.

Pese a que Brynden Tully conservaba el ceño fruncido, era obvio que era el menos enojado al respecto. La chica Mormont, Karstark y Condon parecían enojados, pero también algo ofendidos. Reed una vez más la sorprendía: más allá de una ceja levemente alzada, el rostro del señor del pantano se mantenía sereno.

"Y presumo que luego de eso fuisteis enviados hasta aquí. Para obtener nuestro apoyo para proseguir la lucha" habló Kyle Condon, con su rostro relajado.

Val dudó un momento. Habían venido solo por la ayuda Reed. Pero si los demás fueran útiles para tomar Foso Cailin… "Sí" respondió brevemente.

"Contáis con el mío, mi señora" afirmó Reed tras un solo instante de silencio "Estoy con el Rey"

Val lucho contra la sonrisa que quería nacer en su rostro. Había esperado más resistencia o dudas por parte de Reed, pero no se quejaría…...aunque tampoco confiaría ciegamente en él.

Val dirigió su mirada hacia los tres hombres y la mujer que habían llegado con Reed. De reojo, notó como Garlon y Bigotes de Pez hacían lo mismo; claramente esperaban una respuesta, al igual que ella.

Val observó como Lyra Mormont miraba a su madre, una mirada de indecisión en sus ojos. La Osa hizo un pequeño gesto afirmativo con la cabeza, y eso pareció bastar.

"Contáis también con el mío" murmuró Lyra Mormont.

Val no tuvo dificultad en escuchar el tono forzado de sus palabras. Aun así, asintió en reconocimiento, antes de mirar a los tres hombres que aún no habían hablado.

Tuvieron que esperar un tiempo considerable hasta que alguien más habló.

"He escuchado…" habló Condon, al tiempo que su mirada caía hacia el piso "que algunos hombres de la Casa Cerwyn se unieron a Roose Bolton y a su bastardo" dijo. No lo dijo con tono de orgullo; más bien parecía…avergonzado.

"Así fue" habló Garlon Norrey. Val no discutió; no recordaba cuál era el emblema de la Casa Cerwyn, pero creía haberla escuchado mencionar por Jon como una Casa que apoyaba a los Bolton.

"Si apoyo al Rey Jon…¿es posible que el castigo a los Cerwyn por su traición sea menor?" preguntó, alzando la vista del suelo para dirigirla directo a los ojos de Val.

Val meditó un momento. Jon había perdonados a los prisioneros capturados en batalla, pese a sus consejos, y probablemente los de otros, de no hacerlo. En el otro extremo, Jon no dejaría a los hombres que pelearon por los Bolton sin castigo; no sería sensato. Además, pese a que Jon no era despiadado, tampoco era un hombre blando de corazón. Y también debía tener en cuenta que Jon al menos consideraría la petición del hombre ante ella, si nada más porque pedía algo por los suyos, no por sí mismo.

"Es posible" dijo Val, sin atreverse a ser más explícita.

Condon soltó un profundo suspiro antes de responder "Contáis con mi apoyo" concedió.

Ahora Val volvió la vista a los dos hombres que aún no se habían declarado: Tully y Karstark.

"No puedo pelear junto a los salvajes" escupió Karstark, luciendo en conflicto consigo mismo "Mi padre se revolcaría en su tumba si lo hiciera" afirmó, al tiempo que negaba con la cabeza.

Pese a su molestia por esas palabras, Val debía admitir que podía entenderlo. Su propio padre no había tenido más que desprecio por los arrodillados; probablemente le escupiría en el rostro si la viera en estos momentos.

"¡Tú entre todos deberías apoyar al Rey Jon, Karstark!" la voz de Bigotes de Pez resonó como un latigazo "Después de lo que ha hecho por tu hermana, estás en deuda con él"

Por un segundo, el silencio llenó la tienda. Val supo qué tipo de lazo de sangre unía al hombre con Alys Karstark. Al siguiente, el hombre estalló.

"¡¿Qué?!" el rugido de Karstark pareció el de una bestia salvaje, y la gruesa barba y la poblada cabellera contribuyeron a darle ese aspecto, aunque no tanto como el rostro torcido de ira que al instante empezó a enrojecer "¡¿Alys?! ¡¿Qué mierda tiene que ver mi hermana con ustedes?!" gritó, fulminando con la mirada a uno tras otro de los hombres y mujeres del Pueblo Libre, aunque guardando la peor de todas las miradas para Val. Sus puños se apretaron con fuerza, y Val juro que si daba un paso al frente desenvainaría su espada "¡Si el bastardo de Ned Stark la secuestró lo voy a….."

"¿Secuestrar?" la palabra salió de los labios de Val sin pensarlo, al tiempo que sentía como el enojo aparecía en su interior, ardiente y cada vez más intenso "Nuestros exploradores la encontraron a días de distancia del Castillo Negro, en medio del Agasajo, sola y huyendo de sus parientes" había escuchado toda la historia por boca de Jon, y como ahora, no le producía más que desprecio por los hombres que habían intentado forzar a una muchacha a casarse contra su voluntad, además de echarla de su hogar "De lo único de lo que puedes acusar a J…al Rey es de darle comida, refugio y ayuda. Así que cierra la maldita boca, Karstark, o haré que la cierres" escupió, furiosa.

El enojo no desapareció del rostro de Karstark, pero ahora se mezcló con una considerable confusión "¿Q-Qué? ¿Huyendo? ¿¡Huyendo de qué!?" espetó.

"De su familia" otra voz habló en ese momento. Una de las mujeres detrás de Val, una caudilla llamada Garya, dio un paso al frente, mirando a Karstark con el ceño fruncido "Querían casarla a la fuerza con uno de sus parientes, un tal Cregan, para robarle su hogar. Se enteró y huyo en busca del Rey" informó, sus ojos azules brillando. Su cabello rojo colgaba en una trenza que caía sobre su hombro izquierdo.

Val le tomó un momento entender cómo es que Garya sabía tan bien lo que había pasado con Alys Karstark. Garya era hermana de Cwenya, la mujer que Jon había colocado como guardia para la joven Karstark.

La atención de Val se centró ahora en Harrion Karstark. El hermano de Alys abrió la boca de nuevo, con la obvia intención de gritar a Garya, pero luego sus ojos se abrieron un poco más, como si hubiera recordado algo. Por unos momentos guardó silencio, mirando en conflicto a su alrededor. Val no parpadeó cuando esa mirada se posó en ella una vez más, y la mayoría la imito, aunque La Osa asintió cuando Karstark la miró.

"¿Mi hermana está con vosotros?" preguntó, mirando directamente a Val, que asintió "Tenéis mi apoyo" dijo, aunque Val creía que lo que quiso decir fue "Tenéis mi apoyo por ahora"

Cómo una, todas las miradas fueron hacia Brynden Tully.

"¿Qué motivos tengo para pelear por el bastardo de Ned Stark?" preguntó el hombre de cabello canoso. No había insolencia en su voz, ni burla, ni enojo, ni interés. Era solo una pregunta.

Val tenía una buena razón, y estaba tan decidida a nombrarla que no se detuvo a considerar que el silencio de La Osa, Garlon Norrey e incluso Bigotes de Pez, que sabían lo mismo que ella, podría ser un indicio de mencionarlo con más cuidado. Pero no lo hizo.

"¿Catelyn Tully puede ser un motivo?" preguntó Val, al tiempo que cruzaba los brazos a la altura del pecho. Al hacer eso, alejó sus manos de la empuñadura de sus armas.

Fue un error.

Con dos zancadas asombrosamente rápidas para un hombre de su edad, Brynden Tully acabó con la distancia que los separaba en un momento. Val alcanzó a llegar a su espada e incluso empezar a desenvainar, pero ya era tarde. Antes de que pudiera retirarse o atacar, la espada de Tully estaba ya presionada contra su cuello y el hombre por fin mostraba un claro enojo contra ella.

No pasó más de un instante antes de que un par de gritos de furia llenaran la tienda, y los hombres y mujeres detrás de Val desenvainaron sus armas antes de rodear a Brynden Tully, al igual que Garlon Norrey y Edgar Moss.

"Baja la espada, Tully" comandó Moss. Val lo vio de reojo y supo que estaba listo para matar a Tully si no lo hacía.

"No os atreváis a mencionar a mi sobrina, mi señora" gruñó Brynden, mirando a Val con una mirada de puro enojo, ojos llenos de la promesa de que la mataría si se atrevía. Por un momento, Val pensó en no hacerlo, pero no era ninguna cobarde, y estaba dispuesta a insistir, pero alguien más habló.

"¡Ella dice la verdad!" exclamó Garlon, mirando a Brynden Tully con el ceño fruncido y su espada en el cuello del anciano "Catelyn Tully está viva. La he visto con mis propios ojos" juró.

Brynden Tully resopló con enojo "¿El bastardo de Ned Stark te ordenó que lo dijeras? ¿Qué te ofreció a cambio?" preguntó, aunque parecía más interesado en Val que en Norrey.

Val noto que el agarre de Norrey en su espada se tensaba, y sintió como el filo del arma de Tully presionaba con más fuerza contra su cuello.

"¡Ten cuidado con lo que insinúas, Tully!" rugió Garlon, tan enojado como Tully. Si las miradas mataran, Brynden Tully ya estaría muerto "¡No soy ningún mentiroso, ni tampoco una sabandija que busca recompensa a cambio de su palabra!" continuó, sin apartar la mirada del hombre que amenazaba a Val "¡Tengo mi honor, y por él, así como por el honor de mi clan, te juro que Catelyn Tully está viva!" aseguro, aun sin aflojar el agarre de su arma.

"Él dice la verdad, Pez Negro" intervino en ese momento La Osa, dando un paso al frente pero manteniendo la mano apartada de la maza de guerra en su cinturón "Yo también lo he visto. Sé que puede sonar imposible, pero así es. Tu sobrina está viva" aseguró en un tono no exento de emoción, pero tampoco cargado de calor.

"¿Y cómo?" espetó el hombre "¡Dime! ¿Si ella está viva, cómo rayos es que está con el bastardo de Invernalia?" la encaró, al fin mirando a La Osa, aunque sin alejar su espada una pulgada del cuello de Val.

"Escapó de la Boda Roja" respondió Maege Mormont "Llegó a las costas del Cabo de Águilas y fue capturada por los Hijos del Hierro. Una tormenta hundió el barco en mar abierto y la arrastró a la costa, más allá del Muro. Y en esas tierras, el hijo de Ned Stark la encontró" contó La Osa.

"¡¿Quién crees que intervino en nombre del Rey ante los hombres de los clanes?!" intervino Garlon Norrey en ese momento.

Brynden Tully dudó por un instante, y Val se arriesgó. Lanzo un pequeño golpe hacia el antebrazo de Tully, al tiempo que saltaba hacia un costado, alejándose del filo de la hoja. Los demás caudillos vieron la oportunidad, y dos de ellos se colocaron entre ella y el anciano, espadas alzadas y listas para pelear.

"Tranquilos" comandó Val, aunque al mismo tiempo desenvainó su espada, por precaución.

Todas las miradas estaban fijas en Brynden Tully; los caudillos, así como Val, Garlon y Moss, estaban alerta y cerca de él. Los demás estaban algo más alejados, pero Val no dudaba que estaban completamente atentos a lo que ocurría.

"Quiero verla" gruñó Brynden Tully, con un tono que daba a entender que no les creía. Val debía admitir que la falta de miedo del anciano al estar rodeado por nueve guerreros listos para matarlo le impresionaba "No creeré nada sin verla" aseguró, y Val vio a la perfección la verdad que había en sus palabras.

"Haz lo que quieras" escupió Val, rabiosa, pero ya sin intentar convencerlo "Pero antes responde. ¡¿Estás con nosotros o contra nosotros?!" le exigió. No había otra opción.

El silencio que siguió fue el más largo de todos. Los momentos pasaron uno tras otro, sin nada más que el sonido de sus respiraciones ligeramente agitadas y el susurro de la brisa contra las paredes de la tienda. La tensión lleno el ambiente, tan espesa que Val dudaba poder cortarla incluso con la espada que empuñaba. Pero al final fue rota.

La voz de Brynden Tully fue tan baja que pudo ser confundida con el viento "Estoy con vosotros"

Sansa

Habían pasado tres días desde que había admitido ser la hija de Eddard Stark ante los señores más poderosos del Valle, pero aún no era capaz de apartar los pensamientos sobre dicho acto. Había cuestionado su decisión mil veces en la privacidad de sus habitaciones, en ciertos momentos creyendo que había obrado bien, y en otros con la certeza de que había cometido un grave error.

Pese a las dudas de varios de ellos sobre su verdadera identidad, al final lo habían creído. Lo que en verdad desagradó a Sansa fue lo que hicieron después.

De manera cortés pero firme, Lord Redfort había pedido que saliera de la habitación mientras discutía "asuntos de la mayor importancia" con el resto de los presente. Sansa suponía bien de lo que hablarían en cuanto sus palabras estuvieran lejos del alcance de sus oídos: qué hacer con ella.

Pese a que no todos expresaron su apoyo a Lord Redfort, y que varios de los que sí lo hicieron no compartieron su misma resolución, los señores se habían mostrado al final unidos en esa petición, inamovibles ante el descontento de Lysa y la ligera frustración de Baelish, que Sansa sospechaba era fingida, y no habían cedido hasta que Sansa aceptó retirarse.

Sansa mantuvo un rostro perfectamente apacible mientras se retiraba con una reverencia, y no mutó su expresión ni un ápice hasta que estuvo en sus habitaciones y hubo cerrado y bloqueado la puerta detrás de ella. En cuanto lo hizo, permitió que un jadeo se abriera paso, antes de cubrir su boca con una de sus manos y tragar el sollozo de temor que pretendía escapar de su boca.

¿Qué sería de ella?

¿Los señores la enviarían lejos de ellos, como si fuera una persona con una terrible y contagiosa enfermedad? Se imaginó llevada, o peor aún, expulsada lejos de allí, debiendo valerse sola. No era una perspectiva nada alentadora.

¿O acaso la dejarían quedarse en el Valle? Sería preferible a vagar sin rumbo, aunque tampoco deseaba quedarse allí para siempre. Había muchas cosas que la desagradaban, empezando por los celos irrisorios de su tía en todo lo concerniente a Meñique y la total molestia atosigante que era su pequeño y enfermizo primo Robin.

Y si la dejaran quedarse en el Valle ¿se quedaría como Sansa Stark? ¿O debería ponerse la máscara de Alayne Piedra y llevarla por el resto de sus días? Llevar el estigma de bastarda era horrible; más de lo que nunca hubiera creído al ver a otros bastardos. Los señores la miraban con desprecio, o, a lo sumo, con indiferencia. La mayoría de las damas nobles habían sido mucho peores, particularmente si estaba cerca de sus maridos o hijos. Aún sí mantenía su distancia y no movía más que los labios, la observaban con un desprecio que bordaba el abierto odio. Sansa sabía bien porque: había escuchado suficiente sobre la lujuria de las bastardas y su codicia para saber qué tipo de pensamientos cruzaba por la mente de las mujeres de noble cuna cuando la observaban.

A través de la gruesa madera de su puerta, se escuchó un maullido amortiguado. Un gato. Repentinamente, un pensamiento cruzó la mente de Sansa, tan horrible que podría jurar que sintió su corazón detenerse. ¿Y si decidían entregarla a los Lannister? Se imaginó…cargada de cadenas y puesta en un barco con rumbo a Desembarco del Rey. Devuelta a Cersei, para ser asesinada o casada nuevamente contra su voluntad. Daba lo mismo.

Una parte de Sansa, esa que aún era la de una niña que soñaba con caballeros y canciones la reprendió por pensar así. Los caballeros del Valle eran hombres honorables; su padre, que había vivido entre ellos durante muchos años cuando era joven, se lo había asegurado muchas vece cuando era niña. Pero otra parte de sí misma, esa que había nacido cuando Joffrey cortó la cabeza de su padre, que se había fortalecido con los maltratos sufrido en Desembarco del Rey y que se había nutrido del dolor que le había sido infligido…..le recordaba que ya antes había juzgado a otros como honorables, y que se había equivocado. Mucho. Más de lo que nunca hubiera podido imaginar.

¿Podrían los señores del Valle entregarla a los Lannister?...Sí. Podrían.

¿Qué ganarían con ello? Tierras, títulos, posición, y oro. Mucho oro; era lo que los Lannister más tenían.

¿Qué tenía ella para ofrecer en retorno por su seguridad? Poco y nada. Un reclamo sobre una Invernalia ocupada por los enemigos de la Casa Stark…..o su mano en matrimonio. Ninguna de las dos parecía valer la enemistad de la Corona, los Lannister y sus aliados Tyrell.

TUC-TUC-TUC

Un pequeño jadeo se escapó de su boca al repentino sonido detrás de ella. Giró con rapidez, y la puerta de madera volvió a sonar.

"¡Mi señora!" una voz femenina se escuchó del otro lado de la puerta. El volumen era alto, casi estridente "¡Mi señora, contestad por favor! ¿¡Estáis ahí!?" la voz preguntó, ya a gritos. Parecía un tanto asustada.

"S-¡Sí!" respondió Sansa, al tiempo que se forzaba a controlar sus emociones y se encaminaba a la puerta. La abrió para encontrar a una sirvienta esperando al otro lado "¿Qué es lo que ocurre?" preguntó. Se enorgulleció de poder mantener la tranquilidad en su voz.

"Lady Lisa os convoca al solar de Lord Baelish" en cuanto comprendió esas palabras, el corazón de Sansa empezó a latir más rápido de lo normal "Os ruega que acudáis allí de inmediato" pese al tono servil de la sirvienta, Sansa entendió lo que no dijo. No era ninguna invitación: su tía ordenaba que se presentara ante ella.

Forzando a sus rodillas a no temblar ante las diversas posibilidades de la reunión a la que estaba repentinamente convocada, Sansa asintió con una sonrisa cortés que estaba lejos de sentir, antes de salir de su habitación y encaminarse a su destino.

"Pasos cortos. La espalda recta. Y la barbilla en alto. Eres una dama de sangre noble; actúa como tal" repitió una voz en su cabeza. Sansa creía que era la voz de su madre, pero le costaba recordarla. Había pasado demasiado tiempo.

Contuvo el impulso de tomar aire antes de cruzar la puerta que la sirvienta había abierto para ella. En el interior estaban su tía y Meñique, junto a los mismos señores que la habían escuchado confesar su verdadero nombre por primera vez estaban presentes, esta vez acompañados por sus hijos y otros parientes. Junto a Yohn Royce estaba su heredero, Ser Andar. Junto a Lord Redfort, estaba su hijo Michael, y junto a Lady Anya Waynwood estaba su hijo Donnel. No podía recordar los nombres de los demás, posiblemente debido a los nervios de los que era presa.

"Mis señores" saludó, al tiempo que hacía una perfecta reverencia.

"Lady Sansa" saludó Baelish, con una sonrisa que a otros les parecería amigable, pero que Sansa vio astuta.

La falta de reacción de los jóvenes caballeros ante su nombre le dijo lo que necesitaba saber: ya sabían quién era ella. ¿Cuántos más podrían saberlo en estos momentos? Pensó, aterrada. Si los Lannister no sabían que estaba aquí, lo sabrían pronto.

"Mi señora" habló Lord Royce, dando un paso en su dirección. Su ostro era solemne "Desde que os habéis revelado ante nosotros, hemos estado, todos los presentes y otros más, hablando. Hasta nuestros oídos han llegado muchas historias: sobre vuestro trato en la ciudad, sobre vuestro escape, y hemos oído además…que tomasteis parte en el asesinato de Joffrey Baratheon" concluyó, antes de mirar a Sansa fijamente, su rostro cambiando hasta ser uno de inquisición.

Sansa estuvo durante unos momentos sumida en sus cavilaciones. Royce era un hombre honorable, y la ausencia de título real al referirse a Joffrey daba a entender que, al menos, no le era leal. Pero ¿por qué sería leal a ella?

"Eso es falso, mi señor" afirmó la hija de Eddard y Catelyn Stark, forzándose a no separar sus ojos de los de Royce. Eso le quitaría peso a sus palabras "Yo no asesiné a Joffrey" insistió luego de un momento.

"¿Sabéis quién lo hizo? ¿Tenéis alguna idea, mi señora?" preguntó luego Royce, en el mismo tono de voz.

Sansa mantuvo su expresión perfectamente serena "No lo sé, mi señor" mintió, su voz no vacilando en ningún momento, y sus ojos no sucumbiendo al impulso de mirar a Meñique "No sé nada al respecto"

Royce la miró por un largo tiempo, sus ojos duros perforando su mirada. Al final, el señor asintió antes de dar un paso atrás. Sansa contuvo el impulso de soltar el aliento por puro alivio.

Sansa observó cómo Royce dirigía su mirada hacia el resto de los señores y asentía en su dirección. Muchos de ellos suspiraron o movieron las manos, pero ninguno cuestionó sus palabras.

"Mi señora…." Empezó Royce una vez más "Vuestro padre era uno de los hombres más honorables que nunca he conocido. Lo era desde niño, cuando se crio entre los señores aquí presentes. Su lealtad hacia el Rey Robert era bien conocida, y ningún hombre que lo haya conocido podría dudar de ella. Nosotros creemos" dijo, señalando con un gesto de la mano a los demás señores "que lo que Lannister han hecho con él, así como con su memoria y con la Casa Stark es un crimen"

Sansa estaba de acuerdo con Royce, pero aun así no estaba preparada para verlo arrodillarse, desenvainar la espada y colocarla a sus pies. Sintió como su aliento se atoraba en su garganta.

"Y por la memoria de Eddard Stark y el honor de la Casa Royce, os juro que os protegeré de ellos y de todo aquel que os intente hacer daño" juró.

Sansa no pudo evitar que una pequeña sonrisa se hiciera presente en su rostro. La sonrisa solo se fue incrementando a medida que uno a uno, los demás caballeros y señores presentes también se arrodillaban y juraban protegerla.

Ygritte

Lo había hecho. Finalmente lo había hecho.

No se atrevía a abrir los ojos; temía que solo fuera un sueño, y que al abrirlos se acabaría. Ya le había sucedido antes; una hermosa ensoñación entre ella y Catelyn en la que parecía que al fin se dejaba llevar….solo para que un escalofrío o el llanto de Minisa la sacara de allí y se encontrara acostada y con sus labios y los de Catelyn separados.

Después de las primeras veces había gruñido de frustración, y cuando los sueños continuaron tuvo que evitar maldecir a gritos, furiosa con su mente por las imágenes que le mostraba, y furiosa consigo misma por no tener valor para convertir esas imágenes en una realidad.

Podía sentir los labios de Catelyn contra los de ella. Suaves, limpios y dulces. Y a pesar que Catelyn no respondía, era una experiencia divina. No podía evitar lamentarse por no haberlo hecho antes. Cuánto tiempo y cuántas oportunidades de saborearla perdidos…

Y fue entonces cuando lo sintió. Al principio fue algo leve, dudoso, tentativo. Pero no se detuvo, sino que siguió.

Era ella, que empezaba a mover sus labios contra los suyos.

"Malditos sean los dioses, que bien se siente" pensó Ygritte, saboreando más de los labios de Catelyn "Si tan solo Jon estuviera aquí…."

Bien, eso es todo por ahora. Lo sé, lo sé, la aparición de Ygritte y Catelyn fue minúscula, pero el tiempo no estaba a mi favor, tengo muchas obligaciones que me quitan tiempo de escritura, y la reunión entre los norteños y Val fue larga, pero necesaria. En fin, si aún no me odian bastante como para dejar de creerme, les prometo que la próxima vez verán la tan ansiada charla entre esas dos.

Bien, como siempre, les pido reviews con sus opiniones, sugerencias, pensamientos, críticas (constructivas) y más. Serán muy bienvenidos, y debidamente contestados.

Supongo que no hace falta decirles que tengan cuidado con todo lo relacionado con el Coronavirus. Estén a salvo, por ustedes y por sus familias y comunidades.

Intentaré subir el siguiente capítulo en una semana, pero no prometo nada.

Hasta la próxima. Que estén bien (sobre todo de salud. Y que sigan así).