Ante Haji y los servants apareció un golem de chocolate que amenazaba con acabarlos en ese momento, no sería algo sencillo pero tampoco podrían retroceder al momento.
- Solo un Noble Phantasm y listo, cosa fácil. – Exclamó Mordred confiada, preparando para lanzar su NP, en ese momento el golem arrojó bolas gigantes de chocolate hacia ella. - ¿Qué mierda? Me interrumpió.
- Parece que no nos dejará atacar de antemano. – Pensó D'Eon mientras esquivaba un ataque de este.
- Quiero chocolate de chicas lindas.
- No se guarda en nada sus sentimientos. – Comentó Marie.
- No puedo decir que lo entiendo, pero igual quisiera chocolate de ti María. – Exclamó Mozart.
- Luego Wolfgang, mi chocolate de amistad llega pronto.
- Es algo. – Esquivaron un ataque a llegar de la criatura, en ese momento Mordred saltó para atacarla con Clarent, enterrando la espada en su parte posterior.
- Jeje, que opinas de esto. – El golem comenzó a moverse para sacarse a la rubia de encima, Mordred se sujetó con fuerza y empezó a correr con la espada aun enterrada por todo el brazo, cortándoselo.
- Se quedó sin brazo, aprovechen. – Señaló Haji.
- Iré primero. – D'Eon saltó para lanzar otro ataque ahora que no tenía una extremidad, el Saber andrógino comenzó a lanzar estocadas a la zona del torso para generarle más daño. – Hay que debilitarlo, Mozart, lancemos nuestros NPs.
- Con gusto. – Tanto Mozart como D'Eon utilizaron sus NPs para generar daño al Golem, aplicando diversos estados en este, a tal punto que ahora se movía con mayor lentitud.
- Es nuestro momento, lo tomaré. – Marie aprovechó para subirse en su caballo de cristal, usando su NP, lo aprisionó generando una gran estalactita de cristal que lo dejó totalmente paralizado.
- ¡Mi chocolate! – Empezaron a hablar las diversas voces del golem que se quejaban, Mordred levantó Clarent.
- Realmente me molestaste cuando me interrumpiste antes pero ahora eso ya no sucederá, toma esto ¡Clarent Blood Arthur! – El rayo impactó de lleno al golem que acabó hecho partículas y desapareció para siempre, no quedó rastro alguno de la criatura, finalmente lo habían derrotado.
- Se terminó… - Mozart soltó un suspiro levantando el pulgar. – Un éxito total.
- Ya no queda ninguna amenaza ¿no master? – Preguntó D'Eon, el pelinegro negó con la cabeza.
- Si todos los servants de chocolate se unieron en ese solo, eso significa que es todo, lo hicimos.
- Grandioso~ - Sonrió Marie, poco tiempo después entraron Rika y Shakespeare.
- ¿Aquí es? Nii-san. – Miró al pelinegro.
- Llegas tarde Rika, ya nos encargamos del problema.
- Rayos, siempre me pierdo toda la diversión. – Exclamó con un puchero, Shakes comenzó a reír.
- Pensé que la estrategia del héroe que siempre llega de último momento funcionaría pero no fue en este caso, de cualquier forma, todo ha sido resuelto y no se detecta más peligro, pero igual obtuve inspiración para una gran obra. – Expresó el Caster.
- Master, ya pronto traeré su chocolate, si puede esperar. – Marie fue a buscarlo, Rika asintió.
- Ahora que todo terminó, ya podemos ir recibiendo chocolates de todos los servants, eso me recuerda, toma Shakes-san. – Le dio un chocolate al Caster.
- Oh, gracias master, ya prometo luego devolverle su preciado regalo.
- Tomen. – Haji esta vez les dio a D'Eon y Mozart sus chocolates. – Es lo menos que puedo darles.
- Gracias master, aprecio la intención. – Sonrió el Saber. – Luego le daré su chocolate también.
- No es que el hecho de que un hombre me de chocolate me haga feliz pero lo aprecio, luego le compensaré. – Comentó Mozart. Así siguieron con la entrega y recibimiento de chocolates de todos sus servants, ya que la amenaza se terminó en ese momento.
- Listo. – Mash había acabado otro chocolate bajo la supervisión de Emiya, la cocina estaba hecha un desastre lleno de varios intentos fallidos y ella también se encontraba sucia. - ¿Qué tal Emiya-san?
- Déjame verlo. – El Archer revisó el último chocolate que la pelimorada, ella estaba nerviosa luego de que en varias ocasiones anteriores le rechazara, decidió tomar un pequeño pedazo y probarlo, verificando su sabor. - … Je… - Se cruzó de brazos. – aceptable, ahora este es un chocolate digno.
- Menos mal… - Se sentó en el suelo por el alivio. – Gracias por todo…
- No hay de qué, fue mi deber supervisar a tantas servants primerizas en la cocina que no podía dejar a ninguna abandonada, aun tengo recuerdos de ciertos días de San Valentín que pasé en mi vida anterior… - Miró al horizonte con una sonrisa. – fue horrible cuando dos chicas tercas te quieren dar chocolate no sin antes pelear entre ellas…
- Ok… será mejor que empiece, quiero darle esto a mis Senpais.
- Buena suerte. – Y Mash se fue, ya quería preparar sus chocolates para darle a ambos y expresar lo que siente.
- Feliz día de San Valentín Master~ - Tamamo le entregó su chocolate a Haji.
- Gracias, veo que te esforzarse. – comentó al verlo, la Caster soltó un chillido.
- ¡Si! Puse todo mi amor en ese chocolate así que espero lo disfrute.
- Eso haré, tener que conservar todo este chocolate en el congelador y luego ir comiendo a poco a poco me dará diabetes.
- Ejem, puedo ayudar con ello. – Arturia apareció en ese momento. – Si siente que es demasiado, podría dejar un resto a mí.
- Me gustaría pero no quiero desechar los sentimientos de todas que me lo han dado, aunque cueste, me lo acabaré todo.
- Es muy amable, por eso me gusta. – Tamamo lo abrazó para que reposara su cabeza en el generoso busto de la kitsune.
- ¿Dónde estará senpai? – Mash estuvo buscando a uno de los hermanos cuando vio a Haji. – Ahí, Senpa…
- Master, aquí tiene su chocolate~ - Kiyohime llegó en ese momento con el chocolate en sus manos, se envolvió a sí misma en listones, y agarrando un pedazo, lo puso en su boca. – Abra bien la boca que se lo daré así.
- ¡K-Kiyo-chan! – Tamamo se sorprendió.
- Ahora no es el momento Kiyo, hay gente. – Señaló Haji, la pelimenta soltó una pequeña risa.
- Que importa, es mejor que todos vean que solo soy de usted y nada más.
- ¡No permitiré que lo hagas! – Tamamo comenzó a apartarla y ambas comenzaron a pelear.
- Tiene muchas dificultades master. – Comentó la Saber.
- Vamos a arreglarlo. – Se propusieron a calmarlas, Mash solo vio y sin decir nada se alejó de ahí.
- Puede que aun no sea el momento para entregárselo… ahora… Rika-senpai está ahí. – Fue a verla pero vio que no estaba sola.
- ¿Es para mí? – Preguntó la pelinaranja, Fran le estaba dando chocolate. – No tenías que hacerlo.
- Urrgh… - Soltó un gemido, Mordred que la acompañaba interpretó sus palabras.
- Ella dice que quiso hacerlo para demostrar su agradecimiento por haber sido tan buena con ella desde el inicio.
- Expresó tanto con solo un gemido, igual aprecio todo, muchas gracias y luego te daré tu chocolate. – Abrazó a la Berserker que sonrió por debajo, Mash se alejó de ahí.
- (No hay un momento donde pueda encontrarlos a solas…) – Bajó la mirada. Pasó un rato, la pelimorada estaba en la sala de Chaldeas donde el resto del staff trabajaba, se encontraba sentada a un lado, soltando un suspiro.
- Que raro verte aquí sola. – Roman llegó en aquel momento, viéndola. - ¿Pasa algo?
- … Es solo que no he podido darles sus chocolates a los Senpais… siempre están rodeados por los otros servants.
- Bueno, después de todo ellos igual tienen algo que expresar hacia ellos. – El doctor se sentó a su lado. – Escuché de Emiya que te esforzaste bastante por hacerlos, incluso pasaste horas, han de ser muy importantes para ti. – Mash se sonrojó en ese momento.
- B-Bueno, es que… a pesar de lo que soy y como no sé mucho del mundo, ellos me han tratado bien cuando el resto apenas y me dirigía la palabra… sin ellos a mi lado nunca hubiera sido más abierta al resto…
- Es verdad, solamente hablabas conmigo, Fou y Da Vinci. – Recordó el doctor. – Ellos han sido una influencia para ti, más de lo que hubiéramos pensado, así que es algo bueno que desees expresarles tus agradecimientos.
- Pero no sé en que momento… igual, tengo algo de miedo sobre cómo podrían reaccionar.
- ¿En serio te estás acobardando a estas alturas? Has pasado por situaciones mucho más peligrosas como Shielder, esto debería ser poco.
- E-Eso podría ser cierto, pero…
- Solo necesitas un empujón. – El pelinaranja la tomó por los hombros y levantó. – No pierdas el tiempo, ya que cuando sea tarde te arrepentirás, así que ve y diles todo eso.
- Doctor… si, vuelvo pronto. – Con un rostro decidido, ella empezó a correr para alcanzar a sus Senpais, Roman sonrió bastante orgulloso.
- Realmente fuiste todo un padre en ese momento. – Da Vinci llegó en ese justo instante.
- Mis habilidades parentales pueden no ser las mejores, pero creo que hice lo correcto. – Se rascó la nuca.
- Jeje, es lo que pasa todo adolescente en su pubertad, una expresión de hermosura desconocida. – Comentó la Caster, en ese momento sacó una caja. – Toma, chocolate obligatorio para ti.
- Gracias… aunque realmente no sé si sentirme feliz, por dentro sigues siendo un hombre.
- Ignora todo eso, mi corazón es el de una bella y delicada flor.
- Nada de bella y delicada. – Se burló el doctor a lo que Da Vinci hizo un puchero.
- Eres malo, y yo que te lo di con todas las buenas intenciones. – Roman comenzó a reír.
- Espero que Mash pueda hacerlo…
La pelimorada siguió corriendo por los pasillos en busca de sus Senpais pero no los veía por ningún lado, a pesar de ello no se rindió, no lo haría hasta entregarles sus chocolates, en ese momento llegó a la cafetería y vio en una mesa a ambos sentados.
- Muchos chocolates, no sé si podamos gastarlos todos. – Expresó Rika mientras alimentó con uno a Fou, la bestia soltó un ruido de felicidad. – Jeje.
- Es cierto, me hace dudar si podremos acabar con esto antes del siguiente año.
- Es verdad.
- ¡S-Senpais!
- ¿Mash-chan? – Ambos la vieron, la pelimorada respiraba agitadamente luego de haber corrido.
- Finalmente los encuentro…
- Te ves algo apresurada. – Comentó Haji, recuperó algo de aire antes de levantarse, entonces los miró.
- E-En realidad tengo algo que darles… - Miró las dos cajas de chocolate con forma de corazón que tenía en sus manos, estaba nerviosa y sentía su corazón latir fuerte pero ya estaba ahí, huir era algo inaceptable, entonces extendió sus manos con ambas cajas hacia ellas. - ¡E-Es chocolate que hice, pasé horas con Emiya-san para hacerlo y dijo que está bien, quiero que lo tengan! – Estaba totalmente roja, tenía los ojos cerrados, solamente podía esperar las palabras de ambos.
- … Gracias Mash.
- Un chocolate de Mash-chan, soy muy feliz. – Ambos tomaron las cajas, la pelimorada les vio con asombro. - ¿Lo probamos nii-san?
- Claro. – Ambos abrieron sus cajas, viendo los pedazos de chocolates dentro, tomaron uno para comerlo, Mash solo veía con nerviosismo. – Está delicioso.
- ¡Es verdad, es muy bueno!
- … ¿En serio? ¿No sabe mal? – Preguntó ella con miedo, ambos negaron con la cabeza.
- Puedo sentir todo el esfuerzo que hiciste para que estos chocolates supieran bien, eso lo apreciamos. – Respondió el pelinegro.
- El hecho de que hayas hecho chocolate para nosotros es lo que nos pone más felices. – Expresó Rika con una sonrisa, Mash estaba aliviada pero también no podía evitar sentirse avergonzada.
- M-Me alegra saber eso… me alegra… - Ella sonrió por debajo, en ese momento ellos buscaron algo más. - ¿Qué buscan?
- ¿Qué más? Nosotros igual tenemos algo que darte. – En eso sacaron dos cajas, la pelimorada los vio con asombro. – Son chocolates igual para ti.
- ¿Para mí?
- Puede que entregáramos al resto de servants pero tu eres especial. – Respondió Haji. – Después de todo, ambos hicimos estos chocolates a mano.
- Si, Nii-san hizo todo un desastre con ello.
- No te deslingues que tu igual.
- Chocolates caseros… - Mash abrió las cajas, viendo los chocolates un poco mal cortados.
- Los demás chocolates que entregamos a los servants fueron comprados, pero tu tienes el honor de probar algo que hicimos ambos. – Expresó Haji, Mash realmente no podía creerlo, una pequeña lagrima recorrió su mejilla.
- ¿Estás bien? – Rika se preocupó al verla, la pelimorada se la limpió.
- No es nada… es que estoy muy feliz por esto. – Respondió ella, viendo a ambos, una gran sonrisa adornaba su rostro. – Gracias Senpais, esto es mucho mejor de lo que esperaba.
- Mash-chan… - Rika la abrazó en aquel momento. – vamos nii-san, únete.
- Claro. – El pelinegro también la abrazó, estando los tres así por un rato.
- ¡Fou! – El pequeño se subió en la cabeza de Mash.
- Jeje, tampoco nos olvidamos de ti Fou, luego tendrás tus chocolates. – Informó Rika a lo que este se alegró.
- Este es uno de los mejores días de mi vida… - Comentó Mash por debajo. – Realmente… gracias por todo…
Mash pudo ver cuan importante es para ambos hermanos y esa muestra de cariño hacia ella es más que suficiente. San Valentín terminó con alegría para todos y Chaldea pasó por días tranquilos, nada había ocurrido hasta que algo pasó…
La gran mayoría de los servants desaparecieron de repente…
Felipe1402XZA: Bueno, yo al menos guardo todas las CEs nuevas que dan, incluso en el segundo archivo, es mejor guardar ahí lo que no sirva como esas CEs solo para tenerlas de colección.
Camilo Navas: Aquí tenemos el siguiente cap entonces.
El Redentor 777: Lo pasaron mal y es que el rencor es bastante duro la verdad, hay quienes sufren por nunca recibir nada en esas fechas.
Y ya terminamos con esta parte, no la considero evento como tal así que solo será como otros caps, ya la siguiente semana empezaremos el siguiente evento, ya deben saber lo que viene con cierta mujer con ojos místicos y la aventura que habrá al respecto, nos vemos en el próximo cap. Saludos.
