Hola a todos.

En el lado malo, sé que ha pasado mucho tiempo sin capítulo nuevo. En el lado bueno, tengo varios más listos luego de este.

Disfruten.

Disclaimer: todo lo que puedan reconocer pertenece a G.R.R. Martín. Yo solo lo uso para entretenerme y tratar de entretener a otros.

Jon

Solo se había quitado las botas cuando Ygritte volvió.

"¿Minisa?" le preguntó.

"Duerme" le dijo, mortalmente seria. La razón era solo una. Al amanecer, se separarían. Ella se quedaría allí, cuidando a su hija y guardando el castillo mientras el partía hacia el sur. Hacia la guerra.

Una vez más, Jon dio gracias a los dioses por Minisa. Si no estuviera, Ygritte partiría a pelear con él. Tendría bastante de lo que ocuparse sin involucrar a la mujer que amaba.

"¿Dónde están los guardias?" le dijo Ygritte, haciendo un gesto a la puerta que estaba sin presencia alguna al otro lado. Por ahora.

Como respuesta, se levantó de la cama y sacó un trozo de pergamino de su ropa "Catelyn pidió que hasta la mitad de la noche el pasillo estuviera libre" Ygritte se sorprendió y confundió "No me preguntes. No explicó porque. Les dije que descansaran, porque mañana les haría falta. Fantasma está volviendo de una cacería. Cuidará la puerta" había sentido que su lobo se encaminaba al castillo con rapidez, su vientre lleno con la carne de un ciervo y su hocico manchado de sangre.

"¿Y Catelyn?" preguntó Ygritte.

Un chasquido llamó la atención de ambos. La puerta se abrió y Catelyn entró con rapidez, cerrando la puerta detrás. Su mirada baja.

"Catelyn" llamó Ygritte, dando un paso hacia ella. Sin pensar, Jon se colocó lado a lado con la madre de su hija, expectante.

La mirada de Catelyn se alzó: nervios, pero mezclados con una determinación que hizo estremecer al Rey más allá del Muro. No creía haber visto tanta determinación en una sola mirada.

Catelyn avanzó hacia ellos, cada paso daba la sensación de que era una persona que se encaminaba a su destino. Se detuvo frente a ambos, esos ojos azules tan hermosos corriendo de Ygritte a él antes de respirar hondo.

"Mañana nos separaremos. Y yo…no quiero que te vayas" dijo, mirando a él "no sin estar seguro de algo. ¿Sabes de qué?" antes de que pudiera hablar, ella continuó "Que amo. Como nunca he amado. Que amo tanto que a veces duele. Y que es el dolor más agradable que he sentido" le dijo, antes de sonreír.

Jon comprendía. El dolor de amar. El dolor de no poder dejar de pensar en alguien. El dolor que era estar lejos de esa persona aunque sea por un breve momento. La sensación de que ya no eres tú, que nunca volverás a ser tú solo. Que ahora era nosotros. En cada paso que se diera, en cada decisión que se tomaba, en cada victoria y en cada derrota, ya no eras tú. Era nosotros.

"Los dioses nos crearon para el amor. Esa es nuestra mayor gloria y nuestra mayor pena" dijo, ahora entendiendo la verdad que había en esas palabras. Ambas mujeres lo miraron con sorpresa, pero luego parecieron pensar sus palabras y concordaron con sendos asentimientos.

"Creo que sí" dijo Catelyn "Pero esta noche no tiene que haber pena. No podemos pasar el tiempo que nos queda lamentando la separación. Que esta noche sea por la gloria de amar. De tu amor por Ygritte" señaló, antes de tomar la mano de Jon "Del tuyo por Jon" dijo ahora a Ygritte, tomando la mano de la mujer más joven y llevándola a la suya. Sin pensar, Jon entrelazó sus dedos con los de la madre de su hija y así permanecieron cuando las manos de Ygritte se alejaron.

Catelyn dio otro paso adelante, tan cerca de ambos que podían ver sin problemas el ritmo de su respiración. Estaba agitada "De mi amor por ti" la mano de Catelyn se levantó "De mi amor….por ustedes" con esas palabras finales, la mano de Catelyn se entrelazó con las de ambos.

Nada se movió. Nadie respiró. Por ese instante, su corazón se detuvo. Sabía que lo había hecho.

Antes de darse cuenta, los tres estaban apretados entre sí. Las mismas manos que los habían unido se apretaban entre ellos, buscando un agarre en un cuerpo ajeno al de su dueño mientras las bocas se unían, saboreaban, separaban y volvían a unirse con rapidez y pasión.

Sus labios se separaron de los de Catelyn para ir a su cuello, pero una mano giró su rostro y antes de darse cuenta, Ygritte lo estaba besando, su lengua lamiendo su labio inferior. El besó acabó con demasiada rapidez, pero la vista de Ygritte y Catelyn uniendo sus labios no fue menos disfrutable. Su boca cayó hasta el cuello de Ygritte y empezó a dejar marcas en él mientras veía de reojo como un seno de Catelyn era agarrado con rudeza. Una mano acarició su cabello mientras usaba él usaba la que tenía libre para coger una de las nalgas de Ygritte y tirar de ella, acercando a su mujer más a él.

Dos pares de manos lo levantaron, unos labios encontrando los suyos mientras otros recorrían por detrás de su oreja. Jadeó ante la sensación, y la lengua de Catelyn aprovechó para invadir su boca mientras sus manos se enterraban en su cabello, tirando ligeramente de él. Llevó una de sus manos a su cadera y apretó con posesión. Pero cuando la otra fue a buscar a Ygritte, ella la apartó, y antes de darse cuenta el dobladillo de su jubón se estaba levantando.

El problema llegó cuando Ygritte gruño, frustrada; los cordones del jubón impedían que lo sacara sin más. Catelyn rió entre dientes y se alejó de sus labios, sus dedos trabajando con los malditos cordones mientras Ygritte la reemplazaba contra su boca.

"Última vez que usas esta maldita cosa" le gruñó, antes de morder sus labios. Jon tenía la mente demasiado nublada para responderle.

Ambas mujeres le arrancaron el jubón una vez que Catelyn terminó con los botones; lo arrojaron a algún lugar, pero no podía importarle menos dónde. No cuando Catelyn se lanzó hacia su pecho descubierto y empezó a plantar besos húmedos sobre él, todo mientras Ygritte besaba su cuello y sus manos palmeaban su miembro a través de sus pantalones.

Cuando los besos de Catelyn bajaron hasta su estómago, supo que debía detenerla antes de acabar dentro de sus pantalones. Con una fuerza que no sabía que aún poseía, la cogió de los hombros y la levantó. Lamió sus labios y le dio un breve beso antes de empujarla hacia Ygritte, que se había apartado de él. Las mujeres sonrieron una a la otra antes de volver a besarse, las manos de Ygritte en los senos de Cat con audacia mientras las de Cat se posaban con timidez en la espalda baja de Ygritte, rozando las nalgas cubiertas.

Se colocó detrás de Catelyn y apartó su largo cabello de su espalda, dejándolo colgar delante de su hombro, antes de prodigar besos en su cuello desnudo. La sintió temblar un poco, pero no se separó de los labios de Ygritte.

"Llevas mucha ropa" le murmuró al oído "¿No crees?" preguntó.

"Lo hace" se adelantó Ygritte, la voz ronca de deseo "Eso no puede ser" dijo, una sonrisa en sus labios. Le asintió, y no hizo falta más. Mientras se ocupaba de los cordones en la espalda, Ygritte tomó los de las muñecas. Terminaron casi a la vez, y Catelyn se encogió de hombros, la larga y suave tela resbalando por su cuerpo y dejándola con solo un fino camisón debajo. Gruñó de deseo al ver las nalgas de Catelyn a través del camisón, y el gruñido de Ygritte le dijo que tenía una gran vista desde el frente.

Rodeó a Catelyn, quedando nuevamente junto a Ygritte. Ella los miró a ambos antes de tomar una decisión. Con un fluido movimiento tomó los bordes del camisón y lo levantó, liberando más y más de su cuerpo a los ojos de ambos, antes de dejarlo caer en descuido junto a su vestido, quedando completamente desnuda.

Compartió una mirada con la única de los 3 que aún estaba completamente vestida, y vio en esos ojos azules una lujuria que era más que rival para la suya propia. Ygritte y él parecían actuar en sincronía, tomando cada uno a Catelyn por una mano y llevándola a la cama, acostándola en el medio mientras ambos se cernían encima.

Los dos bajaron a la vez, tomando turnos para besar a Catelyn lánguidamente, y ocasionalmente besándose uno al otro, pero sin descuidar a la mujer desnuda con sus labios, lenguas y dientes. Sin embargo, pronto eso no le bastó. Mientras Ygritte saboreaba una vez más los labios de Catelyn él bajó, atrapando un pezón endurecido entre sus labios y empezando a succionar con fuerza. Sonriendo cuando un gemido diferente, más pronunciado, salió de los labios de Catelyn.

Catelyn empezó a retorcerse, sus manos se aferraron una a la cama y la otra a su cabello. Llevó las suyas a sus caderas para mantenerla quieta mientras mordía el pezón cada vez más duro, para luego lamerlo, haciéndola estremecer. Repitió esto un par de veces más antes de escurrir una mano entre sus muslos, sus dedos recorriendo la piel firme y tersa, evitando deliberadamente su coño aunque sentía el calor y la humedad que irradiaba de él.

Entonces, la cabeza de Ygritte bajó al otro pezón, empezando a lamerlo con rapidez, para luego enterrar sus dientes en la carne que lo rodeaba, arrancando un ligero grito de Catelyn. Inicialmente preocupado, eso se olvidó cuando la mano en su cabello fue por el de Ygritte, acercándola más.

"Yg…Jon….oh…oh" los gemidos de Catelyn, entrecortados por jadeos, solo lo estimularon más. Doblando esfuerzos, giró la lengua alrededor de la protuberancia endurecida antes de separarse de ella lo suficiente para depositar varios besos en el seno hinchado antes de volver y empezar a succionar de nuevo.

Entonces introdujo sus dedos en la cálida humedad de Catelyn.

"Oh….Jon, ¡Jon!...Yg….van a…¡oh siiiiiii!" el sonido, mitad gemido y mitad grito, fue directo a su polla, endureciéndola hasta un punto doloroso.

Ygritte

El grito de Catelyn fue alto, agudo y largo. Decididamente, le gustaba.

Con una sonrisa, hundió sus dientes una última vez en los senos antes de subir, bebiendo de los labios de la otra mujer las últimas réplicas de su orgasmo. Los brazos envolvieron su cuello y la acercaron más, sus lenguas tocándose mientras una mano masculina acariciaba el costado de su seno vestido.

Entonces Jon la sorprendió cuando sus manos cogieron el dobladillo de su ropa y empezaron a bajarla. Al darse cuenta, colocó las manos en la cama, a cada lado de Catelyn, y levantó las caderas, recibiendo el calor de la habitación en su mitad inferior ahora desnuda durante un instante antes de sentir uno más agradable; el del muslo de Catelyn, que acunó entre sus piernas y contra el que se frotó ligeramente, arrancando un jadeo que bebió directamente de sus labios.

"Dioses, si su pierna se siente tan bien entonces su….." sus pensamientos no pudieron ir más lejos cuando las manos de Catelyn apartaron su rostro de ella. Antes de que pudiera protestar, fue puesta de rodillas en la cama

"¿QUÉ…." Su queja fue callada cuando las manos de Cat cogieron el dobladillo de su última prenda y tiraron hacia arriba. La molestia reemplazada por lujuria, alzó sus brazos para ayudarla, la tela deslizándose y arrojada por la habitación, dejándola tan desnuda como a sus dos amores.

"Que hermosa" murmuró Cat, sus ojos bebiendo de la vista de ella desnuda y haciéndola estremecer ante la intensidad de su mirada.

Pero antes de que Ygritte pudiera corresponder a sus palabras diciéndole lo mismo o algo aún mejor, una boca besó la base de su cuello y dos manos que no eran de Catelyn la cogieron con brusquedad por las caderas, llevándola hacia atrás. Era Jon.

Luchando contra el estremecimiento de puro placer por la raspadura de su barba en su piel desnuda, se encontró incapaz de reprimir sus gemidos cuando una de sus manos fue a su centro, dos de sus dedos trazando con cuidado sus labios inferiores antes de entrar con rudeza en su coño. Gimió, sus ojos cerrados por pura dicha carnal, cuando los senos desnudos de Catelyn tocaron los suyos. Al abrir sus ojos, vio como una mano igual a la que había ayudado a quitarle la parte de arriba de su ropa se escurría por su costado y se enterraba en los rizos oscuros como la noche de Jon. Al siguiente instante, tiraban de ellos para que su dueña encontrara los labios masculinos con los suyos propios sobre el hombro desnudo de Ygritte en un beso voraz.

Sonrió, encantada por la visión y lamentando que ambos se separaran mínimamente.

"Hazla venir" dijo ella "Que sienta lo que yo sentí cuando tus dedos estaban dentro de mí, Jon" la voz de Catelyn era más ronca que nunca cuando concluyó, antes de encontrar de nuevo los labios de Jon y reanudar el beso.

Los dedos en su interior fueron más profundos, curvándose de una manera tan supremamente deliciosa que tuvo que llevar la vista al techo y gemir con todas sus fuerzas. La sensación de los pezones endurecidos de Catelyn corriendo por sus pechos y ocasionalmente rozando sus propios pezones también contribuyó mucho.

Mientras las manos de Jon se entretenían en su coño y su cintura, las de Catelyn rozaron los costados de sus senos. Cuando ella y Jon se separaron, él volvió a besar su nuca mientras ella retornaba a sus labios. Pudo saborear a Jon, y eso solo la hizo gemir más, el calor entre sus piernas creciendo más y su coño apretando los dedos de Jon con más fuerza. Sus caderas empezaron a moverse un poco, follándose los dedos de Jon y al mismo tiempo aumentando la fricción entre los senos de Catelyn y los de ella.

Estaban los tres atrapados en un abrazo tan íntimo, tan único, que Ygritte no podría por su vida decir dónde terminaba el cuerpo de ella y empezaban los de ellos. Todo era de ellos, todo de sí, de las dos personas que estaban con ellas en ese momento que atesoraría para siempre.

Era tan abrumador que nublaba su pensamiento. Y cuando las manos de Catelyn cayeron a sus nalgas y empezaron a tocarlas con abandono, y Jon se empujó contra ella dejándole sentir su dureza, se perdió. Con un grito que se perdió en la boca de la otra mujer, su interior se contrajo alrededor de los dedos de Jon y los cubrió, junto con la mayor parte de su mano, con los jugos de su coño en una liberación más intensa de su vida.

Un momento después los dedos se retiraron, y aunque lamentando su pérdida, nunca se había sentido más llena.

En todos sentidos.

Catelyn

No se podía reconocer, pero no le importaba. Nada le importaba. Al diablo con todo lo que fue antes, todo lo que sería después. Solo importaba lo que era ahora. Y era una mujer enamorada de las dos personas más hermosas del mundo, y ellas a su vez la amaban a ella. Nada más importaba.

Pero era audaz, más de lo que nunca nadie sabría que era. Por eso, cogió la muñeca de Jon entre sus manos y la levantó, notando los dedos húmedos que habían estado dentro de Ygritte y llevándose uno a la boca.

El gemido que escapó de sus labios era de puro deleite; la sensación dulce y almizclada que había en los dedos de Jon era más embriagadora que cualquier vino. Y era igualada por el otro gemido, más bajo, que soltó la otra mujer en la cama.

Ygritte la miraba con los ojos oscurecidos de lujuria. Se lamió los labios antes de acercarse a ella, tomando el otro dedo de Jon y saboreando sus propios jugos en su boca. Esa sola visión arrancó un gemido propio, antes de que empezara a lamer con más ahínco, asegurándose de saborear hasta el último resquicio de la excitación de Ygritte de los dedos de Jon. Ygritte la imitó, y la cercanía entre ambas llevaba a que sus rostros se rozaran levemente. Cuando al fin terminó, abrió la boca con la intención de hablar.

Tenía la intención. Lo que no tenía era la velocidad para rivalizar con la reacción de Ygritte, que había terminado de saborear también. En un instante sintió una mano en su nuca y al siguiente sus labios chocaban contra los de ella, la lengua de Ygritte presionando con fuerza y forzándola a abrir la boca, que fue invadida sin dudar por el órgano palpitante.

Aunque a la defensiva, se obligó a contestar los movimientos. Su lengua empezó a danzar con la de Ygritte, e inclinó la cabeza, su nariz rozando con la de ella mientras el beso se profundizaba. Cuando la lengua de Ygritte lamió la parte de arriba de su boca, gimió de placer y cerró los ojos. Dejándose llevar por el sabor de los labios y la excitación de Ygritte, y por su otra mano, que acarició su mejilla con una suavidad que amenazaba con hacerla estremecer.

Aunque le encantaba, sabía que aún faltaba mucho. Pero la sensación, aunque maravillosa, era abrumadora. Y solo aumentó cuando sintió uno de los brazos de Jon rodeando su cintura con posesividad y su barba empezando a rozar la piel sensible de su cuello mientras la besaba, haciéndola jadear dentro del beso de Ygritte.

Con una fuerza de voluntad que nunca creyó poseer, los empujó a ambos lo suficiente para que la dejaran por un momento. Necesitaba un momento. Aun así, le dolió la conmoción y confusión en sus rostros, y se apresuró a hablar.

"No-No es que no quiera…" jadeó, sintiendo los labios hinchados, la piel caliente y su centro húmedo y adolorido "…pero…..quiero ir más lejos. Quiero…." No lo dijo, su voz le falló, pero a juzgar por las sonrisas en los rostros de ambos, la entendieron.

"Pues entonces será mejor que lo tengas" dijo Ygritte, sonriendo en su dirección antes de que mirara a Jon "Y que tú la tengas a ella" le dijo a su hombre, al hombre de ambas, con voz ronca de deseo.

La polla palpitante y erecta de Jon no parecía contraria a esas palabras. Jon sin embargo, era más considerado.

"¿Y tú?" preguntó, mirándola con una consideración que lo hizo amarlo aún más. Verlo anteponer a Ygritte por sobre él mismo la hacía aún más deseosa por él. Por los dos.

Ygritte se acercó y murmuró en sus labios, aunque la cercanía le permitió escuchar sin problemas.

"Yo miraré" lo beso un momento "Quiero verte. Verlos a los dos" lo beso de nuevo, y le arrancó un jadeo cuando envolvió esos dedos tan habilidosos con el arco en su polla "Quiero que la hagas gritar tu nombre" lo bombeó un par de veces mientras lo besaba de nuevo "Quiero ver mientras te ruega que la folles más duro" rozó su pulgar en la cabeza de la polla de Jon antes de soltarla "Quiero verte mientras la llenas de tu semilla" se llevó el pulgar a la boca y lo chupó.

Era una imagen tan lasciva que gimió solo con ella. Y no se resistió cuando Jon, que había asentido en silencio a Ygritte, se acercó a ella y la rodeó por la cintura con un brazo, llevándola hacia adelante hasta que sus senos tocaron su pecho rígido. Cuando él la forzó a acostarse en la cama no lo detuvo; envolvió su cuello con sus manos para llevarlo con ella. Las pieles se sentían cálidas bajo ella, pero no tan cálidas como la piel de Jon en todos los puntos dónde la tocaba.

Jon llevó la mano que no estaba en su cintura hacia abajo entre sus cuerpos…..

"No" la aspereza de la palabra de Ygritte detuvo el movimiento de Jon "No así. Levántense. Los dos" ordenó la mujer, cuya mano había empezado a jugar con uno de sus senos.

Había algo en el tono de Ygritte que los instó a obedecer. Catelyn no pudo reprimir un pequeño grito de sorpresa cuando ella la volteó, dejando su espalda hacia Jon y su frente hacia la cabecera de la cama.

"Manos y rodillas" gruñó, antes de coger las primeras y llevarlas hacia adelante. Catelyn se encontró apoyando sus manos por estabilidad, sus piernas abriéndose por puro instinto "Follala, Jon" ordenó Ygritte por encima de ella, una de sus manos acariciando su espalda baja mientras la otra la mantenía quieta por su cadera "Hazla gritar"

Nunca había hecho el amor, o follado, en esta posición. No pudo detener el temblor de emoción ante la idea; no se atrevió a mirar hacia atrás. Sintió las piernas de Jon entre las suyas, el calor de su cuerpo cerca del de ella, y sus manos se cerraron en torno a su cintura, apartando la de Ygritte.

"¿Lista?" la voz de Jon era un gruñido ronco; la adoraba. Un gruñido masculino la siguió. Debía estar impaciente.

Su garganta estaba tan bloqueada por la emoción que luchó por hablar "…hazlo" dudó que Jon la escuchara.

Y entonces sintió la polla de Jon abriéndose paso en su interior, sus paredes separándose para permitirle entrar. Un jadeo escapó de su garganta mientras el miembro de Jon iba más, y más, y más profundo, estrechándola con una lentitud agónicamente deliciosa.

Hasta que con un último empujón, estuvo totalmente enfundado dentro de ella. Gimió, un sonido largo y satisfecho, su cabeza inclinándose hacia abajo por la abrumadora sensación y sus ojos cerrándose. La polla de Jon, totalmente dentro de ella, era apretada por sus paredes, la intimidad de su unión solo reforzada por el gruñido de Jon a sus espaldas.

"Mierda, ojala pudieras ver su rostro" los ojos de Catelyn se abrieron para ver la cara de Ygritte delante de la suya, una expresión en la que se mezclaban la lujuria, la emoción, la burla y la excitación "Nunca te viste más hermosa" le dijo ahora a ella, alzando la mano y apartando un mechón de cabello suelto de su rostro.

La suave caricia la hizo sonreír, pero antes de poder decirle algo a Ygritte, no estaba muy segura de qué, sus palabras se convirtieron en un jadeo cuando Jon se retiró y con la misma velocidad la embistió de nuevo.

"Ni más encantadora" añadió Ygritte, extendiendo una mano y cogiendo su mejilla con dulzura "La más encantadora" susurró, antes de unir sus labios con suavidad.

El beso con Ygritte era difícil de seguir con la sensación de la polla de Jon en su interior. Poco a poco, su hombre fue creando un ritmo que logró enloquecerla. Su miembro entraba con fuerza en su interior, estirándola y llenándola de la manera más placentera. Pero antes de poder saborearlo, él se retiraba, dejando una sensación de vacío en su interior que casi dolía. Solo para entrar en ella de nuevo un momento después. Un círculo eterno que le arrancaba suspiros, pequeños jadeos y gemidos. Todos los cuales eran bebidos por los labios de Ygritte.

Luego de un tiempo que podrían haber sido años o minutos, no importaba, los empujes de Jon se hicieron más lentos, pero al mismo tiempo más profundos, alcanzado lugares dentro de ella que la hacían estremecer de placer. Sus gemidos se hicieron más fuertes; Ygritte, acaso temiendo que fueran demasiado altos, profundizo el beso, su lengua entrando en su boca y acariciando la suya mientras su mano sujetaba su nuca para acercarla más.

Los dedos de Jon cogieron su cintura con más fuerza, sus movimientos acelerando una vez más. Cada uno arrancando un jadeo de su boca.

"Ah….ah…..ah….ah…..ah….ahah" el placer la había hecho cerrar los ojos "Ah…ah…"

"Oh…siii…" el gemido de Ygritte la hizo abrir los ojos. Su visión era borrosa por el placer que le otorgaba Jon….

…y el placer de ver a Ygritte con los ojos cerrados mientras su mano libre estaba en su centro, dos de sus dedos entrando y saliendo con rapidez de su coño goteante.

Esa vista acabó con cualquier inhibición que aún pudiera tener.

"¡Sí! ¡Sí!" exclamó "¡Más fuerte! ¡Más fuerte!" no sabía a quién alentaba, a Jon o a Ygritte "¡Más fuerte!" le hicieron caso, o eso parecía por la manera en que Ygritte movió sus dedos más rápido y Jon empujó dentro de ella con más vigor "¡Sí, dioses, sí!"

En las paredes de la habitación resonaban los sonidos de piel golpeando contra piel junto con gruñidos, jadeos y gemidos de tres bocas diferentes. Y cuando la boca de Ygritte se prendió a uno de sus pezones y empezó a devorarlo con intensidad, todo sin dejar de tocarse, los sonidos de la boca de Catelyn se convirtieron en auténticos gritos.

Jon

Los gritos de Catelyn y los gemidos de Ygritte eran una delicia por sí solos. Unidos en ese coro al que se sumaba el sonido de su piel golpeando la de Catelyn mientras la follaba con fuerza…eran la mejor música que había oído.

Una música que solo lo alentaba a seguir moviéndose con más fuerza. Los gruñidos escapaban de su boca, la sensación de la suave piel de Catelyn debajo de sus manos y de su coño apretando su miembro con fuerza mientras la seguía penetrando una y otra vez haciendo que todo pensamiento coherente abandonara su cabeza, llenándola de un placer primario y absoluto que lo forzaba a perseguirlo y a enfocarse en él. Solo en él.

La vista también era una visión. El cabello de Catelyn caía por un costado, dejando su piel de porcelana a la vista. Si bajaba la vista podía ver su trasero sacudiéndose cada vez que la penetraba, sus nalgas moviéndose con un movimiento hipnótico. Si ladeaba ligeramente la cabeza, veía uno de sus senos, oscilante y tentador, invitándolo a llevarlo a su boca igual que Ygritte hacía con su gemelo. La visión de su cabellera pelirroja esparcida por la cama y su cuello estirado para alcanzar con su boca la carne de Catelyn solo lo hacía empujar con más fuerza.

"¡Oh, Ygritte…!" exclamó Catelyn, alzando la cabeza. Jon empujó una vez más dentro de ella, arrancando un nuevo jadeo "Jon…Jon….Oh, sí….Jon…..Jon….¡Jon!" el grito que arrancó de esos labios fue la mejor victoria de todas "¡Si, Jon! ¡Sí! ¡Sí! ¡Sí! ¡SII! ¡SIII! ¡Jon, voy a…"

Lo que Catelyn iba a decir fue interrumpido por el grito que escapó de su boca: un sonido largo que reverberó en la habitación, tan hinchado de placer y lujuria que Jon cerró los ojos con fuerza mientras luchaba por no derramar su semilla en ese mismo instante. Se volvió aún más difícil cuando su coño lo apretó hasta un punto casi doloroso, su polla volviendo a humedecerse cuando los jugos de Catelyn estallaron, cubriéndola por completo y empezando a gotear, manchando sus caderas y los muslos de ella.

Tuvo que detenerse por un momento; la manera en que las paredes internas de Catelyn lo sostenían era tan deliciosamente apretada que temía derramarse si se movía al menos un poco.

Los jadeos de su mujer eran tan pesados….la risa escapando ocasionalmente entre ellos…..supo que estaba más que satisfecha. El solo saberlo era suficiente para hacerle sonreír, sus ojos aún cerrados.

Pero al fin, las paredes de Catelyn se relajaron un poco, y la urgencia de Jon por derramarse se calmó lo suficiente. Abrió los ojos, deseando ver a sus mujeres antes de continuar disfrutando y haciendo disfrutar. Se sorprendió cuando vio a Ygritte junto a él, imitando su misma postura, de rodillas.

Antes de poder hacer más, ella se inclinó y unió sus labios con los de él, metiendo su lengua en su boca sin piedad y motivándolo a usar la suya propia, todo mientras sus caderas reanudaban su paso y su polla volvía a moverse dentro de Catelyn.

Cuando los labios de Ygritte dejaron los suyos estuvo a punto de gruñir, solo para detenerse cuando vio la sonrisa llena de lujuria que ella le dedicó y que hizo que su polla palpitara mientras seguía penetrando a Catelyn.

"Te perdiste una gran vista" le informó ella "Se ve hermosa cuando grita de esa forma"

"Ya la he visto muchas veces. Se lo hermosa que se ve" presumió, una sonrisa descarada apareciendo en sus labios "Igual que tú" dijo, sus ojos bajando a los pechos desnudos de Ygritte. Retiro una mano de la cadera de Catelyn y los acarició sin pensar.

La respiración de Ygritte se aceleró "Abre la boca" le instruyó, acercando dos dedos hacia su rostro. Jon lo hizo y pudo saborear la excitación de Ygritte dentro de su boca. Lo impulsó a empujar más rápido, su polla entrando y saliendo del coño de Catelyn a una velocidad cada vez mayor.

Cuando los dedos de Ygritte estuvieron limpios los retiró de su boca, aunque su sabor permaneció mientras Jon empezaba nuevamente a acercarse a su liberación. A juzgar por los jadeos de Catelyn y la forma en que se hacían más ruidosos, ella también lo estaba.

Una de las manos de Ygritte se escabulló por debajo de la cintura de Catelyn, y Jon luchó contra un estremecimiento cuando sus dedos rozaron sus bolas por un instante. Catelyn gimió un poco más alto por un momento, y Jon supo que no era por la fuerza de su follada. Los dedos de Ygritte emergiendo, manchados con la última liberación de Catelyn, fueron toda la prueba que necesitara.

Jon tragó saliva con fuerza cuando los dedos de Ygritte fueron a su boca; el gemido que escapó mientras Ygritte saboreaba sus propios dedos manchados con la esencia de Catelyn hizo que su polla palpitara. Sin darse cuenta, empezó a empujar dentro de Catelyn con más fuerza, su mano libre volviendo al lugar que había ocupado en su cadera para tirar de ella con más facilidad, empalándola una y otra vez en su polla, sin piedad, sin descanso.

"¡Dioses Jon!" grito Catelyn "¡Es demasiado, es demasiado!" su grito estaba tan cargado de placer que Jon se sorprendió de que su voz no se rompiera.

En un súbito destello de burla en medio del océano de lujuria que lo rodeaba, disminuyó la fuerza de sus embestidas "¿Quieres me detenga?" dijo con voz ronca.

"¡No!" la respuesta fue tan sonora como un latigazo "¡No te atrevas! ¡No te detengas!" había tal firmeza en su voz que Jon supo que problemas serios lo esperaban si se atrevía a desobedecer a su mujer. No es que tuviera la menor intención de detenerse.

Con una sonrisa satisfecha volvió a aumentar la fuerza de sus golpes, los gemidos de satisfacción de Catelyn más que preciosos. Los ojos de Jon se cerraron para facilitarle ahogarse en la sensación del coño de Catelyn apretando su polla con una fuerza casi dolorosa.

"Ya la escuchaste" la voz de Ygritte estaba en su oído. Abrió los ojos y la vio inclinada hacia él, sus ojos azules de un tono oscuro que casi bordeaba el negro; lleno de lujuria "No te detengas. Follala Jon, follala duro" le ordenó en voz baja.

Jon se sintió obedecer, penetrando a Catelyn con más fuerza, haciéndola gemir más fuerte. El mismo gruñendo más.

"Eso es, Jon. Dáselo, tan duro como me lo das a mí. Como siempre me lo diste a mí" lo alentó, lamiendo el lóbulo de su oreja y dándole un escalofrío de placer.

Sus dedos se hundieron en la piel de la cadera de Catelyn; sin duda le dejaría marcas por la fuerza con que la sujetaba.

"Sí, Jon. Tan bueno" el ligero gemido de Ygritte lo hizo empujar más fuerte, queriendo alcanzar las mayores profundidades de Catelyn "Dale a ella lo que nunca le diste. ¡Lo que si me diste a mí, quiero que se lo des a ella también!" la urgencia en su voz era un estimulante maravilloso.

Los gemidos de Catelyn se habían tornado en puros gritos cada vez que la penetraba, seguidos siempre de un gruñido cuando se retiraba de su cálido, sedoso y húmedo interior. Solo para que un nuevo grito escapara de sus labios cuando volvía a entrar.

Jon miró de reojo; la vista de la mano de Ygritte moviéndose entre sus piernas, sus dedos entrando y saliendo en su sexo reluciente solo aumentando su lujuria, para descargarla luego en la manera en que follaba a Catelyn. Estaba tan cerca de terminar…..

"¡Embarázala! ¡Dale un bebé Jon!" las palabras de Ygritte eran más roncas que ninguna que hubiera escuchado antes "¡Dale un niño! ¡Pon un bebé en su vientre, igual que pusiste uno en el mío!"

Eso fue todo.

La idea…..el pensamiento de tener un nuevo hijo, un niño con Catelyn, de concebirlo mientras Ygritte los miraba y alentaba, fue todo lo que hacía falta para hacerle perder el control.

Con un empujón final y un gruñido propio de un lobo, cogió las caderas de Catelyn y la atrajo hacia sí. Penetrándola tan profundo como pudo, se dejó ir. Derramando su semilla en el interior de su coño, pintando su interior de blanco.

Se ahogó en un océano de amor, lujuria y placer. Lo único que pudo romper la barrera de sus oídos….fueron los gritos de placer de sus dos mujeres a la vez.

Ygritte

No había mejor visión que la contemplaba. Las miradas de desfigurado placer de Jon y Catelyn a la vez mientras se desmoronaban ante ella; el gruñido casi animal de él, los gritos de ella, unidos en una melodía primitiva de absoluto placer, de total dicha, de desinhibido goce.

Ella misma se sintió cerca de alcanzar su límite; aceleró el movimiento de sus dedos entre sus piernas. Sus gemidos crecieron de solo imaginar que era la polla de Jon la que estaba entrando y saliendo del lugar en dónde más la necesitaba. Estaba tan cerca…

….pero antes de que lo lograra, Jon y Catelyn terminaron. Con un temblor en conjunto, ambos se separaron. Jon sentándose con sus piernas debajo de él, mientras Catelyn simplemente se desplomaba en la cama, jadeando con fuerza, sus manos a cada lado de su cabeza.

Acabando entre los dos con la principal motivación de Ygritte.

"Mierda" dijo en voz alta, frustrada. Estaba tan cerca….ni siquiera la visión de la polla de Jon manchada con su semilla y los jugos de Catelyn, y del coño de Catelyn empezando a gotear la semilla de su hombre, logró hacerla llegar a su límite…

….aunque le dio una idea deliciosamente atrayente.

"Tengo sed" dijo con voz ronca "Me muero por beber algo, de hecho" ni siquiera le importaba que alguno de ellos le respondiera. Tenía sus pensamientos ocupados con ideas mucho más…..primordiales.

Con un par de movimientos, se encontró recostada en la cama. Detrás de ella, podía sentir la mirada de Jon. Delante, la suya estaba enfocada en el coño de Catelyn, goteante de sus propios flujos y la semilla de Jon.

La primera lamida tentativa la hizo estremecer por lo delicioso que era. O tal vez el gemido de Catelyn era la causa. Al final, daba lo mismo.

Con la segunda, tercera y cuarta vez que paso su lengua por los labios exteriores del coño de Catelyn, fue familiarizándose con el sabor combinado de ella y Jon. Era ligeramente picante, y al mismo tiempo dulce como la fruta más madura. Le encantó de inmediato. Y a juzgar por los gemidos de Catelyn, ella no era la única que lo disfrutaba.

Debajo de ella, sintió como la cama se movía, y creyó ver de reojo a Jon inclinar su cabeza a la misma altura de la de Catelyn. Pero no estaba segura; estaba muy ocupada mirando el coño hinchado y bien jodido de Catelyn. En un destello de burla se alejó, optando en cambio por recorrer con su lengua lo que lo rodeaba, tomando probadas de la liberación de la otra mujer que manchaban la cara interna de sus muslos.

Entonces, justo cuando estaba a punto de volver a su coño, que seguía latiendo y empezaba de nuevo a rezumar la semilla de Jon, una mano la cogió por el cuello y la forzó a alzar la cabeza. Reconoció los dedos callosos contra su garganta al instante.

"¡Jon!" le reclamó, enojada. Estaba lista para enviarlo a la mierda por separarla del coño de Catelyn, pero el habló antes.

"Solo es un momento" le prometió, los ojos llenos de lujuria.

Entonces fue que notó que Catelyn se había dado vuelta, apoyando la espalda contra el colchón y enfocando sus hermosos ojos azules en ella, su boca abierta y respirando con algo de agitación.

"Te veías tan bien ahí. Me encantó verte" le dijo, inclinando la cabeza y colocando un beso en su mejilla "Ella también quería hacerlo. Déjala tener una buena vista" y con eso la soltó.

Esta vez, al acercarse al coño de Catelyn, no apartó sus ojos de los de ella. Se inclinó y se detuvo, tan cerca de su centro aún goteante que sentía el calor que provenía de él, y probablemente su aliento era el que erizaba su piel.

Cuando Catelyn le dio una pequeña sonrisa, se hundió de nuevo. El contenido de su lugar más privado era una delicia para su lengua, y cada gemido que le arrancaba de los labios era una delicia para sus oídos.

Podía sentir la mirada de Jon sobre ella, y por sus palabras anteriores, sabía que le encantaba lo que veía. Pues bien, que la viera. Que la viera devorando el coño de la mujer que los dos querían. Que la viera tragando su semilla como lo había hecho docenas de veces antes, solo que esta vez no sería de su polla, sino del coño goteante de Catelyn.

Siguió y siguió, saboreando cada bocado que salía del coño de Catelyn. Su coño tembloroso y palpitante le garantizaba lo que parecía un suministro interminable de su nueva comida favorita. No se detuvo en ningún momento, limpiando con su lengua el resto de los lugares dónde había resabios de su liberación y de la de Jon: sus muslos por el interior y un poco por el exterior, e incluso un poco por encima de su coño, casi alcanzando su espalda baja. Durante todo ese tiempo, Catelyn solo gimió sin palabras, su voz elevándose entre más se acercaba a su coño, y bajando solo cuando se alejaba, o cuando necesitaba tomar aire.

Pero no le alcanzaba; era demasiado bueno, y los gemidos de Catelyn solo lo hacían mejor. Fue por eso que decidió ir un poco más lejos.

O más bien, más profundo.

Usando sus pulgares, abrió los labios del coño de Catelyn y luego introdujo la lengua.

"¡Ygritte!" nunca su nombre había sonado tan bien como cuando Catelyn lo gimió en voz alta. Con una sonrisa, introdujo más su lengua, arrancando un nuevo gemido.

Resultó que su sospecha era cierta: aún quedaban restos de la semilla de Jon y de la excitación de Catelyn en el interior del coño de la otra mujer. Introdujo la lengua hasta que estuvo segura de que había probado cada bocado, y luego lo siguió haciendo por el puro placer. El placer de sentir el coño de Catelyn latiendo alrededor de su lengua; la sensación de sus cálidos pliegues apretándose a su alrededor. Y el mejor de todos: la mención de su nombre gemido con placer por Catelyn una y otra, y otra, y otra vez. Y en una voz cada vez más alta, más desinhibida.

Hasta que sucedió; sin aviso, las manos de Catelyn la cogieron por el cabello y empujaron su cabeza, llevando su rostro más cerca de su coño. Su grito de placer sin palabras fue el único aviso que tuvo antes de que su boca se inundara nuevamente con la excitación de Catelyn.

"¡Sí, sí, sí!" gritó. Dudaba que Jon y Catelyn entendieran lo que dijo. Era difícil gritar con su boca llena con el coño de Catelyn y sus labios y lengua moviéndose, determinados a que ni una sola gota se desperdiciara.

Por fin, cuando terminó, dejó un último beso en el centro de Catelyn antes de incorporarse con ayuda de sus brazos temblorosos, sus ojos encontrando los azules de Catelyn.

"Sabes divina" le dijo, la sonrisa en su rostro correspondida por la de ella.

Entonces, con más rapidez de la que Ygritte había esperado, Catelyn se impulsó hacia adelante, quedando sentada. Su rostro casi tocando el de ella.

"Yo juzgaré eso" le espetó, antes de unir sus labios y meter su lengua en su boca.

Inicialmente sorprendida, Ygritte no tardó en contestar el beso, su lengua jugando con la de ella mientras hacía todo lo posible por estar segura de que el sabor que permanecía en su boca se transmitiera a la de ella.

Catelyn estaba con ganas de sorprender; y lo logró. Ygritte no pudo evitar gemir en la boca de la otra mujer cuando su mano atrapó uno de sus pechos y apretó con fuerza, antes de empezar a moverlo sin contemplaciones. Tuvo su pequeña retribución atrapando sus nalgas y usándolas para atraerla más hacia ella mientras continuaban besándose.

El pequeño gruñido ajeno a ellas la dejó helada; también a Catelyn. Ambas miraron a un costado, viendo a Jon observándolas con una sonrisa oscura, a juego con los ojos llenos de lujuria mientras se acariciaba lentamente con la vista de ellas.

Catelyn y ella compartieron una mirada: notó el rubor que subía por sus mejillas, y sintió el calor acumulándose en las suyas propias. Avergonzadas las dos por el mismo motivo: se habían olvidado.

"No importa" como si sus pensamientos fueran palabras, Jon respondió a ambas "La vista no es nada despreciable" les dijo.

Catelyn la miró un momento más, antes de que sus manos dejaran sus pechos y se alejara un poco de ella. Para acercarse a Jon.

"Déjame compensarte" le dijo a su hombre, al tiempo que su mano subía para rozar sus dedos en su estómago.

"No tienes que…." Las palabras de Jon no llegaron más lejos.

"Quiero" declaró, sin dejarlo terminar. Y luego, antes de que Jon pudiera hacer otra cosa, se inclinó y lo tomó en su boca.

Su jadeo de sorpresa fue igualada por el de Jon. También lo fue la sonrisa lasciva que siguió.

Vio a Catelyn tomándolo de manera descuidada en su boca: se notaba que no había hecho eso antes. No es que a Jon pareciera importarle, si la manera en que inclinó la cabeza hacia atrás, sus ojos cerrados y su boca abierta en su suave gemido de placer, le decían algo.

Cogiendo los lados de su rostro entre sus manos, lo forzó a bajar la vista y lo besó con su lujuria, creciendo a nuevas alturas por la imagen de Catelyn por debajo de ambos, tomándolo en su boca. La lengua de Jon irrumpió en su boca y felizmente lo permitió, la suya propia bromeando con ella y haciéndola moverse más.

Por fin, cuando debieron separarse por falta de aire, los ojos de Jon la miraron por un momento, antes de que los cerrara y jadeara con fuerza. Bajando la vista, Ygritte comprendió porque: no satisfecha con tener la mitad de la polla de Jon dentro de su boca, Catelyn ahora usaba una de sus manos para acariciar sus bolas. Y juzgando los sonidos de succión y sus mejillas hundidas, había empezado a chupar la polla de Jon con más fuerza.

Cuando una de las manos de Jon viajó hasta el cabello de Catelyn y se posó sobre él, Ygritte decidió hablar.

"¿Quién es mejor en eso? ¿Ella o yo?" le preguntó.

"No…..no voy a…..a responder eso" respondió entre jadeos, sus ojos nublados por placer pero aún decididos.

Sonrió. Era lo que esperaba oír. Jon nunca elegiría a una de ellas en detrimento de la otra. Y eso lo hacía aún más deseable a sus ojos. Lo bastante para que, luego de besarlo una vez más, se apartara y empezara a dejar un rastro de besos por sus barbilla, su cuello, su pecho, la parte baja de su torso, su estómago y su pelvis.

Todo para llegar al mismo lugar que Catelyn.

Con cierta dificultad, ya que la mayoría de su polla estaba siendo acaparada por la otra mujer, lamió lo mejor que pudo la parte aún al alcance de su boca, antes de apartar la mano de Catelyn de sus bolas y empezar a salpicar éstas con besos.

Sobre ella, Jon gimió, su otra mano posándose sobre su cabeza mientras continuaba con su trabajo.

Era maravilloso: los gemidos y gruñidos de Jon, la manera en que las alentaba en medio de susurros y suspiros. El calor de Catelyn por su cercanía y el sonido de su boca mientras chupaba la polla de Jon solo contribuían a hacerlo todo mejor aún.

Por fin, luego de un tiempo que se le hizo demasiado corto, alejó su boca y lengua de las bolas de Jon.

"Cambiemos" le propuso a Catelyn con la voz ronca.

La mujer tenía los ojos cerrados. Por un momento pareció que no la había oído, pero, luego de apretar su boca sobre la polla de Jon y succionar con fuerza una vez más, dejó ir su polla y bajó un poco más, lo suficiente para llegar a sus bolas, las que empezó a lamer, besar y chupar.

La vista de la polla de Jon reluciente con la saliva de Catelyn hizo que el coño de Ygritte palpitara; sin dudar, se lanzó contra ella, tomándola dentro de su boca y bajando por ella hasta que la sintió contra la entrada de su garganta, su nariz tocando la base misma de su miembro.

Por un segundo sintió la soberbia de ser capaz de tomar todo el miembro de Jon en su boca; eso era demasiado para la inexperta Catelyn.

"Pero apuesto a qué podría aprender" pensó mientras su lengua se movía por la parte inferior de la virilidad que llenaba su boca "Podría darle una mano…" chupó con más fuerza, estimulada por la idea.

Por encima, le llegaba la voz ahogada de Jon, murmurando los nombres de ambas mientras adoraban su polla y sus bolas. Le encantaba; la alentaba, y por la manera en que Catelyn aceleraba sus movimientos, hacía lo mismo con ella.

Subió y bajó, sin detenerse, ocasionalmente acelerando sus movimientos, mientras su lengua recorría sin parar toda la polla de Jon. Estaba lista para jurar que aún tenía el sabor del coño de Catelyn en ella, y eso solo la alentaba a ir más rápido, a saborear una vez más ese delicioso manjar.

Pero cuando Jon empujó su rostro hacia abajo usando la mano que aún estaba en su cabello, la realización la invadió.

No le molestaría seguir hasta que Jon se derramara en su boca, ni tampoco tragarlo. O compartirlo con Catelyn….pero eso no le bastaría.

No. No podía acabar así.

Había un lugar dónde en verdad necesitaba a Jon, y no era en su boca.

Con un gesto, apartó la mano de Jon de su cabello y se retiró antes de incorporarse sobre sus rodillas. Lo miró, jadeante, antes de hablar.

"Recuéstate" le ordenó "¡Ahora!" le urgió.

Para ese momento, Catelyn ya se había separado de las bolas de Jon. Ambos la miraban, como pensando si valía la pena hacerle caso. Para su fortuna, solo pasaron unos instantes antes de que Jon la obedeciera.

Con una sonrisa, montó a horcajadas sobre él. La sonrisa de comprensión en su rostro solo agrandó la suya mientras cogía su polla y la alineaba con su centro goteante. Con un solo movimiento, se hundió, llevando el miembro de Jon hasta lo más profundo de sí misma.

Sintió cada fragmento de la polla de Jon en su interior, estirando sus paredes internas hasta un punto casi doloroso. Pero era agradable, placentero. Tanto, que no pudo evitar el gemido descontrolado que escapó de su boca, sus ojos nunca separándose de los de Jon, en los que vio que lo disfrutaba tanto como ella misma.

Entonces unas manos, que no eran las de Jon, la cogieron por su rostro. En el mismo momento en que Jon empezaba a moverse dentro de ella, el gemido que escapó de su boca fue tragado por la de Catelyn, que unió sus labios a los de ella.

De esa forma comenzó la mejor follada de toda su vida. El miembro de Jon en su interior, estirándola, llenándola, satisfaciéndola, era complementado por los besos apasionados de Catelyn, bebiendo sus gemidos, gruñidos y jadeos. Mientras las manos de Jon la cogían por las caderas para poder ajustar el ritmo a algo más rápido, las de Catelyn bajaban, una a su pecho, y la otra a una de sus nalgas.

Y a través de todo eso, luchó por poder seguir el ritmo de ambos. Luchó por contestar a las embestidas de Jon con las suyas propias mientras intentaba seguir los movimientos de la boca de Catelyn. Luchó por separar los gemidos que le ocasionaba la polla cada vez que se movía en su interior con los que le causaban los dedos de Catelyn cuando empezaron a estrujar y apretar sus pezones. Y luchó, con mucha intensidad, por no gritar hasta quedar ronca cuando una de las manos de Jon dejó su cadera para empezar a frotar ese nudo deliciosamente sensible que estaba sobre el lugar dónde se unían, mientras Catelyn bajaba su boca y empezaba a dejar besos húmedos por el costado de su cuello.

No supo cómo, pero una idea pasó por su mente sobrexcitada en ese momento. Y menos aún supo cómo fue capaz de pronunciar palabras que de hecho, tuvieran sentido.

"Cat….Catelyn" jadeó, luchando por contener los sonidos mientras Jon empezaba a empujar dentro de ella con más fuerza "Siéntate, ¡ah!, en su, oh…..oh…..oh, en su rostro ¡oh mierda!" logró articular con dificultad.

Que Catelyn se detuviera y alejara su rostro de su cuello para mirarla fue una indicación de que la había escuchado. Aun así pasó un tiempo solo mirándola, mientras Ygritte luchaba por enfocarse en su mirada pensativa tanto como en la polla que amenazaba con hacerla gritar por puro y primario placer.

Por fin, con un asentimiento, Catelyn se acercó de rodillas a Jon. Se inclinó y lo besó brevemente antes de hablar.

"Lo voy a disfrutar" en su voz estaba la certeza de que lo decía en serio.

Y luego, con un solo movimiento, uno de sus muslos cruzó por encima de Jon, quedando sentada a horcajadas sobre su rostro, su coño reluciente por sus propios jugos, y algo de la saliva que ella misma había dejado ahí mientras la devoraba, quedando a la altura exacta de la boca de Jon.

Al siguiente momento, Catelyn se retorcía sobre el rostro de Jon cuando su boca se posó contra su coño.

La lujuria volvía a nublar la mente de Ygritte, la vista de Jon devorando a la otra mujer excitándola lo suficiente como para empezar a moverse con más firmeza, sus caderas subiendo y bajando. La polla de Jon entrando y saliendo a una velocidad más y más rápida, haciéndola caer velozmente por el umbral de la locura.

Frente a ella, Catelyn también empezó a moverse más rápido; podía ver su coño frotarse contra la boca de Jon, ocasionalmente alcanzando a contemplar como la lengua del hombre que estaban compartiendo se introducía en su coño.

En un momento Jon separó sus manos de su cadera y las usó para sujetar con más firmeza los muslos de Catelyn, los movimientos de su boca volviéndose más fuertes. Ahora libre, Ygritte marcó el paso mientras montaba a Jon sin restricciones. Su cabello agitándose y sus pechos sacudiéndose con fuerza, un reflejo de los de Catelyn.

Los gemidos llenaban sus oídos, al igual que hacían con la habitación. La boca de Jon no contaba; estaba ocupada con Catelyn. Pero ambas mujeres ahora parecían estar en una competencia tácita: quién podría gemir más muerte mientras montaba a su hombre, y quién podría usar el placer que este les daba para alcanzar su límite antes que la otra.

Sus movimientos se volvieron más frenéticos. Llegando al extremo de que usó sus manos como apoyo, colocándolas sobre el estómago de Jon. Frente a ella, Catelyn hizo lo propio, sus dedos usando el pecho de Jon como apoyo. Rozando los de ella. Todo ello sin que ninguna dejara de gemir o de mirar los ojos de la otra.

No estaba segura de cuál fue la que lo empezó, pero no importó. En un momento no se tocaban más allá de sus dedos. Al siguiente, amabas estaban inclinadas hacia adelante, sus labios besándose con suavidad. Todo mientras sus caderas se movían más fuerte contra la parte de Jon que en ese momento estaban follando con incansable determinación.

Todo se borró de su mente, relegado a un lugar lejano que no podía ni le interesaba alcanzar. Nada importaba: el mundo más allá de la cama y las personas con las que la compartía se había olvidado completamente.

Puso más fuerza en su beso, más movimiento en sus caderas. Aumento el agarre de sus dedos sobre la carne de Jon, y la presión de sus labios contra los suaves de Catelyn. Ahogándose en la dulzura de éstos, en la calidez de su respiración que golpeaba contra ella, en el calor del cuerpo de Jon bajo el de ella, en la dureza de su miembro enterrado hasta la mayor profundidad en su coño.

En su centro, sintió la tensión creciendo, la manera en que las paredes de su coño se aferraban con más fuerza al miembro de Jon cada vez que entraba, como queriendo retenerlo allí para siempre. Sabía perfectamente lo que significaba. Gimió contra su beso, que se volvió descuidado mientras Catelyn también gemía más fuerte. Ambas se separaron ligeramente. Con el aliento de cada una aun rozando el rostro de la otra, ambas se miraron, y en esos ojos azules que había llegado a adorar, leyó un reflejo de su mismo saber.

Iban a alcanzar el éxtasis a la vez.

Ese saber trajo una sonrisa a su rostro. Sus ojos se mantuvieron fijos en los de Catelyn mientras ambas se movían con más fuerza sobre Jon, dando todo, poniendo todo de sí mismas para lograr alcanzar ese sitio perfecto, ese lugar idílico dónde lo único que conocerían era la dicha de amar y saberse amadas de la manera más plena y absoluta.

De amarse entre sí. Todos, los 3, de ellos.

Y entonces pasó. Inevitable como el invierno, pero cálido, más cálido que nada.

Con un último movimiento, las paredes de su coño se aferraron a Jon con tanta fuerza que pensó que podría aplastar entre ellas la parte de él que más placer le daba. Pero no fue el caso. No. Simplemente lo cubrió con su liberación. Al mismo momento que Catelyn hacía lo mismo con su boca, que se cubrió con los jugos de la otra mujer. Y al mismo tiempo que Jon se corría con fuerza, su semilla inundando su coño en inmensa cantidad, llenando su coño y sin duda llegando hasta su vientre.

Todo mientras gritaba con toda la fuerza de sus pulmones, su rostro mirando el techo mientras sus caderas temblaban y sus piernas se debilitaban tanto que temía que ya no volviera a sentirlas. Sus ojos mirando al techo y su placer tan fuerte que su visión se llenó de puntos blancos.

Catelyn

Podía jurar que no recordaba cómo habían terminado en esa posición. Con Ygritte y ella aferrándose a Jon con brazos y piernas, mientras Jon las acerca con sus manos, uno de sus brazos envolviendo a cada una de ellas mientras ambas se rozaban, compartiendo el pecho y el torso de Jon para recostarse luego de lo que acababan de hacer.

"Lo que hicimos…" pensó, estremeciéndose al recordar ese último clímax. La forma en que los tres lo alcanzaron al mismo tiempo, el placer tan absoluto que bien podría haberse perdido en él para siempre "…..si lo hubiera sabido…." En ese momento, lamentó no haberlo hecho antes, mucho antes. Había perdido mucho tiempo "….pero no perderé más. No lo haré" pensó con total seriedad, decidida a que fuera verdad.

Se aferró a Jon con más fuerza, mientras acariciaba el brazo de Ygritte, sonriéndole enamorada y siendo respondida de la misma manera por la otra mujer.

"Las amo" las palabras de Jon separaron sus ojos y los llevaron al mismo momento hacia él "No sé qué hice para merecer esto….esta felicidad…..pero sé que las amo. A las dos. Las amo" repitió, sus ojos rebosando amor y sus palabras rebosando sinceridad.

Le sonrió como una tonta enamorada. Lo era; era una mujer tontamente enamorada.

"Yo también los amo" dijo en ese momento Ygritte, al tiempo que una de sus manos le acariciaba la mejilla con ternura, antes de bajar al pecho de Jon y hacer lo mismo con él "Y no lo quisiera de otra manera...los amo" concluyó, antes de que se ahogara y sus ojos parpadearan, llenos de la felicidad más pura.

Ambos la miraron, y no pensó. Dejó que su corazón hablara por ella.

"Los amo" les dijo, queriendo decir cada palabra "Mi cuerpo es de ustedes…..mis pensamientos son de ustedes….mi corazón es de ustedes. Ahora y siempre" les dijo, haciendo para sí misma un voto.

Un voto de nunca dejar ir a ninguno de ellos, de luchar por permanecer unida a ellos sin importar lo que pasara, sin importar lo que el mundo cruel que había más allá de esta habitación intentara contra ellos.

Se quedaron en un cómodo silencio que podría haber durado años, aunque no pudieron ser más de unos momentos antes de que fuera roto.

"Soy de ustedes. Ahora y siempre. Esto, por mi vida, lo juro" Jon susurró las palabras, pero fue tan poderoso como si las hubiera gritado.

Catelyn parpadeó para contener las lágrimas, y de reojo vio que Ygritte hacía lo mismo, ambas conmovidas más allá de las palabras.

"Soy de ustedes. Ahora y siempre. Esto, por mi vida, lo juro" las palabras de Ygritte fueron ligeramente más altas, pero tan sinceras como las de Jon.

Casi bastaron para hacerla llorar. Pero estaba demasiado feliz, y las lágrimas no eran adecuadas. Solo las palabras lo eran

"Soy de ustedes. Ahora y siempre. Esto, por mi vida, lo juro" su voz no tembló, aunque su cuerpo si lo hizo. Lo hizo porque lo decía en serio.

Ya no era dueña de sí. Era de ellos, era de Jon y de Ygritte…..y ambos eran de ella.

Tres besos entre ellos sellaron la promesa.

Si no obtengo reviews de al menos 20 personas diferentes por este capítulo, dejo de actualizar hasta el mes de junio. ¡No me obliguen a cumplir mi amenaza!

P.D: Y RECUERDEN, tengo varios capítulos más que ya están listos, así que si quieren saber cómo continúa todo, ya saben cómo hacer que pase.