Cuando todo se veía muy mal dentro de su panorama, la llegada de Scáthach acabó por cambiar todo y ahora puede existir una posibilidad de pelear de regreso gracias al entrenamiento que esta se encontrará por realizar al grupo, aunque hay cierto servant que no dejaba de gritar "Trauma" por cada poro de su piel.

- ¿En serio tengo que volver a pasar por esto? – Se quejó Cu, la pelivino frunció el ceño.

- ¿Qué dices Setanta?

- N-Nada Shishou jaja…

- ¿Qué es lo que tiene en mente? – Preguntó Haji, la portadora original de Gae Bolg se cruzó de brazos.

- Conozco muy bien a Medb, para nuestra mala suerte, ella posee un aditivo muy fuerte el cual es aquella versión de Setanta que creó por medio del grial, es un enemigo muy poderoso, por lo que es requerida una mayor fuerza para superarlo.

- Si hablamos de fuerzas, tenemos varias. – Comentó Fujino.

- Lastimosamente, incluso con mayor número, poco pudimos hacer, recuérdenlo. – Recordó Billy.

- Por esa misma razón es una mejor sugerencia dejar a Medb para después y encargarse de su otro enemigo.

- Edisson. – Señaló Tesla. – Con gusto pelearía con ese ladrón.

- El caso es que igual posee un ejército y si se apodera del grial, tampoco llegaría a usarlo para buenas intenciones. – Pensó Gerónimo.

- Pero es la mejor opción para una primera batalla. – Roman apareció en ese momento. – En términos de fuerza numérica, está a la par con Medb pero hablando específicamente de él, podrían derrotarlo si pelean con una buena ventaja, además se ve como alguien posible para negociar si se da el momento.

- Así que hablamos de una asociación, pero a la fuerza. – Sonrió Rika. – Eso podríamos hacerlo.

- Además, como él posee a Karna que es un espíritu divino, su fuerza ayudaría para la batalla contra el otro Cu. – Señaló Mash.

- Parece que ya tienen planes concretos. – Scáthach sonrió por debajo. – Ahora que han iniciado su plan de acción, es momento de pasar a lo que les concierne, no se los dejaré fácil.

- Aquí viene… - Comentó Cu por debajo. El entrenamiento proveniente de la gobernante de la tierra de las sombras hacía honor a su leyenda y es que Cu solo podía sufrir cada vez que tenía un combate de práctica contra ella, era superado en muchos aspectos mediante el dominio de la lanza y así fueron pasando combates contra ella y otras cosas más.

- Tenemos suerte de no participar. – Señaló Haji al lado de su hermana. – Que se fortalezcan.

- Es cierto… si la pasamos mal en ese momento y esa perra de cabello rosa nos evitó, tampoco pude lanzarle queso.

- Ya lo haremos, después de todo sabemos como acabará esto. – La pelinaranja asintió. – Hay mucho por lo cual esforzarnos, para que esto no alcance nuestro hogar.

- Así es…

Pasado un rato de entrenamiento con Scáthach, y eso significa pelear contra ella hasta el cansancio, llegó un punto de descanso, Mash hizo aparecer las provisiones para que pudieran comer en aquel momento.

- Gracias por la ayuda que nos has dado. – Haji hizo una pequeña reverencia.

- No es por nada, es lo menos que puedo hacer ya que han cuidado a mi estudiante, además él tiene un trabajo importante así que estaré vigilando de cerca para que no haga nada estúpido.

- Así que me tocará ¿no? – El peliazul se hundió de hombros. – En serio Shishou, no dejas de ponerme más carga que la actual.

- La verdad, no sé como aguantaste algo así, me mata todo el cuerpo… - Se quejó Elizabeth.

- El entrenamiento es la base para conseguir una fortaleza mayor, no cualquiera nace conociendo habilidades y técnicas de batalla, conlleva años de esfuerzo, a pesar de que ya conozcas bastante Setanta, sigues en un punto donde puedes crecer.

- Si usted lo dice, no tengo por lo cual quejarme… por ahora, quiero seguir comiendo, quizás si hubiera algún rio cerca, pescaría en paz.

- Aprovechen por ahora, porque luego vamos a continuar. – No es que hubiera mucho entusiasmo por seguir el entrenamiento, pero era necesario.


Scáthach fue con todo para que entrenaran y así hasta caer la noche, hubo cansancio por lo que mejor fueron a acostarse, la maestra se encontraba sentada en un tronco, mirando al cielo, el haber entrenado a Cu de esa forma le traía recuerdos, de cuando un joven Setanta llegó por primera vez a sus dominios, buscando entrenamiento, ella obviamente no lo puso fácil pero la insistencia de ese perro acabó por convencerla y así pasaron años que le enseñó todo lo que ella sabía, tanto en dominio de lanza como en magia rúnica.

- (Setanta realmente ha crecido, cuando lo vigilé durante siglos, luego de su muerte y en guerras del santo grial, sigue siendo el mismo, pero me alegra que su situación actual sea mejor respecto a anteriores.)

- Aquí estás. – Escuchó la voz de Haji, aunque de antemano había sentido su presencia, este se sentó a un lado. - ¿No piensas cenar con el resto?

- Supongo que mi presencia no es requerida de momento, yo solo he tomado el rol de maestra en este sitio, nada más. – Respondió ella.

- No deberías ser tan dura contigo misma, aunque solo te hayas impuesto ese papel, has hecho mucho por nosotros, igual que lo fue por mí y Mash en el pasado.

- Eso puede ser… el caso es que, al ser inmortal y que la tierra de las sombras es un sitio totalmente separado del resto, la incineración de la humanidad no llega hasta mis dominios, así que es algo solitario… pero estoy acostumbrada.

- Debe ser las desventajas de la inmortalidad. – El pelinegro miró al cielo. – Quisiera preguntar algo, si tuvieras la oportunidad de morir y ser un servant ¿quisieras pelear con nosotros?

- Sobre eso… - Ella cruzó su pierna. – No me molestaría, sería un buen cambio de aires luego de ser un simple vigía durante todos estos milenios de historia, e igual eso me permitiría estar cerca de Setanta y entrenarlo mucho más.

- Supongo que eso no cambia. – Ella soltó una risa por debajo.

- Si así pudiera darse, no me molestaría que seas mi master, eres alguien muy llevadero para hablar y también tienes margen de mejora para la batalla, serías un buen pupilo.

- Así que quisieras entrenarme… no me molestaría, estar con una mujer como tú haría divertidas las clases.

- … ¿Qué estás insinuando? – Preguntó ella. - ¿Acaso quieres cortejarme?

- Solo digo la verdad, no importa la edad, una mujer hermosa es hermosa porque sí. – Ella sonrió.

- Veo que no importa quien, siempre alguien quiere ir tras de mí. – A pesar de la situación, ella no se veía molesta. – Es cierto que ser alguien inmortal y solitaria te hace desear muchas cosas… y hasta este punto solo he tenido relaciones carnales pero nunca una romántica como tal.

- Así que estás abierta a la situación, podría ayudar en lo que sea necesario.

- Tampoco te adelantes. – Ella se levantó en ese momento. – Si se da la situación, yo me aseguraré de recordarlo… por ahora, tenemos otros asuntos por los cuales encargarnos. – Y se fue, Haji se quedó mirando las estrellas.

- Supongo que me estoy volviendo un poco ambicioso en todo esto…

La noche pasó y a la mañana siguiente continuó, Scáthach aprovechaba en combatir contra Cu en aquel momento, ambas lanzas chocaban, sin dejar que el otro superara en fuerza.

- Sigues siendo muy dura Shishou.

- Y tú aplicas bien mis enseñanzas Setanta, en eso es algo que puedo estar orgullosa. – El combate entre ambos continuó, entonces se llegó a un punto donde guardaron distancia, ahí la pelivino bajó su arma. – Terminemos aquí.

- Gracias Shishou. – Sonrió Cu. – Eso fue un poco más suave de lo que pensé.

- Es solo la entrada, dentro de una hora vas a llevar cinco piedras atadas a los pies. – Eso desanimó al peliazul.

- Sí que lo está poniendo a torturar de varias formas, ya ni yo. – Comentó Elizabeth.

- Pero se ve que tiene mucha fe en él, se nota en su mirada. – Señaló Rama.

- ¿De que forma? Es solo una mujer malvada. – Reclamó la Lancer pelipurpura, Rama sonrió.

- No es algo que se pueda ver a simple vista, pero ella le tiene alta estima, es solo que parece no saber expresarse bien al respecto, es una especie de respeto mutuo entre ambos.

- Como sea, yo solo veo una mujer abusando de un hombre. – Se cruzó de brazos, en ese momento Scáthach miró a un costado.

- Tenemos a alguien aquí. – Señaló. En ese momento apareció un hombre, llevaba ropa china de color rojo, cabello del mismo color y una lanza.

- Veo que mis instintos no mentían al decir que aquí encontraría guerreros fuertes. – Señaló este.

- ¿Qué te trae a este sitio? – Preguntó Scáthach.

- Soy un simple servant invocado por alguna razón, Lancer, Li Shuwen, al no tener otro motivo por el cual encontrarme en este sitio, simplemente he viajado en busca de gente fuerte y veo que pude llegar al sitio indicado.

- Así que no eres un enemigo, solo deseas pelear contra personas fuertes. – Señaló Haji, el pelirrojo asintió. En ese momento Scáthach tuvo una idea.

- Llegaste en buen momento, seguro llegarás a ser un buen compañero de sparring para Setanta.

- Así que quieres que pelee contra él ¿no? – Preguntó el peliazul, miró a Li y entonces sonrió. – Debes tener una gran habilidad ¿no?

- Así es, aunque mi mayor punto está en mis artes marciales y mis puños son letales, capaces de matar con el más mínimo contacto, también poseo una maestría en la lanza… entonces señorita ¿me dejaría pelear contra él? – Miró a Scáthach.

- No te retengas y enséñale a mi estúpido pupilo lo que es otro estilo de combate.

- Por supuesto. – Li sacó su lanza y empezó a moverla, apuntando al peliazul. – Espero estés listo.

- Jeje, Shishou es buena combatiente pero incluso para mí es demasiado, deseo ver que es lo que tienes. – Cu también se preparó, esperaron a unos cuantos segundos para que empezara el combate. - ¡Ahí voy!

Al primer movimiento de Cu, el Lancer chino se puso en posición, esperando a lo que este pudiera hacer, solo lo vio moverse de un lado a otro, como buscar confundirlo de su próximo movimiento.

- No te mueves tan mal, posees una buena velocidad y cualquier otro quizás podría llegar a caer en un truco como ese. – En aquel momento Li planteó su pie en el suelo y con un movimiento de su lanza, pudo bloquear el ataque proveniente del celta. – Pero yo puedo ver ataques futuros.

- Oh mierda. – Cu sintió como fue alejado por el arma del servant chino, aterrizando de pie, ahí entonces observó la velocidad de este que se encontraba a solo centímetros de él, un ataque dirigido a su torso, apenas y logró bloquearlo en el momento justo, pudo conseguir una distancia entre ambos.

- Eso me tomó por sorpresa, realmente no mientes al hablar de tu dominio con la lanza. – Cu sonrió. – Disfrutaré mucho este entrenamiento.

- Entonces sigamos. – Nuevamente los dos fueron al ataque, el resto observando el intercambio entre ambos, siendo Scáthach quien más lo analizaba.

- No estaba equivocada al pensar que sería un rival adecuado para Setanta.

- A este paso puede que ya estemos listos. – Comentó Mash. – Pronto tendremos que partir, primero a intentar hablar con Edisson.

- Eso igual marcará pronto mi tiempo aquí. – Expresó la pelivino.

- ¿No quieres venir con nosotros? – Preguntó Haji, ella negó con la cabeza.

- Siento que ya me he involucrado bastante con esta singularidad y eso podría entorpecer un poco su crecimiento, de todos modos, estaré pensando en su victoria.

- Eso se agradece. – Expresó Rika. El combate entre ambos lancers continuaba, encontrándose un intercambio de choques entre ambos, las habilidades que poseían chocaban totalmente, sin dar una oportunidad al otro de un contraataque, nuevamente tomaron una distancia.

- Ha sido un entrenamiento muy agradable, realmente es un placer combatir contra ti. – Expresó Cu con una sonrisa, Li se mantuvo sereno pero no podía negar que un combate de ese estilo es algo que esperaba.

- Puedo decir lo mismo ¿terminamos con nuestro mejor ataque?

- Tu mismo lo dijiste, prepárate para recibir lo mejor que tengo. – Empezó a brillar y se movió para usar su Noble Phantasm, Li Shuwen hizo lo mismo, estando en su posición con la punta de su lanza al frente.

- Este es el máximo de mi habilidad con la lanza. – Empezó a lanzar varios ataques consecutivos. – Mi arte marcial definitiva.

Cu aprovechó su velocidad para esquivar cada ataque en ese momento, sorprendiendo al Lancer pelirrojo, teniendo una sonrisa confiada, estaba a solo centímetros de él.

- Mi mejor ataque, Gae Bolg. – Pudo golpear el punto, de modo que parecería una victoria de parte del peliazul, pero fue solo por una corta de reacción de segundos, Shuwen pudo bloquear la punta de Gae Bolg con el mango de su lanza, eso pudo salvarlo, aunque esto generó una grieta en su arma.

- Debo admitirlo, eso me dio un pequeño susto. – Miró su arma antes de guardarla. – Buen combate, admito que al dañar mi arma, es la victoria para ti.

- Digo lo mismo, quedé encantado con nuestro sparring. – Los dos estrecharon sus manos.

- Buen trabajo Setanta. – Scáthach se acercó. – Ya no tengo nada más por lo cual entrenarte, considero que estás listo para la batalla.

- Gracias Shishou. – Agradeció este.

- Y con eso, significa que mi tiempo igual se ha terminado aquí, no puedo decir nada más que desearles suerte en su batalla.

- Al contrario, nos enseñó bastante. -Expresó Gerónimo. – Ahora podemos ir preparados.

- Así es, ya quiero pelear, por mi querida rival. – Elizabeth estaba emocionada.

- Nos estaremos viendo. – Haji estrechó la mano de la pelivino, esta sonrió.

- Estaré esperando por un futuro encuentro entre nosotros, y cuando eso suceda, nuevamente te pondré en entrenamiento Setanta.

- Espero nunca suceda… - Comentó por debajo. En ese momento el grupo empezó a irse a su primer destino el cual era el sitio de Edisson.

- Entonces… lo que me dijiste antes. – Shuwen miró a Scáthach. – Acerca de enfrentarte a mí.

- Es verdad… que andas buscando rivales fuertes, con gusto te daría ese gusto, pero actualmente… no es el momento adecuado. – En ese momento aparecieron guerreros celtas escondidos en los árboles. – Tenemos visitas indeseadas.

- Ya veo… entonces es mejor que los aleje, por el bien de nuestro entrenamiento. – Y fue a pelear contra ellos, Scáthach igual tenía su Gae Bolg en mano.

- (Medb ya parecía saber de que estoy aquí… menos mal se fueron antes, así podré pelear sin distracciones… Setanta, sé que puedes hacerlo, enfrenta las dificultades y todo saldrá bien…) – Fue a pelear contra los guerreros.


- Otro día buscando llevar esta maravillosa nación a mayores alturas, solamente hay que acabar con las amenazas que se interponen en mi camino. – Edisson estaba muy tranquilo viendo su próximo movimiento, cuando en ese momento entró Helena.

- Edisson, lamento interrumpirte, pero tenemos algo captado por los soldados, parece que los masters de Chaldea nuevamente están en camino a sus aposentos.

- Ya veo… supongo que en esta ocasión desean pelear frente a frente, lo que esperaba… y eso será lo mejor, al saber que el idiota AC está con ellos.

- ¿Qué pido que hagan? ¿Qué ataquen?

- Por supuesto, veamos si primero son dignos de llegar hasta mi trono, el presi rey pondrá a prueba su disposición.

- Muy bien, ya voy. -La caster fue a ordenar a los mechas para moverse, el Caster de la cabeza de león se sentó en su trono nuevamente.

- Si ustedes creen estar en lo correcto, vengan a detenerme, los estaré esperando…

Mientras tanto afuera, ya estaba todo el grupo, preparado para el asalto al escondite de Edisson.

- Es momento de la revancha aquí. – Comentó Rika. - ¿te sientes listo Tesla-san?

- No hay por qué decirlo master, voy a enseñarle a ese cabeza de animal quien tiene la mejor energía en el universo.

- Es el momento. – Comentó Rama, viendo como salían los mechas en ese momento.

- Debe ser el comité de bienvenida, muy bien todos, es momento de iniciar con el ataque. – Señaló Haji, todos se prepararon. - … Vamos.

Así empezaron a correr, para invadir el escondite de Edisson, el inicio del fin en la singularidad no hacía más que empezar.


En este cap ya abarcamos esa parte con Scáthach, ella obviamente volverá pero por el momento fue toda su participación, en el siguiente cap ya será el choque de inventores y con eso vamos con la recta final de esta singularidad, nos vemos en el próximo cap. Saludos.