Dentro de los muros de Chaldea se han visto distintos tipos de espíritus heroicos, cada uno con su propio valor que los confirió en ser una leyenda, desde guerreros hasta científicos, estrategas, reyes, de todo tipo, pero quizás algunos de los más especiales podrían ser los maestros de héroes, aquellos que instruyeron a crear grandes leyendas en su tiempo y de una de ellas se observará actualmente.
- Solo he observado desde mi reino, pero conocer el mundo moderno como tal es algo que no puedo desperdiciar. – Scáthach quería aprender varias cosas sobre la modernidad, luego de haber instruido a todos los Setantas disponibles, ahora podía darse un tiempo de relajación e investigar un poco. – Primero hagamos el itinerario… a la cafetería.
La pelivino fue a la locación antes dicha, como siempre se encontraban varios servants comiendo, era más común encontrar a las Arturias devorar platos hasta no poder más lo cual era algo extraño porque ellas siempre tienen hambre y por supuesto, tener a los encargados de la cocina en ese sitio.
- Buen día Archer. – Saludó a Emiya que estaba frente al mostrador.
- Igualmente maestra de Lancer, seguro desea comer.
- Esa es mi intención, tantos siglos viviendo en la tierra de las sombras me ha hecho perderme de muchas cosas del presente, entre ellas comidas, así que deseo comer lo más que pueda mientras esté invocada en este mundo.
- Entiendo ¿Qué desea comer entonces?
- Bueno, tengo curiosidad por esta… pasta de napolitano, creo que la llaman.
- Así que una pasta napolitana, entiendo, saldrá en poco tiempo. – Fue a la cocina, Scáthach se sentó en una mesa en aquel momento mientras esperaba por su comida, veía las distintas conversaciones entre varios servants, espíritus heroicos que han batallado fuertes y duras guerras ahora hablaban y disfrutaban como si nada.
- (Para que figuras históricas como las presentes puedan hablar con tanta calma, realmente el mundo moderno ha de ser realmente tranquilo) Ya veo… - Asintió afirmando sus pensamientos.
- Aquí está la pasta. – Emiya dejó el plato, la Lancer lo observó con curiosidad.
- Gracias Archer. – Así se fue, dejándola a ella con su comida, tomó el tenedor para enrollar la pasta y observar, tenía pedazos de hongo shiitake y salsa envuelta, ya entonces comió el bocado, saboreándolo. – Wow, así que esto es napolitano.
Continuó comiendo hasta gastar el plato, siempre pensando en lo bueno del sabor, quedó bastante satisfecha al final.
- Eso fue disfrutable… ahora que terminamos con la comida, pasemos a la siguiente parte de mi horario. – Salió de la cafetería a su siguiente actividad, ahora investigaría un poco del trabajo moderno de Chaldea, eso acabó por llevarla a los cuarteles principales de la institución, entrando justo donde se encuentra Chaldeas, el poco personal estaba trabajando a su ritmo.
- Oh Scáthach. – Roman estaba ahí. - ¿Qué la trae a los cuarteles?
- Solo quiero ver cómo trabajan en la era actual, si no es molestia.
- Para nada, contar con una maestra famosa como usted es bueno. – Se excusó el doctor. – Puede preguntar lo que quiera.
- Muy bien… solo quisiera saber si es que tienen un programa de entrenamiento para los masters, ya que estos viajes a través de las singularidades son peligrosos.
- Eso es verdad, por suerte contamos con la sala inmersiva de entrenamiento, ahí pueden entrenar tanto ellos como sus servants en batalla, con hologramas de viejos enemigos que han encontrado y se han registrado en Trimegistus.
- Ya veo… eso es bastante moderno.
- Igual sabemos que Leónidas abrió su propio gimnasio para el fortalecimiento de sus capacidades físicas y periódicamente salen a mini singularidades para la búsqueda de materiales que puedan fortalecerlos.
- Por lo menos no se quedan holgazaneando y siempre buscan mejorar ¿sabe dónde están ahora?
- Justamente se encuentran en la recolección de materiales a medido de Da Vinci, ella siempre busca mejorar sus armas y códigos místicos.
- Entiendo, gracias por todo.
- No hay de qué, siempre estoy dispuesto a ofrecer ayuda cuando lo necesiten. – De ese modo la Lancer salió del cuartel para ahora ir al taller de Da Vinci, ya que hablaron de ella y sus constantes mejoras en las armas de ambos masters, así llegó al taller de esta, tocando la puerta.
- ¡Un momento! – Avisó al otro lado, se escuchaban fuertes ruidos por lo que Scáthach debió pensar que estaba trabajando, solo pasaron unos segundos cuando la caster salió, teniendo rastros de polvo en el rostro. – Ya estoy lista, gracias por venir al taller de la genio universal, Da Vinci-chan ¿Qué puedo ofrecerte?
- Solo quería saber cómo trabajas, ya que ayudas a los masters a que puedan estar seguros con sus códigos místicos.
- Entiendo, seguro que como bruja de runas que eres, has de tener curiosidad de cómo trabaja la hechicería moderna, pues estás de suerte porque hace poco terminé de desarrollar un nuevo código místico para Haji y Rika, adelante. – Permitió la entrada a su taller a Scáthach, ella vio varios materiales en frascos y sobre mesas al igual que herramientas.
- Todo esto lo han recolectado Haji y Rika.
- Así es, los monstruos y criaturas que aparece en las singularidades poseen materiales ricos en mana, son perfectos para la creación de armas y códigos místicos que perfecciono en uniformes que pueden usar y poseen hechizos para ayudarles en la batalla, por ejemplo, mira este. – Mostró un uniforme que parecía ser de una escuela, de un patrón marrón con negro. - ¿No es asombroso? Tiene hechizos para potenciar la fuerza y defensa.
- Es impresionante, aunque no entiendo el por qué hacerlo parecer un uniforme escolar. – Da Vinci hizo un ademán con la mano.
- Deberías entender más los gustos modernos, un uniforme escolar atrae a miles de personas alrededor del mundo, solo mira el dobladillo de esta falda, te permitirá observar lo que se llama el territorio absoluto entre las medias y esa sección prohibida bajo la tela, es simplemente magnifico.
- Creo que solo estás plasmando tus perversiones… - Respondió Scáthach con rostro inexpresivo, la Caster soltó una risa.
- Te falta investigar más, pero dejemos eso de lado, lo importante es que estos códigos místicos mantendrán seguros a los dos y es esa la razón por la cual trabajo duro, ellos son la única esperanza de la humanidad actualmente, si no fueran muy bien preparados, estaría fallado como genio que soy.
- Ese es un buen motivo. – la Lancer sonrió. – No seguiré molestando.
- Para nada, siempre eres bienvenida e igual quisiera ver si algún día puedas aplicar magia rúnica en algún código para fortalecerlo.
- Algo complicado y no lo recomiendo, sigue con el buen trabajo. – Se despidió para salir, ella se había asegurado de que al menos la organización realmente trabaja por el bien de Haji y Rika, estaría mintiendo si dijera que no estaba algo preocupada porque simplemente los envían a luchar sin asegurar su bienestar pero ahora vio que todo está correcto, ahora podría encargarse de sus asuntos.
De un momento a otro, Scáthach hizo un llamado a varios servants para un entrenamiento especial, fueron quienes estaban interesados en fortalecerse y el caso de los Cus, no podían escapar así que estaban contra su voluntad.
- Medb ¿Qué haces aquí? – Preguntó el Cu Alter, la reina sonrió.
- No me interesa para nada sudar con otros hombres a menos que sea en la cama, así que solo vine a verlos para mi propio entretenimiento. – Ella chasqueó los dedos y entonces dos de sus soldados se pusieron de rodillas para hacer de asiento para ella. – Que disfruten mientras los veo sudar~
- Hay todo tipo de guerreros en este sitio, no será una perdida de tiempo. – Comentó Li Shuwen, en eso miró a Nero, esta llevaba su ropa deportiva escolar. – Lo siento, pero… ¿te conozco de algún lado?
- No lo sé, umu… mis recuerdos no son muy claros, pero puede que hayamos sido participes de alguna guerra en el pasado.
- Quizás, como sea, pareces ser fuerte. – la saber sonrió orgullosa.
- Para que Roma pueda seguir prosperando, debo ser más fuerte y ese es mi objetivo aquí.
- Escuchen todos. – Scáthach llamó la atención de todos los presentes. – Antes que nada, agradezco su presentación en este día, más que nada a los Setantas que son mis fieles estudiantes.
- Tu nos obligaste. – Se quejó el Cu Lancer, en aquel momento Scáthach lanzó un hechizo de runa que golpeó al peliazul, haciendo que cayera al suelo.
- Como estaba diciendo. – Volvió a la conversación. – El propósito de este entrenamiento es sacar todo el potencial que tienen escondido, puede que sean servants pero aún pueden tener una columna de crecimiento y es lo que haré con todos ustedes.
- No le hagan caso, lo que los obligará a realizar es tortura. – Exclamó Cu Caster, solo para recibido por un ataque de su maestra.
- Ahora todos, que empiecen con el entrenamiento, primero van a hacer unas mil sentadillas, que empiecen.
Los servants empezaron a hacer las sentadillas, los Cus hacían su mejor esfuerzo al respecto aunque los que se quejaban eran los lancers y el caster, el Berserker simplemente lo hacía sin decir nada.
- ¡Sigan así, para mi entretenimiento! – Exclamó Medb, el Cu Lancer gruñó por debajo.
- Si no fuera porque shishou me castigaría si me detengo, le daría un fuerte golpe…
- Parece que ya van por las doscientas, aumentemos la gravedad. – Scáthach tomó el control de la sala holográfica y modificó la gravedad de la sala para aumentarla unas cincuenta veces.
- ¡Woaaah! – Medb también sintió el cambio, cayendo de su asiento.
- Wow, esto cambia el ejercicio. – Expresó Li con asombro. – Pero no es suficiente para detenerme.
Los servants siguieron con las sentadillas a pesar de la gravedad que estaba aumentada y, a pesar de estar en la misma sala, ella no sentía los efectos, así siguieron hasta otras trescientas sentadillas.
- Esto sigue siendo un juego para niños, aumentemos a unas doscientas veces la gravedad. – y lo modificó, ahora parecía que cualquier paso crearía una grieta.
- ¡Shishou, esto ya es imposible para cualquier humano! – Se quejó Proto Cu.
- Pero ustedes no son humanos, son servants, así que deja de quejarte Setanta y continúa. – Tuvieron que seguir hasta completar las mil sentadillas, debía ser la señal para que la pelivino cambiara la gravedad pero no lo hizo.
- ¡Oye bruja, ya acabaron, ahora apaga esa cosa! – Se quejó Medb, la lancer enarcó una ceja.
- Aún no, vamos a continuar el ejercicio con esta gravedad, ahora van a correr alrededor de esta pradera unas ochenta veces, adelante. – Y entonces tuvieron que hacerlo, la pelirrosa gruñó por debajo.
- ¡No es justo, vas a arruinarme el peinado!
- Entonces levántate y únete a ellos. – Le sugirió, sacando una mueca a Medb.
- ¿Acaso estás loca? Soy una reina, yo no… - Sacó su Gae Bolg para apuntarle a la garganta.
- Tu fuiste la que quiso estar aquí, así que corre o te obligaré. – Medb se sentía en peligro y al verse superada por la gravedad, no tuvo de otra.
- Juro que cuando esto acabe voy a tomarte de ese cuello y… - Expresó un montón de profanidades mientras se fue corriendo, Scáthach no se vio ofendida para nada.
- … Deberé aumentarle unas cinco vueltas a ella.
En otro lado, los masters habían regresado de la recolección de materiales, siendo recibidos por Roman y Da Vinci.
- Buen trabajo, como siempre, me llevaré los materiales. – La caster se veía muy alegre al respecto.
- ¿Pasó algo mientras estábamos fuera? – Preguntó Rika,
- Nada destacable, solamente Scáthach quiso conocer un poco más sobre Chaldea y sus instalaciones, tener a una servant divina como ella es una gran ventaja en nuestra lucha para evitar la incineración de la humanidad. – Respondió el doctor, ambos masters asintieron.
- Es bueno saberlo, tiene mucho qué conocer.
- ¿Vamos a verla nii-san? Seguro está entrenando a los Cus ahora mismo. – Comentó Rika, de ese modo fueron a la sala holográfica donde seguramente estarían, en ese momento los dos entraron. – Ey Scáthach-san, venimos a…
De repente los dos fueron invadidos por una fuerte presión que los hizo caer al suelo de repente, ni se podían mover.
- ¿Qué es esto? – Expresó Haji con asombro.
- … Nii-san… creo que tiene programada la gravedad a un número demasiado alto.
- Oh, Haji, Rika. – La Lancer apareció en ese momento, caminaba como si nada. – Bienvenidos de vuelta.
- ¿Cómo es que avanzas como si nada con esta gravedad? Es criminal. – Preguntó la pelinaranja.
- No es nada… pero veo que para ustedes es demasiado, voy a apagarlo. – Quitó la gravedad pesada de modo que pudieron levantarse, del mismo modo, los demás servants pudieron descansar.
- No pensé que este es el tipo de entrenamiento que les das. – Comentó Haji.
- ¿Cierto? Ninguna persona cuerda lo haría. – Se quejó Cu.
- ¡Además me arruinó mi cabello! – Complementó Medb.
- Es que yo creo que pueden mejorar si los expongo hasta más allá de sus límites, no es algo malo realmente.
- Scáthach-san, sé que es raro que yo diga esto, pero es demasiado. – Comentó Rika. – Si un monstruo no matará a nuestros servants, lo harán tus entrenamientos.
- … ¿Realmente son demasiado pesados?
- Creo que pesados se queda demasiado pequeño. – Comentó Medb.
- Yo no lo vi nada mal. – Respondió Li que se había quitado la playera para el entrenamiento. – Claro que es un poco más pesado a mi entrenamiento de artes marciales, pero siempre puedo mejorar.
- Umu, pienso lo mismo, si decidiera retroceder, sería una desgracia para Roma, el gran fundador no lo aceptaría. – Nero estaba igual dentro.
- Ellos son un caso especial, creo que deberías adecuarte un poco más a la modernidad ya que no todo es igual a como en tu época. – Comentó Haji. – Vamos a hablar al respecto. – Y se la llevaron a hablar.
Pasó un tiempo, Scáthach estaba caminando por los pasillos de Chaldea en ese momento, había aprendido bastante del mundo moderno, todo lo que se había perdido al estar encerrada en la tierra de las sombras.
- Master y Rika si pudieron ponerme al día… ya creo entender mucho de esta época. – Vio a Cu. – Setanta.
- Shishou ¿de nuevo va a entrenarme?
- Eso sería tentador… pero por hoy estoy ocupada. – Eso lo sorprendió.
- Jamás creí escuchar esas palabras ¿acaso tiene planes?
- Sí, master me hizo ver que me quedan muchas cosas por aprender de esta época y deseo probarlas poco a poco, así que, si me disculpas. – se despidió de él, Scáthach fue a la cafetería en ese momento. – Un helado, por favor. – Fue a sentarse a esperar a que llegara el helado, al tenerlo sobre la mesa, comenzó a disfrutar. – Realmente, una mujer como yo igual puede disfrutar de estas cosas mundanas.
Scáthach tenía mucho por descubrir, pero con todo el tiempo que tiene, se dará esa posibilidad y de tal modo, ella podría cambiar su modo de ver las cosas, aunque igual algunos aspectos se mantienen, la lancer seguirá aprendiendo a la par que enseña a otros.
JRWeiss: Bueno que Medb si puede ser así, tampoco es que sea totalmente sincera, sigue siendo la misma reina de siempre y veremos ese lado de ella, como manipuladora y algo pervertida de ahora en adelante.
Este cap está dedicado a nuestra shishou que a todos nos gusta, ella sí que desconoce algunas cosas y buscó aprender, igual como entrena a los Setantas y sus duros ejercicios, ya verá que puede relajarse un poco en el proceso, nos vemos en el próximo cap con otros servants a los cuales enfocarnos antes de pasar al siguiente evento. Saludos.
