Una vez ya hecho el trato con Kayneth, restaba esperar un poco para ir a su hospedaje, todo gracias a Waver que se encargó de todo lo relacionado a esto, su conocimiento de la cuarta guerra estaba siendo de bastante ayuda para ellos.
- Pronto vamos a su habitación de hotel. – Informó este al resto. – Nuestro mejor caso aquí es que nos llegue a prestar a Lancer y de ese modo tengamos una mejor posibilidad de acabar con Caster.
- Realmente vamos con esto. – Expresó Rika. – Ya debes tener todo planeado.
- En papel, si todo es como lo tengo pensado, no es que hagamos cambios demasiado grandes a la guerra, después de todo está destinado a que ocurra lo siguiente y Caster realmente debe de caer.
- ¿Qué fue lo que ha hecho Caster? – Preguntó Mash, el pelinegro tomó un respiro hondo.
- Hizo algo sumamente horrible en esta ciudad… con el motivo de crear una gran criatura que atenta contra la ciudad, secuestró niños los cuales asesinó y convirtió en criaturas horribles con tal de que este se forme a gran tamaño.
- Asesinar niños… eso es horrible… - La shielder bajó la mirada.
- Así que primero quieres que nos encarguemos de él ¿no? – Preguntó Haji, Waver asintió.
- Durante la cuarta guerra original, la criatura que invocó causó un gran problema a todos, tanto fue así que todos los servants de la guerra tuvieron que unirse para poder derrotarlo, siendo Saber quien hizo el golpe final.
- Entonces vamos a acabar con él antes de que haga la criatura. – Respondió Rika.
- Al contar con el apoyo de Kayneth El-Melloi, nos será más sencillo acabar con este antes de que gane más poder. – En ese momento revisó su reloj. – Es hora, vamos.
Sin decir nada más, el grupo comenzó a moverse por las calles hasta llegar a un gran edificio, entraron a este y comenzaron a ascender por el ascensor hasta llegar al piso donde se encuentra la habitación de este. Ahí Waver tocó la puerta, abriendo el master en cuestión.
- Llegaron justo a tiempo, adelante. – Le dio el paso a su apartamento, dentro estaba Diarmuid como siempre, ya entonces Kayneth se sentó. – Podemos empezar con esta negociación ahora.
- Perfecto. – Waver también tomó asiento. – Quisiera ser conciso, nosotros nos encargaríamos del asunto que involucra a Caster, después de todo también nos perjudica su presencia en esta guerra, para eso quisiera pedirle algo… necesito que nos de a Lancer. – Kayneth enarcó una ceja.
- ¿Por qué debería darles a Lancer? Es mi oportunidad única para obtener un deseo, mis ambiciones están en juego en esta guerra, no es algo que pueda soltar a la ligera.
- Hay cosas más importantes que un deseo ¿acaso no puede pensar en su familia? ¿En su esposa? Le está poniendo una carga muy pesada al utilizar su magia en mantener a Lancer.
- ¿Mi esposa? – Kayneth se puso a pensar un poco. - ¿Cómo es que sabes eso?
- No es importante, a lo que me refiero es que esta guerra lo pone en un grave peligro, a poco no sentiría que abandona a sus seres queridos por algo de solo una vez.
- Eso… es verdad, ella es alguien importante para mí después de todo, ya estoy haciendo que sienta demasiada presión con solo esto.
- Puedo asegurarle algo, nosotros vamos a ser los últimos en pie dentro de esta guerra, usted aún tiene mucho por lo cual vivir, y no solo su familia, también es profesor ¿no? Un El-Melloi tiene bastante por lo cual trabajar.
- … - Kayneth se quedó callado por unos segundos, en ese momento tomó una decisión. – Lancer, ve con ellos.
- Master… entendido, como usted ordene. – En ese momento Kayneth usó sus sellos de comando, quedándose con ninguno y de tal modo Diarmuid ahora estaba del lado de ellos.
- Debo admitir que tu oferta fue generosa, pero solo quiero saber algo… ¿por qué haces todo esto? – Preguntó él, Waver soltó un suspiro.
- Solo lo hago por mi propia estupidez, puede decirse… soy un necio. – Kayneth soltó una pequeña.
- Ciertamente, pero eres lo que podía esperarse de un verdadero mago, puede que siga a distancia sus movimientos, ahora debería volver con mi querida, no quiero que siga sufriendo. – Kayneth se fue, ya quedando ellos solos.
- … Muy bien, ahora soy su servant ¿ya pueden decirme de que fue todo esto? No creo que haberlo alejado de la guerra fuera mero capricho. – Waver miró a la ventana.
- Sé muy bien que esto es una singularidad, y que mis acciones aquí no cambiarán lo que ya está escrito en la historia, pero sí es posible al menos hacer algo para tener la consciencia limpia, lo acepto.
- Ya entonces eso es un master menos del cual preocuparse. – Respondió Haji. – Nuestro siguiente objetivo es Caster.
- Seguro sabes dónde está Lord. – Expresó Mash, Waver asintió.
- Para eso tenemos que ir a lo profundo donde se encuentra su escondite… las alcantarillas.
- Ugh… no me gusta el mal olor… - Comentó Rika por debajo. – Ojalá hubiera traído perfume o algo así.
- No me digas que te preocupa tu olor cuando siempre llegas sudada de tanto ejercitarse. – La pelinaranja golpeó a su hermano.
-Por supuesto que me preocupa, la higiene personal es el día a día de cualquier chica. – Se cruzó de brazos.
- Parecen ser masters peculiares. – Expresó Diarmuid, Mash sonrió.
- Así son ellos.
- Es momento de ir a nuestro siguiente destino, hacia las profundidades de Fuyuki. – Señaló Waver, ya era mala suerte para Rika pero sí querían detener a Caster, era el siguiente sitio al cual ir.
Una vez salieron del apartamento, ahora estaban en camino a las alcantarillas, eso significaba bajar por una tapa a estos, una la cual no les costó encontrar.
- Las damas primero. – Señaló Haji, Rika tenía cara de asco.
- Luego de esto, quiero tomarme un largo baño.
- No hay tiempo que perder, adelante. – Apresuró Waver. Así el grupo ya se encontraba en el alcantarillado de la ciudad, algo que parecía realmente un laberinto debido a la extensión.
- Es bueno que nuestros códigos místicos desvíen el olor ¿no? – Preguntó Haji.
- Eso no me pone más feliz. – Señaló Rika, en aquel momento se detuvieron.
- Parece que igual lo sintieron. – Sonrió Alexander. En ese momento escucharon como algo viscoso arrastrándose, entonces aparecieron como un tipo de criaturas pegajosas, una especie de estrella grande de color azul oscuro con tentáculos que poseían pequeñas protuberancias y en el centro se encontraba una boca con colmillos.
- Esa cosa es asquerosa. – Rika no podía sentir más asco de lo cual ya tenía.
- Nos encargaremos de esas criaturas. – Respondió Mash.
- Parece que es mi turno de demostrarles lo que puedo hacer. – Diarmuid dio el paso al frente con sus lanzas gemelas, listo para pelear. Las criaturas se dieron cuenta del peligro en el que estaban por lo que empezaron con sus ataques, lanzando una especie de baba.
- ¡Kyaaah, Mash-chan, protégeme! – La shielder cubrió el ataque de Rika en aquel momento. - ¡Que asco!
- ¿Senpai? ¿No te gustan las cosas pegajosas? – Preguntó la pelilila con asombro.
- ¡Sí, lo admito, odio la baba!
- Creo que fue porque cuando teníamos ocho años, le hice una broma que la bañé de baba… jeje, que buenos tiempos. – Haji sonrió en aquel momento.
- ¡Aún no te perdono esa, pero olvidémonos de eso, acaba con esas cosas!
- Claro master. – Mash y los demás servants comenzaron su ataque nuevamente, Waver envió una ráfaga de viento para que impacten los costados, momento en el que los otros servants comenzaron a atacar, Mash saltó y golpeó con su escudo a uno de esos monstruos, este quiso atacarla con sus tentáculos pero ella lo bloqueó y entonces remató finalmente con su protección, acabando con este y evaporándose.
Diarmuid se encontraba combatiendo contra dos de esas criaturas al mismo tiempo, su movimiento era tan veloz que los ataques de estas no podían seguirlo, en aquel momento él atravesó por la boca a uno de ellos, deshaciéndose y el segundo lanzó su ataque de baba, logrando esquivarlo y entonces atacando por detrás, de esa forma lo derrotó.
- Parece que ya no hay más… - Rika pudo salir de su escondite, aka la espalda de Haji. – Menos mal…
- Eso mismo, para que dejes de usarme de escudo. – Exclamó el pelinegro, sacando una sonrisa a su hermana.
- No es justo, no me dejaron nada. – Alexander se veía algo decepcionado por no tener acción.
- No podemos bajar la guardia, poco a poco estamos más cerca del taller de Caster. – Señaló Waver. Continuaron su camino en ese momento, ya entonces pudieron ver algo a la lejanía.
- El camino se ha abierto en esta sección. – Haji miró a los lados, como es que las alcantarillas de repente se expandieron, mostrando una sección mayor en cuanto a altura.
- ¿Esto realmente es el subterráneo? Es demasiado grande para serlo. – Comentó Rika.
- Es el sitio que buscábamos. – Exclamó Waver, en aquel momento este envió unas cuantas piedras, debido a que más de esas estrellas demoniacas habían saltado. – Es el punto de origen que estábamos localizando, el taller de Caster.
- ¿Qué es esto? Parece que hay invitados indeseados aquí y ahora. – En ese momento apareció aquel, no otro más reconocible que Gilles.
- ¿Ese es Gilles? ¿Es el caster de la cuarta guerra? – Preguntó Mash con asombro.
- Parece que sigue siendo el mismo asesino que recordaba. – Waver frunció el ceño.
- No pensé que llegaría gente a mi adorado taller, supongo que las defensas que tanto preparé no sirvieron de nada.
- ¿Taller? Solo veo muerte. – Expresó él, ya entonces se veían más criaturas aquellas pero lo que era más, había partes de niños, muchos de ellos habían sido atraídos para ser usados como parte de los experimentos de Gilles.
- Es horrible… - Expresó Mash por debajo.
- ¡Que acaso no aprecian para nada mi trabajo! Son malagradecidos. – Estaba molesto, en ese momento abrió su libro. - ¡Mis adoradas criaturas, acaben con ellos!
- Ahora sí es momento de pelear. – Debido a la gran cantidad de monstruos que salieron, tenían que usar todo lo que estuviera a su alcance.
- Ni modos Rika, también debemos de actuar. – Haji tenía su arma en mano.
- ¿En serio debo hacerlo? No quiero. – Demasiado tarde para la pelinaranja cuando tres de esas criaturas iban hacia ella. - ¡Aaaah aléjense! – Ya contra su voluntad comenzó a patearlas para que no se acercaran.
- Estará bien. – Haji simplemente se ocupó de su lado.
Así empezaron a batallar contra las criaturas pero de eso poco servía si no podían acabar con la fuente de todo, Gilles se escudaba totalmente detrás de estas, sintiéndose a salvo, alguien tenía que ir hacia él para poder acabarlo.
- Mi señor, vaya a detenerlo. – Exclamó Waver, Alexander sonrió.
- Justo lo que esperaba, es hora de ir con todo, Bucephalus. – Invocando a su caballo, el Rider pelirrojo comenzó a moverse a gran velocidad, varias de las criaturas buscaban detenerlo pero esto era imposible para ellos.
- ¿Qué pasa? ¿Por qué viene a alta velocidad? ¡Deténgalo! – Más criaturas saltaban, resultando en puro fracaso. - ¡No puede ser!
- Puede que manejes a muchas criaturas, pero sin ellas no eres nada. – Dio un salto en el caballo y en ese momento su espada comenzó a rodearse de rayos. – Sufre de lleno mi Noble Phantasm. – Aterrizó en aquel momento con un fuerte golpe hacia el caster que poco pudo hacer para protegerse, todo el sitio se llenó de rayos que alcanzaban hacia el techo, ya luego de un tiempo, finalmente no quedó nada más ahí, el núcleo de Gilles había sido destruido totalmente. – Se siente bien usar mi fuerza.
Debido a que la fuente había sido eliminada, cada una de las criaturas comenzó a evaporarse, ya sin quedar nada en esa sala.
- Que bien que se acabó, no quiero volver a ver a esos tentáculos tan resbalosos. – Rika tenía escalofríos.
- ¿Estás bien senpai? – Preguntó Mash, en ese momento la pelirroja lo abrazó. - ¡¿Q-Que hace?
- Déjame estar así un rato para calmarme… jeje, eres tan suave~
- Jooo~ esto es vergonzoso. – Mash no podía evitar estar roja, Haji miró la escena con una sonrisa.
- Esto marca el final de Caster ¿no? – Preguntó el pelinegro, Waver asintió.
- Ese debería ser el caso ahora que fue destruido, algo que me llama la atención es que su master no se encuentra aquí… Uryu Ryunosuke, un asesino serial que no buscaba el santo grial, sino solamente continuar con su enfermizo hobby… al no verlo aquí, me hace pensar que ya no se encuentra… o quizás lo asesinaron. – En ese momento los servants se pusieron alerta.
- ¡Masters, detecto una energía de servant cerca y es peligrosa!
- ¡Cuidado! – Diarmuid se puso frente a Haji, desviando lo que era como un proyectil que impactó contra la pared.
- Eso fue un disparo. – Waver entonces miró, había una presencia nueva, podía identificarla como peligrosa, en aquel momento envió un rayo a su izquierda, ahí observó algo moverse. – Se encuentra por ahí.
- Yo me encargo. – Diarmuid saltó para enfrentar a ese nuevo servant, atacó con una de sus lanzas, ya entonces la figura bloqueó con facilidad el ataque de la lanza. - ¿Cómo? – En aquel momento lo apartó y dio un golpe, alejando al Lancer en ese momento
- … - La figura se podía observar como un encapuchado de color rojo, su cuerpo estaba cubierto en vendajes lo cual no dejaba ver su rostro, llevaba un pantalón del mismo color y una pistola en su mano.
- ¿Qué servant es ese? Nunca lo había visto, ni siquiera es de la cuarta guerra. – Expresó Waver con asombro.
- Eso es lo que hace de este sitio, una singularidad, es el primer cambio que vemos. – Expresó Haji. Ya el grupo estaba decidido a enfrentar al nuevo servant misterioso, pero entonces…
- … Tsk. – Sin previo aviso este desapareció.
- ¿A dónde fue? – Preguntó Mash, por más que buscaron, no lograron encontrarlo.
- Escondió su presencia… ya en sí no podemos hacer nada, pero no hay que bajar la guardia. – Expresó Waver. De ese momento no había de otra que seguir avanzando, entonces…
- ¿Estás seguro de que es por aquí Rider?
- Claro muchacho, sabes que puedes confiar en mí. – Se escucharon voces adicionales y unas las cuales el Lord pudo recordar bastante bien. Ya entonces el grupo se encontró frente a los dos nuevos que llegaron. Un joven de cabello negro corto, llevando u sueter verde con un pantalón negro, el otro era un hombre grande, de barba prominente y armadura.
- ¿Y estos? ¿Acaso igual son masters?
- Ese parece ser el caso mi querido vasallo. – El caster se quedó mirando fijamente a ese servant, en ese momento recuerdos profundos habían salido a la luz, un sentimiento del cual creyó, había enterrado hace mucho tiempo.
- … Rider…
Seguimos con el evento de Fate/Zero, ya avanzamos un poco más, ahora fue ya Gilles se ha ido y acabé en esa parte crucial con la aparición del Waver pequeño e Iskandar, a ver que tipo de reacción habrá en aquel momento, nos vemos en el próximo cap entonces. Saludos.
