¡Buenas! Me ausenté un tiempo porque quise darle prioridad al hecho de que llegaba a los 600 fics, y ayer retrasé un poco el trabajo porque me quedé viendo el fútbol (por nada del mundo dejaría de lado a mi equipo). Pero ahora he regresado para traer este nuevo capítulo, aunque antes voy a dar unas respuestas:

Zaisoooh: No te recomiendo que creas que únicamente creas que solamente las musas pintarán algo en este fic, pues te aseguro que me va a exigir emplear a más personajes. Otro detalle, los "camisa de fuerza" no se llaman así. En este capítulo sale el nombre verdadero, aunque me extraña que digas eso porque, según decías, sí conoces Silent Hill. Y no pienso adelantar absolutamente nada más, que no me quiero volver loco ni dejar de lado el enfoque de este fic, así que cualquier muestra de yuri que salga debe esperar sí o sí.

Franco Yuzaki: Los métodos perfectos y cien por cien seguros no existen, eso lo sé también. De todos modos procede a hacer lo que creas que sea necesario. Y claaaaro que es algo conveniente, siendo de hecho algo bastante característico dentro de la saga. Estoy de acuerdo en que una buena arma siempre es conveniente de tener en momentos de peligro, y que mientras más fuerte sea y más daño haga, mucho mejor. Aquí creo que puedes tener otra pista de quién es la dueña de la voz que Eli escuchó en el capítulo anterior. No sé si te sea suficiente, pero creo que te servirá de pista (y hago énfasis en el "creo").

Una imagen de Nozomi

(Elección tomada: Usar el revitalizante – en realidad hubo empate, así que elegí el voto que llegó primero)

Las heridas ardían, y esta vez Eli no se sentía capaz de seguir adelante con aquel dolor, especialmente con el riesgo de que más de esas criaturas le hiciesen daño nuevamente si no conseguía anticiparlas en aquella envolvente oscuridad. Antes de avanzar a ninguna parte decide sacar el revitalizante que había conseguido en la calle y empieza a beberlo. Aquello le resultó útil para sobrellevar de mejor manera el dolor, aunque se espera un rato a que surtiese efecto y pudiese seguir adelante. La radio sonaba un poco, dando la señal de que habían más de esos monstruos cerca, pero no lo suficiente para alarmar en demasía a Eli. De momento lo verdaderamente preocupante era la oscuridad, y Eli se esforzaba por controlar sus temblores.

Prueba un par de puertas que se encuentra en el camino, y justamente la segunda puerta se abre, lo cual resultaba oportuno. Si había alguien o si Eli encontraba alguna pista sobre lo que estaba pasando, seguramente podría salir rápidamente de ese sitio y seguir su búsqueda de Nozomi en otro lado. Pero al ingresar en la habitación termina encontrando algo bastante llamativo, algo que hace que a Eli le brinque el corazón por un segundo.

─ ¿Esto es…? No, eso es imposible… Tiene que haber algún truco tras todo esto…

Frente a la rubia había un maniquí, pero lo interesante del maniquí era que estaba llevando una ropa que era bastante parecida a la que Eli le recordaba a Nozomi. Aquello era sin duda demasiada casualidad. Era como si alguien hubiese puesto el maniquí ahí para decirle algo a Eli, pero la rusa simplemente no captaba tal mensaje sin importar las vueltas que le daba. Otra cosa destacable del maniquí era que en el pecho tenía adherida una linterna encendida. Era pequeña, pero era justo lo que Eli necesitaba para abrirse paso de manera más segura en los pasillos y habitaciones que seguramente faltaban por explorar, así que Eli no se lo piensa dos veces para acercarse al maniquí y tomar la linterna para adherirla a su propio pecho.

Pero antes de que Eli pudiese siquiera respirar aliviada por tener algo de luz, de detrás del maniquí se levanta súbitamente una nueva criatura. Eli podía distinguirla bien gracias a su nueva fuente de luz, pero se horroriza al ver de qué se trataba.

─ ¿Qué demonios…?

La nueva criatura constaba de un maniquí desnudo que constaba de dos pares de piernas femeninas unidas por la cintura, de modo que abajo había un par de piernas que empezaba a caminar en dirección a Eli, y arriba había otro par de piernas, las cuales estaban flexionadas hacia el frente y estaban aparentemente listas para lanzar un golpe.

Eli no espera a que la criatura se le acercara demasiado, sino que se pone en posición de combate rápidamente y, tan pronto tiene a esa criatura al alcance, la golpea para forzarla a retroceder. La criatura se queja por el golpe recibido, pero claramente no estaba derrotada, así que Eli se pone a golpearla más veces con el palo. Sus quejidos eran horribles, completamente alejados de los gritos femeninos que uno pensaría que vaya a dar por la apariencia de las piernas que conformaban su cuerpo. Eli insiste en golpear aquella cosa hasta derribarla completamente, y recién ahí procede a patearla con todas sus fuerzas para asegurarse de que no fuera a levantarse más.

Nuevamente Eli mira aquella cosa. Esa cosa con piernas estilizadas había surgido justo detrás del maniquí con la ropa de Nozomi, y Eli dudaba que aquello fuera simple casualidad, aunque por otro lado no entendía a qué se debía aquello. En todo caso no podía quedarse eternamente viendo el cadáver de la criatura, así que Eli decide explorar el resto de la habitación.

La luz de la linterna permite a Eli comprobar la presencia de más piezas de maniquíes, todas desarmadas y desperdigadas por el suelo y los muebles. Eran maniquíes de mujer, y cada una de las piezas estaba tan bien construida que llegaban a impresionar a la rubia. Sea quien sea el que las haya hecho, se merecía un reconocimiento, aunque Eli no estaba para preguntar quién hizo aquello. A falta de nada más que fuese de interés, Eli decide que lo mejor que podía hacer era salir, aunque da antes una última mirada al maniquí que vestía igual que solía hacerlo Nozomi. Aquella imagen por alguna razón generaba miedo y opresión en el pecho de Eli.

Una vez en los pasillos, Eli podía escuchar los pasos de una de las criaturas. Por los pasos podía deducir que era de esas criaturas con los brazos atrapados con el cuerpo, y Eli va en dirección contraria a donde le parecía que surgían los pasos. A medida que avanza por los pasillos y encuentra algunas puertas que no abren, Eli se encuentra con otra criatura que parecía ser un maniquí de piernas femeninas. Parecía inmóvil, incluso cuando Eli le apuntaba directamente con la luz, pero no se sentía para nada confiada con la cercanía de esa cosa, así que se acerca blandiendo el palo para así golpear a la criatura. Una vez que está lo bastante cerca, la cosa intenta golpear a Eli, la cual retrocede hábilmente y responde con unos cuantos golpes fuertes que logran derribar a la criatura. El maniquí viviente intenta levantarse de nuevo, pero Eli vuelve a golpearlo con todas sus fuerzas y lo termina dejando fuera de combate. La radio seguía sonando, pero Eli estaba segura que no era por el maniquí.

Ya con aquella amenaza neutralizada, Eli aprovecha para revisar una puerta cercana, la cual se podía abrir afortunadamente. La radio seguía sonando, pero esta vez lo hacía con más fuerza, puesto que había un monstruo con los brazos pegados a mitad de la sala del apartamento en que había metido Eli. La rubia no lo duda para golpear esa cosa hasta derrotarla, y así podía revisar tranquilamente. El lugar estaba vacío con excepción de algo que a Eli se le hizo sumamente llamativo cuando lo recoge.

─ ¿Balas de pistola? ¿En este complejo de apartamentos había gente armada?

Era un cartucho con algunas balas. No eran muchas, pero definitivamente Eli sentía que le serían de utilidad una vez que encontrase el arma adecuada. Mira atentamente alrededor, pero no había rastro de aquella pistola. Todavía quedaban habitaciones para revisar, así que Eli se pone a ello, aunque en una de esas habitaciones Eli se encuentra con otro maniquí viviente que intenta atacarla tan pronto como se le llega a acercar por accidente. Eli consigue retroceder a tiempo, pero tenía que acabar con esa cosa si quería salir de allí, así que procede a derrotarla a palos. Esta vez se sintió sencillo derrotar a esa cosa, aunque Eli sentía que aquello era porque ya se estaba acostumbrando. Era una perspectiva horrible, pero a Eli se le hacía bastante lógica.

Una vez segura de que esa cosa no se movería más, Eli consigue más balas de pistola. Sin duda estaría en muy buenas condiciones si contase con el arma que necesita para esas balas, pero de momento se tenía que contentar con tenerlas guardadas y abrirse paso usando el palo en sus manos. Al menos contaba con una manera de defenderse.

Eli no pierde tiempo para salir del apartamento, y al llegar al pasillo se encuentra con otro Lying Figure (es el nombre de las criaturas con los brazos atrapados en una aparente camisa de fuerza pegada a su cuerpo) que se acerca para atacar a Eli, pero la rubia no se deja y ataca con todas sus fuerzas a la criatura. Un par de veces el Lying Figure intenta levantarse, pero Eli no se lo permite y lo golpea más veces hasta que está segura de que no se iba a levantar.

─ Muy bien.

La radio no emite interferencias, de modo que el lugar estaba limpio, o eso parecía, así que Eli se pone a revisar con calma las puertas faltantes. Ninguna estaba abierta, así que Eli retrocede y pasa por el pasillo que estaba en el otro extremo. Tampoco habían puertas abiertas, lo que dejaba un pasillo que estaba en medio. Eli avanza allí, probando más puertas cerradas hasta que ve una puerta al lado de un enrejado que cortaba completamente el paso. En dado caso Eli tenía que probar la puerta que estaba al lado, y la misma estaba abierta.

La habitación en la que Eli estaba ahora resultaba extraña. Había un televisor encendido al fondo, y el mismo sólo transmitía estática, como si hubiese perdido irremediablemente la señal. A mitad de camino, justo pegado a una pared, había un teléfono fijo algo antiguo. Eli se acerca cautelosamente y ve una nota al lado del teléfono. Tal vez se trate de un aviso o algo, así que Eli no se lo piensa dos veces para leer:

Tres agujas en tres alturas difieren.

Una es gruesa, una es alta y otra fina.

De lento a rápido a la derecha se mueven.

Scott no se posa en el #, sino que en ## atina.

Eli no entiende lo que esa nota había querida decir. No le veía el más mínimo sentido. Tal vez quien hizo esa cosa estaba aburrido y escribió eso simplemente por mata el tiempo, o podría ser una pista algo extraña y rebuscada de algo, aunque la rubia de momento no sabía qué.

El sitio no parecía tener nada más, así que Eli busca en el resto de habitaciones. Pronto se encuentra una habitación que estaba vacía con excepción de un reloj de péndulo que parecía estar pegado a la pared. El área donde estaban las agujas estaba fuertemente sellado, pero Eli empezaba a hacerse la idea de que era allí a donde se dirigía aquel raro mensaje. Mira en un costado, y entonces nota que había un mensaje tallado a un costado del reloj.

Las cicatrices del pasado deben eliminar el clavo que detiene el tiempo.

Era un mensaje raro, pero el reloj parecía estar allí para tapar algo, así que Eli prefiere centrarse en empujarlo. No funciona. La rubia llegó a pensar que el reloj estaba adherido al suelo, y entonces pensó que eso era a lo que se refería aquello de "detiene el tiempo", aunque habían detalles que todavía no estaban claros. El mensaje hace referencia a una aguja, así que Eli intenta abrir el reloj para manipular las agujas, pero el cristal que tapaba el reloj tampoco podía ceder. La rubia no se iba a aventurar a romper el cristal por temor a salir herida, y si usaba el palo temía que se le fuera la mano y terminase dañando el reloj, de modo que ya no fuese posible moverlo. En ese caso prefiere dejar así el reloj, cuando nota algunos nombres escritos en la pared. Al acercarse se encuentra con que uno de los nombres era justamente Scott, el cual tenía un dibujo de una aguja que resultaba la representación del segundero del reloj. Esa tenía que ser la aguja que debía retirar, pero todavía no tenía una manera para lograrlo.

No quedaban más apartamentos, así que Eli sale de allí y decide regresar sobre sus pasos para dirigirse al segundo piso lo más rápido que pudiese. Corre por los pasillos, aprovechando que la radio no le advertía sobre la presencia de los monstruos. Era como si hubiese limpiado completamente el área, algo bastante conveniente, pues en cuanto regrese para atender aquel reloj obviamente querría que el viaje fuese apacible dentro de lo que cabe.

Eli abancona el primer piso y sube hasta llegar al segundo, y lo primero que llega a ver es un conjunto de barrotes que bloqueaba uno de los caminos. Eso era sin duda una suerte malísima, pues implicaba una porción enorme del lugar que no podía revisar, o al menos no podía hacerlo por lo pronto.

Pero detrás de esos barrotes había una llave. Eso ilusiona enormemente a Eli. Una llave en ese lugar tenebroso era sin duda un tesoro, una manera para abrirse paso y descubrir pistas que a la rubia le hacían bastante falta. La rusa se agacha y estira su mano para recoger la llave. Le costaba un poco más de lo que había pensado, pero el esfuerzo parecía dar sus frutos. Poco a poco estaba alcanzando la llave, pero justo cuando parecía que podía agarrarla aparece alguien que patea la llave lejos y pisa a propósito la mano de Eli, la cual grita de dolor por aquello.

─ Haha, you dumb! ─ dice la intrusa antes de irse corriendo.

Antes de que desapareciese en la oscuridad, Eli ve que se trataba de una niña rubia, pero no distingue mucho más. Los barrotes lógicamente no le permiten ir por ella.

─ ¡Eh! ¿Qué estás haciendo? ¿Quién eres? ─ Eli no obtiene respuesta, haciéndola suponer que ya la niña se había alejado ─ ¡Mierda! ¿Qué hago ahora?

La llave todavía era visible, pero estaba tan lejos que Eli no iba a alcanzarla aunque usase el palo. Aquello sin duda representaba un batacazo para lo que aspiraba Eli, quien ahora tenía que irse a otro lado, buscar otra manera de llegar a esa llave, o a alguna otra que le fuera a ser de utilidad, aunque tomando en cuenta lo oscuro y extraño que era el lugar, no estaba del todo segura de que la cosa fuese a ser igual de rápida.

Aquella oportunidad había resultado ser demasiado buena para ser verdad.

─ ¿Qué se supone que haré ahora? ¿Qué harías en mi lugar, Nozomi?

CONTINUARÁ…


Este es un detalle algo curioso, pero el nombre de Lying Figure normalmente supone un tema de debate dentro de la comunidad. Debido a la primera interpretación que se le da al nombre a la hora de traducirlo, usualmente se le llama en español "figura mentirosa", pero resulta que el nombre tiene otra traducción que no siempre se toma en cuenta que es la de "figura acostada", la cual se apega más a lo que representa verdaderamente la criatura. Pero como dije, usualmente se usa la primera interpretación porque parece ser más fácil interpretar "lying" como mentiroso que como acostado. También se le suele llamar "paciente demonio", pero no es tan frecuente.

Los maniquíes por otro lado tienen un nombre bastante más sencillo: Mannequin. De esa manera, pues poca falta hace ponerle el otro nombre, tomando en cuenta lo mucho que se parecen :v.

Esta vez la pregunta va a ser diferente. Verán, en el prólogo puse que Eli carga consigo una foto de Nozomi ¿Estaría bien que la saque para verla? Como he dicho antes, la respuesta a esto será determinante para el final del fic, así que piensen bien sus respuestas. No lo dije antes, pero este fic sólo contará con tres finales principales, uno bueno y dos malos, además de otros que sólo estarán para rellenar y dar un toque diferente al final de este fic, pero nada más. No daré más detalles porque la idea tampoco es regalarles la fórmula para elegir el final que vean más conveniente. Por ahora me voy despacio, me desvelé haciendo el fic (no me arrepiento de nada) y nos vemos en el próximo capítulo.

Hasta otra