8 d.C.

De los dos norteños que habían llegado recientemente a la isla debido a la petición de su hermana por un ingeniero, uno de ellos estaba resultando ser mucho más popular que el otro entre el círculo de sus damas de compañía.

No es como si pudiese culparlas, la mascota del joven lobo estaba resultando encantadora. El hurón era capaz de hacer trucos y aprender otros con rapidez deleitando a las damas que disfrutaban tener alguien al que mimar.

El joven lobo no parecía contento con esto, no por la desviación de la atención de las damas. Sino porque debido a que el hurón se negaba a separarse por mucho tiempo de su dueño Rhaenys había ordenado (para disgusto del ingeniero) que moviese sus cosas al salón de las damas para que estas pudiesen disfrutar de la mascota.

Era una visión divertida, un salón lleno de damas que abrazaban al hurón o le pasaban chucherías y en un rincón un joven que hacía todo lo posible por concentrarse en su trabajo.

Dejó a su hijo en el suelo y una de las criadas se adelantó para mantener el ojo en Aenys, su pequeño se hacía más grande cada día ojalá fuese su bebé por más tiempo.

Dejando a sus damas jugando con el hurón y a su hijo a buen recaudo caminó hasta el ingeniero. De las conversaciones con sus hermanos sabía que la base estaba hecha pero ahora era hora de añadir zonas como el patio, jardines, y la organización de los pisos. Todavía quedaba mucho que hacer y era el momento de que ella interviniera.

Rhaenys tenía planes, ahora que el ingeniero había creado el esqueleto de la fortaleza ella sería quien lo rellenaría. La decoración, el arte, cada muestra de poder y riqueza sería hecho por su orden.

Ellos eran los nuevos gobernantes de Westeros, los Targaryen estaban aquí para quedarse y Rhaenys planeaba que de ahora en adelante todos pensasen que ellos habían estado aquí desde siempre.

Por eso estaba rodeada de damas de todo Westeros(excepto Dorne, aunque ella planeaba cambiar eso) y su fortaleza necesitaba ser una mezcla de estilos. La base con mezcla de los primeros hombres y los ándalos que Brandrik había hecho era un comienzo magnífico. Ellos dos serían buenos amigos.

Brandrik levantó la vista al escucharla llegar.

"Perdone su comportamiento, ser Brandrik, su mascota es una novedad para ellas. No todos los días conoces a un hurón tan educado" Otros señores ya se habrían quejado sobre como este no era el lugar adecuado para que un hombre estuviese viendolo como un ataque contra su dignidad

"No soy ningún ser, su majestad. Solo soy Brandrik" El joven dijo sin saber lo equivocado que estaría muy pronto. Rhaenys planeaba pedirle a Aegon que le diese tierras a Brandrik como recompensa por sus contribuciones. Por supuesto esta recompensa sería en su nombre y no en el de Visenya.

"Entonces me disculpo, joven Brandrik. Pero me gustaría saber si tu hermana Aliah se unirá a nosotros antes de su boda con lord Ronnel" Ojalá la hija del señor del Norte hubiese venido con Brandrik al sur.

Brandrik se veía incómodo por la pregunta. "Me temo que como ya sabe la salud de mi padre está empeorando y desea pasar todo el tiempo que pueda antes de que mi hermana viaje al valle y se case"

Sabía que los hermanos mayores de Brandrik no se habían tomado bien el compromiso que ella había hecho y al que habían aceptado ambos señores supremos. Pero estaba hecho y Aliah merecía tener la oportunidad de al menos conocer a su marido antes de casarse.

El matrimonio sería dentro de un año y a no ser que la salud del antiguo rey del norte mejorase ella tendría que casarse sin apenas conocer a su marido.

"Lástima, habría sido un placer conocerla, pero supongo que la veré en la boda, ¿asistirás, no es así?"

"Por supuesto. Mi hermana me tendrá para acompañarla en su boda. Mi honor no me permitiría abandonarla. Aunque es una pena que no haya arciano en el Nido de Águilas, tengo entendido que nunca fueron capaces de cultivar uno en las alturas. Una boda en Runestone sería más adecuada"

¿Era esta su forma de decir que un matrimonio con los Royce sería más adecuado que un Arryn?. Si era así no estaba siendo sutil. Ella comprendía que el conflicto entre las religiones era un tema sensible. Pero los Arryn ya habían demostrado ser capaces de convivir con los seguidores de los dioses antiguos sin problema.

"Me alegro de que Aliah tenga un hermano tan bueno, ella es afortunada" Por ahora dudaba que fuese capaz de insistir más con que Aliah viniese a Dragonstone por lo que sería mejor cambiar de tema. "¿Como va el diseño de los interiores?"

El rostro de Brandrik se iluminó y rápidamente rebuscó entre las hojas de pergaminos y dibujos que tenía sobre la mesa sacando uno que mostraba el plano de un pequeño castillo. "Estas serían las dependencias privadas de la familia real, la fortaleza interior, un refugio dentro del castillo en caso de ataque o que se desee privacidad. Tendría seis pisos y todo lo que sus majestades podrían desear, dormitorios, baños, despachos, salas de recreación.. etc."

Rhaenys tomó el plano, todavía era básico pero podía imaginarlo, un sitio donde ella podría retirarse cuando necesitase descanso o donde reunirse con sus personas de confianza. "Maravilloso" Le felicitó. "Estoy deseando decorarlo, ya tengo muchas ideas en mente"

"Los documentos que aportó sobre el arte essosi y de otros lugares fueron de gran ayuda para idear la estructura, su majestad" Añadió Brandrik

"Puedo notarlo" Comentó notando los apuntes sobre diseños Pentoshis y bocetos de gárgolas y dragones para colocar en las murallas y torres. Visenya había hecho un gran trabajo al traer a Brandrik Stark al sur.

Los muros de la fortaleza se alzarían y sus interiores serían bellamente decorados por su mano, cada vez que alguien mirase la fortaleza vería el toque de Rhaenys en ella, nunca sería olvidada.

De repente un ruido la sacó de sus pensamientos, Aenys!. Soltó el boceto y se giró para mirar a su hijo, ¿se había hecho daño?, se le había caído a la sirvienta. Cuando finalmente miró se le sacó un peso de encima.

Había sido una falsa alarma. Aenys en los brazos de la sirvienta se movía y luchaba por liberarse para ir en busca del hurón mascota de Brandrik que se encontraba en los brazos de Shiera Celtigar y miraba curioso al bebé.

Rhaenys se acercó a la sirvienta y tomó a Aenys de sus brazos. "Sí mi pequeño, ya se que quieres tocarlo pero no puedes saltar desde esa altura" MEció a su hinojo calmandolo pero aun así le lanzaba miradas al hurón.

"Joven Brandrik. ¿Podría tomar a su hurón?" Ella llamó y el ingeniero se levantó tomando al hurón de sus manos y provocando el sonrojo en lady Shiera por la cercanía.

Aunque el hurón se había comportado adecuadamente si iba a dejar que Aenys lo tocase preferí que fuese el dueño del animal el que lo sostuviese. "Manténgalo controlado" Ella instruyó con gravedad, un daño al heredero al trono sería pagado caro. Le gustaba ser suave en comparación de Visenya pero cuando era necesario era perfectamente capaz de actuar tan seria como sus hermanos.

El joven Brandrik asintió y Rhaenys notó que sus ojos parecían más apagados de lo normal, sorprendentemente a pesar del agarre sobre él, el hurón no intentó forcejear manteniendose quieto mientras Rhaenys acercaba a Aenys.

La mano de su hijo llegó al hurón y pasó su mano por su pelaje rápidamente decidiendo finalmente agarrar el pelaje con fuerza. El hurón todavía se mantuvo quieto sin reaccionar, estaba mucho mejor entrenado de lo que ella pensaba.

"Bien, eso es suficiente" Dijo ella tomando suavemente la mano de Aenys y deshaciendo su agarre sobre el hurón y separándose de él, Aenys se quejó pero ella lo pegó a su pecho para calmarlo. "Gracias joven Brandrik. Creo que ya le hemos molestado lo suficiente hoy, recoja sus cosas y regrese a la calma de su despacho"

Brandik asintió y poniendo a su hurón sobre su hombro se dirigió a recoger los papeles. Hubo murmullos descontentos de las damas presentes que deseaban continuar jugando pero ninguna intentó discutir a su reina.

Mientras Rhaenys se dirigía a su asiento para mecer a Aenys e intentar que su hijo se durmiera notó que los ojos de lady Shiera no se despegaron de la espalda del joven Brandrik hasta que este salió de la habitación.

Planeaba darle tierras a Brandrik pero tal vez una esposa también estaría bien. La pobre Shiera había sido dejada de lado por su hermano que había preferido casarse con una prima en vez de con ella lo que la había dejado sin compromiso. Un matrimonio con una Celtigar solo uniría más al joven Brandrik a la corona Targaryen.


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