Los nombres de los personajes que utilizo en esta historia; no son de mi pertenencia sino de RUMIKO TAKAHASHI. La historia si es mía y queda prohibida su copia total o parcial.
LOVE SONG
Capítulo 10
Se sabía bien que Sesshomaru, no era un hombre fácil de sorprender. Pero… al ver cómo es que Sara se había desecho de ese atuendo, para mostrar otro aún más revelador, realmente lo había tomado por sorpresa. Lo admitía, no había podido evitarlo, aunque verla, no había sido necesariamente para disfrutar de sus curvas, sino más que nada, por desagrado. Sara era una chica hermosa y gracias a su perfecto cuerpo, todo lo que usaba le quedaba bien. Aunque quizás, eso es lo que hubiera pensado antes, porque al menos, en ese momento, más que recorrerla para satisfacer su vista, lo había hecho por desconcierto.
Naturalmente era una chica sexy, ¿Por qué demonios tendría que recurrir a ese tipo de atuendos? Se preguntó molesto. Ya suficiente había sido con llegar usando ese mini vestido, por lo que, no entendía su insistencia en mostrar piel. Aun así, lo preferible era no tomarle mucha importancia, si ella quería hacer ese tipo de espectáculos, mientras no afectaran el concierto, podía hacer lo que quisiera.
Así que, después de levantar las cejas y suspirar incómodo, regresó su vista al público para continuar disfrutando de la hermosa imagen de Rin. Sin embargo, cuando sus ojos se encontraron con los de ella, pudo ver claramente cómo la chica le dirigió una mirada llena de desilusión.
En cuestión de segundos, el joven, sintió como su cuerpo se estremeció y cómo es que una inquietante angustia comenzó a consumirlo. Acaso, ¿Rin había pensado mal de él? Pero, ¿Cómo era posible? Prácticamente había volteado la mirada casi al instante de ver a Sara, ¿Por qué Rin pensaría que él, sería tan descarado de observar a otra mujer, cuando la tenía a ella justo en frente?
Frunció el ceño, haber contemplado esa mirada en la chica, realmente le había molestado.
El concierto continuó con su ritmo. Bankotsu disfrutaba de la música, Sara continuaba dando un buen show e Inuyasha, a quién ya le había tocado su turno de utilizar el micrófono, estaba sorprendiendo al público. Desafortunadamente, aunque todos parecían estarlo disfrutando, para Sesshomaru era totalmente lo contrario. Sí, no dejaba de mostrar su talento y esos poderosos acordes que impactaban a todos, continuaban presentes. Lo único malo, era que; su mente, no dejaba de cuestionarse el cambio de ánimo que había visto en Rin.
Gracias a que Sara e Inuyasha compartieron las siguientes canciones, la mujer se alejó un poco de Sesshomaru para enfocarse en su segunda voz. Aun así, eso no significó que la chica dejara de observarlo y que con movimientos atrevidos, intentara sobresalir ante sus ojos. Así mismo, y como era de esperarse, cuando terminaron las canciones de apoyo, Sara, volvió a acercarse a él.
La siguiente canción, era una que en especial, era la favorita de los tres jóvenes, pues eran al menos sesenta segundos en donde Sara, dejaba de cantar para que los tres instrumentos tomaran el mando de la canción. Realmente, los tres amigos disfrutaban mucho de ese momento, y no, no era en nada por afectar a Sara, sino porque era un momento en que los tres, podían compartir el mismo sentimiento. Desafortunadamente para la chica, no era así, y generalmente, cuando la tocaban, ignorando completamente el gran trabajo de sus amigos, se colocaba en medio del escenario y bailaba para no ser opacada por ellos.
Anteriormente, a Sesshomaru, no le habría importado que lo hiciera, al fin, era Sara quien le daba esa energía a los conciertos. Sin embargo, en esta ocasión, sería diferente. Estaba molesto, y era porque gracias a sus ridículos espectáculos la bella chica castaña había dejado de mirarlo. Por lo que, sin importarle si opacaba a Sara o incluso le llegaba a reclamar, ya no le importaba. Estaba dispuesto a hacerla a un lado para disfrutar junto a su hermano y su amigo, aquella canción que tanto les gustaba.
Es así que, justo antes de que se diera entrada a la mejor parte de la canción, Sesshomaru, dando pasos largos, se acercó a su hermano y le indicó con la mirada que se colocara en medio del escenario. Justo al instante, ambos hermanos se dirigieron a Bankotsu, quien rápidamente comprendiendo las intenciones de sus amigos, aceptó llevar a cabo, ese improvisado acuerdo que se había generado entre los tres.
Obviamente, aquel acto de los músicos no pasó desapercibido para el público, pues al ver cómo los tres jóvenes se unieron para tocar, fue un gesto que agradó completamente. Principalmente a Rin y Kagome, pues al haber estado presentes en los ensayos, y nunca haber escuchado que harían algo semejante, les pareció un buen acto improvisado. Más que nada, porque siempre se había dejado en claro, o mejor dicho, estaba implícito, que Sara era quien amenizaba los intermedios de música. Por lo que, aunque fue algo totalmente nuevo, a ambas chicas les encantó.
Especialmente a Rin, pues al momento de cruzar sus ojos con los de Sesshomaru mientras este tocaba, también pudo recibir de él, una mirada tan sensual, que la castaña no pudo evitar el morderse los labios.
Si, en definitiva, ese acto inesperado, había cautivado a todos.
A todos, excepto a Sara, pues había sido claro para ella. Sus amigos, la habían hecho a un lado para lucirse ellos.
Está claro que no era conveniente mostrar su desagrado ni mucho menos dejar visible su sorpresa, por lo que, con movimientos sutiles, la chica se acomodó a la orilla del escenario y disimulando lo más que pudo, continuó bailando de manera en que todos pensaran que aquello había sido planeado.
Cuando finalmente terminó la canción, los tres jóvenes, felices por el éxtasis experimentado, se voltearon a ver y entre sonrisas, Sesshomaru e Inuyasha, regresaron cada uno a su lugar. Por su parte, Sara, que se encontraba furiosa, se dirigió a su micrófono, y después de lanzar una mirada de reproche a sus amigos, habló.
- Ya casi llegamos al final. Pero antes, dos canciones más. Esto es, The world. – y justo después, los instrumentos comenzaron a sonar.
La canción, como todas hasta el momento, fue increíble desde el principio hasta el final, y aunque Sara ya estaba agotada, sabía que solo faltaba una más para poder concluir con el concierto.
- Y bien, con esta nos despedimos. – pronunció agitada. Justo al instante, dijo el nombre de la última canción. - Rose. – y finalmente, después de entregar el último gramo de energía que les quedaba, el concierto, por fin terminó.
No cabía duda que la banda "Shikon No Tama" había embriagado por completo al público, aun cuando tenían como desventaja el, no ser conocidos. Por lo que, tanto los aplausos, como gritos y alabanzas del público, habían sido por nada más que su talento.
Los cuatro jóvenes, se colocaron en una línea, dieron una reverencia en agradecimiento al público, y justo después, se marcharon del escenario.
Poco a poco, los jóvenes que se encontraban frente al escenario, se fueron dispersando tomando cada uno un lugar en la fiesta. Pero Rin y Kagome, quienes aún se sentían emocionadas por su primer concierto, se colocaron en un lugar estratégico para poder esperar a que sus amigos salieran de detrás del escenario y así, poderlos felicitar. Mientras tanto, conversaban.
- ¡Aún sigo sintiendo cómo un escalofrió recorre mi cuerpo! – dijo Rin - ¡Fue algo totalmente increíble! ¿No es así Kagome?
- Bueno… realmente creí que sería más ruidoso que los ensayos pero… tienes razón. ¡Fue increíble! – ambas amigas rieron y tras ver por encima de su hombro, la azabache, rápidamente cambió de humor. – ¡¿Ya viste?! – cuestionó indignada. – ¡¿La zorra tiene novio?!
- ¿Eh? – dudó Rin, y al ver el lugar que su amiga le indicaba, se percató de que se trataba de Sango. – Ah, si…
- ¡No puedo creerlo! ¡¿Tiene novio, y aun así coqueteaba con Inuyasha?! – exaltó furiosa – Ahora más que nunca. No puedes negar que es una zorra, Rin.
- No, creo que no. – respondió la chica pasando saliva.
Gracias a la emoción que Rin había sentido en las últimas canciones del concierto, había dejado de lado la desilusión por Inuyasha. Pero en ese momento, ya que se entablaba el tema, no pudo evitar revivir el sentimiento. Así mismo, sabía que por mucho que su amiga estuviera ilusionada, debía decirle.
- Hablando de eso Kagome… - suspiró nerviosa. Realmente no sabía cómo debía empezar, aun así, tomando valor, se dispuso hablar. Pero entonces, los repentinos gritos de algunas chicas, la interrumpieron.
Tanto Rin como Kagome, voltearon sorprendidas para ver de qué se trataba y fue ahí, cuando vieron que era la banda, quien había provocado toda esa emoción.
Sería mentira, si dijeran que al ver cómo es que tanto Sesshomaru como Inuyasha, eran asediados por las chicas, no les causaron celos, porque simplemente, fue inevitable. Y es que los jóvenes, no solo eran muy guapos, sino que; con el simple hecho de ser músicos, aumentaba su nivel de sensualidad que ya de por sí, era muy alto. Por lo tanto, era totalmente normal que generaran esa admiración en las chicas, provocando que se les acercaran con intenciones de coquetear.
Sin embargo, aunque ambas lo sabían, no significaba que fuera agradable. Estaba claro, no podían hacer nada. Solamente, observar desde lo lejos y esperar, a que se desocuparan de atender, a quiénes se acababan de convertir en sus fans.
Rin, que pasando saliva intentó convencerse de todo lo anterior, observó inquieta a Sesshomaru. Sí, estaba segura de su belleza y aunque no era totalmente vanidosa, sabía que era lo suficientemente atractiva como para hacer que más de un hombre volteara a verla. Pero eso no significaba que no reconociera que más de alguna de esas chicas era incluso más bella que ella, por lo que; si Sesshomaru lo notaba, no sería nada bueno.
Ya suficiente había tenido con contemplar frente a ella, cómo es que Sesshomaru, había recorrido a su exhibicionista amiga. Por lo que, ver que coqueteara con alguna de esas chicas, no era para nada algo de lo que quería ser testigo.
Pero entonces, justo cuando todas esas ideas pasaban por su mente, sus ojos se encontraron con aquellos brillantes y dorados.
Sesshomaru, no era indiferente a las alabanzas y comentarios que le hacían, en realidad, los recibía con agradecimiento. Pero eso no significaba que les prestara la suficiente atención, pues lo que realmente le importaba, estaba justo frente a él.
Y justamente esa actitud, fue lo suficientemente clara para Rin. De alguna manera, con ese cruce de miradas que habían tenido, Sesshomaru le estaba demostrando a Rin, que no debía preocuparse por nada. El atender a esas chicas, era simplemente una tarea que debían realizar. Debían ser agradecidos con el público para ir ganándose fans. Por lo tanto, solo debía esperar a que todo eso terminara para poder pasar el tiempo juntos, que tanto estaban esperando.
Ninguno de los dos sabían, cómo, ni cuándo, habían generado esa habilidad de comunicarse con la mirada, pero la tenían. Y personalmente, era algo que disfrutaban mucho.
La chica le compartió una sonrisa. Si, tal vez se sentía más tranquila y agradecía el gesto de Sesshomaru, pero aun así, sabía perfectamente bien qué; al no ser más que amigos, no podía exigirle que no viera a nadie más que a ella. Finalmente, se dispuso a esperar.
Kagome por su parte, no era tan analítica como Rin, por lo que ella, si expresó, lo incómoda que se sentía.
- ¡Qué fastidio! – suspiró frustrada. – Y pensar que deben ser amables con todas esas chicas… Pero, tú te vez muy tranquila, Rin…
- Bueno… admito que no me hace feliz pero… tampoco puedo exigir que se comporte de una manera específica porque… bueno, no estamos saliendo. – dijo sincera.
- ¡Por favor Rin! – replicó su amiga – Y ¿Esas miradas? ¿Esos coqueteos? ¿Esas señales que se dan uno al otro? ¿No significan nada? Está claro que entre ustedes dos hay química. Por lo tanto, si a Sesshomaru realmente le interesa tener una relación contigo, debe ser respetuoso y no admirar a toda chica que pasa frente a sus ojos. – pronunció eso último, con un tono de molestia. – Aunque… - suspiró un poco más tranquila – No creo que tengas problema con eso. El chico malo está cumpliendo con las expectativas.
- ¿De qué hablas? – cuestionó Rin.
- Solo míralo – indicó la chica y su amiga, volteó. – Ni siquiera les presta atención. Eso habla muy bien de él… ¡Bien chico malo!
Rin soltó una risita. Aunque Sesshomaru realmente se lo había dicho con la mirada, dentro de ella, no quería hacerse ilusiones, pero al comprobar junto con su amiga, como es que parecía actuar solo por compromiso, le llenó el pecho de satisfacción.
Lamentablemente, ese lindo sentimiento que comenzó a invadirle el cuerpo, rápidamente desapareció, cuando sus ojos se enfocaron en Inuyasha.
El tipo, de lo contrario con Sesshomaru, parecía disfrutar de sobremanera la atención y alabanzas de las chicas. Lo suficiente, que incluso, recibía sin prejuicios los abrazos que cada una le ofrecía.
Rin frunció el ceño.
Bien lo había dicho, así como ella y Sesshomaru no tenían una relación formal, estaba claro que se atraían, por lo tanto, también eran totalmente ciertas las palabras de Kagome: si ambos se atraían, era de esperarse el ser exclusivos, pues no solo era una linda manera de demostrar su interés sino también su respeto.
Aspecto que Inuyasha, estaba ignorando por completo.
Para ser sincera, por más que le llegara a doler a su amiga, Rin no debía reprimirse en contarle todo. Kagome era una mujer maravillosa y muy hermosa. Inuyasha, no merecía que una chica como ella, se interesara en él.
Así que, tomando aire, la castaña, se dispuso a hablar.
- Kagome, necesito decirte…
- ¿Sabes qué? No quiero seguir viendo esto. – interrumpió de pronto – Mejor vayamos al tocador. Necesito refrescarme y retocar mi maquillaje. - Y tomando de la mano a su amiga, la llevó junto con ella para dirigirse al departamento.
Cuando por fin llegaron, recorrieron el lugar buscando el tocador, y para su suerte, después de preguntar, una chica les indicó donde se encontraba. Pero al llegar, la idea que tenían de un gran tocador, desapareció, pues el lugar era una pequeña, muy pequeña habitación.
- ¡¿Es en serio?! – expresó la azabache. - ¿Una mansión gigantesca para este tipo de tocadores?
- Bueno… que irónico, ¿No? – burló Rin, provocando la risa de su amiga.
- ¡Definitivamente!
- De cualquier forma. Yo no necesito usar el tocador así que… tomate tú tiempo, yo te espero aquí.
- ¡De acuerdo! – sonrió la chica y después de guiñarle un ojo a su amiga, cerró la puerta.
Rin por su parte, se recargó en la pared de a lado y soltando un profundo suspiro, cerró los ojos.
¿Qué estaba pasando? ¿Por qué cada vez que intentaba decirle a Kagome, su amiga parecía interrumpirla a propósito? Como si ella supiera lo que estaba a punto de decirle. – se preguntó confundida. En fin, fuera cual fuera el motivo, ya no podía seguir permitiéndolo. Entre más lo dejara pasar, mas avanzaba la noche y las intenciones de Kagome para invitarlo a salir.
Juntó sus manos, lo cierto es que, no sería nada fácil, sin embargo, era lo mejor.
Pero entonces, justo cuando pensaba en las mejores palabras que podría decirle, una voz, llamó su atención.
- Rin… - y de inmediato sintió un escalofrío. Levantó la mirada y fue ahí, cuando lo vio frente a ella.
- Inuyasha… - suspiró sorprendida.
- ¡Hola! Ah, ¿No está contigo Kagome? – preguntó curioso buscándola con sus ojos. Rin se limitó a gesticular. Ese interés en Kagome, solamente la hizo enfurecer más.
- No… Kagome está… está ocupada. – respondió sin más, sintiendo dentro de ella el deseo de reclamarle.
- Oh, ya veo… - suspiró bajando la mirada. Rin, lo observó seria. – Y bien, ¿Qué te pareció el concierto?
- Ah, bien… me gustó.
- ¡Qué bien! me alegra. – soltó y Rin, levantó una ceja. - Bueno… debería aprovechar ahora que no está Kagome. – dijo de pronto confundiendo a la chica. ¿A qué se refería con eso? Acaso, ¿Le preguntaría algo sobre Kagome?
- ¿Disculpa?
- Es porque, realmente, solo quería hablar contigo pero… que estuviera Kagome me lo habría dificultado.
Rin, volvió a sentirse confundida, ¿Inuyasha realmente buscaba pedirle algún consejo sobre Kagome? ¡Qué hipócrita! – Pensó – Bien, si se trataba de eso, no se quedaría callada. Defendería a su amiga y si para eso debía enfrentar a Inuyasha, lo haría.
Sin embargo, eso no era de lo que el joven deseaba hablar con ella.
- ¿Ah sí? Y ¿De qué se trata? – preguntó Rin, esperando ansiosa poder desquitar su furia. Pero entonces, Inuyasha habló.
- Bueno… ¿Sabes? Desde que te conocí, me pareciste una chica increíble. Alguien, en quién se puede confiar, aun cuando recién te conocen. Eres amable, inteligente, y nunca te he visto sin una sonrisa en el rostro. – Rin no entendía, ¿A que quería llegar con todo eso? – Por lo que, debo admitir que ese fue un aspecto, que sin duda, me capturó desde el primer momento en que te vi. Aunque quizás, fue más que nada, tu incomparable belleza…
Entonces, Rin lo comprendió. Pero para cuando intentó detenerlo, ya era tarde.
- Inuyasha…
- Ya no puedo seguir ocultándolo. Rin, no quiero tener una amistad contigo. Es por eso que, vine hasta aquí, solo para preguntarte si, ¿Te gustaría salir conmigo?
Comentarios de la Autora:
Si, debía dejarlo ahí.
¿Qué opinan? ¿Se lo esperaban? Jajaja, no se les olvide compartirme su opinión, estaré ansiosa por leerlas.
Por cierto; les dejo nuevamente el esquema de las canciones que tocaron en el concierto, solo por las que no lo escucharon, para ver si ahora sí, se animan.
Muchísimas gracias por su apoyo, por leer y por todos los comentarios que me dejan. Les mando un fuerte abrazo y nos leemos en la siguiente actualización.
- Decode – Paramore
- Emergency – Paramore
- Beggin – Maneskin
- Fear For Nobody – Maneskin
- For Your Love – Maneskin
- Free Fall – The Ovedressed Monkeys *
- These Days - The Ovedressed Monkeys
- Hey Kids – The oral Cigarettes – Noragami *
- Goya No Machiawase - Hello Sleepwalkers – Noragami *
- Gurenge – LiSa - Kimetsu No Yaiba
- Scapegoat – SawanoHiroyuki (nZk) ft. Yosh. - Owari No Seraph *
- Around The World - Red Hot Chili Peppers
- The World - Nightmare – Death Note
- Rose (Black Stones) – Anna Tsuchiya – Nana
