Los nombres de los personajes que utilizo en esta historia; no son de mi pertenencia sino de RUMIKO TAKAHASHI. La historia si es mía y queda prohibida su copia total o parcial.


LOVE SONG

Capítulo 12


Flashback.

A Sesshomaru, realmente no le molestaba tener que atender a sus fans, lo cierto es que, al ser parte de lo que normalmente sucedía después de un concierto, recibir con agradecimiento, las alabanzas y comentarios que le hacían, era fácil. Pero… gracias a ese enfrentamiento con su hermano, mostrar un rostro fuera de su furia, se estaba volviendo algo más que molesto.

Y es que, él, lo sabía. Sabía que independientemente de lo que sintiera o lo que hubiera pasado dentro de esa habitación, no debía ser impedimento para tratar bien a las chicas que los estaban esperando, no podía simplemente, hacerles ese tipo de desaires. Y no era porque específicamente le interesaran esas chicas, sino porque era importante para la banda. Solo para la banda.

Por lo tanto, no tuvo otra opción, y tras ver la súplica en los ojos de su amigo, aceptó salir todos juntos "como una banda".

Aun así, ese tema que había quedado inconcluso, aún continuaba rondando su cabeza. Y es que, a pesar de que ya lo había considerado, la verdad era que, no quería hacerlo. No podía aceptar, que el imbécil de su hermano se acercara a ella. Y no, no era porque ya estuviese apartada o porque fuera posesivo, sino quizás… por celos, por incertidumbre, o simplemente, por temor a que ella, aceptara.

Lo sabía, tenían una conexión, ya que, cada vez que ella lo veía, podía sentir cómo si sus ojos se hablaran. Pero también, era testigo de la manera en cómo le hablaba a Inuyasha, cómo le sonreía y cómo lo miraba. Tal vez, antes de saber lo que su hermano planeaba, aquellos detalles los habría pasado como una chica a quien le agrada un amigo, pero en ese momento, ya no podía sacarse de la cabeza que tal vez, era por algo más.

El joven soltó un suspiro, se sentía confundido, frustrado y más que eso, se sentía furioso. Toda esa información lo tenía con mil pensamientos en la cabeza, con mil ideas y lo peor, es que no podía prestar atención a lo que verdaderamente le importaba. Buscar a Rin. Es así que, justo antes de apartarse e ignorar a todas esas chicas junto con sus ridículos e insistentes halagos, sus ojos por fin la encontraron.

Si, era ella, y aunque lucía tan radiante y sensual como siempre, advertir en ella una mirada de preocupación, lo desconcertó por completo.

Quizás, estaba loco, quizás quería mentirse a si mismo o quizás, lo que sentía por ella era tan real, que en cuanto sus ojos se conectaron, olvidó todo aquello que lo atormentaba y solamente se enfocó en aclarar sus dudas.

Es así que, con esa habilidad que no sabía desde cuando habían adquirido, la observó fijo y con una sola mirada, le aclaró que nada de lo que sucediera con esas chicas afectaría sus intenciones. En cuanto terminara con esa obligación, llegaría hasta ella y por fin, pasarían ese tiempo a solas que tanto estaban esperando.

Debía admitirlo, esa manera en como Rin lo había hecho olvidar ese descontrol de emociones, le fascinaba. Ver sus ojos, compartir una mirada y conectarse de esa manera, era simplemente, algo fuera de este mundo.

El joven, sonrió para sus adentros y por un instante, nada le preocupó, sino hasta que pudo ver, como la hermosa castaña y su amiga se alejaron del sitio, y cómo es que de inmediato su hermano, se encaminó detrás de ellas. Está claro, que su primer impulso fue impedir que Inuyasha llegara hasta ella, pues ya sabía sus intenciones, por lo que, sin pensarlo, se dirigió detrás de él.

Sin embargo, nunca esperó, que el brazo de su amigo sería quién lo detendría.

- Déjalo Sesshomaru… -. Pronunció Bankotsu entre sonrisas, obviamente, disimulando frente a la multitud.

- ¡¿Que?! – expresó Sesshomaru con molestia.

- Solo deja que vaya. – repitió observando a su amigo. – De cualquier forma, ambos sabemos que Rin no va a aceptar. – y tras un suspiro, añadió. – Créeme, con esa estrategia de no acaparar a la chica, le será más sencillo a Inuyasha aceptar la derrota. – y sin poder ocultarlo, Sesshomaru se sorprendió. Volteo su mirada a Inuyasha y regresando a su sitio soltó aire.

- Entonces, ya lo sabías…

- Así es… - exhaló.

- Y, ¿Por qué…?

- Porque como lo dije antes… son hermanos y no pueden pelearse por una mujer. – respondió sincero. Después de eso, ya no hizo falta decir más, pues Sesshomaru, lo había entendido todo.

La insistencia de Bankotsu, no era porque precisamente aprobara el que compitieran por ella, o que estuviera de lado de Sesshomaru, si bien, lo sucedido con Sara no era relevante, para Inuyasha sí. Y si sucedía lo mismo, la relación entre los hermanos, quedaría perjudicada. No es exactamente como si justificará la mala percepción de Inuyasha ante los hechos, pero tampoco iban a hacerlo entrar en razón. Quizás y lo más seguro, era que el joven lo entendería todo, una vez que Rin lo rechazara. Lo único malo, es que Inuyasha, creía fervorosamente que la bella chica castaña, aceptaría.

Es así que, después de entenderlo, Sesshomaru, reprimió sus impulsos, y después de agradecer a todas por sus halagos, se encaminó a ver a Rin.

Fin del Flashback.

- Ya no puedo seguir ocultándolo. – suspiró, y aunque Rin intentó impedirlo, fue tarde. - Rin, no quiero tener una amistad contigo. Es por eso que, vine hasta aquí, solo para preguntarte si, ¿Te gustaría salir conmigo? – preguntó, y aunque quizás, de alguna forma ya lo esperaba, fue inevitable sentir cómo una monumental sorpresa, combinada con un total desconcierto, le invadió el cuerpo. Así mismo, y tal vez, esa impactante pregunta, también fue el motivo por el que no tardó en responder.

- ¡No! – soltó, exaltada. - No, no, no lo entiendo… ¿No se supone que… tú y Kagome…?

- ¡¿Kagome y yo?! ¡¿Qué?! – interrumpió el joven. Y al escuchar su sorpresa, la chica, bajó el tono de su voz y sin aún perder la esperanza, lo volvió a intentar.

- U- ustedes… ¿No tienen algo?

- ¡¿Qué?! ¡No! ¡No! ¡Claro que no! – soltó sincero, provocando inmediatamente en Rin, un vacío en el estómago. - ¿Por qué creíste eso? – cuestionó confundido, pues Inuyasha, por su parte, tampoco entendía lo que estaba pasando.

- Pues… No, no lo sé… - suspiró bajando la mirada. No sabía que decir, y ya no sabía que estaba pasando.

Rin estaba muy confundida. Si bien, se había percatado de lo mujeriego que era Inuyasha, no significaba que dudara de su atracción por Kagome, pues ella misma había sido testigo. Sin embargo, al escuchar como rotundamente rechazaba a su amiga, todo eso que llegó a sospechar, se convirtió en tristeza, en decepción y en desprecio. Por lo que, en un aire de rabia, levantó la cabeza, dirigió sus ojos a él y con sarcasmo, mencionó.

- Tal vez… ¿Por qué siempre estaban juntos? ¿Por qué siempre conversaban, porque siempre se reían? O porque… – y pasando saliva, agregó. – Yo llegué a ver la manera en como la observabas… - exhaló, pues era verdad. Todos lo habían notado, no solo ella. Todos sabían que entre Inuyasha y Kagome existía química, pero al parecer, el joven no podía verla o quizás, se negaba a aceptarlo.

- Rin… - intervino de pronto. – No soy ingenuo, sé que, Kagome es hermosa y una chica maravillosa pero… lo que siento por ella es amistad. Solo amistad. – confesó – En cambio, lo que siento por ti… es… diferente… - intentó explicar. Y lo cierto es que, no estaba mintiendo. Realmente, lo que sentía por la castaña, era diferente a lo que sentía por Kagome, porque, por Rin, no era más que una ilusión. Lo único malo es que, Inuyasha aún no se percataba de eso. Por otro lado, Rin, volvió a suspirar.

- Ya veo… - pronunció y sintiendo un sofoco en el pecho, desvió su mirada.

- Escucha… - insistió el joven. - Lamento si mi comportamiento con ella, te hizo pensar que la veía como algo más que una amiga. Pero créeme, esa nunca ha sido mi intención. – aclaró. - En fin, yo… - suspiró, y acercándose a ella, añadió. – No, no entendí realmente cual fue tu respuesta a mi invitación a salir, así que…

Inuyasha, creía que tal vez, la falsa creencia de que él y Kagome tenían algo más que amistad, había provocado esa reacción en Rin, desviándola de su verdadera respuesta, por lo que, después de aclarar sus sentimientos, mantuvo su ilusión de una positiva. Sin esperar, que la respuesta de la chica, bajaría su ánimo al piso.

- Creo que fui bastante clara, Inuyasha. – adelantó seria - Respondí un "no" – y aunque al principio, él mismo se negó a creer que era verdad, al ver el rostro de la chica, comprendió que no estaba jugando.

- ¿No…? Pero… - pasó saliva. - ¿Por qué? – y al instante, la castaña lo consideró, el ser amable para rechazarlo, pero… lo cierto es que; no se lo merecía. Si Inuyasha había decidido hablar con claridad de sus sentimientos rechazando de esa manera a su amiga, ella también lo haría.

- Porque… al igual que tú con Kagome, yo no puedo verte a ti, como algo más que un amigo. – aclaró sincera, y dicho eso, dirigió sus ojos a él. - Pero… lo más importante es porque; tengo sentimientos por tu hermano.

Y entonces, al escucharla, Inuyasha, lo admitió. De alguna forma ya lo sabía, es solo que… se había convencido a sí mismo, que esa conexión con ella, había sido real, que esa mutua atracción había perdurado. Tal vez, por eso es que, había dolido tanto. No porque no se lo esperara, sino porque él mismo, se había hecho ilusiones.

- Por, Sesshomaru… - pronunció él, en un suspiro ahogado.

- Así es. – afirmó ella. El joven, pasó saliva.

- Ya veo… ah… agradezco tú, tu sinceridad, Rin. – dijo bajando la mirada. Después de eso, ninguno de los dos volvió a decir otra cosa, Inuyasha, quizá por vergüenza y Rin, porque ya no tenía nada más que decir.

Pero como era de esperarse, al pasar cada vez más tiempo, el lugar comenzó a sentirse incómodo, es por eso que, fue el joven, quien comprendiendo que su presencia ahí, ya no era necesaria, tomó valor para hablar.

- Bueno ah, entonces, creo que yo… ya debería irme. – sugirió tímido.

- De acuerdo. - acordó Rin y aunque no fue grosera, estaba clara su posición. No deseaba continuar con esa conversación. E Inuyasha, lo había entendido por completo, así que, dando media vuelta comenzó a caminar.

No cabía duda, se sentía rechazado, humillado y avergonzado, pero aun así, cuando estaba a punto de llegar a la puerta, en un último impulso de esperanza, volvió a hablar.

- Rin solo… solo… espero que, esto que pasó… no vaya a cambiar la relación que tenemos. Ante todo, me gusta ser tu amigo… - Rin lo observó un instante, quería decirle que no, quería desquitar su furia, pero, no pudo. Fue así que, solamente, respondió un frio:

- Está bien. – y girándose, le dio la espalda.

Si, lo admitía, no era parte de su personalidad comportarse así, pero, ¿Cuánto más considerada debía ser? ¡El tipo era un hipócrita! Ella misma lo había visto, le gustaba coquetear con cualquier chica que sus ojos vieran, a Kagome la trataba de una manera especial y ¿Ahora qué? ¿Era ella por quien realmente tenia sentimientos? ¡Era un patán! ¡Un maldito patán! ¿Cómo se había atrevido? – se cuestionó la chica, sintiendo su cuerpo temblar de rabia. Todo eso, era decepcionante.

Lo cierto es que; habría preferido reclamarle, insultarlo e incluso, golpearlo. Pero… no pudo hacerlo, no lo había hecho, porque, por más que lo deseara, ante todo, era el hermano de Sesshomaru, pero más que eso, era el tipo de quien Kagome, estaba enamorada.

Rin, escuchó atenta los pasos de Inuyasha y hasta que el ruido desapareció por fin, soltó un suspiro. Esa incómoda y extraña escena, finalmente había terminado. O al menos, eso creyó, pues sin esperarlo, la puerta del tocador donde estaba Kagome, se abrió, mostrando la imagen de su amiga.

- ¡Kagome! – soltó Rin, en un suspiro ahogado que la dejó sin aliento. Deseando al mismo tiempo que todo lo que había pasado, no lo hubiera escuchado Kagome. Pero… está claro, que eso, era imposible.

- Rin… - pronunció la chica, con los ojos llenos de lágrimas.

- Por favor… - suplicó - Dime que no escuchaste…

- Cada palabra… - confirmó y al instante, Rin, sintió derrumbarse.

No sabía qué hacer, Kagome estaba frente a ella, sus lágrimas corrían por sus mejillas y aunque Rin no había hecho nada, no podía evitar sentirse culpable. Quería acercarse, abrazarla, consolar su corazón, pero no sabía cómo reaccionaría su amiga, al fin y al cabo, era ella el motivo de su sufrimiento.

Entonces, cuando por fin decidió dar un paso, Kagome, habló.

- Tuve miedo Rin… tuve mucho miedo. – mencionó entre sollozos.

- ¿Miedo? ¿De qué hablas? – dudó la chica.

- Yo lo sabía. – respondió y tratando de explicarse, limpió su rostro. - Sabía que tú nunca me traicionarías... Sin embargo, cuando Inuyasha te lo preguntó, tuve miedo. Miedo de escucharte decir que sí. – Rin, soltó aire. – Dudé de ti, de tu amistad y de tu lealtad. Pero entonces, cuando sin tardarte respondiste que no, todo mi cuerpo se tranquilizó y sentí cómo mis pulmones volvieron a respirar… Perdóname amiga… perdóname por dudar de ti… - y cubriéndose el rostro, se soltó nuevamente a llorar.

- ¿Qué? ¿Me pides perdón, tu a mí? – preguntó Rin, completamente confundida. – Soy yo quien debería disculparme... - y sin poder contenerse más, también comenzó a llorar.

- ¡No, Rin!

- ¡Claro que si...! Yo… debí… - pero Kagome, la interrumpió.

- No… fui yo misma quien lo impidió – la castaña, dudó. - Sé lo que has intentado decirme desde que terminó el concierto. Y conscientemente, no te lo permití. – confesó. Y Rin, abrió los ojos.

- ¡¿Qué?!

- No creas que soy tan ingenua – continuó pasando saliva. - Estuve al tanto, de todas y cada una de las chicas con quien Inuyasha estuvo coqueteando. Lo único que no esperé, fue que te invitara a salir.

- Pero… ¿Qué dices? Si te diste cuenta, ¿Por qué no me lo dijiste? – preguntó confundida.

- Porque sabía que te indignaría el hecho de que; aun sabiendo como es, continuaban mis planes para invitarlo a salir. – declaró, impactando por completo a su amiga.

- Pero… ¡¿Qué?! ¿Por qué?

- ¡Porque me gusta! – exaltó. Y Rin, contuvo el aliento. – ¡Porque sé que no es una simple ilusión! ¡Porque sé que la conexión que tenemos no es mentira! Porque sé, que a pesar de que coquetea con cualquier chica, sus ojos no las ven como me ven a mí. Porque sé, que a pesar de todo, él siente lo mismo, solo que… no sé porque aún no se da cuenta. – y sin saber que decir, Rin, simplemente, pronunció su nombre.

- Kagome…

Era difícil de comprender. Rin entendía que Kagome se sintiera enamorada de él pero… ¿Era a tal grado, que no le importaba lo que había visto? ¿No le importaba lo que había pasado? No podía juzgarla, ella sentía lo mismo con Sesshomaru. No obstante, si ella hubiese experimentado lo mismo, esos sentimientos habrían desaparecido al instante. Aun así, pensara lo que pensara, no podía hacer nada, pues su corazón era el único responsable.

Así que, después de considerarlo un poco, se acercó a ella. La tomó de las manos y aunque aún se sentía confundida, decidió hablar.

- Realmente… ¿Te enamoraste de él?

- No lo sé… - respondió la chica – Sé que es muy poco tiempo y que… soy una idiota pero… por alguna razón, no quiero renunciar a él. – Rin la observó. Entonces, ¿Pensaba pelear por él? Se preguntó la castaña, y como si su amiga lo hubiese leído en su mirada, se adelantó. – Lo quiero para mí, Rin. Y no voy a permitir que estos detalles me desanimen.

- ¿Detalles? – cuestionó indignada. – Kagome…

- Yo sé que puede cambiar. – adelantó. – Estoy segura de eso. Y ¿Sabes por qué? Porque cuando está conmigo, no ve a nadie más. Solo me ve a mí. Solo está confundido, estoy segura. Y yo, me voy a encargar de demostrárselo.

Rin, ya no opinó nada más, pues no podía hacerlo sin que de su boca saliera su desacuerdo, así que, simplemente, pasó saliva, y soltando un suspiro, aceptó apoyar a su amiga.

- Bueno… - exhaló. – Si, si eso es lo que quieres hacer… yo te apoyo. - Y aunque no se lo dijo con palabras, su expresión fue suficiente para prometerle que aunque no quería, trataría a Inuyasha como si nada hubiera pasado. – Pero… - añadió. – Solo con una palabra, amiga. – Kagome, la observó - Con solo una palabra que tú me digas, será suficiente para que Inuyasha, tenga su merecido.

No era normal ver a Rin en esa actitud pero era comprensible, se trataba de su amiga. Así que, Kagome, observando con ternura a Rin, la tomó de las manos y después de agradecer, la abrazó.

- Bueno... – dijo de pronto, limpiándose el rostro. - Creo que, será mejor que me vaya…

- ¿Qué? ¿A dónde? – cuestionó Rin.

- A un lugar donde no estorbe – susurró juguetona. Y Rin que continuaba sin entender, la observó confundida. Entonces al ver la señal de su amiga, que le indicaba mirar hacia la puerta, lo comprendió. Y tras un suspiró ahogado, parpadeó sorprendida.

Kagome volteo, observó al joven y con una sonrisa cómplice, comenzó a caminar.

- No hace falta que lo hagas. – dijo Sesshomaru, pero a la chica, no le importó.

- Los dejaré solos… - fue lo último que dijo, cuando pasando a lado de Sesshomaru, salió de la habitación.

- Pero… Kagome… - intentó detenerla Rin, pero su amiga, ya se había marchado.

Sin voltear para atrás, continuó caminando y ya cuando se sintió lo suficientemente lejos, soltó un suspiro. Realmente, no se lo habría esperado, ¿Inuyasha interesado por Rin? Tan solo recordarlo, le revolvía el estómago, pero no porque se sintiera superior a su amiga, sino por el hecho de que ese muchacho, no la eligiera a ella. No culpaba a Rin, su amiga era verdaderamente hermosa y cualquier hombre que posaba sus ojos en ella, quedaba impactado, pero… ¿Por qué Inuyasha? ¿Por qué él también? Se preguntó dolida.

Lo admitía, nunca antes le había pasado, pues, todo aquel que le había interesado en el pasado, había caído ante sus encantos, sin perjudicar a nadie. ¿Por qué esta vez, era diferente? ¿Por qué Inuyasha a pesar de tratarla como lo hacía, porque se había inclinado a Rin? Como bien lo había dicho, sabía que estaba confundido pero, ¿Por qué?

Pero en fin, fuera cual fuera la respuesta, no cambiaba lo que había pasado. Inuyasha, se le había declarado a Rin, a su mejor amiga y ella, lo había escuchado todo.

Aunque no se lo había dicho a Rin, sentía el corazón roto, hecho pedazos, y estaba segura que cuando volviera a ver a Inuyasha, ese dolor, solo aumentaría. Pero, si no lo había mencionado, era para no preocuparla, pues esa noche, no solo sería especial para ella (o eso creía al principio) sino también para Rin. Sabía que su amiga y el chico malo, habían estado esperando desde hace mucho, pasar tiempo a solas, por lo que, arruinar su noche con sus problemas, no era opción.

Si al menos, Rin podía conseguir una buena velada, con eso era suficiente.

La chica, continuó caminando sin rumbo, solo pasando entre la multitud hasta que llegó al límite de las luces. Ahí, de pie, viendo frente a ella el amplio campo que se dirigía a la gran mansión, por fin, pudo sentirse con libertad. Por lo que, en silencio y solo para ella, finalmente se soltó a llorar.


Comentarios de la Autora.

¡Hola! Mis queridísimas lectoras. Ya saben que no he tenido mucho tiempo pero… aun así, sigo esforzándome en traerles los capítulos de Love Song. Con respecto a "Toma mi mano" no he podido avanzar con los capítulos porque solo me he enfocado en la historia que ya lleva más tiempo, aun así, no significa que la pondré en Hiatus, voy a ponerme a trabajar en ella también, solo que… será más lenta que Love Song.

Espero no se molesten pero, les juro que hago todo lo que puedo.

En fin, espero que les haya gustado este capítulo, y me puedan comentar sus opiniones. Así mismo, les informo de una vez que; estaré intercalando las actividades que harán los personajes en la fiesta, y hasta el último, voy a enfocarme en SesshiRin, para que por favor, no se vayan a desesperar.

Bueno, eso es todo, muchas gracias por leer y por su constante apoyo. Nos leemos en la siguiente actualización, les mando un fuerte abrazo.